Estando frente a él mis palabras se estancaron en mi garganta y su expresión no cambiaba, su mirada era tan fría que sentí un escalofrío recorrer mi cuerpo, empezaba a sentirme nervioso y cuando lo vi acercarse un poco a mí retrocedí aguantando la respiración y desapareció.

"Eres un imbécil, podrías haber muerto"

Lo escuché decir y me quedé en silencio.

—¿Alex?— Andrés gritó desde arriba y al levantar la cabeza las rocas estaban sobre mí.

Marcus las alzó donde antes estaban —¿Me llamaste? — Al escuchar eso me paralice, quizás si estaba dentro de mí.

"¿Estabas dentro de mí?, ¿Por qué no respondiste antes?".

—No, no estaba— susurró —¿Ustedes que traman?— observó todo el lugar.

"¿Puedes salir y entrar cuando se te pegue la gana?" Pregunté molesto.

—Olvídalo, solo dime que intentan hacer.

"Si te hubieses quedado hubieses sabido".

Al terminar de decir eso Marcus se movió hacia un lado y luego lo vi frente a mí de espaldas y empezando a caminar susurró.

—Te las arreglarás solo, imbécil.

Todas las piedras cayeron a mi alrededor haciéndome saltar del susto en el lugar, me quedé petrificado viéndolo desaparecer entre los árboles, luego de unos minutos entro en razón y empiezo a caminar a paso rápido tras él ignorando las voces que gritaban mi nombre que se empezaron a escuchar tan lejos era increíble como no podía verlo ¿A dónde habrá ido tan rápido?, iba a caer al suelo cuando lo veo aparecer frente a mí y me sostiene rodeando mi pecho con su brazo y lo miré sorprendido mientras él me veía de la misma forma que lo hizo antes de irse e intento ver por el profundo color negro de sus ojos, pero solo pude verme a mí. Estábamos en completo silencio, ni él ni yo hicimos algún mínimo movimiento mientras nos veíamos fijamente, me levantó para luego sostener mi hombro.

Me estaba poniendo nervioso y no podía quitar la mirada, su mano se deslizó rozando la mía la moví rápidamente y di unos cuantos pasos atrás.

—¿Ahora me temes? — dijo esa pregunta y noté un poco de dolor en ella.

—No...— hago una pausa—¿Por qué te vas? —no pude evitar que mi voz sonara algo inquieta —te necesito— terminé por susurrar y era toda la verdad.

Lo veo reír sarcásticamente —¿Estás bromeando?— me mira incrédulo —¿Como tienes la osadía de decir eso luego de haberme hablado así como si yo no fuese nada y luego correr hacia mí y decirme que me necesitas? — pasa una de sus manos por su rostro y después la mueve mientras me señala —Tú, Alex, solo piensas en ti y no piensas en los sentimientos de los demás, no te das cuenta de que sueltas palabras sin pensar lo más mínimo, de que pueden causar en la persona frente a ti. ¿Porque los humanos solo piensan en ellos?, ni quisiera piensan en quien los quiere, solo en sus conveniencias.

—Marcus...— susurro —bien, lo entiendo muy bien, perdóname.

—No entiendes nada Alex, nada— me da la espalda dejando caer sus hombros —Tu mentías cuando dijiste que querías ser mi amigo, Alex eso estuvo muy mal.

Él empezó a caminar a paso lento y me adelanté a sostener su brazo.

—¡Espera! sé que estuve mal, sé que lo estuve, pero por favor no te vayas, no solo te necesito yo, también los chicos para salir de aquí— su rostro cambió a uno destrozado.

—Pensaba que...— hubo silencio un silencio desesperante —pensé que realmente me querías, que ibas a ser mi amigo Alex— sentí una punzada en el pecho —¡Alex te quise, hasta llegue a confiar en ti, te consideré mi amigo! no te imaginas lo difícil que es eso para mí.

Gritó y se me revolvió el estómago, un sentimiento llego a mí que hace tiempo no sentía.

—Solo me necesitas para salir de este lugar, para abandonarme— dio una risa sarcástica —claro, fui muy estúpido por creer que podía ser amigo de un estúpido humano inservible y más bien creer que querría quedarse conmigo— escupió con tanto enojo que sentí sus palabras apuñalar mi corazón.

Yo lo miraba sorprendido y con el corazón latiendo tan rápido que podría llegar a pensar que me daría un infarto, mi respiración estaba acelerada, mi mirada bajó de sus ojos a su boca que estaba respirando por ella por hablar tan de prisa que, sin pensar, en un movimiento tan ágil y rápido me acerqué a él sosteniendo la parte baja de su cabeza y uniendo nuestros labios.

Él no respondió y me sentí estúpido mientras me alejaba mirándolo con tristeza, pero su mirada estaba tan fría que me hizo agachar la cabeza de la vergüenza, pero el posó una de sus manos en mi mejilla y me beso, sus labios suaves hacían contacto con los míos, su mano libre paso por detrás de mí sosteniendo mi espalda profundizando el beso, besaba tan bien que la sensación que me creaba era inefable. Nuestra respiración se volvió pesada y deteniendo el beso recostó su frente de la mía con los ojos cerrados, lo miré y realmente era muy guapo no podía creer lo que acababa de pasar...

Me separé viéndolo sorprendido y él me veía con un brillo en los ojos que no había visto nunca su respiración aún agitada como la mía me hizo dar vueltas en el lugar y él volvió a sostenerme divertido, ¡Dios!, ¿Qué acabo de hacer? Esa era la pregunta que recorría toda mi cabeza, junto a su imagen cerca de mí besándome con tanta delicadeza que era difícil de creer, ¿Será este un... ¿mal sueño? Y ¿realmente lo consideraba malo?, Nervioso paso mis manos sudadas por mi pantalón.

¡NO, NO PODÍA CREER LO QUE ACABABA DE PASAR!

Besé a Marcus.

Besé a un fantasma.

Y si me preguntarán si lo volvería a hacer, les diría mil veces que sí.

Parpadeé y ya no estaba frente a mí y miré a todos lados y nada, ¿Dónde se habla metido?

"Dentro de ti" dijo esta frase con un tono de burla.

Me sonrojé e intenté caminar, pero mi cuerpo no cedió.

"Tranquilízate yo lo hago" empezó a caminar hacia los chicos que me miraban confundidos.

—¿Alex?, ¿estás bien? — Jeremith preguntó arqueando su cabeza.

Marcus sonrió —excelente— los chicos me vieron raro y levantó las piedras —¿seguimos?

Ellos asintieron para continuar con el reto mientras yo seguía en shock.