Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 31

~Aniel~

Dirigiéndonos a lo posiblemente más oscuro del bosque acomodó mis lentes y Saturna se convierte en humana tomándome de la mano para caminar, me detengo un instante para tratar de acostumbrarme a la oscuridad y noto algo extraño y es que ninguno haya dicho ni la más mínima palabra.

—Chicos, ¿todos bien?

Una luz se prende y me doy cuenta de que Saturna aún sujeta con fuerza mi mano y con los ojos cerrados habla susurrando.

—Ellos no están aquí— me tensó y miró al frente aún con la cabeza agachada —presiento dos almas muy oscuras cerca.

Levanto mi mirada y veo como otro yo y otra Saturna nos ven tan fríamente que siento un escalofrío recorrer mi espina dorsal, Saturna gruñe como una bestia y la Saturna frente a ella sonríe y empieza a acercarse lentamente y la furiosa chica a mi lado se mueve al frente como un escudo protegiéndome de cualquier cosa.

—Saturna— susurro incómodo.

—No se preocupe amo, yo lo protegeré— luego de decir eso la otra Saturna corrió hacia ella y empezaron a pelear.

Estaba confundido, nervioso y no sabía qué hacer hasta que vi un puño impactar mi cara haciéndome caer al suelo, mi cara ardía de dolor y sentí como mi labio latía por tan estruendoso golpe e intentando levantarme sin ningún éxito sentí como pateo mi costado haciéndome gemir de dolor.

—¡AMO, NO!

Saturna, mi Saturna, gritó desconcentrándose de su pelea que al mismo instante su doble la golpeó haciéndole caer. Ver cómo la golpeaban me hizo enojar mucho pero no podía hacer nada, pero lo que más me molestó es que aun sabiendo que está creado en este espeluznante lugar y yo soy un simple ser humano, tan débil y estúpido podría tener el descaro de creer que podría llegar a vencerlo o simplemente herirlo.

"Aniel tú puedes, debes hacerlo ¡defiéndete!"

Escuché a un pequeño pero decidido Andrés gritarme y de pronto al abrir los ojos lo veo frente a mí golpeándome y gritándome que me defendiera.

—¡No puedo, no puedo! — siento dolor en mí y lágrimas salen de mis ojos —para por favor, detente.

—Si puedes, defiéndete ahora mismo o te mataré— Andrés gritaba.

—No puedo, ¡ya detente!

Andrés me golpeaba sin parar aumentando su fuerza hasta que en un acto de molestia lo golpeé haciéndole sangrar la nariz y caer hacia atrás, lo pateé para que se alejara.

—Aah...— se queja limpiando la sangre con su camiseta —muy bien, sigamos.

Él se levantó del suelo y poniéndose en modo de combate yo retrocedí unos pasos pero al ver su mirada hice la misma posición y nuestra pelea continuaba, golpes y golpes que maltrataban nuestro cuerpo, vi como cada día pasaba lo mismo, en el mismo lugar y misma hora peleábamos; Andrés enseñándome cada uno de los movimientos que sabía para que nadie volviese a molestarme, me ayudaba a ser más fuerte y confiar en mí mismo y ahí fue cuando otro golpe sentí haciéndome ver donde estaba en realidad luego de entrar en razón golpeé a mi doble con fuerza y nos levantamos él me sostuvo de la camiseta y golpeé su mentón hacia arriba y luego con mi pie estiré sus piernas haciéndolo caer cambiando la posición quedando ahora él debajo de mi para poder ser yo quien lo golpease ahora.

Su cara empezaba a sangrar, también gotas de mi sangre caían sobre él y empecé a ahorcarlo viendo cómo se movía desesperado de un lado a otro y con sus uñas arañaba mis brazos para tratar de deshacer el agarre, pero me mantuve firme, cerré los ojos hasta que no hubo más movimientos y sus manos cayeron a los costados. Él ya estaba muerto, Saturna me veía avergonzada con heridas en todo el cuerpo.

—Perdóneme amo, he fallado en mi trabajo de protegerlo— dijo con la cabeza agachada.

Levante su cara para que me viera a los ojos —No es nada, estoy bien— sonrió —¿ves?, no te preocupes también tenías un problemita— señale a otra Saturna en el suelo.

Ella río y me abrazó, aunque ambos nos quejamos no nos separamos hasta que una puerta se abrió y nosotros algo dudosos caminamos hacia allá viendo a los chicos sonreír mientras nos veían caminar de la mano.

—Eso fue muy tierno— la niña dijo y sabiendo de lo que hablaba solté la mano de Saturna y tosí.

Miré a todos lados analizándolos sus heridas, estaban sanando, era muy pronto.

—Chicos, ¿Dónde está Alex?

Todos me vieron y luego vieron un orificio en la oscuridad donde podríamos mirar a donde él estaba.

—Ustedes... ¿vieron todo? — mi voz se volvió temblorosa de la vergüenza y todos asintieron.

Andrés se acercó a mí sonriendo —Lo hiciste bien hermano, tanta práctica valió la pena después de todo.

Yo sonreí al escuchar su cumplido, gracias a él he podido defenderme solo al fin, porque de pequeño él era quien venía siempre a mi rescate, él era mi guardaespaldas.

Sonreí mientras pensaba eso y Saturna se convierte en mi guante de mano nueva vez y su voz en un susurro en mi mente dijo "Estoy cansada, dormiré un poco" y el silencio dominó en el lugar.

—Al parecer tu noviecita no quiere soltarte.

Todos ríen y yo nervioso los fulmino con la mirada —ella no es mi "noviecita"— ruedo los ojos.

"Tranquilo amo, que eso no le afecte, mi relación con usted es aún más que ser novios, yo le pertenezco y lo protejo, lo protegeré aunque eso me cueste la vida"

Quedó perplejo ante sus palabras y cuando reacciono —No digas tales cosas, no es necesario.

—¿Qué no es necesario, Aniel? — Andrés pregunta con tanta curiosidad y allí es cuando me doy cuenta de lo fuerte que hablé.

—Discúlpenme, no es nada— rasco la parte trasera de mi cuello e intento cambiar el tema —¿Me podrían contar sobre lo que sucede aquí?

—Míralo por ti mismo.

Cuando me acercó al agujero negro veo a dos Alex pelear con intensidad y uno cae al suelo.

—¿Cómo podríamos saber cuál es el verdadero Alex?

—No,no lo sabemos.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro