Capítulo 29
~Andrés~
La niña pudo sentir a Alex y salió en busca de él luego de haber discutido con Jeremith porque él decía que sabía que se había perdido.
—Chicos, ese lugar me asusta— Aniel dice mientras intenta mirar entre la oscuridad.
—Deja de intentarlo, es inútil.
—Andrés, ¿crees que no lo sé?
Lo veo rodar los ojos y lanzar una pequeña roca a la profunda oscuridad y luego veo a Jeremith que empieza a rascar su brazo con tanta fuerza que parece que se rasgará toda la carne del brazo izquierdo, me voy hacia a él y lo jalo para estar los tres juntos.
—¿Cómo crees que sería este reto?, lo venceremos de todos modos— le doy una mirada a Aniel que me mira confundido y se da cuenta.
—Es cierto, somos más inteligentes— mueve sus lentes un poco nervioso y jala el brazo de Jeremith —Al parecer nos subestimaron, ¿cierto?, Ya no les tengo miedo— sonríe y yo intento hacerlo.
—Sé lo que intentan hacer— dice mientras pasa sus manos por los rasguños enrojecidos —no me está haciendo sentir mejor porque se la verdad— hizo una pausa para luego mirarme —si les hacen daño a algunos de ustedes será completamente culpa mía.
—Debes dejar de pensar de esa manera, recuerda que nosotros llegamos aquí por decisión propia, tu no nos obligaste a nada— me doy media vuelta y veo a Alex llegar —¿a dónde fuiste?
—Estoy bien— Alex dice y lo noto un poco inquieto —¿Listos para el nuevo reto?, la niña me explico cuál era el próximo reto— comentaba seguro —se supone que debemos entrar allí y llegar al otro lado.
—¿Dónde está ella? — Jeremith hizo la pregunta que todos nos estábamos formulando.
—Pues, ella dijo que tenía que hacer algo y nos encontraría del otro lado.
—¿Quién eres y qué quieres? — dirijo mi pregunta hacia Alex, pero no era a él exactamente y lo sabía.
—Alex— nos da la espalda caminando hacia la oscuridad y en ese instante me di cuenta de que realmente no era él.
Dudamos unos minutos antes de profundizarnos en la inmensa oscuridad, empecé a caminar tratando de acostumbrarme a la oscuridad y al mirar atrás no vi nada, miré mi alrededor rápidamente y nada.
—Chicos— llame confundido, pero nadie respondió, una luz pobre proveniente de arriba aclaró el lugar y frente a mí apareció:
Mi reflejo...
Estaba frente mí mismo, mirándonos fijamente, levanté una de mis manos y vi que hacía lo mismo.
Dess camino hasta quedar frente mío y gruño viendo a otra de ella en frente entonces retrocedí y él inmediatamente adelantó un paso.
—¿Qué quieres?
Lo vi mirarme como si dentro de él no hubiese nada luego de unos segundos con una gran sonrisa inhumana dijo:
—Tu muerte.
El clon de Dess corrió hacia ella alejándose de nosotros mientras empezaban a pelear, traté de ir tras de ella, pero sentí un fuerte empujón hacia atrás y vi mi clon frente a mí acercándose lentamente, me levanté tambaleando y cuando vi que iba a volver a golpearme me agaché para darle una fuerte patada en el costado derecho tirándolo al suelo, empecé a golpearle la cara y me llenó de furia verlo reír como si no le estuviera haciendo daño alguno. Me levanté, su cara estaba destrozada, sangre esparcida en ella, mis manos y ropa; su nariz estaba rota.
Me miraba con atención y con la misma sonrisa de antes, tomé uno de sus pies en mi mano y lo pisé en el lugar de la rodilla haciendo quebrar su hueso, un fuerte grito salió de su boca. Me sentí satisfecho, se lo merecía por golpearme sin razón, sonreí dando media vuelta para no verlo y limpiar mi sangre de la boca con mi brazo.
—No creo que veas mi muerte, no ahora, ni causada por ti, quien morirá serás tú.
—Aún no termina— cuando iba a voltearme me tomó por el cuello alzándome para luego tirarme al suelo, después me sostuvo aún más fuerte.
Sentía como mi aire se agotaba e intenté cambiar de posición, pero no cedió a lo que lo tomé por la mandíbula empujándolo para darle un rodillazo en medio de sus piernas, cuando aflojó el agarre lo empujé y sentado en su estómago sostuve su cabeza para jalar hacia arriba y doblarla hasta escuchar cómo quebró algo dentro de él.
Me levanto mirando a todos lados, no veía ni escuchaba nada que no fuese mi respiración acelerada, pero al voltearme a lo único que me acompañaba no pude verlo, ¿había desaparecido?, ¿ya lo vencí?, eran las preguntas que me hacía mientras trataba de lograr ver entre la oscuridad y vi como algo salía de allí, caminaba a paso lento parpadeo unas cuantas veces y veo a la niña frente a mi sonriéndome.
—Buen trabajo, vamos.
Frunzo el ceño, pero luego voy tras de ella caminando hacia la inmensa oscuridad nuevamente donde no sabría dónde iba a acabar.
—¿A dónde vamos?
—A esperar a que los demás terminen sus retos— limpia su vestido rosa con sus manos luego de salir donde ya había luz —¿quisieras verlos? — se da vuelta mirándome sonriente —advierto que sus oponentes son igual de fuertes y con sus mismos poderes, tal vez alguien salga herido.
Con su dedo empezó a formar círculos sobre la oscuridad y vi fuego brotar y luego un espejo donde estaba Dess, estaba herida y su oponente iba lentamente hacia ella. Cuando llegó a estar sobre ella se veía tan débil que me destrozaba el corazón.
—¡Ayúdala! — le grité —¡no ves que sufre!
—Lo siento, no puedo intervenir.
Me molestó verla tan pacífica mientras que la vida de Dess estaba en peligro, volví a verla y con las garras de una de sus patas abrió el estómago de su doble haciendo que cayera sobre ella.
—¡llévame a ella! — rápidamente volví a entrar a la oscuridad para correr hacia ella y abrazarla —¿Estas bien? — la escuché gruñir del dolor —Por favor, ayúdala— le rogué a la niña que se acercaba lentamente mirándome sin expresión para luego mover sus dedos hacia arriba y abajo cerrando sus heridas.
—Qué curioso, te preocupa más su bienestar que el tuyo— río sarcásticamente para luego salir.
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