Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 24

No sabía qué hacer, pero me quedé firme frente a ellos viéndolos y luego escuché una voz...

"Tú puedes hacer lo que sea, eres el elegido".

Dude, pero no podría negar que sus palabras me dieron valentía para continuar y cerrando los ojos recordé el sol calentando todo mi cuerpo, que me hizo sentirme a gusto con su resplandor. Comienzo a escuchar las tranquilizantes olas del mar doy dos pasos al frente y abro los ojos viendo los árboles hacerse a un lado mientras me miraban sorprendidos y atentos a cada movimiento, camino con la frente en alto no sabía exactamente qué había hecho, pero continué, mientras caminaba veía que tantos árboles había, era impresionante lo tan unidos que estaban todos y lo gruesa que se veía su corteza. A lo lejos veo un árbol no tan alto y adelantó el paso suponiendo que ese era el que tanto protegían así que me detengo frente a él viéndolo con determinación.

—Bien, ¿Ahora que hago? — suspiro viendo el árbol —¿Hola?

Me quedo viendo al árbol que no hace movimiento alguno y me acerco a tocar la corteza, pero mi mano pasa entre el tronco como si fuese una simulación, como si no hubiese nada allí, así que lo intento varias veces e intentando en diferentes lugares, pero no logro tocar nada. Pensé en el cofre y me senté frente al árbol, observe que tenía flores de todos los colores chasqueo mis dedos y veo aparecer mágicamente el cofre frente a mi, lo veo perplejo, pero luego lo tomo en mis manos para volver a intentar tocarlo como si pudiese cambiar algo y sigo sin tocarlo. Mis ojos empiezan a sentirse pesados de la nada y por más que intento mantenerlos abiertos se cierran y solo veo oscuridad.

—Hermanito, ¡despierta! — escucho una voz chillona, pero a la vez familiar y abro los ojos lentamente tratando de acostumbrarme a la luz.

—Hermanito vamos, quiero mostrarte algo— la miro con nostalgia mientras me tomaba de la mano para llevarme a algún lugar, sabía que esto era solo un sueño, pero quería creer lo contrario, creer que estaba conmigo, verla jugar con una gran sonrisa.

Parpadeo y me encuentro con los chicos en la casa de Andrés jugando videojuegos, Aniel discutía con Alex por lo tanto que comía y le decía que le podría hacer daño comer tantos dulces mientras que Alex solo le sacaba la lengua en un acto inmaduro y luego empezó a reclamarle a Andrés que era su culpa mientras él estaba muy concentrado en el juego.

Vuelvo a parpadear y me encontraba acostado, miré a mi alrededor confundido porque no era mi habitación, pero luego de mirarla con atención noto que es la habitación de cuando era tan solo un niño. Me siento viendo mis pequeños pies y mi madre seguida de mi padre venían hacia mí con un bizcocho cantando cumpleaños feliz y vuelvo a parpadear encontrándome sentado frente a mi ventana con otra silla a mi lado.

—¿Quieres jugar?

Miro a la silla donde hay un pequeño niño con estilo de los 70 sentado en ella viéndome con unos penetrantes ojos negros, yo asentí y me levanté para correr tras él hasta llegar a la cocina.

—¿Qué vamos a jugar? — le pregunto y mi voz era de un niño pequeño y el niño me pasa una de las galletas de mi madre —eso es de mamá, no podemos tomarla sin pedirla.

Le digo molesto y el niño me mira de una manera aterradora y grita tan alto que mis oídos duelen.

Vuelvo a parpadear y estoy nuevamente con Lía en el patio trasero de la casa recostados en un manto viendo las estrellas y ella señala un lugar.

—Hermanito, parece una llave.

Cuando iba a dirigir mi mirada al lugar despierto y veo al niño frente a mí pasándome una galleta mientras me observa en silencio.

—Hola, tiempo sin vernos— su voz seguía igual y no dije nada —no me digas que no me recuerdas, soy Jorge, jugábamos mucho de pequeño, veo que has crecido mucho no puedo creer lo alto que estás.

—Ho- Hola...— tartamudeó recordando cosas.

—Uhm... — da una vuelta a mi alrededor pensativo y pone una de sus manos en su barbilla para luego continuar —Cambiaste muchas cosas de ti— pone sus manos en sus caderas viéndome, achicando los ojos —no me ves desde hace mucho tiempo y ¿no me piensas dar al menos un abrazo?

El niño se cruza de brazos un tanto enojado sentándose con las piernas cruzadas en forma de mariposa y vuelve a hablar.

—¿Por qué ya no me ves ni me hablas como antes? — sus palabras salieron con tristeza, me miraba como un bebé que no le dan lo que quiere y eso me puso un tanto incómodo.

—No existes— suelto las palabras sin antes pensar en las consecuencias y él se acerca a paso rápido hasta estar enfrente de mí.

—Entonces... ¿por qué me ves?, me escuchas y hasta me hablas, eso no puedes hacerlo con alguien que no existe ¿o sí? Estamos conversando como normalmente lo hacen todos ¿o me he equivocado en algo? — me mira fijamente a los ojos sin parpadear tan cerca que siento su respiración —En serio has cambiado, y es algo que me molesta porque... éramos mejores amigos —hace una pausa alejándose y dándose media vuelta— pero solo tuvo que llegar él y te alejaste de mí.

Sabía de quien me estaba hablando, sabía que hablaba de Alex, pero decidí quedarme en silencio con la cabeza agachada, realmente le dejé de prestar atención e ignoraba para ir a casa de Alex porque no me empezó a agradar su compañía y mi madre insistía en que debía salir de casa.

—¿Ya no hablarás?, ¿No dirás nada?, enserio, ¿aún sigues evitándome?— se aleja —diría que te he extrañado, pero ya no eres esa persona que tanto quería.

Lo veo sacar una navaja la cual empezó a mover entre sus dedos, retrocedí, pero él se acercaba diciendo estas palabras mientras caminaba:

"Yo soy real, siempre lo he sido, escapé de mi mundo para estar contigo y ¿así me pagas?, Jer yo te amaba".

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro