~Andrés~

Respiro profundo tirado en el suelo, las cosas están yendo intensas últimamente y debo mantener la calma, miro a los chicos dormir y como Dess se acerca a mí.

—Hola, linda.

Susurro acariciando su pelaje y se recuesta a mi lado ronroneando, pero deja de hacerlo al escuchar unos movimientos a lo lejos y se lanza entre unos arbustos y trae entre sus dientes un conejo ya muerto y es extraño que sea de tamaño normal. Saturna se convierte en una humana y se dirige a nosotros.

—No me caes bien, yo al parecer tampoco a ti, pero solo quiero que valores más las opiniones y actos de Aniel porque él solo pretendía salvarte no tenía idea de qué te llevabas bien con esa cosa.

Me dijo de una manera amenazante y yo solo asentí con la cabeza acariciando a Dess.

—¿Eso fue una amenaza?

—Tómalo como quieras.

Al decir eso se fue a acostarse al lado de Aniel y yo seguí acariciando el hermoso pelaje de mi amiga, aproveché esos minutos para recostarme y mirar el cielo. Pocas veces sabemos si es de día o noche porque el cielo siempre está de un color azul y morado.

Me tensé al escuchar una explosión y los chicos se despertaron mirándose unos con otros entonces nos levantamos a investigar. Al llegar al lugar vemos un enorme agujero en frente de nosotros y con ayuda de Dess llego al fondo y veo una piedra color morado de forma redonda y alrededor tenían huecos.

—Esto es raro.

Me subo al lomo de Dess para volver con los chicos y Alex se me acerca.

—¿Qué es esa cosa rara que brilla?— antes de que diga algo volvió a hablar —Ew no seas tan grosero.

Escucho a Alex hablar solo y lo miro raro, le muestro la piedra a Jeremith y él mueve la cabeza en negación, pero la chica junto a él se acerca a mí y pone sus manos para que se lo entregue.

—¿Podrías dejarme verlo?

Se lo di y todos la miramos en silencio, lo miró sorprendida y me lo devolvió.

—Es su primer reto.

—¿Como que primer reto?, ¿todo lo que ha pasado no valió nada?

—No lo puedo creer.

Aniel camina de un lado a otro mientras los demás seguimos sorprendidos por el comentario, nos sentamos en el pasto a hablar sobre qué haríamos con esto y qué significaba. La chica que llegó con Jeremith nos contó que nos ayudaría con estos retos y que esa piedra al parecer era una llave de un pasadizo secreto y debíamos encontrarlo. Nos levantamos y empezamos a caminar, la piedra latía un color morado intenso.

—Señora vaca, señora vaca.

Alex empieza a cantar y todos nos quedamos viéndolo, pero para mi sorpresa Saturna se convierte en una vaca y camina a su lado y todos empezamos a reír, la chica y Jeremith se le unen a cantar, Aniel y yo nos miramos confundidos y luego hacen silencio y Saturna vuelve a su forma humana con una enorme sonrisa.

Todos tomamos una posición de combate preparándonos para lo que venía, pero resultó ser solo un conejo y Dess gruñó y me paré frente a ella, pero me hizo a un lado cambiando de lugar.

—Dess tranquila, es solo un conejo.

Trato de hacerla entrar en razón, pero no sede.

—No, no lo es— la chica que viene con Jeremith habla —no confíen en ellos, son más peligrosos que los leones de su mundo.

El conejo corre hacia nosotros y salta abriendo la boca de una manera muy asquerosa, tenía miles de dientes lo llegué a ver tan cerca de mi cara que dejó inmóvil. Alex lo sostenía del cuello con bastante fuerza y lo lanzó lejos.

—No fue nada, continuemos.

Sabía que no era Alex, pero no dije nada y seguimos caminando en silencio unos kilómetros.

—Descansemos un poco.

Alex se sienta y todos hicimos lo mismo, me quedo observando la piedra me parecía muy extraña palpitaba más rápido pero no sucedía nada.

—¿Cómo te llamas? aún no nos has dicho tú nombre— Aniel sonríe.

—No tengo algún nombre— ella arquea la cabeza —pero Jeremith me dice niña— ella sonríe inocente.

—¿Por qué la llamas niña, Jeremith?

—Porque es la niña de mis sueños.

Dice despreocupado y todos la miramos.

—¿Cómo sabes eso si nunca pudiste ver su rostro? — Aniel habla acomodando sus lentes.

—Ella me lo dijo y demostró.

Alex va y se sienta frente a ella mirándola fijamente a los ojos.

—Pero no me parece que ella sea una niña.

—No, no ves que es un niño— Jeremith dice con sarcasmo.

Ella cambia de forma volviendo a ser la niña de cómo Jeremith nos la describió y habla en un tono suave.

—Está forma solo la tomé para entrar a los sueños de Jeremith, es muy agotador hacer estas cosas.

—Es impresionante— Aniel susurró maravillado mirándola con atención.

Saturna se transforma en una pequeña niña alrededor de unos 3 a 5 años y se para frente a Aniel para llamar su atención y sonríe.

—Mire amo, yo también puedo hacerlo.

Veo a Aniel sonreír y ella lo abraza y vuelvo a mirar a la chica que ahora me ve fijamente.

—¿Qué?

—No dejas de ver esa piedra, si te interesa saber es solo una llave.

—Una llave, ¿Qué es lo que abre exactamente?

Pregunto curioso y ella solo se levanta y empieza a caminar hacia mí y me extiende la mano, pero Dess se le cruza en medio de nosotros y me levanto acariciando su pelaje.

—Continuemos, estamos cerca.

Ella empieza a caminar y nosotros la seguimos, me subo al lomo de Dess y volamos, pero no vemos más que árboles así que volamos por lo bajo y a lo lejos veo una montaña y me adelanto, vuelo sobre ella y no veo nada así que volvemos a bajar y los chicos están frente a la montaña poco después.

—Andrés este es el lugar, debes introducir la llave aquí.

La chica señala un orificio en la montaña y al introducir la llave la roca se mueve hacia un lado automáticamente y entramos no sin antes tomar la piedra.

—Es hermoso.

Saturna dice mientras los demás solo apreciamos lo que vemos boquiabiertos.