Marcus sabía lo que estaba sucediendo, él no era cualquier monstruo que podría derrotar, este era mi clon y tenía todo lo que yo.

Mis poderes, conocimientos y hasta la forma de defensa que podría tomar en toda ocasión. De todos modos, no tengo idea de cómo podremos salir de esta. Él dio el primer paso y formó una bola de fuego y me la lanzó, al verla me agacho y pongo la mano en la tierra para levantar un escudo. Estaba asustado y mi respiración estaba vuelta un desastre. Tomé mi cabeza entre mis manos.

—Puedes con esto Alex, sabes que puedes.

Sentí un fuerte golpe en el escudo y Marcus habló.

"Tenemos que trabajar juntos"

Golpe.

—¿Cómo haremos eso?

Golpe.

"Será difícil, pero hay que intentar"

El último golpe volvió polvo el escudo.

"¿Listo?".

Asiento dudoso, pero corro a su dirección y formó la bola de agua y fuego cuando estoy a centímetro para esperar la señal de Marcus, pero al no escucharlo intenté atinar en medio del pecho, pero fallé.

Él se inclinó hacia atrás y con su pie izquierdo me patio en las costillas haciendo que me falte la respiración. Marcus toma mi lugar y lo toma del pie para lanzarlo contra un árbol y éste se partió por la mitad, cayendo encima de él.

"Esto será más complicado de lo que creemos".

—Pero ¿Por qué no tomas mi cuerpo?

"Deja de pensar, me tienes estresado"

—Eres peor que Andrés— bufé.

"Bien, de todos modos, tenemos que hacer algo con él".

Mi doble estaba levantándose y me tensé al ver cómo se quitó el árbol de encima.

Fui rápidamente antes de que se levantase y empecé a golpearlo en la cara con una gran fuerza.

—Toma mi cuerpo, mis manos no aguantan más.

Antes de que Marcus tomase mi cuerpo, mi doble me golpeó lanzándome a un lado y se levantó con sangre goteando de su cara. Marcus tomó rápido mi cuerpo y formó una espada de fuego para clavarla en su estómago, pero este de alguna manera pudo moverse y no lastimarse como lo haría yo, me levanto rápidamente y ponga la espada frente a él.

—¿Qué eres?

Ríe en forma de burla —que patético el saber que necesitas ayuda de esa cosa para vivir.

—Dime quién eres.

—No tengo que decírtelo, tú ya sabes eso, esa cosa sabe quién soy y me teme.

—¡No te tenemos miedo!

Grito tan fuerte que se sorprenden y mi doble ríe haciéndome enojar más.

Mis ojos se tornan completamente blancos y la furia me nubla, me muevo rápido y ágilmente, mi cuerpo lo empiezo a manejar yo, en uno de mis movimientos corto uno de los brazos del doble y sangra.

—Conque he sacado el demonio dentro de ti, aunque aun así eres un débil bueno para nada, sobrante del grupo de tus amigos. Eres un asco.

Con esas palabras hace que estalle y de un solo movimiento le corte la cabeza con lágrimas en mis ojos y mejillas.

—Más asco das tú qué haces sentir mal a otros para llenar tu ego, eso no te hace genial, ¡te hace ver asquerosamente horrible!

Grito con rabia y pateo su cabeza con fuerza, me doy vuelta y empiezo a caminar mientras caen lágrimas por mi rostro.

Todo el camino estuvimos en silencio, luego de un par de lo que parecieron horas caminando me siento en un césped de muy buen color verde y me doy cuenta de que ha cambiado mucho el lugar de donde estaba a este, éste era más colorido, pero no tenía mucho ánimo de seguir buscando, me he quedado pensando en las cosas que dijo.

¿Y si esas cosas son ciertas?, ¿de verdad no valgo nada para los chicos?, ¿soy tan débil?, ¿soy un estorbo para ellos?

Esas preguntas daban vueltas en mi cabeza una y otra vez las cuales me hacían sentir mal.

"¡Ey!, deja de pensar esas cosas" una voz en mi interior dijo "No son ciertas y lo sabes, eres tan importante como todos ellos."

Me di cuenta de que se trataba de la voz de Marcus y me tensé, no pensé que alguien tan frío y aburrido como él podría decirme cosas así, intentar animarme.

"Te recuerdo que también tengo sentimientos" dijo y me acordé de que escucha mis pensamientos "si los escucho, eres muy despistado niño".

Me quedo en silencio y me levanto para caminar a algún lado, para distraerme voy pateando una pequeña roca y está se aleja a un lado y la olvido, miro el cielo admirado las nubes blancas y me recuesto para mirarlas mejor, pero lo que no me esperaba es ver dos animales extraños juntos volando.

Frunzo el señor y pregunto en un simple susurro que eran.

"Si mis ojos y olfato no me fallan son dos de tus amigos.

Alzo la arena a su altura y les silbo llamando su atención, pero no escucharon.

"Yo sé que hacer" toma mi cuerpo.

—Nada que los lastime— digo cortante.

"Como digas" hizo una esfera de agua y se la lanzó a Aniel.

Ellos voltearon y se acercaron para luego bajar.

—Alex, ¿estás bien?

—Si lo estoy, Andrés, tranquilízate.

—¿Qué te pasó?

Aniel me miraba los golpes y sangre preocupado.

—Solo fueron varias peleas.

"Peleas victoriosas" aclara Marcus en mi cabeza y sonrió de lado empezando a sentir dolor.

—Creo que deberías recostarte un rato.

Aniel y Andrés bajan de los animales y se acercan a mi tratando de limpiar un poco de la sangre seca de mi cara.

—¡Esperen!, ¿y Jeremith?

—No sabemos dónde estás, pero estás en muy mal estado, descansa.

Andrés trata de recostarme, pero me niego, al sentir un fuerte dolor en mis costillas me dejo caer.

—Andrés, Jeremith nos necesita.

—Iremos a buscarlo luego de que descanses un poco, ya basta.

"Te vez horrible, hazles caso" Marcus comenta y pienso en que debería callarse "que grosero, solo te ayudaba mal agradecido".

Trato de tranquilizarme y luego de unos minutos me quedo profundamente dormido.