~Alex~

No entiendo porque pensé que separarnos era buena idea, ahora estoy solo y asustado en este lugar.

Esta parte del bosque es más oscura, estaba caminando lentamente observando el alrededor y mientras más avanzaba más oscuro se tornaba el camino, así que pensé hacer una bola de fuego en mi mano para iluminar el camino.

No sabía para donde iba realmente, tampoco es como si quisiera caminar más así que empecé a formar una silla de piedra pero mientras me concentraba en hacerla se apagó el fuego y al volver a encenderlo mi mirada estaba centrada en el suelo, junto a mis pies habían otros, subí poco a poco la cabeza, era un chico alto de pelo negro y tan largo como lo llevaría una mujer. Su piel era muy pálida y su cara sería, aún más que la de Andrés y eso asustaba, sus ojos rojos no me daban buena vibra y pensé en salir corriendo, pero no podía moverme.

—¿Tú quién eres? quítate de mi camino.

Esas palabras salieron de mi boca sin autorización y ya sabía quién lo había causado y lo que iba a pasar. Ya no tenía poder sobre mi cuerpo y el chico parado frente a mí me miraba con superioridad.

—¡Ja! ¿Quién te crees mocoso?

En mi rostro se formó una sonrisa maliciosa y la voz en mi interior dijo "Realmente me encanta chocarme con inútiles como este para partirles sus caras" dijo con suficiencia.

Retrocedo rápidamente mientras formo una bola de fuego y se la lanzo, pero para mi sorpresa la esquiva con una gran facilidad y en un abrir y cerrar de ojos llega frente a mí y me da un fuerte golpe en la cara que me empuja fuertemente contra un árbol. Se acercó y me tomó del cuello levantándome diciéndome al oído:

—Este es nuestro territorio y no jamás podrías ser tan fuerte para poder vencerme— me huele el cuello — Ya me estaba dando un poco de hambre.

Él sonreía pero esta se desvanece al sentir una bola de agua y fuego enterrarse en su estómago causando queme soltase.

—Demonios, eso quema.

Jadea y unos colmillos salieron mostrándome que nos enfrentábamos a un vampiro. Se levantó del suelo y yo tomé posición de defensa me adelanté a formar otra antes de que sanara por completo y salté acercándome a él y volver a enterrarla en el mismo lugar. Mi ataque fue tan fuerte que hizo un gran agujero en la arena, pero él no estaba y al voltear recibí un gran golpe, se lanzó encima de mí y empezó a golpearme, sentía como ardía mi rostro y mi sangre corría por mi cara. Lo primero que logré tomar fue su cabello y halé de él hacía un lado con fuerza para tratar de quitármelo de encima, pero al no ver ningún resultado enrede una de mis manos y lo hale cambiando los papeles. Ahora el que estaba posicionado encima era yo y con la mano libre empecé a golpearlo, él tomó mi garganta, su fuerza anormal no me dejaba respirar y cada vez más apretaba su agarre, miré a un lado y vi una rama que se veía lo suficientemente gruesa, dejé de golpearlo para tomarla y clavarla en su corazón, lo empujé hasta que no pude más, él se quedó mirándome fijamente a los ojos y me dijo mientras agonizaba:

—Este no es el final, él te ve y observa cada uno de tus pasos.

Sus palabras me sorprendieron, estaba en shock y tenso, no pude mover ni un músculo.

—¿De quién está hablando?

Le pregunto a mi poseedor de cuerpo, pero para mi sorpresa no responde y tengo todo el control sobre mi nuevamente, me levanto viendo el chico muerto y volteo para mirar a otro lado. Sigo mi camino pensando en que debo ser el único que estoy solo y los demás están juntos.

"No estás solo, yo estoy aquí imbécil" mi voz interior me dice molesto y rio a carcajadas.

—¿Dónde? — miró a todos lados con expresión de sorpresa —No veo a nadie, ¿Quién me habla?

Río tanto que me duele el estómago, me doy cuenta de que no manejo mi cuerpo y mi interior me da una bofetada.

"¡Reacciona!" Ríe y me devuelve el cuerpo.

—Eso dolió imbécil, ¿no te duele igual que a mí?

"No, eso lo decido yo".

—¡No es justo!, de todos modos, no me has dicho tú nombre.

"¿Eso es necesario?".

—Ya que estarás tomando mi cuerpo las veces que quieras podrías al menos decirme tu nombre, ¿no crees?

"De todos modos diciéndote o no mi nombre lo tomaría porque es 'nuestro cuerpo' pero tú ganas, me llamo Marcus".

—Tienes nombre de...— lo pienso, pero no lo digo y río.

"Sabes que escucho hasta lo que piensas" dice molesto.

Río fuertemente sin parar, pero luego mi cara se torna seria.

—¿Dices que has estado escuchando todo lo que pienso? — frunzo el ceño.

"Eso he dicho, piensas mucha mierda, necesitas ayuda".

—Yo no estoy loco.

"Si tú lo dices, además eres un gallina".

—Este lugar da miedo, no es mi culpa.

"¿Porque estás nervioso?, además, ¿Quién les teme a los conejos?"

—¿UN CONEJO?, ¡¿DÓNDE?!

"Eres un fracasado".

—¿Cómo me deshago de ti?, niñita sácame esta cosa.

"Pero si tú eres mucho más insoportable gusano de tierra".

Digo lo mismo en forma burlona y lo ignoro.

"Eres muy infantil".

—A ver, ¿a dónde me dirijo ahora? — digo pensativo mirando a todos lados.

"Podríamos...".

Me voy por la derecha y levantó la arena en el lugar donde estoy parado para ver mejor, pero sigo sin ver nada así que vuelvo al suelo y me encuentro frente mi reflejo.

Espera, ¿mi reflejo?

Levantó una mano y hace lo mismo, arqueo la cabeza y vuelve a imitarme camino tratando de rodearlo, pero no lo logro y al ponerme en posición de defensa mi reflejo me da una sonrisa de esas tenebrosas que te dan escalofríos.

"Esto no será fácil".