Capítulo 15
~Aniel~
Caminé tanto que ya no sentía los pies, este será un descanso merecido.
—Creo que aquí está bien.
Me recuesto de un gran árbol pensando en que haré a la hora en que me vea frente al grifo, tal vez tiene crías y son muy astutos y veloces, realmente no sé qué haré.
—Al menos te tengo conmigo— le susurré a la espada —¡genial!, ya me volví loco— ruedo los ojos —¿por qué hablo contigo sino me responderás? solo eres un objeto.
—¿A quién le dices objeto, cuatro ojos?
Tire la espada al suelo mirándola, pero luego comienza a flotar y cambiar de forma, ¡se estaba convirtiendo en una persona! una mujer hermosa de pelo rizado color negro y piel oscura estaba parada frente a mí.
—Entonces, ¿cuándo piensas ponerme a prueba? — me preguntó curiosa.
—¿Cómo te llamas?
—Hombres— rueda los ojos —tú eres mi dueño, supongo que tienes esa responsabilidad.
—¿No tienes un nombre propio? — pregunté confundido.
—Bueno, se podría decir que si— comenta mirando a otro lado —pero no me gusta y prefiero que mis dueños me den un nombre— dijo sonriendo.
—Quisiera saber cuál es, ¿Me lo podrías decir? — acomodé mis lentes mientras la observaba.
—Mi nombre es— la vi dudar unos segundos pero terminó la frase algo tímida —Saturna.
—Ese nombre es hermoso, ¿por qué habría de no gustarte?
—Solo no me gusta— dio media vuelta —Creo que debes seguir tu misión, ¿nos vamos?
Ladea levemente su torso hacia mí y me extiende la mano sonriendo, la tomo para levantarme y caminar a su lado.
—¿Por casualidad sabes a donde el grifo se llevó a Andrés?
—Eso creo.
Me dejé llevar y caminé tras ella, caminamos hasta llegar a una gran montaña donde se podía ver neblina en la cima nos miramos y empezamos a subir, ella hablaba de su vida y de cómo podía convertirse en lo que quisiera con solo pensarlo, eso me parecía fascinante y disfruté escucharla todo el camino, pero cuando íbamos por la mitad al poner el pie en una piedra para subir un poco más ésta se salió de su sitio, me hizo resbalar y caer. Vi como rápidamente Saturna cambió de forma a una gran serpiente, me sostuvo y luego de bajarme en un lugar seguro ella cambió de forma.
—Tenga más cuidado, amo— me dijo haciendo énfasis en la última palabra.
—Todo está bien, tranquila— desvíe mi mirada —¿tendrás algo más en que cambiar que nos convenga para subir esta montaña?
—¿Cómo qué?
—Tal vez algo que pueda volar alto.
—Lo intentaré.
Ella insegura se puso en posición, cerró los ojos respirando profundamente y me aleje un poco para darle espacio y en un abrir y cerrar de ojos estaba convertida en un gran águila de plumas blancas, era hermosa e impresionante. Me dirigí hacia ella con algo de temor y su voz hizo eco en mi cabeza.
"No lo comeré amo, mientras esté aquí estaremos conectados".
Me subí en la enorme águila y luego se me hizo muy peligroso, pero ella estaba muy emocionada y eso me hacía sonreír.
"¿Listo?"
Antes de decir algo se lanzó hacía abajo a toda velocidad y de esa misma manera subió, mi corazón estaba acelerado, empecé a creer que ya lo tenía en las palmas de mis manos. Al llegar arriba se convirtió en la chica hermosa de pelo negro de antes y haciéndome soltar una gran bocada de aire que no sabía que mantenía.
Ella se sentó en el suelo con las piernas cruzada mirándome a los ojos y no sé por qué se me hizo tan tierna, la imite sin despegar la viste de la suya.
—Yo...— hablamos al unísono —Tú primero— nos miramos divertidos y reímos, le hice una seña con la mano para que continúe.
—Bien— ríe y mira sus manos —¿Qué los trajo aquí?
—Larga historia.
—¿No puede contarme?
—No es que no pueda, ¿sabes? es solo que...— dudo antes de hablar —¿podríamos hablar de ese tema luego? creo que deberíamos ir a buscar a Andrés primero, digo, está en problemas y nos necesita.
—Se equivoca.
—¿Disculpa?
—Bien, si lo ve desde otro punto de vista él no me necesita a mi sino a ustedes que son sus amigos— se levanta del suelo —dígame, ¿que podría esperar de mí? Usted es quien me maneja y no puedo hacer otra cosa que protegerte y responder a tu llamado.
Estaba a punto de responderle, pero volví a cerrar la boca ya que no encuentro fallas en su lógica, me levanto del suelo y le doy la mano a lo que ella responde aceptándola.
—Para mí eres valiosa y no pienses lo contrario nunca más.
Me tomo más fuerte de la mano y empezó a correr por la montaña, podía ver cómo sonreía y eso me hace sentir muy bien, ver a alguien feliz por mi culpa me hace sentir orgulloso de mi mismo.
—Creo que deberíamos ir más lento.
En un movimiento rápido me lanzo hacía arriba y de ellas salieron unas hermosas alas de un color azules resplandeciente como el que emanaba de la espada horas antes y me tomo en sus brazos para empezar a dar vueltas en el aire.
—Siento la necesidad de recordarte que si me dejas caer muero porque no tengo poderes como tú para transformarme en lo que sea.
—No sea miedoso amo.
Sonrió y me soltó.
—¡Saturna!— le grité con terror y ella bajo a toda velocidad con diversión.
—Quisiera que por favor me bajaras en tierra firme— le dije acomodándome los lentes.
—De todos modos, ya llegamos— se encogió de hombros riendo dulcemente por lo bajo.
Observé alrededor buscando a Andrés y solo vi lo que parecía ser el nido del grifo, traté de acercarme, pero Saturna me atrajo hacia ella de un jalón ocultándome tras una piedra.
—Creo que no eres tan inteligente como decían tus amigos, si sabes que él es peligroso, ¿Cómo te atreves a ir sin ninguna protección?
—Bien, bien, ¿Tú qué crees que debemos hacer?
Antes de que ella pudiese decir alguna palabra el grifo llegó y nos quedamos analizando cada paso y movimiento de él, Saturna me tocó el hombro llamando mi atención y mirándome fijamente a los ojos me dijo:
—Tengo un plan.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro