Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 14

~Alex~

¿Qué era lo que acababa de pasar?

Andrés acaba de ser raptado por un águila-León y Jeremith anda perdido en alguna parte del bosque donde posiblemente haya algo deteniéndolo. Miro hacia todos los lados sin saber a dónde ir primero.

—Creo que— alargo la última palabra pensando en algo, pero creo que eso de pensar es de Aniel —tú dime qué hacer, eres el cerebrito.

—Supongo que lo mejor sería separarnos, ¿no?

—¿Y quién irá a buscar a quién? — digo confundido.

Él duda —¿A quién eliges tú?

—No lo sé, quiero ir a buscar a Andrés para matar a el Águila-León, pero también quiero ir a buscar a Jeremith porque soy su mejor amigo y posiblemente allá algo mejor para matar.

—Se llama grifo— dijo perplejo —yo iré por Andrés, tú ve a buscar a Jeremith.

—Entendido comandante— hago la señal que hacen esos militares que no se ríen y me voy.

—¡Alex! — Aniel me gritó —es por este lado idiota.

—Claro, lo sé, solo quería ver tu reacción— di media vuelta y empecé a caminar.

—¡Lárgate!

Avance a paso rápido y cada uno fue a su misión. Cuanto más caminaba más hambre me daba.

—Año 2048, aún no encuentro a Jeremith y me muero de hambre— hago un apunte mental y miro hacia atrás, allí veo la cueva a varios pasos de mi —¡Joder!

Cada vez que doy un paso la arena me levanta un poco, se me ocurrió una maravillosa idea y empecé a correr mirando cómo la tierra me levantaba más y más alto.

—¡Soy el amo del bosque! — grito —llámenme, Einstein.

Me detengo para sacudirme el polvo imaginario de mis hombros, pero me tambaleo causando que pierda el equilibrio y caí, no creía estar tan alto pero aún así una rama de un árbol me sostuvo por la cintura.

Les di unas palmadas a la rama sonriendo a lo tonto —Gracias, arbolito— sentí un apretón —¿Podrías...? — señalé el piso.

El árbol se quedó inmóvil y de él salió una persona, que extraña pero estupenda aparición. Esta persona es cristalina pero unos minutos después empezó a tener color, como una persona, éste era un hombre pálido, alto y con un traje aburrido lo miré con detenimiento esperando su voz.

—Alex.

Mis ojos se abrieron como platos al escuchar su voz decir mi nombre, a pesar de que habló sus labios no se movieron.

—Mi nombre es Sareb, el Dios de los árboles de este bosque.

Al decir eso me miró con curiosidad y abrió la boca con una extraña sonrisa, sus dientes eran de madera y no tenía lengua, estaba tan perplejo que no sabía qué decir no podía pronunciar ni una sola palabra en este momento se me olvidaron hasta las vocales que nos daban en primaria. Se acercaba tan lento que parecía un zombi, sus dedos se movían con ansias y sus ojos estaban clavados en mí y no podía mirar algo más que no fuese él aunque no me diera más sensación que asco.

Cuando se detuvo a unos pasos de mi levantó su mano posándola en mi cara, estaba fría como si la persona estuviese muerta, hizo el mismo movimiento con su otra mano y en ese mismo instante entre en razón e hice que el viento cortara la rama del árbol y caí al suelo vi que el hombre flotaba y la flexión de su cara cambió, tenía unos cortes, un líquido blanco caía por su rostro y el reía, sus ojos se tornaron negros completamente y su cabello largo creció aún más dando latigazos destruyendo todo árbol y animal a su alrededor.

—Éste es mi momento— escuche una voz dentro de mí.

—Serás mi cena de hoy, pequeño Alex— dijo con voz macabra.

Sentí algo extraño en mi interior, y en mi mente se repetían una serie de palabras que desconocía, un dolor interno me consumió como si mis huesos se quebraran y mis órganos explotaran y yo ya no era quien manejaba mi cuerpo. Algo se apoderó de mí e iba a pelear con esa cosa, alzó mis brazos y de las palmas de mis manos salieron bolas de fuego las cuales la lanzó a él, pero las esquivó con facilidad. Nos movíamos con agilidad, del cielo bajo un rayo y se posó en mi mano sin problema me acerqué a él y se lo lancé al abdomen haciendo mandar electricidad por todo su cuerpo.

—Necesitarás más que eso para deshacerte de mí.

Hizo un movimiento hacía atrás y de él salían astillas en dirección hacia mí, yo estaba asustando sin embargo el que me controlaba no, traté de hablarle, pero bloqueo todo contacto conmigo y con las manos hizo cambiar las cosas de dirección ahora las astillas se dirigían a él y se les clavaron en todo el cuerpo.

"¡La sangre es blanca!, creo que eso es savia, creo que eso estuvo en mi clase de la naturaleza donde por equivocación presté atención ¡he aprendido algo!"

—No grites— quien me controlaba dijo por lo bajo, su voz era ronca como la que pone un asesino o secuestrados cuando habla por teléfono para que no sepan quién es.

"Con que, si me escuchas imbécil, devuélveme mi cuerpo" le dije tratando de que se fuera de mi cápsula de almas.

—No creo que quisieras eso realmente— dijo con suficiencia.

Me quede callado porque realmente no tenía nada que decir, ese viejo da miedo y este chico se siente profesional. Sareb estaba tirado al lado de un árbol el que cuidadosamente lo tomaba para adentrarlo dentro del troncó, pero antes de que eso ocurriera hice que la arena lo alejara y fuimos a un lugar donde no había tantos árboles.

—A ver— dijo quién me manipulaba pensando, no podía escuchar sus pensamientos, pero sabía que no sería algo bueno —¿te gustaría una muerte lenta o rápida? — dijo y en mi boca se formó una sonrisa sádica.

—Aunque yo muera mi rey vivirá y los matará a ti y a tus estúpidos amigos— dijo riendo para luego toser lo que se suponía era su sangre.

En un movimiento rápido sentí balancearme hacia él y lo ahorqué desquitándome de toda molestia que me causó, les doy unos puñetazos en la cara hasta ver su sangre regada por todo su rostro, me levanté e hice una bola de agua en mi mano derecha y una de fuego a mi izquierda para unirlas, él me miraba aterrado y yo le sonreí.

—Ahora no te vez tan rudo, ¿uhm?

—¿Qué piensas hacer con eso?

—Matarte— rodeé los ojos y me encogí de hombros —¿Crees que luego de todo esto te lo dejaré pasar?, te equivoques, no soy misericordioso y quien me la hace me la paga.

Al decirle eso le enterró la gran bola de fuego y agua en el pecho causando un gran agujeró, todo de Sareb salió volando, yo estaba empapado de su sangre viscosa y unos de sus órganos encima de mí.

—No fue un buen rival— sonó algo desilusionado y me quitó los órganos de encima —te devolveré tu cuerpo, que también es mío ahora.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro