Cuando NamJoon dejó atrás a su novio con aquel chico desconocido, para él, no se esperó volver a verlo aparecer en sus narices. Creía que una vez Jin llegara se sentaría a su lado, le daría una explicación por la tan desagradable presentación, lo arreglarían ahí mismo, cogerían sus manos; entrelazando sus dedos, compartirían sus palomitas y disfrutarían de una película que tal vez fuera mala pero que el tiempo que durara sería agradable. Más que nada por pasarlo juntos. Luego pensó en una salida en la cual compartirían opiniones y comentarían sobre la película hasta que sus mentes se quedaran vacías sin nada más que soltar.

Pero no, todo aquello que había imaginado mientras esperaba al resto junto a su hermano, se había ido por la borda. "¿Es que no pudo consultarme al menos si me molestaba?", pensó el rubio con sus mejillas rojas y acaloradas, y no precisamente por timidez o vergüenza, sino por la furia incontrolada que luchaba por contener. El mayor, y novio de NamJoon, giró su cabeza y saludó con la mano a su chico y al pequeño a su lado. Como eran tantos, ellos dos se pusieron una fila delante y precisamente quedando justo frente a NamJoon, quien menos deseaba verlos pegados mientras se contaban cosas y compartían palomitas. ¡Sus palomitas! ¡Porque esas debían ser suyas, esas debían ser compartidas con él y no con ese entrometido llamado Ken!

— Hyung, ¿estás bien? —la irritabilidad del rubio era tan obvia que hasta su hermano pequeño llegó a sentirla.

— Sí —pasó sus dedos por su cabello y lo echó hacia atrás, soltando un suspiro tan pesado como el amigo de Jin—. ¿Quieres que nos cambiemos de lugar? —JungKook dejó de masticar el puñado de palomitas que se había metido en la boca y lo miró confuso— Digo, por si acaso aquí no ves con la gran cabeza que tienes delante.

Con "cabeza grande" se refirió claramente al amigo de Jin, ya que éste estaba sentado justo delante del pequeño. JungKook negó con su cabeza y NamJoon resopló molesto por no haber conseguido la respuesta que quería, pero era tan sencillo como coger todo, hacer levantar a su hermano y rodear aquella fila para sentarse unas más atrás.

Y lo hizo.

— ¿Seguro estás bien? —el rubio asintió ahora más conforme con el lugar, a pesar de que no disfrutaría de ver la cara de horror de HoSeok, ya que estaba sentado justo a su lado.

Las luces se apagaron cuando dieron el inicio de los anuncios que solían poner antes de la película. El silencio se hizo presente y Jimin dio un ligero vistazo hacia atrás antes de volver su cabeza al frente, recibiendo una sonrisa por parte del pequeño mientras daba un sorbo a su refresco. JungKook tenía razón cuando había comentado que con respecto a efectos de sonido y visuales una película de terror le ganaba a cualquier comedia, y eso mismo estaba presenciando HoSeok a cada diez minutos de película, en las cuales saltaban escenas de sustos y haciéndole rebotar en su sillón. Aparte de sus gritos, las únicas voces que se escuchaban eran las de Jimin riéndose de su amigo y las de TaeHyung calmándolo. Todo prolongado hasta dar por finalizada la sesión.

[...]

— Al final, ¿quién era el fantasma? ¿La hermana o ella?

— La hermana.

— Entonces la pareja de su padre no era mala, ¿no?

— HoSeok, ¿tu has visto la película con nosotros? —le preguntó Jimin ya harto de aquel interrogatorio, pues desde que salieron no paró de hacer preguntas de principio a fin, obligando a Jimin a rememorar toda la trama.

— ¿Verla? —rió YoonGi— HoSeok nunca llega a enterarse de las películas de terror, más que nada porque se la pasa todo el tiempo con la cabeza enterrada en sus manos — volvió a reír, provocando que el nombrado le soltara una mirada amenazante.

— Mira quien fue a hablar —habló en esta ocasión Jackson—. Habló quien se pasó toda la película dormido... Y en mi hombro —sonrió en dirección al bajo y éste rodó los ojos mientras que el resto seguía añadiendo quejas con respecto a él y HoSeok.

La hora de visita de Jackson llegó a su fin y mientras caminaban en dirección a la estación, pararon en un puesto de helados y llegaron al lugar con sus manos ocupadas de deliciosos helados que refrescaban sus cuerpos a esa hora de la tarde. El sol aún pegaba en sus pieles y faltaban un par de horas para que éste desapareciera, es por eso que se sentaron a la sombra mientras veían venir e ir los trenes, cómo las personas se amontonaban antes de que el tren parase y cómo abordaban todos hasta dejar nuevamente la estación prácticamente vacía.

Los temas de conversación seguían saliendo unos detrás de otros y entre los chicos, sorprendentemente, el que más hablaba era YoonGi. HoSeok era uno de los más sorprendidos ahí presentes, pero por miedo a que el chico, ahora charlatán, dejara de hablar por preguntar, prefirió quedarse con esa molesta duda; la cual resolvería en cuanto se le diera la ocasión. YoonGi continuó hablando llevándose la atención de todos, pues era digno de ver al chico bajo formular más de tres frases seguidas; y con una bonita sonrisa en el rostro. A unos metros más alejados de aquel grupo se encontraban los dos hermanos, que al igual que en el cine, decidieron permanecer fuera de las conversaciones, bueno, lo decidió NamJoon, JungKook simplemente fue arrastrado por segunda vez.

— ¿De qué estarán hablando? Debe ser algo divertido porque no paran de reír.

— Puedes ir con ellos si quieres —contestó NamJoon apartando la mirada de sus amigos y dejándola sobre las vías.

— Estoy bien aquí —el pequeño sonrió en dirección a su hermano y éste lo miró de reojo.

Para JungKook estar al lado de su hermano sin ser una molestia era como permanecer en el paraíso, quizás pareciera algo exagerado, pero no para un niño de 13 años quien admiraba ciegamente a su hermano mayor. Sí, era consciente de su mal humor y lo molesto que podía llegar a ser para él; aún sin hacer nada, también del rechazo que no había cesado desde años, pero JungKook seguía con la esperanza de que algún día cambiaría y llegaría a verlo como a un verdadero hermano. Porque para él no sólo era un simple hermano, sino que sus ideales y forma de pensar llegaba a ser un punto importante a sus ojos. Una persona inteligente, rodeada de amigos de confianza, llena de seguridad y pensamientos libres, una persona que se arriesgaría por proteger lo que ama. JungKook quería ser así, quería llenar esos huecos vacíos que tan de rogar se hacían, quería cubrir sus defectos, todos aquellos que no dejaban de perseguirle, de atormentarle en las noches y los cuales le hacían recordar que no venía del mismo lugar que su ahora padre, madre y hermano.

— Hyung —NamJoon produjo un sonido para hacerle saber que lo escuchaba—, ¿mamá y papá conocen a mi otra mamá? —los pequeños y rasgados ojos del mayor cruzaron miradas en cuanto la inesperada pregunta salió de los labios del menor. El rubio no se había esperado aquello y por supuesto no sabía qué responder.

— N-no lo sé. ¿Por qué me preguntas eso? —JungKook bajó la mirada y se encogió de hombros, jugando ahora a balancear sus pies— ¿En qué piensas?

— En nada —dijo con un tono de voz que le hacía restar importancia al asunto, pero claramente era una tapadera, era la forma que tenía el pequeño de quitar peso a los temas profundos. Y NamJoon ya los conocía.

— ¿Sigues teniendo esos sueños? —recibió una afirmación como respuesta— Sé que siempre te digo lo mismo, pero sólo son sueños, no te preocupes —los pies de JungKook se detuvieron sobre el suelo, levantó la vista y la fijó en su hermano

— ¿Estás preocupado por mí?

— Es una forma de hablar —huyó de sus propias palabras y JungKook soltó un suspiro decepcionado.

— Echo de menos a mamá.

— Ibas a irte a un campamento, ¿también la ibas a echar de menos allí?

— No —NamJoon levantó una de sus cejas sin comprender—. En un campamento no creo que pasase tanta hambre, que un hombre llegara a amenazarme con hacerme daño e intentar secuestrarme, que pasara dos noches dentro de un frío vagón y viviera temporalmente en una casa ajena, oh, y a escondidas.

— Es mi culpa, bueno y la del maldito de Jimin, pero yo soy el responsable, así que...

— Está bien, no es tu culpa, tampoco la de Jimin hyung. A pesar de todo me estoy divirtiendo —la brillante sonrisa volvió a sus labios, al menos el tiempo suficiente hasta que el mayor abriera la boca.

— Mamá te quiere mucho —soltó, como si comprendiese que aquellas palabras eran las únicas que el menor necesitara oír en ese preciso momento—. Bueno, eso lo sabes, no necesitas que te lo diga yo.

— Hyung.

— Estás muy hablador hoy, eh —se hizo un silencio que ninguno quiso romper, no hasta que pasados los minutos el mayor decidió hacerlo—. Dime.

— ¿Crees que soy muy pequeño para tener pareja?

— ¡¿Qué?! —los ojos, aparte de dirigirlos hasta su hermano, parecían que se iban a salir de sus órbitas. Incluso su voz elevada hizo llamar la atención de los chicos sentados, o más bien, distribuidos; ya que no todos cabían en el banco, por lo que NamJoon tuvo que agitar sus manos para quitar importancia y que así continuaran con lo suyo— ¿De qué hablas JungKook?

— S-sólo es una pr-pregunta... —ocultó como pudo su rostro avergonzado.

— Menuda pregunta más extraña. ¿Ahora piensas en el amor? ¿Acaso alguna niña de tu clase te ha robado el corazón? —rió, aunque sólo lo hizo él.

— ¿Te enfadarías si tuviera una? —ignoró sus preguntas, claramente bromistas, y continuó con las suyas, las cuales sí eran serias.

— Nah.

— ¿Y si diera un beso?

— No, JungKook, puedes darte todos los besitos que quieras.

— ¿Y si... hiciera algo más que dar besos? —la expresión relajada del mayor se tenso por un momento y miró inquisitivo al pequeño.

— ¿Qué insinúas?

— N-nada.

— ¡Cuidado con lo que piensas, renacuajo! Si me entero que has intentado algo...

— ¡No, no! —JungKook interrumpió y negó con su cabeza varias veces hasta que NamJoon terminó creyendo no haber hecho nada.

— Eres muy pequeño aún para que tengas pensamientos sucios —JungKook sintió caer una gota de sudor por su frente signo de su mentira y del error que había cometido. No solamente por haberse atrevido a preguntar, sino porque las dudas que tenía se habían resuelto de la peor forma.

El pequeño había tenido remordimientos desde el día que Jimin lo tocó. Ese mismo día se dijo que no tenía por qué temer si Jimin lo quería tanto, pero no terminaba de estar seguro con él mismo. ¿Había hecho bien? ¿No era muy joven para aquellas cosas? Qué acaso eso sólo lo hacían los adultos. Quería sus respuestas, y aunque podría haberle preguntado directamente al castaño, decidió no hacerlo, quería evitar que se pudiera sentir mal o culpable. Es por eso que acudió a su hermano.

Un gran error.

— ¿Me oyes? Baja de las nubes y échame cuenta. Nada de pensamientos sucios hasta cumplir la mayoría de edad, ¿de acuerdo? —volvió a insistir ya que el menor se había sumergido en un sospechoso silencio.

— Ni tú ni Jin Hyung son mayores de edad —NamJoon abrió su boca para soltar un sermón, pero ni una palabra llegó a salir, sus labios habían quedado sellados con la cruda realidad.

— ¡No me contradigas! —se levantó del banco malhumorado. Odiaba que un simple niño lo dejara callado sin saber qué responder, y aún peor que ese niño fuera su hermanastro.

— Perdón —el rubio resopló viendo directamente la cabeza de su hermano desde arriba, sin poder alcanzar a ver más, y no sólo por su posición, sino porque el pelinegro había bajado todo lo que pudo el rostro.

— ¡Mi tren! —se escuchó un grito junto a ellos, y tras mirar en la dirección, vio al grupo de chicos comenzar a despedirse del extranjero.

Aquel día había sido tan completo que para algunos fue excesivo. Ni el menor, ni NamJoon ni el invitado, esperaron un día así. Un día en el cual una conversación había dejado claro que a veces era mejor guardar silencio, un encuentro que de saber como reaccionar quizás las cosas habrían resultado diferentes y que por un encuentro y una visita, un chico alegre había caído rendido a los pies del chico de rostro serio.

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Holas, aquí dando señales de vida xD

Tenía este capítulo empezado desde hace días, pero no lo conseguía acabar porque no tenía tiempo T_T. Estoy de exámenes finales y no tengo vida más que mis queridos libros, madre mía, como los amo (?) agh... jajaja.

El caso, que es por eso que tardo en actualizar, así que no me maten :( Además me estoy esforzando el doble porque mi padre me ha dicho que si saco más de un 9'5 como nota media final me compra el nuevo álbum de BIG BANG que van a sacar. ¡¡ASÍ QUE NO PUEDO FALLAR, NECESITO ESE ÁLBUM!! *-*

Espero tengáis paciencia hasta que pase mis exámenes y ya en vacaciones me hartaré de actualizar :3 (Oh, y como regalo por hacer esperar tanto, el siguiente capítulo hay lemon, un primer lemon para dos chicos :o, ¿quienes?, ya lo veréis jajaja)

Miles de besitos a todos/as, os quiero :')