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Capítulo 10.- Caer

Balton está enojado conmigo, discutimos por teléfono hace como una hora. Él iba rumbo al lugar dónde está mi madre, ya casi había llegado hasta su ubicación y me pidió que fuera a su casa a esperarlo, pero no puedo, le di mi palabra a Shanik, de que cuando encontrara a mi madre la llevaría junto conmigo. Que empezaríamos de nuevo, que estaríamos juntos lejos de toda esta mierda.

Sé que es arriesgado, por eso destruí mi teléfono para que no pudiera ser rastreado, eso sí, antes le di a Balton la dirección del departamento de mi amiga para que se sintiera más seguro de que estaré bien y le dije que apenas la tenga conmigo, iré a su casa. He dado vueltas con Curtis por la ciudad para despistar sobre nuestro destino.

Solo debemos pasar por ella y entonces seremos libres. Shanik es mi amiga, no voy a abandonarla, cuando doy mi palabra la cumplo.

Curtis está pálido, ha perdido mucha sangre y está asustado; normalmente le diría que es un cobarde, pero esta vez tiene razón en sentir miedo, conozco a Lance, si llegara a atraparlo la menor de sus preocupaciones sería que estará muerto, si lo atrapa lo matará muy lento. Pero seré breve, yo voy conduciendo el vehículo, solo iremos por Shanik y saldremos tan rápido como lleguemos, seremos libres de todo esto, solo será un momento.









—Esta es una pésima idea Iran, no me da buena pinta esto. Está muy callado, vámonos de aquí.

Curtis va presionando la herida en su brazo, viene detrás de mí subiendo las escaleras al segundo piso, que es donde está el departamento de Shanik. Tiene razón, esto está muy callado, pero quiero decirme a mí mismo que es normal que esté así, después de todo, es de madrugada.

—Shanik se queda a dormir en muchos lugares, solo yo conozco su departamento; no tardaremos, será rápido, cuando hablé con ella le pedí que estuviera lista.

Miro hacia todos lados, no hay gente en los alrededores, ni siquiera están los raterillos que suelen fastidiar a todo el mundo. Calmo mi paranoia, respiro profundo y sigo caminando.

—No sé Irán, déjala y le dices que nos vea en otro lado.

—Curtis, cálmate que estás estresándome.

Llegamos hasta la puerta del departamento, giro la perilla y ambos entramos. Shanik está mordiéndose las uñas en la sala de estar. Cuando me ve, corre hasta mis brazos.

—¡Iran! —Me abraza con mucha fuerza y me quejo un poco porque mi costado duele bastante. La herida de ayer se me abrió de nuevo y no me he puesto a ver cómo está. Solo sé que la venda que la cubre está manchada con mi sangre—, estás muy lastimado bebé.

—Vámonos ya, luego lo abrazas todo lo que quieras —gruñe Curtis avanzando hasta nosotros—. Tenemos prisa, Iran.

—¿Ya estás lista? —Le pregunto a mi amiga, Curtis tiene la razón, no es seguro tardar tanto.

—No —ella niega con la cabeza y mientras sigue abrazándome—.  No estoy lista.

—No tenemos tiempo Shanik, deja tus cosas, luego conseguimos lo necesario, es urgente que nos larguemos de aquí.

Ella se separa de mí y camina hasta su pequeña cocina y empieza a llorar.

—Hey, no te pongas así ahora Shanik, tenemos que movernos muy rápido.

Camino solo hasta la pequeña sala de estar, ya impaciente de perder el tiempo.

—Iran, perdóname hice algo muy malo, no puedo irme contigo.

Abro mis ojos en sorpresa, mi amiga me ha robado mi propio revólver cuando me abrazó, no me di cuenta y ahora está apuntándome.

Curtis saca una pistola escondida entre su ropa y le apunta a ella, ambos tienen el dedo en el gatillo. La diferencia es que Curtis es un asesino que no tendrá dificultades para matarla, pero Shanik nunca ha disparado a una persona, sus dos manos sostienen el arma y tiemblan como gelatina mientras ella no para de llorar mirándome.

—¡No, Curtis!  —Me atravieso en el camino impidiendo que él le haga daño—. Shanik, lo que sea que hayas hecho, puedes decirme, baja el arma, no sabes usarla.

—¡Vas a querer matarme tú!

—¿En serio Shanik? ¡¿Cómo puedes pensar algo tan idiota?! —Grito ofendido— ¡¿No te das cuenta que estoy arriesgándome al venir por ti?! ¡Si quisiera matarte ni siquiera hubieras podido abrir la jodida puerta!

—¡Di lo que hiciste, víbora!

Exige Curtis detrás de mí sin dejar de apuntarle a ella.

—Esta semana fui a trabajar a casa de Romex y cuando ya me iba, Lance apareció y no me dejó irme, sentí mucho miedo, ¡Yo no quería hacerlo pero me dio miedo!

Shanik está tan alterada que habla muy rápido, su bello rostro está empapado por sus lágrimas y sus manos tiemblan tanto que empiezo a pensar que va a disparar por accidente y va a matarme con mi propia arma.

—¡No me importa lo que hiciste baja esa arma ahora y larguémonos de aquí! —Doy un paso hacia ella—, lo que sea que hiciste, lo solucionaremos luego.

—¡No! —Curtis avanza a un lado de mí, listo para disparar— ¡Di lo que hiciste ahora!

—¡Espera joder, es mi amiga!

Estiro mis manos y trato de detener a Curtis, sale un tiro que rompe unos trastes que están en un mueble detrás de Shanik.

—Le dije a Lance que eras gay y que el Sanguinario era tu novio.

Las palabras de Shanik me detienen de forcejear con Curtis, él y yo nos quedamos un segundo inmóviles, mirándonos y asimilando la información. Yo tengo sus manos forzadas hacia abajo y despacio lo suelto, su brazo está herido y no fue mi intención lastimarlo. Me alejo de él y me recargo en una pared cercana a mí; paso la mano por mi cabello que está todo alborotado.

—Ahora entiendo —Curtis, enfurece—. ¡Ahora entiendo, joder!

—¿Qué entiendes?

Pregunto intrigado y dolido por la traición de la única amiga que tengo; hace unos días me sentí muy dolido por no encontrar a Balton y quise hablar con alguien, confié en ella contándole la verdad y me acaba de dar una puñalada por la espalda.

—Lance está como desquiciado, nunca había estado así, quiere tenerte encerrado en su habitación, él está convencido que puede obligarte a que lo ames. Es algo estúpido, pero no va a ceder en esto, está muy celoso y ahora entiendo por qué. Lance no puede soportar la idea de que estés con nadie más y menos, con el Sanguinario. ¡Carajo mujer, lo jodiste a él, me jodiste a mí, Lance no nos dejará vivir en paz nunca!

—Vámonos de aquí.

Tiro de la camisa de Curtis y miro a Shanik con rabia e impotencia, confié en ella y me traiciona así.

—¡Primero se muere la arpía!

Curtis dispara en contra de ella, pero yo muevo su mano y falla el tiro.

—No la vamos a matar, la vamos a dejar aquí y ya.

Quiero quitarle su arma a Curtis pero no la suelta, me sorprende verlo tan molesto, cuando debo ser yo quien debería querer eliminarla.

—Iran —Curtis, me mira y en su rostro encuentro el odio por Shanik— Yo la quería, puse mis ojos sinceramente en ella y es una víbora venenosa.

Eso no lo sabía y supongo que ella tampoco porque la veo sorprendida e incluso su llanto se ha calmado, aunque no deja de apuntarme con mi revólver.

—Lance, me envió a hacer un depósito ayer por la mañana, era una cantidad considerable de dinero, no dijo para quién era, pero no es necesario, ahora sé que fue para ella.

—¿Me vendiste, Shanik? 

Sé perfectamente que Lance, ya me compró desde hace mucho, pero si Shanik, le dijo mis secretos a cambio de dinero, se siente como si me hubiera vendido de nuevo. Duele, porque jamás imaginé una acción así de parte de ella.

—Lance no te dejará ir nunca Iran, yo necesitaba el dinero, ¡Te quiero pero necesitaba el dinero!

Su llanto vuelve y la rabia que siento crece como lava dentro de mí.

—Lo siento Iran, no te puedes ir, tienes que volver con Lance —llora Shanik—, si eres obediente él te cuidará, no te hará daño. Él me prometió que no te haría daño.

—¿Le avisaste que venía por ti? —Apenas ahora reacciono, Shanik solo gana a tiempo para que Lance llegue— ¡Corre, Curtis!

El nombrado obedece de inmediato y corre hasta la puerta, al abrirla recibe un golpe en el rostro, tan fuerte que lo tira al suelo. Su arma cae y yo la levanto tan rápido como puedo; disparo contra los hombres de Lance, que acaban de llegar, elimino a cinco de ellos y se me terminan las balas.

Curtis se pone de pie a mi lado y cae de nuevo, una bala dio en su pierna, será difícil que pueda caminar; alzo mi mirada y Lance, aparece a la vista. Me toma de la garganta apenas me ve, estruja con fuerza; entran más de sus hombres, alguno de ellos me arrebata el arma de las manos y golpean la herida de mi costado.

—Creo que ya no vas a ningún lado, Iran.

Lance, me sostiene de no caer al suelo por un momento, solo para golpearme él mismo, luego me arroja al suelo y me golpea en el estómago.

El aire en mis pulmones sale, el dolor de mi costado aumenta, me quejo del dolor que siento, cierro mis ojos tratando de encontrar fuerzas para soportar el dolor.

—Te lo advertí, NADIE TOMA LO QUE ES MÍO —escucho un grito de Curtis, Lance acaba de dispararle en la misma pierna herida—. No sabes cuánto vas a desear estar muerto, traidor hijo de puta ¡Iran, es solo mío!

—Púdrete, ¡Eres un enfermo, Lance!

Curtis trata de hablar entre su dolor y Lance, patea su rostro de forma brutal, haciéndolo perder el conocimiento.

Luego viene por mí, por los mechones de mi cabello rubio me levanta del suelo y cuando me tiene a su gusto, me besa a la fuerza y me muerde en los labios.

—¡Vete a la mierda, Lance!

Que yo lo insulte solo lo enfurece y me estrella contra una pared, mi hombro es el que recibe la mayor parte del golpe y no puedo sostenerme, caigo al suelo de nuevo.

—¡Noooo! —Shanik corre hacia mí y se deja caer al suelo a mi lado—, ¡Prometiste que no le harías daño!

—¡Yo hago con mis cosas lo que yo quiera!

Lace, la empuja lejos de mí y por la camisa me levanta de nuevo, me encierra presionando su cuerpo contra el mío y la pared.

—¿Vas a venir conmigo por las buenas o por las malas, Iran?

—¿Qué vas a hacerme? ¿Golpearme? —Sé cuánto odia mi tono sarcástico y por ahora, es lo único que tengo— Jódete, imbécil.

—Puedo encontrar mejores formas de hacerte daño, Iran —Lance, pone su arma en mi garganta, sonríe con maldad y la presiona contra mi piel—. Mientras más te resistas, peor será para ti. Entiéndelo, nunca vas a poder escapar de mí.

Lance gira su mirada hacia Shanik, despega su arma de mi piel y dispara a quema ropa contra ella, cuatro balas caen en su pecho y se desploma contra el suelo, muerta.

—¡Shanik! —Me remuevo entre sus manos hasta que me suelta y corro hasta ella, la sostengo entre mis brazos— ¡Shanik!

Sus ojos están abiertos, pero su vida se ha extinguido; siento el dolor de haber sido traicionado y de haber perdido a un ser muy querido todo al mismo tiempo; con mi mano temblorosa cierro sus ojos y tomo mi arma que está aquí con ella.

—Suéltala.

Lace, presiona mi garganta con una de sus manos y con la otra presiona mi muñeca donde tengo mi arma.

Otro de sus hombres me la arrebata mientras yo lucho por recuperar el oxígeno, me arrastra hacia atrás obligándome a soltar el cuerpo sin vida de Shanik.

Luego dos de sus hombres me sostienen a la fuerza, tengo a uno en cada brazo. Lo miro con odio, con rencor, todo lo negativo que puedo poner en mi rostro. Mi cabeza está en alto, no voy a demostrarle miedo a este imbécil.

—Nunca olvides, que te compré, no eres libre, nunca vas a escaparte de mí.

Lance, presiona mi mandíbula de forma dolorosa, mientras los otros dos tipos me sostienen.

—Voy a matarte, te lo juro maldito, te juro que una de mis balas atravesará tu cráneo de mierda, lo que le hiciste a Shanik no te lo perdonaré nunca.

Lance se ríe de mí y no entiendo esta enferma obsesión suya por mí.

Finalmente me suelta, otro de sus hombres le trae una pequeña cajita negra y alargada, él sonríe mientras la abre y lo veo sacar una jeringa plateada, tiene un líquido amarillento dentro. Lance devuelve la caja y me mira con la inyección en la mano. Trago saliva nervioso, sé que son drogas, pero no entiendo del todo su objetivo.

Mi rostro no refleja el miedo que ahora siento, respiro agitado, mi mandíbula está apretada, mis manos siguen tratando de liberarse del agarre de estos imbéciles, aunque sea inútil no dejaré de intentarlo, no quiero que ponga ese líquido en mí, pero nunca suplicaré por nada.

—Estuve pensando... —dice Lance, acercándose a mí, mientras una tercera persona viene por mi espalda y me sostienen por la cintura, ahora es muchísimo más difícil moverme, me es imposible retirar mi brazo. Lance, lo está revisando para localizar una vena en la cual inyectarme la droga—. Mi merca es muy buena, te hará más dócil y más relajado. Te llevaré conmigo y usaremos las drogas hasta que seas adicto a ellas, luego tú mismo querrás estar a mi lado, no sé cómo fue que no lo pensé antes. Siempre has sido mío Iran, y al fin encontré cómo tenerte sin tener que chantajearte con la vieja.

Lo odio a niveles que no creí posibles, son tres de sus hombres los que me sostienen, son un montón de cobardes que no luchan contra mí uno a uno, es tan injusto, ellos son demasiados para mí solo, sin un arma en mis manos estoy jodido.

Lance, presiona una de las venas de mi brazo, le da un pequeño golpe con sus dedos para dilatarla y por más que me remuevo y los insulto no logro escaparme. Siento cómo la aguja rompe mi piel al entrar en mí y el imbécil me mira victorioso un segundo antes de presionar el émbolo.

Siento un mareo instantáneo, cuando el líquido apenas entró, es una dosis muy fuerte. Me siento perdido y en este momento se me termina toda esperanza de ser libre, de ver a mi madre y de estar con Balton.

Sin embargo se detiene, escucho un ruido y él también, antes de voltear siquiera su mirada, se sorprende, los dos tipos que me sostenían de los brazos me sueltan, ha caído un cuchillo en la frente de cada uno y fueron al suelo, sigo en brazos del que me sostiene por la cintura.

Lance no tiene tiempo a nada, al girar, se encuentra con Balton y su mirada asesina.

—Ahora sí, hijo de puta, te llevó el carajo.

Balton enfrenta a Lance, tomándolo por la camisa y sin darle tiempo a reaccionar, estampa su puño en su cara y con ese solo golpe lo tira al suelo.

Al mismo tiempo siento un tirón por la cintura, el tipo que me sostiene está tratando de cargar conmigo. Y como era de esperarse, Lance no viene solo, veo venir a un hombre más hacia nosotros, viene a ayudar al hombre que me sostiene a llevarme con ellos, si logran sacarme de aquí, estoy perdido.

Aferro mis pies al suelo y me impulso hacia atrás, nos hago caer al suelo, el impacto lo resiento más en mi costado herido, pero trato de no detenerme en ello, la aguja sigue enterrada en mi brazo, la arranco bruscamente y giro hacia el hombre que se niega a soltarme y entierro la aguja en su tráquea y con velocidad presiono el émbolo, la droga lo hace convulsionar casi instantáneamente, sabía que era una dosis demasiado alta, ese pude haber sido yo.

Pronto un golpe a mi frente me aturde y la sangre escurre caliente mojando uno de mis ojos.

Joder, me siento tan desorientado, no alcanzo a enfocar bien lo que hago, el tipo que me ataca me da con su puño en la cara y luego me levanta por la camisa estrellándome contra la pared.

Caigo al suelo, no puedo levantarme, estoy demasiado mareado, ya no veo bien, incluso el dolor de mi cabeza me hace escuchar los sonidos distantes a causa de un terrible zumbido.

No hablo, desde el suelo donde estoy, observo a mi atacante con el puño en alto, no creo soportar más de sus golpes, la oscuridad viene a arrastrarme y me llevarán con ellos.

Pero parpadeo, ese no soy yo, nunca he sido un cobarde y no empezaré ahora. Volteo a mí alrededor, cerca de mí está el cuerpo sin vida de Shanik y mi arma tirada por donde están sus pies.

Tomo aire y me muevo soportando todo el dolor que hay en mi cuerpo, el hombre se lanza sobre mí y disparo, le doy en el pecho y al caer quedo debajo, su cuerpo está aplastándome.

El aire se me escapa de los pulmones, mi visión se hace más borrosa y mientras trato de liberarme del cadáver que hay sobre mí, volteo mi mirada hacia Balton. Él está dando una paliza a Lance, lo tiene tirado en el suelo, su rostro está lleno de sangre, está furioso, nunca lo había visto tan enojado. Sus puños impactan contra el rostro de Lance una y otra vez.

Sin embargo, a su espalda, van tres hombres de Lance; mierda, son como hormigas, acabas con uno y aparecen varios más.

Disparo y por primera vez fallo en todos mis tiros, estoy demasiado mareado y cansado, no puedo enfocar bien mi objetivo. Disparo otra vez y vuelvo a fallar, es inútil, si sigo así voy a acabarme las balas. Tengo que ponerme en pie. Hago uso de todas las fuerzas que me quedan y sin dejar de ver a Balton empujo al hombre muerto sobre mí.

Uno de ellos entierra un cuchillo en su espalda; por el dolor, Balton suelta a Lance y se pone en pie; la herida es en la espalda pero alto, poco arriba de los omóplatos, Balton estira su mano hacia atrás y se arranca el cuchillo con el que lo hirieron y en un brusco movimiento lo utiliza para atravesar una de las manos de Lance, clavándolo al suelo de madera.

Jamás escuché a Lance, herido. Siempre estuve obligado a cuidar de él, su rostro lleno de sangre, la mueca de dolor en su rostro y ver su mano estacada al suelo, me da el impulso que me hacía falta, Balton está dándome una oportunidad única, este es mi momento de escapar de esta vida de mierda, es ahora o nunca.

Con renovadas fuerzas, empujo otro poco al cadáver que me aplasta, y al fin logro liberarme. El oxígeno entra en mi sistema, mi pecho sube y baja con velocidad.

Sin perder el tiempo, un hombre utiliza un aparato para dar una descarga eléctrica a Balton, al tiempo que otro lo golpea en las rodillas y lo hacen caer al suelo; otro más ayuda a Lance, a liberar su mano y a ponerse en pie.

—¡Quiero muerto a este hijo de puta!

Ordena Lance, ya de pie, apretando su mano herida.

Curtis está inconsciente, Balton en el suelo recibiendo golpes de parte de tres matones, Lance dando las órdenes y yo, arrastrándome por llegar a una pared para apoyarme y ponerme en pie.

—¡Maldito, déjanos en paz! ¡Nunca voy a querer estar contigo, nunca!

Poco a poco doblo mis rodillas y casi abrazo a la pared para ir tomando altura, no aguanto mi propio cuerpo, pero lo haré, tengo que hacerlo, tengo que ayudar a Balton, él está en esta situación por mi culpa.

Desde el suelo, Balton estira sus manos y logra atrapar el pie de uno de los hombres, lo hace caer al suelo y al impacto con el mismo, estira una mano hacia su bota, saca un cuchillo y atraviesa con él, su estómago.

El hombre se muere en pocos segundos, eso me hace recordar que me dijo aquella vez, que sabía cómo quitar una vida en un solo movimiento.

Balton comienza a ponerse en pie, hay sangre en su espalda, en su boca, en sus manos y sus brazos, aun así no se detiene, él sigue luchando a como pueda.

Pero los otros no van a luchar limpio, ambos sacan un arma cada uno y le apuntan, van a matarlo si no hago algo.

¡Pero no puedo enfocar el tiro!

Mi vista borrosa, mi cuerpo cansado, estiro una de mis manos con el revólver en mi mano derecha y con la otra mano me sostengo de la pared.

Antes que ellos disparen yo lo hago, pero fallo el tiro, vuelvo a disparar y le doy a uno en la espalda, Balton aprovecha y golpea al que queda con su puño y yo disparo de nuevo, y no le di... Herí a Balton.

¡Joder herí a Balton!

Él se distrae por el dolor en su pierna, la bala casi lo hace caer de nuevo al suelo. Lance, aprovecha y lo golpea. El otro matón se mueve tratando de matar a Balton, pero yo disparo nuevamente y esta vez le doy en un brazo.

El hombre se queja del dolor y yo disparo de nuevo, unos tiros dan a la pared y otros en el hombre, dejo de disparar hasta que escucho el golpe seco de cuando cae muerto en el suelo.

—¡No vas a poder escapar de mí, Iran!

Suelto la pared, tambaleándome y arrastrando los pies me muevo lentamente hacia ellos.

Lance, ha tomado a Balton, como un escudo humano, con su mano buena tiene un cuchillo en su garganta, la presiona fuerte porque sangre se escurre por el filo y gotea hacia el suelo.

—¡Suéltalo, Lance! Esto ha llegado demasiado lejos, ya no te pertenezco y ya no voy a ser tu perro guardián. Esto se acabó. Reclamo mi libertad y la reclamo ahora.

Parpadeo, le estoy apuntando pero no logro enfocar su cuerpo, el cabrón usa a Balton, como escudo, no puedo matarlo sin matar a Balton, junto con él.

—¡Dispara, Iran! —Balton me mira y en sus ojos veo la súplica de su petición— ¡Acaba con este cabrón de una vez, mátalo!

—¡No puedo matarlo, tú estás en el camino!

El imbécil de Lance, se ríe de mí, de la presión que hay sobre mí en este momento.

—No puedes matarme Iran, te lo dije, nunca vas a librarte de mí.

Se burla y sigue riéndose, así todo lleno de sangre y heridas Lance, se ríe como un demente, no lo entiendo, no entiendo por qué quiere forzarme a estar con él, si sabe cuánto lo odio.

—¡Iran dispara! —Me insiste Balton—. ¡Tienes que hacerlo, no puedes dudar ahora!

—¡No puedo matarte, te amo carajo!

No puedo evitarlo, son tantas las emociones que hay en mi pecho, que una lágrima escurre de mis ojos, al pensar que para escapar de Lance, tengo que matarlo a él. Es un precio demasiado alto por mi libertad. No puedo hacerlo.

—No puedes hacerlo, Iran —Me dice Lance, sin dejar usar a Balton, como escudo humano—. Ya le diste con una bala hace un momento, fallaste el tiro y sabes que vas a fallar otra vez y lo vas a matar, ¿quieres cargar con eso?

Mi mano empieza a temblar sosteniendo el revólver, estoy demasiado herido para mantenerlo alzado; alzo mi otra mano y con ambas sosteniendo el arma, sigo apuntando.

—Yo también. —Mi pecho se estruja dentro, es como si una cuchilla me destrozara por completo. No tiene que decirlo con todas sus letras, sé lo que significa. Balton, siente por mí, lo mismo que yo siento por él, está dispuesto a dar su vida a cambio de mi libertad porque me ama— Dispara, Iran.

—¡No vas a estar con él, tú eres mío! —Lance, grita exasperado, lleno de celos— ¡Encontraré de nuevo a la vieja, haré lo que sea, no vas a librarte de mí, nunca!

No veo bien, mi visión es borrosa, estoy muy mareado, pero veo a Balton, está muy quieto y me mira resignado a morir, con sus labios me dice <<Hazlo>>

Pienso en mi madre y en las cosas horribles que Lance le hará si la encuentra de nuevo y respiro profundo, exhalo un poco de aire por mi boca y aprieto el gatillo.

El mundo para mí se detiene, se pausa de forma inmensamente dolorosa, no noté que detrás de ellos había una ventana algo rota, después del tiro, escucho lo demás del vidrio quebrándose en miles de pedazos y ambos caen atravesándola.

—¡Balton!

Grito desgarrando mi garganta, quiero correr pero las piernas no me funcionan, caigo al suelo.

—¡Balton!

Me arrastro hacia adelante, tengo que llegar a la ventana. Es lo más difícil que haya hecho nunca, tengo que llegar a la ventana, pero no puedo, todo es oscuro y por un momento, cuando el mareo puede más que yo, pierdo el conocimiento.  Pensé encontrar oscuridad, pero en vez de eso, encuentro uno de mis más antiguos recuerdos.


El final resultó más largo de lo que pensé... Continuará...

Besos y abrazos:

Di.

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