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CAPÍTULO 42

Habían pasado un par de semanas, pero Vante cada día sentía que se alejaba más de JungKook, quería pensar que eran sus hormonas, pero no era así, mayormente solían hacer la mayoría de las cosas juntos, pero todo había cambiado de repente.

Estaban preparando sus maletas para su viaje a París y todos estaban emocionados menos el militar o eso parecía, pues JungKook no mostraba ninguna emoción o algo, parecía perdido y pensativo, todo el tiempo la pasaba en su celular con el ceño fruncido y tomando llamadas a todas horas, alejándose para que no escucharan las conversaciones.

— Tomare un baño – anunció JungKook con su toalla en mano caminando al cuarto.

Vante no dijo nada solo se quedó ahí sentado en la cama en silencio, se acercó a Reeves para acariciarlo mientras veía su teléfono, preparándose mentalmente para preguntarle qué era lo que sucedía, no quería seguir con aquella incertidumbre.

Estaba a punto de quedarse dormido abrazado a Reeves cuando el teléfono de JungKook sonó en la mesita de noche, sin pensarlo contestó, pero antes de decir alguna palabra, JungKook salió del baño y le quitó el teléfono sin llegar a ser grosero, pero si dejo muy sorprendido, lo vio alejarse regresando al baño.

— ¿Casi hablo con la otra? – dijo en un intento de broma al verlo salir del baño de nuevo.

— No digas tonterías, no hay otra – le aseguró, sentándose a su lado.

— No lo parece cuando huyes de mi cada vez que tu teléfono suena.

— No es eso... – JungKook dudó un momento en seguir hablando – Yo... fui llamado para regresar al servicio...

La noticia dejó impactado a Vante, se tomó un momento para reflexionar, JungKook tomó sus manos entre las suyas y las frotó para calentarlas, la burbuja se reventó revelando la realidad, en donde JungKook se iría y él quedaría solo.

— Estuve arreglando algunas cosas antes de irme para que no tengas nada de qué preocuparte – JungKook lo empujó un poco acostándolos a ambos en la cama rodeándolo con sus brazos – Registré el matrimonio, además traté de llegar a un acuerdo con mis superiores para llegar estar contigo lo antes posible, pero me temo que no será así, tienes que ser fuerte mi amor.

Cada palabra dicha iba rompiendo a Vante, parecían como pequeñas dagas que se enterraban en lo profundo de su ser, quería llorar por todo, JungKook lo abrazó y no lo soltó hasta que se tranquilizara.

— ¿Cuándo tienes que regresar? – preguntó con la voz entrecortada.

— Mañana tengo que volver a Estados Unidos y al día siguiente tendré que regresar a la milicia para saber a dónde iré.

Vante no volvió a hablar solo se quedó ahí abrazando al militar, tratando de guardar en su memoria todo lo que le sea posible de este, todas sus cicatrices, lunares y expresiones porque no sabía cuándo lo vería de nuevo, sería mentir que no tuviera miedo, pero solo se limitó a quedarse así con el soldado y comenzó a sentir sueño, quedando dormido en los brazos de su esposo.

JungKook se levantó dejando con cuidado a un dormido Vante, para terminar de arreglar las cosas de ambos, también tuvo que mandarle un largo mensaje a HwaSa explicándole la situación, estaba seguro de que Vante lo acompañaría hasta Estados Unidos, y no permitiría que viajara de regreso solo.

A la mañana siguiente Vante estaba listo a primera hora de la mañana igual que los demás, todos reunidos en el lobby del hotel para despedirse del soldado, deseándole salud y pidiendo que volvieras lo más pronto posible, JungKook les pidió que cuidaran mucho de Vante y que por nada dejaran que cambiaran los planes ya hechos, por el momento los demás no viajarían solo Vante, HwaSa y JungKook.

Después de eso en menos de lo que esperaban ya estaban en un avión esperando aterrizar en Estados Unidos, donde el padre y hermana de JungKook los esperaban dándoles una cálida bienvenida a los chicos, el resto del día fue solamente para ellos solos, demostrándose cada gota de amor, preparándose para una despedida dolorosa.

El terrible mañana llegó, JungKook se levantó antes que todos, como un robot repitió su rutina como cada vez que tenía que volver, la diferencia es que ahora había alguien en su cama, cuando estaba todo listo se acercó a Vante y le dio un beso en la frente, eso fue suficiente para despertarlo.

— ¿Ya te vas? – como si fuera un reflejo se abrazó a él.

— Si... te enviaré un mensaje para que podamos vernos en el aeropuerto, lo prometo – lo besó una vez más para no olvidar sus labios.

Se soltaron, JungKook acarició la cabeza de Reeves y después tomó el gran bolso y mochila militar para después salir de la habitación, Vante estaba cansado así que volvió a acostarse, pidiéndole a Reeves que se acercara y poder abrazarlo con una mano y con la otra sobar su vientre para regresar al mundo de los sueños.

Horas después, se levantó con el estómago hecho un nudo, pero aun así bajo a desayunar con su familia, quienes lo saludaron con genuinas sonrisas, parecían estar acostumbrados, pero para Vante era algo nuevo, tan incierto e inseguro.

— No te preocupes, él siempre regresa – el señor Jeon lo consoló, Vante solo asintió, sentándose a su lado.

Más pronto de lo que quiera, su teléfono sonó, revelando que el mensaje de que JungKook había llegado, "Mi vuelo sale en 3 horas voy de camino al aeropuerto te veo allá ", Vante no espero nada para cambiare e irse hacia el aeropuerto, salió casi corriendo del taxi con HwaSa pisándole los talones pidiéndole que no corriera.

Cuando llegó, tuvo que preguntar en donde abordaba el ejército, le indicaron un ala de abordaje, que estaba llena de gente con camisas o accesorios con frases referentes a sus familiares pertenecientes a las fuerzas militares, luego de buscar, vio a JungKook rodeado de su grupo, el cual conoció en África.

— JungKook – lo llamó, este enseguida volteó y fue con él, escuchando los gritos de asombro de sus amigos al ver a Vante así.

— Llegaste – dijo en cuanto lo tuvo entre sus brazos mientras besaba su coronilla.

— No hay otro lugar a donde quisiera ir – lo abrazó igual quedándose así un buen rato.

— ¡Soldados cinco minutos! – alguien gritó obligando a JungKook a separarse.

— Tienes que ser fuerte, te prometo que regresaré, trataré de comunicarme contigo, pero no lo esperes, es más probable que te vea en YouTube, más te vale sonreír más a la cámara – una mano la puso en su mejilla y la otra en su vientre – Por favor cuídate, haz lo que te pide Hwasa por él bebe y por mí, no olvides lo mucho que te amo.

Vante no podía hablar solo asintió entre lágrimas, JungKook le besó con toda la ternura posible, se separó, pero sin soltar su mano se inclinó y besó su vientre, se levantó y caminó hasta quedar frente a frente con Reeves.

— Estás a cargo, protégelos y no dejes que nadie los lastimes – habló firme mirándose a los ojos, también le dio un beso en su cabeza y lo acarició con delicadeza, luego caminó a donde estaba HwaSa y su padre abrazando a su hermana.

— HwaSa no lo dejes hacer locuras – le pidió, dándole un corto abrazo.

También les brindo un abrazo a su padre y hermana sin palabras de por medio, miró por última vez a su hermana dándole una mirada cómplice y esta asintió, se acercó a Vante, quien no paraba de llorar en silencio.

— Tranquilo, todo estará bien – dijo caminando hacia atrás para empezar alejarse y reunirse con su grupo – Por seguridad no le digas a Reeves, ataca, a menos que sea una emergencia.

Vante confundido asintió, mirando a su perro, que ya no parecía un perro amable, de alguna manera las palabras de JungKook lo habían puesto en guardia, su aspecto ahora era más intimidante y comenzó a gruñir en bajo.

— Te amo – fue lo único que atinó a decir – Te esperaremos aquí.

— Lo sé – dijo con confianza, se volteó y caminó apresurado hasta alcanzar a los demás y pasar la aduana, pronto su caminar se volvió un marchar y desapareció entre toda la gente.

— Sera mejor que nos vayamos – sugirió Solar – No veremos a JungKook despegar todavía.

Todos asintieron y comenzaron a caminar, Vante estaba abrazado a HwaSa y entre las manos tenía la correa de Reeves la cual sujetaba con fuerza, Solar había traído su carro, para llevarlos de regreso a su casa, partieron del aeropuerto y se dirigieron a su destino hasta que Vante notó algo.

— Vante hay algo que JungKook me pidió que hiciera – Solar empezó a desviarse del camino a casa a pesar de ya estar cerca.

Estaban a dos calles de la casa de la familia Jeon, pero Solar se detuvo enfrente a una casa que tenía el cartel de "Vendida" aunque la de enfrente también tenía ese cartel, bajaron del auto mirando ambos lados de la calle, Vante no entendía a lo que se refería.

— Te presento tu nueva casa – dijo la chica apuntando a la casa – JungKook me molesto durante la última semana para encontrar a casa perfecta para su nueva familia.

Vante estaba llorando de nuevo muy sorprendido al ver la casa que estaba enfrente de él, todavía no podía creer lo mucho que había hecho JungKook sin decirle, estaba tan agradecido de tener a un esposo como el militar.

Buenas que ya he llegado espero que les haya gustado, lamento la tardanza pero tengo tarea atrasada además de la festividades asique los veré hasta el siguiente año xD 

Les deseo un gran comienzo de año y que se la pasen con sus seres queridos 

No olviden votar y comentar que es de gente chida 😎👌

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