Al día siguiente Vante fue levantado por el sonar de su teléfono, cuando intentó levantarse sintió los músculos un poco rígidos, inmediatamente las imágenes de la noche anterior llegaron a su mente, el sólo sonrió y caminó hasta su teléfono, que estaba entre su ropa en el piso, por el ringtone sabía que era Hugo.

— ¿Qué tal la resaca? – se burló apenas contestó.

— Hijo de tu pinche madre me emborrachaste para tener el cuarto tu solo.

— Eso te pasa por meter gente desconocida a la habitación.

— Maldito, como sea te veo en la dirección que te envíe, tú vas a pagar mi levantamuertos – no dejó que contestará y colgó.

Vante revisó sus mensajes y vio la dirección, no era tan lejos, revisó el grupo y al parecer eran los únicos que faltaban en el lugar, regresó a la cama donde aún dormía su pareja, se acercó y lo sacudió un poco.

— JungKook levántate, los chicos nos esperan para desayunar – le habló con suavidad, pero parecía no funcionar.

Caminó al baño donde Reeves se encontraba y lo sacó, el enseguida se trepó a la cama encima de JungKook incluso ladró un poco, pero nada, una idea cruzó por su mente y sonrió con maldad, obligó a bajar al perro, tiro una caja que había por ahí y gritó.

— ¡JungKook hay disparos! – él se levantó de golpe y buscó debajo de la almohada el arma que claramente no tenía.

Vante río al ver que funcionó su idea, el chico le lanzó una mirada desaprobatoria y después le lanzó la almohada con la suficiente fuerza para hacerlo caer de sentón.

— Maldita sea, Vante – susurró caminando al baño y azotó la puerta, Vante borró la sonrisa al ver el fuerte golpe.

— Creo que me pase, Reeves – dijo mirando al perro, él solo bufó y se echó en la cama de nuevo, ignorando lo sucedido.

Caminó al baño y tocó la puerta, pero no recibió respuesta, entonces decidió entrar y vio a JungKook en la ducha recargado en la pared, dejando el agua caer sobre él y con la mirada perdida.

— ¿JungKook? – habló preocupado – ¿Estás bien?

— Nunca en la vida vuelvas a hacer eso – dijo tan seriamente que a Vante le dio escalofríos, él le seguía sin dirigir la mirada.

— Lo siento – contestó abrazándose a sí mismo – No lo pensé bien.

JungKook al fin lo miró y en sus ojos había tristeza, con un simple movimiento de su mano invitó a Vante a la ducha, él sonrió un poco y entro con él, fue una ducha tan callada, las palabras no salían de sus bocas, todo era tan frío.

El camino hacia el restaurante fue callado, JungKook apenas y hablaba por más que intentara Vante, vaya que estaba molesto, a lo lejos pudieron ver a los chicos en las mesas fuera del restaurante, todos se veían bien excepto Hugo, él aun traía la ropa de ayer y traía los lentes de sol de HyunAh.

— ¿Dónde diablos estaban? – preguntó Hugo apenas los vio llegar.

— Tuvimos un pequeño problema – dijo Vante sentándose al lado de HwaSa, Reeves se puso entre sus piernas debajo de la silla.

— ¿Problemas en el paraíso? – intentó bromear un poco, pero Vante negó sutilmente para que dejara de hacerlo – Pues... ¿Qué pasó?

— Hice una broma de mal gusto – resumió un poco.

— ¿Hiciste referente a la milicia? – HyoJong se cruzó de brazos sabiendo de que se trataba todo.

— Si... – contestó apenado, bajando la mirada.

— Ya olvídalo - intervino JungKook – Sólo fue un incidente.

— Bueno, entonces hay que ordenar – dijo Keita.

Después de eso la charla casual surgió, cuando terminaron pagaron y se fueron. Iban caminando en dirección a los concursos de otras categorías, las chicas y Vante iban atrás mientras los chicos mantenían una conversación más adelante.

— Odio cuando hacen eso – dijo HwaSa.

— Conversaciones de chicos – le quitó importancia la pelirroja.

— Yo me rio de sus conversaciones.

No caminaron más de 5 pasos cuando los teléfonos de todos excepto JungKook, quien miró a todos con confusión, comenzaron a sonar, sacando sus teléfonos vieron miles de notificaciones de sus redes sociales.

— ¿Qué está pasando? – dijo Keita viendo las tendencias.

Vante se paralizó al leer #QuienEsVantePergolizzi, #VanteHermanoDeRM, no perdió tiempo y llamó a su hermano.

— ¡Kim NamJoon! – gritó una vez que en la otra línea le contestaron.

— Fue sin querer, me estaban acusando de infidelidad con una foto vieja nuestra, caí en sus juegos, perdón...

— Pero que imbécil – dijo dándose un golpe en la frente.

— Aún sigo siendo tu hermano mayor...

— Pues actúa como tal – reclamó y le colgó.

— ¿Estás bien? – preguntó HyoJong, Vante apenas asintió.

Pero en Corea era diferente, JiMin estaba en casa terminando de bañar a su pequeño JongHyun, cuando escuchó en el programa de farándula el escándalo de RM y su supuesta infidelidad, JiMin apresuró a dejar al bebé en la cama para poder ver un momento el programa.

— No es mi amante, es mi hermano – decía el video de RM a través de la pantalla, JiMin de escuchar la tontería de NamJoon se golpeó la frente, regresando su atención al bebé empezando a cambiarlo mientras le marcaba a YoonGi.

— YoonGi...

— Si ya vi – YoonGi lo cortó ya sabiendo de que se trataba.

— Esto confirmara las sospechas de HoSeok – habló con temor sin descuidar a JongHyun

— Eso es lo de menos, esto afectara mucho a Vante.

— Pero él ya era una figura pública – JiMin no entendía el punto de YoonGi.

— No es lo mismo, no compares los seguidores de Vante con los de NamJoon... Él era feliz porque tenía a su pequeña comunidad en internet, ahora millones de personas tendrán el ojo sobre él.

— Pero si tiene 5 millones de suscriptores en YouTube.

— Y NamJoon probablemente más de medio mundo, sin contar a los de Jin.

— Entonces ¿Qué podemos hacer?

— Nada, la polémica siempre vende, pudo ser peor al no admitir que era su hermano, tú sabes que tan enfermos pueden ser los fanáticos extremos.

JiMin se sintió impotente así que se despidió y colgó, había tomado como responsabilidad el no afectar la vida de Vante, eso implicaba mantener alejado a HoSeok, pero ahora todo había quedado arruinado, él solo esperaba que Jin lo dejara en el sofá por lo menos un mes.

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