CAPITULO 33
Vante se sentía tan cansado, bailó hasta que tuvieron que irse a ver los concursos de natación, fue muy divertido y emocionante, pues tenían apostado que sus propios países ganarían, así fue como todos casi se quedan afónicos de tanto gritar.
Ya era de noche y regresaban de cenar, iban caminando para hacer digestión y llegar a dormir, la calle estaba casi vacía por lo que Vante le quitó los tapones a Reeves y continuó con su caminata, pasaron por una calle donde había varios bares y lugares para bailar.
— Vamos a una disco – propuso Hugo.
— Vayan ustedes si quieren, yo estoy muerto – dijo Vante poniendo su cabeza en el hombro de su pareja.
— Claro, porque tú ya bailaste – se quejó Hugo – Eres un aburrido.
— No sabía que podías bailar así – JungKook le dijo dejando un beso en su cabello.
— Sólo suele hacerlo por dos razones – dijo HyunAh, quien también parecía cansada.
— Razón número uno; porque está muy ebrio, razón numero dos; porque intenta seducir a alguien – lo delató HwaSa
— Como al puertorriqueño – recordó HyunAh en un suspiro enamorado, abrazando el brazo de su esposo.
— Ay el puertorriqueño – dijeron Vante y HwaSa en el mismo tono.
— ¿Eso cuando paso? – quiso saber Jeon.
— Hace como 2 años – le respondió Hugo – Sino fuera porque soy totalmente hetero, yo si le decía Cámara papi hazme tuyo, jalas o te freseas.
Todos empezaron a reír al reconocer una de sus famosas frases de Hugo, menos JungKook, quien no las conocía, así que decidió no continuar con el tema.
— Entonces ¿nadie viene? – pregunto Hugo insistiendo.
— Lo siento Hugo, pero HyunAh aún debe guardar un poco de reposo – dijo HyoJong.
— Yo voy contigo – contestó HwaSa.
— Entonces nos vemos en el hotel o en el desayuno, como prefieran – Vante comenzó a caminar, aún recargado en JungKook.
Cuando llegaron al hotel se toparon con los padres de Keita y se quedaron un momento platicando sobre su día y después fueron a sus habitaciones.
— Vante – el militar lo llamó, él ya estaba en la cama con el pijama puesto.
— Dime – contestó sin dejar de mirar la pantalla de la computadora, estaba editando el video de hoy.
— ¿Por qué decidiste abandonar tu vida en Corea? – por fin tuvo la valentía para hacer esa pregunta.
— Me di cuenta de que no era la vida que quería, vivía sólo esperando a que alguien me necesitara para hacer algo de mi vida – Vante sabía que algún día le preguntaría, de todos modos, no tenía nada que esconder.
— ¿Esta es la vida que quieres? – preguntó algo temeroso, Vante dejó la computadora de lado e intento moverse, siendo un poco difícil teniendo a Reeves en sus piernas.
— Esto es más de lo que tenía planeado como vida – le dijo tomando el rostro del militar entre sus manos, lo miró a los ojos y después lo besó.
El beso empezó a aumentar de intensidad, JungKook intentó posicionarse encima de Vante, pero Reeves se lo impedía así que rompió el beso.
— Reeves al baño – ordenó, él cómo buen perro se fue e incluso empujó la puerta con una de sus patas para cerrarla.
JungKook regresó a besarlo, esta vez con más intensidad, después se movió para besar su cuello, dejado a Vante con la respiración agitada, sus bellos ojos cafés reflejaban un poco de lujuria, pero su subconsciente le llamaba en busca de razón.
— JungKook... No pienso hacer nada sabiendo que Hugo podría llegar en cualquier momento – Vante habló entrecortado por la sensación de éxtasis.
— No creo que llegue hasta mañana – trató de convencerlo dejando besos húmedos.
— Jeon – habló firme, eso fue suficiente para que el militar lo dejara de lado y regresara a ver la televisión.
— Ya que – contestó como un niño pequeño regañado.
Vante se levantó y fue a abrir la puerta del baño para que saliera Reeves, él le siguió moviendo la cola, volviendo a tomar la antigua posición.
— ¿Después de esto a dónde iremos? – preguntó JungKook tratando de olvidar lo sucedido.
— No lo sé – dijo volviendo a tomar la computadora.
— Espero que sea un lugar tranquilo como Nueva Zelanda – respondió acomodándose para dormir dándole la espalda a Vante.
Vante soltó un suspiro y apagó la computadora, se acomodó lo más posible, abrazando a JungKook por la cintura
— ¿Estas molesto? – preguntó escondiendo la cara en su ancha espalda.
— No – se volteó quedando frente a frente, el empezó a jugar con el largo cabello de su pareja.
— Te prometo que en cuanto estemos en el siguiente destino tendremos más tiempo a solas.
— Eso sería perfecto – dijo dejando un beso en su frente.
JungKook despertó al oír gruñir a Reeves, quien seguía a los pies de la cama, como calentador de pies de Vante, miró a la puerta, la que fue abierta por Hugo, pero no estaba solo, una chica iba detrás de él, Jeon sólo podía verlo incrédulo.
— Llegamos- dijo entre risas que después trato de silenciar
El chico tuvo que tomar a Reeves del collar antes de que se le aventara a la desconocida y con una señal le ordenó guardar silencio, lo último que quería era despertar a Vante.
— ¿Te gusta el anime? – Hugo preguntó, se veía muy ebrio.
— Si ¿por qué? - la desconocida no parecía venir en mejores condiciones
— Es que me sé todos los Jutsus para el día que me digas vas méteme unos de dulce – los dos empezaron a reírse a carcajadas, JungKook no entendió, pero tomó un cojín que sobraba de la cama y se lo aventó a Hugo para hacerlo callar, eso asustó a la desconocida, dando unos pasos para atrás.
— ¿Qué demonios estás haciendo? – le reclamo JungKook en susurros.
— Aguántame las carnes que traigo apagado el inglés, carnal – los dos se miraron sin entenderse.
— ¿Dónde dormiremos nosotros, Hugo? – cuestionó la desconocida.
— Por aquí bella dama – la guió al sofá cama para después acostarse junto a ella.
JungKook los miró con asco pues apestaban a alcohol y con el aire acondicionado apestarían toda la habitación, aun así, regresó a dormir no sin antes ordenarle a Reeves que los vigilara, se acostó volviendo a abrazar a Vante e intentar conciliar el sueño.
No pasaron más de 15 minutos cuando JungKook por su sensible sueño volvió a despertar por el sonido de chasquidos de besos, volteó a mirar de nuevo y vino como Hugo devoraba a la desconocida, una vez más decidió aventarle otro cojín, obligándolos a detenerse.
— ¿Qué te pasa? – Hugo al fin habló en inglés.
— Si yo no tengo sexo tú tampoco – le reprochó volviendo a acomodarse con Vante dándole la espalda.
— Qué hijo de puta...
A que no se esperaban doble actualización e.e
Es porque siento que los tengo abandonados 😔
Espero que les haya gustado tanto como a mi escribirlo xd 💜💜💜
No olviden votar y comentar que es de gente chida 😎👌
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