CAPÍTULO 26
En cuanto aterrizaron sintió sus nervios alterarse de nuevo, no sabía cómo sería la familia de JungKook, él muy apenas habló de ellos en África.
— Tranquilo – JungKook lo abrazó para tratar de calmarlo mientras caminaban por el aeropuerto hacia la salida – Les agradarás, aunque... Mi padre es de pocas palabras así que no te sientas mal si no te contesta o algo así.
— Es bueno saberlo ahora – Vante no pudo evitar ser sarcástico, sentía que los nervios lo comían vivo.
Durante el camino hacia la casa del militar, el trató de distraerlo con cosas sin sentido y tratando de hacerlo reír un poco. Vante a pesar de los nervios pudo apreciar lo linda que era la ciudad, al llegar a la casa de JungKook pudo notar que era un lindo vecindario, tranquilo y lleno de niños jugando en la nieve, parecía un buen lugar para que un niño creciera.
Salieron del taxi y agarrados de la mano se acercaron a la entrada de la casa, Vante sacó a Reeves, parecía emocionado por ver tanta nieve, JungKook se agachó cerca una maseta que estaba en la entrada de donde saco una llave.
— Tan cliché – dijo levantándose y abriendo la puerta.
— No creo que debamos entrar así – el chico estaba inseguro de seguirlo.
— Es mi casa, está bien – le restó importancia.
En cuanto entraron, un fuerte y agudo grito se escuchó, luego fue que JungKook estaba siendo abrazado por una mujer de cabello castaño y más bajita que el militar.
— ¡Regresaste! – gritó aun abrazándolo.
— ¿Acaso lo dudaste? – él también parecía feliz de ver a su hermana – ¿Dónde está papá? Hay alguien que quiero presentarles.
— Él está arriba, voy por él – se fue no sin antes echarle una mirada rápida a Vante.
Ambos se miraron sonriendo ante la linda escena, poco después un hombre bajó, era la copia de JungKook excepto por sus ojos, seguro que eso lo había sacado de su madre.
— Papá me alegra verte – JungKook se acercó a abrazarlo recibiendo unas palmadas en su espalda.
— Tu hermana dijo cosas.
— Cierto, quiero presentarles a mi novio, Vante – el militar le tendió la mano para que se acercara un poco a su padre.
— Mucho gusto – Vante se acercó a estrechar la mano de su padre y su hermana – Vante Pergolizzi.
— El gusto es mío, joven – el padre de JungKook habló formal, Vante sólo se limitó a sonreír
— ¿Por qué no van a dejar sus cosas en el cuarto? – propuso su hermana dándoles un pequeño empujón - Por cierto, me puedes decir Solar.
— Mucho gusto – sólo pudo decir Vante al ser arrastrado por su amado escaleras arriba, siendo seguidos juguetonamente por Reeves.
Al entrar a su habitación, Vante imaginaba que sería como la de un adolescente, pero no era si, su cuarto era de paredes blancas y muebles negros todo tan monotemático, propio de un adulto.
— Pensé que se vería como cuando eras adolescente – opinó viendo todo alrededor.
— Lo sería si alguna vez me hubiera mudado, pero no lo hice – explicó.
Después de acomodar las maletas en una esquina de la habitación, volvieron a bajar, el padre de JungKook estaba sentado en una mecedora mientras leía una revista, nada más ni menos que National Geographic, una de sus últimas ediciones donde salen las fotos que Vante tomó en África, él lo vio como una oportunidad para acercarse a él, un poco nervioso se sentó en el sillón de al lado, dándole una mejor vista de la colección de revistas perfectamente acomodadas que había a un lado de la mecedora en un mueble.
— ¿Le gustan mucho esas revistas señor Jeon? – preguntó no muy seguro de recibir repuesta, sin embargo, el sólo asintió.
— ¿Entonces supongo que le gusta mucho la naturaleza? – volvió a preguntar, el señor Jeon volvió a asentir mientras veía las imágenes de la revista.
— ¿Cuál es su paisaje favorito? – Vante intentó con una pregunta abierta.
— El océano.
— ¿De verdad? Wow – no quiso seguir presionando tal vez sería en otro momento.
— ¿A ti te gusta la naturaleza? – la pregunta tomó por sorpresa a Vante, pero no pudo esconder una pequeña sonrisa.
Desde la cocina, JungKook y Solar veían lo sucedido, con grandes sonrisas, muy pocos lograban entablar una conversación con su padre. El militar dejó de mirar la escena cuando escucho a su hermana jalar aire como si se hubiera acordado de algo.
— ¡JungKook! – gritó en un susurro.
— ¿Qué pasa? – el militar habló con normalidad pues a veces su hermana solía ser tan dramática.
— Se casa nuestra prima Momo – comentó.
— ¿Y que con eso? – seguía sin comprender – ¿No estoy considerado en los invitados?
— Claro que sí, Matías me llamó una semana antes diciéndome que regresaría, así que hice algo... – ahora parecía arrepentida.
— ¿Qué hiciste? – JungKook temía lo peor.
— Pues... le dije a Sana que dejara un lugar para tu acompañante...
— ¿Ya sabias sobre Vante? – su hermano la interrumpió ganándose un golpe en el brazo.
— No idiota, déjame terminar, se supone que yo te iba a obligar a salir con unas cuantas amigas para que alguna fuera tu acompañante, ahora tendré que cancelar todo eso.
— Eso te pasa por metiche – se burló JungKook.
— No sabía que sabias cómo funcionan las relaciones humanas – el chico sólo volteo los ojos.
— ¿Cuándo es la boda?
— En un par de días ¿Por qué? – JungKook no le respondió, simplemente caminó hasta sentarse a su lado.
— Lamento interrumpir su linda conversación, pero ¿Vante traes traje formal?
— Si ¿por qué? – preguntó extrañado.
— Hay una boda... – no dijo nada más para después levantarse e irse a jugar con Reeves, sabía que su padre no volvería hablar si él estaba presente.
Los días pasaban rápido, acercándose cada vez más Navidad, JungKook estaba feliz de estar en casa y más de ver que Vante se sentía cómodo estando con su familia, fue una sorpresa para todos cuando su padre mantenía una conversación con Vante.
El día de la dichosa boda llegó, todo parecía normal en su pequeña rutina que habían creado, pero había cierta emoción en el aire, JungKook tenía cierto afecto a la familia por parte de su madre, pero con la familia de su padre no se llevan muy bien.
Vante estaba un poco triste, porque no había podido contactar con los chicos, al parecer estaban ocupados resolviendo sus propios problemas, agregando que estaban en diferentes países con diferentes horarios lo cual lo complicaba aún más.
— ¿Sigues sin poder contactarlos? – JungKook preguntó al ver el rostro apagado del chico.
— Si... – él solo se dedicaba a desayunar mientras veía a la nada.
— Anímate, ¿Por qué no te despejas y te diviertes hoy? – Solar trató de animarlo – Eso me recuerda que ya me tengo que ir...
Solar se fue apenas terminó su desayuno, para los demás sólo fue un descanso el resto de la mañana y parte de la tarde, Vante y el padre de JungKook se la pasaron comentando sobre un documental que veían, JungKook se dedicaba a dormir en el regazo de Vante y Reeves corría de arriba abajo. Cuando dieron las 4 p.m. era momento para arreglarse, se ducharon y vistieron sus trajes impecables.
— ¿Ese es tu traje? – se burló JungKook al ver el saco con estampados de flores.
— El mío no es aburrido como tú comprenderás – el traje del militar era completamente negro – Déjame terminar de arreglarme.
JungKook sólo peinó su cabello y puso humectante sobre sus labios, Vante hizo lo mismo sólo que él se maquillaba.
— El agua hace milagros – bromeó JungKook al ver al chico, listo y bajando de las escaleras.
— Cierra la boca – dijo acercándose para darle un dulce beso.
El padre de JungKook bajó al poco rato vestido con un traje igual al de su hijo sólo que el llevaba la camisa blanca, tomaron el auto del señor para dirigirse a la iglesia, llegando justo a tiempo tomando lugar en las filas de en medio.
Vante se sentía incómodo pues era un pagano que creía que la iglesia sólo controlaba a la gente a su favor, no tenía nada en contra de Dios, simplemente estaba en contra de como utilizaban su nombre para justificar tanta basura. Para su suerte la misa transcurrió rápido, pudiendo al fin escapar de ese lugar, no quería faltarle el respeto a nadie por no persignarse o algo por el estilo.
— Me preguntaba ¿En qué momento la iglesia se derrumbaría? – comentó el de negro divertido al ver a Vante salir con velocidad.
— Hoy estas de muy buen humor – Vante comentó lo obvio, él sabía que era porque estaba junto a su familia, quienes parecían buenas personas.
— Lo estoy – dijo tomándolo de la mano para caminar juntos hacia el auto y dirigirse a la fiesta.
Cuando llegaron al gran salón, dieron su invitación y una señorita los guió a su mesa, la cual estaba cerca de la pista de baile, todo está bien iluminado, miles de arreglos floreales por todos lados, había mesa de dulces, siendo acechada por los niños, además de la barra de bebidas, eso sí le interesó a Vante, la pista de baile estaba iluminada desde el suelo con diferentes colores, alrededor había sofás, algo que le pareció muy curioso a Vante. Pasaron unos 20 minutos para que todos los invitados llegaran y los novios también, ambos se veían muy felices, se dio el brindis y todas las formalidades para dar paso al gran banquete.
— Qué lindo lugar – opinó una señora sentada en la mesa – ¿No creen?
— Tiene toda la razón tía – le contestó Junkook y su padre asintió.
— JungKook ¿Quién es el joven que te acompaña esta noche? – parecía esperanzada, al parecer toda su familia esperaba que asintiera cabeza con alguien.
— Él es Vante, mi pareja – lo presentó y aunque solo le habló a la agradable señora, todos en la mesa voltearon sorprendidos, aprobando a Vante por la atención.
— Mucho gusto – Vante se limitó a contestar en general.
— Esto tiene que ser anunciado – habló un muchacho que era de la edad de JungKook y portaba un traje azul.
— ¡Sí! – apiñaron 3 chicas quieres también eran primas de JungKook, todas portaban hermosos vestidos de noche.
— Cuando Solar empezó a salir con Byul nadie lo anunció a los cuatro vientos – trató de evitar una tragedia.
— Claro que sí, sólo que tu no estabas – el chico contraatacó y se levantó corriendo para alejarse de la mesa.
El resto de la cena, las chicas sometieron a un pequeño interrogatorio a Vante, pero parecían agradables, se sentía tan cálido al ser bien recibido por la familia de JungKook.
— Familia – se escuchó por los altavoces la voz del chico azul – Sé que el brindis ya pasó, pero yo propongo otro por JungKook – Entonces todos los murmullos empezaron, buscándolo con la mirada, el susodicho parecía muy divertido.
— Brindo por el Ofrecer Alome de JungKook ¡Porque tiene pareja! – lo último lo gritó y toda la familia celebró también, incluso los novios parecían sorprendidos y todos brindaron de nuevo.
El resto de la noche, Vante habló con las primas de JungKook, Solar y algunos otros que se acercaban para conocerlo y desearle suerte, nunca se había sentido tan sociable en su vida.
— Atrapaste al pez gordo – comentó Solar.
— ¿De verdad?
— ¡Si! – una de las primas habló – JungKook no tenía tiempo para las relaciones porque todo estaba reservado para trabajo, pero bueno todo era su excusa.
— No lo sabía... – Vante no encontraba las palabras para responder.
— Pero está bien, ahora lo veo muy feliz – todos voltearon a otra mesa donde JungKook estaba hablando demasiado animado con algunos de sus primos y amigos, parecía que los tragos se le estaban subiendo.
— Vante quiero pedirte algo – Solar lo tomó de las manos, parecía seria y un poco triste – Por favor, intenta que JungKook vuelva a reunirse con la familia.
— No entiendo.
— Cuando JungKook entró a la milicia oficialmente, él se separó de la familia para evitar el dolor de perderlo – le contó Byul, la novia de Solar – Pero eso es una tontería.
— No hay que hablar de eso, mejor vamos a bailar – otra de las primas se levantó y obligó al resto a hacerlo, dirigiéndolos a la pista de baile.
La música era rítmica y divertida, todos parecían muy a gusto, la música cambió a una más tranquila, provocando que la mayoría se fuera sentar y solo estuvieran parejas.
— Bailemos – JungKook llegó muy sonriente poniendo las manos en la cintura de Vante y este le rodeara el cuello con los brazos.
— Este borracho – le dijo Vante empezando a balancearse a los lados siguiendo el ritmo de la música.
— Seguro que si – JungKook parecía verlo con más intensidad, Vante le dio lo que sus ojos pedían, besándolo con intensidad haciendo temblar las piernas del chico y el corazón comenzó a latir a mil por hora.
La fiesta acabó hasta las 2 a.m., JungKook quería ser el último en irse, Vante lo obligó a levantarse para dirigirse al auto, se despidió de todos claramente muy ebrio, Vante manejo de regresó siendo guiado por el padre de JungKook.
Cuando llegaron todosse despidieron y se fueron a dormir, Vante se sentía muy feliz de ver una nuevaetapa de JungKook, aunque este en cuanto tocó su cama se quedó profundamentedormido
Regrese antes de lo esperado pero bueno. Ya no tengo tarea así que estaré actualizando más seguido
No olviden comentar y votar que es de gente chida😎❤💜
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