Capítulo dedicado a MadeRincon  JacquelineGonzale926 OriannaSxtx LoveRoxylove  IsabellayElviraHuesc por comentar, votar y leerse como pan caliente la historia. Muchas gracias. 

Stella

Un par de años después.

Ninguno de los dos puede dejar de reír, creo que jamás me había divertido tanto en una entrevista. Llegamos esta tarde y no hemos tenido tiempo de dormir, creí que presentarnos en el programa de Maya sería un error considerando nuestro cansancio, pero me alegra que lo hayamos hecho.

—Les aseguro que aquí sus fans y su servidora estamos muy al pendiente de su vida, recién regresan a Bridgen después de un par de años de ausencia, ¿cómo se sienten?

Intercambio miradas con Erick y su sonrisa me indica que tengo que explicarlo yo.

—Ha sido algo complicado, lo hemos mencionado varias veces y es que Erick y yo a penas teníamos tiempo para vernos.

—O llamarnos —agrega.

—Y ni qué decir de los mensajes, nuestros celulares estaban lejos de nosotros gran parte del tiempo.

—Los entiendo chicos, mejor que nadie, uno entiende que sus trabajos exigen mucho de ustedes, pero al fin han vuelto. Dime, Stella —se muestra mucho más interesada—. Teníamos entendido que este año iniciabas una grabación importante en Nueva Zelanda.

—Quería centrarme en otras cosas importantes, dejé la grabación en manos de Cory, los chicos estarán bien, además tengo proyectos personales aquí en Bridgen, hace poco más de seis meses se estrenó Proyecto Renacer y espero que la gente siga mostrándose optimista con esa película.

Se escuchan los aplausos, los gritos, la gente emocionada por lo que esta película supone y no dejo de ver a quienes se muestran un tanto decepcionados, les dije que después de Proyecto Renacer me tomaría un tiempo para mí.

—Ahora, Erick —ya no oculta su sonrisa—. Todos aquí queremos los detalles —se muestran fotos detrás de nosotros de nuestro viaje hace un par de meses—. Queremos la explicación y todos los detalles del anillo que Stella tiene en el dedo.

Admiro el anillo como si fuera oro, es el más grande recordatorio que tengo de que, pese a las dificultades y los problemas, lo que Erick y yo tenemos es real, y la mejor parte de nuestras vidas recién empieza.

—¡Al fin casados! —me acerca más a él para darme un beso en la frente—. Organizar una pedida de mano ya es todo un reto ahora imagina que le pides a Stella Remington que se case contigo.

—Evidentemente le dijiste que sí.

—Me amenazó —susurro—. Ayuda.

—Fue en Italia —puedo sentir su mirada sobre mí—. Cuando dejó de grabar su película yo dejé mi trabajo, necesitábamos unas vacaciones y el pianista favorito de Stella se presentaría en Italia, me pareció un plan perfecto llevarla y que lo conociera.

Eso sin duda es algo que caracteriza a Erick, no importa cuánto le cueste algo, si lo quiere, lo conseguirá. Era imposible que pudiera organizar una charla con Ludovico Einaudi, no sé cuánto dinero gastó para que pudiera conocerlo ni la cantidad tan abrumadora de contactos que debió llamar, pero lo logró.

Me sentía soñada, después del concierto pude hablar un poco con él y cuando salí y llegamos a la casa que estábamos rentando, aparecieron los pétalos, la música perfecta y luego él, arrodillado frente a mí mostrándome el interior de una pequeña caja.

—He dicho siempre que mereces solo lo mejor —a este punto contener las lágrimas era difícil—. Sé bien que no soy perfecto, pero quiero que me des la oportunidad de demostrarte que por y para ti puedo mejorar. Cambié desde que te conocí, Stella y ahora no puedo imaginarme un solo día lejos de ti. ¿Me concederías el honor de ser tu esposo?

—¿Tendría que ponerte yo el anillo a ti?

—Stella.

—¡Sí, por supuesto que sí! —me lancé hacía él para poder besarlo.

Ninguno beso se sentirá como este jamás.

—Muy conmovedor —la voz de Maya me devuelve a la realidad—. Y ¿ya están las cosas listas?

—La gran mayoría, hay un par de ajustes que hacer, pero la boda será un par de meses, todavía tenemos tiempo.

—Y después, todo el tiempo del mundo juntos.

Sujeté su mano y continuamos con la entrevista, una en donde ambos participábamos por igual y les contábamos a la gente lo que había sido de nosotros estos años, nuestros logros y lo que haríamos de ahora en adelante.

Cuando terminamos y regresamos al mundo real la presión de la prensa regresó, nos costó trabajo llegar al auto y no dejaban de bombardearnos con preguntas absurdas, hemos aprendido a ignorarlas.

Ni Erick ni yo íbamos a dejar de trabajar en lo que nos apasionaba, pero sí queríamos este tiempo para nosotros, disfrutar de la boda, la luna de miel y con suerte en un par de meses regresar al trabajo. Thomas dijo que no importaba el tiempo que decidiéramos darnos, siempre tendría trabajo para nosotros.

—Oye —termino de responder unos mensajes—. Sé que no hemos dormido nada, pero en serio tengo que ir a una prueba del vestido, la diseñadora ha estado haciendo todo sin tenerme presente, tengo que aprovechar que regresamos.

—Sí, la organizadora también me llamó, quiere que vaya a Forest Coast a revisar unas cosas del salón.

—Erick, tendrías que manejar poco más de una hora, estás muy cansado, ¿no puedes pedirle a alguien que te lleve? O pide al menos un taxi.

—Pensé en Leonel, pero está en un viaje con Danna.

Ah, sí, el viaje, lo había olvidado por completo. Me daba gusto que, después de un par de decepciones amorosas, Danna haya encontrado la clase de amor que merecía, no podía sentirme más feliz por ella. Ese par también se casará, la gran pregunta es ¿cuándo?

—Pide un taxi, amor, en serio.

—Creo que no tengo opción —bosteza mientras estaciona el auto—. Tienes una sesión de fotos —sonríe al notarlo—. Lo olvidaste, ¿cierto?

—No puedes culparme, estos días por alguna extraña razón han sido...

—¿Estresantes?

—Cansados. No me estresa la boda, sino que apenas nos dan tiempo para nosotros.

—Hey —me da un beso corto—. Pronto el caos terminará y seremos solo tú y yo, nada más interponiéndose.

—Cuento los días para la boda.

—Imagínate yo.

Al entrar al edificio me reviso constantemente en el espejo, no luzco tan mal, o eso espero. Alistan las cosas cuando me ven entrar y comienza la sesión, me toma más tiempo del que esperaba. Termino más cansada que antes y todavía tengo que ir con la diseñadora.

Estar comprometida también implica mucho esfuerzo.

—Es todo por hoy, Stella, muchas gracias.

—A ustedes.

Con pesar salgo del edificio para encontrarme con un auto que reconozco a la perfección. No puede ser, sí es él. ¿Lo es?

—¿Alguien me extrañó?

—¡Javi!

Dejo la bolsa y voy corriendo a abrazarlo, la fuerza con la que corresponde es clara, también me ha echado de menos.

—Pensé que estabas en Steelney trabajando.

—Decidí volver a resolver un par de casos aquí en Bridgen, no me malinterpretes, lo interesante está allá, todavía resuelvo un caso de un empresario importante, pero no importa. ¿Puedo verlo?

No espera respuesta y toma mi mano, se detiene a ver el anillo y tras cada segundo que pasa más se ensancha su sonrisa.

—Es real, pensé que lo estabas inventando para que no pensara mal de Erick, debió costarle una fortuna, ¿se lo dio su jefe ratero?

—Javier —le doy un manotazo.

—Oye, que la chica de la teoría conspirativa eres tú.

Me mira diferente

—¿Qué pasa?

—No puedo creer que te vayas a casar y que estaré ahí para verlo. Oh, Stella —me abraza con fuerza—. Gracias por dejarme ser parte de esto.

Esta vez todo había sido diferente, la distancia no arruinó nada, ni mi relación con Javi, ni lo que estaba construyendo con Erick, tampoco me apartó de mi mejor amiga. Una mentalidad diferente y personas dispuestas a poner siempre de su parte para que esto saliera adelante. Funcionó.

—Me harás llorar y todavía tengo que ir a la prueba de vestido.

—Te llevo.

Admito que sigo cansada, pero Javi venga hablando todo el camino y me pregunte cosas me mantiene con la mente ocupada en otras cosas y no tengo que estar estresada como lo he estado durante la última semana.

La diseñadora me espera con una sonrisa y hace los ajustes necesarios en el vestido, veo de reojo a Javi que se limpia una lágrima con la manga de suéter.

También vi un vestido casual blanco en la entrada, me lo pruebo para ver qué tal se me ve, quería usarlo para cuando vayamos al aeropuerto después de la boda.

—Me gusta —lo escucho detrás de mí—. Te sentirás mucho más cómoda con él, créeme.

—Sí, luce bien, creo que me lo llevaré.

—Stella —entra corriendo a la tienda.

—¿Erick?

—¿Erick?

—¿Javi? —se muestra un poco confundido—. Nos ponemos al día después. Tenemos que irnos, amor.

—¿A dónde?

—Solo vámonos.

Todavía con la respiración agitada toma mi mano y me lleva con él.

—Erick no he pagado.

—¡Corre por mi cuenta, amiga!

Ni siquiera alcanzo a agradecerle porque Erick se apresura a poner en marcha el auto y yo sigo sin entender qué es lo que está pasando.

—Unos tipos atrás, quieren matarme.

—¿Qué?

Se mantiene concentrado mientras hago miles de preguntas en cuestión de segundos, creo que incluso he perdido la noción del tiempo y veo que nos alejamos de la ciudad, no veo a nadie por el retrovisor, ningún auto nos sigue, lo que me preocupa es que Erick se empieza a reír.

—Perdón, ¿mi preocupación te parece graciosa?

—Solo tu expresión, descuida. Es broma, nadie quiere matarme..., que yo sepa.

—¿Me explicas qué es todo esto?

—Me gusta cuando no sabes qué es lo que sucederá, me da la satisfacción de saber que en serio puedo sorprenderte.

Ya no hay autos cerca de nosotros, solo un amplio campo, conozco el lugar, hemos venido por aquí varias veces. El auto se detiene.

—¿Qué no fuiste tú la que me dije la semana pasada que tenía que vivir un poco?

—Más no provocar que casi me dé un infarto.

—Estamos estresados, Stella, es nuestra boda —asiento, pero creo que no se ha explicado bien—. Nuestra boda. Nuestra organización, nuestro dinero y nuestro tiempo, hemos estado tan estresados porque mi madre te dice que veas lo del vestido, tu padre no deja de insistir con el salón y los invitados, debemos llevarlo a nuestro ritmo. Lo pensé cuando iba a mitad de camino y regresé por ti, no quiero estar preocupado por lo que pasará, me da igual si el azul de las mesas es más claro, o si las flores están donde deben estar. Lo único que me importa es la persona a la que estaré esperando en el altar.

—Y por eso te amo.

Desde que me propuso matrimonio me he sentido más sensible, casi todo me hace llorar, y desde entonces también ha existido esa necesidad de estar juntos, más del tiempo del que siempre acostumbramos.

—A nuestro ritmo será.

—Esa es la respuesta que quería oír. Y como no tenía mucho tiempo traje esto —en la parte trasera del auto había pizza, ni siquiera lo noté—. Un poco de relajación.

Tomo su teléfono y el mío y los dejo en el auto.

—Podrían buscarnos.

—Eres con la única persona con la que quiero estar, Erick. Que nos busquen si quieren, suerte encontrándonos.

—Esa es mi chica.

Buscamos un buen lugar para poder quedarnos y disfrutar de la comida, recién me doy cuenta que tiene el traje puesto, asumo que también canceló su sesión de fotos.

—No llegaste a tiempo con la organizadora, te matará.

—Tiene un genio insoportable, creo que es mejor cambiar de organizadora, ¿qué dices?

—No tengo problema.

Cuando la comida se termina saca una bocina y sé bien lo que viene.

—¿Tengo que agregar algo a nuestra playlist? —me ayuda a ponerme de pie.

—No, esta canción ya está en la playlist. ¿Me concede esta pieza, señorita Remington?

—Encantada, caballero.

Nos balanceamos al ritmo de la música. Those eyes, en el momento preciso, me atrevería a decir que al mismo tiempo, Erick y yo pensamos que esta canción nos describiría de muchas maneras, decidimos dedicárnosla el uno al otro.

—¿Sabes? podríamos casarnos ahora, tengo el traje y tu el vestido.

—No me digas.

—¿Me creerías si te digo que tengo al pastor que nos casará encerrado en la cajuela?

—A este punto te creo capaz de cualquier cosa, Erick.

Cuando lo miro todo lo demás desaparece, no hay caos, no hay más problemas, mi corazón se siente en paz cuando está conmigo. Soy consciente de que no me alcanzarían las palabras para expresar cuán agradecida estoy de tenerlo conmigo, habiendo tantas chicas más.

—Mil veces.

—¿Qué?

—Se lo que piensas, Stella, conocerte bien es como mi sexto sentido, sin importar la infinidad de chicas que existan en este mundo, yo te seguiría escogiendo mil veces más, porque te amo.

—Y sabes que yo a ti. Sin importar qué.

Nos detenemos a escuchar esa última parte de la canción y sonreímos, es él quién habla.

—Porque las pequeñas cosas que haces.

—Me recuerdan porqué me enamoré de ti.

Las pequeñas cosas sí hacen una diferencia. Todo me lleva a ese momento, en la rueda de la fortuna, cuando el chico del paraguas entró corriendo temiendo por su vida. Recuerdo a la chica que empezó a conocerlo temiendo salir herida, y tal vez hubo muchos obstáculos, pero ¿qué es la vida sin un poco de riesgo?

Recuerdo a ese chico entregándome todo su amor, me recuerdo a mí correspondiendo. Los años que estuvimos lejos, el reencuentro que tuvimos, y cuando pensé que estaba saliendo adelante, vuelve a aparecer, al final mi vida sin él no se sentía completa esa es la verdad.

Ahora todo lo que veo es a una pareja feliz a punto de casarse, disfrutando de cada momento juntos.

Sí, después de todo se siente como si volviera a casa. Lo miro y no puedo dejar de pensar que sí hay personas destinadas a estar juntas. ¿Erick y yo? Era inevitable.

¿Y tú? ¿Crees en el destino?

FIN. 

No estoy llorando, ustedes sí. 

Mentira, sí que es difícil cuando pones el punto final, nos despedimos de personajes que nos marcaron, nos enseñaron algo o cuando menos nos sacaron más de un risa. 

Muchas gracias a todas las personas que votan, comentan y comparten, también a aquellos fantasmitas que solo la leen. Lo que siempre he querido con mis historias es poder conectar con los lectores, espero que hayan podido sentirse identificados con algún personaje.

No es el fin, quiero anunciarles que "Proyecto Renacer" Mi nueva novela y película de Stella para los que recuerden, ya está disponible en mi perfil con los primeros tres capítulos, iré subiendo semanalmente más, espero que puedan pasar por allá y disfrutar de la historia. También les recuerdo que tengo más novelas en mi perfil por si están interesados, un banda que quiere triunfar y un grupo de sobrevivintes que escapan de zombies.

Espero verlos en otras historias.

De corazón, gracias por la oportunidad. 

—Sara Rufino Mejia