26 | Promesas, promesas
Stella
Hoy es un buen día, recién terminé una llamada con Cory donde me dijo que debía ir con él para enseñarme un par de cosas antes de hacer lo de mi trabajo «oficial», he tratado de contactar a Erick para contarle, pero no lo conseguí, Marcelo dice que no lo ha visto y se ha portado un poco extraño, igual traté de no darle mucha importancia.
—¿Estás emocionada? Yo estoy emocionada, siento que emoción podría ser mi segundo nombre.
—Danna, no es para tanto.
—¿No es para tanto?
—¡Tienes razón! —hablo en un tono más agudo—. No puedo creer que esto por fin esté pasando.
—¿Tus padres que te dijeron?
—Papá insistió en que quería llevarme, pero le dije que iría con Erick, mi mamá no ha dejado de llorar estos días porque cree que me voy a la otra punta del país cuando solo estaremos a cuatro horas de distancia.
—Así son los padres —termina de guardar un par de cosas en su mochila—. Los míos están bastante tranquilos.
—No creo —reviso el chat con Erick, no se conecta desde ayer—. Tu mamá se pondrá a llorar cuando te despidas, te lo aseguro.
—Siento que al fin todas las cosas se acomodan.
Tomamos asiento al borde de la cama, aunque esto en verdad esté pasando sigue pareciendo que estoy en un sueño.
—Nos vamos juntas hoy y comienza la aventura, no defraudaré a Cory.
—Y yo no le fallaré a la empresa.
Ambas tendremos que dar lo mejor de nosotras, siento que es la primera vez que en verdad estoy haciendo algo por mi cuenta.
Nos adentraremos a lo desconocido, lo que implica llevar los gastos de un departamento y tolerarnos en nuestros peores momentos porque, por mucho que digamos que nos queremos sé que habrá momentos donde quizá desesperemos a la otra, pero confío que lo lograremos.
Me gustaba pensar que así sería, que pese a los problemas seguiríamos siendo amigas, me preocupaba que algo malo nos pasara, eso sucedió con Javi, de nuevo se volvió a desaparecer, no responde mis mensajes ni atiende mis llamadas, sigue subiendo fotos con Amelia y yo vuelvo a pasar a segundo plano. Siempre la segunda opción.
—Oye —sostiene mi mano—. Sé que estás nerviosa por todo lo que puede pasar, pero te prometo que en cuanto algo se salga de nuestro control lo hablaremos, ¿okey? Ninguna discusión debería ser tan grave como para terminar nuestra amistad.
—Tienes razón, si tenemos un problema lo solucionamos al instante y no actuamos de manera inmadura dejándonos de hablar.
—Me parece justo —estira su mano—. ¿Es una promesa?
—Es una promesa —respondo estrechándola.
—Bien, tengo que ir con mis padres, pero te veo en la tarde para irnos.
—Sí, Erick me dijo que pasaríamos por ti, pero si puedes venir a la escuela mucho mejor.
—Bien, entonces regresaré.
Me quedo en el dormitorio revisando una vez más que lleve todo lo que necesito, cuatro maletas me parece que son suficientes, con la ropa, maquillaje, fotografías y todo el material que tengo para ir con Cory creo que apenas alcancé a distribuirlo bien. Retrocedo para ver lo vacío que ahora luce el dormitorio y tiro algo.
—Casi me olvido de ti —digo para mí misma levantando el portarretratos.
Me gusta mucho la foto, estoy con Erick y Javi en el campus en uno de esos tantos días soleados y sonreímos, era lindo cuando estábamos juntos. La guardo junto con el resto de fotos y tomo el móvil para llamarle a mi novio, pero la línea está ocupada.
Llamada entrante: Cory.
—¿Hola?
—Stella, ¿emocionada por venir?
—Bastante —confieso.
—Quería mostrarte un par de cosas en el estudio en cuanto llegues, ¿crees que tengas tiempo?
El estudio, voy a estar en un estudio de grabación con Cory, nada podría sonar más irreal que eso.
—¡Sí! Por supuesto que sí, Danna y yo estaremos en Bridgen en la noche.
Se escucha ruido del otro lado, me había comentado que tenía un proyecto pendiente, no puedo esperar para estar allá.
—Perfecto, enviaré a un chofer a que las busque, en cuanto puedas mándame la ubicación del apartamento, ¿de acuerdo?
—Claro.
—Y dile a Erick que también es bienvenido por si te quiere acompañar.
—Se lo haré saber.
Se despide y antes de que cuelgue la llamada alcanzo a escuchar que le grita a alguien que se debe repetir la escena. Siempre sonrío de solo imaginar el día en que sea yo quien esté dando las instrucciones, quien dirija todo.
Llamada entrante: Erick.
—¡Justo el chico que quería escuchar! —le respondo feliz—. Cory me acaba de llamar, dice que te puedes quedar conmigo en la noche, quiere que vaya al estudio porque me mostrará un par de cosas, mi papá también me escribió en la mañana diciendo que estaba indignado por no poder llevarme, pero dice que me quedaré en buenas manos.
No me había dado cuenta de lo rápido que estaba hablando hasta que terminé de hacerlo, Erick se había mantenido callado, creí que había algo mal en la llamada o que tal vez lo estaba hartando con mi actitud... No, lo conozco bien, incluso si hablara de lo mismo por horas él me escucharía feliz.
—¿Erick? ¿Va todo bien?
—Sí, me alegra que vayas a ir con Cory —su voz no me expresaba precisamente alegría.
—¿Te ocurre algo?
—De hecho, sí. ¿Crees que podamos hablar?
El tono con el que lo decía me inquietaba un poco.
—¿Es sobre la casa de tu abuela? Creí que habías dicho que la rentarías, lo hablamos y la idea te pareció buena, si te preocupan los vinilos, ya te dije que los cuidaré bien, vienen conmigo a Bridgen.
Lo escuché suspirar con pesadez y, aunque no pueda verlo, sé que está angustiado.
—No, no es por la casa, es algo más importante. ¿Podemos vernos?
—Sí, estoy en la escuela iba de camino al campus.
—Tardaré un poco en llegar, pero te veré ahí.
—De acuerdo, te espero entonces.
Por alguna extraña razón no termina la llamada, no se despide, no dice nada, siento que solo está del otro lado escuchando mi respiración y ya está.
—Stella...
—Dime.
—Te amo —se quiebra un poco su voz.
—Erick me estás preocupando, ¿todo bien?
—Todo bien, solo quería decírtelo.
—También te amo.
Y ahora sí, sin añadir nada más, cuelga la llamada. Fingiré que eso no ha sido un momento incómodo. Voy hacia el campus para esperarlo, no hay nada mejor que pueda hacer en estos momentos, me relajo un rato escuchando música y recibo cientos de mensajes de mi amiga.
Danna: ¡ESTO ES UNA EMERGENCIA!
Danna: Por favor no te vayas a alterar, me lo acaba de enviar un número desconocido, no entres en pánico ¿sí? NO ENTRES EN PÁNICO.
Danna: ¡¡¡¡Es que te juro que lo mato!!!!
Danna: Danna ha enviado una imagen.
Cuando la abro no puedo evitar sentir una presión en el pecho y pensar que, de alguna manera, todo ha sido en vano. Creí que este tema ya había terminado. La foto es de Erick y Paula, están fuera de la cafetería cerca de la casa de su abuela, se están besando y sí, la foto es reciente.
Intenté justificar las cosas la primera vez, fingir que no era tan grave, que podía ser una foto antigua y no debía sentirme mal porque en ese entonces Erick no estaba conmigo, pero ¿ahora qué? ¿Tengo que seguir fingiendo que no me afecta?
—Hola, Stella.
—No es posible, ¿quién te dejo entrar?
—Dije que era alumna de la escuela, dudo que el guardia conozca a todos los estudiantes.
—Esto es absurdo, Paula. No me quedaré a tener esta conversación de nuevo.
Me sujeta con fuerza de la muñeca, luce bastante decidida a charlar conmigo y todo lo que yo necesito en estos momentos son explicaciones de parte de Erick.
—Te robaré solo cinco minutos y me iré, pero es mejor que te enteres por mí, de lo contrario Erick seguirá jugando contigo.
—¿De qué demonios estás hablando? —suelto, molesta.
—Cinco minutos, Stella.
Ya no importa si quedarme a escucharla es correcto o no, a estas alturas ella va a ser la única que podrá darme respuestas.
—Ni un minuto más —aclaro.
—Lo que voy a mostrarte no es algo de lo que me sienta orgullosa, pero en tu lugar me gustaría que alguien fuera clara y sincera conmigo —enarco una ceja—. Recientemente tuve una charla con Erick, donde me dijo que —a este punto mi corazón amenazaba con salirse de mi pecho—, que no quiere estar contigo y como la última vez pediste pruebas quiero dártelas ahora.
—¿Tienes pruebas? —pregunto con el nudo en la garganta y asiente—. Si son más fotos yo no
—No —interrumpe—. Esta vez es una grabación, quiero que lo escuches de la voz del propio Erick para que no te queden más dudas.
Busca algo en su celular y siento que está tardando una eternidad solo para ponerme más nerviosa.
—¿Tanto te cuesta encontrar una grabación?
—La guardé bien —sigue buscando—. Pensé que sería bueno que lo supieras sobre todo ahora que Erick se va.
—¿Cómo que se va? —deja de buscar en cuanto me escucha y me mira con tristeza.
—¿No te lo dijo? Se va a London, su vuelo sale esta noche. Por eso me buscó, necesitaba una carta de recomendación de mi padre.
No hay palabras ni reacción alguna, me quedo helada en mi lugar procesando lo que dijo, se va. Debí imaginarlo, todos terminan haciéndolo.
—No tenía idea.
—Mira el lado positivo, la relación falsa tenía que terminar en algún momento.
—¿Falsa? —suelto una risa irónica.
—Escúchalo por ti misma —deja su teléfono frente a mí y comienza a reproducir la grabación.
«—Se lo voy a decir a mi manera, ¿okey? ¿Cómo esperas que se lo tome?
—¿Qué le dirás, Erick?
—Que sigo enamorado de ti, Paula. Todo este tiempo he estado con ella para ponerte celosa, me jodía que escogieras a otros antes qué a mí, te quiero recuperar.
—Erick yo también siento lo mismo, pero ¿y Stella?
—Si la tuviera de frente le diría, nunca te he amado
—Stella es bastante ingenua.
—Solo una cara bonita más. ¿Quién se fijaría en ella?
—Tienes razón, amor. Lamento todo lo que pasó, pero en verdad quiero estar contigo.
—Tenerte a mi lado es todo lo que siempre he querido.»
No imaginé que simples palabras fueran capaces de destrozarme, mis ojos se cristalizan y el dolor en mi pecho incrementa a cada segundo. Lo supe desde que lo conocí, ese día estaba dispuesto a recuperar a Paula, siempre que ella lo buscaba él estaba disponible.
Se siente como si te estuvieran apuñalando una y otra vez. Crees conocer a las personas de tu alrededor, crees que te quieren y siempre estarán ahí, pero no es así, todos terminan yéndose.
—Lamento que te hayas tenido que enterar de esta forma —menciona.
—Significa que regresaron.
—Creo que en realidad nunca cortamos, solo nos estábamos dando un tiempo, Erick nunca dejó de amarme.
Limpio con brusquedad la lágrima que resbala por mi mejilla, como si me quemara.
—Pensé que lo que teníamos
—¿Era real? Déjame adivinar, te dijo cosas como que eres especial, que siempre va a creer en ti y nunca te dejará sola, puede que te haya llevado a un lugar y te haya dicho que eres la primera persona a la que lleva ahí ¿no? —no sé qué expresión habré puesto para que ella se sorprendiera—. ¿Te llevó a la cabaña? —asiento y parece ponerse más tensa—. Sí, nuestra primera cita fue ahí.
—No te creo.
Debo verme muy patética para estarlo defendiendo ahora.
—Y supongo que te dijo que crearan una playlist ¿verdad? Apuesto a que empezó con black butterflies and deja vu, no creo que sea muy original contigo, Stella, es lo que hace con todas, a mí también me enviaba canciones.
—¿Paula? —pregunta Erick.
Por supuesto que iba a ser la primera persona que vería.
—Hola, cariño.
—¿Qué está pasando aquí?
Lo único que impide ahora que me eche a llorar es que le estoy dando la espalda, no puedo verlo.
—¿Stella?
—Tengo que irme, tengo un horario que cumplir con Cory —paso a su lado y me detiene del codo.
—Sé bien que no es cierto.
Lo encaro, molesta.
—¿Te aprendiste mi horario?
—De memoria.
—Creo que Paula quiere hablar contigo.
—¿Y por qué querría yo hablar con ella?
Me suelto de su agarre, ¿todavía pregunta por qué? Tal vez porque la ama, porque siente cosas por ella que nunca sentirá por mí.
—Quizá está esperando que le envíes una canción.
En serio se ve confundido, casi me trago su actuación, camino tan lejos de ellos como puedo y de pronto la escuela se vuelve más grande de lo que es, es como si hubiera caminado demasiado y aun así no logro llegar al edificio. Antes de sentirme aliviada, de nuevo siento que me jalan del brazo.
—No es cierto, lo que te dijo no es cierto.
Mi paciencia también tiene un límite.
—¿No es cierto? —comento, irritada—. ¿No es cierto que se besaron fuera de la cafetería? —estaba a punto de decir algo, pero se mantuvo callado—. ¿No es cierto que desde que me conoces dijiste que querías recuperarla? ¿No es cierto que te largas a London hoy y yo no lo sabía?
—Te lo quería decir, por eso necesitaba hablar contigo.
—¿No es cierto que todo este tiempo has estado jugando conmigo y nuestra relación fue una farsa?
—No —responde muy seguro—. Te dije que te amo. Stella nunca había dicho algo más real.
—¿Pues sabes qué? No te creo —remarco cada palabra—. No puedo —me doy la vuelta para alejarme y se planta frente a mí.
Ni siquiera sé por qué sigue insistiendo con esto, solo quiero que me deje en paz, que se largue con Paula si tanto la necesita.
—Te juro que te lo quería decir, pero me daba miedo la reacción que fueras a tener, yo tampoco he tenido relaciones a distancia que funcionen, de ningún tipo, quería hablar contigo, sabía que me amabas y que podríamos llegar a una solución.
—¿No se te ocurrió decirme no lo sé, un poco antes? ¿Qué querías decirme hoy, Erick? Oh, Stella, casi lo olvido, tomaré un vuelo esta noche para largarme a London a una universidad de la que nunca te hablé, ya sabes que no suelo tenerte mucha confianza por eso decidí hacerlo horas antes de irme.
—No es eso.
—Déjalo, en verdad espero que te vaya bien.
Y lo decía con sinceridad, solo quiero que guarde silencio, no puedo seguir soportando que me mienta.
—Te lo iba a decir —insiste—. No me iba a ir sin que lo supieras.
—No me interesa, todos son unos falsos, ninguna persona ha cumplido su promesa de estar conmigo, ni siquiera Javi, y no me importa que te vayas, me duele que el tiempo que pasé contigo no significó nada para ti. Si tan solo me hubieras dicho que tu plan era poner celosa a Paula, le habría cedido mi lugar y ella se habría quedado contigo los dos meses enteros que sufriste por la pérdida de tu abuela.
—No la quería a ella, sino a ti.
—A otra con ese cuento.
—Espera, espera —luce desesperado porque le crea ¿para qué?—. No estás molesta porque me vaya ¿cierto?
—Estoy molesta porque jugaste conmigo, porque este tiempo lo único que querías era recuperar a tu ex, no es mi problema si quieres seguir aferrado al pasado, pero al menos yo sí veía un futuro contigo.
—Y aún podemos...
—¡Erick, cállate! —supliqué—. Si quieres irte y estar con ella, hazlo. Yo no te pienso detener.
Cuando me fui le costó un par de segundos reaccionar, después lo escuché seguirme de nuevo, sin importarle lo que le dirían me siguió hasta el edificio de chicas y no le quedó más remedio que quedarse fuera una vez que cerré la puerta.
—Stella —la tocaba con desesperación—. Ábreme.
Me quedé sentada en el piso pegando mis piernas a mi pecho y él estaba allá afuera insistiendo en que teníamos que hablar. No quiero hablar, quiero irme.
—No pienso irme hasta que abras la puerta.
—Déjame en paz, Erick.
—No. Si luché por recuperar a la chica incorrecta cuánto no haré por ti, Stella, que sé que eres la indicada.
No volví a hablarle, me quedé ahí pensando en cómo dejé que alguien me utilizara de esa forma, vi el collar que colgaba de mi cuello y el brazalete que tenía, ambos siendo el recordatorio de dos personas que no cumplieron su promesa.
Todos se van, alguien debería enseñarte a no encariñarte tan pronto con las personas porque cuando dejan de estar para ti el hueco en tu pecho se vuelve imposible de llenar. Eso es lo que hacemos con la gente, por voluntad propia les damos las armas suficientes para destruirnos y cuando se marchan, se llevan consigo tu corazón.
La pantalla de mi celular se ilumina con un nuevo mensaje.
Erick: Música, siempre funcionó con nosotros, ¿qué tal esta canción? See I'm sorry, seafret.
Debía ser muy idiota para estar haciendo esto, me puse los audífonos y reproduje la canción.
«Vamos a llegar a la verdad antes de apagar la luz, en vez de pelearnos necesitamos arreglar esto esta noche. Sabes que te amo»
«No puedo decírtelo a la cara, pero puedo decirlo en una canción. Mira, lo siento por las cosas que he hecho»
Si esperaba que una canción arreglara todo, está muy equivocado, eso no funcionará.
—Dile que tiene que —su frase se ve interrumpida en cuanto Danna le azota la puerta y se hinca frente a mí.
—Déjame golpearlo.
—No lo vale, Danna.
—Me da igual si no lo vale, déjame golpearlo.
Al no obtener respuesta se queda a mi lado abrazándome, ninguna de las dos dice nada, está ahí solo apoyándome y creo que eso vale más que cualquier palabra. Envío un par de mensajes y es mejor terminar de preparar las cosas, cuanto antes pueda irme, mejor.
—Iré a revisar que todo esté listo, te aviso cuando esté aquí.
—Gracias.
Cuando la puerta se abre de nuevo no alcanzo a escuchar la amenaza que le suelta mi amiga a Erick, solo sé que de nuevo se queda afuera y no le veo intenciones de irse, es una lástima, su novia debe estarlo esperando.
Erick: De acuerdo, esta canción tal vez te convenza más. Remember to remember me/ Isak Danielson.
Me sorprendía que Erick y yo estuviéramos tan conectados con la música que parecía que siempre teníamos una profunda conversación tan solo con enviarnos alguna canción, en la música siempre hayamos las palabras que no podemos expresar.
Yo: Tengo una mejor. Let go of your love/ Thousand Below.
Esta canción describe tan bien como me siento. Cuando todo tu mundo se derrumba por una persona y ni siquiera parece importarle.
—Stella, haré lo que sea si te quedas —no hubo respuesta—. Quédate. Déjame explicarte todo.
Recibo un mensaje de Danna, ella se encargará del resto, nunca he sido buena para las despedidas, así que salgo por la ventana para dirigirme al estacionamiento, incluso a distancia distingo el auto de papá, no le di muchos detalles, solo que había tenido un problema con Erick y necesitaba que él me llevara. Por supuesto, no se opuso.
—Stella —cuando me volteo a verlo veo... Finge muy bien el dolor—. No puedo dejar que te vayas así.
—Sí puedes, suéltame y verás que sí.
—Stella, eres mi hogar —un cosquilleo me recorre el cuerpo cuando sujeta mi rostro entre sus manos—. Dijiste que no dudabas de mí. Dijiste que me amabas.
—Y lo sigo haciendo —confieso—, pero no es justo que mientras yo te estoy amando tú hagas el esfuerzo por estar con otra persona —se apartó apenas unos centímetros de mí—. Pensé que eras la persona indicada.
—Lo soy.
—Entonces solo no es el momento.
Se aferra a detenerme cada vez que intento alejarme.
—Paula me envió la grabación. No creerás que en serio dije eso.
—Era tu voz.
—Pero no mis palabras —dice frustrado—. Stella, dime que confías en mí —no hay respuesta. Levanta ligeramente las cejas, entre dolido y sorprendido—. Creí que me conocías.
—Yo también.
Solo me mira, aunque sé que debe estar pensando en un sinfín de cosas para tratarme de convencer de que lo que dice es cierto. No sé qué mira con exactitud, pero eso solo parece ponerlo peor.
—No traes puesto el collar —durante unos segundos permanece con la mirada perdida—. Lo siento, de verdad quería decirte.
—Pero no lo hiciste y no quiero que pienses que el tema de la escuela es lo que me tiene tan mal, porque te dije que siempre te apoyaría, si me hubieras dicho antes que te ibas a London tal vez habríamos aprovechado mejor el tiempo —me corto a mí misma—, si tan solo las cosas hubieran sido reales.
—No quiero ser una carga —parece que se lo dice a él mismo.
Por un momento parece desconectado del mundo, cuando vuelve a mirarme su semblante cambia a uno más serio.
—¿Qué?
—No quise utilizarte de esa manera.
—Espera, ¿estás diciendo qué...?
—Sí, estoy siendo sincero. No debí jugar así contigo, pero —deja la frase en el aire unos segundos—, pero tú sabes lo mucho que me gusta Paula.
Las lágrimas vuelven a descender y odio que me vea de esta manera, siendo tan débil frente a la persona que le importo un carajo.
—Oye —cuando se acerca yo retrocedo.
Saco el collar que me dio y lo dejo en su mano.
—Gracias por la sinceridad, espero que te vaya bien en London.
Llego tan rápido como puedo al auto con papá, él y Danna terminaron de subir las maletas y veo a Erick parado a un lado de mi puerta, pero no escucho lo que le dice mi padre, solo sé que después de una breve charla, él se aleja.
El silencio se siente sepulcral. Me mira por el retrovisor con tristeza.
—¿Vas a estar bien?
—Claro que sí —le doy mi mejor intento de sonrisa.
Lo que se supone que tendría que ser un viaje divertido se volvió en un infierno, las cosas que viví con Erick, las palabras de Paula, mi mente me llevaba a esos momentos a cada rato, cuando finalmente llegamos a la capital papá nos ayudó con las maletas, dejé todo en mi cuarto y ambos me acompañaron al estudio con Cory, seguro temen que en cualquier momento vuelva a derrumbarme.
—Avísame cuando salgas ¿de acuerdo? Volveré a casa mañana.
—No hace falta que te quedes, papá.
—Yo creo que sí —se dirige ahora a Danna—. Si ella no me escribe, hazlo tú, Danna.
—Sí, señor.
Trato de mostrarme más fuerte cuando estoy con Cory.
—Pero si es mi aprendiz estrella, todavía no has empezado a trabajar y ya sé que lo harás de maravilla, Stella. ¿Erick no viene contigo? —imagino que Danna detrás de mí le está haciendo señas porque se muestra preocupado y cambia el comentario—. Igual no es algo que nos interese ¿Erick? ¿Quién es Erick? Les daré el recorrido, vengan.
Lo sigo mientras nos cuenta las cosas maravillosas de cada área, me presenta con unos cuantos actores, me dice que tendré mi propia silla para que me vaya «familiarizando» Cory en serio está decidido a enseñarme cuanto le sea posible, es el momento por el que tanto esperé y nada ni nadie debería arruinar eso.
—Quería que vieras el estudio para que supieras a lo que te enfrentarías de ahora en adelante, ¿qué te parece?
—Es impresionante, mucho mejor de lo que imaginé.
—No sé cómo te sientes ahora, podríamos posponer la intro
—¡No! —añadimos Danna y yo al mismo tiempo—. Me siento muy bien, podemos empezar mañana como habíamos acordado.
—¿Segura?
—Segurísima.
No guía hasta el área de comida y siento el abrazo de Danna.
—Estaré para ti sin importar lo que pase, apuesto a que ya no debes confiar en la palabra de nadie, pero eres mi mejor amiga, Stella, yo estaré para ti cuando nadie más lo esté.
—Y yo para ti —le sonrío—. Fue una promesa.
Lo cierto es que con Erick aprendí muchas cosas como que no necesitaba de un gran cuerpo para ser linda, que mi opinión sí contaba y que podía llegar a ser amada... o eso creo.
Aunque también aprendí cosas por mi cuenta este año, nunca fui aburrida ni «intensa», mi forma de amar y de expresarme es diferente a la de los demás y eso está bien, no necesito seguir estereotipos, ni darle tanto peso a lo que otras personas digan, habrá quienes me acepten tal y como soy y esa es la clase de persona que debería quedarse en mi vida.
No pasa nada si llego a fallar porque todos cometemos errores.
Está bien decir que no.
Está bien priorizar mi propio bienestar, porque si no logro estar bien conmigo misma, nunca lo estaré con los demás.
Y hubo algo que me costó más trabajo asimilar. Para amar primero hay que sanar, y para hacerlo hay que enfrentar nuestros miedos.
Bueno, estoy decidida a hacerlo.
FIN
de la parte 1, ahora reunan paciencia porque he entrado en un bloqueo y estoy actualizando en diferentes apps, tengo escenas muy claras de lo que pasa después de separarse y una escena que está tan clara que quiero que salga perfecta, pero habrá que estructurarlas mejor.
De corazón, gracias por la oportunidad y por haber llegado hasta aquí, solo les pido un poco de paciencia :), los bloqueos son de lo peor.
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