Erick

¿En qué momento decidieron que ponerme a mí a recibir personas sería buena idea?

Tengo que mostrar una sonrisa todo el tiempo y encima me siento vigilado, Stella le pidió a su madre que viniera a ayudarla para recaudar el dinero en la entrada y no vino sola, su nueva amiga Carmen la acompaña, siento que esperan que cometa un error para ir corriendo a contárselo a mi novia.

—Están más atentas en ti que en recibir el dinero —bromea.

Ah, sí, al menos no estoy sufriendo solo, Marcelo me acompaña en la desgracia.

—Ya sé, ¿cuánto tiempo tendremos que hacer esto? —pregunto entre dientes—. Hola, bienvenidos.

—El tiempo que sea necesario, ya casi toca la banda, deja disfrutar a los maestros sus últimos minutos de diversión, en cuanto empiece el show los dejaremos solos.

—Espero que sí.

—Tu novia hizo un gran trabajo con todo esto, sé que recibió ayuda de todos, pero imagina su estrés al tener que organizar algo de esta magnitud.

Y en eso tiene razón, la gente sigue llegando, no sé dónde piensan meter a tantas personas. Es cierto que Stella estuvo ocupada estos días, se sentía bastante presionada, pero al menos las cosas entre nosotros volvían a ser como antes, no sé qué es lo que sucedió ni por qué su actitud cambió de momento a otro, lo único que me importa es que ahora estamos bien.

Llegué a pensar que estaba cansada de mí, no la hubiera culpado de ser así, estuve actuando como un zombie durante dos meses enteros y lidiar conmigo no debió ser sencillo, sin embargo, aquí sigue, amándome como siempre y aquí estoy yo, deseando darle el amor que se merece.

La verdad es que no me imagino dejándola de amar.

—Las cosas están bien entre ustedes, ¿eh?

—Sí, por fortuna, hemos tenido otros problemas, pero nada que no podamos arreglar.

—¿Ya le dijiste de la escuela? —sigo recibiendo a las personas ignorando el comentario—. Específicamente, ¿le has dicho lo que tuviste que hacer para entrar a la escuela?

—Trabajo en ello.

—Oh, ¿de verdad?

—Marcelo —advierto y levanta las manos en señal de rendición.

—Ya te dije que yo no tengo pareja, pero hasta donde tengo entendido mantener una relación es sencillo, debe haber comunicación, amor y ya está.

—Creo que implica más que eso.

—El punto es que tienes que decirle, ¿o qué? Acaso piensas solo llegar un día y decirle «¿Me acompañas al aeropuerto? Es que me voy a London»

Entendía a qué punto quería llegar, pero no he encontrado el momento ideal para decirle a Stella que me voy, el padre de Paula no se opuso a darme la carta de recomendación y las cosas pasaron tan rápido que apenas he tenido tiempo de procesar todo esto.

Sé que no se lo tomará a mal, es mi sueño después de todo y claro que quiero que forme parte de él, solo debo encontrar el momento adecuado para hacerlo.

—Se lo voy a decir.

—Llevas meses diciéndome eso.

—Chicos —llega animado un maestro—. Pueden irse a disfrutar del evento, a partir de ahora nos quedamos a cargo nosotros.

—¡Al fin! —exclamamos al mismo tiempo y nos apresuramos a salir de ahí.

La gente está reunida en el campus solo para ver qué tiene para ofrecer la banda que está a punto de tocar, llego después de que se presenten, imagino que el resto de personas está disfrutando de una experiencia aterradora.

—¡Hola! —siento que alguien se sube a mi espalda y de milagro no nos hemos caído.

—Estás muy feliz, amor.

—Es porque ya pasó lo peor, ahora solo nos queda disfrutar. Wow, Adam sí sabe tocar la guitarra, no te pases y encima canta muy bien.

—¿Creíste que mentía?

—Pues es que nunca lo había escuchado, pensé que lo decía solo para impresionar —admite—. Pero ahora que lo escucho, en serio lo hace bien.

Más personas salen de las facultades y se acercan para escuchar a la banda, Adam se desenvuelve en el escenario como si fuera algo que hace todos los días. Tiene talento, hay que reconocerlo.

—¿Ya vieron al apuesto chico que está cantando? —aparece Danna mirándolo fascinada.

—Tiene novia —interviene Stella.

—De pronto siento que es el chico más feo que he visto en mi vida.

Comenzamos a reírnos y el director llega para matar el momento.

—Stella —se baja de mi espalda—. Escuché de los inconvenientes que se te presentaron, ¿todo arreglado?

Me sorprendía que lo estuviera preguntando justo cuando el evento ya ha empezado.

—Sí, todo solucionado. Gloria se encargó de hacer más comida, mi madre se quedó en la entrada recibiendo el dinero y como podrá ver la banda está aquí.

—Lo curioso es que me acaba de llamar un chico que dice que es el vocalista de la banda, ha tenido un percance y no se podrá presentar.

Tuvimos que dejarla a su suerte porque ni Danna ni yo sabíamos si ella ya había ideado algo con Adam en caso de que algo como esto pasara.

—El chico es muy considerado por avisarle, pero ya me había llamado a mí desde hace rato, por eso tuve que buscar una alternativa para la banda y ellos una mejor opción —explica—. La gente parece que quiere disfrutar más de la banda que del evento en sí.

—Próximo año, concierto. Está decidido, esperemos que la misma banda pueda venir, ¿cómo se llama el chico?

—Adam Stone.

—Stone —parece reflexionar en el apellido—. Interesante, los dejaré disfrutar del evento.

La paz vuelve a reinar cuando el director se va.

—Toma, amiga —le entrega a Stella su teléfono—. Gracias por prestármelo, tienes una llamada pérdida de ese número desconocido.

En el momento en que lo dice noto que se tensa, seguro debe ser algo del trabajo que tiene que hacer con Cory. No vuelve a tocar el tema y entramos a ver nuestras propias creaciones, no miento al decir que en verdad da miedo lo que hicimos, hay quienes dicen que no resisten terminar el recorrido o que les parece bastante realista todo lo que hay dentro de las facultades.

La de arquitectura es la que más miedo da, colocamos luces rojas en cada pasillo y algunas están fallando de manera intencional, lo único que se escucha desde aquí son gritos.

Me separo un momento de Stella para estar con Marcelo y otros chicos, se supone que el director dijo que nada de alcohol, pero ellos se las apañaron para ponerlo en la bebida de igual manera, no ingerí ni una sola gota, aunque sé de alguien que si bebe esto terminará ebria en cuestión de segundos.

—Deberías estar cuidando que Stella no beba —bromea Marcelo.

Stella le marcó a Marcelo borracha pidiéndole que me encontrara, solo bebió un poco de vino en el evento de gala y decidió que una cerveza para pasar el rato con el rubio no haría daño, Adam lucía bastante tranquilo a pesar de haber bebido tres, yo opté por tomar agua, pero Stella sí que montó todo un espectáculo.

Así la amo, en sus mejores y peores momentos, cada pequeña cosa que hace me recuerda por qué me enamoré de ella. Recuerdo una canción y decido mandársela por My Story.

—Descuida, Danna ya le dijo que la bebida tiene alcohol, evitará tomar.

—Eso espero —comienzo a notarlo nervioso cuando una chica se acerca—. Ahí viene.

—¿Quién es?

No logro distinguirla.

—Es una amiga de Fernanda, se conocieron en internet y ella le contó del evento, me llamó para decirme que le trate bien.

—Ah.

—Hola, Marcelo —cuando por fin está delante de nosotros la reconozco.

Tiene que estar bromeando.

—Hola, soy Paula —estira su mano.

—Ahórrate el teatro.

—Erick, compórtate —pide entre dientes.

—Deberías saber quién es, dime, Paula ¿pensabas decirle que eras mi ex novia o solo querías sacarle información?

—¿Qué? —le es imposible disimular el asombro—. ¿Ella es tu ex novia?

—Lo sé, difícil de creer que haya perdido a alguien como yo.

—Marcelo —basta con que diga su nombre para que me entienda.

—De acuerdo, chicos, es hora de irnos, se ve que la banda lo está dando todo en el escenario, hay que ver el espectáculo.

En cuestión de segundo me quedo solo con ella y mientras a mí me preocupa que Stella pueda aparecer en cualquier momento, ella parece bastante satisfecha con lo que hace, sabe que su presencia representa un problema para mí y eso es lo peor de todo, que no debería ser así.

—Estás muy tenso, cariño ¿todo bien?

—Deja de fingir ¿qué haces aquí?

—Nada malo si es lo que esperas, solo vine a disfrutar del evento, hay como mil personas aquí que no conoces, ¿qué más da que yo también haya querido venir?

Reúno toda la paciencia que me queda para no pedirle que se vaya, se me agotan las frases de cortesía.

—Mantente alejada de mí, ¿quieres?

—De acuerdo —busca algo a su alrededor.

—¿Se te perdió algo?

—Es que me sorprende que no estés con tu novia, quería verla para felicitarla y decirle que tiene un novio afortunado, no cualquiera entra al royal college of art, Stella debe estar muy orgullosa de ti.

—Sí, lo está, no hace falta que se lo recuerdes.

Su risa solo me altera más en estos momentos.

—Ella no lo sabe ¿cierto?

—¿Quién te dijo que no?

—Estás muy a la defensiva, Erick y yo sé que voy un paso adelante, dime ¿ha estado actuando raro contigo? —frunzo el ceño—. Eso pensé.

No quise detenerme a analizar sus palabras, lo que más me importaba en este momento es que ella y Stella no se encontraran, dije que le diría y pienso hacerlo, pero a mi manera.

—Déjame en paz.

—Solo vine a disfrutar —palmea mi hombro y comienza a alejarse—. Adoro los eventos de terror, ¿tú no?

Me había olvidado incluso de eso, que a ella la conocí en un evento de terror de la escuela. La pierdo de vista y decido mejor enfocarme a encontrar a Stella, cuando lo hago veo que está disfrutando del show con Danna y un par de chicas más. ¿Qué tienen en común todas ellas? Que todas admiran como Adam está tocando su solo de guitarra.

Carraspeo llegando hasta ellas.

—Perdón por interrumpir la vista.

—Observamos su técnica para tocar —justifica mi novia—, pero los celos siempre se apoderan de ti ¿verdad?

—Un poco, sí —la atraigo hacía mí—. Necesito que me acompañes a un lado, sé que será muy difícil que quieras alejarte del escenario, pero debes venir conmigo —me golpea ligeramente y sonríe.

—¿Me secuestrarás?

—Un rato. Temes de mis intenciones, eso es triste, debes pensar que te quiero llevar a la cama.

—Pero no te gustaría —concluye.

—Sí me gustaría. O sea, no, me refiero a que, si se presentara la oportunidad y tú quisieras, lo que trato decir es... Dios lo estoy empeorando cada vez más ¿no?

—A cada segundo, pero es divertido verte nervioso.

—No son esas mis intenciones justo ahora. ¿Podemos irnos?

Creo que ha dicho que sí solo por lástima, en mi cabeza las palabras sonaban mejor que esto, nos vamos a la facultad de artes, el área de música, decidimos que a este lugar no se metería nadie, demasiados instrumentos estaban en juego.

Tomé asiento dándole la espalda al piano de cola, quería encontrar las palabras correctas para decirle lo que pasaba, que me iría sí, pero encontraríamos la manera de hacerlo funcionar, lo que sentimos es real, no debería haber nada que se interponga entonces.

Al final, como siempre, ella rompe el silencio.

—Incluso el silencio contigo es algo lindo, pero te veías ansioso porque viniera, ¿todo bien?

—Sí, es que quería hablar contigo de algo importante.

La expresión que pone al escucharme no es de confusión, sino de preocupación, debe estar pensando lo peor.

—No es nada malo —añado.

Bueno, depende de cómo quieras verlo.

—De acuerdo —se acerca para tomar asiento a mi lado—. Ambos hablan y ambos escuchan, muero por saber qué es lo que tienes que decir.

—Es sobre...

«Si en verdad la quieres no la dejes ir»

«¿Tienes idea de lo insegura que es con Paula»

«La comunicación es clave en una relación»

«No lo sé, las personas siempre se van»

Es como si tuviera a varias personas en mi cabeza y cada una dice algo diferente, no me puedo mantener concentrado, no sé qué hacer ni qué decirle ni cómo convencerla de que quiero seguir a su lado.

—Erick —toma mi mano—. ¿Seguro que todo bien?

—¿Te he dicho que toco el piano?

—Sí.

Me coloco esta vez de frente al piano para poder tocar algo, espero que así pueda pensar un poco y relajarme.

—Esta canción me encanta, es de la película del cadáver de la novia.

Empiezo a tocarla para ella, la música es todo lo que se escucha en el aula, de alguna manera ya no me siento tan tenso como antes, miro de reojo a Stella, está centrada en lo que hago y la sonrisa que se forma en su rostro es algo que no quiero que desaparezca.

Está a mi lado, está feliz, no se lo voy a arruinar, dejaré que este momento sea solo nuestro, y lo alargaré tanto como sea posible.

—Eres muy bueno.

—Y hay otra canción que quisiera mostrarte, ¿la puedes agregar a nuestra playlist?

—Por supuesto, algo instrumental también nos viene bien.

Sigue atenta a mis movimientos, debe esperar que solo toque, pero se sorprende cuando me escucha cantar, es raro porque nunca había cantado para nadie más y ahora, al estarlo haciendo para ella y con esta canción, se ha vuelto todo mucho más especial.

Every hi, every bye, every I love you you've ever said.

'Cause all of the small things that you do

Are what remind me why I fell for you.

And when we're we apart, and I'm missing you

I close my eyes and all I see is you.

Nunca creí que una canción pudiera expresar tan bien lo que siento ahora, es como que hay otra persona viviendo exactamente la misma situación que tú y compone una canción que te describe a la perfección.

Stella me sigue mirando sin saber cómo reaccionar.

—¿Tan mal canté?

—Dijiste que nunca habías cantado para alguien porque no te gustaba cantarle a cualquier persona.

—Pero no eres cualquier persona, Stella. Y haz llegado a mi vida para ser la primera en muchas cosas.

Me abraza de una manera tan diferente, que sé que está expresando en ese abrazo todo lo que no puede en palabras, se aparta para mirarme.

—Es la misma canción que te envié, ¿no me habrás copiado? —bromea.

—Estoy seguro que la envíe primero, puedes revisar tu teléfono.

—Quieres decir que mientras yo estaba tratando de no hacer el ridículo en el campus tú estabas

—¿Pensando en ti? —interrumpo—. Sí, por supuesto.

—¿Por qué?

—¿Tan difícil es creer que no te saco de mi mente?

Se inclina para poder besarme y cuando está a centímetros de mis labios ambos celulares suenan interrumpiendo el momento.

—No contestes —suplico. Al final solo me da un beso corto—. ¿Quién te llama?

—Es Javi, ¿a ti quién te llama?

Llamada entrante: Paula.

—Es Leonel, seguro quiere ayuda con algo.

—Bueno, será mejor que respondamos, te veo afuera.

—Sí —le doy una sonrisa de boca cerrada y respondo la llamada una vez que ella se ha ido—. Más te vale que ya no estés aquí.

—Debería empezar a preocuparme tanta agresividad. Te daré un consejo si en serio dices que Stella te ama tal vez no deberías estar preocupado por su reacción, tranquilo que ya me fui, pero eso no evitará que escapes de mi mañana, ¿cenamos juntos?

Estoy seguro que no existe una persona más sínica que ella.

—No.

—Quería ser amable, Erick, no digas que no te lo advertí.

Me cuelga sin esperar respuesta alguna y regreso con Stella y los demás, la banda ya ha terminado de tocar y me acerco para poner una canción que nos pondrá en un mejor ambiente. Mi novia la reconoce de inmediato y me voltea a ver: Can't Hold us, la mejor canción para bailar.

—¿La puedes agregar a nuestra playlist? —asiente con una sonrisa de oreja.

Todos parecen estar disfrutando la canción, nos movemos al ritmo de la música, la veo bailar, brincar, cantarla tanto como puede y me gusta lo que veo, a ella feliz sin ninguna preocupación en mente.

No sé qué hora es cuando las personas comienzan a irse, pero terminamos cansados, ya mañana veremos qué hacer con todo el desastre que se quedó, por ahora queremos dormir.

—Luces cansada.

—Creo que bailé demasiado —se estira un poco—. Mañana mi cuerpo se arrepentirá de haberlo hecho.

—Agradece que no hay alcohol en tu sistema.

—Me viste borracha una sola vez, Erick ¿no lo puedes superar?

—La verdad es que eso será difícil, nunca imaginé que tan poco alcohol te pusiera así.

—Olvida el tema —sentenció. La acompañé hasta su edificio y nos detuvimos en la entrada—. Dijiste que querías hablar conmigo de algo importante, ¿qué era?

Sigue viéndose tan tranquila que una vez que se lo diga sé que esto se saldrá de mis manos porque no dejo de pensar en lo que dijo Paula, si Stella me ama lo entenderá ¿verdad? Claro que le tomará algo de tiempo procesarlo, pero al final siempre estamos para apoyarnos el uno al otro.

Si ella no llegara a apoyarme en esto... No, no me gustaría pensar que no es la indicada porque yo sé que lo es. Es ella.

—Si te soy sincero solo estaba buscando un pretexto para llevarte conmigo y cantar para ti.

—Todo un romántico.

—Tengo un par de trucos bajo la manga.

—Siempre, chico del paraguas. Descansa.

—También tú.

Regresando a mi dormitorio encuentro a Marcelo cruzado de brazos esperando una explicación que no pienso darle en este momento.

—Larga historia —menciono.

—Y todo se resume a que no le dijiste la verdad.

—Básicamente.

—Soy tu amigo, Erick, si insisto con esto es porque me importas, pero no debería ser yo el principal interesado en que tu relación con Stella siga funcionando, cuando la verdad se sepa no digas que no intenté ayudarte.

—Se lo voy a decir, Marcelo, en serio lo haré.

—Asegúrate de que no sea tarde cuando lo hagas.

Él se mete a la cama y yo termino de cambiarme, una vez dentro de las sabanas recibo un mensaje que me hace sentir mejor.

Stella: Te amo :) Dicho eso, yo también quiero enviarte una canción. Us de James Bay.

Yo: La voy a escuchar. Yo también te amo.

No puedo evitar sentir un nudo en la garganta cuando la misma frase se repite «Creo en algo, creo en nosotros».

Para quienes conozcan un poquito de la vida de Adam, ya se imaginarán que la mayoría de sus covers fueron canciones de Set It Off , y si todavía no lo conoces, no te dejes engañar, es un chico increíble con un gran corazón y el crush de muchas. Si quieren saber más de él su historia ya está disponible en mi perfil y la encuentran como "Hidden (música y amor)" 

;)