Stella

Todo este tiempo con él hizo que pasara por alto que mi mejor amigo me había olvidado, dos meses y sigo sin saber de él, por fortuna tuve otras cosas en las que centrarme como el evento que debía organizar.

—¿Y algo con temática? —propone Danna.

—Sí, pero debería ser interesante, el año pasado se hizo una especie de casino, recaudamos muchísimo dinero, pero los chicos no se la pasaron del todo bien, quienes lo disfrutaron más fueron los adultos.

—Hagamos un recorrido mostrando las peores torturas que han hecho los asesinos a sus víctimas, ¿Escuchaste que recién escapó un tipo de prisión? Es un asesino suelto en la capital.

—Pagaría por ver eso —llega Erick sentándose con nosotras—. Que miedo imaginar que el siguiente en ser asesinado eres tú.

Me quedé pensando en lo que dijeron y siento que todo el proyecto pasó por mi mente en cuestión de segundos.

—Lo tengo, un evento de terror —ambos me miraron como si dijeran «¿en serio?»—. Estoy segura que a los chicos les gustará y los adultos que quieran incluirse disfrutarán de un par de bebidas y algo de comida, solo piénsenlo, invitamos a una banda a tocar, decoramos el campus, un escape room sería genial, haremos que de verdad dé miedo este evento, será un recorrido espeluznante.

Lo analizan durante un momento y asienten sabiendo que no es una idea tan descabellada.

—Podría funcionar.

—Yo te apoyo en cualquier cosa, amor, lo sabes —sigue bebiendo de su frappé.

—Cobraremos la entrada, Danna podrías empezar a trabajar con la promoción y yo le daré algunas sugerencias al director para las bandas.

—Perfecto, me pondré a trabajar en eso.

—¡Hola, chicos! —aparece Marcelo un tanto nervioso—. Stella te robaré un rato a Erick.

—Sí, descuida de cualquier manera ya nos íbamos, te veo después —le doy un beso corto y puedo sentirlo tenso.

Seguro estoy alucinando, regreso al dormitorio con Danna para terminar de planificar los detalles, tenemos el tiempo encima.

—Agradezco mucho lo que hiciste, Danna.

—¿Qué cosa? —ya está con su tableta creando la propaganda.

—Esperarme todo este tiempo que estuve con Erick y no enloquecer, me has tenido mucha paciencia.

—Mira —aparta el objeto—. Es cierto que tenemos el tiempo encima, y seguro serán días estresantes, pero no fue algo insignificante por lo que pasaron, debías estar con Erick y lo entiendo, él te necesitaba.

—Siento que te dejé algo abandonada.

Se echa a reír con lo último.

—Somos amigas, Stella, pero tu mundo no gira a mi alrededor tenías cosas que hacer y está bien, además, estuvimos en contacto todo el tiempo, te visité un par de veces y estuviste al pendiente de lo que pasaba con Hugo, en una amistad no se tiene que estar con la otra persona todo el tiempo.

No lo había visto de esa manera, Fernanda ya me hubiera echado en cara que no merecía ser su amiga por tenerla tanto tiempo abandonada, es increíble como muchas cosas cambian cuando te quitas una venda de los ojos y alejas a las personas que no aportan nada a tu vida.

—Gracias por entenderlo. Ahora que mencionas a Hugo, ¿qué tal van las cosas con él?

—Hemos mantenido más contacto —no puede evitar sonreír—. Me invitó al evento de gala de mañana y le dije que sí, ya me había mencionado algo el director.

El evento de gala, he tenido tantas cosas en la cabeza que lo había olvidado, se celebra cada año en la ciudad con algunos estudiantes representando cada facultad y se unen varias escuelas, premian a los directores y directoras de las instituciones y dan reconocimientos a los maestros más destacados, el director me había dicho que debía asistir.

—Al menos podrás estar con él, puede que estando lejos de la escuela sea menos incómodo, ¿no?

—Eso espero, ¿tú irás con Erick?

—No sé si esté invitado o si quiera ir.

Sea lo que sea que le haya dicho Laura en su carta funcionó para que mejorara su ánimo, estos dos meses habían sido difíciles y me preocupaba que no fuera a recomponerse, después de todo, sabíamos bien cuánto significaba Laura para Erick.

Ahora parecía otra persona o, mejor dicho, ha vuelto a ser el de antes, no dudo que en el fondo le siga doliendo, pero está saliendo adelante y eso hace que todo lo que pasamos valiera la pena. Admito que fue interesante pasar estos meses con él, se sintió como si en verdad pudiéramos tener un futuro juntos, me gustaba pensar que lo lograríamos.

—Mamá te manda saludos —me dice mientras guarda su teléfono—. Creo que le caíste muy bien.

—¿De verdad?

—Por supuesto, siempre me dice que tiene buen ojo para las personas sinceras y estoy segura que no se equivocó contigo. Ahora vámonos —me lleva con ella sin dejarme hacer preguntas.

Llegamos hasta la cafetería en donde recibe una bolsa y luego volvemos al campus, no entiendo nada hasta que saca un par de rebanadas de pizza, refrescos para ambas, dulces.

—Danna, ¿qué es esto?

—Nuestro momento de relajación —comenta como si fuera obvio—. Podremos trabajar una vez que nos acabemos todo esto, sé que han sido días difíciles y te mereces este descanso.

No me dejó poner pretexto alguno y comimos todo lo que trajo, todo ese rato nos la pasamos charlando de su carrera, de la mía, qué es lo que queríamos lograr con nuestros trabajos y cómo es que nació nuestra pasión por lo que estamos estudiando.

La gente no mentía cuando decía que nos tratábamos como si fuéramos dos mejores amigas de toda la vida, mi confianza con ella surgió desde el momento en que la conocí y esperaba que eso no cambiara. Cuando realmente tienes a personas a tu alrededor que te hacen bien no quieres que se vayan nunca.

—¿Estás lista para ir con Cory? —nos quedamos tumbadas en el pasto mirando el cielo.

—Tan lista como aterrada, ¿lista para dejar Clawood conmigo?

—Listísima.

Era algo que habíamos estado hablando mientras me quedaba en la cabaña, una empresa en la capital estaba impartiendo unos cursos de capacitación para quienes estuvieran estudiando mercadotecnia para que después pudieran trabajar para la empresa, Danna dijo que era una buena oportunidad y que buscaría la manera de terminar la universidad en línea mientras trabajaba allá.

Decidimos que nos iríamos juntas, podríamos dividirnos los gastos y encontrar algo en Bridgen o en las afueras de la ciudad, había departamentos y casas en renta bastante económicos.

—¿No has considerado que podría tratarse de una estafa?

—Stella no tienes que pensar mal de todas las personas —comenta, divertida.

—Solo soy precavida, ¿qué tal que estás yendo directo a tu muerte?

—Es una chica que conocí por internet, estoy segura que no es ninguna asesina y que esto no es una estafa, la empresa en verdad capacitará a varias personas de mi edad.

Eso era extraño, demasiado bueno para ser verdad.

—¿Por qué lo harían? ¿Solo quieren ser buenas personas?

Creo que comí tanto que me he quedado sin energía, sigo mirando el cielo sobre nosotras con distintos tonos de color naranja iluminándolo.

—Sonará mal, pero seguro que quieren deshacerse de todos sus trabajadores mayores y solo quieren gente joven.

—Cabe dentro de las posibilidades. ¿Cómo dices que se llama la chica que te ayudó a entrar a la empresa?

—Sandra, estudia diseño gráfico o eso creo, su novio la había ayudado a encontrar un sitio donde trabajar, pero le surgió algo mejor y se irá a Italia a terminar sus estudios —la escucho bostezar.

No creo que nos dé tiempo de terminar el trabajo hoy.

—A veces parece que todos tienen la vida resuelta, que se bañan en dinero o que encuentran las mejores oportunidades para superarse.

—Solo hay que echar un vistazo a su vida y te darás cuenta que no todo es perfecto, pero muchas personas llegan a tu vida para ayudarte, ¿te has puesto a pensar en eso?

—Muchas veces —confieso—, puede que un día tu camino se cruce con el de otra persona, lo ayudes y ya está, no vuelves a saber más de él.

—Suena lindo.

—Y deprimente al mismo tiempo —añado—. Imagina querer quedarte en la vida de una persona y que no puedas hacerlo porque solo eres una etapa, un buen momento que la otra persona debía tener y no puedes hacer más.

Llegué a plantearme muchas veces quién era yo. ¿Soy una etapa en la vida de una persona o ellas son mi etapa? En cualquier caso, ninguna relación durará por siempre y esperaba que eso no sucediera.

¿Has conocido a una persona que llega como un rayo de luz a tu vida y te brinda esperanza? Eso fue Javi, eso es Danna y eso seguirá siendo Erick para mí.

—Algo te mantiene inquieta, ¿es por Erick?

—No, está mucho mejor y eso me tranquiliza bastante.

—Entonces es Javi —concluye—. ¿Siguen sin hablar?

—Desde hace dos meses, todo lo que veo son las fotos que él mismo sube con Amelia, deberías ver su perfil en My Story, parece que en vez de a Javi le pertenece a Amelia, sale con ella en todas las fotos.

—Y te molesta.

—Mucho.

Con Danna no tenía que ocultar cómo me sentía, incluso si lo hacía terminaba contándole al final la verdad. Sí, me molestaba que estuviera todo el tiempo con la chica que me dijo «relájate, Stella, tú eres mi mejor amiga» y no porque busque un puesto, sino porque yo estuve a su lado más tiempo, lo conozco a la perfección y ella llega y Javi parece olvidarse de todo eso.

¿De verdad espera que me crea que en estos dos meses no ha tenido un minuto disponible para contestar uno solo de mis mensajes? No soy idiota, es simple, no quiere responder y ya.

—Tal vez solo quiere darte un poco de espacio, debe creer que sigues con Erick y como buen chico que no sabe captar indirectas, seguro cree que no quieres ser molestada.

—Puede que lo crea, pero ¿qué pasa con todas las veces que yo le llamé? ¿No debería suponer que quiero hablar con él?

—Los chicos son complicados, amiga. Mejor déjalo pasar, ya te explicará lo que está sucediendo.

Esperaba que en verdad lo hiciera, me incorporé para ver a Danna que tenía los ojos cerrados.

—Danna.

—¿Hum?

—Tenemos que trabajar.

—¿De verdad?

—Anda que tenemos el tiempo encima

—Gracias por interrumpir mi sueño, amiga.

No había sido tan complicado, fuimos aportando varias ideas para la propaganda, me puse a buscar unas cuantas bandas en internet para ver cuál nos convenía más y que no pidieran demasiado dinero, tampoco era mi plan gastarme todo el presupuesto de la escuela, pero si queríamos recaudar mucho dinero, el evento tenía que ser asombroso.

Un par de llamadas y mensajes y ya teníamos el presupuesto que le entregaría al director y las propuestas de las bandas, solo faltaba lo más importante: darle la hoja esperando que no rechazara la idea del evento de terror.

—Si lo rechaza dile «querido director, si cree que es tan fácil planear un evento como este, hágalo usted mismo» y luego te sales corriendo, ¿hecho?

—Hecho —respondí entre risas poniéndome de pie.

Me pareció extraño encontrarme con Erick saliendo de su oficina, trató de cambiar su expresión en cuanto me vio.

—Stella, ¿qué haces aquí?

—Vine a entregarle las cotizaciones al director —entrecierro los ojos. Algo me está ocultando—. ¿Estás bien?

—Sí, de hecho, me pidió que los acompañe mañana al evento de gala, me encantará ir con mi novia.

Y encima ha cambiado el tema de conversación, ha estado raro últimamente.

—Llevaré vestido —enarca una ceja—. No pienso irme en moto.

—Sí —sonríe un poco—. Imaginé que dirías algo así, descuida que iremos en el auto.

—De acuerdo —me deja el camino libre para entrar a la oficina—. ¿Y solo has hablado de eso con el director?

—Sí, solo eso. Te veo al rato.

También existe la posibilidad de que yo sea la loca y las personas a mi alrededor no están actuando extraño, solo me lo estoy imaginando. El director me recibe con una sonrisa y me siento aliviada cuando revisa la hoja y acepta la propuesta.

—Creo que es algo diferente y creativo, a los chicos les gustará, ¿Danna ya está trabajando en esto?

—Sí, antes de que anochezca ya verá en la página de la escuela vídeos y fotos relacionadas con el evento, está haciendo la promoción necesaria, recaudaremos mucho dinero, estoy segura.

—Bien —firma la hoja—, pero déjame encargarme de las bandas, el comité querrá saber en qué me involucré, escogeré una opción y les pediré que vengan, el evento será el quince de junio ¿correcto?

—Sí, nos conviene porque es viernes.

—De acuerdo, te avisaré en cuanto haya escogido a una banda.

—Por supuesto.

Quiero irme, pero la curiosidad puede más que yo en este momento.

—Quería preguntar, ¿habló con Erick sobre el evento de gala de mañana?

—Sí, lo invité, imagino que también irás ¿verdad?

—Sí, claro y..., ¿hablaron de algo más? —esta vez su semblante se vuelve más serio.

—Un par de cosas sobre su estancia aquí, nada importante.

¿Su estancia aquí? ¿Por qué tendrían que hablar de eso? Regreso con Danna quien no se encuentra sola, Hugo está ayudándola a recoger sus cosas, sí hacen bonita pareja, la verdad.

—Hola, solo pasaba a decirle a Danna que el director aprobó nuestra propuesta.

—Eso es grandioso, felicidades, Danna.

A Hugo parece darle bastante igual mi presencia.

—Te veo en la noche.

—Sobre eso..., mi mamá quiere que la ayude con un par de cosas y me quedaré con ella ¿tienes problema?

—No, ninguno, descuida. Salúdala de mi parte.

Me voy de inmediato para volver a dejarlos solos y recibo una llamada.

Llamada entrante: Número desconocido.

Seguro alguien se equivocó. Marcelo me saluda desde la cafetería y Erick se voltea para verme y me pide que vaya con ellos, el teléfono vuelve a vibrar.

Llamada entrante: Número desconocido.

—¿Hola?

—¡Stella! —se escucha la voz de una chica emocionada.

—¿Te conozco?

—Seguro que sí, soy Paula la novia de Erick.

Mi sonrisa se esfuma en ese momento e incluso a distancia Erick sabe que algo no va bien.

—Ex novia querrás decir.

—Sí, es gracioso que ambos intenten de convencerse de eso, ¿crees que podamos vernos para hablar?

—No creo que haya algo de lo que debamos hablar, terminó contigo y ahora está conmigo, ¿tan difícil es de entender?

—Para empezar, yo terminé con él y, además, hay cosas que seguro querrás saber.

—Tengo que irme.

—¿No quieres saber qué estuvo haciendo el día de tu cumpleaños en vez de estar celebrando contigo? Porque sé de primera mano que en la mañana no se quedó a tu lado y tengo pruebas.

Erick se estaba acercando a mí con cautela, terminar la conversación era lo más sano, era lo correcto, pero me daba miedo que lo que estuviera insinuando fuera cierto, Erick no es esa clase de persona, pero me he equivocado tantas veces con la gente, que temo que esta no sea la excepción.

—¿Dónde nos vemos?

—¿Recuerdas esa heladería en donde trabajas? ¿Dónde tuve una cita con Erick?

Oh, maldita.

—Ajá.

—Te veo ahí en diez minutos.

Guardo el celular justo a tiempo, trato de poner mi mejor sonrisa, pero a mi novio no parece convencerle.

—¿Todo en orden?

—Sí, recordé que tengo que hacer un par de cosas fuera, te veo después.

—Espera —me detiene del codo y siento el corazón latiéndome con fuerza—. Déjame ir por el casco y te llevo.

—¡No!

—¿No?

—Tengo ganas de caminar un rato, despejar la mente, pasar tiempo conmigo misma es bueno.

—¿De verdad? —frunce el ceño no muy convencido.

—Sí, ayuda a... ¡Ay, Erick! No te voy a resumir lo que leí en el artículo de ciencia, ¿sí?

—Okey, te veré en la noche entonces.

—Llegaré tarde, te veo mañana.

Puedo volver a respirar cuando salgo de la escuela, pero aparece de nuevo frente a mí, ha corrido para alcanzarme.

—No puedo.

—¿Qué cosa? —inquiero.

—Dejarte ir así porque sí. Algo te pasa y no me quieres decir qué es. Ambos hablan, ambos escuchan, ¿lo olvidas? Te escucho —guardo silencio y eso le preocupa—. Creí que habría comunicación entre nosotros.

Claro, la misma comunicación que él ha tenido conmigo, ¿no?

—Han sido semanas complicadas y lo sabes, no quiero que pienses que has sido una carga para mí ni mucho menos, pero necesito tiempo a solas, lo del evento me tiene estresada y quiero despejarme un rato.

—De acuerdo, lo entiendo. Llámame si necesitas algo —asiento dándole una sonrisa de lado y me alejo de él.

No vuelve a ir detrás de mí, me aparto un poco de la escuela para poder tomar un taxi y llego en cuestión de minutos a la heladería, Paula ya se encuentra ahí y su sonrisa se ensancha en el momento en que me ve bajar del auto, espero no estar cometiendo un error.

—¿Cómo has estado? —pregunta cuando tomo asiento frente a ella.

—Cómo si en verdad te importara, dijiste que tenías pruebas y aquí estoy, las quiero ver.

—Sé que esto no será sencillo, pero el día de tu cumpleaños yo me encontraba en Bridgen, le llamé a Erick porque no me gusta pasar tanto tiempo sola, vino a la casa de mis padres y charlamos un rato, me dijo que sentía cosas todavía por mí.

—Ah, mira ¿y luego despertaste?

No quiero que vea cuanto me están afectando sus palabras.

—Lo recuerdo muy bien «dime que todavía me amas y dejaré a Stella».

Ya podía sentir el nudo en la garganta, eso no podía ser verdad.

—Déjame adivinar le dijiste que lo extrañas y que tu estarías encantada de regresar con él ¿no? —asiente sonriendo con satisfacción.

—Y después de decírselo, me besó —deja su teléfono frente a mí y lo veo con claridad.

Es Erick. Sí, la está besando.

—¿Me dirás que tomaste una foto para inmortalizar el momento?

—La saqué de las cámaras de la casa, es una buena toma si me permites decirlo —odiaba la tranquilidad con la que hablaba.

—Photoshop tal vez.

—O solo tratas de convencerte de que en serio conoces a Erick.

—Lo conozco bien y no me haría eso.

—La foto habla por sí sola, Stella.

No sabía qué otra excusa inventar para tratar de justificarlo, pero ese no podía ser Erick, él no me haría eso. Las personas fallan, cometen muchos errores y te decepcionan, pero esta es la primera cosa de la que quiero estar segura, lo que tengo con Erick es real... lo es ¿cierto?

—Supongo que también te dijo que vino a buscar mi ayuda, quería la dirección de mis padres, necesita un favor.

—¿Un favor?

—La carta, ¿no te lo ha dicho? —me mira sorprendida—. Mira nada más, Erick sigue teniendo secretos contigo, que triste que confíe más en mí que en ti.

—Si en verdad estuviera dispuesto a dejarme, lo hubiera hecho el día de mi cumpleaños ¿fuiste tú quién estuvo con él durante el funeral de su abuela? No. ¿Fuiste tú quién pasó dos meses enteros durmiendo con él o ayudándolo con el duelo? —eso la tensó—. No, ¿eres tú a quién ama? No, no y no. Te daré un consejo, deja de obsesionarte con él, te superó, deberías hacer lo mismo.

Me fui antes de que pudiera decir algo más, no quería confiar en las palabras de Paula, pero en algo tenía razón, la foto hablaba por sí sola, y por mucho que me pese, sí era Erick la persona que la estaba besando, puede ser una foto de cualquier otro día, no debería darle tanta importancia. Me quiere ¿verdad? No hay de qué preocuparse.

Lo cierto es que sí me preocupa, consiguió su objetivo, dejó la duda en mí. ¿Y si solo está conmigo porque no la puede superar? Dijo que haría cualquier cosa por recuperarla, podría estar saliendo conmigo solo para darle celos.

Cuando llego al dormitorio dejo las luces apagadas y le pongo seguro a la ventana cerrando también la cortina, mejor que no piense que estoy aquí. Hay mucho en lo que reflexionar, podría hablar de esto con Erick, pero pensaría que ya no confío en él lo que nos supondrá un problema, bien puedo ignorar que vi a Paula y seguir con mi vida, no debería creer nada que venga de ella.

Me sobresalto cuando escucho que alguien está afuera intentando abrir la ventana, debe ser él y ya debe imaginar que no he llegado, veo su sombra alejarse y en ese momento mi celular suena, haciendo que se detenga en seco, dándome la espalda. El mensaje es suyo.

Erick: ¿Estás bien?

Regresa para tocar la ventana y siento que si le abro es como si le diera paso a un asesino, no quiero verlo ahora.

Erick: Debería preocuparme que no quieras abrir la ventana.

Yo: Estoy cansada.

Erick: ¿De mí?

Las ganas de llorar regresan cuando leo su mensaje.

Yo: Cansada, Erick. Es todo.

Erick: Loving You de Seafret. Muy buena canción.

Yo: La buscaré.

Erick: Creo que te gustará, ¿la puedes agregar a nuestra playlist?

Yo: :)

Erick: Te amo.

—Yo también —pongo la canción para escucharla.

«Incluso si pudiera reescribir la historia, es claro de ver, que todavía seguiría amándote».

No finjan, todos quieren saber qué es lo que está sintiendo Erick en este momento.
Deberían escuchar la canción, yo lloré y sentí que quedaba perfecta para este momento.
Seafret es el grupo favorito de Erick, pero probablemente nunca lo admita 🤷

https://youtu.be/vCSZbK9t160