POV. MANA.

¡Desperté en una cueva junto al príncipe! Recuerdo lo que pasó la noche anterior y me sonrojo fuertemente al recordar. A pesar de lo que pasó con Atem y saber que pasó porque ambos nos amamos, no puedo dejar de pensar en que también pasó con Bakura anteriormente y eso me hacia sentir sucia.

—Mana... —oigo la voz de Atem quien también acaba de despertar.
—Pri... Príncipe...
—Mana, deja de llamarme así, estamos solos.
—Sí, Atem.

Atem se acercó a mí y me besó a lo que yo correspondí, luego de unos segundos nos separamos y Atem me dijo.

—Ha sido la mejor noche de mi vida.
—¿No estás exagerando?
—Nunca en mi vida...
—Atem, perdóname por lo que pasó con Bakura...
—Mana, yo ya te he perdonado.

Luego de un silencio no tan incómodo, me dijo:

—Mana, sé que ya te lo he dicho y que tú... Quizás no quieras, pero quiero que escapemos juntos...
—Atem... —tomé su rostro.
—Sé que dirás que es una locura pero...
—Atem, no quiero ser egoísta y quitarle al pueblo a su futuro rey sólo porque yo quiero, tu padre...
—Mi padre es el egoísta, no quiere dejarme vivir a mi modo, él no entiende que es mi vida, mía, ¿cuando lo comprenderá?
—Atem, entiendo tu frustración por la boda pero yo me siento igual, yo también me casaré con alguien que no quiero...
—Por eso, ¡Escapa conmigo!
—Atem...
—Muy bien, sí es así... —él se levantó y prosiguió a ponerse su ropa real a lo que yo hago lo mismo.
—No quiero que pienses mal, pero no podemos irnos y no saber a donde.
—¡Entonces prefieres que me case con Akana, y tú quieres casarte con ese ridículo de Kev!
—Lo que menos quiero es perderte.
—¡Entonces si nos quedamos en este maldito reino vas a perderme y para siempre!
—Me hablas en amenaza, recuerda que tú también vas a perderme.

Atem tomó sus cosas y enfadado salió de la cueva en la que nos encontrábamos, yo no podía hacer más que seguirlo. En todo el camino traté de ignorar su enfado y él parecía no importarle. Luego de caminar en silencio llegamos al palacio donde el padre de Atem estaba como loco por la desaparición de su hijo por una noche.

—¡Atem, ¿dónde te habías metido?!
—Siento mi ausencia en la noche, padre. Mana y yo...
—¿Estuviste con Mana?
—S... Sí, padre...

Yo escuchaba todo por detrás de Atem, entonces el faraón me dio una mirada y dijo:

—Atem, ve a tu habitación.
—¿¡Qué!? ¿por qué?
—¡Te di una orden!
—Sí, padre —Atem no tuvo más que obedecer a su padre y salió de sala del trono, me dispuse a hacer lo mismo que mi príncipe y salir de allí pero el faraón me detuvo.

—Niña, tú te quedas aquí.
—S... Sí... Al... Alteza... —Sé lo que hay entre mi hijo y tú —me dijo con una mirada suave pero seria.
—Lo sé, alteza.
—Pero sabes que mi hijo está comprometido y tú también lo estás. Entonces sus relación no tiene futuro, te lo digo a ti y luego se lo diré a él.
—Sí, Faraón.

El faraón dio un suspiro y luego de pensar cuidadosamente sus palabras dijo:

—Mi hijo está muy enamorado de ti, antes de que ustedes dos tuvieran algo más intimo, él se la pasaba hablando de lo hermosa y amable que eres —dijo provocando un sonrojo en mí.
—¿De verdad?
—Él jamás me dijo lo que sentía por ti, pero con el tiempo pude confirmarlo y ahora no es un secreto para nadie lo que ustedes dos tienen.
—Sí.
—Te diré también que... Antes de que ustedes dos empezaran con esa locura, Atem solía ir a espiarte todas las mañanas cuando salías de tu habitación, en tus practicas de magia y en otras ocasiones. Empecé a creer que era un acosador contigo —el faraón río ante esto último.
—¿De... De verdad? —me sonrojé un poco.
—Por ahora ve a tu habitación, pensaré en todo esto y veré que hacer con este asunto.
—Como usted ordene Majestad —empecé a caminar a la salida y cuando estaba a punto de salir el faraón habló por último:
—¡Ah! ¿Y Mana, qué hicieron Atem y tú la noche que se ausentaron? —me sonrojé de nuevo ante esa pregunta y respondí:
—Nada en especial —luego de decir esto salí de la sala de trono, no sin antes hacer una reverencia a mi faraón.

POV. ATEM.

¿Cómo puede ser posible? Primero, mi padre quiere casarme con quien no quiero, segundo; Mana no quiere escapar conmigo y me engaña con Bakura y tercero, mi padre me manda a mi habitación.

¡Genial! Ser un príncipe y futuro heredero es lo peor.
¿Qué le habrá dicho a Mana? Ella se quedó allí, ya que mi padre le dijo que se quedara, sólo espero no sea nada grave. 

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Hola, he aquí nuevo capítulo. Quizás no es el mejor pero espero les guste. Ya empecé a estudiar y ña, bueno. Pronto siguiente capítulo.

¡Hasta luego!