La fiesta está en su apogeo. Los asistentes sudan y bailan al ritmo frenético de la música rock que retumba en las paredes, Los amplificadores emiten sonidos agudos y graves vibrantes que se mezclan en una cacofonía perfecta.

Las luces del techo oscilan en colores vivos que transforman la atmósfera en un espectáculo hipnótico. En una esquina de la habitación, una pista de baile improvisada se extiende a través del suelo, causando que los bailarines se arremolinen en el centro.

El olor a perfume, sudor y alcohol flota en el aire, deleitando a los sentidos de manera agradable y aunado a la música, hacen que la energía sea inaudita. Conversaciones excitadas se elevan y se mezclan con los sonidos musicales, mientras las botellas de licor, hechas con champiñones de color morado [Venenoso] y juntado con dos champiñones verdes [Vida Extra] se descargan en vasos y se pasan de mano en mano. Por cada; Koopa, Goomba y lo que sean, las pequeñas criaturas rojas con pinchos en sus caparazones.

Garganta y refrescantes bebidas refrescan las mentes y cuerpos de aquellos que han estado bailando toda la noche, oh los que se la pasaban peleando unos con otro. La fiesta se desenvuelve en el centro de aquel castillo flotante , con gente riéndose y charlando en pequeños grupos, intercambiando historias y coqueteos en el aire de la noche.

En un rincón, entre las sombras de un lugar tranquilo, un par de manos sujetan la cintura de dos enamorados que se balancean en un suave vals al compas de una canción rock lenta. La fiesta sigue en medio de la música rock que envelopa todo en un abrazo electrizante y lleva a los presentes a un estado de éxtasis emocional. Pero todo aquello se pierde, cuando la banda compuesta por Koopas. Comienzan a tocar una nueva. Incorporándose a la multitud, quienes comenzaron a gritar y brincar al ritmo de la música.

Quedando un único ser. El cual se encontraba flotando, suspendido, lo que parecía ser una plataforma. Pero el solo estaba ahí. Sentado, mostrando una mirada con enojo. Disfrutaba la música que escuchaba, su cabeza se movía de arriba a abajo. Tarareando la canción.

Bowser, el archiconocido rey de los Koopas, se encuentra sentado en su trono en su impresionante castillo. Su trono ha sido diseñado con detalles en tonos dorados y rojos, centelleando bajo la luz de la luna. La cual no se aprecia en su máximo esplendor, gracias a la iluminación de la fiesta. Desde aquí, Bowser siempre ha gobernado a sus súbditos con autoridad y fuerza.

En este momento, Bowser está sentado en su trono con una actitud imponente y poderosa. Él tiene su cabeza bien alta y mira hacia abajo con una fuerte expresión en su rostro. Su enorme y abultado cuerpo está posicionado perfectamente en el asiento del trono, mostrando toda su majestuosidad y grandiosidad.

Sus garras afiladas descansan sobre los brazos del trono, como si fuera un guerrero que prepara su cuerpo antes de una batalla. El fuego de su nariz ardiendo aumenta la sensación de temperamento y dominio, mostrando su naturaleza ardiente y agresiva. Y cada que exhala. Se pueden observar, cómo sale el vapor de sus fosas nasales.

En este momento, el único ser que está al lado de el. Es Kamet, quien bailaba a su modo. Pero con todo esto, aún seguía siendo, únicamente el, aquel que observan mientras que sus súbditos celebran su victoria, por lo que Bowser tiene una oportunidad para reflexionar en su trono. Con la imagen del reino que ha construido a través de los años en su mente, examina sus alrededores y dando un vistazo arriba suyo. Mirando la estrella que se encontraba dando vueltas en el aire. Un momento tranquilo que le da tiempo para pensar en su siguiente gran plan para proteger a sus súbditos, aumentar su poder y debilitar a sus enemigos. Si estos intentan dar batalla.

En el aire, se respira un aura de poder y un sentimiento de respeto. La apariencia imponente de Bowser en su trono hace que sus súbditos se rindan ante él y se sientan orgullosos de tenerlo como líder. Un líder, que siempre está listo para luchar por los derechos de su gente y proteger su reino.

Pero estaba decidido. Este termino levantándose lentamente. Kamet, quien mostraba sus pasos de baile prohibidos. Al notar la presencia de su rey. Únicamente se movió, evitando que este le aplastará.

-¡Mis tropas!.

Grito. Llamando la atención de todos los presentes, mirando con detenimiento cada movimiento de su rey.

- ¡Koopas!, ¡Goombas!, ¡Y lo que sean ustedes!.

Mencionó a las pequeñas criaturas, que al imaginarse, que su rey. Estaba por nombrarlos. Estos estaban animados. Pero. No fue así. Y lo único que hicieron, fue mirar el suelo de manera triste. Y un poco decepcionados.

- Después de mucho tiempo. Buscando la super estrella. ¡Finalmente ya es nuestra!. Lo que me convierte. ¡En la tortuga más poderosa del mundo!. Y todos juntos. Iremos al reino champiñón. El cual, por años peleamos como enemigos, voy a pedirle a la princesa, que sea mi esposa, y tener al fin. ¡Una boda de cuento de hadas!.

Grito decidido y emocionado junto a su reino. El cual, al escuchar las últimas palabras de su rey. Estos guardaron silencio, mostrándose completamente confundidos, por tales palabras. Oh más bien, deseos del rey.

- Seeeeeeee......

Intento mostrarse emocionado uno de los koopas. Quien miro a su compañero confundido, y al igual que este. El cual ya había roto el silencio incómodo. Este hablo.

- ¿Quiere casarse con la princesa?.

- ¿Qué no lo odia señor?. - Grito otro Koopa desde la otra punta.

- Pues claro que me odia. Es más que obvio... Pero sus duras palabras, hacen que me enamore mucho más. - Juntando sus manos y llevando las al pecho. - Su fleco, en forma de corazon y como flota con la brisa, su inamovible tiara. Y sus bellos ojos azules. Qué es igual a dos zafiros. Y cuando le enseñe la estrella. ¡Oh,jo,jo,jo,jo!. ¡Será mía!.

- ¡Huy jefe!. ¿Y si dice que no?.

Fueron las últimas palabras que dijo aquel koopa de color verde. Después de parpadear. Y ver únicamente una luz de color amarilla acercarse a el. Transformándose en una llama de fuego. Que cubrió a todo el ser. Dejando un esqueleto. El cual solo junto sus dedos.

- ¡Pues usaré el poder de la estrella!. Y terminaré destruyendo el reino champiñón.

Termino con un gran rugido. El cual fue acompañado, por gritos de todos aquellos quienes se emocionaron. Lo que significaba en otra conquista.