7.Pequeño susto
Principios de mes, eso solo podía significar una cosa: que por fin le habían pagado. Sumando el trabajo en el bar, la cafeteria de la universidad y las tutorías en la academia el total era suficiente. No obstante, debía de pagar muchas cosas y entre esas estaba Sana.
Tenía que hacer las cuentas, ahora que Sana hacía actividades extraordinarias y que se había gastado un buen dinero comprándole ropa para el invierno...
Encima tendría una excursión. Mina suspiró, en definitiva iba justa. Tenía que hacer horas extras, que es lo que he estado haciendo las últimas semanas.
—Hoy ha venido una niña nueva —comentó la menor.
Ambas hermanas estaban comiendo, escuchando la televisión de fondo. Eran las caricaturas favoritas de Sana, un gato y un pez que eran hermanos.
—¿Y qué tal?
—¡Bien! Habla así como nosotras. Nuestro idioma —esta vez cambió la conversación a japonés.
—Es japonés —rió Mina.
Le seguía pareciendo adorable como Sana le tenía tanto cariño a su lengua materna.
A la pequeña Minatozaki sentía que era algo especial.
—Su color favorito es el rosa como el mio ¡siento que vamos a ser muy buenas amigas!
—Seguro que sí, ¿y qué más has hecho hoy?
Sana se quedó en silencio, como si estuviera debatiendo consigo misma si decírselo o no.
Pero Mina ya la tenia pillada, así que tenía que decírselo sí o sí.
—Estamos practicando con la flauta.
Myoui alzó ambas cejas para acariciar la coronilla de la cabeza de su hermana.
—Y necesitas una, ¿verdad?
Sana asintió y Mina sonrió. Le aliviaba el hecho de saber que al menos se lo había dicho.
—Puedo comprar una cuando salgas de la academia.
Pero a la menor no pareció gustarle la idea.
—¿No puedo usar la tuya?
—No. Sana está vieja y sucia —Mina se negó.
Pese haberle avisado, ya era demasiado tarde la pequeña japonesa se había levantado para ir al cajón y sacar la desgastada flauta de Mina.
La nipona la había guardado porque eran una de las pocas cosas que conservaba de su infancia.
Sana ya estaba tocando la flauta por todo el piso.
—¡Sana deja de tocar!
Pero Minatozaki la ignoró y aunque apenas había espacio, comenzó a correr
huyendo de su hermana mayor que la perseguía para detenerla.
Había tardado unos minutos pero lo había logrado.
—Mitang...¿no quieres descansar un ratito?
La hermana menor se preocupó al ver como Myoui se apoyaba sobre sus rodillas recuperando el aliento.
—Quiero jugar contigo —sonrió Mina abrazándola.
—¡Podemos jugar en tu móvil! Ya vuelvo.
Cuando Sana se dio la vuelta para ir a coger el teléfono de su hermana, Mina hizo una mueca de dolor.
Le llevaba doliendo la cabeza desde ayer y apenas había podido pegar ojo porque había vuelto a tener pesadillas.
Pesadillas con un accidente de coche.
🫠🫠
El dinero era su motivación. Claro que lo era pero ese día había sido agotador. Le pareció raro que no hubieran problemas y eso era porque Nayeon ni su grupo apareció ese día por allí.
Le dolían tanto las piernas, su cuerpo no se movía como ella quería y era una sensación de no poder moverse más.
Su cuerpo le suplicaba un descanso.
Había estado evitando un poco a Lisa y a Jihyo porque no quería que la regañaran por exigirse demás. Además de que, con solo verla lo más posible es que su mejor amiga, Jihyo, denotara que algo no iba bien con Mina.
—¿Por qué me habrá escrito así de la nada? Querrá ya el dinero...—suspiró Myoui.
La pobre japonesa tendría que pedirle más tiempo. La había pillado en el peor momento.
Nayeon solo le envió un "puedo comprar el sol" y a continuación envió una foto con el amanecer y supuso que habría salido de fiesta por lo que esa sería la razón por la que habría faltado a la universidad.
Ojalá ella pudiera permitírselo.
Otra foto que le mandó era una selfie de ella y Jeongyeon. Algo le llamó la atención
En el fondo podía ver a Jennie y Jisoo abrazando a una chica que no se le hizo conocida, era rubia y guapa. Más alta que las dos Kim.
Cerró los ojos un momento, tenia cosas que hacer: terminar de lavar una cuántas tazas antes de irse. No obstante, la japonesa estaba tan agotada que se acostó en uno de los cómodos sofás un momento.
Llegaría pronto a casa, Sana estaría esperando mientras veía la televisión con su pijama favorito puesto.
Mina no pudo evitar sonreír al imaginársela.
—Serán sólo cinco minutos —se prometió la japonesa antes de bostezar.
Estaba comenzado a quedarse dormida cuando sintió como si estuviera siendo observada.
Era una extraña sensación.
—¿Por qué no vas a dormir? —escuchó como le susurraban en la oreja.
La chica soltó un grito y cerró su puño lista para luchar.
Sin embargo, con lo único que se encontró fue con una Nayeon con su abrigo en las manos.
Im al verla durmiendo quiso arroparla con su chaqueta.
—¡Por favor en la cara no! ¡El mundo no puede perder mi belleza! —chilló asustada Im.
—¡Como me vuelvas a asustar de esa manera lo haré! —contraatacó Mina bajando la guardia —¿qué haces aquí?
—¿Por qué? No me lo digas, me has extrañado.
Soltó con egocentrismo la coneja. Era imposible que alguien no echara de menos su presencia.
—En realidad, he tenido mi tarde más tranquila. Ni me había dado cuenta de que no estabas.
Nayeon rió rodando los ojos. Sí claro.
—Tus amigas me escribieron por instagram y acabamos intercambiando números.
¡Esas sinvergüenzas! Las iba a matar, no podía dejarlas un momento solas porque en cuanto se despistara ya estarían montadas en los coches de las amigas de Nayeon.
—Ah, tienes instagram...—comentaba Mina dirigiéndose al fregadero.
—¡Claro que tengo! Solo sigo a mis amigas...¿quieres que te siga?
La universitaria sacó su móvil mostrándole su cuenta.
—No gracias, además casi ni lo uso.
—¿Entonces no puedo tenerlo?
Mina la miro con cierto reproche. Pero terminó dándoselo, no iba a ser tampoco descortés.
Nayeon se aclaró la garganta para continuar hablando.
—Como buena amiga que soy, quería acompañarte a la parada del bus —Nayeon sonrió con orgullo.
—Todavía no he terminado. Como podrás ver, tengo que limpiar esto.
—Puedo ayudarte.
Eso tendría que verse, ¿acaso limpiaba alguna vez en su mansión? Mina apostaría lo que fuera a que no había tocado una esponja ni un vaso sucio en su vida.
—El líquido verde este en la esponja...—Nayeon suspiró.
—Sí, el liquido verde ese —repitió Mina soltando una risita.
Nayeon se arremangó la sudadera de marca y frunció el ceño tocando con cierto asco la esponja para comenzar a "lavar los platos.
—Parece que es la primera vez que lo haces —se burló Myoui.
—No lo es...—Nayeon frunció el ceño ofendida —es la tercera.
Mina rió de nuevo mientras observaba como la niña mimada se peleaba con el agua para limpiar bien o al menos hacer el intento.
Jamás se imaginó a alguien como Im Nayeon lavando platos a las once de la noche.
—¿Qué significa el sr en tu perfil? ¿Señora?
"Será idiota" pensó la nipona cruzada de brazos.
—No tonta —Mina negó —significa Sharon, es mi segundo nombre.
—Suena sexy.
Myoui alzó ambas cejas y Nayeon se apresuró a justificarse. No debería de haber pensado en voz alta.
—Suena sexy en manera de amistad —rió nerviosamente viendo a la japonesa a los ojos.
Cuando conectó la mirada con Mina, se sintió torpe. Aun no se acostumbraba a estar tan cerca de la extranjera y eso de alguna manera la molestaba.
Nunca antes una mujer la había puesto nerviosa.
Debido a los nervios de Im, se le resbaló el plato que tenía entre sus manos. Por lo que tanto ella como Mina reaccionaron rápidamente para tomarlo.
Lo que no se esperaban ninguna de las dos en que al hacerlo, sus manos se tocaran creando un momento vergonzoso. Incluso para Mina, quien no pudo evitar sonrojarse al sentir lo suaves y grandes que eran las manos de la mayor.
—No toques nada, déjamelo a mi —carraspeó Myoui.
—Lo siento...¿Mina?
Sangre comenzó a deslizarse de la nariz de la japonesa, quien al ver como comenzaba a derramar de manera exagerada no pudo evitar caminar rápidamente en busca de un trapo.
Nayeon se alarmó y camino tras esta, la extranjera se presionaba los lados de la nariz con el pulgar y el índice.
—¿Estas bien?
Mina solo asintió e intentó coger uno de las servilletas para evitar el sangrado que estaban en su bolso. No obstante, sus piernas fallaron y sintió que se iba de frente.
Un malestar se instaló en su cuerpo, seguramente el causante era el sobre esfuerzo de esa semana.
Cerró los ojos esperando a que el golpe llegara pues no podía reaccionar si quiera para intentar mantener el equilibrio.
Aun así, su caída nunca llegó porque Nayeon la había tomado por la cintura evitándolo.
Estaba todo algo nublado, pero igualmente podía sentir como Im se aferraba a esta preocupada. Ayudó a que se mantuviera de pie y preocupada, con la manga de su suéter de diseño limpio la sangre derramada.
—Mina, vamos al hospital.
—Tengo que ir a casa —alcanzó a decir la mencionada.
—Pero...
—No...por favor, solo quiero ir a casa. Estoy bien...
Sin poder evitarlo recostó su cabeza en el hombro de la universitaria. Se dio cuenta de que no podía controlar su cuerpo y también de otra cosa.
De lo fuerte que tenía que ser Im para tenerla entre sus brazos y no dejarla caer.
Se sentía bien.
—Chris, ¿puedes entrar? Es algo urgente —pudo escuchar como hablaba con alguien por teléfono.
Nayeon no dejó de sostenerla ni un solo momento, lo próximo que sintió es como era prácticamente cargada hacia un coche.
Y se habría quejado, pero aún se sentía sin energías suficientes.
—Hola, Jihyo ¿verdad? Verás me gustaría que me dijeras dónde Mina vive. Se encuentra algo mal...—Nayeon seguía hablando mientras se subía al coche —Mándame la ubicación, estaremos allí en diez minutos.
Nayeon se sentó a su lado y ofreció un pañuelo por si volvía a ocurrir mientras que la japonesa seguía algo inclinada con la cabeza hacia adelante.
—No voy a ir a ningún hotel —soltó Mina repentinamente.
La universitaria esbozó una sonrisa sin poder evitarlo.
—No vamos a ir a ningún hotel —Nayeon sonaba algo seria —Vas a ir a tu casa. Necesitas descansar.
"Descansar" Mina pensó con una sonrisa y apoyó su cabeza en el hombro de Nayeon. Por alguna razón era cómodo y cálido.
Tanto como para dormir ahí.
Aquello tomó por sorpresa a Im que no se movió ni un milímetro y dejó a Mina en esa posición, supuso que sería cómoda para la japonesa.
—¿Está cómoda señorita?
Su guardaespaldas Bang la miró por el retrovisor.
Nayeon miro hacia otro lugar sonrojada, no entendía que le estaba pasando. Sentía su corazón acelerarse.
—Sí, está bien déjalo así.
Con esto dicho miró por la ventana, no sin antes darle un vistazo a Mina quien parecía profundamente dormida en su hombro.
🙂🙂
Mina suspiró por décima vez durante esa mañana. A pesar de que su mejor amiga le dijo que se tomara ese día libre, no pudo. No podía permitírselo. Le alivió el hecho de que después de lo ocurrido, Jihyo estuviera allí con ella y con Sana.
Era una verdadera amiga.
Y con Nayeon...quería darle las gracias personalmente así que había tomado algo de sus ahorros para pagarle el dinero que le dio.
Era la mejor manera de darle las gracias.
—Entonces, ¿estoy guapa?
Lisa se apoyo en la barra haciendo una pose sexy. Mina solo elevó una ceja.
—Has venido aquí maquillada para...¿ver a las amigas de Nayeon?
—No y por ti también. Como amiga me preocupo por ti —Lisa hizo un puchero —y como soltera aprovecho a que aquí hay muchos bombones con dinero
—Estás desesperada.
—Tranquila no te quitaré a Nayeon. Respeto los códigos hermana.
—¡No me gusta Im Nayeon! Solo es una conocida.
Lisa de cruzó de brazos ignorándola por completo.
—Sí, sí, lo que digas.
—Ahí vienen —bramó Myoui.
Manoban rápidamente se peinó y colocó pintalabios además de tratar de parecer tranquila sonriéndole a su amiga.
Mina no sabía de que tenía más miedo de las caras raras que estaba haciendo Lisa o de cómo venía Nayeon a tanta velocidad hacia donde ellas se encontraban.
Jeongyeon fue la primera en sonreírle a Mina, quien le devolvió la sonrisa.
—¿Estás mejor, Mina? —preguntó Yoo.
—Sí, me siento mucho mejor.
—Menudo susto le pegaste —Jennie soltó una risita.—Solo la vi así de asustada cuando choco el coche de su hermana mayor.
¿Había llegado a chocar el coche de su hermana mayor? A Mina le gustaría escuchar la anécdota.
—Me llamó en medio de la noche preguntándome si una hemorragia nasal podía ser mortal —esta vez fue Jisoo quien habló.
—¡Ya basta! —Nayeon pegó un grito silenciándolas.
La estaban haciendo quedar en ridículo con la japonesa.
—¿Qué tal recogiendo a vuestra amiga de Australia? —por fin Lisa se animaba a hablar.
Las cuatro chicas la miraron y a Manoban casi le da un paro.
No todos los días tenías a cuatro chicas hermosas mirándote.
—Hola Lisa —Jennie le sonrió dulcemente.
—Hola —Jisoo dijo algo sería.
Oh, a la tailandesa le gustaba la energía de Kim Jisoo. Más bien le gustaban que la ignoraran.
—Genial, fuimos a la playa y estuvimos hasta el amanecer hablando —Jeongyeon contó con una enorme sonrisa.
Al parecer tenían que ser grandes amigas por cómo las chicas lucían de contentas.
—Esa maldita ardilla está en su casa durmiendo —Nayeon apretó su puño con rabia.
La coreana más mayor notó como cada vez que hablaba Mina parecía ignorarla o evitar su mirada.
Por lo que aprovechó para cuando sus tres amigas se quedaron hablando con Lisa.
—¿Podemos hablar un momento? —Im preguntó a la nipona.
—Sí podemos —Mina asintió para avisarle a la tailandesa —Lisa, cuida esto.
—Cuidad esto —esta vez Nayeon pidió a sus amigas.
Jennie miro a Jeongyeon frunciendo el ceño.
—¿Cómo que cuide esto? No se ni servir un café.
—Yo te enseño —rió Lisa.—A ti también Jisoo.
—Sé como hacerlo. Hasta un mono es capaz —suspiró Jisoo.
Jeongyeon soltó una risita al ver la cara de decepción de Lisa.
—Oye Lisa, con Jisoo ni lo intentes. Creemos que ya le gusta alguien.
Y mientras que las chicas bromeaban, preparadas por si se acercaban estudiantes, Mina y Nayeon estaban a unos metros sin saber cómo iniciar la conversación.
Myoui estaba algo avergonzada y la universitaria simplemente no quería incomodarla.
—Gracias...por lo de ayer —inició hablando la menor —en mi bolso tengo una parte del dinero te lo iré dando y—
—Mina —la cortó Nayeon —No quiero dinero.
—¿Ehhh?
La japonesa no quería pensar mal. Pero es que todo indicaba a que le pagara de otra manera.
—Quiero que me acompañes a una cena este jueves. Es algo formal, así que he guardado una invitación para ti.
Nayeon la buscó en sus bolsillos para dársela. En la invitación ponía:"Celebración Park & Co."
Mina miro la invitación y luego miró a Nayeon. Sinceramente, no le apetecía nada ir a ese tipos de fiesta. No obstante...
—Me tomare eso como un sí —Im sonrió satisfecha —Pasaré a recogerte a las siete y media.
Mina se quedó con la palabra en la boca, viendo como la coneja se daba la vuelta y caminaba como si fuera una pasarela de moda en dirección a sus amigas.
😔😔
Sana estaba contenta limpiando por décima vez su flauta nueva. Además su compañera nueva le había prestado una de sus Barbies, pues la japonesa pequeña le había dejado su coche de juguete rosa favorito también.
Estaba de un humor genial, ajena a lo ocurrida a su hermana.
A Mina le alegraba que estuviera de tan bien humor.
—Sana, ten cuidado de no romperla.
—No lo haré Mitang —aseguró sentada en el sofá.
Estaba dando pequeños saltos de emoción en el sofá.
Mientras tanto su mejor amiga había venido corriendo a su casa al leer que posiblemente acompañaría a Nayeon a una cena.
Jihyo se presentó en su casa y al parecer quería darle unos cuantos consejos antes de ir.
Y aunque Mina no hubiera aceptado aún se estaba poniendo nerviosa y eso que solo iba a acompañar a la hija menor de las Im.
—Bien, empecemos con tu suegra.
Jihyo colocó su teléfono móvil mostrándole una imagen de la madre de Nayeon.
—Im Jihyun, cuarenta y nueve años, CEO de Im Corp. La mujer más respetada en esa sala será ella, cuando la saludes intenta verte segura.
Mina tragó saliva, parecía más joven de lo que aparentaba.
—Esta es Im Sohee, veintinueve años, trabaja en Im Corp. co un alto mando, la primera hija y hermana más mayor de las tres hermanas Im.
En su mirada podía ver el carácter que tenía ¿todas la Im serían igual que Nayeon? Lo iba a comprobar dentro de poco.
—Esta debe de sonarte es popular, Im Suzy, veintisiete años, principalmente modelo que también trabaja con Im Corp, es la segunda hermana.
En comparación con la hermana más mayor, esta lucía algo más dulce en su sonrisa. Eso aliviaba a Mina.
—Por última, tu favorita, Im Nayeon, veintidós años, estudiante universitaria, una de las mejores dentro de su carrera de economía y finanzas —ese dato sorprendió a Myoui —es la tercera hermana y la última así que es la más de las Im.
La japonesa se quedó pálida.
Lo que a continuación hizo fue llevarse a la cabeza y suspiró profundamente.
—De dónde has sacado todo esto.
Preguntó la protagonista aún enterrando su rostro en ambas manos.
—Trabajo en el club de golf para ricos. Algo sé —se encogió
—Puedo ir yo en tu lugar. No me importaría.
Mina abrió sus ojos y negó. Definitivamente Jihyo no iría allí y ni hablar de Lisa que le había mandado audios suplicándole que la llevara.
—Venga Mina, es tu oportunidad para ver como es Nayeon ni siquiera es una cita tal cual.
Los recuerdos de cómo la había sujetado para evitar que se cayeron llegaron a su mente y sus mejillas empezaron a arder.
—¿Vas a ir a una cita Mitang? —preguntó Sana curiosa.
—¿Qué? No.
—Sí —Jihyo contradijo.—¿Te molestaría?
La pequeña Minatozaki miró a su hermana mayor, la verdad es que nunca antes había barajado la posibilidad de que tuviera una cita.
Tras pensarlo un poco finalmente respondió ante la atenta mirada de las dos mayores.
—No lo sé, pero si quiere ir puede ir a divertirse.
Mina sonrió enternecida dándole un beso en la mejilla a su hermana
—Sana, Sanita, piénsalo así —Jihyo se acercó más a la menor —si todo va bien, en unos años estarás compitiendo con los verdaderos miembros de la familia por una herencia que no te pertenece.
—¿Eh?
Sana no parecía entender realmente nada.
—Deja tus películas —Mina la fulminó con la mirada.
Un anuncio de la consola que tanto deseaba tener Minatozaki salía en la tele por lo que escapó de los brazos de la mayor y corrió en dirección a la televisión.
—Entonces, ¿qué vas a hacer? ¿Irás?
—¡No lo sé! Sabes que ese tipo de gente y yo...
Simplemente sentía que no era su ambiente. Pero también quería hacerle el favor a Nayeon.
Pero también sentía que debía de ser social y educada, cosa que le daba pereza. Ya suficientes niños ricos soportaba en sus trabajos...
¡Maldita Nayeon solo la atormentaba!
Aún así, tenía un día entero para decidirse.
❤️🩹
Espero poder hacer maratón pronto :D
—Si estuvieran en el lugar de Mina irían a la cena?
por si se preguntan cómo serían los Instagram personales de las protagonistas:
El de Nayeon
y el de Mina
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