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50.La heredera (I)

🎵nothing but - young k

🖤

Todo volvía a estar en su sitio, la paz de la tormenta llegaba al hogar de las hermanas  Minatozaki y Myuoi, junto a la coreana que no parecía querer despegarse de las japonesas.

Era una verdadera calma, aunque Mina trataba con todas su fuerzas de parecer tranquila. Temía fallar en el examen, sentía que se estaba jugando su vida en ese bendito examen y ni siquiera para selectividad estuvo tan nerviosa.

Solo faltaba un día para ello y dependía todo de ese bendito examen. Solo necesitaba hacerlo perfecto y era algo a lo que Mina estaba acostumbrada.

Pero tenía miedo. Miedo porque todo parecía ir muy bien y miedo porque bueno, no quería separarse de Sana nunca jamás.

—¿Has terminado ya de estudiar? Mitang tienes que descansar...—preguntó Sana sentada a su lado ella estaba haciendo los deberes por su cuenta.

Hacía muy poco había dejado de depender de Nayeon para hacer sus deberes. Igualmente, sabía que podía contar con su hermana o con Im si necesitaba su ayuda.

—Nooo, ya es la quinta vez que me lo preguntas y estoy bien, he dormido bien solo estoy un poco cansada —soltó una risita viendo a su hermanita.

Sana estaba inseparable de su lado, quizás como consecuencia por lo ocurrido. Nayeon se estaba ocupando de ello, más bien ayudándola con ello.

Sana iba al psicólogo dos veces a la semana, iba con la señorita Kim Yubin, quien les informaba y daba tips a ambas para manejar mejor a Minatozaki.

—¿Deberíamos pedir algo de cenar? —salía Nayeon del baño.

Prácticamente parecía que viviera allí. Solo iba a su casa a cambiarse, aunque le parecía raro a Im que su madre ni sus hermanas le reclamaran.

Están demasiado ocupadas para notar su ausencia en casa (como siempre).

—Deja de pedir comida, Im.

—Lo siento —soltó Im en japonés causando la risa en Sana.

—Le estoy enseñando bien Mitang —continuó Minatozaki hablando en su idioma natal.

—No le enseñes tanto, me gusta molestar a Nayeon hablando así.

—Nayeonnie es muy graciosa cuando pone esa cara.

Ambas se fijaron en Nayeon que tenía el ceño fruncido intentando captar alguna palabra, pero eran demasiado rápidas.

Las hermanas soltaron unas cuantas carcajadas y la mayor resopló molesta.

—¡Entendí que estabais hablando de mí! ¿Qué era...?

—Nada, nada...

Mina se acercó a Im robándole un pequeño beso mientras tapaba los ojos de su hermanita.














💖💖











Somi rodó los ojos viendo su teléfono móvil, no le estaba haciendo caso alguno al chico frente a ella. De hecho se aburría, bastante paciente había sido ya con él solamente por querer tener lo que más deseaba.

O más bien a quien más deseaba y ahora que estaba más cerca que nunca sentía que Yugyeom no le servía de nada.

Aunque por parte de Yugyeom solo estaba un paso de conseguir todo lo que soñó. El imperio que siempre quiso estaba prácticamente en sus manos y solo necesitaba que Somi dijera lo que le pidió.

—Dile eso al viejo. Tu padre también tiene que insistir y...

—Ya deja de darme órdenes, serás mayor que yo pero no eres superior que yo. El único grupo que está encima por nosotros es el Im.

—Y yo soy un Im, tontita —sonrió Yugyeom.

Estaba de muy buen humor.

—No lo eres ¿qué dices? Te llega a escuchar Nayeon y te mata.

El mencionarla hizo que la sonrisa del chico se borrara, pero se forzó a aparentar estar bien.

—Pronto lo seré...

—Otra vez tú aquí —la voz masculina de una tercera persona los alarmó.

La cabeza del grupo Im, Im Seungjoon se mostraba acompañado por su secretario. No tenía cara de mucha felicidad.

—¿Te está molestando, Somi? —inquirió una vez más el hombre frunciendo el ceño.

—Estoy bien, no se preocupe —hizo una rápida reverencia.—Mi padre está en el despacho, seguro que tiene muchas ganas de hablar con usted desde la última vez.

—Le di una paliza jugando al golf, tienes que acompañarnos la próxima vez con Nayeon.

La conversación iba fluyendo, pero el muchacho tuvo que interponerse ante esta por un instante.

—Si lo que se rumorea en la empresa es verdad entonces quiero servir a Im Nayeon, abuelo.

—¿Sigues aquí? —suspiró molesto.

—Haré lo que haga falta para apoyar a Nayeon.

—Nayeon no necesita tu ayuda, solo servirías como un trapo para cuando se quiera limpiar las manos.

Yugyeom asintió y el secretario del hombre mayor rechinó los dientes recordándole que estaban delante de la menor de los Jeon.

—Está bien que conozcas tu lugar. Ahora vete, hablaré con el señor Jeon.

—Los acompañaré esta vez —sonrió Somi

La joven acompañó al despacho de su padre a ambos hombres mientras veía la mirada atenta de Yugyeom, quien solo se despidió con una reverencia sintiéndose en la gloria.

—¿Por qué has tardado tanto? —suspiró Mingyu.

Su hermano estaba demasiado ocupado viendo las historias de instagram que Mina había subido. Incluso se estaba cuestionando si escribirle...

Quería hacerlo, pero no quería molestarla. Jamás le había gustado una mujer de aquella manera y maldecía el día que Im Nayeon se tuvo que fijar en Mina.

—Sé un hombre, aunque las mujeres dicen que no a veces significa que sí. Síguele insistiendo.

—Creo que la última vez que me gritó de verdad no tenía ganas de tenerme cerca de ella...—comentó Mingyu con tristeza.

—Pues prepárate para hablarle mañana hermanito. Saldrá la noticia que tanto he deseado escuchar.

Mingyu miró preocupado a su hermano, el no quería poder. Solo quería que Mina se fijara en él y que le diera una oportunidad.












😥😥















Acababan de volver de hacer la compra del mes y Sana estaba demasiado ocupada montando los LEGO que Jeongyeon le había regalado.

Normalmente solía construirlos con Momo o Mina pero al ser dos ramos de flores quería construirlo por su cuenta y dárselo a sus dos grandes amores.

—Nayeon, por favor tengo el examen en unas horas —Mina quería escapar del agarre de la mayor —tendría que estar estudiando y a ti tu abuelo te ha pedido que seas puntual.

Estaban en la habitación y Nayeon no paraba de distraerla para que estuviera calmada para su examen.

El día había llegado y Mina quería parecer tranquila, aunque por dentro estaba viviendo un infierno no quería demostrarlo.

Sin embargo, Im de nuevo podía ver a través de ella y podía interpretar todo. Por eso se había pasado la semana apegada a esta, dándole un momento de respiro y echándole una mano con Sana.

—Sé que aprobarás con un diez, por algo eres mi novia —rió dándole un beso — se me había olvidado eso, pasaré por casa y seguramente mi madre me obligue a pasar la noche allí.

—Es tu casa, no seas tonta.

—Pero quiero estar contigo, mi hogar eres tú y Sana.

Mina esbozó una sonrisa y la volvió a besar. No podía contenerse.

—Deja de distraerme con palabras tan cursis y vete.

Nayeon asintió y tras una pequeña sesión de besos se levantó de la cama con su poca fuerza de voluntad.

—Adiós Nayeonnie —se despedía Sana demasiado concentrada.

—¿Quieres que te eche una mano más tarde? Podemos ir a cenar las tres...no las cinco.

—¿Con quién más?

—Con mis hermanas —Nayeon sonrió.

Ya era hora de que sus hermanas conocieran a la que sería su cuñada y la futura madre de sus sobrinos.

Sana asintió sonriéndole, parecía gustarle la idea. Sobretodo porque iría Suzy. La Im menor estaba segura de que sus dos hermanas de morirían de la ternura con la hermanita de su novia.

Tras despedirse llamó a Chris para que pasara a recogerla. Se preparó de etiqueta como siempre y se puso uno de los trajes Chanel que su abuelo le había regalado.

Supondría que sería otra de esas juntas aburridas donde daban la situación de la empresa y poco más. Aunque le parecía raro que su abuelo fuera tan insistente con su asistencia.

—Abuelo —saludó levantando la mano.

De un momento a otro se había puesto en modo automático y ya había llegado a la empresa. Su abuelo aplaudió al verla emocionado y todo parecía indicar que la reunión sería larga, pues habían bastantes cargos importantes de Im Corporation ahí presentes.

—Nayeon, has llegado tarde —su madre reprendió.

—Había tráfico mamá.

A Nayeon le sorprendió ver el secretario tanto de su madre como de su abuelo presentes en la mesa así como sus mayores accionistas.

—Siéntate con tus hermanas —pidió su abuelo tras darle un fuerte abrazo —hoy es el gran día.

Incluso la secretaría de su hermana mayor, Sohee.

—¿Qué pasa? —Nayeon frunció el ceño tomando asiento entre Suzy y Sohee.

—Nayeon...—Suzy tenía un tono débil en su voz.

—Hoy veremos si nuestras hermanita ha madurado lo suficiente —la interrumpió Sohee.

—Nayeon ha aprendido muy bien de sus hermanas mayores —sonrió su madre sentándose cerca de sus hijas.

La mencionada se estaba empezando a impacientar con tanto misterio. Fingió estar sonriente y serena, pero quería que le dijeran de una vez que era lo que pasaba con ella.

Se reclinó en su asiento y trató de prestar atención a la reunión, lo único que logró captar su atención fue ver a Yugyeom entrando a la sala para entregar unos papeles.

—Quédate de pie, no hay asiento para ti en esta reunión —hizo un gesto de molestia su abuelo.

Nayeon soltó una risita burlona, dándole una mirada de superior al chico que le devolvió la sonrisa.

"Qué raro, ¿han domesticado por fin a este perro?" Pensó mirándolo de reojo.

—¿Qué opinas de nuestra última campaña? Tuvo muy buena acogida por parte del público, queremos mejorar aún más nuestra imagen corporativa —inquirió mirando a su nieta favorita.

—Abuelo, las fotos que te hiciste con el alcalde de ese pueblo son bastantes falsas —suspiró la coreana cruzándose de brazos —¿no sería mejor hacer fotos mostrando nuestras aportaciones que implicándonos en actividades que todo el mundo sabe que los ricos no hacemos diariamente?

Todos se sorprendieron por la manera en la que habló al jefe y cabeza del grupo Im, sin embargo este soltó varias carcajadas.

—Directa y sincera. Buen análisis, justo como esperaba de mi nieta.

—Pero soltar dinero es fácil, tú mismo lo dijiste, lo difícil es saber cómo gastarlo y elegir en qué —se encogió de brazos —Quizás invertir en educación contentaría aún más al público y cortar relaciones con empresas problemáticas.

—Aprendes y recuerdas todo lo que te digo.

—He tenido a las mejores y el mejor mentor.

—Por eso quiero que sepas que quiero que seas vicepresidenta de Im Corporation en cuanto acabes la carrera.

Nayeon abrió los ojos tanto como pudo, incluso tuvo que apretar su agarre sobre la mesa.

—Falta muy poco para eso abuelo. Yo...

—Aprenderás de tu madre para ser la siguiente CEO y de CEO a presidenta —dictaminó seguro de lo que decía —Nayeon eres en quien confío para ceder mi poder, tienes lo que necesitas para dirigir esta empresa.

Im Nayeon sería oficialmente la heredera.

Todo el mundo se había quedado en silencio. Nayeon no tenía palabras, sabía que estaba destinada a ello, que esa sería la cima que quería escalar, pero no tan repentino.

—Pero para ello necesitas casarte con Jeon Somi.

—¿Qué?

—Con un yerno siendo la cabeza del grupo Jeon sé que te cuidará las espaldas, necesitas gente de poder de tu lado. Su hija parece ser una buena mujer, lo suficiente para ti.

—No me voy a casar con Somi, abuelo. Lo siento.

—Im Nayeon.

Su madre se había entrometido, la reunión se estaba tornando más tensa.

—Déjamelo a mí —la detuvo el hombre mayor —No era una pregunta Nayeon, eres mi adorada nieta y estoy eligiendo lo mejor para ti.

—Pero no es lo que quiero...quiero dirigir Im Corporation al lado de la mujer que amo y no es Somi.

—Nayeon, es uno de tus tanto caprichos.

—¡No lo es! Myoui Mina es la mujer que necesito a mi lado.

—Esa muchacha no tiene nada de lo que necesitas en tu camino para ser presidenta del grupo Im. Sé que no lo ves ahora, pero con los años me lo agradecerás.

—No puedo hacerle eso, ni a ella ni a mi. Yo...no quiero abuelo.

Su madre no se contuvo más y se levantó de su asiento. No podía con las tonterías que estaba escuchando.

—¿Te está lavando el cerebro esa chica o qué? Eres una Im, Nayeon. El abuelo te está eligiendo como futura líder del grupo Im y es tu deber hacerte responsable de ello.

Nayeon apretó su puño escuchando todo aquello. Jamás se le pasó por la cabeza el que pudiera sentir eso.

—Es tu deber como Im que eres.

La universitaria e levantó de su asiento con su mandíbula temblando, la rabia se había instalado en su cuerpo.

El día con el que tanto soñó le había llegado. Pero no lo quería así, no de esa manera. No tenía otra alternativa.

—Entonces renuncio a ello.

—¿A qué?

—Renuncia a mi apellido Im.

—¿Qué? ¡Im Nayeon!

—Me casaré con Mina y tomaré su apellido.

Hizo una referencia y salió caminando rápido dejando a todos con la palabra en la boca.

El único que sonreía en medio de ese caos era Yugyeom.













😅😅












Sus hermanas y madre habían sido capaz de alcanzarla y detenerla tras el alboroto que había dejado atrás. Nayeon no se arrepentía de absolutamente nada y no mentía con que renunciaría al apellido Im si era lo que tenía que hacer para estar de esa manera con la persona que amaba.

—No me miréis así, no pienso casarme con Somi.

—¡Te has vuelto...! —su madre sintió que se mareaba por un momento.

Rápidamente Sohee y Suzy alcanzaron a darle la mano para que mantuviera el equilibrio.

—Mamá no puedes estresarte —comentó Sohee preocupada.

—No te conviene...—Suzy suspiró.

—Mamá...¿estás bien?

—He estado algo débil y enferma...no me cambies de tema Im Nayeon.

No había estado lo suficiente en casa, pero sí era cierto que estaba viendo bastante a su madre. Se le hacía raro verla allí siempre que volvía de estar con Mina.

Jamás vio a su madre tomarse tanto tiempo libre.

—Dejaré que te cases con ella, pero escucha bien mis peticiones. Ve y pídele matrimonio ya mismo, si acepta moveré mar y tierra para que se celebre cuanto antes la boda y el abuelo no se opondrá.

Eso sonaba lo suficiente bien para la menor de las tres hermanas.

—Pero en el caso de que no acepte, deberás de casarte con Somi. O al menos aceptar la reunión en la que le pedirás la mano delante del señor Jeon.

Nayeon sonrió egocéntricamente.

—Está más que hecho, Mina me ama y yo también. Y si me llega a decir que no...no he llegado a pensar en que me rechaza pero acepto.

La coreana confiaría su vida a que no existía el "no" sabía que su novia no la rechazaría.

Myoui Mina era el amor de su vida.

Y en el caso de que pasara (cosa que le parecía imposible) entonces aceptaría a la opción dada por su madre, ya que sin Mina nada tendría sentido.

—Hija mía, te veo muy confiada. Puedo dejarte unos días para que lo pienses y...

—No, vamos ya. Ya habrá acabado el examen.

—Nayeon, párate a pensar antes de hacer las cosas. No dejes que el ego te gane —Suzy la miró preocupada para poner sus manos sobre los hombros de su hermana menor.

—No me gana el ego, me gana el amor que le tengo a Mina. Ella es la única mujer en mi vida y no habrá nadie más.

Sohee se cruzó de brazos y negó con la cabeza lentamente mirándola a los ojos.

—Se nota lo mucho que la amas, pero ¿ella te ama tanto como tú lo haces?

Su hermana mayor le hizo un gusto de que guardara silencio. Mejor dejarían que los hechos hablaran.













🔅🔅













Mina pensó que lo tenía, ¿le había salido bien? Quería pensar que sí, apareció todo lo que había estudiado y memorizado. Incluso terminó antes de lo que pensó. Sus manos aún temblaban, pero se sentía feliz.

Feliz porque sentía cada vez más cerca ese puesto de trabajo para ella, prácticamente sentía que le pertenecía.

Era como si la escalera hubiera dejado de estar tan cuesta arriba.

—¡Myoui Mina! —llamó de la nada

Esa voz que tanto adoraba. Nayeon estaba allí esperándola con unas flores, que no tardó en aceptar.

—Cásate conmigo.

Fue lo siguiente que soltó Im, haciendo que la japonesa rodara los ojos.

—Deja de decir tonterías, ¿le dijiste a Sana de ir a cenar con tus hermanas? Tenías que haberme consultado antes...

Sin embargo, la mayor ignoró sus palabras cogiéndola con algo de fuerza de las muñecas.

—Mina, te estoy hablando en serio.

—¿Qué?

—Te amo, te amo mucho. Casémonos, sé mi mujer. Te haré feliz.

—Deja de bromear, me está cansado ya la bromita —golpeó su pecho con una risita.—Quiero ir a casa me muero de hambre, Sana me está esperando y las chicas también.

Pero su pareja no parecía reírse al respecto o quejarse por el pequeño golpe como solía hacerlo. Ni siquiera estaba lloriqueando.

—Mina. Te lo digo enserio. Cásate conmigo.

—Nayeon, ¿qué está pasando?

La protagonista se sentía abrumada, no solo por la actitud tan extraña de su novia sino por la desesperación que llevaban sus palabras.

La estaba empezando a asustar de verdad.

—Ahora que sé que soy la heredera directa como líder del grupo Im necesito a la mujer que amo a mi lado, eres la única que quiero conmigo y más ahora —sonrió tomando sus manos sonriendo algo débil —Casémonos Mina. Lleva el apellido Im, tú y Sana.

Mina parpadeó varias veces sintiendo como sus piernas temblaban.

—Nayeon...no. No voy a casarme ahora mismo contigo.

—¿Qué? ¿Por qué no?

—Acabó de hacer un examen para mi nuevo puesto de trabajo...yo no puedo casarme contigo ya mismo.

—No hace falta que trabajes, conmigo podríamos...

Myoui tuvo que cortarla rápidamente.

—Ese es tu mayor problema. Crees que solo me hace falta el dinero y que es lo único que me importa —la nipona desvió su mirada hacia otro lugar —Quizás te parezca así pero...yo también tengo sueños y tengo metas. No puedo dejarlo todo así por así.

—No lo estarías dejando sería...

—Nayeon, no.

—¿No me amas tanto como yo a ti?

—No es eso.

—Pues si es así renuncio al apellido Im y estaré a tu lado.

—No renuncies a tu apellido. Es de lo que más orgullosa estás.

—No Mina no lo entiendo...—Nayeon suspiró hondo —Tengo organizada una cena mañana con mi prometida.

Mina se quedó helada mirándola, todo tipo de expresión se borró de su rostro. Estaba repitiendo todo lo dicho por su novia en su cabeza.

—Así que demuéstrame que me amas —sonrió sintiendo como se acumulaban las lágrimas en sus ojos —Dímelo, pídeme que lo mande todo a la mierda por y para ti y lo haré.

—Nayeon...¿por qué me haces esto? ¿Por qué me dices todo esto ahora?

—Pídemelo Mina, dime que me amas y que lo deje todo por ti.

Mina negó con la cabeza lentamente. No iba a hacer aquello.

—Sin tu apellido no eres nadie. Olvídate de mí si llegas a hacerlo.

—¿Qué? Me estás mintiendo, tú no me ves igual que los demás.

Mina era la única capaz de ver a través de todo la coraza que siempre llevaba puesta. Ella era la única que había visto la desnudez de su alma.

Y Nayeon había visto la de Mina, no dudando en abrazar y proporcionarle el calor que tanto pedía su corazón.

—Tienes razón, quizás no te amo tanto como tú a mí —se detuvo un momento para pensar Myoui —¿Sabes? Quizás no te he llegado solo me gustaba como me tratabas eso era todo.

La coreana se negó rotundamente a aceptar que la Mina que conocía había respondido aquello.

No podía ser que el amor le hubiera cegado tanto como para no verlo venir. Simplemente era una vil mentira.

—Mírame a los ojos y dime que no me amas —la tomó por los hombros obligándola a mirarla.—¡Mina! ¡Por favor!

Mina la miró a los ojos y mantuvo su mirada, observó los ojos oscuros de su novia. Tenían un pequeño brillo siempre que la veian.

Ahora esos ojos se hallaban llenos de lágrimas.

—Me gustaba Im Nayeon, no la Nayeon que sería una doña nadie sin su apellido.

—¡Mentira! —bramó insistiéndole en que le dijera la verdad.

—Buena suerte, Im Nayeon en tu reunión de mañana.

Mina se soltó finalmente de su fuerte agarre dejando a Nayeon sola. No quiso ver atrás, simplemente miró al frente y caminó mientras a la coreana le recorrían unas dolorosas lágrimas en silencio con el corazón hecho polvo y en pedazos.

Era lo mejor para ambas. En el mundo de Im Nayeon nunca habría cabida para Mina.



💔
quedan pocos capítulos les pido disculpas,,
no sabía cómo terminar la historia si con un final realista o uno más feliz 😭

—¿Qué debería hacer Nayeon? ¿Creen que Mina actuó bien?

Gracias por la paciencia voten y dejen sus comentarios.

Y ACUÉRDENSE DE STREMEAR I GOT YOU

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