49.UJB
🎵Give me your - (G)IDLE
Era la peor idea que había tenido jamás, definitivamente la peor de todas. Era un domingo a las nueve de la mañana, se suponía que debería estar durmiendo como una bebé, como cualquier persona normal un domingo tras una semana pesada.
Pero no, Yoo Jeongyeon estaba a las nueve de la mañana corriendo tanto como sus pulmones se lo permitían (estaba dejando de fumar) en la cinta de correr de aquel gimnasio.
Miro a su derecha y se encontró con la sonrisa entusiasmada de Park mientras corría constante sin parecer nada agotada.
—¿Estás bien Jeongyeon? —preguntó algo preocupada al verla con el rostro completamente rojo y con la respiración agitada.
—Sí, sí, estoy bien cariño —utilizó el apodo intentando sonreír.
Jihyo soltó una risita, subió de ritmo, no sin antes inclinarse para bajar el de Yoo.
—Así mejor, cariño.
Jeongyeon sintió sus orejas ardiendo y bajó la mirada. Estaba algo avergonzada. Primero porque no quería que Jihyo pensara que no se le daban los deportes, de hecho era muy buena en tenis incluso en golf.
Sin embargo, odiaba ir al gimnasio, no le veía sentido. Prefería practicar algún deporte antes que sentirse como un hámster corriendo en su rueda.
Y aún así, terminó aceptando la oferta de Jihyo. Claro, todo sonaba tan bien "oye Jeongyeon, tenemos que hacer más planes a parte de salir a beber ¿vamos al gimnasio?"
Lo peor llegó cuando le dijo la hora cuando ya había dicho que sí, se había comprometido y no podía faltar a su palabra.
¿Pero a quien quería engañar? Si Jihyo le hubiera dicho que a las cinco de la mañana, ella se habría presentado allí igualmente.
—Te estás llamando —señaló sin aire Jeongyeon.
Le dio tiempo a alcanzar a leer el nombre de Tzuyu sobre la pantalla.
—Ahora vuelvo —sonrió algo forzado para detener sus ejercicios.
Jeongyeon se sintió demasiado ansiosa. Se sentía mala amiga. Una vez más, Dios mío. Su corazón aún estaba herido, pero al lado de Jihyo se sentía bien.
—¿Estás bien?
—Claro que sí, ¿por qué iba a estar mal?
—¿Quién era...?
—Por qué estás tan preguntona —levantó una ceja.
La más alta carraspeó y miró hacia otro lugar.
—Vamos a hacer algo de pesas —intentó restarle importancia dándose la vuelta.
Pero Jihyo quería molestarla aún más. Era demasiado divertido hacerlo, aunque últimamente Yoo ya no le llevaba tanto la contraria.
—Preguntándome todos los días si ya comí, si ya me duché, si he tomado una siesta después del trabajo...—dijo enumerando cada acción de Jeongyeon —me escribes todos los días, siempre eres la primera en mi chat.
—¡Es por curiosidad! Eres torpe, aunque vayas de responsable y de chica fuerte eres muy blanda —contestó.
A Jihyo le hizo gracia verla de esa manera, parecía que se estuviera poniendo a la defensiva.
—Yoo Jeongyeon...¿habremos sido esposas en la vida pasada?
—¡Qué dices! Deja de soñar Jihyo.
—¡Cariño!
Esta vez Park usó un tono demasiado acaramelado abrazándose al cuerpo de la mayor.
—Espacio personal —intentó alejarla.
—No te pongas nerviosa, cariño.
—Mantengamos las distancias, cariño —contestó con el mismo tono.
Ambas se miraron y rieron, aunque literalmente Jeongyeon volvió a respirar cuando la más bajita estuvo lo suficiente alejada de ella.
Se dio un poco de aire en la cara con sus manos. Casi salió el corazón con ese tipo de juegos.
Y le asustaba.
👻👻
Sana nunca se había sentido de esa manera, bueno quizás si. Como por ejemplo cuando Mina abrazaba a Nayeon en lugar abrazarla a ella cuando iban a dormir.
Pero era la primera vez que se sentía así con su mejor amiga.
Sana estaba celosa de que todo el mundo se fijara en Momo,el lunes a la tarde durante las clases de Educación Física fue la última jugadora en el balón quemado. Eliminó a todo el equipo ella sola y ahora parecía ser la popular durante esa semana.
No le estaba gustando nada que muchos niños y niñas le regalaran tantos dulces o que quisieran jugar con ellas ¡peor aún! ¡Querían darle de comer a Momo!
Solo ella podía compartir su comida con Momo.
—Momorin, vamos a jugar en el tobogán.
—Vale, vamos.
—¿Tú apodo es Momorin?
Sooyoung, una de las niñas de la clase B preguntó. Park Sooyoung era una de las más populares en primaria porque su madre era actriz.
—Solo yo puedo llamarla así —habló Sana con su voz chillona.
—Mira Momo quieres jugar con mi Nintendo.
Park Sooyoung tenía la última Nintendo del mercado. Momo había estado meses hablándole sobre ella a Sana y al verla sus ojos brillaron.
—¡Sí!
Los ojos de Momo se pegaron a la pantalla y no quisieron despegar su vista de ahí.
Sana por otro lado estaba demasiado enojada.
—Momorin...es jueves de ver las nubes.
Intentó tomar su mano como siempre hacían, pero Momo no correspondió a su apretón. Estaba demasiado ocupada con la Nintendo.
Entonces Sana, frustrada, se cruzó de brazos y su rostro se tiñó de rojo.
—¡Iré yo sola a ver las nubes! ¡No vengas Momo!
Salió corriendo y fue entonces cuando Momo se preocupó lo suficiente al rato de no escuchar la dulce voz de su mejor amiga.
Levantó su vista y dentro del círculo de niños que había rodeándola no la vio a su lado. Hirai se asustó rápidamente, Sana siempre estaba a su lado.
—Toma Sooyoung, gracias. Pero mejor juguemos al escondite ¡cuento yo!
Todos los niños corrieron a esconderse y Momo sonrió. Ella no iba a ir a buscarlo, solo iría en busca de su mejor amiga.
Y no tardó mucho en encontrarla, estaba ahí en la cima de su tobogán favorito.
—Sana...¿estás enfadada? —preguntó en japonés.
—Sí —se cruzó de brazos.
—Lo siento...¿me podrías perdonar? No te estaba escuchando, lo siento.
Sana parecía mantener su orgullo, seguro lo aprendió de Mina. No sabia por qué pero su hermana nunca perdonaba a Nayeon a la primera, quizás en su tercer o cuarto "lo siento"
—Yo no quería ser la popular esta semana...¡ni siquiera sé cómo elimine a todo el equipo! —chilló escaneando para llegar hasta Minatozaki —yo solo quería eliminar a Kang Taehyun por eliminarte.
—¿Querías eliminarlo?
—Claro, ese tonto te hizo daño con la pelota...—sobó el brazo de Sana con cuidado recordando cuando la eliminó.
La pequeña japonesa rápidamente se abalanzó sobre Hirai para abrazarla con todas sus fuerzas.
—Te quiero mucho Momo, lo siento por enfadarme —sonrió apegando su mejilla a la de su amiga —Te daré todos los dulces que me quedan en la mochila.
—¡Vale! —Momo sonrió correspondiendo al abrazo.
—¿No vas a llamar a tu otra mejor amiga Park Sooyoung?
—Ella no es mi mejor amiga.
—¿De verdad?
—¡De verdad! Eres mi única mejor amiga Sana-chan, además la única con la que me quiero casar eres tú.
—Yo también. No quiero a nadie más. Es nuestra promesa.
Sana abrazo con fuerzas a Momo de nuevo para plasmar un beso en la mejilla de Hirai que sintió sus orejas arder.
Las dos se tumbaron y miraron al cielo intentando buscar figuras, era uno de sus juegos favoritos.
—Pidámosle a Nayeonnie la nueva Nintendo...—pensó Momo en voz alta.
—Es buena idea, pero sin que se entere Mitang.
🩷🩷
—¿Una Nintendo nueva para cada una? Igual me cojo yo una también —sonrió Nayeon.
Se habían reunido en casa de Yoo para tomar algo, aunque antes Mina y Nayeon habían tenido que pasar a buscar a Sana y Momo del colegio.
—¡Satang! ¡Nada de consolas, ya tienes la Switch! —frunció el ceño Mina.
—Las consolas evolucionan —dijo Momo intentando ayudar a su amiga.
—Pero no lleva ni dos años con la Switch —suspiró Myoui.
—Por favor, Mitang. Sacaré diez en todo, ¡hasta en inglés!
—Podemos negociarlo —sonrió Nayeon.
Aunque Mina no parecía estar dispuesta del todo a ello.
Jeongyeon se acercó a las niñas para ofrecerles unos helados de chocolate, se había pasado el fin de semana atrincherada en su casa como una loca.
Así que Jennie , Jisoo y Rosé habían tenido que intervenir informando de esto a Nayeon que propuso la reunion como excusa para ver a su mejor amiga y así sacarle lo que estaba sucediendo.
—Jeongyeon, ¿por qué no le contestas a Jihyo? Me dijo que apenas le lees los mensajes —inquirió Myoui al verla.
—He estado...Bueno ocupada estudiando...—balbuceó en respuesta.
—Oh hablando de estudiar...—suspiró la japonesa viendo la hora —y peor de trabajar.
Nayeon se levantó del sofá mientras que Mina le daba un beso a su hermanita para también despedirse de las demás presentes.
—Dejaré a Mina en el trabajo. Las dos quietas. Luego iremos a cenar con las chicas —les recordó a las niñas que asentían con la cabeza.
Con chicas se refería a su grupo de amigas. Jennie y Jisoo estaban bastante distraídas en la cocina horneando galletas con forma de corazón y Rosé solo las miraba mientras se bebía una botella de vino sola.
—Nayeon ya se ha ido —codeó Jennie a su novia.
—Vamos a hablar con Jeong.
—¿Por qué hemos tenido que esperar a que se fuera? —Rosé frunció el ceño.
—Porque Jeongyeon nunca habla de amor cuando la tonta de Nayeon está delante es obvio porque ella estaba ena...¡auch!
Jisoo gimió del dolor al sentir un golpe de su pareja. Jennie la había pellizcado parara y dejara el tema.
No sería nada bueno sacarlo a flote y menos al ver cómo estaba Yoo.
—Habla Jeongyeon —sonrió Rosé ofreciéndole un vaso de vino.
Y eso fue suficiente para que Jeongyeon hablara, bastó con un sorbo de vino para soltara todas sus preocupaciones.
Yoo estaba asustada. Tenía miedo. Le atemorizaba que Jihyo posiblemente le gustara y peor aún que la chica no la viera de la misma manera.
Presentía que solo la veía como una buena amiga y nada más. No quería volver a sufrir y aún menos ahora que tenía sospechas de que Park estaba volviendo a ver y a hablar con Chou Tzuyu, su ex.
—Estoy cansada de esto...no quiero volver a sufrir. Que me guste mi amiga está mal —susurró apretando su puño.
No quería sufrir y tampoco arruinar las cosas con Jihyo.
—¿Por qué no te puede gustar...? Yo quiero casarme con Momo.
Sana limpio con cariño los rastros de helado en las mejillas de chocolate de Momo.
—Yo también, Sana-chan —sonrió. —y compraremos un inflable gigante de pony.
Las mayores soltaron unas risas, se habían olvidado por completo de las dos pequeñas japonesas que estaban demasiado calladas comiendo su helado.
—Chicas, ¿por qué no vais a jugar con Kuma? —Jennie se acercó a ambas cargando a su pequeño cachorro.
Jisoo le había regalado a Kuma, un adorable Pomerania como regalo de cumpleaños.
Y no hizo falta más para que fueran con este a correr por el pasillo.
—¡Lo cuidaremos bien Jen!
Rosé sonrió y se sirvió una última copa de vino, bajando la vista mientras que veía su teléfono móvil.
—Y a ti qué te pasa —Jeongyeon inquirió a la australiana.
—Estaba besando a Hyeri y se me escapó el nombre de Lisa...algo está mal contigo.
Jisoo soltó una risita burlona. Jamás había visto a sus dos amigas de esa manera.
—¿No sería más fácil ir y hablar con ella? Pensé que tenías un máster con mujeres.
—No —dijo Park malhumorada.
—Creo que deberías empezar por pedirle perdón —Yoo se cruzó de brazos.
—Y tú no des consejos y aplícatelos —Jennie regañó —Has estado ignorando prácticamente a Jihyo desde que le viste la llamada de Tzuyu.
Era cierto no había quedado con ella y estaba más cortante porque estaba con miedo de sentir algo por su amiga.
La conversación se vio interrumpida cuando la figura de una delgada chica entró en la sala de estar dejando a todas completamente calladas.
Parecía que habían visto a un fantasma.
—¿No está Mina? Me dijo que estaba aquí y le dije que le iba a traerle las llaves del trabajo...
Era Lisa, seguramente Sana y Momo le habían abierto la puerta.
—Lisaa, ¿vas a quedarte? —ofreció Jennie el asiento libre de su derecha
—A molestar como siempre —asintió Kim.
—No te veíamos desde hace tiempo Manoban —soltó una risita Yoo.
Lisa iba a conversar con estas y de hecho iba a tomar una de las cervezas que habían sobre la mesa.
—¡Lisa lo siento! —gritó Rose —perdóname.
Cuando a la australiana de la nada le dio por gritarle a la tailandesa, dejando a todas anonadadas. Sobretodo a la mencionada.
—Estoy ocupada...decidle a Mina que se las dejo aquí.
—Te acerco a casa —se acercó a ésta rápidamente.
—No, gracias —la tailandesa negó intentando escapar de las garras de Rosé.
Ni la veía a los ojos y eso pareció herir a Park, jamás la había visto tan esquiva con ella.
—Insisto.
—¡Lisa!
—¿Sí? Dime Jeongyeon.
Esta vez Manoban le sonrió amablemente a su amiga, ignorando a Rosé.
—Y Jihyo...¿está en su casa?
—Ah creo que iba a ir a escalar ya te habrá dicho dónde, siempre lo hace cuando está teniendo una crisis.
—¿Crisis?
—Sí, creo que va a hablar con Tzuyu a eso de las ocho o nueve.
Todas miraron a Jeongyeon y esta entendió lo que tenía que hacer.
—¡Fighting! —gritaron Sana y Momo a la vez regresando a la sala con Kuma en brazos.
Yoo salió torpemente corriendo hacia su coche mientras que el JenSoo no sabía si intervenir entre la disputa entre Rosé y Lisa.
—Lisa...por favor. Dejaré a Hyeri.
Lisa se detuvo y la miró perpleja.
—¿Vas a dejarla? Me dijiste que nunca fuisteis nada.
—Y no lo somos pero, no sé, solo te quiero a mi lado.
La tailandesa vio los penetrantes ojos de Rosé y cayó. Había caído de nuevo bajo su encanto y le dolía porque temía a que saliera mal y acabara peor.
🫵🫵
Había escalado durante primaria, no lo recordaba muy bien, pero igualmente haría el esfuerzo. Fue al lugar que Jihyo tanto le insistió de ir una vez, decía que era un buen centro de escalada pues normalmente solía estar desierto a las horas a las que solía ir.
Sin pensárselo mucho (con el armamento necesario) se cargó de valor y escaló.
Mientras tanto, Jihyo estaba en la cima más alta suspirando perdida en sus pensamientos hasta que escuchó una respiración agitada acercarse cada vez más y más a ella.
—¡Jihyo! ¡Jihyo!
—¿Jeongyeon?
Jihyo se levantó y miró hacia abajo para encontrarse con su amiga batallando para llegar a la cima.
Rápidamente le tendió una mano para ayudarla a llegar.
—Estás que no puedes respirar y pálida...¿estás bien?
—Primero, escúchame por favor.
Jeongyeon se quitó el casco y se dio aire con la mano. Lo necesitaba.
—¿Escuchar el qué? ¿Y como has llegado aquí? —Jihyo estaba realmente confundida —En primer lugar, ¿Qué haces aquí?
—No hables con Tzuyu por favor.
La más bajita guardo silencio y negó con la cabeza. Verdaderamente no entendía nada.
—¿Qué? ¿Has escalado todo esto para decirme eso? Yoo Jeongyeon, creo que se te ha ido la cabeza definitivamente.
Jihyo iba a darle un empujoncito en el pecho, no obstante noto que Jeongyeon estaba muy seria y no solo eso.
No sonreía en absoluto, su rostro estaba demasiado blanco y sus rodillas temblaban. Algo estaba mal.
—Oye Jeongyeon estás sudando frío y tus manos tiemblan.
Jihyo tomó sus manos y las notó empapadas en sudor. Jeongyeon entonces cerró los ojos y apretó las manos de Park con fuerzas.
—Tengo miedo de las alturas y mucho más a a escalar. Me rompí una pierna en primaria haciéndolo.
—¡Estás loca! ¡Y solo subes para decirme eso! —bramó Park algo enfadada —¡Baja!
—¡No quiero bajar! ¡he subido porque quería estar contigo...!
Jeongyeon volvió a cerrar los ojos al ver la expresión confusa de la menor.
—Porque me gustas. Me da mucho miedo esto pero quiero estar contigo Jihyo y escalaría algo más alto que esto si hace falta...
Jihyo se quedó en silencio mirándola fijamente. Oh no.
—Jeongyeon...
Apretó ambas manos con fuerza sonriéndole.
—Eso ha sido tan cursi que creo que voy a vomitar de lo dulce que ha sido, me ha dado náuseas.
—Eres lo peor.
Se soltó de su agarre queriendo saltar de allí como fuera. Estaba muerta de la vergüenza.
—¡Lo siento! ¡Cariño lo siento! Tenía que decirlo.
Jihyo rio y la abrazo como disculpa queriendo detenerla.
Era un tipo de abrazo diferente, ambas lo sabían pues la mas alta la tenía sujeta por la cintura y Park había enrollado sus brazos en el cuello de Jeongyeon.
—No mires abajo, mírame a mí —sonrió Jihyo —No dejaré que te pase nada conmigo a mi lado.
—Ahora quiero vomitar yo.
—Lo sé.
—Si te beso...¿vomitarías?
—Pruébalo.
Jeongyeon cerró los ojos y se inclinó posando sus labios en los de la más bajita, sintió que explotaban fuego artificiales y el mundo se detenía cuando lo hizo.
Si bien no fue uno muy largo fue suficiente para mover su mundo. Fue un beso corto, bonito y algo tímido.
Al separarse no hablaron mucho y bajaron ayudándose mutuamente (más bien Jihyo a Jeongyeon).
Una vez abajo Jihyo comenzó a reír quitándole el casco a la mayor que la miraba como si estuviera loca.
—¿Qué es tan gracioso?
—Que estuvieras celosa.
—No estaba celosa.
—Bueno, justamente iba a quedar con Tzuyu para decirle que estoy interesada en alguien.
Los ojos de Jeongyeon casi se salen, al igual que su corazón.
—¿Qué? ¿En quién?
—En ti Jeongyeon, eres tan tonta, cariño.
—Tu más, cariño.
Esta vez, sin si quiera avisarle Jihyo la tomó agresivamente del cuello, obligándola a inclinarse para así besarse. Eso sí que era un buen beso.
Quizás algo inadecuado, pero no había niños alrededor.
—No pienso ponerme de puntillas para besarte —masculló Park tras separarse.
—No me importa, haré lo que me pidas.
Jihyo rió sintiéndose enternecida por lo roja que estaba Jeongyeon.
—¿Ahora puedo darte la mano...? —tosió algo apenada la mayor.
—Tan adorable como siempre.
—Cuidaré bien de ti, Park Jihyo —dijo enlazando sus manos.
—Lo sé. Yo también haré mi mejor esfuerzo, Yoo Jeongyeon.
Jihyo cuidaría de Jeongyeon y Jeongyeon de Jihyo.
😔
hola, espero que les gustara sjsjsj iba a ser principalmente de la UJB pero es metí SAMO porque las extrañaba.
Quería hacer un capítulo cortito pero quedó bastante más largo de lo que esperaba 😭
espero que estén satisfechos con el capitulo 🫶
ya el siguiente será principalmente MinaYeon.
—¿Les gusta la pareja que forman Jihyo y Jeongyeon? ¿De qué otra pareja les gustaría que hiciera un cap extra? 👀👀👀
Acuérdense de pre-guardar el nuevo tema de TWICE "I got you"
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