44.Puño de realidad (II)
La conversación entre su hermana pequeña y su mejor amiga aún estaba dando vueltas por su cabeza. Mientras esperaba fuera de la oficina de su jefe, el recuerdo vino a su cabeza.
Y no pudo evitar darle no solo una, sino varias vueltas a ello.
—¿Y entonces son divertidos? A mí no me gusta cuando los míos vienen de visita, mis primas son aburridas —suspiró Momo.
Mina iba a abrir la puerta para llevarles la merienda, no obstante se quedó esperando a escuchar a Sana hablar sobre ello.
—Son muy divertidos, a veces me recuerdan a cuando estaba con papá y mamá cuando hablan nuestro idioma...
—¿Y eso es bueno?
—No lo sé ¿tú qué crees?
La protagonista se sintió muy mal por estar escuchando a las dos niñas hablar. Estaba violando su privacidad, así que prefirió volver a la cocina y dejarlas hablar a solas en la habitación.
¿Y si Sana deseaba una verdadera familia..? El mayor de terror de no ser suficiente para Minatozaki podía volverse realidad y Mina era incapaz de verse lista para ello.
—Señorita Myoui, pase.
El jefe de la academia abrió la puerta y desde ésta pudo ver en su interior a Hyunjin con una sonrisa egocéntrica al lado de su madre.
Era obvio lo que se iba a tratar. Si bien no iban a convocar a ningún comité ético, se suspendería al joven durante un mes entero de la academia. Pero no lo iban a expulsar ya que su madre era amiga de todos estos organismos.
Lo que supuso se hizo realidad, ya que según su alumno, Mina ejercicio la violencia para defender a su alumno golpeado por lo que debía de ser expulsada de su puesto.
En cortas palabras, la habían echado de su puesto injustamente y lo único que había podido era callarse y hacer una reverencia hacia su jefe.
—Le dije que no tenía posibilidades —susurró Hyunjin saliendo de la sala junto a esta.
Mina miró al adolescente y se mordió la lengua. Ahora mismo, no podía sacar su rabia.
Estaba demasiado preocupada pensando en que aplicar para sacar otro trabajo ya que ese era el que más ingresos le generaba.
Prefirió dejar de comerse la cabeza y escribir a su mejor amiga que necesitaba hablar con ella porque de verdad se sentía mal. Simplemente rezo que al menos en la cafetería le dieran algo de paz mental y no encontrarse ni a su novia ni a las amigas de esta.
Y pareció que Dios la escuchó ya que pudo realizar su turno de tarde sin prácticamente problemas. Su tío se ocuparía de recoger a Sana así que podía aprovechar ese pequeño tiempo para caminar a casa de Jihyo y desahogarse con su mejor amiga.
—¿Cuál es este número? —suspiró tras lavarse la cara con agua oyendo su móvil vibrar.
Llevaba todo el día llamándola, pero por temor a que fueran deudas no quiso contestar. Iba un poco justa ese mes.
Miro a su alrededor del baño de la universidad y finalmente contestó.
—¿Si?
—Buenas tardes, ¿habló con Myoui Mina?
—Sí señor, soy yo.
—Por fin, señorita Myoui me pongo en contacto con usted ya que es la tutora legal de Minatozaki Sana ¿no es así?
—Sí, soy su tutora legal ¿ha pasado algo malo?
Mina suspiró llevándose ambas manos al pecho tenía un mal presentimiento.
—Soy el psicólogo que tuvo cita con ella hace poco, Yang Hyunshik, quería informarle un poco de mi análisis hacia Minatozaki.
—¿Hay algo mal?
—Vera, señorita Myoui le voy a ser sincero, Sana necesita una verdadera figura parental y maternal.
La japonesa dejó de respirar un momento escuchando las palabras del hombre.
—Creo que le ha ayudaría muchísimo a desarrollarse mejor, al usted hacerse cargo de Sana a una edad tan temprana tuvo que madurar demasiado pronto y temo que Sana va a ir por el mismo camino. No creo que un niño que oculte sus emociones y sea demasiado maduro para su edad sea lo adecuado y...
Mina colgó el teléfono sintiendo un gran dolor en el pecho. No sabía cómo sentirse si enfadada o dolida.
No, ese hombre no era nadie para opinar de su vida ni de Sana. Pero...¿y si tenía razón?
—Estoy dando mi mejor esfuerzo por ella —se susurró a sí misma.
—¿La pobre está haciendo miserable la vida de su hermana?
Somi abrió la puerta del baño. Como siempre, aparecía en los peores momentos. Mina tomó aire profundamente.
—¿Cómo le has pagado el psicólogo? No puedes permitírtelo, bueno quizás Nayeon sí ¿cuánto se ha gastado —Somi no pudo terminar de hablar.
Myoui la había cogido del cabello y no pensaba soltarla. Había tenido suficiente, suficiente de los que se pensaban que podían pisotearla.
No quería que volvieran a tratarla mal, que la menospreciaran por ganarse la vida.
—¡Suéltame zorra! ¡Ayuda! —chillaba Jeon.
—¡No pienso soltarte! ¡Jodete! —chilló de vuelta tirándola al suelo.
Y todo lo que estuvo guardándose y acumulando por fin salía a la luz. La rabia y el resentimiento hacia personas como Jeon Somi, quien desgraciadamente fue ser la última gota que necesito Mina para que el vaso finalmente se derramara por completo.
—¡Mina que haces! ¡Suelta a Somi! —Bambam entraba en escena acompañado por su mejor amigo.
Ambos chicos lograron (con dificultad) apartar a Somi de la nipona que apenas había recibido algún rasguño por parte de la chica.
—Mi nariz...¡me vas a pagar todos los daños que me has hecho! ¡Muerta de hambre! —la señalaba ocultándose tras sus amigos.
—¿Y tú? ¿Tú no tienes que pagar por lo que me has hecho? ¡Ninguno de ustedes! —gritó intentando golpearla de nuevo entre lágrimas.
Bambam se interpuso entre ellas y la sujetó con fuerza para evitarlo.
—Claro que no, yo soy rica y tú pobre. No es mi culpa que hayas nacido así —espetó sacando su teléfono móvil —Y ni pienses que vas a seguir trabajando aquí ¡Voy a llamar a mi papi ya!
—Somi...tampoco...—el ex novio de la japonesa miró a ambas chicas preocupado.
Mina simplemente sonrió y le mostró el dedo del medio.
—Llámalo. Yo me voy de aquí, ahora sé que me tienes miedo —comentó con una falsa sonrisa al verla tapar su rostro tras sus amigos.
La protagonista esquivó a Bambam que parecía querer hablar con ella, salió de la universidad esquivando las miradas curiosas y los cuchicheos sobre su persona.
Le dio igual estar llorando en silencio de camino a la casa de su mejor amiga. Sabía que acababa de cometer en un solo día el peor error de su vida.
😕😕
—No te pongas en lo peor, aún te queda el trabajo en la tienda.
—Es el que menos dinero me da, Jihyo. Estoy jodida lo he jodido porque no me he comportado.
Mina ocultó su rostro en la mesa intentando no sollozar sintiendo los golpecitos en la espalda por parte de su mejor amiga.
Jihyo tomó entre ambas manos la cara de su mejor amiga y negó con la cabeza.
—Mina, has soportado demasiado. Soportas demasiado todos los días y es algo natural. No somos mierda a la que pueden pisar siempre que quieran, somos personas también y merecemos nuestro respeto.
Myoui intentó contener sus lágrimas mientras que Jihyo sonreía intentando calmarla.
—Y has terminado explotando porque eres humana. Quizás no de la mejor forma, pero estoy algo orgullosa de que por fin les hagas frente a este tipo de persona.
—Tengo miedo.
—Buscaremos una solución como siempre.
—Te quiero Jihyo.
—Y yo también Mina.
Ambas se abrazaron con fuerzas, Mina lloraba en silencio y se sorprendió al escuchar el sollozo de su mejor amiga también.
—Mina, he terminado con Tzuyu. Lo siento te lo estoy diciendo en el peor momento, pero siento que tengo que ser sincera y...
—Está bien, tú también necesitas llorar entonces, suéltalo.
Jihyo lloró y Mina también. Quizás estuvieron así unos cuantos minutos y al terminar de hacerlo las dos amigas se miraron a los ojos y rieron.
Tenían los ojos hinchados de tanto llorar, una pequeña risita no les venía mal.
—Oh no Dios, por favor quiero escapar del drama —Lisa entró al apartamento de Jihyo como si nada (se sabía la contraseña de la puerta de su amiga)
Y claramente ambas amigas rieron al verla hacer un puchero.
—Lisa, ven aquí —golpeó el asiento libre del sofá Myoui.
—¡Soy una persona sensible! ¡Si os veo llorar yo también quiero! —lloriqueó Manoban.
—Únete al club de las lloronas —rió Jihyo.
—¡Maldita Park Rosé! —soltó comenzando a llorar de golpe.
Las tres se sentaron y comentaron sus situaciones actuales y como se sentían. Fue algo liberante para el trío de amigas.
Era algo relajante tener la compañía de la otra y sentirse plenamente apoyada y escuchada. Era la mejor manera de aliviar su estrés.
Primero habló Jihyo sobre cómo Tzuyu y ella se empezaron a distanciar cuando Chou le mencionó que volvería a su país natal por un tiempo. Fue Tzuyu quien empezó a distanciarse y quien acabó la relación fue Jihyo.
Tzuyu había sido una cobarde y Jihyo decía que ya no le dolía tanto ya que no buscaba estar con una niña con esa mentalidad.
Después estaba Lisa y su situación con Rosé, al parecer por fin la había bloqueado de todo. De redes sociales y hasta su número de teléfono, el problema estaba en que lo pasaba mal porque la extrañaba, pero sabía que era lo mejor para ella.
Y por último Mina, el día tan horrible que estaba teniendo, las cosas tan malas que le ocurrían y su tío que le daba un poco de dolor de cabeza. Era demasiado pesado, pero Sana se veía feliz.
—No sé, algo trae. Tengo un presentimiento —asintió Myoui.
—Y si secuestran a Sana y chantajea a Nayeon con ella —opinó Lisa metiéndose una cucharada de helado de chocolate a la boca.
—Lisa no seas...—Jihyo miró a su mejor amiga.
Aunque sonaba una tontería, Mina ya estaba demasiado preocupada y quería tener a su hermana a su lado ya.
—Voy a ir a recoger a Sana.
—Te llevamos.
🚙🚙
Sana estaba algo preocupada por su hermana, se estaba comportando algo extraño ya que le empezó a hacer demasiadas preguntas. Quizás algo desesperada esperando oír todas y cada una de las respuestas.
—¿Y qué más preguntas te hizo ese hombre?
—Emmm, no me acuerdo de más —se encogió de brazos Minatozaki sentada en el sofa.
—¡Tienes que acordarte Sana! —levantó la voz.
Minatozaki dio un pequeño salto del susto y trató de reprimir su puchero. Mina casi nunca le gritaba de esa manera.
—Pero no...no me acuerdo Mitang...
—Sana...—Mina ocultó su rostro entre ambas manos —Lo siento Satang, no debí haberte gritado. Estuve mal.
La japonesa menor miró con pena a la mayor. Llevo su pequeña mano a la cabeza de su hermana para dejar un besito en esta.
—¿Mitang, quieres un abrazo animador? A mi siempre me animan los tuyos.
—Sí...dame uno, por favor.
Las hermanas se envolvieron en un cálido abrazo, Sana incluso se sorprendió cuando su hermana la estrujó con bastante fuerza.
—Donde está my babyy —se escuchó la voz de Im.
Mina abrió los ojos alarmada, se había olvidado que Nayeon le había dicho que esa noche quería salir a cenar con ella. Pero sinceramente no tenía muchos ánimos y lo que más le apetecía era estar con su hermanita en casa viendo una peli con la manta puesta.
—¡Nayeonnie!
Sana salió disparada para poder abrirle la puerta a la universitaria, quien se encargó de recogerla entre sus brazos.
Lo siguiente que vio fue a Sana susurrándole algo a Nayeon y a esta escuchando atentamente.
—Minari, amor mío no te preocupes porque...—Nayeon le dio una señal a Sana.
—¡Nayeonnie y yo cuidaremos de ti!
—Eso, hoy no tienes que moverte ni hacer nada. Sana y yo haremos todo, tu siéntate y relájate.
Nayeon se acercó para depositar un beso en los labios de su novia y Minatozaki pataleó algo celosa por lo que Myoui rápidamente acercó su mejilla a ésta para que le diera un besito.
Mina esbozó una pequeña sonrisa viendo como Nayeon y Sana levantaban el pulgar tratando de lucir genial ¿debía de preocuparse...?
—Prefiero que pidáis comida, no quiero que queméis la cocina.
Myoui dijo esto viéndolas marchar rumbo a la cocina soltando una pequeña risa burlona.
👀👀
—Me duele verte así.
Nayeon dijo sentándose a su lado, acababan de dejar a Sana durmiendo en su habitación y ambas se habían venido a la que quedaba libre para no despertar a la menor.
Mina entendía por qué se lo decía.
Normalmente Mina podía manejar sus expresiones y fingir que estaba bien para no preocupar a Sana, pero era tanto que la estaba ahogando.
Y Nayeon se había dado cuenta de ello.
—Lo siento.
Mina murmuró algo apenada y Nayeon rápidamente negó con la cabeza.
—Minari, está bien no estar siempre bien.
La coreana cogió el rostro de su novia y la llevó a su pecho para que llorara cómodamente y sin vergüenza.
Cosa que hizo Myoui aferrándose al cuerpo de su novia, sintiendo como esta sobaba su espalda en silencio.
La mayor escuchó como Mina se quejaba de todo lo que le había pasado ese día desde la llamada del psicólogo a los problemas en su trabajo, pero no especificó exactamente cuál fue el veredicto final.
—Tengo que decirte algo más —se separó un momento intentando hablar.—Me han echado del trabajo de la academia y de la cafeteria.
—¿Por culpa de quién? Dimelo y haré que esos hijos de...
Obviamente Mina no mencionaría a Somi en un momento así, ni siquiera se lo merecía. Solo arruinaría todo.
—Nayeon, no es momento. No voy a abusar de quién eres para sacar ventaja a esto.
—Pero Mina, no puedes decirme esto y esperar que esté calmada. Quiero ayudarte.
—Dijiste que ibas a estar para mí y que me escucharías cuando estuviera mal. Lo último que quiero ahora mismo es discutir.
Y era cierto, Im se comprometió a ser el hombro en el que llorara para Mina.
—Quiero pensar sobre ello mañana, necesito respirar.
—Haré lo imposible para ayudarte, Minari.
—Eso no lo dudo —sonrió acariciando el rostro de la coreana.
Ahora que estaba algo más calmada se inclinó para besarla, Nayeon no dudó ni un segundo para corresponderle y llevar sus manos al abdomen de la menor.
Repartió pequeñas caricias por el cuerpo de su novia, los besos eran más lentos y sus respiraciones estaban empezando a acelerarse al igual que los latidos de sus corazones.
Mina necesitaba olvidar todo su dolor entre los brazos de Im y Nayeon quería besar hasta el último rincón del cuerpo de su novia para mantenerla alejado de esos pensamientos.
🖤🖤
La alarma sonó como de costumbre, lo que le sorprendió a la pequeña es que estaba sonando demasiado y que su hermana mayor no la acababa de apagar.
Abrió sus ojos perezosamente, estaba demasiado cansada. El día anterior el jugar tanto con Nayeon y hacer demasiadas tareas la había agotado y tenía demasiado sueño. Tanto que se le cerraban los ojos solos.
Sana palmeo en busca del cuerpo cálido de su hermana mayor, pero no había rastro de Mina. Por lo que ella tuvo que apagar la alarma.
Algo nerviosa por el temor que le tenía a la oscuridad fue a buscar en que parte se habría metido la mayor.
Finalmente, abrió la puerta de la otra habitación y se encontró con su hermana y Nayeon en la pequeña cama doble abrazadas.
Primero pensó en si meterse en el medio de las dos. Ese día quería pasar el día entero con ellas y se haría la enferma solo para faltar al colegio y pasar más tiempo con las dos mayores.
Esperaba que Mina no se enfadara con ella por no haberla despertado, pero ella también se veía cansada al igual que Nayeon.
—Por qué se han duchado a la noche...—comentó Sana confundida al ver toallas y ver el cabello de tanto Im como de Myoui ligeramente húmedos.
(Gracias a Dios Mina insistió en tomar una duchar antes de dormirse y ponerse al menos el pijama ya que hacía demasiado frío como para dormir ambas desnudas)
Trepó por la cama sin querer aplastar a ninguna de las dos y acabó en la esquina al lado de su hermana, se escabulló dentro de las mantas y sintió que podía por fin volver a dormir.
Era imposible para Sana dormir sin Mina.(Momo era la pequeña excepción)
Minatozaki cerró los ojos y sobó la espalda de su hermana mientras que se abrazaba a esta aferrándose a la camiseta de esta, tenía esa pequeña manía desde que era una bebé.
—Mitang, voy a cuidarte de ti...
Se quedó de nuevo profundamente junto a Nayeon. Mina aún se mantenía en el séptimo sueño, todo era calma y paz para las tres.
O eso parecía hasta que el timbre empezó a taladrar la cabeza de Myoui, quien abrió sus ojos con dificultad.
—¿Qué hora es? —se despertó desconcertada tomando el teléfono de Im para ver la hora.
Eran las diez y cincuenta de la mañana. Se había quedado dormida y no había llevado a Sana al colegio. Nunca le pasaba eso.
—Pero si puse la alarma...—se llevó la mano a la frente.
Vio a su lado que Sana debió de escabullirse en algún momento hacia la pequeña cama. Su hermanita dormía profundamente, al igual que Nayeon que prácticamente estaba roncando.
Se levantó con cuidado de no despertar a ninguna de las dos y caminó hacia la entrada.
Quien fuera quien estuviera timbrando a esa hora de la mañana debía de ser alguien desesperado.
—¿Buenos días...?
—Buenos días, señorita Myoui ¿verdad?
—Sí, soy Myoui Mina.
—Myoui Mina, tutora legal de Minatozaki Sana.
La mujer portaba una camisa blanca perfectamente planchada, unas gafas pequeñas cuadradas y su cabello recogido en un moño.
Se notaba que era algo mayor, pero su aspecto no le daba buena espina.
—Encantada, soy Hwang Bokyung de Servicios Sociales.
Al escuchar aquello su corazón se detuvo un momento ¿qué hacía esa mujer presentándose en su casa?
—Mitang quién es —gritó Sana desde la habitación.
—No es nada, espérame en la habitación Satang —respondió de vuelta sin apartar la mirada de aquella mujer.
—¿Está usted con la menor?
—Sí.
La mujer se acomodó sus lentes y comenzó a escribir algunas notas en su libreta con una sonrisa falsa.
—La menor Minatozaki Sana debería estar en la escuela a esta hora.
—Se sentía un poco mal.
—Oh ya veo...—La agente Hwang sin disimular intento ver el interior del apartamento. —¿No me invita a pasar, señorita Myoui?
—Es que no esperaba su visita —hizo una reverencia pidiendo perdón.
Mina sonrió algo nerviosa, todo estaba hecho un desastre ya que Sana y Nayeon se habían puesto a jugar por ahí y de lo agotadas que acabaron todas lo dejaron todo sin recoger.
No quería dar una peor imagen de la que estaba dando.
—Entonces seré directa, señorita Myoui, su situación ha sido notificada y no creemos que sea la mejor.
—¿Qué?
—El psicólogo de su hermana pequeña nos ha dado información confidencial y actuaremos según sus pautas.
¿El psicólogo? Algo estaba mal.
—No entiendo a lo que se refiere.
Su corazón iba a estallar en cualquier momento, sus manos sudaban y las piernas le temblaban como nunca.
—Lo mejor será que esta semana deje a la menor en manos de un adulto responsable como su tío hasta que se organice.
—¿Cómo sabe que mi tío está en Corea? ¡No puede hacerme esto! —negó con la cabeza Myoui.
Era injusto. Venir como si nada una mañana y amenazar con quitarle a su hermana menor.
—De hecho sí puedo hacerlo, le recomiendo también que encuentre un puesto de trabajo si no quiere que la semana se prolongue a una custodia completa para él.
👌
no me maten porfa
la que sufre soy yo
PREGUNTA:
—¿Creen que el psicólogo tiene razón? ¿Mina tiene que aceptar la ayuda de Nayeon?
haré maraton si llegamos a los 60 votos o veo mucho apoyo en este capítulo 🫶
TAMBIÉN LE VENGO A RECORDAR QUE VOTEN POR TWICE EN LOS AAA en la app de IDOLCHAMP🙏🙏
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