43.Puño de realidad
🎵bad habit -Steve Lacy
🔀
Era época de exámenes por lo que su trabajo como tutora en la academia era mil veces más pesado, acababa de salir de trabajar de la tienda de conveniencia y la verdad que ayudar a sus "estudiantes" con sus posibles dudas a cerca de la prueba de acceso a la universidad era ciertamente agotador.
Ese día fue exhaustivo, el simple hecho de pensar en su cama la hizo sonreír. Y aún mejor dormir con su hermanita pequeña.
—¿Puedo llevarte?
Mina se giró asustada. Estaba esperando el autobús nocturno cuando Mingyu apareció con una bolsa en la que venía comida y alcohol.
—¿Estás borracho?
—¿Un poco? Estoy estresado y he acabado encontrándote Mina, como siempre apareces cuando más te necesito —dijo algo tímido —Mi apartamento esta cerca de aquí no sabía que trabajabas cerca...
El chico le sonrió cálidamente, pero Mina no parecía muy encantada con sus acciones.
—Mingyu, vale ya. Esto es acoso, quiero que me dejes en paz y tu hermano que deje en paz a Nayeon.
—¿Por qué metes a mi hermano y a Im? Lo que pasa entre nosotros se queda entre nosotros.
—¡No quiero que pase nada entre nosotros! ¿Cómo te lo tengo que decir? No estoy interesada en ti.
—¿Es por qué estás con Nayeon, verdad? Si hubiera sido más rápido tú y yo podríamos...
—¿De qué hablas? Mira Mingyu, no me gustas ni lo vas a hacer —espetó apartando su mano de su hombro —No pienses en cómo hubiera sido porque sinceramente no creo que saldría con otra persona que no fuera Nayeon.
—Pero Mina...
—Dejadnos en paz a mí y a Nayeon. No vuelvas a buscarme ni a hablarme.
Mingyu se mantuvo inmóvil apretando su puño y bajando la mirada. Myoui suspiró y pensó que lo mejor sería volver caminando, menos mal ese día no había llevado tacones porque los pies le estaban matando de tantas horas de pie.
Hizo su mejor esfuerzo para mandarle un mensaje a Nayeon y a sus mejores amigas de que volvería andando.
—Bébelo o quieres que te golpee —escucho unas voces masculinas.
Mina miró a su izquierda y vio como en la parte trasera estaban dos adolescentes. Y exactamente, eran alumnos de su academia. El que estaba amenazándolo era Hwang Hyunjin y el otro chico en el suelo era Park Jisung.
—No puedo...—hablo el chico temblando.
—¡Hazlo! —exclamó dándole una patada.
Hwang volvió a golpearlo mientras grababa la cara de Jisung en el suelo. Lo estaba acosando, eso estaba claro.
La protagonista tragó saliva sin saber que hacer ¿debía de interferir? Si lo hacía posiblemente la madre de Hyunjin haría lo imposible para defender a su "niño bueno"
Ya había escuchado varias chicas del chico, pero jamás se imaginó que sería típico niño rico que fuma y que pega a sus compañeros. Y sin embargo, nadie hacía nada.
Siempre se había dicho a sí misma en no ser una entrometida. Podían hacer que la echaran y ella no era privilegiada. Debía agachar la cabeza y soportar.
Soportar y seguir soportando como siempre lo había hecho con todos esos niños ricos o todos aquellos que se sentían superiores a ella.
—Es suficiente Hwang Hyunjin —espetó arrebatándole el teléfono.
El adolescente detuvo sus patadas y miró a Myoui tragando saliva.
—¿Profesora...?
—Sabes que acosar a tus compañeros puede ser gravemente penado con expulsión.
Jisung temblaba desde el suelo pero pareció respirar de nuevo al ver a Mina allí. Rápidamente se interpuso entre él y su acosador.
—¿Expulsarme a mi? Mantenga la boca cerrada si no quiere que mi madre la eche ¡yo hago lo que me dé la gana!
—Tengo más que pruebas necesarias para que te expulsen y es lo que se merecen quienes abusan y acosan a sus compañeros.
Hyunjin arrebató el teléfono móvil de la japonesa para echar a correr desesperado. Mina juró ver cómo le temblaban las piernas.
Por otro lado, tuvo que ocuparse de ayudar a Jisung que parecía algo abrumado con la situación. Se mantuvo a su lado hasta que llegó la tutora legal de su estudiante.
—¡Jisung! ¿Estás bien?
Era una mujer bajita, su vestimenta le recordó a los de la madre de Nayeon, parecía una CEO y ciertamente tenía un rostro angelical. Era simplemente una diosa visual.
Estaba acompañada junto a otra mujer algo más alta, con un flequillo algo corto camisa y falda. Seguramente sería su secretaria.
—Sí...me ha ayudado la señorita Myoui, es mi profesora de la academia.
—¿Cuánto tiempo lleva pasando esto? Oh voy a hacer pagar a ese idiota —suspiró abrazándolo.
—Gracias por preocuparse por Jisung —hizo una reverencia su secretaria.
—No es nada.
—Muchas gracias por ayudarlo, normalmente las personas pasan de largo o prefieren no meterse en cosas así.
Hasta la propia Mina estaba sorprendida de haberse entrometido.
—Gracias señorita Myoui, soy Bae Joohyun la tía de Jisung—ofreció su mano.
—Un placer, Myoui Mina.
—Está es mi secretaria y mano derecha —señaló a la chica a su izquierda.
Rápidamente fue a estrechar su mano y esta le sonrió algo tímida.
—Kang Seulgi, un placer.
Mina pensó que con el asunto "zanjado" lo mejor sería marcharse, pero la señorita Bae insistió en que lo mínimo que podía hacer con ella sería acercarla a casa.
Aunque Mina quiso negarse, tanto Jisung como Joohyun no dejaron que volviera andando y menos a esas horas de la noche.
—Es aquí, muchas gracias —hizo una reverencia ante ambas mujeres.
—Gracias a ti —sonrió Bae antes de estirar su mano con una pequeña tarjeta —Está es mi tarjeta de contacto, por favor guárdela.
Una vez más Mina sonrió e hizo una última reverencia antes de verla marchar en su lujoso coche.
La nipona suspiró algo agotada por lo que había pasado. Habían pasado demasiadas cosas en muy poco tiempo. Bajo la mirada hacia la tarjeta y pudo leer "Irene RV"
La guardaría, por si sucedía algo.
📒📒
—Deja el teléfono un momento, pesada —suspiró Sohee.
—Mamá odia que usemos el móvil mientras desayunamos —comentó Suzy poniendo el azúcar en su café.
—Como siempre el conejito de Nayeon siendo la excepción...—negó con la cabeza su hermana más mayor.
—¡Es importante! —se defendió la mencionada —Y no me llames conejito.
—Conejito —repitieron las mayores.
—¡Mamá! —chilló la menor de las Im.
La CEO de verdad que a veces no podía creer que sus hijas se comportaran de esa manera ya siendo mayores de edad.
—¿Podéis comportaros como adultas? —llamó su atención su madre terminando su café.—Casi nunca podemos desayunar juntas...
—Buenos días Minari —se levantó Nayeon contestando la llamada para hablar con más intimidad.
Sus hermanas se miraron entre ellas y le dieron una mirada pícara, obviamente querían molestarla.
Su madre se mantuvo seria y simplemente continuó conversando con sus dos hijas mayores.
—Buenos días, perdona no haberte contestado me quedé dormida con Sana y acabo de dejarla en el colegio.
—Tranquila ¿cómo estás?
—Agotada...ayer Mingyu me insistió en llevarme a casa.
—¿Te está acosando? —su tono cambió drásticamente.
Mina soltó una pequeña risita.
—Tranquila señorita Im, le dije que me dejara en paz y que no quiero saber nada de él.
—¿No te tocó ni nada no?
—Nooo, estoy bien. Estoy muy cansada, cuando nos veamos te cuento lo otro en persona.
—Vale, Minari...¿quieres que vaya a buscar a Sana? Me da tiempo de sobra y así aprovecho y les doy una vuelta en coche a Sana y Momo.
—Te diría que no pero...está bien —bostezó para recordarle —Aunque la iba a recoger mi tío, me dijo que estaba en un hotel así que puedes pasarla a buscar a las seis. Gracias te amo.
—Yo más Minari, nos vemos en un ratito.
Colgó el teléfono y volvió a la mesa con sus hermanas y madre para ver cómo Suzy y Sohee estaban aguantando la risa. Su madre se veía completamente seria.
—Gracias por la comida —le dijo a su empleada cogiendo el plato.
Todas se quedaron sin habla al escuchar la palabra soltada por Im. Desde los trabajadores hasta su propia familia.
—Señorita no hace falta que recoja el plato.
—Lo iba a lavar...
Nayeon rápidamente se dio cuenta de su error, había adquirido ese hábito de las veces que comía en casa de su novia.
—Es mi trabajo señorita Im, no se moleste —hizo una reverencia.
Y Nayeon correspondió la reverencia.
—Hermanita ¿estás enferma? —preguntó Suzy preocupada poniendo su mano en la frente de la menor.
—Le han echado algo a mi café porque tengo que estar delirando —asintió Sohee.
—¡Estoy bien! —gritó sintiendo sus mejillas rojas.
Jihyun guardó silencio y parpadeó varias veces mirando a su hija menor. No podía acreditar lo que acababa de ver.
—Me tengo que ir, las amo a las tres —dijo levantándose y sacando su teléfono móvil —cuidad de vuestra hermana por favor.
—Si mamá —respondieron las mayores.
Nayeon les dio una mirada de odio a las mayores que rieron viéndola ¿qué le estaba pasando? Ella no era así.
—Nayeon —Sohee habló algo más seria —hoy el grupo Yoo va a comer con el abuelo, así que ve con Jeongyeon.
El simple hecho de pensar en su mejor amiga le dolió, realmente esperaba que ya estuviera dispuesta a escuchar sus disculpas. No quería estar distante con ella.
💀💀
La comida había sido fantástica, aunque había notado algo forzada a Jeongyeon todo el tiempo. No sabía de qué manera pedirle perdón y temía a perder su amistad.
—¿Quieres que vayamos juntas? —ofreció caminando a su lado estaban en el estacionamiento del gran y lujoso restaurante.
Jeongyeon negó con la cabeza.
—Voy a esperar a mi hermana, me iré con ella.
—Vale...¿hablamos luego, Jeongyeonnie?
—Sí, supongo.
Vio a su amiga caminar alejándose de su lado y le dolió. Tomo un largo suspiro y buscó su coche, había tomado el que su abuelo le regaló por su cumpleaños.
—Ya veo por qué el abuelo no ha querido recibirme.
Vaya que era su día de suerte.
Vio a lo lejos a Mingyu acelerar su paso , parecía temerle. No obstante, su hermano mayor era más idiota y sin vergüenza.
—Sí, estaba con su nieta favorita. Ahora lárgate de mi vista, puto bastardo.
Yugyeom levantó sus manos intentando parecer inocente y se dio la vuelta con intenciones de marcharse.
No obstante la conversación con Mina cruzó por la mente de Im, que sin contenerse lo soltó.
—Vuelvo a ver a tu asqueroso hermano detrás de Mina y no me contendré.
Yugyeom suspira deteniéndose un momento para girarse mirándola.
—Lo que no entiendo es por qué estás tan preocupada por esa zorra.
Nayeon apretó los labios apartándose de su coche. Se estaba conteniendo y sabía que no debía escucharlo, pero no era tan fácil.
—¿Que os dejemos en paz? Déjanos tú en paz, estoy harto de ser humillado —soltó elevando la voz —Ya las perras de tus hermanas, tu madre y hasta el viejo ya me han dejado claro que eres intocable.
Seguir escuchándolo no valía la pena. Era como decía Mina, quien nos enfada nos controla. Prefirió hacer oídos sordos y buscar las llaves de su coche en el bolso.
—Que pensarían si supieran lo que estás haciendo, espera ¿te lo han pedido?
—¿Qué?
Nayeon dejó un momento de buscar las llaves para mirarlo. Yugyeom sonrió egocéntrico, sabía dónde darle.
—Ya sabes salir con Mina...¿ahora eres de la caridad o la ONU? ¿Es marketing? ¿O solo querías follartela? Bambam nos dijo que era virgen y a ti te gustan ese tipo de zorras.
Yugyeom caminó hacia esta para que lo escuchara más fuerte, prácticamente poniéndose cara a cara frente a ella.
Podía sentir lo mucho que Nayeon estaba conteniéndose por no decirle nada, podía ver sus puños apretándose y su respiración agitada.
—Venga Nayeon, eres más lista que esto primita. Ya no tienes que jugar a ser una santa —puso una mano en su hombro —puedes follartela y no tener que ocuparte de la pequeña huérfana ¿cómo se llamaba la pequeña muerta de hambre?
Y esa fue la gota que colmó el vaso de la paciencia de Im.
Nayeon no lo soporto más y soltó un puño en el rostro del chico tan fuerte que lo hizo temblar y casi caer al suelo.
Pero no se detuvo, aprovechó esto para seguir dándole más golpes y Yugyeom intentó bloquear todos los puños que le llovían.
—No quiero oír sus nombres en tu puta boca ¡bastardo de mierda!
En su pequeño descuido, cegada por la rabia y la ira, Yugyeom alcanzó a darle un derechazo. Pero eso no pareció ser suficiente para Im siguiera moliéndolo a golpes.
—¡No vuelvas a hablar de ellas hijo de puta!
—¡Señorita Im! ¡Deténgase!
Chris llegó para separarla junto a Jeongyeon, seguramente había sido ésta quien lo había llamado.
Su guardaespaldas logró quitarla de encima y abrió los ojos al ver que su ceja derramaba sangre.
No obstante, no era nada al estado en el que estaba Yugyeom, con la nariz y boca llena de sangre.
—Señorita Im, tenemos que ir al hospital.
—No, es nada —se negó limpiándose la sangre —Tengo que recoger a Sana, vamos Chris.
—Señorita Im.
—Nayeon, no puedes ir asi. Está bien si no quieres ir al hospital, pero detén el sangrado —se entrometió Jeongyeon, lucia verdaderamente preocupada —pasemos antes por mi casa.
Nayeon asintió viendo como Mingyu volvía al lugar a socorrer a su hermano que yacía en el suelo sentado.
—Hyung...—su voz tembló ayudándolo a levantar mientras que fruncía el ceño viendo a Im.
—Tú también quieres un puño o que, malditos bastardos —espetó Nayeon.
No obstante, Chris y Jeongyeon la tomaron alejándose de la escena. Lo mejor era marcharse y rezar para que nadie hubiera visto aquello.
Tenían que cuestionarle todo lo ocurrido a Im que seguía con la rabia y adrenalina al máximo.
—Hyung...tenemos que ir al hospital.
—Cállate no seas marica —suspiró levantándose para escupir sangre—Jamás me habían dado una paliza.
Nayeon tenía fuerza. Bastante.
Jamás nadie le había ganado en una pelea, todo aquello lo tomó por sorpresa. Yugyeom soltó una risa limpiándose los restos de sangre de su rostro.
—Bueno hay una primera vez para todo, al menos ahora lo sé.
—¿El qué? —inquirió su hermano confundido.
—Joder Mingyu, no entiendes nada vamos al puto coche que Somi y los demás nos estarán esperando.
🩸🩸
Kento bebió de su whiskey acompañado por uno de los tantos hombres trajeados que estaban en recepción. Estaba amando su estancia allí.
Eran como las mejores vacaciones de su vida y todo gracias a Im Nayeon. Bueno y su sobrina.
—Ahhh esto sí que es vida y la que me espera —chocó su vaso con uno de los hombres en su mesa — sabía que mi sobrina no era idiota.
—No seas iluso Kento, en cuanto la menor de los Im se case y deje a tu sobrina se te acaba esto.
—¿Pero es seguro?
—Eh, te dije que solía ser cercano a los Im y conozco bien sus pensamientos, esos cabrones ni se les ocurriría dejar casar a la menor de la familia con cualquiera.
Kento se cruzó de brazos observando a su mujer y Sana jugar a la lejanía.
—Si al menos no tuviera al cuidado a la niña, quizás ahí sí que tendría oportunidad.
—Ya me lo dijiste desde el principio, señor Hwang...
El japonés iba a decir algo más, pero de un momento a otro se escandalizó al ver ingresar a la menor de los Im al hotel acompañada por una chica y un hombre trajeado.
—¡Nayeonnie! ¡Hola Jeongyeon!
Sana fue corriendo sin pensárselo hacía la mayor que la acogió entre sus brazos. Su rostro serio desapareció y no pudo evitar sonreír.
—¿Vamos a casa Sana? —preguntó cargándola.
Miro en dirección de Kento y su mujer y les hizo una reverencia.
—Sí ¡adiós tío! —se despedía con la mano la pequeña japonesa
—¡Nayeon...! —se intentó acercar el hombre.
No obstante, Chris se interpuso y le marcó que mantuviera la distancia.
—La señorita Im no está dispuesta a hablar con nadie por hoy, le pido disculpas en su nombre.
—Pero soy el tio de su novia —contestó el hombre de mal humor.
—De nuevo, le tengo que pedir disculpas. Son órdenes de la señorita Im, no puedo hacer excepciones.
El señor Bang hizo una reverencia y se marchó junto a Nayeon.
Mientras tanto, Mina recibió una llamada de su tío diciéndole que el hombre que acompañaba a Nayeon había sido grosero y racista con el por ser japonés.
Le pareció raro ya que Chris siempre había sido educado con ellas. También le mencionó que fueron con Sana al psicólogo, a Mina le hubiera gustado que le hubiera pedido su permiso antes pero lo justificó con que le pareció necesario por la muerte de su madre
Y ahí dejaron el tema, ya hablaría de ello con Sana.
—Esta bien...Gracias tío de todos modos. Te tengo que dejar.
Colgó y en la puerta pudo escuchar a Sana sollozando
—¿Qué pasa?
Mina alarmada y asustada por lo que le pudieron decir en el psicólogo corrió hacia la puerta abriéndola.
Delante de sus ojos se encontró con Chris colocando un pañuelo en la ceja de su novia intentando disminuir el sangrado y Jeongyeon intentando que Sana dejara de llorar.
—No es tu culpa Sana —intentaba calmarla Yoo.
—¡Mitang! —sollozó la niña lanzándose a los brazos de su hermana mayor
—¿Qué ha pasado, Satang?
—Nayeonnie está sangrando por mi culpa —gritó llorando la japonesa ahogando sus sollozos en el hombro de su hermana.
—Tuve un pequeño incidente, deje de sangrar pero Sana sin querer me dio con el codo en la herida así que he vuelto a sangrar —comentó Im apartando la mano de su guardaespaldas —estoy bien Chris.
—Es mi culpa —lloriqueó Sana observando de reojo a Im.
Nayeon quito el pañuelo de su ceja y se señaló sonriéndole a la menor.
—Sana, no es tu culpa. Estoy bien, ¿ves? No me duele nada.
En cuanto lo dijo, de nuevo la sangre empezó a brotar y el llanto de Sana incrementó.
—Chris ve a buscarle helados.
—Y un botiquín —pidieron Jeongyeon y Mina al unísono.
Unos minutos más tarde Jeongyeon estaba concentrada cerrando la herida de Nayeon, Sana estaba en las piernas de Mina comiendo un helado de vainilla mucho más calmada.
—Lo siento Nayeonnie —susurró tímidamente Minatozaki.
—No pasa nada, no me duele. Soy demasiado fuerte ¿recuerdas?
Jeongyeon paso un poco de desinfectante para la herida y vio cómo su mejor amiga apretaba sus labios y puños.
—¿No te duele? —insistió Yoo soltando una pequeña risita.
—¡No! Estoy genial.
—Eres increíble —Mina rodó los ojos viendo a su novia.
Normalmente Nayeon era una llorona y estaría gritando y montando todo un show, era obvio que estaba intentando con todas sus fuerzas parecer alguien valiente.
—Satang, parece que fueras tú la que tiene la herida —comentó limpiando las lágrimas en las mejillas de su hermanita.
—Es que no me gusta que le pase nada malo a Nayeonnie.
—A mi tampoco me gusta que llores por mi culpa —hizo un puchero la coreana.
La protagonista hizo una cara de asco al igual que su mejor amiga, estaba hablando con su voz de aegyo.
Sana dejo su helado de lado para intentar ayudar a Jeongyeon, fue a su habitación y volvió con una tirita (curita) de Barbie dejándola en los nudillos rojizos de Nayeon
—Sana sana culito de rana si no sana hoy sanará mañana —al terminar la canción Sana dejó un besito en la mejilla de Im.
—Me siento muchísimo mejor —dijo revolviendo el cabello de la pequeña.
—Gracias por cuidar de ella Sana —agradeció Jeongyeon.
Sana chocó los cinco con Yoo. Se sentía como una heroína ahora.
—Mitang siempre me da besitos para sentirme mejor, espero que hagan efecto.
—Ahora quiero uno de tu hermana —dijo la universitaria mirando a Myoui.
—¡Mitang dale un besito a Nayeonnie para que se sienta mejor! Son los mejores besos del mundo.
—Lo sé, los besos de tu hermana son los mejores del mundo.
Mina se levantó bufando y se inclinó para dejar un corto beso en los labios de su novia que sonreía embobada mirándola.
—Vamos a abrirle a Chris, Satang.
Ambas hermanas se marcharon dejando al NaJeong a solas, obviamente con intenciones de que lo arreglaran.
Cerraron la puerta y el ambiente se volvió algo tenso.
Jeongyeon se quedó mirando a los ojos a Nayeon. Se veía bonita hasta con esa herida cerca de su ceja.
—¿Por qué me miras así? ¿Tú también quieres besarme? —bromeó Im intentando aligerar el ambiente.
Yoo se mordió el labio y bajó la mirada comenzando a juguetear con sus dedos.
—Dime que pasa Jeongyeon.
—Me molesta que a veces...siento que me dejas de lado por estar con Mina. Pero entiendo que no sea tu prioridad, ya no pasamos tanto tiempo juntas y supongo que es algo que tenía que pasar.
Nayeon abrió los ojos escuchándola. Era cierto que ya no pasaba tanto tiempo con sus amigas como antes.
Prácticamente no quedaba a solas con Jeongyeon y eso le partió el corazón a Im.
¿Sabía acaso algo de su mejor amiga desde que empezó su relación a parte de cosas superficiales?
—Lo siento, Jeongyeon he sido una mala amiga. No me he dado cuenta es que han pasado tantas cosas...
—Y lo entiendo, pero no puedo evitar pensar en que soy el segundo plato.
—Jeongyeon, eres mi mejor amiga. Eres mi alma gemela. Mañana faltemos a clase y pasemos el día entero juntas ¿si? Día completo para nosotras.
Bueno era un esfuerzo.
—Mira, voy a marcarlo en el calendario.
Jeongyeon observó el fondo de pantalla de Nayeon y vio que era una foto de Mina. La contraria no pudo evitar recordar cuando solía ser ella quien ocupaba ese lugar.
Miro su teléfono móvil y ella aún conservaba de fondo de pantalla a Nayeon.
—¿Quieres mejor que vaya a tu casa a dormir?
Jeongyeon le sonrió y negó con la cabeza lentamente.
—Cuéntame qué te pasa Jeong, sabes que jamás te juzgaría —pidió tomando sus manos.
—Nayeon, yo...
Ambas se miraron a los ojos y Jeongyeon se sintió débil al ver a Nayeon fijándose en ella con preocupación.
Llevaba años guardándoselo. Y demasiado años pretendiendo que no iba a pasar nada. Culpaba al destino por no darle un momento indicado, jamás lo encontraba.
—¿Sabes lo mucho que me cuesta deshacerme de las cosas? —inquirió Yoo.
Sin poder evitarlo su voz se rompió y las manos de Im la apretaron con más fuerza.
—Creo que esta vez voy a dejarlo ir porque es lo mejor.
—¿Qué? ¿Qué estás dejando ir? —Nayeon estaba realmente confundida.
—Algo que amaba mucho. Lo que más.
Lentamente fue apartando las manos de Im encima suyo y sentía su corazón rompiéndose al ver la mirada confundida de su mejor amiga.
—He tenido malos días, necesito descansar —dijo intentándose tranquilizarse.
Nayeon iba a limpiar sus lágrimas, pero Jeongyeon se adelantó a sus acciones dándole la espalda.
—Le diré a Chris que te lleve entonces...¿estamos bien?
—Estamos bien, idiota Nayeon.
🫥🫥
Sana estaba ocupada contándole su accidente con Nayeon a Momo mientras que jugaba a la Nintendo Switch de forma online.
Por otro lado, Nayeon y Mina estaban en la cocina preparando la cena, poniéndose al día de todo lo ocurrido.
Primero empezó Mina contándole el accidente de la noche anterior con los dos estudiantes. Claramente, Nayeon se asustó por ello.
—Minari, conociste a la CEO de una de las mejores empresas de Marketing...—la miró boquiabierta su novia.
—¿Qué? —chilló Myoui.
—Sí, espero que te recompense como es debido.
—No lo he hecho esperando nada a cambio, idiota.
—Lo sé, eres demasiado buena.
—Lo que me da miedo son las consecuencias...
—Has hecho lo correcto Minari, seguro que sale todo bien —aseguró Im acariciando su mejilla.
La japonesa se inclinó para depositar un beso algo desesperado. Llevaban todo el día sin besarse como era debido.
—Me acabo de acordar, tengo que hablar con Sana sobre el psicólogo.
—¿Psicólogo? ¿Cuando la has llevado?
—La ha llevado mi tío, dijo que estaba preocupado por si no tenía con quién hablar sobre mamá...
—Podría haber hablado con Jisoo y conseguirle la mejor psicóloga de Corea.
—No empieces, primero tengo que saber que tal le ha ido. Hablaremos de ello antes de dormir.
Sana siempre le contaba su día y lo que había hecho con detalles y después esperaba a que su hermana lo hiciera también justamente antes de dormir.
Era como su pequeña costumbre.
—Vale, lo que diga mi mujer.
—Deja de llamarme así —se quejó dándole la espalda.
Nayeon la distraía demasiado, comenzó a cortar la zanahoria y la lechega cuando sintió como la mayor la abrazaba por la espalda y dejaba algún beso por su cuello.
—No, no te hagas la loca y cuéntame cómo te has hecho eso, Im Nayeon.
La mencionada hizo un pequeño puchero y le narró lo ocurrido en el aparcamiento (omitiendo las partes donde utilizaba un mal lenguaje) pues sabía que a Mina no le haría ninguna gracia.
—¡Te he dicho que tienes que aprender a controlarte!
—Mina, pídeme lo lo quiera, la luna y las estrella si quieres —dijo algo más seria Im —pero no me pidas que me quede callada cuando te están faltando el espeto a ti y a Sana porque no puedo hacerlo.
—Hmm, si dices eso no me puedo enfadar contigo —se giró tomándola por la barbilla —Evítalos ¿si? Solo buscan provocarte.
Nayeon asintió como un adorable cachorrito esperando llegar otro beso por parte de su novia.
—Te amo, Myoui.
Iban a continuar con su sesión de besos cuando escucharon los intrépidos pasos de Sana acercarse a la cocina.
—Yo también quiero ayudar.
—Ayuda a Nayeon, necesita de tu ayuda Satang.
—Tranquila Nayeonnie, yo te ayudaré.
—Has sido mi heroína súper Sana —aplaudió Im.
—Lo soy —hinchó su pecho con orgullo.—Soy Súper Sana Shiba Inu Sha Sha.
Nayeon y Mina intercambiaron miradas y explotaron en carcajadas. Amaban las ocurrencias de la menor.
+extra
—No paran de mirarte —comentó Yoo.
Jihyo miró atrás y se encontró con la mirada de dos chicos.
—Igual es a ti, no quiero saber nada del amor. Gracias next, no estoy interesada —canturreó Park.
—¿De verdad estás bien? —Jeongyeon la miró sirviéndose algo de Soju.
Estaban en su bar favorito, más bien el de Jihyo y Mina.
—Lo estoy, si Tzuyu no sabe que quiere pues no voy a sufrir por ella —aseguró dándole un sorbido a su cerveza.—¿Tú qué tal con Nayeon?
—Mejor. Me siento mejor, la he dejado con Mina.
Ambas levantaron sus cervezas y las chocaron. Desde hace tiempo se habían vuelto "compañeras de cerveza" o así le llamaba Jihyo.
—Ahhh tengo que hablar con Mina pero no quiero que se monte sus películas.
—¿Por qué? Es tu mejor amiga.
—Lo es, pero yo le puse de ejemplo mi relación con Tzuyu para animarla a salir con Nayeon si se entera de que hemos terminado...—Jihyo bajo la mirada algo triste —me da miedo que lo proyecte en su relación con Nayeon.
Jeongyeon tomó su mano y le sonrió.
—Mina es Mina y Jihyo es Jihyo. Creo que necesitas desahogarte con ella, es quien mejor te entiende.
—Tú también me entiendes Jeongyeon —colocó otra mano sobre la de Yoo sonriendo.—voy al baño ya vuelvo.
Jeongyeon sonrió viéndola marchar y le dio otro trago a su cerveza de limón, rebuscó en sus bolsillos y pensó en fumar uno de sus cigarros.
Salió y colocó uno en su boca, sin embargo recordó la cara de enfadada de Jihyo cuando lo hacía. Había empezado hace poco y era su pequeño secreto hasta que Jihyo la encontró fumando.
Ahora que lo pensaba, se sentía muy bien siempre que estaba con Park.
—Es adorable —pensó en voz alta observando su teléfono y las fotos que se habían sacado.
—¿Me das su número? —uno de los chicos que estaba fumando arrebató su teléfono.—¿cómo se llama? Dámelo y te presento a un amigo.
Si no se equivocaba eran los que no despegaban la mirada de su mesa.
—Devuélvemelo, por favor.
Jeongyeon carraspeó intentando tomar su teléfono móvil. Era un poco más alto que ella así que no era tan fácil.
—Venga dámelo, joder —por su olor se notaba que estaba borracho.
Pero Yoo acabó usando algo más de fuerza para arrebatárselo, cosa que enfado aún más al chico que la tomó por el cuello de su camiseta.
—¡Tú! ¿Qué crees que haces? ¡Quítale las manos de encima idiota!
Jihyo caminaba en su dirección para empujarlo lejos de Jeongyeon.
—¿Estás bien?
—Sí...
—¿Por qué no me das tu número y ya? Eres mi tipo.
El chico colocó ambas manos en los hombros de Park.
—¡No me toques con tus asquerosas manos!
Esta vez fue Jeongyeon que se interpuso entre ambos. Pero Jihyo rápidamente apartó a la más alta para encararse con ese idiota.
—¿Qué piensas hacer? —se burló el muchacho pues le sacaba bastante altura.
Jihyo tiró de su camiseta y le puso como zancadilla su pie logrando tirarlo al suelo sin complicaciones.
Jeongyeon se quedó boquiabierta por el carácter y la fuerza de la chica. No conocía esa faceta de Jihyo y se veía demasiado...genial.
—Vamos a otro lado ya pagué la cuenta —estiró su mano esperando a enlazarla con la de Yoo.
La más alta tragó saliva y sin pensárselo mucho atrapó la mano de Jihyo caminando a su lado sin parar de admirar lo hermosa y genial que había sido.
—Deberia haberte protegido yo...—tosió Jeongyeon.—Soy la más alta y mayor de las dos.
—¿Y qué? Lo que tienes de alta lo tienes de cobarde Jeong.
—No soy cobarde.
—Lo sé, lo sé, pero eres demasiado buena es demasiado para tu noble corazón.
Jihyo se abrazó al brazo de Jeongyeon que desvió su mirada hacia otro lado sintiendo sus orejas teñirse de rojo rezando para que Park no lo notara y se burlara de ella.
😂
actualice aplauso.
Casi 5000 palabras omg siento si me alargue demasiado pero es necesario.
además la canción del capítulo representa a Jeongyeon...(perdón)
—¿Piensan que Mina ha cambiado en comparación al principio de la obra? ¿Y Nayeon?
se acerca lentamente el final...😩🙏
Les recuerdo y les pido que voten por twice en los mama 😍🫶
gracias
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro