26.Confiar
🎵basics - twice
❤️🩹
Cuando volvió a su casa fue directa a tomar una ducha y cocinar la cena para ella y Sana. Mantuvo una cara seria en todo momento, hasta su hermana pequeña noto lo distraída que estaba.
Pero como no iba a estarlo, se había besado con Nayeon.
Y había sido un tipo de beso diferente, el momento, sus sentimientos. Todo era nuevo y diferente para Mina pues cuando estuvo con su ex novio nada de eso se sentía así.
Nayeon tenia que gustarle de verdad como para tenerla así.
Y como si le leyeran su mente, tras justo acabar de limpiar los platos su móvil comenzó a explotar en notificaciones: Era Jihyo.
—Ahora que querrá —suspiró.
—Mitang, ¿puedo jugar antes de ir a dormir?
—Un ratito solo —dijo la japonesa sentándose al lado de su hermanita.
Sana se colocó los auriculares y colocó ese juego tan rato de construir y disparar. Al menos, no era nada agresivo así que Mina no se oponía a que lo jugara con Momo de manera online.
Más o menos ya entendía como funcionaba gracias a la coreana.
"llámame ya"
Leyó el mensaje y abrió los ojos, ¿podría algo malo haber pasado? Lo siguiente que vio en la pantalla fue la solicitud de Jihyo para una videollamada.
—Adivina quién está en Milán —gritó dando vueltas.
—¿Qué? ¿Cuándo? ¿Cómo?
—En el avión privado de mi Chewy.
—¿Y el trabajo?
—Me tomo unos días libres, quería pasar tiempo con mi novia.
Jihyo le hizo un room tour del hotel, se notaba que estaba en un hotel de bastante lujo y la vista era hermosa.
—Estás loca, Jihyo.
—Lo entenderás cuando te toque.
—Sigo sin entenderlo.
—¿Qué? —era el turno de Park de sorprenderse.
Mina tuvo que narrar rápidamente y de forma resumida lo ocurrido con Im, causando en su mejor amiga unos gritos que casi la dejan sorda.
—¿Qué pasa? —Lisa se había metido a la videollamada.
—Mina le ha metido la lengua a Nayeon por fin.
—¡Amén! ¡Aleluya! ¡Sabía que la iluminarias Jihyo! —aplaudió Manoban —¿Qué tal besa? ¿Ya te ha lamido otros labios?
—Lisa, cállate —pidió Myoui frunciendo el ceño.
No quería ni imaginárselo, pero sentía sus mejillas arder.
Miró a Sana para comprobar que no estuviera oyendo nada y así era, la pequeña e inocente Minatozaki estaba riendo y hablando en japonés con su mejor amiga.
—Quizás Nayeon y tú tenéis que probar la idea de ir las dos a solas de viaje dos días o así —alzó y bajó las cejas
—¡Después yo soy la pervertida! — Lisa bufó molesta.
Mina alzó una ceja sin entender la broma de su mejor amiga ni el comentario de la tailandesa.
—Ay Mina por favor, es obvio lo que significa irte de viaje con tu pareja ¿qué te crees que va a hacer Jihyo cuando cuelgue con su noviecita? ¿Dormir?
—A esta hora suele irse a dormir —negó con la cabeza la nipona.
—Pues no, le van a dar como cajón que no cierra.
—¡Puedes dejar de hablar de mis relaciones sexuales! —exclamó Park algo avergonzada —cambiando de tema, cuando vuelva de mi viaje ¡hacemos cita doble!
No sonaba tan mal. De hecho le parecía algo gracioso imaginarse a Tzuyu y Nayeon juntas.
Algo le decía que eran polos opuestos.
—No contéis conmigo —suspiró Manoban.
—¿Eh?
—¿Ahora que pasa? —frunció el ceño Park.
—¡Acabó de pasar la mayor vergüenza con la idiota de Park Rosé! ¡Se acabó para siempre!
—Pero, ¿qué ha pasado?
—Eso —insistió Mina.
Quizás si sabía lo sucedido se lo podía comentar a Nayeon y que ella se lo comunicara indirectamente a Rosé para así ayudar a su amiga.
—¡No quiero hablar de ello!
Y colgó.
Maldita Manoban, nunca contaba nada.
Podría haberse quedado hablando con Jihyo un poco más, pero Tzuyu había entrado en la habitación y era hora de colgar para su mejor amiga también.
El bostezo de Sana la hizo saber que ya era hora de que fueran a la cama y pese a estar completamente cansada y con sueño no dormirse.
Mina no entendía muy bien ahora que pasaría entre ella y Nayeon. Sinceramente, le había costado mucho aceptar lo que sentía y ahora...se sentía bastante perdida.
Tanto que apenas pudo pegar ojo debatiéndose lo raro que sería después del beso. Se estaba arrepintiendo, estaba tan avergonzada que no sabia cómo actuar.
Entonces una bombilla se le encendió. Había algo que quería hacer.
—No has dormido bien —comentaba Sana.
Tenía su adorable uniforme puesto y estaba desayunando sus cereales favoritos mientras veía a su hermana cerrando los ojos mientras tomaba su café.
—¿Se me nota? —preguntó dándole un sorbo a su bebida.
—Sí, pero pareces más contenta Mitang.
Tras ese comentario, la protagonista no quiso preguntar más y bajaron por el ascensor listas para tomar el bus.
No obstante, para su sorpresa estaba el coche negro del guardaespaldas de Im. Estaba de pie esperándolas cosa que les pareció raro.
—La señorita me pidió que las llevara al colegio o dónde fuera necesario —hizo una reverencia a ambas.
Sana se emocionó y buscó a la coneja, pero al parecer dentro del coche no había nadie.
—¿Dónde está Nayeonnie? —preguntó Minatozaki haciendo un puchero.
—Esta teniendo un desayuno con la familia Im, por eso no ha podido presentarse.
Chris sonrió abriendo la puerta del coche a ambas japonesas. Fue entonces cuando Mina recordó un pequeño detalle.
—Disculpe señor...
—Puede llamarme Chris.
—Chris, después estará con Nayeon ¿verdad?
Myoui solo quería asegurarse de que iba a ser así.
—Sí ¿desea algo de ella?
Mina busco rápidamente en su bolso lo que quería hacerle llegar. Le había puesto mucho esfuerzo así que quería expresarle alguna manera su gratitud.
—¿Podrías entregarle esto?
🍱🍱
Jeongyeon se cruzó de brazos levantando una ceja viendo a su mejor amiga abrir esa caja de comida tan rara que nunca antes la habia visto traer.
De hecho, ya se le hacía raro ver a Nayeon tan contenta en un día entre semana y peor aún antes de sus últimas horas de clase.
—¿Quien te ha preparado eso, Suzy o Sohee? —se atrevió a preguntar.
En la mesa de la cafeteria estaban ellas dos con Jennie y Jisoo.
—Están mimando al bebé de la casa Im —rió Jennie dandole un bocado a su manzana.
—Si estuviera aquí Rosie mataría por probar comida de Suzy —pensó en voz alta Jisoo.
Rosé se había tenido que ausentar porque había quedado en comer junto a Hyeri.
Al parecer las cosas entre las dos estaban marchando bien.
—Ninguna de mis hermana me ha preparado esto —dijo con orgullo para comenzar a comer —está bien podéis seguir molestándome, la vida es hermosa.
—¿Y a ti que te pasa? No nos vas a insultar de vuelta.
Jeongyeon notaba diferente a su mejor amiga asi que insistió en seguir bromeando.
—A nuestra Nayeon le siguen preparando la comida como en el instito.
—Se ve delicioso igual —sonrió Jisoo viéndola comer
—Se llama bento, yo te puedo preparar unos si quieres, una de mis amigas es japonesa y...—para Jennie todo tuvo sentido.
—Ósea que es como comida japonesa —frunció el ceño Yoo.
Nayeon no tardo cinco minutos en comerlo ignorando por completo la conversación entre sus amigas, estaba tan contenta engullendo lo preparado por Mina que no se enteraba de nada a su alrededor.
De nada, a excepción de la notificación personalizada que le puso a la japonesa.
Así sabría cuando era ella quien le escribía, el sonido peculiar sonó llamando su atención y no tardó en abrir el mensaje.
Como había pensado, era Mina.
"Tengo que ir a recoger las llaves de la cafeteria igual nos vemos"
Nayeon levantó su vista del teléfono dándole una rápida barrida a la cafetería.
Vio ese torpe caminar de pingüina y cabellera negra azabache y supo de inmediato que era ella. Tenía tantas ganas de estar la extranjeta que su cuerpo se movió por si solo.
—Minari —llamó.
La mencionada se detuvo a un metro de la salida.
Mierda, no sabía si estaba contenta por ver a la coreana o si se arrepentía porque aún estaba algo avergonzada.
—¿A dónde vas?
—Acabo de salir de trabajar, tengo esta tarde libre...
Nayeon ni siquiera la termino de escuchar, estaba tan absorta analizando su bello rostro que no podía centrarse en otra cosa.
Podía ver como los ojos de la protagonista denotaban cansancio.
—Ven siéntate, espera aquí.
—¿Qué? —estaba siendo arrastrada por Im como un muñeco de trapo.
Las chicas cuatro chicas sonrieron al ver a la japonesa.
—¡Mina! —exclamaron llevándose la sorpresa de verla ahí.
Y mientras que la menor conversaba con las amigas de Im, esta trato de identificar alguien que se le hiciera conocido en su carrera.
—Tú —señaló.
—¿Yo? —se paró el chico en seco al escucharla
—¿Podrías tomar apuntes por mi hoy? Eres uno de los chicos con mejores puntuaciones de mi año.
—Podría hacerlo...no pensé que fueras a saber que existo Nayeon.
El chico de baja estatura jugueteó con sus chaqueta en la que estaba bordado "Woozi" en la manga de la enorme sudadera universitaria.
—Bien, envíamelos a mi correo no le doy mi número a nadie —escribió rápidamente su usuario en una nota pegándola en la montaña de libros con la que cargaba el muchacho.
—Oh, bueno pensé que al menos podía...
—No seré mala porque estoy de buen humor, igual gracias Sujong.
—Es Jihoon.
—Kim Jiho —asintió Nayeon.
—Lee Jihoon.
—Lo que sea Kim Sujong, no tengo tiempo —rodó los ojos.
No quería perder la paciencia así que le dio una de sus mejores sonrisas, falsa claramente, para después volver a la mesa en la que se hallaban sus amigas con Mina.
—¿Vamos? —tiró de su muñeca.
Tenía una idea de dónde podía ir con la japonesa.
—¿No tienes clases?
—Me he ocupado de eso.
—Niña rica insoportable —suspiró Myoui.
Nayeon la observó por un momento, debatiéndose si debía rechistar de vuelta.
—Dirás Im Nayeon, niña hermosa insuperable.
—No quería decir eso —negó Myoui.
Fue entonces, cuando la japonesa soltó una risita que se le hizo prácticamente imposible resistirse a lo que su corazón le pidió en ese momento.
Dejó ganar a sus pensamientos intrusivos se inclinó para darle un casto beso en los labios.
Claro que al hacerlo había dejado sorprendida a Mina que estaba roja.
Y sobretodo a sus amigas confundidas, por la perspectiva no sabía bien lo que había pasado pero el sonido...
—¿Qué ha sido eso? —a Jennie casi se le cae el móvil al ver aquello.
—¿Le has dado un beso a Mina? —inquirió Yoo mirando con los ojos abiertos de par en par.
—No sé lo que acabo de ver, me está afectando estudiar tanto —Jisoo retiró sus gafas un momento pestañeando repetidas veces.
Mina aún estaba en shock siendo arrastrada por la coreana, inconsciente se llevó las manos a sus labios sintiendo su corazón acelerarse.
—¡Lo dejare a su imaginación! —exclamó Nayeon.
Eso fue lo último que dijo guiñándoles un ojo antes de marcharse tomada de la mano de la nipona.
🙏🙏
Pensó que al tener la tarde libre Mina y ella harían cosas cursis y románticas como en todas las películas y series de amor. De esas con las que sus hermanas mayores la atormentaban y obligaban a ver para que aprendiera y supiera poner en marcha.
Pensó , como una ilusa, que habría llegado el día en que eso le sería útil, pero no fue así.
—Sakura y Eunbi no van a poder cuidar de Momo, ¿te importaría pasar la tarde con Sana y Momo? —Mina preguntó.
—Esta bien, aún así tengo una idea con la que nos divertiremos todas —asentía Nayeon con una sonrisa.
Mina sonrió de vuelta, solo esperaba que no fuera nada peligroso o que le diera un ataque a la coreana y dijera de ir a otro país o algo parecido.
Veía a Nayeon capaz de cualquier cosa.
—¡Vamos a patinar! —saltó Momo de felicidad.
Al parecer su idea en un principio era patinar sobre hielo con Mina, había alquilado toda la pista para ellas dos,
pero se le olvidó el pequeño detalle de que Sana también quería pasar tiempo con su hermana.
De igual manera, no le desagradaba para nada la idea de estar con las dos niñas.
—¡Eres genial Mina! —exclamaba Momo patinando mientras tomaba la mano de la japonesa.
—Trata de dar una vuelta tu también —soltó una risita viendo a la pequeña Hirai imitándola.
Al parecer tanto Momo como Mina eran demasiado buenas en ello.
Sana, por otro lado, parecía asustada pues no había pisado ni siquiera la pista y no le quería pedir ayuda ni a Mina ni a su mejor amiga porque parecían estar pasándoselo muy bien.
Ella nunca antes había hecho nada de eso y lo nuevo le aterraba.
—¿A qué esperas, Sana? —preguntó Nayeon mirándola.
—Yo...—la pequeña japonesa no paraba de mirar en dirección de Momo y Mina.
La universitaria no sabía si estaba tratando de llamar a su hermana mayor de manera telepática o si tenía envidia por como se estaban divirtiendo.
—Sabes que yo también te puedo ayudar, ¿verdad?
—Es que...
—Ven, Sanita. No tengas miedo.
Con las piernas temblando aceptó tomar la mano de la mayor y entrar a la pista. Era raro y casi pierde el equilibrio pero supo controlarse.
—¡Sana! ¡Ánimo! Tenemos que echar una carrera y hacer caer a Nayeon —gritó Hirai a su mejor amiga.
Mina miró en dirección de su hermana pequeña, había estado ocupada jugando con Momo que no se dio cuenta de que Sana estaba teniendo un momento duro.
Iba a acercarse a socorrer a la menor, pero al parecer alguien estaba haciendo su trabajo.
—Me voy a caer ¡tengo miedo!
—No tengas miedo, no te voy a dejar caer por nada del mundo.
—¿De verdad?
—Sí, lo estás haciendo bien.
—No me dejes caer.
Y entonces Nayeon soltó su mano un momento para que patinara por su cuenta, pero de nuevo la torpeza de Sana hacía que ésta perdiera el equilibrio.
Pensó que iba a caer y cerró los ojos aterrada.
—Te tengo, tranquila Nayeonnie está aquí contigo —le aseguró Im agarrándola evitando la caida.
Sana elevó su mirada y sonrió brillantemente mirando a la coneja para después abrazarla tomándola por sorpresa.
Le gustaba saber que Nayeon estaba ahí para asegurarse de que no le pasara nada.
—Ahora Sana es mi mejor amiga —dijo en voz alta Im.
Automáticamente, Momo dejó de reír y se dirigió hacia ellas con la cara roja.
—¡No lo es!
—Sí lo es —la coneja se estaba divirtiendo.
—Lo siento, pero ni todo el dinero del mundo compraría nuestra amistad —Hirai tomó la mano de Sana que le sonrió.
—Puedes ser mi segunda mejor amiga Nayeonnie.
La nombrada hizo un puchero y asintió con la cabeza.
—Lo serás cuando firmes el contrato, Im Nayeon —la amenazó Hirai.
—Momo, ¿cuando salgamos te gustaría una Barbie nueva? —inquirió la mayor inocentemente.
—Trato hecho, felicidades segunda mejor amiga de Sana-chan —estrechó su mano Momo con una sonrisa.
Mina estalló en risas acercándose para comprobar que Sana estuviera bien, Nayeon también rió y revolvió el cabello de las dos niñas japonesas.
—¿Lo has visto? ¡Nayeonnie me estaba enseñando!
—Claro que lo he visto, últimamente Nayeon te enseña muchas cosas —esto último lo dijo codeando a la coreana que soltó una risita.
Mina esbozó una sonrisa y Nayeon también. Aunque Momo tiraba de su mano queriendo enseñarle cómo hacía una vuelta entera ella sola, Sana no pudo evitar fijarse en algo mientras se alejaban dejando al MinaYeon a solas.
Podía ver la mano de Im entrelazarse con la mano de su hermana mayor y como esta sonreía aún más brillante.
"¿Ahora son mejores amigas también?" Pensó inocentemente Minatozaki mientras enlazaba su mano con la de Hirai sonriéndole.
😭😭
—Pues sí que tenía sueño —suspiró la universitaria saliendo de la habitación.
—Se estaba quedando dormida mientras cenábamos, tonta —rodó los ojos Myoui.
Como sospechó Mina fue cenar y la pequeña japonesa quedó profundamente dormida mientras que veían las tres juntas "el asombroso mundo de Gumball"
La protagonista observó con cariño a la coreana que acababa de arropar y dejar a la pequeña Sana durmiendo en su habitación.
Sinceramente, pensó que las cosas serían peor, incluso pensó que el ambiente sería raro o incómodo. Quizás fue por la compañía de Sana y Momo o simplemente todo había salido tan natural.
Todo se sentía tan bien, los colores eran más vivos, la música se oía mejor y todo era más divertido. Así se había sentido Mina estando con Nayeon.
Se quedaron acurrucadas en el sofa y la japonesa no sabía dónde se había metido. Su mente le pedía que se levantara y le diera las buenas noches, ya habían pasado suficiente tiempo juntas.
Sin embargo, su cuerpo le pedía no abandonar el calor de la mayor.
Estaba recostada en el pecho de Nayeon y ésta, sobaba su espalda en círculos mientras oían la television de fondo.
Estaban tan perdidas en su mundo que no habían pronunciado palabra.
—¿Puedes oírlo?
Fue entonces cuando la universitaria se animó a hablar cuando las dos se observaron a los ojos.
—¿El qué?
—Lo que me haces, escucha.
—¿Tu corazón? —soltó una risita tímida Myoui.
—Sí, está contento porque estoy contigo.
Mina blanqueó los ojos y golpeó su hombro con suavidad, aunque fue un golpe suave Nayeon lo exageró haciéndola reír.
—¿Cuándo te empecé a gustar? Quiero escucharlo Minari.
—No sé.
—Sí lo sabes —insistió apretando su mejilla.
—Que tonta eres —apartó su mano negando con la cabeza.
—¡Cuéntamelo!
Nayeon que era más intrépida acarició su rostro y la beso tomándola por sorpresa.
—Vale, vale te lo digo —cedió finalmente —creo que fue cuando te vi llorando por primera vez...jamas pensé que podría ver llorar a una persona tan narcisista llorando por otra y menos tú por mi.
La mayor abrió los ojos escuchándola hablar, ni siquiera lo hizo a propósito. En ese momento, fue algo que le salió del alma.
—Después de eso, comencé a preguntarme si de verdad valías la pena. Estaba molesta conmigo misma por sentir algo por ti e hice de todo para negarme pero...
—¿Pero...?
—Simplemente todas las canciones de amor comenzaron a llevar tu nombre, así que no pude hacer nada.
—Para mi también es así. Cada cosa bonita que veo me recuerda a ti, Minari.
Las dos se quedaron miraron en completo silencio y después explotaron en carcajadas.
—Ahh, en serio que cursis estamos sonando —negó con la cabeza Myoui.
—A mi me gusta esta nueva faceta de pingüina cursi.
—Cállate, Im.
La coreana sonrió al escuchar aquello y asintió mientras se inclinaba para besarla en los labios por segunda vez.
El suave y cariñoso beso se fue tornando algo más subido de tono cuando de un momento a otro Im deslizo su lengua comenzando a pelear por el control.
Sus manos apretaron la cintira de la japonesa y fueron descendiendo lentamente.
—Espera —suspiró Mina cortando el beso.
—¿No? —Im retiró sus manos.
—Nayeon...yo...siento no sé que deberíamos hacer ahora —la nipona respiró con dificultad —No se si podré darte lo que buscas en una relación porque para mi todo es más complicado.
El corazón de Mina iba demasiado rápido, tenía algo de miedo por la reacción de la universitaria.
—Tengo una gran responsabilidad —continuó hablando viéndola a los ojos —y no podré ir al mismo ritmo de lo que estes acostumbrada, una relación no sé si yo pueda...
—Pero solo quiero estar contigo —cortó su frase la mayor.
La coreana envolvió sus brazos alrededor de Mina para continuar hablando.
—Tú me gustas y ahora que sé que yo te gusto no puedo ser más feliz. Vayamos a tu ritmo.
—¿Podemos ir a mi ritmo? ¿Puedo confiar en ti?
La pregunta que le estaba haciendo había salido de su corazón. La japonesa realmente quería asegurarse de que no tendría ninguna presión.
—¡Tienes que hacerlo! No me importa. Incluso si tengo que tardar ochenta años para pedirte matrimonio.
—Nayeon, solo ha pasado un día, casi dos desde que nos besamos.
—Las lesbianas somos más intensas, para mi ya llevamos tres años casadas.
Ambas volvieron a reír mirándose a los ojos. Mina no sabía bien que podría pasar, o como podría terminar las cosas.
Sin embargo, de algo estaba segura y era que quería disfrutar del bonito sentimiento que florecía con cada mirada, acto y caricia de Nayeon.
Quería experimentar de nuevo lo que era amar y ser amada. A su ritmo, pero lo haría.
+extra.
"¿Y si mejor me voy?" Pensó por un instante con el disco entre sus manos. Se sentía completamente como una tonta esperando fuera de la sala de estudio de la universidad.
"Quédate, cobarde ¡tienes que dar el primer paso" otro pensamiento la contradijo y tomó aire para imaginarse como se lo daria.
Lisa definitivamente estaba teniendo una crisis nerviosa de bipolaridad.
Rosé le preguntó si estaba libre ese fin de semana y ella como una estúpida ya se había ilusionado a pesar de no haber hablado con ella como por cuatro días.
—Ah, Manoban —Park salió y se sorprendió de verla allí.
—¡Rosé idiota! —fue lo primero que salió de su boca.
—Que bonita manera de saludar —alzó ambas cejas la australiana.
Lisa sabía que si le respondía simplemente ocasionaría que se pusieran a pelear, así que prefirió tomar aire de nuevo para volver hablar.
—¿Qué te pasa ahora? —Rosé sonrió viéndola actuar extraño —No me digas que me has extrañado.
—No, ósea sí, bueno ¡no! Yo he venido porque...
—¡Rosé!
Hyeri, la chica con la que la había visto la ultima vez gritó haciendo que ambas se giraran a mirarla.
—Gracias por esperarme...—sonrió Lee enlazando su brazo con el de la rubia para después mirar a Lisa.—¿va a venir a comer con nosotras también?
—¡No...! —negó la tailandesa alzando sus manos.
Y cuando lo hizo Rosé vio algo que la dejo anonadada.
—¿Ese es el nuevo álbum de Taylor Swift? —inquirió frunciendo el ceño.
—¿Qué? ¿Esto? ¡No lo es! —rió nerviosamente.
Ya estaba haciendo el ridículo.
—Sí que lo es, pensé que odiabas la música de...
—¡Y la odio! Jamás me gustaría lo mismo que tú.
—Menos mal, sino seria muy extraño.
—¡Lo sé! —Lisa se estaba aguantando las lágrimas.
Las miradas de Rosé y Hyeri la estaban poniendo peor y cuando vio como tenían sus brazos enlazados su corazón se encogió aún más.
—¡Disfrutad de la comida! —gritó mientras corría rompiendo en llanto.
Park se quedó bastante confundida por todo lo que acababa de pasar ¿Lisa se había ido llorando?
No entendía nada.
—¿Era tu amiga? —preguntó Lee.
—Uhh...algo así creo.
😱
Casi 4000 palabras xddd
—Si estuvieran en el lugar de Mina, ¿confiarían plenamente en Nayeon?👀
sé que les prometí un maratón, no lo he olvidado pero he estado demasiado ocupada :(((
Y AUNQUE HE ESTADO OCUPADA IGUAL HE ESTADO VOTANDO Y STREMEANDO EN MIS RATOS LIBRES.
Aportando poquito pero aportando🫡
Así que por favor no se olviden de votar y stremear por Twice,, toma como máximo 10 min.
[Aquí debería haber un GIF o video. Actualiza la aplicación ahora para visualizarlo.]
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro