No puedo ¿No?
¿Cómo están?¿Les gusta como va la historia? Espero que si. Besos
Llegué a mi casa con la misma incredulidad con la que salí de la casa de Billy.¿Cómo se había atrevido a hacerme ese comentario? ¡Qué descaro! Pero debía reconocer que era mi culpa por deshacer los límites entre alumno y maestro, y él era solamente un jovencito con las hormonas alborotadas que por supuesto no dudaría en entrar al juego.Me paré frente al espejo, mirando mi imagen para tratar de sincerarme conmigo.« ¿Qué te pasa con él Lizzie?...«Te gusta, más que eso te encanta. Es tan tierno y dulce, y todo un caballero. Le gusta leer y actuar ¡Recita a Shakespeare por Dios!. Definitivamente amas la forma en la que te dice Seño, y como sonríe. Tan lindo con esos ojos y esos rizos. Te gusta mucho, pero tiene dieciocho años. Es un niño, uno grande pero igual un niño. Demasiado inocente, demasiado frágil... ¡Es tu alumno por todos los cielos! Tienes veintinueve años, eres adulta, su profesora, una profesional... no puedes.Después de poner todo en mi balanza emocional lo correcto peso más.Lo olvidaría. Solo debía, no sé... sí, ya sé.Es lunes. Camino hacia mi salón. Como cada día David el fornido Profesor de Educación Física me saluda con simpatía y con un algo más que hace rato puedo ver. Como casi nunca hago me detengo a saludarlo.—Buen día, David—le digo con la mejor de mis sonrisas.—Buen día, Lizzie—me responde, obviamente feliz de que por fin me detenga.—¿Alguna novedad?—pregunto y él me mira asombrado.—Uhm, no... pero si algo atrasado, una invitación a cenar.Eso fue rápido.—¿Esta noche?—Propongo.Él trata de evitar mostrarse muy entusiasmado (Se muy bien que le gusto mucho).—Si, por supuesto, Lizzie ¿A las ocho en el Palatio?El Palatio es un lindo lugar, David es lindo, y debo sacarme ya de la cabeza a ese chiquillo.—Sí, genial, te veo ahí. Hasta luego.Lo último que veo de él es una sonrisa que no le cabe en la boca.La clase marcha bien, aunque Luke esta sobreexcitado (muchas bebidas energizantes) y bromea sin parar.Tenemos un emocionante debate sobre una obra de Wilde: La importancia de llamarse Ernesto. Todos dan su opinión y perspectiva. Una hora excelente.Termino la clase riendo con ellos.Junto y salgo rápido (antes que Billy) y me marcho con una sensación ambigua en el estómago, en el el corazón y en la cabeza.Me arreglo para mi cita esa tarde. Me decido por unos pantalones negros, una camisa color hueso y una chaqueta de cuero.Faltan cinco minutos para las ocho cuando llego al restaurante de comida italiana. David esta en la entrada. Nos saludamos con un beso en la mejilla y el anfitrión en la entrada chequea la reserva.El lugar tiene un aire antiguo y nostálgico. Las mesas de madera forman un rectángulo. La música es sutil; baladas románticas. Nuestro lugar esta en el medio.Le comento dos o tres cosas a David, sobre lo agradable del lugar y un poco más sobre mi día en el Instituto. Tengo mi bolsito de mano en el regazo mientras hojeo el menú; estoy en eso cuando me vibra el teléfono. —¿Que deseas tomar?—me pregunta David.—¿Vino Blanco?Él asiente y vuelve su vista al menú. Entonces reviso el mensaje que me acaba de llegar." Perdón. Fui muy desubicado. Lo siento mucho... en serio.¿Billy?, ¿Pero cómo?... Oh, cierto."Perdonado. Estoy por cenar. Mañana hablamos.—¿Y para cenar? Yo pediré la ensalada de camarones cítricos y palta—me comenta David.Pienso en que no debí darle mi número a Billy. Parece que desde que lo conocí deje de usar la cabeza.Veo el gesto interrogante de David....—Oh, si, lo mismo para mí.No le preste atención a su pedido, espero que no sea nada con pescado."¿Con quién?Otro mensaje. Lo leo disimuladamente."¿Desde cuándo debo darte un reporte de mi vida privada? No me envíes más textos.Resoplo, ¿y este chico quién se creyó que era?—... Le decía eso a Sara y no lo podía creer—Mi acompañante dice eso y después se ríe.Estoy completamente perdida.—¿Qué?...—Lo que sucedió con el director, Lizzie—me explica David y sigue pero vuelvo a perder el hilo de la conversación por culpa de un mensaje nuevo."Es con el de Educación Física ¿no? Veo como la mira. No me agrada... y huele mal."¡Claro que no! ¿No tienes nada que hacer? Estoy en una cita.—... Es increíble ¿no?—David me lo pregunta y se sigue riendo.—Si... lo es.No sé que es increíble ni porqué se ríe tanto. Fuerzo una risita patética."¿Porqué no lo reconoce?"¿Reconocer qué? No entiendo de que hablas...Es mentira porque sí lo sé. Ay, Billy.—¿Quieren ordenar?—nos pregunta el mozo.David me mira y yo asiento. Él pide algo con pescado. Debí haber estado más atenta.—¿Todo bien?—me cuestiona alzando una ceja rubia.—Sí... fantástico."Le gusto... lo sé. No se enoje, pero es la verdad."¿¿¿Qué????.... ¿De dónde sacas algo como eso?Puedo ver de reojo que David me esta mirando. Pensará que soy una irrespetuosa, y quizás lo soy.—¿Y Como te adaptas a la gran ciudad?—me pregunta.—Bien, muy bien de hecho. Mucho más rápido de lo que pensé.Mi celular suena pero me resisto... unos dos o tres segundos."Lo saqué de sus ojos, del temblor de su voz y de sus labios. Sé que le gusto... y mucho.Bien, ¡Eso fue muy lindo! —Pues... te equivocas, Billy. ¿Qué charla es está? Por favor, ya duérmete.David está hablando de no sé qué cosa cuando levanto la vista.—Voy al baño, ya vuelvo—le digo levantándome de mi asiento con algo de apuro.Por suerte la única mujer en el sanitario de damas sale cuando estoy entrando. Me encierro en el último baño y cierro con la traba.Respiro hondo y despacio mientras miró los azulejos azules. Después tomo el teléfono. "M E N T I R O S A""Vaya... ¡Cuánta madurez!"¿Quién se queja? ¿De dónde me responde?¿Qué?¿tiene un sexto sentido?"Desde el baño, sentada en la tapa ¿Alcanza?, ¿O necesitas más información?Me rió sin querer por lo ridículo de la escena y lo escucho reír a él."No me opongo si hay más Jaja. En serio, usted también."¿Yo también qué?Pero sabes Lizzie..."Usted también me gusta... y mucho♡♡♡¡Oh Dios! ¡Oh Dios!"Billy... ¿Corazones?, ¿En serio?"No se vaya por las ramas. Me gusta, ¿qué siente usted? ♡♡♡ o :| :|:|Es demasiado tierno... Mi caramelito ¡Al diablo con todo! Me rindo."Me gustas mucho, mi caramelito""Solo suyo, Seño... ¿Mañana después de clases?, ¿Dónde? "Si...Leo mi propia respuesta y caigo en lo que dije, en lo que hice, en todo lo que me comprometí."Billy no debí decir eso. Entiende de una vez que no puedo. Por favor, no insistas.Mensaje no enviado.Vuelvo a intentarloMensaje no enviado.Chequeo y ¡Maldición me quedé sin crédito!Suspiro a la vez que escucho como dos jovencitas entran charlando entran ellas.No puedo. No puedo. No puedo, ¿no?
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