Nuestro primer encuentro...
"Un tad es tevi ieraudzīju, un pēc pasaules apceļošanas es vienkārši gribēju palikt tev blakus..."
"Entonces te ví, y después de viajar por todo el mundo, solo quise quedarme a tu lado"
Mientras veía el paisaje veraniego, Kim Taehyung solo podía preguntarse cuál era su próxima parada. Le encantaba viajar, la cultura que había escogido estaba muy en contra de la creencia que le habían inculcado sus padres, pero a él no le importaba en lo más mínimo, él solamente quería disfrutar del mundo, y que el mundo disfrutara a más gente como él, que le gustará vivir en armonía con la naturaleza y que disfrutará de los hermosos paisajes que está le podía ofrecer, no que se aprovecharán de los recursos que les ofrecía. No que lastimaron la flora y fauna, si no que crearan una perfecta armonía y habitad entre si.
La pequeña buseta trastabillaba, pero no le molestaba para nada cuando compartía con su grupo de amigos viajeros. Había visitado un sin fin de lugares en los siete años que llevaba viajando, desde los lugares más populares, hasta los lugares más escondidos y paradisíacos que había visto. En su cámara, guardaba como un recuerdo una fotografía de cada lugar.
-¡Taetae! ¿Sabes adónde vamos? -Hoseoki, su mejor amigo preguntó de forma sospechosa.
-No -respondió Tae con su típica sonrisa cuadrada- ¿Porqué siento que tú sí?
Se recargó en su brazo, el cuál estaba apoyado en la ventana, así para ver el rostro de complicidad de su mejor amigo.
-No quería decírtelo pero... Tu cumpleaños es mañana, y todo el grupo planeó que iríamos a dónde siempre quisiste ir.
Los ojos del menor brillaron, se sentó firme aún sin poder creerlo. Era su sueño algún día visitar aquel pueblito pequeño de la india, justamente dónde se había originado las creencias gitanas que tanto le encantaban.
Punjab, que estaba ubicado entre la india y Pakistán, era la cuna del pueblo gitano, y siempre había Sido su más grande sueño conocer el lugar que dieron raíces a su ahora felicidad.
Sus ojos estaban llorosos de felicidad, una cosa era visitarlo sólo, y otra muy diferente era visitar ese lugar en compañía de su grupo, eso lo hacía sumamente feliz.
-¡¿Es encerio?!
-Asi es, me costó un poco convencer a los chicos pero lo logré, llegaremos en una horas.
-Oh Hobi, no sabes lo feliz que estoy de tener un amigo como tú.
Tae abrazó fuerte a pelirrojo, este lo aceptó con mucho cariño porque él también estaba feliz de encontrar un amigo como él.
Después de que sus familias se les pusieran en contra ambos decidieron irse por su cuenta, no querían que los obligarán a casarse y a heredar toda la fortuna de las familias, esa no era la vida que ninguno de los dos quería, por eso decidieron comprar una buseta, la pintaron he instalaron adecuadamente para la travesía. Entre cada viaje se hacían de mercaderes, comprando y vendiendo cosas valiosas, antigüedades, joyas que compraban de forma Aveces hasta ilegal y luego las vendían al mejor postor. Aveces se daban cuenta de subastas de artículos antiguos y bastante valiosos y luego sacaban provecho de ello entre los mismos subastantes.
Lo cierto era que, Jung Hoseok y Kim Taehyung tenían planeado aquello con bastante anticipación, el fugarse de sus familias no era algo que lo habían planeado de la noche a la mañana, pasó al menos un año para que estuvieran listos. Se encargaron de vaciar sus cuentas, hacer tarjetas nuevas, desviar fondos de la cuentas de sus padres a sus propios beneficios. Ellos realmente no estaban a su suerte, habían conseguido cuadruplicar sus cuentas, y lo cierto era que no tenían la necesidad de pasar por limitaciones, pero ambos ahorraban bastante.
En el camino por su travesía se había unido otros integrantes a su grupo, por ejemplo estaba Min Yoongi, el pelinegro realmente no tenían padres, ellos habín fallecido en un accidente, había heredado todos los bienes de sus padres junto a su hermano, pero al no ser tampoco lo que él quería dejó las empresas a cargo de su hermano a cambio de él mantener parte de las ganancias, por lo que el mayor tampoco estaba a su suerte. Por otro lado estaba Kim Namjoom, él muy al contrario de los otros tres, tiene su propio museo situado en Amsterdam, el mayor de todos era un artista, pintor, escultor y escritor, que viajaba a través del mundo para poder inspirarse de las diferentes culturas. Nam usaba un seudónimo para publicar sus obras, por lo que no era un problema viajar por el mundo sin ser reconocido. Acompañaba al grupo de menores en sus viajes, pero cada cierto tiempo se iba de nuevo a su ciudad para encerrarse en su estudio para hacer nuevas obras y pinturas, para luego, volver a unirse al grupo. Ninguno de los cuatro estaba al sol y al viento, eran cuatro aventureros natos que vivían de sus viajes.
El viaje duró al menos unas tres horas más, llegaron a un hermoso pueblo. Habían bastantes mujeres con vestidos hermosos y coloridos, algunos hombres que pasaban por el lado de la buseta llevaban solamente pantalones con cadenas de lentejuelas, le hizo recordar que él tenía una igual que había conseguido en una tienda de conveniencia en España.
La camioneta se aparcó en un estacionamiento subterráneo, Tae no comprendía porqué estaban en ese lugar, si siempre se aparcaban en cualquier lugar y todos dormían en la buseta. Nam bajó del asiento del piloto seguido de Yoongi y Hobi abrió la puerta corrediza seguido de Tae.
-Llegamos -canturreó Nam.
-No es como lo había imaginado, pensé que era un lugar más...
-¿Pobre, humilde, campesino? -continuó Hobi a lo que quiso decir Min.
-Algo así.
-¿Qué hacemos aquí? -preguntó Tae.
-Oh, reservé en este hotel, es el mejor de la ciudad. Tiene cinco estrellas.
-Me gusta -comentó Nam.
-Concuerdo -dijo Yoongi.
-Perfecto, tomen sus cosas entonces y vamos al lobby del hotel a presentarnos, reservé una de las dos Suites para los cuatro, tiene cinco habitaciones, así que podremos estar más que cómodos.
Todos asintieron felices, tomaron sus mochilas y se encaminaron juntos a la entrada, al llegar Hobi fué el encargado de mostrar su identificación y tarjeta, rápidamente le dieron el pase con la llave de la suite, los recepcionistas le dieron una copia a cada uno, lo cuál les permitían vagar por las instalaciones sin molestar a los otros al entrar.
Todos subieron y se instalaron, Tae se dedicó a darse un baño, al igual Hobi y luego salieron encontrándose en la pequeña recepción.
-¿Qué hacemos? -cuestionó Tae a Hobi dejándose caer al suave sillón.
-Hoy habrá una fiesta en uno de los salones del hotel, creo que más bien será en la parte abierta de la piscina.
-¿Cómo lo sabes?
-Investigué el itinerario del hotel, y resulta que hoy coincidimos a una reunión de gitanos.
-Hobi -la preocupación de Tae era evidente en su tono de voz -¿No crees que es mala idea estar aqui?
-¿Porqué lo dices?
-No sé, talvez nuestras familias vayan a saber dónde estamos.
-Claro que no tontito, ya han pasado siete años y sigues con el mismo miedo de siempre. No van a saber nada de nosotros. Disfruta nada más.
El rubio asintió, quizás esos pensamientos negativos si eran sin fundamento alguno.
-Ire a dar una vuelta ¿Quiere ir?
-Ve tú, disfruta un poco. Yo te esperaré, la reunión inicia a las seis, tienes alenos dos horas para divertirte y luego venir a arreglarte.
-Ok.
Tae llevó consigo su billetera, su teléfono con sus airpods y la copia de llaves de la suite. Nam y Yoongi se habían quedado dormidos apenas se recostaron en la cama, Hoseok se encargaría de despertarlos para estar listos a tiempo.
Taehyung bajó por el elevador hasta el primer piso, fué hacia el bar en dónde pidió un cóctel suave, mientras esperaba veía sus redes sociales, entre ellas se metió a un grupo internacional de gitanos en dónde se compartían sus viajes y experiencias, se divirtió viendo las fotos graciosas, memes y videos chistosos en el grupo. Se colocó sus airpods y buscó en su playlist la canción "Blank Space" de Taylor Swift.
Caminó por la orilla de la piscina sintiendo a la vez lo fresco del ambiente, sus gafas oscuras lo protegían del sol, veía a los huésped sumergirse en las aguas cristalinas, se sentó en una de las sillas playeras reclinables cerrando sus ojos siendo inundado de la música relajante.
Despertó sintiendo sus oídos doler por tanto tener los airpods en ellos, se levantó somnoliento y observó la pantalla de su celular, todavía quedaba una hora y quince minutos, se iría con calma hacia la suite para poder arreglarse, tampoco es como que iba a vestirse de una forma extravagante. Se dirigió hacia el ascensor, al lado de él siguiendolo, no lo observó, la verdad no le interesaba, sólo quería llegar a la suite para reconsiderar ir a esa reunión, porque la verdad el viaje lo tenía un poco mareado.
El ascensor subió por todos los pisos, y sentía de vez en cuando como el tipo a su lado lo veía fijamente, la melodía en sus airpods había cambiado por la canción "Sway" podía sentir la mirada en él, volteó a verlo y cuando lo hizo el chico a su lado volvió su mirada al frente. Lo ignoró por completo y solamente sacó su celular para disimular que no le incomodaba la mirada del sujeto. El ascensor sonó avisando que ya estaban en el último piso y cuando quiso salir fué empujado por el chico que salió marcando sus pasos fuertes.
Taehyung lo vió con desagrado, más maleducado no se podía ser. Siguió por detrás al hombre que caminaba seguro, en ese piso solo se encontraban seis cuartos y las dos Suits, el hombre sonrió alzando una de sus comisuras al escuchar los pasos del chico rubio detrás de él. Se detuvo abruptamente y se giró para ver cómo el chico molesto se quitaba sus lentes y lo veía queriendo matarlo.
-Niño, no doy limosnas.
Tae se quedó callado, no por el hecho de lo que el hombre frente a él había dicho, si no que simplemente no había escuchado ni una palabra de lo que él dijo gracias a la música. Tae ladeó su cabeza dedicándole una mirada molesta y simplemente rodeó su cuerpo para seguir su camino hasta al fondo del pasillo. Quería evitar problemas, por eso ni siquiera se había molestado en quitar el aparatito de su oído para prestarle atención al más alto.
Sacó la llave de su bolsillo trasero y abrió, sintiendo aún la mirada puesta en él, se adentro a la suite y cerró un poco más fuerte de lo que había pretendido.
Jeon Jungkook, quién se había quedado a medio pasillo pensativo y sorprendido, pues jamás le comentaron que tendría como vecino a un chico rubio y lindo. Sonrió y se dirigió a la puerta contraria a la del chico rubio abrió y lo primero que vió fue a su hermano menor andar en shorts y camiseta.
-¡Te dije que era una excelente idea venir aquí, kook!
Jungkook se dejó caer en el sillón, subió sus pies a la mesita de centro y se recostó viendo que su hermano sonreía feliz, no quería quitarle ese momento, pero tenía que aclararle las cosas antes que el menor se hiciera iluciones.
-En primera Jimin, no estamos aquí para vacacionar, estamos aquí porque nuestras vidas corren peligro en Corea. Y dos, no siquiera sé porque te hice caso de venir aquí.
-¿No te gusta?
-Me parece una ideología absurda
-¡Oye! El ser gitano no es malo, además, ¿Quién va a pensar que estamos aquí? Nadie. Por eso maté dos pájaros de un tiro, buenas vacaciones y bien escondite.
Jungkook negó con la cabeza sin tener solución ante las ideas absurdas de su hermano, su inclinación hacia lo que él consideraba una secta era aterradora. Compraba cosas en línea, todo lo que conseguía era antiguo, se mantenía leyendo respecto a eso y no había encontrado más remedio de aceptarlo tal y como él era, después de todo no podía negar que Punjab si era un buen escondite.
-¿Irás conmigo a la fiesta que habrá dentro de una hora?
-No -dijo en un tono cortante.
-Esta bien, yo si ire, voy a emborracharme y acostarme con el primer turista que se me cruce enfrente, así que si no vengo a las doce estaré en el cuarto de algún extraño cogiendo.
-¡Jeon Jimin!
-¡¿Qué?! Yo si quiero disfrutar mi vida, no como tú qué estás todo amargado.
El menor no esperó respuesta, solo se fué y se encerró en su cuarto para vestirse y peinarse, no era como que fuera a ser capaz de hacer lo que le dijo a su hermano mayor, pero talvez así lograba hacer que se divirtiera un rato.
Jeon se levantó cansado y se fue a vestir igualmente, jamás permitiría que el escuincle bajo su custodia cometiera alguna locura.
***
-Hobi ¿Qué tal me queda?
El pelirrojo observó el conjunto de su amigo, era una camisa manga larga blanca, casi semi transparente que dejaba ver la silueta de su delgado y curvilíneo cuerpo, lo había ver delicado, con ella combinaba un pantalón de vestir del mismo color, se veía sumamente angelical.
-Te falta algo...
Se alejó hasta perderse en la habitación del menor, tardo unos minutos hasta que regresó con un cinturón de cascabeles, estos sonaban cuando caminaba, cuando bailaba o hacía cualquier movimiento brusco. Hobi le colocó el cinturón y lo ajustó a su cintura, el menor se veía como una obra de arte.
-¿Y?
-Te ves muy hermoso. No te lo quites, te da un toque sexy.
El mayor se quitó uno de sus collares de amuleto y se lo puso al rubio, quién hacía lucir espectacular al collar con ese cuello abierto de su camisa.
-Gracias ¿Ya estás listo?
-Ya, vamos.
-¿No crees que es un poco irónico que los chicos bajaron mucho antes que nosotros que ya teníamos planeado ir?
-Si, y mucho.
Entre risitas salieron y bajaron rumbo a la fiesta, al bajar nada era un alboroto como lo había pensado, las camareras utilizaban cascabeles en sus sonrisas, pulseras que sonaban en sus muñecas y sus pies descalzos, por allá uno que otros se hayaban haciendo ritmos con panderos y tambores. El ambiente le encantaba.
Se despegó de Hobi un rato, en sus planes no estaba hostigar a su hyung siguiéndolo todo el rato, tanto él como los otros tres chicos querían pasarla bien y conocer gente nueva.
Se sentó en el minibar y pidió unos tragos, el alcohol en su sistema estaba llegando y cuando se sintió lo suficientemente bien para soltarse dejó de pedir bebidas, estaba a punto de sacar su tarjeta y pagar, pero el alguien a su lado lo interrumpió.
-Pagate todos sus tragos y tráeme un tequila.
Tae se sorprendió que el hombre era el mismo con el que compartió ascensor hace poco, el pelinegro le tendió una tarjeta al mesero pero él ya se había ido a traer el trago del mayor, tampoco era como si iba a dejar que el desconocido pafara la cuenta del chico sin su consentimiento.
-Disculpe ¿Pero que le hace pensar que no puedo pagar lo que ingiero?
-No es eso hermosura, estoy tratando de ser cortés contigo por lo de antes.
La voz del mayor era seductora, sumamente sensual, su porte bastante varonil lo intimida a un poco, pero no era nada que fuera difícil de lidiar.
-¿Antes? No comprendo a qué se refiere con lo de antes.
-Si... Te juzgue muy mal desde un principio, y sé que fué un error.
-Sigo sin comprender señor.
-Por favor dime Jungkook, cariño -Tae gruñó ante el "cariño" -. Déjame pagar tus bebidas, además, son un poco costosas, no es gran cosa para mí.
-Veo que le fascina humillar a las personas señor Jungkook -Tae se recostó en su mano.
-No, para nada cariño, sólo quiero disculparme.
-Antes de ofrecerte a pagar la cuenta de otros mejor asegúrate de no dar vergüenza en el intento.
-¿Acaso te la dí?
El mesero se acercó y le dió un vaso a Jungkook, Tae sacó de su billetera su black card y la tendió al muchacho quién en cuestión de segundos pagó la cuenta y regresó a dársela.
-Muchas gracias -le dijo al mesero - ¿Acaso no? -preguntó a Jungkook.
No dijo más y se levantó dejando a Jungkook atónito, el pelinegro había cometido un grave error, juzgar al chico sin conocerlo primero, aunque el rubio no aparentaba ser millonario en lo absoluto. Se divertía molestándolo un poco.
Tae pasó a segundo plano esa extraña charla con el tipo llamado Jungkook, y siguió caminando encontrándose con Hobi y los chicos.
-Encontré un museo muy bonito aquí a unas cuadras -dijo Nam animado.
-Hay museos en todas las ciudades a las que vamos, Nam -dijo Yoongi -. No sé que de interesante le encontraste a este como para emocionarte tanto.
-Hola chicos -saludó Tae
-Hola Tete -todos saludaron.
-¿Qué han encontrado de nuevo?
-Nam está enamorado del chico que trabaja en el museo y Hobi no le ha quitado los ojos de encima a aquella chica -señaló a una morena extremadamente linda que bailaba con una copa en la mano.
-Tu ni hables que quedaste como estúpido cuando viste al castaño que cantó en el karaoke -Nam se defendió.
-Al menos ustedes tienen a alguien en la mira, yo me acabo de encontrar con un tipo que me ve como pordiosero -Tae hizo un puchero al terminar de contar.
-Déjame le rompo su madre ¿Quién es? -Min detuvo a Nam.
-Esque estaba tomando en el bar y quiso pagar todas mis bebidas, me dijo que eran demasiado costosas, pff, cómo si no pudiera pagarlas.
La mirada que le dió Hobi y Yoongi lo hizo sentirse tonto, agachó la cabeza con vergüenza ante las miradas de lástima hacia él.
-Dime que no usaste la black card -se lamentó Hobi.
-¿Porqué no?
-Cariño, él solo quería invitarte a tomar algo... -dijo Nam.
El sonrojo de Tae era demaciado fuerte y fué notado por todo el grupo.
-Comprendan, Tete no ha tenido un contacto así antes.
Hobi se había colocado detrás de Tae y le tapó los oídos para que solo los otros dos escucharán el susurro de Hoseok. Ambos mayores lo vieron comprensivo, el hecho era que jamás Tae había mostrado interés por nadie, ni por un hombre, no por una mujer, siempre fué libre y le gustó disfrutar los viajes sin poner su corazón en peligro por otra persona.
Taehyung agarró un vaso de alcohol que llevaba una chica en una bandeja, lo tomó de un sólo sorbo para así sentir como Hobi lo soltaba.
-Tranquilo Tae, el alcohol no se va a acabar -dijo Yoongi riendo.
Un rato más pasó en el que todos platicaban y veían las presentaciones de bailes con trajes culturales bastantes coloridos y hermosos. La música acabó y en medio de la tarima del centro apareció un hombre hablando al micrófono.
-Buenas noches damas y caballeros, es un placer para nosotros tener a tantos visitantes y locales este año -era el gerente del hotel -. De parte de nuestra gran familia les deseamos que hayan tenido un muy feliz año y una excelente navidad. Esperamos que la mayoría pueda disfrutar de su estadía y que puedan celebrar con nosotros el año nuevo -Todos aplaudieron eufóricos, algunas personas sonaban panderetas y silbaban -. Sin más, la pista de baile queda libre para las presentaciones espontáneas.
Aplausos volvieron a escucharse, Tae se sentía feliz por estar ahí, agradecido con sus amigos por cumplirle el sueño de haber visitado tal lugar.
-Tae, ve y baila
-No -contestó el rubio, nervioso
-¿Porqué? Bailas hermoso, aún me acuerdo cuando bailaban en el grupo de danza de la escuela, no había nadie cómo tú. -los ojos de Hobi brillaban esperando que el chico aceptara
-Ya no es lo mismo -dijo cabizbajo.
-¿Dónde está mi Tete?
-¿Cómo?
-Si, tú siempre dices que vida solo hay una y que hay que disfrutarla. Disfruta este momento.
-Apoyo a Hobi -dijo Nam.
-Yo también -le siguió Yoongi.
-Ademas... Jamás te he visto bailar y quiero saber por qué tanto te apaga Hobi por tu baile.
-¿Y si me equivoco? -preguntó preocupado por hacer el ridículo.
-¿Qué más da? ¿Quién no lo hace? Tu ve y disfruta el momento.
No sabía si era producto de los efectos del alcohol, o de verdad Hobi lo había animado, pero Tae se levantó dirigiéndose al DJ y nombrando una música. Caminó decidido y feliz rodeado de muchos aplausos, llegó hasta la pista y se colocó en el centro, cerró sus ojos colocándose en posición para el baile y se movió apenas la melodía llegó a sus oídos.
Pasos fluidos y a la vez pausados se hacían en el cuerpo del rubio, recordaba cada paso como si fuera que los hubiera practicado con anticipación; sin embargo ya habían pasado algunos dos años desde que dejó la danza y nuevamente experimentaba lo hermoso que se sentía sentirse así.
Unos ojos oscuros lo observaban maravillados y atontados por los sutiles movimientos, a pesar de estar al orilla de la piscina podía verlo. Jeon estaba ahí por su hermano, traducido, casi en contra de su voluntad, pero al escuchar la horda de aplausos prestó atención al presentador que hablaba y no pudo despegar más la vista cuando a los cinco minutos vió entre las personas sentadas, como cierto rubio se levantaba y se dirigía al centro de la pista. Sus pasos eran sensuales, seductores, casi gritándole en el oído la palabra lujuria por todo lo alto.
Su sonrisa se hizo aún más grande cuando la música se detuvo y el chico bajo la cabeza avergonzado ¿De qué? Si Jungkook jamás pensó que después de su hermano existiera otra persona con un talento así de impecable. Jeon se preguntó en qué más era bueno, además de ser toda una cajita de sorpresas.
Tae bajó del escenario y se dirigió otra vez hacia su grupo quienes lo recibieron con aplausos.
-Vaya Tae, ahora comprendo los halagos de Hobi.
-Oigan chicos, la piscina está abierta para el público ¿Porqué no vamos?
-Me parece bien -aceptó Tae.
Los cuatro se levantaron y se dirigían a los vestidores, cuando Tae enfocó su vista en el tipo que asomaba su cabeza y brazos recostado al borde de la piscina con los ojos cerrados.
-¿Saben que? Mejor yo no voy
Tae se detuvo, y Hoseok lo hizo después, los dos mayores se vieron confundidos por el repentino cambio del menor.
-sigan, ahorita los alcanzamos.
Los dos chicos avanzaron y desaparecieron entre las paredes.
-¿Qué sucede? ¿Porqué cambiaste de opinión?
-¿Ves allá, el tipo que está en la piscina? -Tae estaba de espaldas a él.
-¿El papucho tatuado? Si ¿Que hay con él?
-Se llama Jungkook, él fue el que me invitó y lo rechacé.
Hoseok abrió los ojos de más sorprendido sin disimular viendo al hombre, era extremadamente sexy, tenía todo un brazo con tatuajes y podía distinguir por la distancia que tenía piercings.
-Dios te da pan y tú no aprovechas ¡Tae, está guapísimo!
-Lo sé, pero esque no sé, talvez si me pasé cuando quiso invitarme, pensé que talvez se estaba burlando de mí.
Un foquito en el cerebro de Hobi se encendió, un maquiavélico plan se formó dentro de él, solo era cuestión de llevar a Tae consigo.
-¿Sabes qué? Puede que tengas razón, ven vamos.
Hobie empezó a caminar en dirección contraria a los vestidores, aún así Tae lo siguió.
-Hobi ¿Adónde vamos?
-A traer ropa -mintió
Rodearon la piscina hasta quedar en medio de ella, Hobi se detuvo en un lugar estratégico aprovechando que detrás de él estaba un arbusto grande. Se volteó y tomó de los hombros al menor colocándolo de espaldas a la piscina, podía ver que detrás de Tae se encontraba Jungkook aún apoyado en la orilla del otro extremo de la piscina. Solo esperaba que su plan funcionara.
-Hobi ¿Qué haces? ¿Porqué actúas raro?
Maldita su inocencia.
-Lo siento Tete, después me lo agradecerás.
-¡Hoseok!
Tae gritó el nombre de su amigo antes de caer al agua, el pelirrojo sabía que él no podía nadar y aún así lo había lanzado dejándolo a su suerte. Hobi se escondió detrás del arbusto y corrió agachado hasta camuflarse entre la multitud.
Tae no podía salir del agua, movía sus brazos y piernas pero eran en vano, se estaba ahogando. Cuando vió sus esperanzas perdidas sintió como su cintura era rodeada por un par de firmes manos que lo sacaron del agua. Tae tosió abrazado del firme cuerpo dandole las gracias sin poder pronunciar muy bien.
-Hola de nuevo, chico lindo.
Tae se soltó del cuerpo que lo sostenía; sin embargo Jeon no apartó sus manos del suyo. Esquivó la mirada intensa del mayor sintiéndose casi desnudo por la camisa traslúcida que empapada casi era inexistente.
Jeon notó el nerviosismo del chico, bajo sus ojos hacia su pecho y pudo ver los pezones del menor que se marcaban descaradamente, y estos estaban erectos gracias al frío del agua y la noche juntos. Su mirada se oscureció, deseando ver aún más el cuerpo del rubio.
-Gracias por salvarme, pero agradecería si me soltara.
-¿Estas seguro? No sabes nadar por lo que veo, y preciosura -jungkook se acercó a su oído atrayéndolo a su cuerpo desnudo -... Estamos en medio del agua.
Tae tembló, pero no por el frío, si no más bien por la sensación que le daba estar cerca de Jeon. El pelinegro aprovechó su cercanía y rozó sus labios por la mandíbula del menor, sintió como él jadeó y eso le dió una señal afirmativa para seguir. Llegó hasta la comisura de sus labios y dejó un corto beso en ellos. Se separó un poco de él observando los ojos cerrados del rubio y su boca entreabierta, no aguantó más la tentación de probar sus labios y así lo hizo. Unió sus labios a los suaves belfos del rubio, su sabor era exquisito y aún más sentir como gemidos escapaban de la boca de él.
Tae se abrazó al cuello de Jeon. acercando aún más su cuerpo al suyo, sintiendo entre los dos una conexión inmediata, una conexión que él sabía que no sería fácil de romper, agradeció y maldijo a la vez a Hobi mentalmente, porque aquella caída y aquél beso iban a cambiar su vida para siempre.
Había prometido jamás poner su corazón en juego, jamás enamorarse porque jamás prometería estar con alguien para siempre, pero ahora sus promesas estaban tambaleando en la boca del pelinegro que tocaba gloriosamente su cuerpo en medio de la piscina, como metía sus manos bajo su camisa y de vez en cuando rozaba con sus dedos sus pezones.
Se sentía tan malditamente bien, que por un segundo se olvidó de como llevó su vida los últimos años. Fué ahí donde se dió cuenta en medio de aquél beso que su vago y aventurero corazón había encontrado su hogar.
¡Gracias por leer! 🥰
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