- ¿Causa de muerte? -El director del penal le preguntaba al médico que se encargó de ver el cuerpo sin vida de Choi San-

- Ya se lo han dicho sus oficiales, señor Choi, fue por asfixia, Choi San se suicidó entre las diez y once de la noche, no tiene signos de haber sido agredido o forzado a algo, tampoco de haber ingerido nada mortal, pensamos que lo habían asesinado y luego colgado pero no, efectivamente se suicidó.

- Muchas gracias doctor -Jongho soltó un suspiro viendo el cuerpo de aquel hombre al que tanto miedo le tenía, la tranquilidad con la que caminaba después de haber cometido tantos crimenes y de haber perdido a la persona que amaba, le daban escalofríos, sentía que, aunque jamás haya hecho nada malo, Choi San podía venir a por él en cualquier instante, pero claramente no fue así, jamás le ha hecho daño y ahora no podría, ya estaba muerto.

- ¿Qué quiere que se haga con el cuerpo, señor Choi?

- Solo quemenlo, no habrá funeral, no tiene a nadie.

- ¿Alguna otra cosa?

- ...Dejen sus cenizas al lado de las de Jung Wooyoung.

- Hola mi amor, ¿cómo te fue hoy?, tienes cara de cansado -habló aquel joven rubio mientras le ayudaba a Jongho a quitarse la chaqueta-

- Choi San...se suicidó -habló después de unos cortos segundos mientras se sentaba en el sofá con su pareja quien lo miró con los ojos casi saliendo de su rostro- Dejó unos cuadernos que estaban escondidos en su celda, al parecer relatan muchas cosas que vivió con Wooyoung pero todos se negaron a leerlos, les daban asco, los traje para echarles una ojeada pero...pero de alguna forma siento que estaría invadiendo su privacidad, ¿sabes?

- No puedo creer lo que me estás diciendo, nunca creí que lo haría, es decir, sí, tuvo que lidiar con la muerte de Wooyoung pero jamás creí que el causante de su propia muerte sería él, me esperaba más un asesinato -la cara de Yeosang solo mostraba confusión y asombro a la vez, aún estaba procesando la información-

- Pensé lo mismo, amor, pero al parecer pensamos mal, Choi al fin se fue a reencontrarse con Wooyoung -Jongho no esperó que su novio suelte una lágrima- Hey mi amor, está bien, tranquilo, ven aquí -extendió sus brazos dejando que Yeo se acurruque en ellos-

- ¿Sabes Jong?, a pesar de toda la mierda que pudieron hacer, en parte los entiendo y hasta los puedo apoyar un poco, además...Wooyoung y San me salvaron más de una vez, jamás podré odiarlos por eso, ellos hicieron justicia por mí aún cuando nadie me creía

- Hay otras maneras de hacer justicia Yeo, no todo debe convertirse en un asesinato

- Cuando grité y lloré por justicia nadie me escuchó, ellos hicieron lo que yo no me animé, fue horrible ver el cadáver, sí, fue horrible ver todos esos signos de tortura pero...pero yo ya estaba a salvo, y de alguna manera me pone triste el cómo terminaron

- Lo entiendo mi amor, pero ellos se lo buscaron, ellos tomaron ese camino lleno de peligros y crímenes, y creo que eran felices con ello

- Eso lo averiguaremos -Yeosang tomó el maletín que traía su pareja y lo abrió, ahí, en orden, se encontraban aquellos relatos sangrientos y quizás un tanto eróticos pertenecientes a Choi San y un par a Jung Wooyoung. Ahí en sus manos se encontraba la historia de amor más loca y macabra que haya podido ver con sus propios ojos, ahí, en sus manos, tenía la historia de los famosos "Justicieros sangrientos", le parecía un título horrendo, horroroso, nefasto, pero parecía bastante a propósito, quedaba bien en los títulos de notas periodísticas y videos de Youtube, al fin y al cabo lo único que pensaban los demás era que eran unos locos homosexuales con ganas de matar a cualquiera que se les cruce mientras tenían sexo, era bastante parecido a la realidad pero había algo más allá, algo que pocos tenían el privilegio de vivir, de sentir...

Amor.

Todo era por amor, ellos sentían amor.

Ellos prometían que era por amor.

Es por amor, lo prometo

Así empezaba y terminaba el relato de cada uno de los cuadernos.