Capítulo 5
Marinette
Me he juntado mucho con Luka, diría que es diferente a Félix Luka no se enoja si yo le pido tiempo o espacio.
Al contrario me entiende y me da mi lugar sin quejas y es un amor con mi hijo Félix nunca llegó a mi corazón sinceramente ya sospechaba que era un patán igual que Adrien bueno llevan la misma sangre no me sorprende.
Llegó el jueves yo estaba cocinando mientras que Gabriel estaba en cama ya que amaneció con un poco de fiebre.
La puerta de mi casa fue tocada pero los toques cada vez se hacían más fuertes entonces fuí
- ¡Ya voy!.- Grité y con un trapo limpie mis manos entonces abrí la puerta puse cara de fastidió.
- Félix que haces aquí.
- Vine a verte.
- Yo no quiero verte, vete por favor.
- No me iré hasta que hablemos.
- Pues no tengo nada que hablar contigo me di cuenta de que eres igual a Adrien o peor.
- Marinette.
- No dije, hazme el favor de retirarte.
- Eso jamás.- me agarró con una fuerza brutal por mis dos brazos haciéndome daño me está empezando a doler.
- No pienso dejarte.
- Félix ya, ¡me haces daño!
- Más daño me haces tú al no aceptarme en tu vida.
- No te amo entiende eso, ahora sueltame.
- No te voy a soltar.
- ¡Que quieres!
- Que seas mía.
- No eso nunca, nunca seré tuya soy dueña de mi misma.
- Eso era hasta que yo llegué.
- Eres un miserable, ahora te estás mostrando como realmente eres.
- ¡Mamá!.- Escuché a Gabriel.
- Por favor te pido que me quites tus manos de encima Gabriel me necesita.
- Pues vamos con él.- me llevó a jalones al cuarto de Gabriel.
- Papá Félix.
- hola Gabriel.
- Félix déjame ya.
- No queremos que Gabriel se entere cierto?
- Me vas a soltar por las buenas o por las malas.
- ¡Y qué vas hacer?
- Me voy a librar de ti.- aproveche que estaba distraído y le di una patada en su entrepierna, cayó al suelo quejándose de dolor, no me gusta que Gabriel vea esto pero no me quedo otro remedio.
- Lárgate ya o te juro que no respondo de mí.- Amenace respirando con rapidez.
- Esto no se va a quedar así.- Me advirtió.
- Dije que te vayas ahora.- Se fue agachado y cerré la puerta ahora tengo dos problemas Adrien que no deja de llamarme y Félix..
Revise a Gabriel y la calentura le está bajando eso me tranquiliza.
- Tikki no se que voy hacer.
- ¿Y si le dices a Adrien?
- ¿Estás loca? Félix es su hermano Adrien le va a creer a él y no a mí además hace 4 años que no nos vemos prácticamente somos un par de extraños el uno para el otro.
- ¿Entonces que harás?
- Por el momento tendré que luchar yo sola contra esto pero lo más importante voy a proteger a Gabriel de las manos de Félix y de cualquiera que intente o quiera lastimarlo.-
Le puse seguro a todas las ventanas y puertas de la casa Gabriel dormirá conmigo de ahora en adelante por su seguridad.
Llegó el viernes, está ves si lleve a Gabriel pues la fiebre ya había disminuído bastante básicamente no tenía nada.
Decidí visitar a mis padres.
- Y mi nieto?
- Papá tu sabes que está en el jardín.
- Verdad esque no lo he visto mucho.
- Y díganme cómo han estado?.
- Bien hija tú papá sigue enfermo pero no es nada grave.- papá comenzó a toser fuertemente, mamá le entrego un pañuelo papá siguió así hasta el punto de toser sangre entonces fue cuando me preocupe por él y su salud
- Papá estás bien?
- Si Marinette.
- Tosiste sangre eso ya no es normal tienes que ir al médico.
- Que estoy bien no sé preocupen.
- Mamá tiene razón eres muy terco papá es por tu seguridad.
- Déjenme tranquilo.- Él se puso de pie y subió las escaleras dejándonos.
- Mamá tienes que hacer algo esto no puede seguir asi, que tal si es algo grave?
- Lo intento cariño pero tu padre no quiere entrar en razón.
- Pues sigue insistiendo hasta que acepte.
- Claro que insistiré no dejaré que siga exponiendo su salud así.
- Gracias.- Miré mi reloj de mano.
- Me quedaría más pero ya es hora de ir por Gabriel.
- Está bien te cuidas mi cielo mándale besos a mi nieto de mi parte.
- Claro mamá adiós te quiero.- Maneje hacia la escuela me estacione y bajé.
Caminé bien tranquila, una de las señoras que cuida a los niños estaba afuera hablando le pregunté por mi hijo.
- ¿Su hijo? Vino el padre y se lo llevó.
- ¿Padre dice? Gabriel no tiene padre señora.
- ¿No?
- Claro que no.
- Entonces no se quien sea pero fue un señor rubio quien se llevó a su hijo señora, Gabriel le dice papá Félix debe ser su nombre.
- No, esto no puede ser verdad.- Félix ha ido demasiado lejos.
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