Aquí estoy, frente a la casa de Félix lista para hablar con él y arreglar nuestras diferencias.
Presioné aquel botón blanco que soltó un sonido en el interior de la casa vine de dejar a Gabriel en la escuela, Félix me abrió la puerta al verme se quedó callado..
- ¿Podemos hablar?
- No lo sé tengo cosas que hacer.
- Por favor solo un momento.
- Lo siento pero no.
- Eres igual a él.- dije esta vez siendo yo la molesta..
- ¿Igual a quien?
- A tu hermano Adrien.
- No, te equivocas somos totalmente diferentes.
- Si?
- Si y por favor vete no me hagas perder más el tiempo.
- Muy bien me voy porque también tengo cosas que hacer no estoy dispuesta a soportar desprecios por parte de nadie ni por tí.- Acomode bien mi cartera y dí la vuelta para alejarme caminando, que me pasa? No debo rogarle a nadie por amor tengo que darme mi lugar.
Hoy Gabriel sale temprano voy hacía la escuela para recogerlo son ya las 12:00 del día.
Espere unos minutos junto a las demás mamás que están aquí por sus hijos. Finalmente ví a mi pequeño príncipe salir dando saltos cuando me vio corrió hacia mí entonces lo cargue.
- Como te fue en la escuela cariño.
- Bien mamita, dibujamos y jugamos, mira esto.- me mostró una hoja de papel.
- somos tú yo y papá Félix.
- Está hermoso mi vida gracias.
- ¿Te gustó mamá?
- Claro que si me encantó, dibujas hermoso, ahora vamos a casa.- lo baje y tome su manito.
Íbamos caminando cerca del parque nos dirigíamos a mi coche solté un momento a Gabriel mientras buscaba las llaves del auto en mi bolso.
- ¡Mirá mamá una paloma!
- Si cariño.
- Quiero agarrarla.
- ¿Qué?.- Miré hacia donde se suponía que estaría Gabriel pero no estaba alcé mi vista y el estaba en medio de la carretera.
- ¡¡Gabriel!!.- Él me miró y el claxon de un auto sonó se aproximaba a toda velocidad Gabriel está inmóvil yo tampoco puedo moverme estoy en shock.
De repente un hombre llega y agarra a Gabriel y lo saca de ahí llevándolo al otro lado de la vereda, ese hombre le pregunta algo a Gabriel no sé qué es, Gabriel me señala, entonces está vez y con cuidado ese señor se acerca con mi hijo.
- Disculpe señora este niño es su hijo?
- Dios gracias al cielo estás bien mi amor.- Dije y abrace fuertemente a Gabriel no lo quiero soltar en lo que resta del día pase un susto tremendo al verlo en medio de la autopista creí que le pasaría algo.
- Muchísimas gracias señor por haber salvado a mi pequeño.
- No es nada cuando lo vi mi primera reacción fue esa salvarlo de tener un horrible accidente, me llamo Luka.
- Soy Marinette.-Dije mientras me quitaba las lágrimas y tomaba su mano de Luka, él nos acompañó hasta la casa él manejo el coche por mí ya que yo aún estoy demasiado nerviosa y podría tener un accidente no quiero arriesgar la vida de mi hijo de nuevo le pondré más atención para que algo como esto no se vuelva a repetir.
Al llegar a casa él me pidió mi número se lo di ya qué tal vez podríamos ser amigos, nos despedimos y se retiró.
- Gabriel ven, ven amor.
- Voy mami.- Gabriel jugaba con mi cabello mientras yo lo tenía pegado a mi cuerpo viví el peor susto de mi vida jamás había sentido tanto pánico y miedo mezclados juntos, mi corazón aún no deja de acelerarse tendré que tomar algo.
- Mami, ¿por qué tu corazón se mueve así?.- Me pregunta Gabriel poniendo su pequeña mano en el centro de mi pecho yo tomo su manito y le comienzo a dar besitos.
- Porque creí que te perdería por eso.
- eh?
- Te juro que si te pasa algo no sé que sería de mí me volvería loca.
- Tanto me quieres mami?
- No solo te quiero mi amor, te amo eres esa parte de mi que si me llaga a faltar perdería las ganas de seguir con vida.- Él solo me abrazó después me tomé una pastilla para los nervios porque si sigo así me puede dar un ataque dios mío.
Ya es martes Alya vino a verme con Milene yo les conté todo lo que pasó ayer y el susto que pasé, ellas se alegraron porque no le haya pasado nada a mi niño.
Pegué el dibujo de mi príncipe en la nevera, para verlo siempre.
Estaba platicando con las chicas cuando mi celular comenzó a sonar me aleje un momento para contestar.
- ¿Si diga?
- ¡Marinette! ¡¿Eres tú?!
- ¿Quién habla?
- Soy Adrien.
- ¿Que quieres?
- Quiero que hablemos.
- Lo siento mucho pero no sé puede soy una mujer muy ocupada.
- ¡Por favor!
- No y adiós.- Corté, no quiero hablar con él porque si acepto él puede saber que tengo un hijo suyo. Y entonces si no me va a dejar en paz.
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