SS. Recuerdo fugaz de un feliz cumpleaños.
-¡PUAAAAAAAAAH!-Gritó Bell al sentir el golpe.
"Ahh... creo que volveré a caer noqueado..."
El peliblanco al recibir ese golpe con la almohada, sintió como sus ojos se apagaban nuevamente.
De un momento a otro, comenzó a visualizar un recuerdo de hace mucho tiempo dentro de su sueño.
6 años después del nacimiento de Bell.
Nos encontramos en una pequeña cabaña en medio de varios árboles y vegetación, algunos cultivos y, lo más importante, con 4 personas viviendo plenamente en ella.
Zeus se encontraba recolectando algunas verduras de un pequeño huerto al lado de la casa, algunas zanahorias, calabazas, entre otras cosas. Tarareando una canción de forma muy alegre, estaba concentrado en su tarea, hasta que de pronto un infante se aproximaba hacia él, corriendo a toda la velocidad que sus pequeñas piernas le permitían.
-¡Abuelo! ¡Abuelo! ¡Cuéntame la historia del argonauta otra vez! ¡Por favor!-Gritaba un pequeño niño de 5 años con gran emoción mientras saltaba a los brazos de un hombre de edad avanzada.
-¡Oh Bell! ¡Me asustaste! Deja de saltar tan de repente hacia este pobre anciano, ya la edad me comienza a pesar y me es difícil seguir cargándote y se complica aún más viendo que estás creciendo muy rápido-Contestó el abuelo de Bell, levantándolo en sus brazos después de tomar un poco de aire por haberse llevado un ligero susto.
-Lo lamento abuelo, es que me siento muy feliz ¡Hoy es mi cumpleaños! ¡El tío Zald cocinará un pastel para mi!-Expresó Bell muy emocionado por ello, agitando sus manos y con brillos en sus ojos.
-Cierto, hoy cumples 6 años, ahhhhh qué rápido pasa el tiempo, aún recuerdo cuando podía cargarte con una sola mano por lo pequeño que eras al nacer... aunque casi nunca podía hacerlo porque Alfia no se despegaba de ti-Dijo Zeus con un tanto de nostalgia en sus palabras.
-Jejeje mi mamá Alfia me quiere mucho-Se rió Bell ante lo que su abuelo dijo.
"Sí... no creo que sea por eso, es más porque no desea que me acerque a ti más de lo necesario" pensó el Dios, con una risa irónica y sudor bajando por su frente.
-Bueno ¡Vamos!, quiero ver lo que cocina Zald, muy rara vez quiere hacerlo, así que tu cumpleaños debe ser una ocasión especial para él, aunque... lo es apra todos nosotros-Expresó Zeus, caminando con el chico en su brazo.
-Todos mis cumpleaños han sido muy felices a su lado, abuelo, mi mamá Alfia siempre me da un regalo muy genial, como esas dagas o mi peluche que uso para dormir-Respondió Bell ante el comentario de su abuelo.
-Me pregunto que me regalará esta vez...-Agregó, mientras miraba al cielo.
-Espero que algo para poder protegerte, tras decir que te convertirás en el último héroe, tus entrenamientos se han vuelto cada vez más duros, temo que llegue un día y no tengas un brazo o alguna extremidad-Contestó Zeus con un temor muy grande al imaginarse por el infierno que Alfia ha de hacer pasar a su hijo.
-N-No hay forma de que mi madre pueda hacer eso... ¿Verdad?-Preguntó el peliblanco mientras su voz temblaba.
-Con tu madre nunca se sabe... incluso hoy por la mañana te hizo entrenar con ella a pesar de ser tu cumpleaños, es realmente diligente, por cierto, no lo pregunté pero... ¿Cómo te fue?-Le preguntó el Dios al joven.
En el rostro de Bell se dibujó una gran sonrisa.
-¡Logré matar a un goblin de un solo golpe! ¡También pude esquivar uno de mamá Alfia!-Gritó Bell con emoción mientras levantaba sus brazos.
-¿Q-Que lograste qué? No me estás mintiendo ¿V-Verdad?-Cuestionó Zeus con gran impresión, casi incrédulo por ello.
-¡No miento! Es más, mamá quiere hablar contigo sobre lo mucho que he crecido ¡Creo que por fin me permitirá que me pongas tu falna!-Dijo el peliblanco, realmente esperanzado por la existencia de esa posibilidad.
Pero ese sentimiento dentro del infante ante ello... era todo lo contrario a lo que Zeus sentía.
"Creo que... al fin se dió cuenta..." pensó el anciano, preparado para lo que avecinaba.
Y... ¿De qué fue lo que Alfia se enteró?, simple... de las condiciones especiales en las que Bell fue sometido para mantenerse con vida tras verse a puertas de la muerte a pocos minutos de haber nacido.
"No creo que me reclame en este momento, ella se ha esforzado, junto con Zald para hacer sus cumpleaños inolvidables y muy felices, pero cuando anochezca... ahí si vendrá todo el amor de preguntas y amenazas" se dijo a él mismo el Dios, con su corazón latiendo a mí por hora.
"¡Ya no soy inmortal! ¡Quiero vivir los años que me quedan de manera feliz!" Agregó mientras una lágrima brotaba de sus ojos cerrados.
-¿Por qué lloras abuelo? Me estás asustando-Preguntó Bell con curiosidad al mismo tiempo se apartaba un poco.
-N-No es nada, vámonos-Contestó Zeus.
(F para Zeus banda).
Unas horas después.
El cumpleaños estaba finalizando, Zald había cocinado el platillo favorito de Bell, Espaguetis con un jugo de piña casero pero la cereza del pastel(No literalmente), fue un pastel de dos plataformas con 6 velas que decoraban el segundo piso del mismo, haciendo alusión a los años que Bell cumplía.
Alfia, Zald y Zeus le cantaban una dulce canción de cumpleaños, hasta que llegó la parte de pedir su deseo y soplar las velas.
El deseo de Bell se sabía desde hace mucho.
Nació de unos simples cuentos.
Fue creciendo con el pasar del tiempo.
Y no había pizca de duda en el peliblanco con respecto a él.
Antes de soplar las velas, dijo su deseo en su mente.
"Deseo convertirme en el último héroe... ese que derrote al dragón negro... y así poder traer felicidad a las personas, pero sobre todo... a mi familia".
Tras eso, jalando un poco de aire a sus pulmones, lo dejó salir todo, extinguiendo las llamas de las velas.
Su familia aplaudió con grandes sonrisas en sus rostros, Bell los miró y les devolvió el gesto, agradeciendo por tan feliz festejo.
El momento de los regalos había llegado, nadie excepto Zald, quien cocinó como regalo para su sobrino, se libraba de eso.
El primero fue Zeus, quien le regaló un nuevo cuento de héroes escrito por él mismo.
-Esta es el último cuento que faltaba por darte, se llama Dungeon Oratoria, ya tienes los otros 6 sobre los demás héroes, así que la colección está completa-Dijo el Dios cuando Bell quitó la envoltura del libro que le entregó.
-¡Muchas gracias abuelo!-Dijo con gran emoción el peliblanco, lanzándose a abrazarlo.
-Sigo preguntándome cómo es que los escribes ¿De dónde sacas la imaginación para escribirlos sin haber estado presente?-Se cuestionó Zald.
-No estar presente no significa no haberlo visto, Zald-Contestó el anciano mientras aún abrazaba a su nieto.
El último regalo era por parte de Alfia, quien se acercaba a Bell para abrazarlo.
-¿Mamá?-Preguntó el niño.
En un movimiento rápido, la peliplateada rodeó una tela color gris/rojo.
Se trataba de una bufanda.
Brillos empezaron a salir de los ojos de Bell al notarlo.
-¡Está genial mamá!-Le dijo a Alfia mientras tocaba la tela.
-Me alegra que te guste, es una bufanda de piel de goliath, te servirá para nuestro entrenamiento, puede absorber golpes de buena manera, así que ya no tienes excusas para ponerte a llorar-Dijo la peliplateada dulcemente aunque el final fue con un tono amenazador.
-¡Hai!-Contestó Bell, poniéndose firme.
Varias horas pasaron, comían lo que quedaba de comida, hablaban plácidamente, todo era dicha y felicidad.
-Ya está anocheciendo, creo que es momento de que duermas-Sugirió Zeus, al ver como el pequeño comenzaba a costarle mantenerse despierto.
-Estoy de acuerdo con el anciano, ya van varias veces que estás apunto de estrellar tu cabeza con la mesa por adormilarte-Concordó Alfia.
-Yo te llevo Bell, vamos-Se ofreció Zald, cargándolo para llevarlo hacia su cama.
Apenas la puerta fue cerrada, un aura y ambiente pesado abundaron en la habitación en la que se encontraban Zeus y Alfia.
-Bien anciano, el motivo por el cual no te he molido a golpes es porque no quería arruinar el cumpleaños de mi hijo, así que más te vale soltar todo lo que sepas ¡A HO RA!-Amenazó Alfia, mirando fijamente a Zeus con sus ojos heterocromáticos.
-Tarde o temprano debías darte cuenta... así que... estoy preparado-Expresó el Dios.
En la habitación de Bell.
El pequeño yacía dormido profundamente hasta que unos gritos lo despertaban poco a poco.
-¡¿QUE HICISTE QUÉ?!-Fue el primer grito en oírse.
-¡NO HABÍA OPCIÓN, ALFIA! ¡SI NO LO HACÍA ÉL HUBIERA MUERTO!-Fue la respuesta a lo anterior.
Bell se puso de pie y abrió un poco la puerta, en ese momento vió de quienes se trataban, era su abuelo y su madre.
Zeus le había contado la verdad a Alfia, quien notó como Bell sanó una gran herida que se hizo al costado del brazo mientras luchaba con un goblin. Fue casi como un milagro, sin pociones o magia curativa. Aunque ese no fue el único indicio, ese mismo día él esquivó un golpe de Alfia que, si bien no iba con toda su fuerza, era imposible que pudiera apartarse y si no fuera poco, de un solo puñetazo destruyó a un goblin más.
-¿Mamá? ¿Abuelo?-Se preguntó el infante.
-¡PERO LO QUE HICISTE FUE UNA ESTUPIDEZ! ¡¿CÓMO DEMONIOS SE TE OCURRE USAR A BELL COMO UN MALDITO CONTENEDOR?!-Recriminó Alfia, levantando a Zeus desde el cuello de la camisa.
-¡ERA NECESARIO! ¡ÉL TIENE LA LUZ QUE ILUMINARÁ A LAS NUEVAS GENERACIONES! ¡ÉL SERÁ EL ÚLTIMO HÉROE!-Contestó el Dios sin una pizca de miedo o duda.
-¡¿CÓMO PUEDO SABER SI EN VERDAD SU SUEÑO ES SERLO?! ¡¿QUÉ ME ASEGURA QUE NO LE METISTE ESAS IDEAS EN LA CABEZA PARA CUMPLIR TU PROPIA META?! ¡¿QUÉ ME ASEGURA QUE SU DESEO ES EN VERDAD DE ÉL?!-Preguntó con gran furia la peliplateada, se sentía realmente enojada.
-Mamá...-Dijo Bell mientras tomaba de su vestido a Alfia.
-¿Bell?-Preguntaron ambos.
-Mamá... no sé porque pelean pero... yo en verdad quiero ser un héroe...-Contestó el pequeño.
Esto sorprendió a la mujer.
-No me influenció mi abuelo, sólo me inspiró, yo... yo realmente deseo convertirme en un gran héroe como en los cuentos-Agregó a sus palabras mientras abrazaba a su madre.
Ante eso, Alfia se tranquilizó y bajó al Dios.
-Espero realmente que sea así... si no... no te lo perdonaré maldito anciano-Le dijo a Zeus.
-Vamos Bell, hoy dormiré contigo-Agregó a sus palabras, aunque esta vez dirigidas a su hijo.
La peliplateada cargó a Bell y volvieron al cuarto.
"Bell... en serio eres especial, si supiera que tus deseos no son los de ser un héroe, no te obligaría a hacerlo y ese poder dentro de ti se mantendría sellado, sin embargo... fue un golpe de suerte que tengas tal voluntad al igual que todos los héroes en tu alma" pensó el viejo, sentándose en el suelo.
-Ya evitaste la muerte, al menos evita el dolor de espalda, ve a tu habitación-Le dijo Zald, extendiéndole la mano a su Dios para que se levantara.
-Gracias Zald-Dijo Zeus, impulsándose para levantarse.
En el mundo real.
-¿Uh? Otra vez estoy en el cuarto del hospital-Se dijo Bell al abrir sus ojos después de su largo sueño, nuevamente.
-Así que... a eso se referían ellos cuando discutieron en esa ocasión... ahora lo entiendo todo...-Susurró.
-Cumpliré mi promesa, ahora más que nunca estoy seguro de que lo haré-Expresó el peliblanco.
-No me rendiré-Agregó, levantando su mano hacia enfrente suyo.
Al bajar ligeramente su mirada, se dio cuenta de que, nuevamente, aquella chica de cabello plateado estaba a un costado suyo.
-Ella pega muy fuerte... ¿Cómo pudo noquearme de un almohadazo?-Se preguntó.
Airmid comenzó a abrir sus ojos poco a poco y se topó con la figura de aquel joven, quien estaba sentado en la cama.
-Buenos días, Airmid, por favor no me lances otra almohada, siento que he dormido suficiente-Dijo Bell a manera de broma.
Ella, ignorando las palabras del joven, lo abrazó.
-¿Eh?-Se preguntó.
-Llegaste cubierto de heridas y me asusté... nunca había visto a alguien tan mal, pensé que ibas a morir...-Dijo ella con lágrimas en sus ojos.
"¿Qué demonios ocurre? ¿No la conozco desde hace un par de días? ¿Por qué tanto sentimentalismo?" Se preguntó el peliblanco.
En ese momento, un consejo de su abuelo llegó a su mente.
"Las mujeres más frías y serias se vuelven más cariñosas y sentimentales con quien logró derretir el frío de su corazón, si llega a suceder, no la dejes ir y no la cuestiones, alguien que nunca a recibido cariño y lo expresa contigo es porque eres especial"
Bell, solo guardó silencio y correspondió al abrazo.
-Estoy bien... no tienes por qué seguir llorando, no me iré-Fue lo único que dijo, mientras sentía como su hombro se empapaba de lágrimas.
"Abuelo... me conseguí a una kuudere con un poco de tsundere en mis primeros días en Orario... ojalá estés orgulloso" pensó Bell, mirando al cielo.
Bueno amigos, hasta aquí el pequeño capítulo, espero que sea de su agrado.
Buzón de sugerencias y/o comentarios.
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Si desean leer más de mis fic, pueden entrar a mi perfil, ahí encontrarán desde...
Un One Shot en el que se nos relata lo que hubiera sucedido si Bell era cuidado por Alfia, Zald y Zeus ¿Será un futuro feliz? ¿Bell se convertirá en el último héroe como se lo prometió a su madre? ¡Averigüémoslo!
¡Ya salió el capítulo especial que cierra el One Shot! Un extra para complementar los huecos que quedaron en el primer capítulo del mismo.
¡Entra aquí para leerlo!
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Un fic con un trío amoroso muy raro, BellxTionaxFreya
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Una hermosa historia de amor entre una asesora y el aventurero a su cargo, BellxEina.
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¡Una aventura sin Falna nos espera a nosotros y a nuestro protagonista!.
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Y mi primer y ya finalizado Fic, que va de la pareja de BellxSyr o Freya, el cual parte desde el rechazo de esta misma en el volumen 16 de la novela original, aunque claro... en este fic sabremos lo que hubiera pasado si Bell no la rechazaba, como el título indica.
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Sin más que agregar, yo me despido, espero que se echen una pasada a mi perfil y les agraden las demás historias en caso de no haberlas leído, eso es todo, hasta la próxima mis lectores.
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