Capítulo 3.
Calles de Orario.
*Grrrrrr*
Ese sonido fue escuchado por las personas en el lugar, preguntándose de dónde provino ¿Un monstruo? ¿Algún carruaje rechinando? Esas eran las hipótesis que se creaban en la mente de los ciudadanos, aunque... nada más alejado de la realidad.
"Demonios... el gruñido de mi estómago se escuchó muy fuerte, espero que nadie se haya dado cuenta" pensó Bell mientras caminaba de prisa y con su rostro sonrojado por la vergüenza.
Estuvo caminando por unos segundos, sin embargo, no encontraba un lugar donde comer, así que decidió preguntarle a alguien.
-Ammm ¿Disculpe? Perdón si molesto...-Dijo el peliblanco a la figura de una persona de cabello color melocotón y con sombrero que hablaba con una chica de cabello azul y lentes.
-¿Uh? ¿Qué sucede?-Preguntó aquella persona, acomodando su sombrero y volteando a ver a quien llamó su atención.
-Perdón si molesto pero soy nuevo en la ciudad y quisiera saber si hay algún lugar donde pueda comer, no tiene que ser muy lujoso-Comentó Bell.
-Oh, así que es eso, puedes ir a "La Señora de la Abundancia", es un restaurante/bar muy famoso aquí, sirven una comida muy deliciosa, en mi opinión personal, la mejor de todo Orario, está a proximidades de Babel, solo tienes que doblar a tu izquierda y llegarás, es difícil no reconocerla-Respondió el hombre, haciendo indicaciones con sus manos.
-Entiendo... ¡Muchas gracias! Ammm...-Expresó Bell pero no sabía a quien agradecer.
-Hermes, soy el Dios Hermes-Contestó el dios, extendiéndole la mano.
-Ohhhh... ¡Muchas gracias Hermes-Sama!-Respondió el joven, inclinándose ante el dios y luego estrechando su mano.
Después de aquel encuentro, él siguió las indicaciones, dejando atrás a Hermes y su acompañante.
-Así que Zeus.. ¿él es quien se convertirá en el último héroe?-Susurró Hermes, viendo la espalda de Bell alejándose.
-Parece que los días aburridos han llegado a su fin-Concluyó.
En la calle dédalo.
Después de algunos minutos corriendo a toda velocidad, algo sucedió.
-¿D-Dónde...?-Preguntaba Bell con incredulidad.
-¡¿DÓNDE DEMONIOS ESTOY?!-Gritó con terror al verse perdido.
Se había adentrado a un lugar con calles muy confusas.
-¿Él dijo que caminara a la izquierda o a la derecha? C-Creo que doblé en la calle equivocada...-Susurró para sí mismo, aterrado por darse cuenta que siguió de mala manera las instrucciones que le fueron dadas.
Sus lágrimas comenzaron a brotar de manera cómica, mientras su estómago rugía con aún más fuerza que antes.
"Voy a morir de hambre..." es el único pensamiento que rondaba en su cabeza. Hasta que un grito lo sacó de sus pensamientos y lamentos.
-¡AYUDAAAAA!-
-¡POR FAVOR QUE ALGUIEN NOS AYUDE!-
-¡AYÚDENOS-
-¿De dónde vienen esos gritos?-Se preguntó Bell, con un rostro serio y volteando a todas partes para poder identificar a donde dirigirse.
"Es por aquí" pensó Bell, corriendo a toda velocidad en uno de los caminos de aquel lugar.
"Esto parece un laberinto... ¿Será que entré a la calle dédalo? Escuché a muchos decir que era difícil entrar y salir de aquí, pero eso no tiene importancia ahora, debo salvar a esas personas" se dijo a sí mismo, aumentando su velocidad.
De donde aquellos gritos provenían.
Se podía ver a un gran hombre de mediana edad y largas patillas, con un cuerpo pasado de peso, sosteniendo a un pequeño niño con cabello de color castaño del cuello.
Tirados en el piso, habían una Chienthrope de cabello dorado y ojos rojos, ella estaba llena de golpes y sangre escurriendo por su rostro, a su lado había ¿Una elfo?(Al chile banda, no sé si es niño o niña, ni en la novela te lo dicen), esta última no estaba en mejores condiciones que los otros dos.
-¡Deja a Rye!-Gritaban ambas niñas, tratando de levantarse a ayudar a su amigo.
-Si hubieran venido conmigo por voluntad propia, él no habría terminado así-Dijo aquel hombre, mofándose de los pequeños niños.
-N-No dejaré que les hagas nada-Dijo el niño de cabello castaño, al parecer su nombre es Rye.
-¡Oh! ¡Un valiente! ¿Qué harás para impedirlo? No sé si lo haz notado pero... no estás en la mejor posición para amenazar a alguien-Contestó aquel hombre, al parecer era un semi humano.
En ese momento, Rye le escupió en el rostro.
-¡UGH!-Grito el hombre, limpiando su rostro con su antebrazo.
-¡FINA! ¡ROUX! ¡CORRAN AHORA!-Gritó Rye a sus amigas.
Nota del autor: Ellos son Rye, Roux y Fina(En ese orden).
-¡MALDITO NIÑO!-Grito el hombre, abriendo los ojos de poco a poco.
"Sólo necesitaba que bajara su mirada hacia mi" pensó el joven, absteniéndose a su destino.
Sus amigas le hicieron caso, se fueron corriendo con la poca fuerza que les quedaba.
-Al menos... ellas tienen la oportunidad de escapar-Susurró para sí mismo antes de ser estrellado al suelo con gran fuerza.
-¡ME LAS PAGARÁS! ¡CUANDO ACABE CONTIGO IRÉ POR ELLAS!-Gritó con enojo el hombre, sacando una daga de su funda y dirigiéndola al cuerpo del niño.
"Espero... que puedan huir y no sean alcanzadas por él... yo ya no puedo hacer nada más..., adiós Roux... Fina..." ese fue el último pensamiento del pequeño infante.
Mientras cerraba sus ojos, esperando a que el filo del arma contactara con su cuerpo.
*CLANG*
Pero lo único que Rye pudo escuchar era metal chocando.
-Parece que llegué a tiempo...-Dijo aquella persona, un joven peliblanco de ojos rojos, quien tenía un rostro lleno de enojo.
-¡¿Quién demonios ere...?!-Antes de poder completar su frase, aquel gordo hombre fue golpeado en el rostro.
*PUUUUUM*
Estrellándose en una de las paredes del callejón en el que se encontraban, sintió como todo el aire de sus pulmones era vaciado y la sangre salía de su boca.
Poco a poco, Rye comenzó a abrir sus ojos y vió quien fue la persona que lo ayudó.
-¿Estás bien? ¿Puedes moverte?-Preguntó aquel joven, no muy mayor que él.
Él no podía contestar, al verlo detenidamente pudo notar que una bufanda cubría su cuello y una funda de espada se encontraba en su cintura.
Parecía... un héroe...
-Estoy aquí para salvarte, me encontré con tus amigas mientras venía aquí, ellas están en aquel callejón, quédense allá, volveré en un momento-Agregó Bell, señalándole el lugar al que debía ir.
Con mucho esfuerzo y dolor por sus heridas, Rye hizo caso a ello, poniéndose de pie y comenzando a caminar.
-Lo hiciste bien, puedes descansar-Finalizó el joven.
Cuando Rye estuvo detrás de aquel chico peliblanco, pudo observarlo de mejor manera, vió a la imponente figura de un héroe.
-¡¿QUIÉN DEMONIOS TE CREES MALDITO BASTARDO?!-Gritó el hombre, reintegrándose a la batalla después de ese duro golpe.
-Es de mala educación hablar de uno mismo cuando alguien está frente a él-Contestó Bell con un tono serio aunque era claro que sus palabras fueron a manera de sarcasmo.
-¡Tú morirás aquí y ahora! ¡Nadie se mete con la familia Soma!-Gritó aquella persona, revelando de que familia era.
-Así que escoria como tú puede entrar a una familia... tenía razón, no necesito a un dios-Respondió el peliblanco, caminando hacia él, emanando un aura imponente, que hizo sentir una presión muy fuerte, casi aplastante, a aquel hombre mapache.
-S-Sí me haces algo, m-mi familia te cazará-Dijo la persona, con miedo, la confianza de antes fue borrada sólo con el caminar de Bell.
-En esa excusa hay al menos dos errores-Expresó Bell, con una mirada de superioridad, como si quien estuviera enfrente no fuera más que escoria.
-El primero es que pienses que tu familia me va poder hacer algo-Dijo el joven, apretando su puño.
-Y el segundo error, pero el más importante es...-
-Que creas que te dejaré salir con vida de aquí...-Finalizó Bell, sembrando el terror en el corazón de esa persona con una sola mirada.
-¡L-Lo lamento! !¿Q-Qué es lo que quieres?! ¡¿D-Dinero?! ¡Puedo darte tanto como quieras!-Gritaba el hombre, cayendo de espaldas y arrastrándose hacia atrás.
-Ese niño de allá tiene más valor que tú, nunca dejó de pelear aún sabiendo que no podía ganar, no lo hizo por dinero, ni por molestar a los demás... lo hizo por proteger a las personas importantes para él, para proteger a sus amigos... ese pequeño niño fue un héroe, alguien valiente y con valores, dos cosas de las que tú no sabes absolutamente nada-Dijo el peliblanco, glorificando a Rye.
-Es por eso que, dejarte ir sin un castigo, sería un insulto a su esfuerzo y valentía-Concluyó Bell, tronando sus puños y caminando con pasos pesados hacia aquel pobre desafortunado.
-¡Alto ahí!-Gritó una persona desde el techo de una de las casas de la calle dédalo, saltando desde ahí y cayendo al suelo, posicionándose en medio de ambos.
-¿Shakti?-Pregunto Bell al ver la figura de aquella aventurera de la familia Ganesha, quien lo había recibido cuando llegó hace unos días.
-No cometas un error Bell, no querrás ensuciarte las manos y acabar encarcelado por matar a alguien como él ¿Me equivoco? ¿No querías ser un héroe?-Preguntó la chica de cabello azul, con un rostro serio.
-Tienes razón, no debo ensuciarme las manos... es todo tuyo Shakti, debo ver como se encuentran los niños-Respondió el joven, perdiendo el interés por ese hombre mapache.
-Por cierto ¿Cómo supiste que estaba aquí?-Preguntó Bell.
-Después de que todo un edificio temblara cuando le diste un golpe y se estrellara en la pared del mismo, varios ciudadanos pidieron auxilio, al parecer los gritos de los niños no fueron oídos por ellos antes de que todo esto se saliera de control, me disculpo por eso-Respondió Shakti, inclinándose ante Bell.
-Gracias por salvarlos-Agregó.
-Hice lo que tenía que hacer, no podía dejar que alguien inocente fuera asesinado frente a mi-Contestó el peliblanco, alejándose mientras Shakti se llevaba al responsable de todo este problema a ser encarcelado.
-Por cierto Shakti ¿Dónde hay un hospital por aquí cerca?-Preguntó Bell.
-Está la sede de la familia Dian Cecht, al otro lado de la ciudad-Contestó la peliazul, apuntando hacia la ubicación de aquel lugar.
-Gracias-Finalizó.
-Eres Canoe Belway de la familia Soma, hemos tenido quejas de ti, robo principalmente y ahora intento de secuestro-Declaró la mujer pero fue ignorada.
-E-Ese niño... ¿Quién es?-Preguntó el miembro de la familia Soma mientras era escoltado.
-¿Él? Llegó hace menos de una semana a Orario-Respondió la mujer, sin siquiera verlo.
-U-Una semana... d-debe ser una maldita broma-Susurró.
-No lo es, se rumorea que esta mañana rechazó a la familia Loki, te diría que esto debería servirte como escarmiento a la hora de meterte con alguien pero no saldrás de la cárcel por mucho tiempo-Opinó Shakti con un tono serio.
"No bromeaba con lo de ser un héroe, si no fuera por él, esos niños..."
En las calles de Orario.
Una persona llevaba cargando a tres niños en sus brazos y espalda, corriendo a toda velocidad, ellos estaban heridos y al parecer desmayados.
"Ya era suficientemente raro que no hubieran caído por el cansancio y dolor de sus heridas, al parecer la adrenalina les dió más fuerza para seguir" pensó Bell mientras lograba vislumbrar la sede de la familia Dian Cecht, como Shakti le había dicho.
Dentro del hospital, se podía ver a una hermosa chica de cabello plateado y ojos color púrpura atendiendo, de nombre Airmid.
(Y hace su aparición la heroína de este fic amigos, un aplauso por favor..... o al menos una de ellas).
Ella casi siempre tenía un semblante serio en su rostro, porque era de la misma manera que se tomaba su trabajo.
Mientras estaba tranquila escuchando los pedidos de las personas que iban llegando, de un momento a otro, las puertas de la sede fueron abiertas de golpe.
Fue ahí donde Airmid vió... a un joven un tanto menor que ella, cargando a tres niños heridos.
Su mirada se tensó ante dicha escena.
-Por favor, ayúdenlos, tuvieron un encuentro con un secuestrador y están heridos-Pidió Bell, despertando la atención y mirada de todos.
-Sígueme, yo me encargo-Respondió la peliplateada, guiando a Bell hacia un cuarto.
"Es linda... ¡NO! ¡CONCÉNTRATE BELL! ¡NO ES EL MOMENTO! ¡MAMÁ ALFIA NOS MATARÍA SI COMENZÁRAMOS A HABLAR COMO NUESTRO ABUELO!" Pensó Bell, deshaciéndose de esa idea más rápido de lo que se había formulado.
En el cuarto de pacientes.
En ese momento, Airmid comenzó a curar a los tres niños haciendo uso de su magia de curación, como la mejor médico de todo Orario que es.
Más pronto que tarde, las heridas de Rye, Fina y Roux cerraron por completo, aunque todavía el cansancio estaba presente, por lo que no despertaron.
-¿Estarán bien?-Preguntó Bell, preocupado por ellos.
-Sí, estarán bien, deben descansar, vámonos-Contestó Airmid con un tono frío, saliendo del cuarto.
Pasillo de la sede.
-Bueno, serían 100,000 valis por el tratamiento más su estancia aquí, serán sólo unas horas así que no habrá mucho costo por ello-Dijo la chica, dándole su cuenta a Bell.
-Aquí tienes-Contestó el peliblanco, sacando la cantidad de dinero acordada.
Esto pareció sorprenderla de sobre manera, 100,000 valis no era una cantidad pequeña, menos para un aventurero que no fuera famoso, por lo que despertó sus sospecha ya que nunca había visto a aquel chico frente a ella.
-D-De acuerdo, tus pequeños amigos estarán bien-Dijo Airmid tomando el dinero.
-No son mis amigos, apenas hace unos minutos los conocí-Contestó Bell.
Esto pareció sorprender a la médico.
-¿Gastaste 100,000 valis en unos niños que acabas de conocer?-Preguntó ella, incrédula por esa respuesta.
-Sí. Necesitaban ayuda y se las di, un hombre de la familia Soma quería robarse a la elfo y a la Chienthrope, pero el niño las salvó al enfrentarse contra el secuestrador, les dió tiempo de huir, fue en ese momento donde yo llegué y lo enfrenté-Respondió Bell, despertando un ceño fruncido en la médico.
-Esos malditos aventureros de la familia Soma, sólo causan problemas-Declaró Airmid con cansancio, sin quitar su rostro serio.
-Sí, pero Shakti de la familia Ganesha lo arrestó antes de que comenzáramos una batalla formal, sólo le di un golpe en el rostro y lo mandé a volar antes de eso-Contestó el peliblanco.
-Me sorprende que no estés herido ¿Qué nivel eres?-Preguntó la médico al no ver ningún rasguño en el cuerpo del joven.
-No tengo falna, así que se podría decir que nivel cero-Respondió Bell, sin preocupación alguna.
Los ojos de Airmid se abrieron en su totalidad.
-¿No tienes falna? ¿Y así le estabas ganando a un aventurero que si la tiene?-Preguntó.
-Sí, tal vez suene soberbio pero... era muy débil-Declaró el joven, no parecía mentir, en verdad pensaba eso.
-Bueno, tengo que irme, no he comido en más de 3 días, siento que me desmayaré en cualquier momento, volveré en unas horas para verlos ¿De acuerdo?-Finalizó Bell, dando media vuelta para salir, dejando pasmada a Airmid.
"¡Espera! ¡Consejo número uno del abuelo!" pensó, frenando en seco.
-Por cierto Airmid... tienes ojos muy lindos, igual de lindos que tú, en verdad no mentían cuando dijeron que las bellezas de Orario no tienen comparación-Expresó Bell, sonriendo al final de sus palabras.
-¡¿Q-Qué c-cosas d-dices...?"-Preguntaba la médico con vergüenza y sus mejillas sonrojadas aunque fue interrumpida.
-¡Bueno! ¡Me voy! ¡Muchas Gracias!-Finalizó el peliblanco, saliendo de ahí y dejando atrás a Airmid
"¿Qué fue eso...?" Pensó ella, posando una mano en su pecho, tratando de calmar a su alborotado corazón.
-Ese niño hizo que la reina de hielo se sonrojara-
-Sorprendente... nunca creí ver otro rostro en ella que no fuera el de alguien serio-
-Encanto conejuno-
-Ahora que lo dices parecía un conejo-
-Conejo galán-
Esas opiniones eran dadas por quienes estaban en la sala de espera de la sede de la familia Dian Cecht, los cuales presenciaron como la máscara imperturbable de Airmid fue rota.
Fuera de la sede.
"Recuerda Bell, el primer consejo para conquistar a una chica es hacerle un halago y luego irse, así pensará en ti instintivamente por todo el día"
-Al menos puedo decir que fue el consejo más decente que me dió mi abuelo-Susurró Bell para sí mismo.
*Grrrr*
-Ugh... me muero de hambre... creo que vi el restaurante que Hermes-Sama mencionó mientras venía, iré antes de desplomarme en el piso por culpa de la inanición-Se dijo el peliblanco mientras sostenía su estómago con ambas manos.
En camino a "La señora de la abundancia".
A la distancia, mientras Bell se acercaba al restaurante, una mirada lo seguía, haciendo que frenara de golpe.
"¿Qué fue eso?" Se preguntó.
Desde algún lugar, sólo se escuchó un susurro.
-Es como un arcoíris...-
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Hasta aquí el capítulo de hoy, espero que sea de su agrado y dejen sus reacciones votos y comentarios.
¿A qué se referirá con "Como un arcoíris"? ¿Será una pista del origen de nuestro protagonista? ¡Averígualo en el siguiente capítulo!.
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Si desean leer más de mis fic, pueden entrar a mi perfil, ahí encontrarán desde...
Un One Shot en el que se nos relata lo que hubiera sucedido si Bell era cuidado por Alfia, Zald y Zeus ¿Será un futuro feliz? ¿Bell se convertirá en el último héroe como se lo prometió a su madre? ¡Averigüémoslo!
¡Ya salió el capítulo especial que cierra el One Shot! Un extra para complementar los huecos que quedaron en el primer capítulo del mismo.
¡Entra aquí para leerlo!
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Un fic con un trío amoroso muy raro, BellxTionaxFreya
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Una hermosa historia de amor entre una asesora y el aventurero a su cargo, BellxEina.
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¡Una aventura sin Falna nos espera a nosotros y a nuestro protagonista!.
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Y mi primer y ya finalizado Fic, que va de la pareja de BellxSyr o Freya, el cual parte desde el rechazo de esta misma en el volumen 16 de la novela original, aunque claro... en este fic sabremos lo que hubiera pasado si Bell no la rechazaba, como el título indica.
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Sin más que agregar, yo me despido, espero que se echen una pasada a mi perfil y les agraden las demás historias en caso de no haberlas leído, eso es todo, hasta la próxima mis lectores.
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