Capítulo 22.
Antes de nada quisiera desearles unas muy felices fiestas. Pásenla muy bien en este día tan especial con sus seres queridos y amigos. Yo sin ustedes no soy nada y en verdad los quiero mucho.
¡FELIZ NAVIDAD LES DESEO CON MI HERMOSÍSIMA SYR!
Sin más preámbulos, arranquemos con el capítulo.
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La noche había llegado y los barcos que llevarían a nuestros aventureros a su destino se encontraban en el puerto, a espera de ser abordados y dar inicio a la misión de rescates.
Todos se hallaban reunidos a cercanías de ellos. El cúmulo de gente era conformado por 15 personas, de las cuales resaltaban las 12 de la familia Loki y los 3 invitados que Urano mandó.
Finn, El Valiente se subió a una tarima de madera, llamándoles la atención. Junto a él yacían las hermanas amazonas, las cuales aguardaban a que fuese su turno de hablar.
-Se que muchos no estuvieron presentes horas atrás cuando explicamos la situación de los rehenes y el motivo de los ataques, por eso seré breve en mis palabras. Los hombres de Njord-Sama fueron secuestrados al ser emboscados por el Kraken. La situación en Telskyura respecto a la natalidad a disminuido drásticamente y Loki a comentado que ese monstruo poseía cierta ahora divina. Eso da pie a suponer que fue controlada por Kali, quien es la diosa de que gobierna en esa isla. Si nadie en Melen lo invocó entonces esa es la única respuesta viable-Explicó Finn, revelando el tema que se abordó antes en la reunión.
El resto guardaba silencio y oía atentamente, sin perderse los detalles.
-Pero ellas son peligrosas... no sabemos qué nos aguardará allá y si seremos capaz de manejarlo. Nuestra responsabilidad es priorizar el rescate antes que el combate. Kali es una diosa con la que no se puede negociar y probablemente nos mande a matar antes de escucharnos. Así que... nos infiltraremos-Adicionó a lo anterior, sonriendo lleno de confianza.
-Y de eso nos encargaremos-Las hermanas amazonas tomaron la palabra, interrumpiendo al capitán de la familia.
-Vivimos gran parte de nuestras vidas en Telskyura... y recordamos cada detalle de esa maldita isla-Tione apretó los dientes y puños al vociferar aquello.
-Conocemos las zonas donde patrullan y los caminos a recorrer en caso de que queramos evitar el conflicto. Por eso les indicaremos el camino, los guiaremos. Si nos va bien, las rutas de patrullaje no han cambiado, si no... lucharemos hasta que completemos la misión-Tiona habló, sonriendo incómodamente ante lo último. Se notaba el disgusto al rememorar el lugar de donde provenía.
Entre los aventureros que realizarían el viaje, cierto peliblanco se sorprendió ante la noticia.
"Telskyura... he escuchado muchas cosas de la isla de las amazonas por parte de mis tíos y abuelo. No es un sitio lindo el cual visitar. Luchas las 24 horas del día en el que solo la más fuerte sobrevive a tal punto de que, las chicas que crecen a tu lado, tarde o temprano serán tus enemigas. Enterarme de que Tiona es de ahí es... intrigante. Ella no encaja en lo absoluto en el perfil de amazonas que habitan la isla. Simplemente no me cabe en la cabeza la idea de Tiona matando a sus compañeras, es tan... pura y amable. Tan maravillosa que imaginármela en esa facción tan cruel y despiadada es imposible" Pensó, sujetándose la barbilla y cerrando los ojos.
De repente sacudió la cabeza y desechó esa diálogo interno, enterrándolo en lo profundo de su ser. No le interesa el origen de la enérgica chica, sin dudas está seguro de que eso no define lo que es en verdad. Nunca juzgues un libro por su autor. La obra debe mantenerse lejos del creador.
Las parejas del peliblanco se cuestionaron el repentino gesto.
-Habla más con sigo mismo que con otros. Ignórenlo-Les susurró Airmid a Riveria y Shakti. Ahora que lo mencionaba se percataban de ese detalle demasiado extraño. Tiende a sumergirse mucho en su subconsciente que parcialmente olvida lo que ocurre en el mundo real.
Abandonaron esa breve conversación y regresaron la atención a las hermanas amazonas de la familia Loki.
-Si la memoria no nos falla, la mejor zona para infiltrarse es sin duda la jungla pegada a la costa este de la isla. En ella abunda una densa vegetación que no le permite ser explorada fácilmente. Ni siquiera nosotras nos atrevimos a entrar hasta los 10 años. Conocemos a la perfección los caminos marítimos que nos guiarán hasta allá. Sin embargo...-Tiona pidió la ayuda de su hermana, quien completaría las indicaciones.
-A pesar de que definitivamente nadie vigilará allá porque no esperan que los navegantes conozcan su hogar... es demasiado peligroso. Ellas cazan en las mañanas a los animales que encuentran ahí y en las noches activan cientas de trampas. Si alguien cae en ellas activará una especie de alarma que alertara a las demás y correrán al origen del ruido. Así la comida no se desperdicia. Aunado a la oscura noche que impedirá ver más allá de su propia nariz. Eviten caer en ellas porque podrían caer heridos o muertos. Y sobretodo procuren no ser capturados. A ellas solo les interesan los hombres, si capturan a las mujeres... bueno... no sabría describir la clase de destino que les esperaría en caso de que las derroten en número y fuerza. Son guerreras que dedicaron la vida a luchas contra personas, no esperen que la batalla sea sencilla, son diferentes a los monstruos del calabozo-El imperturbable rostro y secas palabras de Tione demostraba la enorme seriedad del asunto. Si dice que al ser capturados es muerte segura, no miente.
La multitud asintió, contagiándose del aura que dejó la conversación.
-Rápidamente dividiremos los equipos. Trataremos de nivelarlos lo mejor posible en dado caso de que seamos descubiertos y luchar en alta mar sea inevitable-Avisó Finn.
-El primer equipo estará conformado por Tiona, Gareth, Riveria, Alicia, Shakti, Airmid, Line y Bell. Cada grupo será dirigido por Tiona o Tione. Con el fin de evitar juntar a las dos expertas en el mismo barco-Comentó el hobbit.
-El segundo lo conformarán Tione, Bete, Aiz, Lefiya, Aki, Raúl y su servidor. Escogeremos la de este lado-Apuntó al gigantesco barco a su derecha.
No faltaron las inconformidades en ciertas personas en la repartición de grupos. Como el caso de Aiz, la cual inflaba sus mejillas.
-¿Qué la pasa, señorita Aiz?-Preguntó Lefiya al darse cuenta de ese detalle.
-Bell... quería ir junto a él...-Respondió, molesta. Mientras observaba a las tres novias del conejo y a Tiona reuniéndose.
Tione a la distancia la veía. Sudor le bajaba de la frente y reía nerviosamente. Escuchó lo dicho por su compañera de familia.
-Hee ¿Cuándo se volvió tan sincera y directa con sus sentimientos?-Se cuestionó, sintiendo pena hacia ella.
-¡Tione! ¡Ven por favor!-Gritó Finn, nombrándola a la distancia.
Rápidamente la amazona se dio la vuelta y corrió allá.
-¡Dígame capitán!-Respondió, feliz y parándose enfrente de él.
-¿Podrás manejarlo?-Le preguntó, preocupado.
-¡Por supuesto! Yo me encargaré porque quiero demostrarte mi capacidad de liderazgo y así caigas perdidamente enamorado de mi-La morena le guiñó el ojo al mismo tiempo que mostraba su bíceps, haciendo referencia a su fuerza y confianza.
-Hai hai. Estamos a tu cuidado-Contestó Finn, desinteresado. Al fin y al cabo hizo una interrogante que se puede resolver con un sí o no, el resto sobraba.
Tione hizo un puchero, cruzándose de brazos y dándole la espalda, alejándose.
-¡Ya ámeme capitán!-Le gritó, corriendo al timón y fingiendo llorar.
El capitán de la familia Loki suspiró. Aunque la ha rechazado millones de veces ella no se rinde e insiste en su oportunidad. En el fondo ha considerado aceptar pero no sabe cómo abordar el tema o siquiera si lo que siente es amor, así que prefiere postergar la respuesta.
"Si continúa así... tal vez acepte en algún futuro lejano" Se dijo mentalmente, caminando a donde la cadena del ancla era jalada por Bete.
Se pusieron manos a la obra y cada grupo subió al barco que le correspondía, comenzando con los preparativos para partir.
Mientras esto transcurría, en el otro barco también existía cierto elfo inconforme con los integrantes de su equipo, la cual yacía de pie en la borda.
Se trataba de Alicia Foreslight, quien estaba completamente nerviosa y evitando a toda costa ver lo que había a su espalda.
"¿P-Por qué justamente con él? De todas las maneras en que nos pudieron dividir me tocó en el mismo barco que él..." Se cuestionaba. El alma se le salía de la boca y parte de ella no sabía cómo reaccionar.
De reojo ve al conejo al que le cae toda la responsabilidad de que ella se halle en ese estado.
Bell, por su parte, desamarraba las gruesas sogas que impedían a la vela del barco abrirse completamente. Tal vez él no cuenta con la experiencia necesaria para dirigir el navío pero es muy bueno siguiendo instrucciones.
El sudor le humedecía la cara y varias gotas de este bajaban hasta sus ojos, provocando que lo cerrara a consecuencia del ardor.
Rápidamente lo limpió empleando el antebrazo sin soltar la cuerda y frunciendo el ceño al aumentar la fuerza.
La elfo lo observaba atentamente.
"Luce... tan varonil..." Opinó en su subconsciente. El corazón se le aceleró.
"Lindo..." Adicionó. Sin embargo, reaccionó.
-¡Q-Qué inmoral!-Gritó, palmeándose las mejillas rojas y calientes resultantes tras el sonrojo de admirar la belleza del muchacho por el cual tiene sentimientos encontrados.
-S-Si no me largo de aquí sufriré de más pensamientos impuros-Se dijo, corriendo lejos de la borda.
Justo cuando avanzaba para retirarse del sitio, no notó la cuerda tensada a menos de un metro del suelo, la cual se tensaba gracias a que Bell la amarró para acomodar la vela de modo que no estuviese completamente abierta y así reducir la velocidad de la nave.
-¿Ah?-Salió de ella cuando su cuerpo cayó abajo al tropezarse.
Los pies perdieron el suelo. Debido a que corrió a gran velocidad, la zona media de la pierna debajo de la rodilla, o séase, la parte de en medio de tibia y peroné, impacto en la cuerda. Por inercia sus piernas fueron empujadas atrás y la porción superior del cuerpo adelante.
-¡Cuidado!-Dijeron a la distancia antes de que un brazo se posara debajo del abdomen de la hermosa chica y detuviera en seco la caída.
Cuando giró a donde su salvador la sostenía, hizo contacto visual con el chico que menos quería acercarse.
-¿Estás bien? No es idóneo correr en los barcos a menos que sea completamente necesario y conozcas el terreno donde lo haces. Sé cuidadosa por favor, no quiero que sucedan accidentes-Habló Bell, preocupado y advirtiéndole sobre los peligros de lo que cometió.
Cierta sensación de Deja vú golpeó el cerebro de Alicia, la cual recodó lo ocurrido horas atrás. El asunto de la playa y la almohada de regazo.
Se ruborizó enormemente y los labios le temblaban.
-¡Sí estoy bien! ¡Perdón!-Grita, empujándolo pero pierde el equilibrio y casi cae de nuevo.
Y la escena se repitió. Él frenó la caída.
-Lamento tocarte, sé que es desagradable para tu raza-Declaró el peliblanco, soltándola, no sin antes asegurarse de que no se repitiera lo anterior.
-G-Gracias...-Ella, cabizbaja y apretando su ropa, respondió, agradeciéndole la ayuda.
Bell soltó una risita. Le parecía linda la reacción de la chica.
-No hay problema. Al menos esta vez no estuvo ese cangrejo molesto-Dijo mientras la imagen des crustáceo cortando el traje de baño de la elfo aparecía en su mente.
Sin capacidad de reacción, Alicia lo agarró del cuello de la camisa y el ambiente se tornó pesado al igual que hostil.
La iris sin brillo de la hermosa muchacha asustó enormemente al joven.
-Olvida eso. Bórralo de tus profundos pensamientos o te golpearé igual o más fuerte que antes ¿Entendiste?-Amenazó, apretando la tela y jalándola a tal punto que le dolió al amenazado.
-¡Perdóneme la vida! ¡No volveré a tocar ese tema! Así que... ¡No me mate!-Acachándose en el suelo de madera en posición de dogeza, se disculpó por el comentario fuera de lugar que salió de su boca, aceptando que cruzó la línea.
"Cierto... no tenemos la suficiente confianza como para bromear..." Se dijo a sí mismo, tragando saliva.
-Espero que no lo olvides...-La tenebrosa voz que emergió de la belleza élfica causó que le recorriera escalofríos en la espalda al peliblanco.
No obstante, ese es el menor de los problemas que nacieron ante tal "Broma".
-¿A qué se refieren con "Esta vez"?-Esa pregunta llena de segundas intenciones y disfrazada de mera curiosidad resonó en los oídos de ambos, los cuales saltaron del miedo ante la repentina aparición de cierta peliplateada a escasos centímetros del par.
Ahí se toparon a Airmid, apretando el báculo.
Riveria, quien parecía serena a comparación de ella.
Y Shakti, quien trataba de apaciguar las aguas turbias en la sanadora.
Como era costumbre, la que sacaba a relucir los celos sin miramientos o sin considerar el qué dirán, era la primera novia y reina del harem de este conejo.
El muchacho en cuestión se levantó y retrocedió lentamente, posando las manos enfrente para mantener la distancia entre las tres y él.
Alicia se pone justo al costado suyo porque la hostilidad no se dirigía únicamente a él.
-N-No es nada de lo que valga la pena contar, jeje...-Expresó Bell, rascándose las nucas y riendo temeroso.
-S-Sí. Solo fue un accidente-Concordó la elfo.
-Cuéntenlo...-Esa palabra marcó la pauta de la "Conversación".
Los dos asintieron, regañados y suspiraron pesadamente.
-Después de que le enseñara a Aiz y Tiona cómo nadar ustedes se fueron y salí del agua. Fui de regreso a nuestra habitación y me encontré con la señorita Alicia y tuvimos un intercambio de puntos de vista. El problema es que se tropezó por culpa mía y la detuve antes de que su cabeza impactara en el suelo. S-Sin embargo...-El resto de la historia era difusa y difícil de decir con la naturalidad de antes.
-L-La parte delantera de mi traje de baño fue cortado. El nudo del hombro izquierdo específicamente. En ese momento creí que fue él y en acto de reflejo lo golpeé y noqueé. Pero el verdadero responsable fue un cangrejo que sostenía la tela en la pinza. Lo cuidé hasta que despertó... a eso se refería cuando dijo... "Esta vez" ¡Así que por favor no lo malpiensen! ¡No hay modo de que esté tras él!-Complementó a la explicación del conejo, agregando el comentario final referente a los, aparentemente, nulos sentimientos hacia él, evitando confusiones futuras en caso de que se presenten.
-¡E-Exacto! ¡La señorita Alicia me odia!-Confirmó Bell, sacudiendo los brazos.
-¡Claro!-También la elfo lo aceptó.
-Hum... no estoy convencida del todo... pero ¿Qué se le va hacer?-Airmid pareció conformarse. No indagaría en el resto aunque lo quisiese y probablemente no obtendría respuestas 100% sinceras. Lo que le extrañaba era lo innecesariamente nerviosa que estaba Alicia.
Shakti trató de calmar a la curandera. Siendo la más madura y consciente respecto a la relación.
-Siendo aclarada la confusión. M-Me retiro-Alicia dio una reverencia y huyó, palmándose la cara y tratando de reducir la alta temperatura que esta emanaba a consecuencia de la pena. Si ser detectada, obviamente.
Mientras tanto, Riveria observaba a su alumna. Duda se sembró en ella y quería confirmar las ideas que le surgían.
"Se enamoró de él... ¿Cómo? ¿Cuándo? ¿Dónde? ¿Por qué? No negaré que estoy celosa. No obstante, la comprendo. Podría decir la verdad o mentir porque en parte ella es demasiado orgullosa como para admitir y siquiera sentir ese "Amor" hacia Bell. Su educación fue idéntica a la de la realeza y tiene muy arraigadas las sagradas tradiciones de nuestra raza" Habló en su subconsciente la alta elfo, quien vivió esa etapa de negación pre sinceridad.
-Hablaré con ella de ese asunto. Tal vez logre aconsejarle o despejar las dudas-Murmuró, caminando a su dirección y dejando atrás la discusión que se desenvolvía entre Airmid y Bell. Shakti solamente se limitaba a encogerse de hombros, no contradirá a la furiosa peliplateada.
-Estás enamorando chicas en medio de la misión. En serio eres completamente incontrolable...-Recriminó.
-No es ese el caso... lo oíste de ella. Fueron meras coincidencias-Negó el conejo, siendo jalado de la oreja.
-Eso duele...-Se quejó en silencio.
-¡Siempre esas coincidencias terminan agregando nuevas chicas a la familia Cranel!-Le grita airadamente la sanadora.
Shakti se siente atacada.
-Ugh... ese fue el acontecimiento conmigo... coincidencias que finalizaron cuando acepté que me enamoré... perdón...-De disculpó, cabizbaja.
-¡N-No quise decirlo así! ¡Tú eres genial y te admiro mucho! ¡Agradezco que formes parte de la relación!-Airmid entró en pánico, tratando de arreglar lo que su lengua afilada provocó.
La pelea verbal concluyó.
Riveria, durante el desarrollo y finalización de aquello, fue a donde Alicia miraba la luna, en la borda del barco y sumida en sus pensamientos. Lucía realmente sumergida en lo que sea que la inquietaba. A tal grado que no dio cuenta de que la pelijade se acercaba a esa posición.
-¿Se puede?-Preguntó, recargándose en las vigas de madera.
-¿Are? ¿R-Riveria-Sama?-La elfo reaccionó a la solicitud, saliendo de la burbuja en la que se metió y saltando de la impresión. Percatándose que se trata de la princesa de su raza, calmó sus ánimos.
-¿Sucede algo? Ya aclaramos el asunto del incidente así que no se preocupe, n-no apunto a su novio ni nada que se le asemeje-Interrogó la castaña, adelantándose a cualquier cuestionamiento de su maestra.
-Haz estado distante últimamente y quisiese platicar amistosamente. Me preocupas, normalmente eres centrada y siempre alerta pero ahora divagas en silencio sin considerar lo que te rodea-Externó Riveria, revelando el objetivo de su presencia ahí.
-En lo absoluto. Le aseguro que no es cierto. Me relajé debido a que lo difícil de la misión no ha empezado y... no descansé correctamente la noche de ayer. Tampoco lo he percibido de esa forma por lo que dudo que sea así-Respondió la joven, sin cambiar la expresión de su rostro.
-Entiendo. Es que te ves de esa manera desde afuera. Tal vez sean tonterías mías-Comentó la pelijade.
-Las cosas han cambiado mucho en los últimos meses... tanto que es complicado acostumbrarse-Dijo Alicia, suspirando pesadamente.
-Ni lo menciones. A veces pareciera un sueño del cual no quiero despertar-La alta elfo sonrió. Su mirada denotaba felicidad y dicha. No era necesario tener coeficiente intelectual alto para saber la razón.
-Yo nunca me hubiese imaginado que Riveria-Sama se enamoraría de alguien que posee varias chicas detrás suyo. Menos que este fuese humano. Si se tratara de un elfo lo comprendería mejor pero... ¿Él? ¿Que hará cuando sus familiares se enteren?-La joven elfo mencionó el tema del cual la mujer al lado de ella no quería siquiera tocar.
Riveria exhaló. No la privaría de la verdad.
-Sinceramente estoy viviendo día a día sin prestarle mucha atención al futuro por primera vez en años. Si lo hago posiblemente me de ansiedad y no disfrute el presente tan feliz que comparto con mi amado-Reveló, sonriéndole.
-¡N-No está bien! Es algo de lo que no escapará y tarde o temprano afrontará-La tenacidad de la chica se enfocó en abrirle los ojos ante el inminente encuentro que le espera.
Días, meses o quizás años pero es inevitable.
-Lo sé... Sin embargo... soy consciente de que cuando deba encarar a mis padres, no lo haré sola. Bell me acompañará y apoyará. Eso me brinda tranquilidad ante el incierto futuro que aguarda a suceder-Confesó la pelijade, ruborizándose y desviando la mirada.
Alicia agachó la cabeza y sonrió. Esa sonrisa transmitía cierta pena.
-Las envidio. A ustedes tres-Murmuró entre dientes a un volumen suficientemente bajo para no ser oída. O eso era lo que buscaba.
Fue ahí donde la meta de Riveria fue alcanzada. Charlar del conejo peliblanco y descubrir si ella le guarda afecto.
-Fufufu. ¿Es posible que sientas algo por Bell?-Insinuó la alta elfo, casi interrogándola sutilmente.
Alicia retrocede y sacude la cabeza de derecha a izquierda a ritmo acelerado, descartando la posibilidad mientras que hace una equis con los brazos.
-¡NO! ¡ES IMPOSIBLE QUE SIENTA OTRA COSA QUE NO SEA ODIO POR MANCILLARLA!-Gritó a los cuatro vientos.
Milagrosamente no fue escuchada por el susodicho, quien sufría nuevamente del regaño de la peliplateada.
-Modera el volumen de tu voz-Reclamó Riveria.
-Perdón...-De disculpó la elfo, llorando de vergüenza y tapándose la cara. No quería que la miraran en ese estado tan deplorable. De repente fue acariciada en la cabeza, revolviéndole el cabello.
-Eres muy mala mentirosa. Además, escuché lo que dijiste. Que envidias mi situación-Avisó la princesa elfo, provocando que vapor saliera de su alumna.
El sonrojo era tan intenso que incluso la punta de las alargadas orejas se le colorearon de ese rojo escarlata.
-Negación... duelo... preguntarse qué consecuencias me depararían si daba el paso adelante... la opinión de la gente... ese cúmulo de cosas desembocaron en que hiriera a quien amo, tanto física como verbalmente. No tienes idea del grado de arrepentimiento que experimenté luego de ello-Habló Riveria, cambiando su semblante a uno triste al rememorar los insultos y golpes que le propinó al peliblanco que le conquistó el corazón.
La castaña la vio, apartando las palmas de su rostro lloroso.
-Desconozco qué es lo que realmente planeas hacer con esa emoción que brota de aquí-Agregó, apuntando en la parte izquierda del pecho de la joven, justo donde se ubica el corazón.
-Pero... no cometas los mismos errores que yo... no solo te fijes en los enfoques negativos-Adicionó a la oración. Esperando conseguir que considere todos los ángulos posibles de ese amor naciente.
Riveria se da la vuelta y se va, dejando a Alicia confundida.
"No solo fijarse en los enfoques negativos... negativos... negativos..." Se repitió mentalmente en reiteradas ocasiones, buscando una respuesta que la satisfaga sin éxito.
De pronto ve detenidamente a Bell, el cual por fin se libró de los regaños y ahora seguía las instrucciones de Tiona sobre cómo acomodar la vela a pesar de ya hallarse en alta mar.
Su ritmo cardíaco aumentó.
"¿Qué es esto? ¿Amor? ¿Por qué tan repentino? Siempre supuse que esto surgía paulatinamente hasta que no cupiese duda. Es diferente... no sé si en verdad me enamoré. Primero tuve una buena impresión de él al enterarme que salvó a sus compañeros y cuidaba a los niños del orfanato de la calle dédalo sin pedir nada a cambio. Aunado a que salvó la vida de Riveria-Sama sin dudar ni un segundo en su propia seguridad o salud. Después, gracias a la noticia del harem, lo repudié, tachándolo de la peor basura existente y de jugar al héroe solo para conquistar chicas. Y ahora... ni siquiera encuentro cómo catalogar la impresión que tengo de él..." El monólogo interno se alargaba sin un resultado aparente que la ayudaría a decidir el camino que escogería a partir de hoy.
Exhaló y abandonó la borda. No averiguaría nada esa noche.
-¡Tiona! ¿Necesitan apoyo en cualquier cosa? Quiero echarles una mano-Corrió a donde la amazona le daba indicaciones a Line.
Distraerse le beneficiaría. Mantenerse ocupada mínimo cooperaría en que ese dilema le rondara la cabeza.
-¡¿Eh?! ¡Claro! Line y tú vigilen que nada se acerque a los lados y si notan perturbación en el mar den aviso. Las profundidades están repletas de criaturas desconocidas que pueden atacar en cualquier momento. Hasta ayer el Kraken era meramente una leyenda-Ordenó Tiona, justificando el por qué.
-¡A la orden!-La humana y la elfo fueron a donde se les señaló.
Line miró al barco donde el resto navegaba y sus ojos chocaron con los del hombre lobo tsundere.
Ella lo saludo, sonriéndole dulcemente y moviendo la mano de de lado a lado.
Bete chasqueó la lengua y la ignoró.
-No entiendo por qué te gusta-Comentó Alicia, molestándole la actitud del beastman.
-No se trata de entender... si de eso se tratara el amor no existirían parejas en el mundo-Respondió la pelinegra, acomodándose los lentes.
-Entonces...-La respuestas estaba incompleta y la castaña le insinuaba que prosiguiera.
-Nadie elige de quien se enamora, solo sucede. Eso sucede conmigo-Contestó Line con total sinceridad. La brisa marina azotó y su coleta se sacudió momentáneamente.
Alicia parpadeó y abrió los ojos, sufriendo una Epifanía/revelación.
-S-Solo sucede...-Susurró.
Labios temblorosos, al igual que las piernas, fueron la consecuencia de repetir esa melosa declaración.
"Solo se siente...".
En la costa los dos dioses en Melen, Njord y Loki, presenciaban la retirada de los aventureros, esperando que regresaran. Sus expresiones distaban.
El primero de ellos se cuestionaba si tendrían éxito en el rescate y si los pescadores resistirán hasta entonces.
La diosa pelirroja estaba segura de que, sea por los medios que sea, cumplirían su cometido. Sin embargo, no pudo evitar preocuparse por la relación de Kali y Evilus porque de otro modo no era posible que se enterara de que vendrían.
"Mucha suerte... también a ti, mocoso" Les deseo suerte, sin olvidar al conejo que acompaña al resto.
-Loki, sé que no pertenece a tu familia pero debo informarte de lo que percibí-Njord le habló. Esa expresión en su rostro reflejaba cierta impresión.
-¿Uh? ¿Qué cosa?-Loki le dio entrada.
-Ese niño, Bell Cranel, es extraño. Brevemente, cuando luchó, controló el poder de su alma...-Reveló.
La pelirroja sufrió de escalofríos al oírlo.
-¿Controlar? No se supone que eso es...-Dijo hasta que fue interrumpida.
-Efectivamente, imposible para mortales. Nuestro arcanum es el poder que emerge de nuestra llama de vida, ningún humano en toda la historia logró tal proeza. Pero al ver la intensidad en la que la suya se encendió al atacar fue... aterrador-El Dios de la costa de Melen tragó saliva.
-Comparten esa habilidad...-Vociferó Loki, sujetándose la barbilla.
-Sí. No por nada soy un dios nórdico igual que Freya. Varios de sus trucos los tuve yo primero, a excepción del encanto, obviamente-Comentó, confirmando lo anterior.
-Si antes tenía curiosidad, ahora es intriga-Murmuró la pelirroja.
Barco del grupo dos.
La Princesa de la espada yacía parada en al borda del barco, viendo en la dirección de la embarcación de junto sin dejar de resoplar e inflar sus mejillas al escuchar la voz del conejo y las chicas que lo acompañaban.
Eso claramente eran celos.
-Quisiera estar ahí...-Susurró, cruzándose de brazos.
A unos cuantos metros estaba Lefiya, la elfo de cabellos naranjas que decía admirar y amar a la rubia de enfrente. Sin embargo, la seguridad que acompañaba esa confidencia ha titubeado y tambaleado al punto que ni ella encuentra cómo catalogarlo.
En fin, apartando el asunto, ella se acercó a su compañera de familia.
Bete ayudaba a acomodar las cadenas de las anclas por sí eran necesarias a la hora de frenar de golpe ante alguna emergencia que se presente.
Finn y Tione platicaban sobre las rutas a tomar tan pronto toquen tierra. Esta última se limitaba a disfrutar el diálogo sin agregar nada importante.
Aki auxiliaba a Raúl, el cual, por extrañas razones, le cambió el color de la piel a uno amarillo verdoso. La chica gato le frotaba la espalda, riéndose a consecuencia de la incomodidad.
En resumen, cada quien desempeñaba un papel o les ataban ocupaciones en los puestos asignados.
-Aiz...-La nombró Lefiya, tocándole el hombro con el dedo índice.
-¿T-Todo correcto?-Preguntó tan pronto ella la atendió.
-Sí...-Respondió sin vacilar ni un segundo en su objetivo.
-Entiendo... ¿No le molesta el extenso mar?-Insistió.
-No...-La contestación a secas no contribuía a la hora de querer profundizar la charla banal. Tampoco a matar el tiempo de espera hasta el destino.
-Ese conejo le enseñó a nadar ¿Cierto? ¿Qué tal es como maestro?-Cambió el enfoque de las interrogantes. Tal vez si picaba el botón "Bell" lograría que Aiz se abriese más y no solo decir palabras monosílabas.
Y... la estrategia surtió efecto.
La chica en cuestión se ruborizó.
-É-Él es muy paciente... no me soltó hasta asegurarse de que pudiese nadar...-Reveló.
Los ojos de la pelinaranja se agudizaron.
-¿No la soltó? ¿O sea la agarró sin vacilar o sin limitantes?-Irritada, continuó el "Amigable" intercambio.
-Sí... sostuvo mis manos y c-cadera... fue extraño pero no molesto... es difícil expresarlo en palabras...-Respondió Aiz, irradiando un calor inmenso que le enrojecía paulatinamente a tal punto que le mareaba la cantidad anormal de sangre que le subía a la cabeza.
No olvidaría aquellos roces piel con piel de esa tarde. Quedaría grabado en mente y corazón.
Lefiya infló la mejilla izquierda. Ahora los celos surgían dentro suyo.
-¿En serio planea unirse al Harem de ese conejo mujeriego? A pesar de engatusar a las chicas que la rodean. Todavía no comprendo cómo enamoró a Riveria-Sama y a ti-Venas le saltaban de la frente. Solo imaginarse al peliblanco mancillando a la princesa de los elfos y a la hermosa rubia quien guardaba sentimientos hacia él le provocaba cólera.
Las cejas y ceño de Aiz se arrugaron ante el comentario insultante e infundado que Lefiya lanzaba al muchacho antes mencionado.
-Bell no engatusa a nadie, es erróneo considerarlo de ese modo... al menos no intencionalmente. Lo he visto y son consecuencias de sus actos tan valerosos y despreocupados al ayudar a los necesitados-La boca se le llenaba de halagos cada que el muchacho le pasaba por la mente.
-Tch... ¿Por qué de todos los hombres existentes en el mundo se enamoró de él?-Recriminó Mil Elfos, chasqueando la lengua.
-No hay nadie que lo iguale... quiero, no, tiene que ser él... porque cuando está conmigo la llama oscura que arde dentro de mi se apaga y sonrío sin preocupaciones o dolor del pasado, a pesar de que... los traumas no me abandonan... Bell los apacigua...-Respondió, tocando las puntas de los dedos índices y agachando la cabeza, apenada de lo cursi que se escuchaba.
La naturalidad en la contestación de la Princesa de la espada casi hace que Lefiya pasara de alto la información que desconocía.
-¿A qué llama oscura te refieres?-Cuestionó. No al tanto del tema.
Aiz se calló. La expresión en su rostro demostraba arrepentimiento al revelar aquello.
-Hablé de más...-Dijo entre dientes, a volumen bajo.
No obstante, quería agregar otra cosa.
-Temo... ese lado podrido y negro salga a la luz... y gracias a ello Bell se asquee, temiéndole y alejándose de mi-Pequeñas lágrimas se desbordaban de los párpados de Aiz, bajando desde los pómulos, hasta las mejillas, finalizando el recorrido al caer de ellas.
Le asustaba el rechazo pero no descartaba que eso pasara.
La elfo suspiró, pensando en qué decir para calmarla.
-Y-Yo dudo que eso suceda. Aunque me cueste aceptarlo y odie a ese tonto conejo debo aceptar que él no es el tipo de persona que abandonaría a quienes quiere o guarda estima. Tú entras en esa categoría, no hay duda de eso. De verdad le interesa-Externó Lefiya, enfatizando en que la rubia ya ha impactado positivamente en el peliblanco y que este no se apartaría de su lado.
Aiz sonrió, emocionada, abandonando el llanto que la afligía minutos atrás.
-¿Eh? ¿C-Cómo lo sabes? ¿Lo oíste de Bell? ¿Él te contó eso sobre mi? ¿Dijo más?-Ahora los papeles se invirtieron y la hermosa joven bombardeó de preguntas a la pelinaranja.
-¿E-Eh?-La elfo ladeó la cabeza tras el cambio repentino en la actitud.
Rápidamente fue sujetada de los hombros y sacudida.
-¡¿Fueh?! ¡S-Señorita Aiz!-Gritaba.
-N-No me dejes con esta intriga. ¿Qué te contó?-Las reiteradas agitaciones mareaban a Lefiya, quien empezaba a ver doble. Pero Aiz no parecía notarlo porque no frenó en su búsqueda de esclarecer dichas interrogantes.
Los ojos pelinaranja se volvieron remolinos, desmayándose.
No subestimes la fuerza de los niveles 6 si hay dos niveles de diferencia entre tú y ella.
-¿L-Lefiya?-Cuando la resistencia se desvaneció, Aiz se preocupó y entró en pánico.
Le dio palmadas en los cachetes, en un pobre intento de despertarla.
-He...-Salió ese sonido de la boca de la desfallecida.
La rubia volteó a todos lados y, como nadie las miró, los testigos faltaban.
Se sentó en el piso de madera y acostó la cabeza de la elfo en su regazo.
-Ya sé, navegar siempre me provoca náuseas... ¿Are?-Raúl, auxiliado por Aki, cruzaron.
-¿Por qué Lefiya duerme en tus piernas?-Cuestionó la chica gato.
-Eto... n-no soporta el movimiento del barco... se mareó...-Mintió la rubia, rascándose el costado de la cabeza y disimulando lo mejor posible.
Antes de que Aki se diera cuenta de la mentira, el humano tembló.
-Voy a vomitar...-Declaró.
-¡Ni se te ocurra! ¡Al baño!-La urgencia la salvó. La pelinegra y el pelinegro corrieron al retrete para que este último no manchara el suelo o lo apestara.
Aiz se limpió el sudor de la frente y resopló, aliviada.
-Almohada de regazo... deseo darle una a Bell...-Comentó, anotándolo a la lista de objetivos en mente.
Minutos después, fuera de la zona de pesca perteneciente a los territorios de Melen.
El viaje prosiguió sin ninguna clase de inconvenientes. La calma en las aguas imperturbable que sólo se movían cuando la proa lo atravesaba, creando dos líneas laterales de oleaje.
Sin embargo, esta paz no duraría demasiado, sobre todo si a escasos metros de ellos se acercaban más navíos que nadie planeó toparse.
-Cuidado. Guarden silencio y no actúen imprudentemente. Nuestra raza no posee barcos... pero manténgase alerta en caso de que nos quieran emboscar-Tiona y Tione, casa una desde la embarcación que dirigían, dieron esa orden. Obviamente empleando diferentes formas de comunicarlo pero al fin y al cabo expresando lo mismo.
La tripulación asintió, yendo a sus puestos lentamente sin ser detectados.
Airmid y Line entraron al camarote. La primera no se especializa en combate y, de presentarse el conflicto venidero, estorbaría. La segunda en resumidas cuentas funge de protección.
Tiona y Gareth permanecieron al frente, vigilando entre la espesa niebla a lo que se acercaba en busca de amazonas.
Shakti protegió las espaldas. Sosteniendo fuerte a su arma Ankusha.
Alicia apuntó su arco a las profundidades del mar al costado derecho.
Bell se apropió del arpón que venía con la nave. Gracias a la habilidad del héroe David es capaz de atacar a distancia. Si un cuerpo extraño emerge del lado contrario al que la elfo resguardaba, actuaría, activando Throwing weapon, cargando de energía al objeto punzante. Ese es el recurso a emplear en caso de que otra bestia apareciera. Pelear prolongadamente dañaría el medio de transporte. Cosa que, en medio del agua, sería catastrófico.
En el segundo grupo se movilizaron del mismo modo, variando los roles.
La madera crujía. El silencio absoluto permitía que las olas y el viento que soplaba revoloteara las velas y empujara las tablas.
De pronto emergió la proa del barco. En ella había varios huecos de tamaño considerable por los cuales el agua se filtraba.
Poco a poco se visualizaba el resto de este.
Las astas rotas y caídas.
Velas desgarradas e inutilizadas.
Popa casi inexistente.
La zona media y trasera brillaba por su ausencia.
En pocas palabras, el navío fue destrozado casi totalmente. Era un milagro que se mantuviese a flote en esas condiciones.
Todos bajaron sus armas y la tensión los abandonó.
-El Kraken fue el responsable. No me queda ni la menor duda-Comentó Bell, rompiendo el silencio.
Las distancias se acortaban y cruzaban a centímetros del reto de maderas que antes fue un barco pesquero de los habitantes de Melen.
-Aterrador... es como la leyenda del holandés errante-Dijo Tiona, revelando el conocimiento sobre esa historia de fantasía. El barco fantasma que fue condenado a vagar para siempre por los océanos del mundo.
-Muchos de estos han de hallarse debajo de nosotros-Opinó Shakti, reuniéndose con el resto.
Era una escena simplemente tétrica. No diario presencias barcos despedazados por una criatura que se suponía provenía de cuentos de ficción.
-Frenen-Ordenó Bell.
-¿Eh? ¿Por qué?-Cuestionó Gareth ante el pedido.
-Ya comprobamos que es un barco abandonado. Detenernos ahora sólo nos retrasaría-Shakti replicó.
-¿Y si es lo que quieren que creamos? Es mejor asegurarnos de que en verdad no haya nadie. Mira, el camarote está cerrado y en perfectas condiciones ¿Y si se esconden ahí? Darle la espalda al enemigo sería peligroso-El muchacho externó su punto de vista. Dando un argumento válido.
Gareth se rascó la barba, considerando la posibilidad. Las amazonas no se caracterizan exactamente por usar tácticas nobles en cacería y combate.
-Argonauta-Kun tiene un punto-Tiona concordó.
-Pero... ¿Quién irá? Prender una antorcha delataría nuestra posición en el supuesto de que en verdad quieran emboscarnos-Alicia comunicó el problema que detectó.
-Yo me ofrezco. Mi habilidad Argonauta permite emanar luz de mi cuerpo, si la concentro en el puño la emplearé como una linterna. Y en caso de que sea atacado, la energía acumulada ha de ser suficiente para defenderme-Justificó Bell el por qué él era la opción acertada en esta misión de reconocimiento.
El enano aceptó, yendo a la cubierta y así indicarle al segundo equipo que no avancen.
El conejo se quitó la armadura, la camiseta y los zapatos.
-¡¿Fueh?! ¡¿POR QUÉ...?!-Alicia estuvo apunto de gritar gracias al desvestimiento pero la menor de las hermanas amazonas le tapó la boca y la chistó.
Uno supondría que lo hizo para prevenir delatarse. No obstante, la realidad distaba de eso.
-Jeje... Argonauta-Kun es lindo...-Susurró.
Airmid, quien salió del camarote, se cruzó de brazos.
-Voy, entro, inspección y salgo. ¿Okey? Si oyen disturbios y gritos entren. Esa será la señal de que no estaba abandonado-Dijo Bell, estirándose antes de tirarse al agua.
Se paró en la borda y inhaló aire, llenando completamente los pulmones.
Y... saltó.
El agua se elevó. Fue mínimo el ruido.
Debajo del agua nadó hasta la embarcación.
Metiéndose en una de las aperturas, escaló.
Caminaba lentamente, atenuando rechinar de los tablones de madera viejos.
-La luz de la luna ya no penetra aquí. Es hora-Le habló al aire, decidiendo concentrar energía en la mano.
Antes de que las campanadas se manifestaran se detuvo.
La luz esmeralda fue emanada de la extremidad, permitiendo que el camino se iluminara.
Nota del autor: Imaginen que es verde XD.
Mientras se ponía alerta escuchó un goteo a la izquierda de lo hizo voltear.
Miró arriba y gotas rojas caían desde las separaciones entre tablas.
De la nada golpes y respiraciones irregulares provinieron de ahí.
-Esto está... justo encima del camarote...-Musitó, temblando.
Se apresuró a la ubicación de arriba.
Sangre significaba que algún herido se ocultó ahí.
Las pisadas resonaban y la fuerza de ellas agrietaba la madera, incluso quebrando varias de ellas.
-¡Esto es tardado!-Gritó.
*¡PUM!*
Destruyó lo que había arriba suyo y saltó a la superficie.
-¡BELL!-Le gritaron a lo lejos. Él ignoró el llamado y aproximó a la puerta del cuarto, arrancándola.
*¡CRASH!*
Astillas y polvo salieron disparados.
Y un fuerte olor a hierro y podredumbre le golpeó en la nariz, lastimándole el sentido del olfato.
Tosió fuertemente y expresó su desagrado ante ello al arrugar la cara.
-Qué demonios apuesta tanto...-Cuando pronunció aquellas palabras por fin se dio cuenta de qué emitía esa fétida hediondez.
La escena fue mínimamente asquerosa.
Partes de cuerpo despedazado cubiertos de charcos de sangre, la cual pintaba suelo y paredes de un color escarlata.
Los ojos de Bell se abrieron tanto que casi se salen de sus orbitales.
-¿Quién hizo esto?-Interrogó al aire, adentrándose al lugar.
Pisaba cuidadosamente. No quería aplastar los restos de quien quiera que sea en señal de respeto hacia el o la difunto/a.
Al fondo del cuarto se hallaban una escotilla, semejante a la bóveda de Terry Cervantes en el casino.
*¡PAM!*
*¡PAM!*
*¡PAM!*
Golpes secos provenían del otro lado de ella sin éxito en siquiera abollarla.
-La rosca de clave fue arrancada...-Notó que en el centro de la gran puerta de acero este elemento desapareció.
-¡Hey! ¡¿Quién está allá?!-Alzó la voz, vociferando esa pregunta.
*¡PAM!*
*¡PAM!*
Dio puñetazos, tratado de romperla.
-Ayuda...-Dijeron desde allá. El volumen en el que esa súplica fue dicha era realmente bajo.
Sonó como un niño...
-¡Oye! Estoy aquí para salvarte y sacarte de aquí. Dime ¿Puedes quitarte de en medio? Derribaré la puerta-Dialogó con él.
-Sí...-Le respondieron.
Sonidos de alguien arrastrándose fueron oídos.
Bell bajó los párpados y acumuló la energía de Argonauta en el puño.
*¡Clang!*
*¡Clang!*
*¡Clang!*
Las campanadas acompañaron al brillo verde.
-Y... ¡Ahora!-Gritó haciendo una garra y enterrando los dedos en el metal de la compuerta.
-¡Ughhhhh! ¡Ahhhhhhh!-.
*¡BOM!*
La arrancó, despedazando la pared a la que se unía.
Ahí, tirado, reposaba un infante.
El estado de este niño era deplorable. La piel pálida, labios resecos y clara inanición de muchos días.
Bell fue a él.
-Tranquilo-Lo cargó.
Él desconoció alzó la cabeza y sonrió.
-No eres... una... amazona-Dijo, aliviado y suspirando. Relajó el cuerpo y éste perdió fuerza.
-¡Bell! ¿Qué pasa?-Tiona llegó, yendo al muchacho desde atrás.
-Las amazonas no se lo llevaron. Fue encerrado ahí. Pediremos detalles después-Informó, saliendo de la habitación a las prisas.
-Mamá...-Esa palabra fue dicha mientras estiraba la mano al charco de sangre que cruzaron.
Ambos palidecieron.
Lágrimas empaparon el hombro el conejo.
-Mamá...-Repitió.
-¿Por qué me salvaste...?-Preguntó.
-Argonauta-Kun... estás temblando-Tiona nombró a quien lo cargaba en brazos.
-No es nada... retirémonos-Contestó, sin detener su andar.
Ya en el barco, el joven temblaba de frío por lo que Riveria le proporcionó una manta.
Airmid curó las heridas sangrantes en los nudillos, causadas al golpear desesperadamente la sólida puerta de la bóveda en el pobre intento de escapar de ella.
Finn fue a conocer la historia, abandonando al grupo dos.
Shakti le entregó unos pedazos de pan para que comiera y recuperara energía.
-¿Cuál es tu nombre?-Le preguntó Bell, agachándose y así igualar la altura.
-M-Me llamo Daiki...-Reveló, abrazando la manta en su espalda.
-Bien. Mi nombre es Bell, es un gusto conocerte. Tal vez las condiciones impiden que el encuentro sea poco placentero pero que bueno que nos conozcamos-Opinó el conejo, revolviéndole el cabello amistosamente.
Gracias a vivir en el orfanato de la hermana Maria se le facilita en trato con los niños. Mejor que a cualquier así que él se encargaría.
-Gracias por salvarme...-Agradeció, apretando la pieza de pan.
-No es nada. Tuve un mal presentimiento cuando el barco flotaba a nuestra dirección. Seguí mi instinto-Informó el peliblanco.
-En seis días... tal vez siete... esperé a que me rescataran. Mi voz no alcanzaba a nadie y no podía escapar...-Lloraba Daiki, limpiándose las lágrimas con el antebrazo.
-La pesadilla terminó-Dijo Bell, sonriéndole levemente y levantándole el ánimo.
-Sí... cuando el Kraken nos atacó... tuve mucho miedo...-Comentó, recordando a la gigantesca bestia destruyendo todo a su paso.
-Aunque... las amazonas que bajaron de él fueron realmente aterradoras...-Adicionó.
-Secuestraron a los hombres de la tripulación, incluido a mi padre...-.
-Y a las mujeres... las asesinaron sin piedad en un baño de sangre...-.
Las lágrimas continuaban bajando y la respiración se le agitaba a tal grado que se produjo la dificultad al inhalar aire.
El resto no se perdía detalle alguno del relato ni interrumpía.
-Mamá... ella, cuando atacaron, fue la que me encerró ahí... temía que también fuese secuestrado. Gritos... suplicas... llantos... b-burlas... lo oí absolutamente todo estando guardado. Sin poder hacer nada... mi madre murió...-.
Bell frunció el ceño y apretó los puños, sacándose sangre de las palmas.
-Tu madre... fue una mujer valiente. No hay mayor regalo que el amor de una madre ni mayor pérdida que la de un hijo... prefirió asegurar tu bienestar... es admirable-Expresó el muchacho.
-¡¿Cómo puedes saberlo?! Ella murió por mi culpa... ¿C-Cómo es que siquiera lograrías imaginar lo que se siente...?-Daiki, cabizbajo, rompió el pan y lo tiró al suelo.
-Oye-Alicia quiso intervenir pero Shakti la frenó.
-Yo... no debo imaginarlo. Porque ya lo viví...-Respondió Bell. El cabello le cubría la mitad superior de la cara.
La expresión en el infante cambió.
-A tu edad. Tal vez menos, perdí a la mía. Siempre me culpé por eso. Si ella no decidía cuidarme... ¿Hubiese sobrevivido? Esa pregunta no me abandona hasta el día de hoy-La sonrisa melancólica en el peliblanco punzaba los corazones de las féminas.
-Mi madrastra... y mi madre cuando nací. Perdí a ambas demasiado pronto. Todavía deseaba que presenciaran el cumplimiento de mis metas...-Agregó.
Esa era la primera vez que Airmid, Shakti y Riveria lo escucharon.
¿Madrastra y madre? Hay muchos detalles en el pasado del novio que permanecían ocultos.
-Así que... vive por ella. Que su sacrificio no sea en vano-Bell le dio palmadas en la espalda y se separó de él.
-¿Qué haremos? No sería correcto que nos acompañe, peligraría su vida quedándose solo en el barco-Cuestionó Gareth, rompiendo el ambiente triste en el que se sumergieron.
-Y-Yo... los esperaré aquí. Prometo que no molestaré-Dijo Daiki. No quería quedarse solo ni retrasar la misión.
-Pero por favor... rescaten a papá...-Pidió.
-Lo prometo. No te preocupes, salvaremos a los hombres que secuestraron-Declaró Bell, poniéndose de pie.
-Ten-Le lanzó su chaqueta beige.
-Hará frío entrada la madrugada y la manta no te calentará lo suficiente-Comentó.
Finn charló con Gareth sobre los detalles de la historia. No es raro que las amazonas maten a mujeres. Si entre ellas mismas luchar por el derecho a vivir.
-Apresuremonos. Estén o no relacionadas a Evilus, las detendremos-El hobbit rubio comunicó lo anterior sin cambiar la expresión facial. Por dentro, brotaba furia.
Regresó a su barco y continuaron el viaje.
Ya falta menos.
Y lo que se los confirmaba eran los gigantescos arrecifes de coral que sobresalían del agua.
-¡Atentos! ¡Bajen el ancla derecha! ¡Cambiaremos la trayectoria y atravesaremos el arrecife o enfrente chocaremos con el canal de rocas que cubren la cara frontal de Telskyura! ¡Si eso pasa no habrá barco en el cual volver!-Tiona y Tione avisaron mientras la parte baja de las naves temblaba por los choques con los sólidos corales, rompiéndolos y desprendiéndose pero sin que los daños sean tales que impidan el curso.
Las hermanas amazonas tomaron los timones y los giraron al lado izquierdo, alterando la dirección hacia la ubicación dicha con anterioridad.
-¡A la derecha de la isla están las casas y los calabozos! ¡Nosotros nos dirigiremos a la izquierda!-Tiona infundía la fuerza suficiente para no romper el timón.
-¡AHHH!-Gareth cargó el ancla y la lanzó varios metros atrás. Las gruesas cadenas fueron atrás de ella hasta que frenaron de golpe tan pronto los metros de esta se consumieron.
*¡CRASH!*
Los picos del enorme objeto de metal despedazó cualquier cosa que le frenara el avance.
Arrastraba consigo cientos de rocas y pedazos de coral hasta que la cantidad sea tal y frene. La misma inercia favorecería el desvío.
*¡CRASH!*
*¡CRASH!*
*¡CRASH!*
*¡CRASH!*
La enrome embarcación comenzó a desviarse.
*¡CRASH!*
Las cadenas rechinaban y óxido se desprendía de ellas.
-¡No resistirá! ¡Son demasiado viejas!-El enano sujetaba uno de los extremos en casos de que se rompiera.
-¡Falta poco!-La amazona apretaba los dientes, el timón se puso duro y la empujaba en la dirección contraria.
*¡CRASH!*
El brazo del ancla se reventó debajo del mar.
-¡Señor Gareth! ¡Gírela! ¡El mapa puede suplir al pico!-Bell le aconsejó al enano que cambiara de sentido al objeto metálico.
-¡¿QUÉ?!-Gareth no le entendía.
-¡Los dos extremos no funcionan igual! ¡El pico se entierra y el mapa regula la dirección en la que está se dirigirá! ¡Ambos son puntiagudos por lo que también se incrustará!-El conejo sujetó la cadena.
-¡A la cuenta de tres la elevaremos y rotáremos! ¡Una! ¡Dos!-Gritaba el peliblanco mientras olas gigantes impactaban en la popa y los empujaba.
-¡TRES!-Finalizó el conteo y jalaron.
El ancla salió del agua y subió metros arriba de sus cabezas.
-¡Gírela!-Ambos movieron la cadena metálica y posaron el mapa de tal manera que ahora apuntaba en el sentido del barco.
*¡CRASH!*
*¡CRASH!*
*¡CRASH!*
La dirección deseada se retomó.
-¡Súbanla!-Tiona ordenó. Ya no era necesario frenar.
-¡AHHHHHHH!-Jalaron la cadena por segunda vez y la sacaron de las profundidades.
Los dos cayeron de espaldas, ligeramente agitados pero no cansados.
Metros adelante se hallaba el gran canal rocoso del que habló la capitana.
-¿Están bien? ¿No se marearon?-Preguntó el conejo a las chicas y al pequeño.
-Yo he navegado desde que nací. Difícilmente esto representa un reto-Daiki se rascó el costado de la cabeza, riendo.
Airmid. Line, Shakti y Alicia no presentaron molestias, caso idéntico al del muchacho.
-El olor a agua salada no se quitará pronto. Espero que no me huela nada de la jungla-Susurró Bell, sacudiéndose la humedad.
-¡Hemos llegado! ¡Telskyura a las doce!-Apuntó Tiona, alertando de la conclusión del viaje.
Todos se a sumaron en la borda. La gigantesca playa cubierta de densa y abundante vegetación en su mayoría los recibía, emanando cierta aura hostil y peligrosa, típico y esperado si consideramos que es el territorio de una raza guerrera dedicada a la muerte y caza.
-Es hermoso a su modo. Lástima que no vinimos a disfrutar la vista-Juzgó el conejo.
Los barcos frenaron lentamente, evitando hacer ruido. Segundos transcurrieron hasta encallar y detenerse completamente sobre la arena blanca.
Ya entrando a la isla, bajaron.
-Quédate aquí. Si hay problemas no huyas ni salgas. No hay lugar seguro a varios kilómetros a la redonda. Ten-Bell le entregó una de sus espadas.
-¿Eh? P-Pesa mucho...-Dijo Daiki, cargándola con ambas manos.
-Lo lamento, es lo único que tengo-Contestó el muchacho, sacando la segunda y manteniéndola a la mano.
Todos se lanzaron a la costa desde la borda.
Bell se posó abajo, atrapando a las chicas.
La primera fue Line.
Luego Alicia, quien se bajó de los brazos sin voltear a verlo.
"Si que me odia" Pensó el conejo. Sudor le bajó de la frente.
La tercera en bajar fue Riveria, la cual se quedó así algunos segundos hasta que las otras dos chicas a espera de ser atrapadas le exigieron que se apresurara.
Las últimas fueron Shakti, la cual pidió que no la cargara mucho tiempo porque la apenaba, y Airmid, quien le apretó la mejilla por la tardanza.
Gareth se reía a carcajadas. Line le cuestionó por qué no ayudó.
-No le quitaría la oportunidad a la anciana de ser tratada como princesa nuevamente-Contestó el enano, refiriéndose a la alta elfo.
El resto del equipo de rescate se reunión.
-No era mentira. Totalmente desolado-Vociferó Raúl ante la increíble nada. Sin peligros a las cercanías.
-Créeme, lo agradecerás. En fin, dividámonos en grupos de tres y crucemos al jungla. Animales salvajes, trampas y la potencial visita de las hijas de Kali si activamos alguna de ellas. Es demasiado riesgoso que nos encuentren juntos. Por ese motivo en cada grupo habrá un hombre, prácticamente fungiremos de carnada en caso de que seamos emboscados y quienes escapen darán aviso al resto. Sobra decir que intervendremos con violencia de ser secuestrado uno de nosotros-Finn explicó el por qué se separarían.
-A Raúl lo acompañarán Aiz y Shakti-El pelinegro fue apuntado.
-¿Eh? ¿Por qué...?-Se quejó la rubia. Eso hirió el orgullo del aventurero nivel 4.
-Sin peros. Vayan-Ordenó el capitán de la familia Loki.
-Hmm-Hizo un puchero y fue. Shakti la seguía sin rechistar.
-Gareth, encárgate de Aki y Airmid-Señaló Finn al enano, la chica gato y a la humana.
-Bete, te acompañarán Line y Lefiya-.
-Tch-El hombre lobo chasqueó la lengua.
-Haremos equipo-Dijo la humana de lentes, sonriendo. El beastman la ignoró sin siquiera saludarla.
La elfo de cabello naranja lo tachó de grosero. Nada nuevo en él.
-Bell, Tiona y Alicia te acompañarán. Tratemos de evitar que utilices tus habilidades de no ser requerido o delataran tu posición-El peliblanco fue agrupado con la enérgica amazona, la cual curiosamente estaba más seria que de costumbre, y la elfo de cabello castaño, quien le preguntaba al cielo si en verdad le gustaba verla sufrir al unirle junto a él.
-Riveria, Tione. Vienen conmigo. Separémonos y crucemos sin accidentes. El silencio es vital en esta misión-Concluyó Finn.
Avanzaron hasta donde la playa finalizaba.
El conejo, apunto de entrar, fue jalado por tres manos.
-¿Eh? ¿Por qué me detienen?-Interrogó a las tres féminas.
-No se te ocurra coquetearle a las chicas...-Los ojos vacíos de la peliplateada denotaban la seriedad de la advertencia.
-P-Pero yo no coqueteo...-Quiso replicar el conejo, sin éxito.
-Y si te atrapan más vale que luches y huyas porque de lo contrario no te lo perdonaré-La alta elfo demostró la misma ahora que la precedió.
-Pero Finn dijo...-Intentó hablar sin que se lo permitieran.
-Ustedes dos exageran. Cuídate mucho y protege a Alicia y Tiona-La mas serena fue Shakti, quien le acarició la mejilla, preocupándose de su bienestar.
De repente la apretó.
-¡Auch!-Gritó el peliblanco.
-Apalea a esas amazonas si te atrapan...-Declaró, tirando a la basura el momento romántico.
Bell tragó saliva ante el ambiente pesado que cargaba en los hombros. Los celos de Airmid eran suficientes para hundirlo en un enorme terror del cual posiblemente ni los aventureros más experimentados resistirían. Ahora imagina a las otras dos novias al nivel de ella.
-Luego traumatizan a Bell. Hay que partir-Finn intervino, apresurando al trío.
Le echaron una mirada rápida al tembloroso aventurero antes de darse la vuelta.
"Ya puedo respirar..." Dijo mentalmente, exhalando.
-Iré, cortando la maleza. Alicia, cúbrenos las espaldas. Tiona... a mi lado p-por favor-Dijo Bell, acomodando los roles.
-Jeje ¡Claro!-La amazona sonrió. El "A mi lado" le fue grato de oír.
La elfo, mientras tanto, se cuestionaba fervientemente por qué se sigue topando a ese muchacho si lo que menos quiere es estar cerca suyo. Las dudas dentro de su pecho incrementaban a cada segundo.
Tiona, a pesar de estar contenta, no titubeaba ni se distraía. Ella mejor que nadie conoce de lo que las amazonas son capaces.
Y si se enteran que ambas hermanas volvieron...
No les aguardaba un destino esperanzador de toparse a Kali y Argana.
"Bache... ¿Cómo estarás?" Se cuestionó.
Aquella mujer que le relataba las historias de héroes que amaba en demasía era la única a quien extrañaba.
Contrario al resto de su raza, era amable y cálida cuando la situación lo requería.
A las niñas de Telskyura les encantaba reunirse en las noches alrededor de fogatas para que ella les contara los cuentos.
*¡Slash!*
El corte a las ramas y hojas la despertaron del trance.
Bell abría paso al blandir su espada de arriba a abajo y a los lados. Despedazando la vegetación.
-¿Vamos por buen camino? Hasta ahora no hay ninguna trampa visible. Atentas por favor-Comentó.
*¡Slash!*
*¡Slash!*
*¡Slash!*
Caminaban sin detenerse a ritmo semi lento. Correr es menos benéfico en esta jungla que prácticamente es igual a los campos minados.
Pisas donde no se debe y tal vez no vivas para contarlo.
Los minutos transcurrían sin percances gracias a los Dioses.
Loa ruidos comunes en este tipo de biomas a veces los alertaba aunque no representaba ningún riesgo real.
Alicia apuntaba su arco en los puntos ciegos del par.
"Muy cerca..." Opinaba al respecto de Tiona y Bell.
Las mejillas se le sonrojaron. ¿A ella que le importa si la distancia entre ellos se reduce? La amazona ya aceptó que ama al muchacho ¿Qué más da?
*¡Slash!*
*¡Slash!*
*¡Slash!*
-Es extraño. Siento que nos observan...-Alertó el peliblanco, buscando el origen de las miradas. Desde que arribó a Orario se ha convertido en experto en el arte de notar que lo vigilan. A tal grado que desarrolló un sexto sentido.
*Rrrrrruuu*
El arruar sonó metros adelante del trío.
-Jabalís... tienden a comportarse hostiles si hay crías cerca-Avisó Tiona, frenando en seco.
Entre los arbustos delanteros apareció aquel mamífero peludo de colmillos largos. El tamaño era notablemente grande.
*Rrrrrru*
Arruó, percatándose de las presencias extrañas, o sea, los aventureros.
Detrás se aproximaron otros dos de menor altura y peso.
-Oh... diablos...-Susurraron al unísono.
-Calmado... no queremos quitarte a tus crías...-Decía Bell, enseñando la palma y enfundando la espada.
Las pezuñas del jabalí se arrastraron en la tierra.
-No confía en ti-Comunicó Tiona.
-Alicia... apunta-Indició a la castaña.
Ella asintió.
Sujetó el arco y la flecha.
Jaló la cuerda con la punta del culatin, cerca del plumado.
Apuntó al de mayor envergadura.
*¡CRACK!*
Algo crujió a sus espaldas.
*¡RRRRUUUUUUUUUUUU!*
El mamífero atacó.
-¡Tírala!-Exigieron los dos jóvenes.
*¡Slash!*
La punta se enterró en el centro de la cabeza, atravesando el hueso y perforando el cerebro.
El animal retrocedió ante el impacto y cayó al costado, muerto. Los jabalíes bebé salieron corriendo, escapando.
-Salvados...-Susurró Bell. No obstante...
*¡ZOOOOOM!*
Enormes cuchillas y hojas metálicas descendieron de las copas de los árboles y...
*¡Slash!*
*¡Slash!*
Despedazaron en tres partes el cuerpo del mamífero.
*¡Clang!*
*¡Clang!*
*¡Clang!*
*¡Clang!*
Sonidos de campanas fuero seguidos de esto, delatando su posición.
Los tres permanecieron absortos a consecuencia de la velocidad en la que sucedió. Ni tiempo de procesarlo.
-Era una trampa... ese maldito animal idiota murió justo encima de una... ¿Qué tan probable era?-Tiona no daba crédito a la jugarreta del destino.
-¡Huyamos! ¡Pronto vendrán a esta ubicación!-Alertó, jalando de las manos a los dos y agudizando los sentidos.
Si no salen serán emboscados. Las amazonas encargadas de estas trampas conocen a la perfección la zona y notarán el camino despejado que conecta a la playa, peligrando la misión.
-¡La carne de los animales es recolectada fresca o se corre el riesgo de que otros carnívoros o carroñeros la roben. Igual es medida de prevención de enfermedades! ¡Si se mantiene mucho en el suelo tarde o temprano se contaminará! ¡Las trampas se conectan a una enorme red de hilos que sacuden las campanas desde el centro de Telskyura, indicando que la presa cayó en ellas!-Explicaba la amazona sin frenar el andar.
Dicho y hecho. Las pisadas se acercaban peligrosamente al sitio que abandonaron.
La castaña volteó, inquieta y...
*¡Pam!*
-¡Ah!-Tropezó.
Varias sogas se movieron en la maleza, ocultas.
-¡Cuidado!-Bell la alcanzó a quitar, empujándola antes de que fuese activada la trampa.
Varias series de poleas jalaron la cuerda y un nudo se amarró en el tobillo del conejo.
-¡Fuah!-.
Este fue puesto boca abajo, colgando.
-¡Bell!-Las dos frenaron.
-¡Lárguense o nos atraparán! ¡Cortaré la soga! ¡No se detengan!-Vociferó.
Ellas hicieron caso y lo dejaron atrás.
*¡Slash!*
Cortó la base del nudo y cayó al suelo como costal de papas.
Se paró y siguió corriendo detrás de Alicia.
-¡Vamos!-La elfo le extendía la mano. Sin embargo...
"¿Qué...? M-Mi cabeza... da vueltas..." Habló mentalmente. El mundo se distorsionaba y se tambaleaba a cada paso dado.
La pierna en la que la cuerda fue amarrada se le durmió.
*¡Pum!*
Cayó al piso.
La arquería de detuvo.
-Bell...-Lo nombró.
-Vete...-Susurró el peliblanco, mareado.
-¿Eh? P-Pero...-Quiso llevarle la contraria. No lo abandonaría.
-Si nos atrapan... te matarán...-Las ultimas fuerzas del chico iban a convencer a la elfo de que se vaya.
Alicia estaba en un dilema hasta que las pisadas se aproximaron.
-¡Prométeme que estarás bien!-Pidió, agarrándole la mano.
El confundido Bell alzó la cabeza y sonrió.
-Prometido...-Dijo.
-¡Vamos! ¡Argonauta-Kun es muy fuerte! ¡Él saldrá de esta!-Tiona confiaba en el joven. Incluso si lo capturan hallará el modo de huir.
La castaña caminó y luego aceleró el paso.
Bell estiró el brazo, quitándose el nudo y mediante al tacto sintió palillos de madera incrustados en la soga y atravesándole la piel. De ellos escurría líquido morado.
-Sedante... o veneno...-Identificó de qué se trataba la sustancia.
Mientras cae desmayado observa las piernas desnudas de una mujer quien se paró enfrente de él.
Ella se agachó y lo jaló del cabello, haciendo que la vea a la cara.
La amazona se cubría parcialmente el rostro con un velo. Su largo cabello color arena resaltaba entre su color de piel y las prendas que cubrían solo lo necesario. Los enormes pechos de la fémina colgaban cerca de la nariz de Bell.
"La tierra prometida... aquí está, abuelo".
Sonrió y... se desmayó.
Afuera de la jungla.
-Escapamos...-Dijo Alicia, respirando agitadamente gracias a la carrera, aunando al nerviosismo de ser atrapado de no haber sido lo suficientemente rápida.
-No cantes victoria tan pronto-Contestó Tiona, callándola al taparle la boca y tirarla al suelo.
-¡Hmmmm!-Forcejeó la elfo pero el agarre de la morena no titubeó en lo absoluto.
-¡Shhh! Ahí-La amazona la chistó, señalándole metros delante, justo en la ubicación de las mujeres de su misma raza que se adentraban a capturar la presa.
-Si nos paniqueamos el sacrificio de Argonauta-Kun será en vano. Aguardemos aquí escondidas hasta que el resto aparezca y pongamos en marcha el plan de emergencia-Adicionó, razonando con la castaña que moría de preocupación al dejar atrás en el camino al conejo. Y la responsabilidad de lo que pasará luego de ser salvada es responsabilidad suya. Ella debió ser a quien capturaran.
-¿Quieres rescatarlo? Yo también. Pero actuar imprudentemente es más perjudicial que beneficioso-Concluyó, soltando a su compañera.
-De acuerdo...-Susurró, mordiéndose el labio y apretando la madera de su arco en señal de desesperación contenida.
Esperaron a que las enemigas se sumergieran en la profunda vegetación para después reintegrarse.
-Hey...-Las llamaron a la distancia, desde las ruinas de lo que fue una casa en años anteriores.
La voz inconfundible les transmitió la confianza necesaria para ir allá.
Aceleraron el paso hasta aquel sitio y se escondieron detrás de las casi destruidas paredes laterales, que daban a la cara frontal de la jungla.
-Capitán...-Dijo Alicia.
-Tardaron mucho. Aunque menos que el resto-Expresó Tione sin quitar la vista de los potenciales objetivos a atacar de ser la indicación del hobbit.
-Oigan... ¿Y Bell?-Riveria, quien formaba parte del grupo de Finn, se percató de la ausencia del peliblanco con el que compartía relación.
La elfo de cabellos castaños, cabizbaja, habló.
-É-Él... fue capturado-Reveló.
Las espaldas de los presentes temblaron cuando un escalofrío las recorrió de inicio a fin.
-¿Cómo...?-Viento gélido era emanado de la princesa de los elfos. El brillo en sus ojos se perdió, siendo reemplazado por la oscuridad.
-¡F-Fue culpa mía! Bell me salvó de caer en las trampas y-y yo...-Chilló Alicia, abrazando su bastón, avergonzada al cometer tal tontería y desconcentración.
El aire helado se intensificó.
-Iré a rescatarlo-Declaró.
-Si no te controlas seremos descubiertos-Finn la detuvo, sosteniéndola del brazo.
-Tú mismo lo dijiste. Si alguno de nosotros era capturado atacaríamos, abandonando el sigilo. Sabes perfectamente que ellas no son personas con las que se dialogue-La pelijade tenía razón. Fueron las palabras que salieron de la boca del capitán de la familia y el comportamiento de las amazonas impediría que esto se resolviera en buenos términos.
Se sacudió el agarre y apartó la mano.
-R-Riveria-Sama...-A la elfo, alumna de ella, le entristecía ser la causante de ese estado de furia en su maestra. No es la actitud común en ella, normalmente es serena y calculadora.
-Un momento...-Interrumpió Tione.
-Ya dije que....-Riveria habló.
-Es Bell...-Dijo Tiona, observando al conejo.
Todos se asomaron al borde de la pared y vieron la escena.
El cuerpo desfallecido del peliblanco era cargado en el hombro de la amazona de caballera blanca arenosa, al igual que un costal de papas. Ella caminaba sola y asegurándose de que nadie la vigilara o siguiese.
-¿No es...?-La mayor de las hermanas amazonas quedó impactada.
-Bache...-El nombre de la extraña fue expuesto por Tiona.
-Eso lo explica...-Susurró, uniendo los hilos de la situación en la que el muchacho cayó al suelo cuando ya estaba huyendo junto al resto.
-¿Qué cosa?-Alicia, curiosa, externó la pregunta.
-Bache posee la magia Velgus. Esta es capaz de crear veneno equiparable al de las Poison Vermis. En dosis suficientes es capaz de matar a quien sea expuesto a él...-Informó Tione.
-Entonces fue sedado. Suponiendo que emplee ese veneno en la caza, no agregaría lo suficiente para matar a las presas. Si el veneno es tan potente que envenena al animal en cuestión, lo convertiría en alimento no comestible y sería contraproducente si el objetivo es consumirlo-Comentó Riveria, sacando conclusiones.
-No sólo lo envenena. Sin la habilidad de desarrollo Resistencia anormal origina necrosis en la parte del cuerpo en la cual se aplicó. No obstante... no es ese el caso aquí-Adicionó Tiona, fijándose en la pierna del chico, la cual yacía ligeramente morada aunque nada grave.
-Aguanten... ¿Por qué se desvió? La dirección a las prisiones de Kali es al norte, no al este-La amazona de notables atributos avisó del cambio de ruta en la que llevaban al pobre conejo.
Varias posadas emergieron de la zona de caza y cuatro amazonas salieron de ahí. Cargaban en brazos los trozos de jabalí muerte que cayó en la primera trampa.
Bache se apresuró y huyó de ahí.
-La seguiré-Tiona, decidida, saltó de la "Fortaleza" y fue tras Bache.
-¡Yo igual!-Alicia la acompañó.
"Mi deber es salvarlo... no permitiré que las cuentas queden sin saldar" Pensó. No quería deberle una a Bell... o esa era la expulsa autoimpuesta que justificaba la ida al rescate.
-Yo...-Riveria estuvo apunto de ir tras las dos pero Finn se lo impidió.
-Eres indispensable en el plan. Si te atrapan se acabó. Bete, Gareth y Raúl no han venido. Cuando nos reunamos le mandaremos refuerzos a Tiona. Mente fría, sé que es especial para ti y lo amas, sin embargo, ahora requerimos a la Riveria fría y serena-Razonó Finn, seriamente.
La pelijade se rindió, suspirando.
-Airmid estará muy molesta...-Murmuró.
-¿Cómo es que piensas en eso en un momento como este?-Le cuestionó el hobbit.
-No tienes ni idea de lo terrorífica que puede llegar a ser. Si actúe imprudentemente minutos antes y los asusté. Airmid es mil veces peor-Adviritó Riviera.
De pronto en los arbustos aparecieron Gareth, Aki y la susodicha.
-La invocamos...-Dijeron al unísono, tragando saliva.
-¿Eh? ¿Somos los segundos?-El enano preguntó, rascándose la barba.
-N-No, de hecho Tiona y Alicia se acaban de retirar-Respondió Finn.
-¿Tiona y Alicia? ¿Por qué no menciona a Bell?-Le interrogó la peliplateada, levantando la ceja.
La alta elfo y el rubio se dieron una mirada rápida y la regresaron a la sanadora.
-Jeje... verás...-Dijeron, riéndose mientras se rascaban el costado de la cabeza y sudaban a mares.
Se dice que segundos después se escuchó un grito tan fuerte y agudo que asustó a los animales de la jungla, provocando que huyeran a la playa y se metieran al agua con tal de no ser capturado por la bestia mayor que infundía miedo en el corazón y les despertaba los más bajos instintos.
Cambio de escena. Perspectiva de Bache.
La amazona, habiendo esquivado al resto de las mujeres de su raza, caminaba tranquila y sin preocupaciones hasta una ubicación remota, alejada del centro de Telskyura.
Su rostro cubierto por el velo antes descrito evitaba que las expresiones faciales fueses complicadas de observar. Sin embargo, a simple vista, se le notaba ligera emoción que se representaba cuando sus ojos color ámbar.
Entró a una casa en ruinas en la que una fogata iluminaba y calentaba el lugar.
Al lado de esta habían pieles de animales tiradas en el suelo, simulando un colchón y cobijas.
Acortó la distancia en la cama improvisada, rodeando la fogata, y delicadamente bajó el suave cuerpo del peliblanco. Lo hizo con cuidado porque no quería que se lastimara o despertara.
Lo envuelve con la manta, tapándolo hasta el cuello.
El ceño del conejo se frunció, sudaba a mares y la respiración era irregular, tomando grandes bocanadas de aire de a ratos.
-Ugh...-El quejido salió.
Bache se agachó y le acarició la mejilla de manera calmada. Sus dedos escalaban al cabello blanco, el cual desenredaba.
De debajo de las colchas sacó un libro desgastado. Las hojas amarillentas y la pasta casi desprendida daban esa impresión.
Lo hojeó, en busca de la página de su interés.
Frenó tan pronto la halló.
Se trataba de un dibujo, casi borroso en el que resaltaba la figura de un hombre joven de cabellera blanca, complexión delgada y rasgos faciales finos, enfrentándose valerosamente contra el minotauro.
La amazona acarició la ilustración y después a Bell, comparándolos.
No cabía duda.
-Argonauta...-Dijo. Esa era parte de las pocas palabras que conocía fuera del idioma natal.
Aquel héroe de cuentos, el cual relató miles de veces a las niñas en ese mismo lugar, apareció sin previo aviso en la isla.
El corazón le latía a mil por hora. No todos los días conoces a tu personaje de ciencia ficción en el mundo real.
Sacó un frasco con agua y trató la herida del tobillo, no sin antes desatar la cuerda llena de veneno.
Derramó el líquido y limpio la zona afectada.
Mentalmente agradecía ser la primera en encontrarlo. Si el resto de chicas lo veían seguramente no viviría lo suficiente para conocerlo y charlar con él. El héroe de cuentos...
En su distracción, se le cayó el frasco.
Lo recogió y quedó de cara a la herida.
Sorprendentemente esta sanaba.
Sin tiempo de admirarlo, la respiración de Bell se agitó, alertándola.
Ella lo atendió, acariciándolo y secándole el sudor pero nada funcionaba.
Volteó momentáneamente, buscando agua. No obstante, ya dándole la espalda, sintió que la veían fijamente.
-¿Dónde estoy...? ¿Quién eres tú...?-Preguntó, reintegrándose al mundo.
-Y... ¿Por qué mi pelvis no ha sido rota?-Agregó, tocándose la parte baja.
La amazona permaneció quieta y, sin saber qué o cómo responder, empleó el único método de comunicación que conocía.
Enseñándole el libro, en la página de la ilustración del héroe, habló.
-Argonauta... tú...-Fueron las dos palabras salidas de boca de la morena.
Signos de interrogación imaginarios se encimaron en la cabeza del conejo, quien lentamente se levantó.
Bache quiso frenarlo, corriendo y empujándolo al suelo pero Bell fue más rápido.
-¡Hey!-Gritó, pegándose a la pared y evitándolo.
La mente de la amazona procesaba el modo de pedirle amablemente que no se resistiera.
Moderó su fuerza lo suficientemente posible y golpeó.
*¡PAM!*
La roca sólida fue atravesada por el puño.
Bell vio que casi recibía el impacto y saltó lateralmente, huyendo.
"Es rápida... casi no reacciono" Pensó, sudando frío ante la fuerza de su rival.
-O-Oye... sé que quieren... ya saben... crecer la población pero yo ya estoy comprometido con tres chicas y...-Trataba de razonar.
*¡PAM!*
-¡Demonios!-Dijo, evitando el golpe.
*¡PAM!*
*¡PAM!*
El aire era empujado. Parecía que si recibiera uno de los puñetazos no la contaría.
Agudizaba los sentidos en busca de aperturas pero la morena no mostraba ninguna.
*¡PAM!*
Frenó uno de los impactos con la palma al interponerla al momento justo en que le daría en el estómago.
La mano brilló y la empujó.
Bache retrocedió unos cuantos metros.
Los nudillos le vibraban.
Nota del autor: Si el diálogo es subrayado, es idioma de las amazonas, si no, el normal. Para evitar confusión y que Bache no hable ni un carajo.
-Fuerte... eres realmente él...-Dijo en su idioma, sonriendo retadoramente.
-¿Are? No entendí lo que...-Comunicaba el peliblanco.
*¡PAM!*
Frenó la trayectoria del brazo y se escurrió a la derecha.
Bache perdió el equilibrio.
Bell aprovechó el momento y la pateó a la altura del tobillo, queriendo tirarla al suelo. Sin embargo, ella saltó de espaldas, posándose encima del conejo y cayendo atrás suyo.
*¡PAM!*
*¡PAM!*
*¡PAM!*
*¡PAM!*
Oleadas de ataques de repitieron sin detenerse ni un segundo.
Bell bloqueaba todas lo más rápido que podía. Si no fuese porque activaba la habilidad Argonauta fracciones de segundo antes de que el daño fuese recibido ya habría sido derrotado.
"Mínimo en nivel 5 a finales... es más fuerte que Shakti..." Se dijo a sí mismo, comparando el potencial destructivo de la peliazul y ella.
*¡PAM!*
*¡PAM!*
*¡PAM!*
-¡Espera!-Rogaba el muchacho. Las manos le vibraban y temblaban, a tal punto que se entumieron.
*¡PAM!*
-¡Puah!-Su mejilla fue golpeada, tirándolo metros a la derecha.
*¡Crash!*
Se estrelló en las rocas, rompiéndolas.
No permitió que el dolor se propagara y tensó los músculos de la cara.
-¡AHHHHH!-Gritó.
*¡PAM!*
*¡PAM!*
*¡PAM!*
*¡PAM!*
*¡PAM!*
*¡PAM!*
Coordinaba concentración y defensa, cargando la habilidad y atacando al mismo tiempo sin detenerse.
Bache se reía más y más. Disfrutaba el combate.
*¡PUM!*
El puño de Bell rozó la nariz de la amazona, cortándola superficialmente.
*¡PUM!*
-¡Gah!-La morena se lo regresó, sacándole el aire al darle un gancho al hígado.
El muchacho tosió, adolorido.
Apretó su abdomen y se lanzó a pelear.
-Peleemos, héroe... ¡Hasta que tu furia esté satisfecha!-Gritó la mujer, yendo a propinarle otra golpiza.
*¡PUM!*
*¡PUM!*
*¡PUM!*
Arrastrándose por el suelo, evitaba todos los golpes.
Las rocas se quebraban.
El camino se fisuraba.
Las ruinas se despedazaban.
¿Cuánta fuerza posee esa mujer?
¿Pelea en serio?
"¿Qué hago..." Se cuestionó Bell, viéndose acorralado ante la berserker insaciable de violencia.
Decidió que... si no ganaría, tampoco perdería.
Dejó de huir y plantó la cara.
Cerró los párpados, agudizando la audición.
El brillo esmeralda fue activado.
Bache lo veía, deleitándose.
Las campanadas le resultaban realmente hermosas, tanto que no quería interrumpirlas.
"¿Por qué no me ataca?" Se cuestionó el joven. Los pasos de Bache dejaron de escucharse.
*¡Clang!*
*¡Clang!*
*¡Clang!*
*¡Clang!*
Abrió los ojos y la energía uniformemente repartida se acumuló en el brazo derecho. La carga no era mucha, podía atacar sin miedo de que lo del goliath se repitiera.
Abandonó su posición a una velocidad realmente impresionante, incluso a los ojos de la amazona, la cual lo tuvo a sus narices en menos de 1 segundo.
El brazo del conejo se estiraba lentamente, en cámara lenta.
Bache cruzó los suyos, protegiéndose.
"¿No intenta esquivarlo? No morirá se le doy pero..." El diálogo mental causaba que poco a poco se arrepintiera.
*¡PUM!*
La ola de aire empujada por el golpe hizo retroceder a la amazona.
Su cabello color arena flotaba a la dirección de la corriente.
No obstante... fuera de eso... no sufrió ninguna clase de dolor.
Al bajar los brazos miró que el conejo doblaba el dedo medio con el pulgar y...
*¡Paz!*
Le pegó en la frente con ese dedo.
En pocas palabras, le dio un capirotazo.
-Casi arruinó el rostro de una hermosa chica... mi abuelo me mataría si se enterara...-Dijo.
Bache movió los dedos a su rostro donde el velo ya no estaba. Se voló.
-No noté hostilidad... ni malicia en ti... al contrario, solo mera admiración...-Comentó, explicando por qué desistió.
-Héroe... argonauta... amar...-Confesó la morena, ruborizada.
-¿Are?-.
Sin tiempo de procesarlo el conejo es empujado al suelo.
Los pechos de la mujer le sepultaron la cara, complicando que respirara. Sangre se le derramaba de la nariz.
Muchas flechas se clavaron en el piso y...
*¡PAM!*
-¡Argonauta-Kun!-Tiona hizo acto de presencia.
Apuntando su Urga, la hoja rozó el cuello de la amazona que aplastaba al pobre peliblanco.
-Aléjate de él...-Alicia desde la derecha advirtió, lista para tirar la flecha.
-¡Hey! ¡Calmadas!-Las detuvo Bell, saliendo de la esponjosa prisión.
-No ataquen...-Agregó.
La elfo y la amazona se sorprendieron.
-No quiso dañarme... digamos que se emocionó de más y terminamos peleando-Externó, soltándose de Bache.
Él le ofreció la mano para que se levantara. Ella, dubitativa, aceptó el gesto.
-Si quisiera matarme fácilmente lo hubiese hecho. Sus intenciones no son hostiles-Adicionó.
-Tiona...-Bache nombró a la joven.
-Bache...-Y vice versa.
La pequeña amazona exhaló.
-Hablemos...-Pidió a Bache, separándola del hombre.
-Ah... eso estuvo cerca...-Suspiró Bell, aliviado y tirándose a la tierra, recostándose.
-O-Oye...-Alicia le llamó la atención.
-Dime...-Le respondieron.
-P-Perdón... por mi culpa te viste envuelto en esta situación... si no me hubieses salvado tal vez te ahorrabas el combate y...-Alicia, apenada, cabizbaja y apretando el borde de su falda, se disculpaba sinceramente.
-¡Aceptaré cualquier castigo! ¡Déjame recompensarte y enmendar mi error!-Alzó la voz, sonrojándose a niveles anormales. Las puntas de las orejas, no, toda ella estaba roja.
-¿Recompensarme?-Bell no entendía.
Se paró y sacudió la tierra de su ropa.
-Alicia. Sé qué tal vez nuestra relación no es lo que tu catalogarías como "Amistosa" pero créeme al decir que si tu vida peligrara nuevamente, saltaría a salvarte sin dudarlo ni un segundo-Contestó el chico, sonriéndole y alzándole la cabeza desde el mentón de forma tierna.
El ritmo cardiaco de la elfo aumentó.
Los labios le temblaban.
-Por ese motivo... no hay razón para que te disculpes, enmiendes o te castigue. Yo decidí salvarte y lo haría una y mil veces. Si tuviera que pedir algo sería...-Vió a la derecha y se rascó la nuca, buscando cómo expresarlo.
-Por favor, permíteme rescatarte cuando estés en peligro. No deseo que te hieran. A pesar de que me odies-Complementó a la oración anterior, riendo incómodamente.
La mente de la castaña repitió aquel diálogo.
"Permíteme rescatarte cuando estés en peligro...".
"No deseo que te hieran...".
-Y-Yo... no te odio...-Musitó entre dientes.
-¿Disculpa? No lo escuché...-Replicó el conejo.
-¡D-Dije que no te odio! ¡¿Contento?!-Repitió la arquera.
-Sí...-Contestó Bell.
-¡¿Sí, qué?!-Le reclamó.
-Si estoy contento de que no me odies, Alicia....-Respondió.
-A-Ah...-Las palabras no salían. Las cuerdas vocales de la elfo se tensaban pero no generaban palabra o siquiera balbuceo alguno.
-¡Hmph! ¡Mientras no lo olvides me basta!-Dijo, cruzándose de brazos y adoptando la actitud propia de una tsundere arrogante la cual se niega a ser sincera con lo que siente.
-¿A-Are...?-.
-¡Argonauta-Kun! ¡Bache dice que nos ayudará a salvar a los hombres raptados!-Informó Tiona.
-¡Genial! ¿La convenciste?-Curioseó el peliblanco.
La amazona negó.
-Ella no quiere ir en contra de los deseos y metas del héroe al que tanto admira. O sea tú-Explicó.
-¿Eh? ¿No la conozco hace 20 minutos?-Interrogó el joven, con cara de póker.
"Cierto... desde que desperté me llama Argonauta" Recordó.
Bache le susurró algo al odio a la joven.
-¿Ehhhhh? ¡No traduciré eso!-Le reclamó.
Bache abraza el brazo derecho de Bell ante la mirada de las féminas, ardiendo de celos y lo arrastra.
-¡E-Espera...!-.
-Yo los guiaré a la sede de Kali-Dijo.
-¡No comprendo tu idioma!-Vociferó Bell, avergonzado porque los senos de la amazona se le restregaban en la piel.
Alicia y Tiona inflaron las mejillas, caminando detrás de ellos.
"Eso no es solamente admiración, Bache..." Pensó. La mujer le había dicho que admiraba a Bell y pues... ¿Quién sabe? Tal vez esa admiración supera los niveles lógicos, entrando a lo lujurioso. Al fin y al cabo sin amazonas y está en la naturaleza de la raza.
Sin embargo... a la lejanía, y oculta entre las enormes rocas, se hallaba Argana, observando la escena e irradiando furia por lo que presenciaba.
-Las mataré... maldita traidora... y a ti... estúpida mocosa... jamás debiste regresar aquí...-La amazona apretó el cráneo de un animal como si se tratara de una pequeña uva, matándolo en el proceso.
La sangre y los sesos la mancharon aunque no le molestó en lo más mínimo.
Las vigilaba y seguía hasta que pudiese atacar.
Perspectiva del resto de la familia Loki y compañía.
-Henos aquí...-Dijo Finn, acechando entre los escombros de casas la "Sede", si se le puede llamar así, de la familia Kali.
-La prisión está detrás del trono. Hay que rodear. Airmid, prepárate. Curarás a quienes lo necesitan. Ellas tienden a cortarles los tendones de Aquiles, inutilizando el pie e impidiendo el movimiento. Así solo servirán como sacos de carne para cumplir sus deseos carnales y reproductivos-Comunicó Tione, irritada.
-Espero que Tiona y Alicia hayan encontrado a Bell...-Comentó la sanadora, asustada tras oír lo dicho por la amazona.
-Tch. Esas malditas amazonas serán apaleadas. Espero su señal capitán-Habló Bete, golpeando la palma de su mano con el puño mientras apretaba los dientes.
-Capitán...-Line también le habló al hobbit, quien los ignoraba.
-Te están llamando-Gareth picó el hombro del hobbit y este giró, atendiéndolos.
-¿Eh? Perdón. Todavía hay escuchó un pitido en los oídos-Respondió.
La peliplateada lo vio de forma inquisitiva y fulminante.
Él regresó la atención a las mujeres menos peligrosas. Las amazonas.
Los gritos y regaños de la hermosa novia del conejo le destruyeron los tímpanos. Que el resto de los habitantes de la isla no la hubiesen oído es inaudito.
-C-Como sea. Manos a la obra-Riveria tomó la batuta y movilizó a la gente.
No obstante...
-Hey... ¿Ese no es el estúpido conejo?-El hombre lobo, olfateando, sintió el olor del peliblanco acercándose a donde mantenían cautivos a los hombres de los barcos pesqueros.
Airmid, Shakti y Riveria lo empujaron, buscando donde se hallaba.
Al tantear el terreno de reojo se lo toparon mientras una amazona de cabellera blanca arenosa lo abrazaba y Tiona, y Alicia, los acompañaban.
El brillo en los ojos del trío desapareció.
-Maldito...-.
-Mujeriego...-.
-Y nosotras intranquilas, pensando en su bienestar-.
Cada una dijo lo que les venía a la mente. La prueba inequívoca de que el conejo mujeriego que tienen de novio conquistó a otra mujer y coqueteaban en un momento tan tenso como este.
-¿Uh? K-Kali...-Avisó Tione, quien se reía minutos atrás al ver a Bache abrazando al joven. El tono de voz cambió radicalmente cuando la presencia de la pequeña diosa de las amazonas, quien vestía de prendas escasas y huesos, hizo acto de presencia, imponiendo miedo en la mayor de las hermanas Hiryute.
Rememoró su infancia.
-Tranquila... estamos contigo. Esta vez no afrontarás sola esta situación-Finn la calmó, frotándole la espalda.
La amazona lo miró y su seguridad se acrecentó.
-Es hora de devolverle toda la mierda que nos hizo pasar...-Le pegó a la roca donde se escondía y la partió en dos.
De pronto muchas mujeres se movilizaron y rodearon el camino que tomarían.
Kali, la diosa, reía a carcajadas. Tione instintivamente bajó la mirada a donde estaba su hermana y... Argana estaba detrás de los cuatro.
-¡TION....! ¡HMMMMM!-Finn le tapó la boca.
-Actuemos, rápido-Ordenó.
Perspectiva de Bell.
-Reforzaron la seguridad...-Notó el peliblanco, tratando de despegar a Bache de su brazo pero la fuerza que ella empleaba era mayor.
-Es extraño... normalmente cenábamos a esta hora... ¿Por qué Kali salió?-Se cuestionó Tiona.
Un escalofrío recorrió a la cariñosa amazona, quien soltó al héroe.
-Fuimos descubiertos...-Dijo. Tiona le entendió y...
*¡PAM!*
-¡PUAH!-Bache salió volando cuando un fuerte puñetazo le quebró las costillas al interceptarlo.
Este iba dirigido a Bell, quien vio cómo el cuerpo de la amazona se arrastraba en los suelos hasta chocar con la roca sólida.
-Qué fue...-Volteó y una mujer parecida a Bache yacía de pie con el puño extendido.
-¡HEY!-Tiona atacó pero fue tomada del cuello.
-¡Ughhh!-Se quejó mientras la apretaban.
*¡Clang!*
Una única campanada sonó y...
*¡PUM!*
-¡Gah!-Escupió saliva Argana.
*¡BOOOOM!*
Soltó a Tiona y su cuerpo retrocedió. Recibió un impacto en la boca del abdomen que le dolió y en serio.
-¡Aléjate de ellas!-Gritó Bell, enfurecido.
-Eres fuerte...-Dijo la amazona, limpiándose la boca.
-Fufufufu. Que niño tan interesante...-Declararon a espaldas del trío.
Una niña de pequeña estatura, cabellera roja e incómoda aura fue la responsable.
Docenas de puntas de lanza y espadas se hallaban a corta distancia de ellos.
-Kali...-Tiona nombró a la diosa, recuperándose del ahorcamiento y tosiendo.
-Están rodeados. A menos que quieran ser empalados les recomiendo rendirse-Se mofó la pelirroja, riendo teóricamente.
Bell tiró su espada.
Tiona su Urga.
Y Alicia el arco.
-¡Suéltenlos!-Gritó Bache, levantándose mientras sujetaba la parte adolorida. Sangre se le escurría del labio.
-¡Eso no pasará, maldita traidora!-Le respondió Argana.
Ambas capitanas de la familia se enfrentaban.
Bache, al ver que las superaban al número y, más importante, su hermana quería matarla, desistió.
El conejo, las dos amazonas y la elfo fueron puestos de rodillas. Las hojas afiladas les rozaban los cuellos en caso de que se les ocurriera moverse sin consentimiento.
-Sabía que regresarías. Desconozco las intenciones... o tal vez no... ¿Quién se hubiese imaginado que la mocosa que asesinó a sus compañeras se uniría a una familia como la de Loki e intentaría borrar ese pasado? No importa cuántas vidas salves... la sangre te mancha...-Kali le apretó la mandíbula a Tiona, burlándose de ella.
-¡Ustedes no son mejores!-Gritó Bell, interrumpiendo.
La diosa se acercó a él.
*¡PLAZ!*
-No hables si no te lo permito... los hombres aquí solo sirven para dar placer-Lo abofeteó y amenazó. No obstante, la cara del muchacho no se agitó ni un milímetro.
-Oh... no eres igual a esos pobres diablos. Se nota que guardas un inmenso potencial-Opinó.
-He recibido peros palizas. No hace mucho me destruí el brazo al darle un golpe directo a un goliath irregular-Alardeó el peliblanco aunque era cierto.
-¡JAJAJAJAJA!-La pequeña Diosa se rió pero Argana, quien lo miraba emocionada, cerraba los puños.
-No miente. Ese golpe... dolió mucho-Informó la amazona a su diosa.
La risa de la pelirroja desapareció.
-Así que... este es el obstáculo que Thanatos quiere que elimine...-Tomó del cuello al conejo, quien ni se inmutó.
-Thanatos. Enyo. Tú... caerán... y sufrirán un destino peor que el de las víctimas a las que les han arrebatado la vida-Sonrió el joven.
-Tch-Chasqueó la lengua Kali.
-Asesina a la traidora...-Agregó, molesta. Quería que un asesinato le subiera el ánimo a la deidad.
*¡PAM!*
En un abrir y cerrar de ojos, Bache fue golpeada en la cara, rompiéndole varios huesos.
Argana fue quien se encargó de ello.
*¡CRASH!*
Tiona y Bell quedan aturdidos y estupefactos.
-¡KALI! ¡¿DESPUÉS DE TODO LO QUE BACHE HA HECHO POR TI LA MATARÁS COMO A UN PERRO?!-Le gritó la amazona a su ex diosa.
-La traición significa pena de muerte-Respondió mientras miraba a Alicia.
-Una elfo... esa raza que jura y perdura ser superior... patética... ¡No sirve! ¡Asesínenla!-Ordenó.
Las lanzas se dirigieron al corazón y cuello de la elfo pero Bell comenzó a brillar.
-Tocan a Alicia y te juro que no quedarán impunes...-Los ojos escarlatas cambiaron a verde. Se mordía el labio con cólera, resistiendo el impulso de saltar al ataque.
La deidad detuvo a sus hijas.
-No me equivoqué... si eres diferente... apestas a arcanum y divinidad-Kali se relamió los labios ante la habilidad Argonauta.
-¡Aléjate de Argonauta-Kun!-Le gritó Tiona.
La expresión lujuriosa de la pelirroja cambio abruptamente a una tétrica.
-Los muertos no hablan...-Vociferó, indicando que le corten el cuello.
-En eso concordamos...-Contestó Bell y...
*¡PAM!*
Le lanza un puñetazo a la amazona que cumpliría esa tarea.
*¡CRASH!*
*¡PAM!*
*¡PAM!*
*¡PAM!*
*¡PAM!*
El resto fue apaleada en menos de un segundo por la increíble fuerza que Bell poseía.
-¿C-Cómo...?-Kali balbuceó esa palabra.
-Argana y Bache son tus capitanas... pero el resto de tu ejército no supera en nivel a ninguna de ellas dos-Dijo el peliblanco, refiriéndose a las dos chicas que lo acompañaban.
La luz verde emanada de cada célula del cuerpo del conejo aterró a la diosa de la muerte...
-Ese poder... nada se le compara... apestas a divinidad... pero no a la que obtienes de un falna...-Ella retrocedió, tragando saliva. Las palabras no salían ante el miedo se experimentaba.
-Almas reclamadas... no deberías existir... tú... moriste...-Adicionó.
Docenas de amazonas salieron de todas partes.
-Tiona, Alicia. Ayuden a Bache. Yo me encargo de esto-Mandó el joven, preparándose para luchar.
Las dos asintieron y corrieron al auxilio de su aliada.
-No permitiré... que hieras a Olna...-Amenazó... ¿Bell?
No... ese no era Bell.
La diosa tembló al oír ese nombre.
Conocía la historia de cientos de años antes de la llegada de los dioses a Genkai.
Ese humano no es normal...
La diosa de la muerte, quien recibe las almas de los fallecidos cuando estos se limpian de todo recuerdo y esencia precedida en su vida anterior, reconoció el color verde en esa alma.
-Catorce años atrás el cielo se iluminó... siete truenos impactaron en la tierra... aquí, estando a mucha distancia de Orario, pudimos contemplarlo... e-eras tú...-Habló Kali, revelando sus sospechas y uniendo los puntos.
-Entonces... ese día... bajaron siete almas... no... imposible...-Abrió los ojos en su totalidad y se rascó desesperadamente la cabeza.
-Una anomalía... algo que no debería existir en este mundo...-Recitó.
Las amazonas, hartas de esperar una orden que jamás llegó, atacaron pero...
*¡PAM!*
*¡PAM!*
*¡PAM!*
*¡PAM!*
*¡PAM!*
Finn, Gareth, Bete, Raúl, Aiz, Tione y Aki aparecieron.
-¡Wynn Fimbukvetr!-.
-¡Elf Ring!-.
Riveria y Lefiya iniciaron su magia de hielo y dos enormes ventiscas asomaron a los objetivos, congelándolas.
-Las misiones de sigilo no son lo tuyo ¿Verdad?-Comentó el hobbit, golpeando a dos Amazonas y noqueándolas.
"Bell" guardó silencio y los ignoró.
*¡PAM!*
Argana rodó en la tierra mientras Tiona y Bache la golpeaban al mismo tiempo. Esta última se arrodilló. Las heridas le pasaban factura. Ella era consciente de que esa mujer de ahí jamás la vio como una hermana y que tenía que sobrevivir pero... la fuerza de Argana la superaba con creces.
La joven amazona la auxilió, dándole su hombro para apoyarse en él.
Kali temblaba, tanto que las piernas le fallaron y se derrumbó.
-Saquen... a ese monstruo de aquí...-Pidió, sudando frío y apuntando a Bell.
Ninguna de las amazonas presentes conocida esa cara de la pelirroja.
Nunca... estuvo así de asustada y el culpable era ese joven don nadie.
Al peliblanco lo abandonó el brillo y recuperó la consciencia.
Respira hondo y...
-¡ACABEN CON ESA MALDITA COSA!-Gritó y... la batalla estalló.
-¡Alicia! ¡Protege a Bache!-El conejo corrió a donde Tiona, uniéndose a la batalla contra Argana, la cual se relamía la sangre que brotaba de su herida.
Los nudillos ensangrentados con el líquido escarlata que salía de las heridas abiertas de su hermana reflejaba la semejante paliza que le dio mientras el resto de amazonas la amenazaban. Si ella actuaba capaz decapitaban a Tiona, Alicia o al héroe.
*¡PAM!*
*¡PAM!*
*¡PAM!*
*¡PAM!*
Bete apaleaba a las mujeres a punta de patadas.
-¡Tch! ¡No representan ningún maldito reto!-Gritó, mandando a volar a una de las amazonas.
-¡Tempestad! ¡Ariel!-Aiz, haciendo uso de la funda de su espada, activó su magia.
Ninguna rebasaba el nivel 4 por lo que no sería necesario emplear la espada.
*¡PAM!*
*¡PAM!*
*¡PAM!*
Casi imperceptible a simple vista, las morenas cayeron mientras la rubia cruzó el camino en que ellas se posaron.
*¡PAM!*
*¡PAM!*
*¡PAM!*
*¡PAM!*
-¡JAJAJAJAJAJA! ¡SUS GOLPES NO SON MÁS QUE COSQUILLAS! ¡ESE MOCOSO SIN FALNA PEGA MÁS FUERTE!-Gareth recibía la golpiza sin siquiera retroceder.
-Sin falna...-Kali volteó a donde Bell y Tiona encaraban a la capitana de su familia.
-¡AHHHHHH!-Finn empujó a las féminas con su lanza.
*¡PAM!*
Pateó el cuerpo de una de ellas y, al despegarse del suelo, chocó con el resto, arrullándolas.
*¡CRASH!*
Aki y Raúl se unían para frenar al resto. Contraria a la situación de los ejecutivos de su familia, a ellos si les igualaban en nivel.
*¡CLANG!*
Aki frenó la lanza de las amazonas al posar horizontalmente su espada y ondearla adelante.
*¡CLASH!*
La calidad de los materiales quedó demostrada cuando las lanzas fueron destrozadas sin muchos esfuerzo.
*¡PAM!*
Raúl golpeó a una de ellas.
-¡ESTO ES POR TODO LO QJE NOS HICISTE PASAR!-Tione alzó la voz, apaleando a todas las miembros de su raza sin mucha dificultad y dirigiéndose a donde Bell y su hermana.
Alicia lanzaba flechas a cualquiera que se acercara a Bache.
-La curaré-Line se acercó, preparando su magia de curación.
Siendo nivel 2 no tenia nada que hacer en esta lucha. Estorbaría.
-Es lo menos que puedo hacer. Ella los ayudó ¿No?-Dijo la chica de lentes mientras sus manos emanaban brillo esmeralda y las heridas de la amazona se cerraban.
-Oye... ¿Dónde están Shakti y Airmid?-Le cuestionó la elfo.
En la cárcel, la peliplateada y la justiciera se parararon en medio de los prisioneros, los cuales tenían cortes en la piel y huesos rotos.
-Ya no hay nadie. Limpio-Shakti se sacudió las manos, tirando los cuerpos desmayados de las mujeres fuera del edificio.
Airmid entró en acción.
-Por favor, no se preocupen por pelear. Los curaré a todos-Dijo, levantando su báculo.
-¡Dia Fratel!-Conjuró su magia se curación.
Un gran círculo mágico la rodeo y los que estuvieses dentro del ratio de efecto sintieron que sus cuerpos eran azotados por un enorme calor el cual les relajaba cada fibra muscular y huesos.
La luz iluminó toda la sala.
-¡AHORA TIONA!-Gritó Bell, esquivando el golpe de Argana y abriéndole un resquicio para que la amazona antes mencionada atacara.
*¡PAM!*
El impacto fue bloqueado y contraatacó.
*¡PAM!*
-¡Ugh!-Tiona lo bloqueó con su Urga.
-¡NO LA TOQUES!-Bell cargó contra Argana, tacleándola.
*¡PAM!*
La espalda y nuca de la morena chocó en las rocas.
-¡AHHHHHHH!-Bell levantó ambos brazos y estos descendieron rápidamente.
*¡PAM!*
*¡PAM!*
*¡PAM!*
Azotó a la mujer en reiteradas ocasiones pero ella no demostraba ninguna vacilación.
*¡PAM!*
-¡Puah!-Argana contraatacó, pateándolo en el pecho.
*¡CRASH!*
El conejo rodó.
La armadura en su espalda evitó que se cortara en esa zona.
-¡Bell!-Tiona lo auxilió.
-Su estilo de pelea... no teme ser herida... con tal de que ella gane...-Comentó, percatándose de aquello.
-Dinos algo que no sepamos-Tione entró a escena.
-Todos los malditos días donde sufría golpizas...-.
-Huesos rotos... casi hechos polvo...-.
-Ninguna clase de descanso o piedad...-.
-Lo recuerdo todo... cada jodido detalle...-Los dientes le crujían de rabia.
-Y es por eso... que soy la que mejor entiende cómo derrotarla...-Concluyó, atacándola.
-¡AHHHHHHH!-
*¡PAM!*
*¡PAM!*
*¡PAM!*
Los puñetazos de Tione contenían toda la fuerza de esta.
Argana los esquivaba a duras penas, algunos incluso le rozaban la piel, abriéndola
*¡PAM!*
Detuvo la mano de la joven amazona y la giró.
-¡UGH!-Se quejó.
-¡NO TAN RÁPIDO!-.
*¡Clang!*
La campanada sonó y...
*¡PAM!*
La cara de Argana fue impactada.
*¡CRASH!*
-La ira te esta cegando. Ataquen juntas. Yo la derrotaré...-Expresó el conejo, recolectando energía para terminar la batalla de una vez por todas.
Argonauta se activó.
Solo necesitaba tiempo.
-¡Vamos, hermana!-Tiona subió los ánimos.
-Jaja... ojalá años atrás hubiésemos peleado juntas...-Comentó Tiona.
-Siempre me protegiste... ahora es mi turno-La hermana menor tiró su arma. Esta sería una batalla a puños. Como buena amazona.
-¡AHHHHHHHHHH!-Gritaron al unísono.
*¡PAM!*
*¡PAM!*
Los puñetazos chocaban y eran esquivados. Él sí dio del aire siendo cortado abundaban cuando no daban en el blanco. La potencia con la que iban no debía tomarse a juego. Ninguna de las tres cedería ante la contraria.
Recuerdos dolorosos de una infancia de mierda.
Ya daba lo mismo. Se tienen la una a la otra.
*¡PAM!*
Cerca de los ojos de Tiona, el puño de Argana se dirigió.
*¡PAM!*
El antebrazo fue desviado.
-No permitiré que las lastimes. Nunca te consideré mi hermana, siempre fuiste un peligro al cual tarde o temprano me enfrentaría. Yo solo quería una hermana... ¡EN CAMBIO RECIBÍ A UNA ASESINA! Todas las noches temía que me mataras por mi debilidad... por eso entrené hasta volverme fuerte... ¡PERO EL MIEDO YA NO EXISTE!-Gritó Bache mientras que su mano era imbuida de líquido morado.
Era su magia de veneno, Velgus.
-¡Vamos!-Las hermanas Hiryute también fueron a la contra.
*¡PAM!*
*¡PAM!*
*¡PAM!*
Argana evitaba a toda costa que el veneno la tocara. Sería fatídico teniendo que cuenta que su hermana ya no se contenía y probablemente moriría en caso de ser alcanzada.
*¡PAM!*
-¡Gah!-.
-¡Hoy caerás!-Tione enterró su puño en el abdomen de la amazona.
*¡PAM!*
Sin poder quejarse del dolor, Tiona la pateó al costado.
*¡CRACK!*
Por la fuerza, el cúbito y radio de la mujer se rompió.
El brazo quedó colgando..
-Tch...-Chasqueó la lengua.
Quiso correr a atacar pero... su cuerpo no le respondía.
-¡Conseguido!-Las hermanas se separaron de ella y Bache, la cual Argana perdió de vista, se les unió.
Oh no... fue envenenada.
Las venas y arterias le ardían y su ritmo cardiaco se aceleró, propagando el veneno a todo su torrente sanguíneo.
*¡CLANG!*
*¡CLANG!*
*¡CLANG!*
*¡CLANG!*
Las campanadas resonaban.
Los oídos de los presentes vibraban.
La diosa de la muerte retrocedía.
-El Argonauta...-Susurró.
-Bache... eres una buena mujer... muchas gracias-Dijo el peliblanco.
-¡ME ALEGRO DE QUE FUESES TÚ LA QUE ME ATRAPARA!-Declaró, rompiendo el suelo donde yacía parado, dejando un gigantesco cráter en su lugar.
Cruzó junto al trío de amazonas y, decidido, juntó Argonauta en su puño ante la mujer débil y moribunda.
-¡AHHHHHHHHHHHHHHHH!-Gritó, sacando toda su furia.
"Proteger a Olna..." Dijeron en su mente.
Argana cerró los ojos, sonriendo extasiada.
Ser derrotada por un hombre así de fuerte... era un honor para su raza...
*¡PUM!*
Mucho polvo y escombros cubrieron la escena, imposibilitando mirar el resultado.
Argana abrió los párpados y el peliblanco, al igual que con Bache, doblaba el dedo medio con el pulgar y...
*¡Paz!*
Le pegó en la nariz con ese dedo.
En pocas palabras, le dio un capirotazo.
-Sin dudas son hermanas...-Comentó mientras la nariz de la fémina sangraba.
Detrás de la amazona todo fue destruido, dejando camino en ruinas en el cual rocas seguían cayendo del cielo.
-¿Por qué...?-Le cuestionó.
-Eso si lo entendí...-Dijo Bell, riendo.
-Porque mientras aún haya vida, hay esperanza de cambiar para bien-Respondió.
Argana no comprendió ninguna de las palabras.
Bache se acercó y lo tradujo.
-Porque mientras aún haya vida, hay esperanza de cambiar para bien-.
Ambas amazonas se vieron a los ojos, a la mayor de ellas se le cristalizaron los ojos.
Lágrimas se derramaron de sus párpados, bajando por los pómulos hasta caer.
-Hermana...-Dijo.
Bache la abrazó.
-Hermana... nunca me habías llamado así...-Contestó, llorando.
Bell sonrió y se tiró, sentándose.
-Ah... estoy agotado...-Declaró, respirando hasta llenar sus pulmones.
-Lo peligroso terminó...-Concluyó.
El resto de los aventureros de la familia Loki y compañía se reunió.
Bache se agachó y observó al conejo.
-¿Eh? ¿Qué sucede?-Preguntó.
-Alerta roja...-Dijo Finn, temiéndose por lo que estaba apunto de hacer la amazona.
-Gracias a ti recuperé a mi hermana. En verdad eres... mi héroe...-Dijo, sonriendo, y...
*Mua*
Lo besó.
-¡¿MMMMMMMMMM?!-De los labios sellados del peliblanco salía ed gritó ahogado.
-¡OYEEEEE!-Reclamó Tiona, empujándola.
-¡No beses a Argonauta-Kun!-.
Bache se relamió los labios.
Airmid, Shakti y Riveria dieron un paso al frente.
Sus ojos perdieron brillo y cada una apuntaba su arma al novio.
-¡E-Esperen! ¡ELLA FUE QUIEN ME BESÓ!-Quiso detenerlas y razonar con ellas pero...
-No pareciste odiarlo-Replicaron al unísono.
-Esto se va poner feo-Dijeron tanto Finn, Gareth, Raúl y Bete, quien sintió pena por él a pesar de que no le agradara del todo.
-Te castigaremos...-Habló Riveria y viento gélido surgía de su báculo.
-Pido el primer turno...-Airmid sonrió, preparándose para golpearlo ya que, contrario a la alta elfo, no cuenta con magia ofensiva.
-No se olviden de mi...-Shakti fue rodeada de viento verde.
-C-Chicas...-Bell tragó saliva, interponiendo la mano.
-¡MALDITO MUJERIEGO E INFIEL!-Le gritaron.
-¡HYAAAAAAAAAAAAAAAAA!-.
*¡BOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOM!*
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Bueno, hasta aquí el capítulo de hoy, espero que sea de su agrado y dejen su apoyo como ya es costumbre.
En fin, déjenme sus opiniones.
¿Cómo estuvo el capítulo? ¿Sí les gustó?
Buzón de sugerencias/opiniones/comentarios.
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"Objetivo frustrado por un amor inesperado"
Acompáñanos en al historia de Akiro Itō para cumplir su tan anhelado deseo... ¡Vengarse de quien rompió su corazón!.
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Un One Shot en el que se nos relata lo que hubiera sucedido si Bell era cuidado por Alfia, Zald y Zeus ¿Será un futuro feliz? ¿Bell se convertirá en el último héroe como se lo prometió a su madre? ¡Averigüémoslo!
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Otro One Shot sobre una bella historia de amor entre una diosa y un mortal, que toma como punto de partida la película de "Danmachi: la flecha de Orión". Veamos la aventura en la que se embarca nuestro carismático protagonista después de haber perdido a esa diosa que tocó su corazón en muy poco tiempo, de la cual, se tuvo que despedir prematuramente.
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La hermosa Lefiya nos acompañará en este One Shot junto al conejo en una aventura que tendrá de todo. Amor, drama, todo lo que engloba a esta pareja tan dispareja.
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La historia de amor entra una hermosa hada y un conejo con dudas nacientes en su corazón tras un suceso inesperado.
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Un fic con un cuarteto amoroso muy raro, BellxTionaxFreyaxHelun.
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Una hermosa historia de amor entre una asesora y el aventurero a su cargo, BellxEina.
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¡Una aventura sin Falna nos espera a nosotros y a nuestro protagonista!.
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Y mi primer y ya finalizado Fic, que va de la pareja de BellxSyr o Freya, el cual parte desde el rechazo de esta misma en el volumen 16 de la novela original, aunque claro... en este fic sabremos lo que hubiera pasado si Bell no la rechazaba, como el título indica.
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Sin más que agregar, yo me despido, espero que se echen una pasada a mi perfil y les agraden las demás historias en caso de no haberlas leído, eso es todo, hasta la próxima mis lectores.
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