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Capítulo 17.

En alguna parte de Orario.

-Entonces me dices que han desaparecido muchos aventureros allá-Dijo la voz imponente de Urano.

-Así es, Urano-Sama. Le daremos la misión a la familia Loki-Fels respondió, llevando la carta.

-De acuerdo. Solo una cosa... Invítalo a él, siento que puede ser beneficioso-El dios hizo referencia a Bell Cranel.

-Perdón por la pregunta pero ¿Qué le da ese presentimiento?-Le cuestiona Fels.

-Hummm, es una corazonada. Grandes cosas están por pasar-Contestó Urano.

"Ese Zeus... Siempre metiéndonos en problemas" Pensó mientras una carta abierta reposaba en el reposo de su trono que le fue entregada por Hermes esa misma mañana.

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En el capítulo actual.

Un nuevo día en Orario hacia acto de presencia. El sol se asomaba desde el este de la ciudad, iluminando cada rincón con el pasar de los minutos.

Justo en la zona este de la ciudad, específicamente en la calle dédalo, famosa por el gran tamaño que esta posee aunado a los múltiples cruzamientos que existen en la misma, se hallaba un orfanato en el que la figura del momento, Bell Cranel, vivía.

Él yacía acostado mientras las sábanas le cubrían parcialmente el cuerpo. Aún era temprano y la noche anterior fue todo menos ligera.

La cita con Shakti, que comenzó antes del anochecer y finalizó en el cementerio de aventureros casi a la media noche, se había prolongado más de lo esperado. Y si no fuese suficiente, cuando fue a la sede de la familia Ganesha, familia a la que la fémina pertenece, se topó al Dios elefante gritando sin cesar.

"Yo soy Ganesha" era lo que decía hasta que la peliazul se hartó y lo golpeó en la cabeza, dejándolo viendo estrellas. Literalmente, quedó boca arriba en el suelo.

En fin. Dejando de lado aquello, la cita salió tal y como el conejo lo planeó. Teniendo el resultado esperado y alcanzando la instancia en la que los sentimientos salen a relucir, permitiendo el mutuo entendimiento entre ambas partes, sucedió lo inevitable. Se besaron y sellaron la promesa de estar juntos hasta el resto de sus días. Bell lo juró enfrente de la tumba de la difunta Ardi por lo que no existía forma o posibilidad de que la incumpliera. Aunque tampoco tenía ni la remota intención de que eso ocurriera.

Enfrente de la sede, casi sin personas presentes o siquiera conscientes, dejándose llevar por el aire de romance que aún se respiraba, se despidieron al unir tiernamente sus labios en un beso lento que provocó estragos en el ya de por sí inquieto corazón del conejo.

Shakti no mintió cuando dijo que no se contendría ni sostendría el papel de doncella enamorada. Está apuntando a lo alto y sin ataduras que le impidan sincerarse.

Bell, por otro lado, sigue sin acostumbrarse a los distintos ritmos que sus parejas manejan. Airmid ama ser consentida aunque en ocasiones lo niegue.

Luego de regresar al Orfanato, divagando en los pensamientos que abordaron su mente, recordó aquel "Accidente" ocurrido días antes entre él y Airmid.

Dos días antes de la cita entre Bell y Shakti, en la sede de la familia Dian Cecht, sala de descanso.

-Ugh... No dejan de aparecer los pacientes... A este ritmo moriré joven por el estrés-Una lágrima se deslizaba sobre la mejilla de la peliplateada.

La diligente capitana de su familia podrá aparentar perfectamente que se encuentra bien pero la realidad es otra. No existe ser humano o vivo que soporte el estilo de vida tan ajetreado por el cual Airmid pasa día a día.

En una ciudad como Orario que es famosa por la enorme cantidad de aventureros que la habitan, no es de extrañarse que los heridos sean muchos.

Novatos, experimentados, incluso primeras clases. Nadie se salva del calabozo y su misteriosa forma de actuar. Algo es seguro, si entras debes esperar lo inesperado.

Se sentó en el largo sillón de la sala de estar que los "Trabajadores" tienen cuando necesitan reposar durante varios minutos para reponer la mayor energía posible.

Cerró los ojos lentamente, permitiéndose caer en un sueño profundo.

-Fufufu... Bell...-Murmuró mientras sonreía pícaramente y se sonrojaba.

¿Qué estará soñando? Ni idea. Solo sabemos que el conejo está presente.

Se sumergía en mayor medida tras el pasar de los segundos hasta que le interrumpieron abruptamente.

*Toc* *Toc* *Toc*

La puerta fue golpeada tres veces.

-¿Eh? ¿Eh?-Se despertó la sanadora, girando la cabeza en múltiples direcciones, buscando al responsable de perturbar su sueño.

-¡Tch!. ¡Nunca me dejan descansar!. ¡Les he dicho millones de veces que no me interrumpan durante mi descanso!-Grito llena de furia, poniéndose de pie y caminando a pasos secos que provocaban el retumbar de sus zapatos en el azulejo del piso.

Agarró la perilla y la giró. Se podría jurar que la rompió porque el tronar del objeto daba mala espina.

-¡¿QUÉ QUIERE...?! ¿Uh? ¿Bell?-El enojo se desvaneció como el algodón de un mapache que intenta lavarlo dentro de un estanque.

El rostro del par se acercó demasiado ya que quien estaba del otro lado de la puerta no esperaba aquella reacción.

Bell, en sus manos, sostenía un ramo de veinte rosas que tal parece eran para ella.

-P-Perdón... Si soy inoportuno puedo venir después-La temblorosa voz del peliblanco se justificaba perfectamente. No existe nada dentro del calabozo que asuste más que una mujer enojada, estresada y que busca quién se la pague.

No obstante... Ese no era el caso.

-Lo lamento. No eres inoportuno-Se disculpó Airmid por la actitud y humor de antes.

-Ya veo. Es bueno saberlo. Últimamente haz estado ocupada y quise venir a verte. Estas rosas las compré pensando en ti. Sé que no es mucho pero...-Antes de que el muchacho hiciese de menos el gesto, la chica las agarró.

-Son perfectas. Nunca nadie me había regalado flores-Dijo, abrazándolas delicadamente para no dañarlas.

En su rostro se dibujó esa hermosa sonrisa que cautivaba a propios y extraños. Sobre todo al aventurero al que le regalaban dicho gesto.

Los habitantes de Orario no mentían. En definitiva el apodo compartido junto a Heith Velvet de la familia Freya le quedaba como anillo al dedo.

"Hermosas chicas".

-¿Ocurre algo?-La peliplateada ladeó la cabeza al notar que su amado la miraba fijamente sin expresar palabra u oración.

Bell negó con la cabeza lentamente.

-En lo absoluto. Solo admiro a la hermosa mujer enfrente mío. Sigo sin creer que un idiota como yo haya obtenido a tan espléndida pareja. Bella, diligente, tierna, dulce, siempre cuida de mi. Gané la lotería-Le guiñó el ojo, sonriéndole de igual forma que ella hizo anteriormente.

El sonrojo que Airmid tuvo antes no se comparaba al que se presentó ahora.

Incluso se alcanzaba a ver vapor desprendiéndose de su nuca.

Ella agachó a cabeza y jugó con sus pies.

-T-Te he dicho que no digas cosas así en público. Menos en mi lugar de trabajo. Bell Tonto-El tono de voz infantil que empleó para decir el reclamo impida que el peliblanco lo tomara seriamente.

-Mil disculpas. Solo quiero dejarte en claro todos los días lo bella que eres-El valor del conejo no conocía límites.

El vapor emanado de la cabeza de la sanadora aumentó.

-P-Pasa. Mis minutos de descanso terminarán pronto y quisiera pasarlos contigo-Dijo Airmid, jalando a Bell hacia adentro de la habitación y poniendo fin a las docenas de miradas dirigidas a ambos tórtolos.

-¡V-Voy!-Alcanzó a decir antes de que la puerta se cerrara detrás suyo.

El salón quedó en silencio.

-Juro que vomitaré arcoíris si vuelvo a verlos tan acaramelados-Dijo cierta recepcionista del sitio.

-Airmid... ¡TE LIBERARÉ DE ESE HOMBRE QUE JUEGA CON TU MENTE!-Martha, compañera de Airmid, odiaba a Bell Cranel debido a la relación que sostenía con su amiga y ahora Shakti. Para ella no era otra cosa que el maldito mujeriego que engatusó a la sanadora.

La tabla que tenía se quebró por la fuerza infundida en ella. No hay duda, el enojo y la furia es el mayor Power up que existe.

Dentro de la sala.

La joven de cabello plateado procedió a sentar a Bell en el sillón donde antes trataba de conciliar el sueño.

-¿Uh? ¿Qué pasa?-Preguntó Bell.

-Necesito tu ayuda-Dijo Airmid, acercándose a él y riéndose tenebrosamente.

-¿Necesitas mi ayuda? ¿Qué? ¿Cómo? ¡¿EHHHHHHHH?!-Aquel grito no alcanzó a gente externa.

-¡Shhhhh!-La sanadora le tapó la boca y posó su dedo índice encima de sus propios labios, dándole la señal de guardar silencio.

"No puede ser... ¡¿ACASO ES ESTA LA SITUACIÓN DE LA QUE MI ABUELO ME HABLABA?! ¡NO ESTOY LISTO! ¡PERDÓNAME PERO ES DEMASIADO PRONTO!" La mente del muchacho divagaba cuando la imagen de su abuelo se presentó.

Flashback.

-Recuerda Bell. Llegará el día en que las mujeres te desearán tanto que no podrán contenerse y te devorarán por completo. Cuando ese momento se presente debes de...-La oración de Zeus a se cortó de repente. Alfia había golpeado a Zeus y este se estrelló en la pared derecha, incrustando la mitad del cuerpo en ella.

-¡DEJA DE PERVERTIR A MI HIJO!-Alfia le reclamó ferozmente, tomando a Bell y tapándole los oídos.

-No le hagas caso. Nunca permitiré que ninguna mujer se te acerque-Agregó, dandole un beso en la frente al infante.

Signos de interrogación aparecieron encima de Bell, quien no comprendía lo que acababa de ocurrir.

De la puerta entró Zald quien traía bolsas en las manos. Había ido a comprar despensa.

Volteó a donde Zeus yacía y suspiró.

-¿Otra vez?. Ya son 10 esta semana-Se quejó.

Fin del flashback.

"¡DEMONIOS MAMÁ ALFIA! ¡ESA INFORMACIÓN ME SERVIRÍA AHORA!" Bell se lamentó internamente.

puf

Airmid se sentó al costado.

-¿Are?-Esto confundió al conejo.

Luego la cabeza de Airmid bajó y se posó encima del muslo izquierdo de Bell.

-Perfecto...-Susurró la peliplateada, cerrando los ojos.

-Ammm Airmid... No entiendo esta técnica de cortejo-Expresó el muchacho.

-¿Técnica de cortejo?. Yo solo quería que me dieras una almohada de regazo-Sin despegar las pestañas, ella respondió.

-M-Me siento como un idiota-Bajó la gota de sudor desde la frente del joven. Se notaba cierta decepción en él.

-¿Por qué?. ¿Qué te imaginaste?-Le cuestionó la sanadora.

-N-Nada. Permíteme acomodarte el cabello-Bell cambió el tema, evitando que se indagase en él y saliera al aire la idea que se formuló en su cabeza.

Los dedos del joven se posar entre las hebras de cabello y lo aplanó lo mejor que pudo. Quería evitar que este se aplastase o se desordenara al estar Airmid en dicha posición.

-Días difíciles ¿No es así?-Le preguntó, acariciándole la mejilla.

Ella sostuvo la mano de Bell y la pegó a aquella zona, sintiendo el calor que desprendía.

-Demasiado. Debo pedirle vacaciones a Dian. Nunca las he solicitado por lo que dudo que me las niegue-Respondió.

-Podríamos visitar varios sitios. Llevo casi un mes en Orario y aún hay lugares que no conozco-Sugirió Bell.

-Sería interesante. Aunque tampoco es que sea la más idónea. Es raro que salga. Esto de ser tan apegada al trabajo me ha privado de muchas experiencias-Tristeza se percibía en las palabras de la peliplateada.

-Nunca me cuestioné ni consideré que debía darme respiros de vez en cuando. Siempre creí que mi responsabilidad residía aquí y lo demás era simplemente perder el tiempo. O al menos así era hasta que te conocí...-Adicionó.

Hizo el intento de moverse y quedar justo debajo del rostro de su amado pero sintió dolor en la espalda.

-Tch. Esa punzada de nuevo-Se quejó, arrugando las cejas.

-¿Qué pasó?-Preguntó Bell cuando ella se movió en busca de una postura cómoda.

-Últimamente hombros y espalda me están matando. No ayuda que descanse y duerma poco-Contestó, dejando el regazo y sentándose nuevamente.

-Hmmm. Quisiera intentar algo ¿Me lo permitirías?-El muchacho tenía en mente alguna clase de plan.

-¿Are? Claro. ¿De qué se trata?-Airmid demostró curiosidad.

Bell se puso de pie y acercó un banco adelante del sillón.

-Siéntate aquí. Espalda recta y sin moverte-Pidió.

-De acuerdo...-Las dudas surgían a pesar de que la sanadora hizo caso.

Bell se puso de pie detrás de ella y comenzó a tronarse los dedos.

-Hace mucho tiempo que no doy masajes-Murmuró.

-¿Masaje? Lo agradezco pero debería hacerlo un exper... ¡Ahhh~!-Airmid soltó un gemido cuando los dedos de Bell se apretaron los músculos cercanos a sus clavículas y los pulgares hacían movimientos circulares en los músculos trapecios a ritmo constante mientras la fuerza infundida aumentaba vuelta tras vuelta.

Rápidamente se tapó la boca, avergonzada.

-No te muevas. Sí tensas los músculos es imposible que el masaje funcione-Bell lucía enojado por la desobediencia de la chica.

"N-No me escuchó..." Ella se alivió. Creyó que aquella voz filtrada llegó al peliblanco. Moriría de pena de haber sido ese el caso.

-M-Me disculpo. Continúa-Tomó aire y cerró los ojos.

-Hai Hai-Él volvió a lo suyo.

Por segunda ocasión, posó los dedos en la zona anterior y los pulgares detrás, justo encima de los trapecios.

Masajeó lentamente y presionaba de vez en cuando. No podía apretar mucho ya que existía la posibilidad de lastimarla.

Airmid, a pesar de su carácter, es delgada y suave. Comparable a una delicada flor como las que él había traído.

Estaba tan concentrado que no se dio cuenta de la agitada respiración de Airmid.

-Ahh~. E-Espera~. N-No tan fuerte...-Decía sin que se le prestara atención.

"La única persona a la que le di masajes fue a mamá Alfia. Siempre se veía cansada e incluso lo expresaba en reiteradas ocasiones. Mamá Alfia, si conocieras a Airmid probablemente te agradaría" Se rió internamente ya que su pareja y madre se parecían en aquel ámbito.

Los músculos perdían la tensión, suavizándose.

"Suavecito como malvavisco" Opinó Bell.

Mientras tanto, la muchacha contenía los gemidos.

"E-Es demasiado bueno... Jamás recibí un masaje de este estilo" Pensó.

-B-Bell~. Lo haces muy bie... ¡Ahhh~!-No podía hablar claramente. Cada palabra se estancaba por los constantes gemidos de placer.

"Siento que me pierdo de algo simplemente hermoso. ¿Qué será?" Se cuestionó el conejo.

De repente se detuvo.

-¿Ah? ¿E-Es todo?-Cuestionó Airmid.

-En lo absoluto. Es hora de ponerse serios-El aura que Bell desprendía aterrorizó a la joven.

-¡E-Espera! ¡No creó resistir...! ¡Ahhhhh~!-Las quejas de Airmid le entraron por el oído y le salieron por el otro.

El muchacho ahora presionó los músculos deltoides.

-Me dijiste que también te han estado molestando los hombros. Están demasiado duros y tensos. ¡Yo me encargo!-El ánimo del peliblanco difería en demasía con el de Airmid.

-Ahhh~. D-Dame un ¡Ah~! R-Respiro...-Rogaba.

La presión en hombros se extendía, abandonando los deltoides y concentrándose en los biceps.

"Es suavecito ¿Por qué la parte trasera de los brazos de las chicas es así?" Entre más recorría el cuerpo de Airmid, las preguntas acrecentaban.

-Lento pero seguro. No soy experto así que tal vez deje sin cubrir alguna zona-Avisó.

-Lo ¡Ah~! Haces muy bien-Contestó la peliplateada.

-Entonces corresponderé a la confianza y me esforzaré hasta que el dolor desaparezca. No puedo abandonar a mi novia-La confianza del conejo no decaía en lo absoluto. Tampoco se le notaba la intención de terminar pronto.

El agarre sacudió a Airmid, quien fue jalada hacia atrás.

-¿Eh? ¿Qué?-Saliendo del estado de éxtasis, se sorprendió.

Bell inhaló aire hasta llenar completamente los pulmones y lo exhaló.

-¡MÁXIMO ESFUERZO!-Gritó y...

-¿Máximo...? ¡Ahhhhhh~!-La fuerza infundida en los músculos causó que Airmid encorvara la espalda y gimiera fuertemente.

Bell se detuvo en el acto.

-A-Airmid...-La nombró, alejándose varios pasos.

La chica volteó a verlo.

Respiraba irregularmente. Sudor baja por su frente y la piel del rostro la tenía totalmente roja.

Se levantó de la silla y caminó hacia él.

-Dame más...-Pidió, mirándolo fijamente.

-E-Espera. Pienso que me excedí...-Dijo Bell, viéndose acorralado.

Se sentó en el sillón ya que no había otro lugar al cual recurrir para huir.

-Eso fue... Fantástico. Dame más...-Los ojos de la peliplateada tenían corazones.

"¡¿QUÉ CARAJO ACABA DE SUCEDER?! ¡SOLO LE DI UN MASAJE!" Las dudas no escapaban del subconsciente.

La sanadora se le puso enfrente. Su aliento golpeaba el rostro de Bell.

Ella se sentó encima de sus piernas.

Acercó la boca al oído del muchacho, quien estaba paralizado. No podía moverse y aún si pudiera Airmid no se lo permitiría.

-Tócame como hace un momento-Pidió.

-Por favor-Agregó.

Bell tragó saliva. Entendió perfectamente el mensaje.

"Calmado. Se refiere al masaje. Sé que estamos en una situación comprometedora sin embargo debemos impedir que escale a niveles mayores. ¡Evita caer bajo tus más bajos instintos!" La fuerza de voluntad se agrietaba aunque se regeneraba al mismo ritmo.

-O-Okey. Solo vuelve a sentarte y...-La chica le tapó la boca.

-¡No! ¡Házmelo así!-Ordenó.

"¡ME COMPLICAS LAS COSAS!" Bell se quejó.

-P-Pero...-La razón se pierde.

Airmid posó ambas manos a los costados del rostro de Bell para que éste la viese directamente.

"Está absorta en el placer que olvida en qué lugar estamos" La impresión era mayúscula.

-¿Acaso no quieres?-La carita triste que puso seguida de la pregunta rompió la poco a fuerza de voluntad que quedaba.

-¡Airmid!-Bell gritó el nombre de su pareja y la envolvió en sus brazos.

Las bocas se acercaron lentamente para sellarlas con un beso. Estaban realmente sumergidos en la atmósfera y las exigencias de la peliplateada no ayudaban en lo absoluto.

-Tócame de nuevo...-Rogó nuevamente.

-El doble sentido de ese pedido me está volviendo loco...-Contestó.

*¡PAM!*

La puerta de la habitación se abrió de repente.

-¡Oye Airmid! ¡Dian dice que ya terminó tu descanso!-Gritó Martha.

Cuando se percató de la situación quedó en blanco.

-¿Q-Qué...?-Los apuntó. El dedo le temblaba como Chile en época de sismos.

-¡E-Espera! ¡Puedo explicarlo!-Bell fue quien habló.

Airmid recuperó la consciencia.

-¡M-Martha!-Gritó entre lágrimas, bajándose del regazo de Bell y corriendo hacia su compañera.

La abrazó y pegó el rostro al pecho de la mujer.

-¡Martha! ¡Le dije que se detuviera pero no me hizo caso! ¡Estaba tan asustada!-Dijo la peliplateada mientras las lágrimas no dejaban de salir.

Martha miró despectivamente a Bell. Decir que estaba enojada era quedarse cortos.

-¡B-BASURA! ¡ENEMIGO DE LAS MUJERES! ¡MALDITO PERVERTIDO DE CUARTA!-Lo insultó reiteradamente.

"Rayos, ahora no tengo excusa" Pensó Bell, aceptando los apodos sin rechistar y agachando la cabeza.

Después de que Martha lo amarrara y le colgara un cartel en el cuello que decía "Soy la peor escoria del mundo" Airmid se tranquilizó y explicó la situación a detalle.

En la actualidad.

-Lo sigo soñando-Dijo Bell acostado y sudando frío.

-Eso estuvo demasiado cerca. Tanto que pude ver a mi abuelo levantándome los pulgares-Adicionó, poniéndose de pie.

*Grrrr*

Su estómago rugió.

-Ugh. Tengo hambre. Me pregunto si quedó comida de la que se preparó ayer-

Al decir aquello tomó sus pantalones y chaqueta, vistiéndose y saliendo de la habitación.

Aún era muy temprano, ninguno de los niños de había despertado. Ni Rye que casi siempre se paraba cuando Bell lo hacía.

Caminó por los pasillos hasta llegar a la cocina donde la hermana Maria se hallaba.

-Buenos días, hermana María. No importa lo temprano que me despierte, usted siempre lo hace antes que yo-Le dio los buenos días y le lanzó la impresión sobre el reloj biológico que la mujer posee.

-Buenos días, Bell. Ahora que lo mencionas parece que tienes razón-La mujer devolvió el gesto, soltando una risita.

-¿Está preparando el desayuno?-Preguntó el joven.

-Sí. Gracias al dinero que nos dio, y los contactos que su compañero de grupo le proporcionó, se pudo construir la cocina en tiempo récord. Es la primera vez que no nos faltan nada y es debido a usted. En serio, fuimos bendecidos cuando usted se presentó en nuestras vidas-El agradecimiento de la hermana María era tal que se inclinó ante el responsable de tanta felicidad.

-Despreocúpese hermana María. Ustedes me ofrecieron asilo de buena fe y lo siguen haciendo. Es lo menos que puedo hacer para devolverles lo mucho que me dan. Además... Ha pasado mucho desde que siento que pertenezco a un hogar-La nostalgia que desprendía esas palabras no era minúscula.

-Siendo así. Le prepararé el mejor desayuno que estas manos puedan cocinar-La cuidadora del orfanato continuó con su labor.

El aire que se respiraba en el orfanato era limpio y agradable.

Poco a poco se construían cuartos y se restauraban las estructuras dañadas.

Cada uno de los niños ahora eran los hermanos pequeños de Bell por lo que desea cuidarlos y proporcionarles lo mejor. Mientras esté dentro de sus posibilidades jamás les faltará techo, comida y apoyo.

-¿Bell-Nii?-Rye, entrando a la cocina a la vez que se frotaba los ojos, lo llamó.

-Buen día. Luces somnoliento. ¿Listo para el entrenamiento?-Le interrogó el peliblanco.

Rye bostezo y se estiró para después sentarse al lado del joven a quien admira.

-¡Sí!. Me desvelé porque estaba muy nervioso pero estoy listo-Respondió.

-Antes comeremos. Si no lo hacemos, ni tú ni yo conseguiremos entrenar-Comentó Bell.

-Esa es mi responsabilidad-Dijo María, asentando dos platos en la mesa.

El desayuno consistía en huevos estrellados con la yema bien cocida y pan recién salido del horno. Los acompañaba tiras de tocino dorado a las que se le deslizaba el aceite que se utilizó para la cocción.

A Rye y a Bell se les caía la saliva y sostenían los cubiertos, preparándose para dar el primer bocado.

María les dio la señal de que comenzaran y devoraron el desayuno rápidamente.

-¿Are?. El apetito de los hombres es cosa seria-Opinó.

Los dos chicos agradecieron el alimento y salieron de prisa al patio del orfanato. En verdad rebozaban de energía, sobre todo Rye. Él desprendía emoción.

Patio.

El par se hallaba sentado en el césped. Las lecciones aún no daban inicio por motivos desconocidos.

-Antes de que te enseñe lo que sobre luchar y ser un héroe déjame hacerte una pregunta-Habló Bell.

Rye le prestaba total atención, asintiendo a lo que decía.

-¿Por qué deseas serlo?. ¿Hay algo que desees obtener? O... ¿Alguien que quieras proteger?-Planteó las interrogantes.

-Obtener o proteger...-El niño repitió ambas palabras ya que llamaron su atención.

-Normalmente el ser un héroe parte desde ese punto. El querer obtener cosas tangibles o intangibles. Llámese dinero, fama, chicas, reconocimiento. También está el proteger. Sea amigos, familia, seres cercanos a los que estamos apegados. Por lo que quisiera saber cuál es tu caso. No me burlaré ni nada por ese estilo. Confía en mi-Bell le extendió la mano para que cerraran el trato y mantuvieran la confidencialidad del asunto.

Rye se sonrojó aunque aceptó, estrechando la mano y confiando en la palabra del peliblanco.

-Y-Yo... Amm... D-De cierto modo son las dos-Confesó, siendo prácticamente un tomate humano por el color rojo que adoptaba su piel.

-Hummm-Bell se acercó a él, quien se mantenía cabizbajo y apretando sus ropas.

-Se trata de Fina ¿O me equivoco?-Dijo.

puff

Salió humo desde las orejas del humano.

-¡N-No es así! ¡Te equivocas!-Gritó, apenado.

-Entiendo. Fue incorrecta mi suposición. Sin embargo ¿Sabes? No tiene nada de malo que el motivo se trate de querer impresionar y proteger a una chica. Prácticamente ese era el objetivo que tenía en mente al llegar a Orario-Se sinceró el peliblanco.

-¿En serio?-La mirada de Rye recuperó el brillo.

-Sí. Ser el héroe del harem. Es el tipo de metas que mi abuelo me inculcó desde niño. Casi todas las historias que me contaba finalizaban igual-Sudor bajó por al frente de Bell al recordar cada noche en las que su abuelo le leía antes de dormir.

"Je... Traumas de la niñez" Se dijo a sí mismo.

-Pero tú ya tienes un harem, Bell-Nii-Comentó el castaño.

-Según mi abuelo deben ser más de 3 para que se le considere un harem como tal. A parte, ya no es lo que busco. Claro, estoy felizmente unido a Airmid y Shakti pero no fue la meta que tenía en mente. Ahora quiero cumplir las expectativas que cargo en la espalda y proteger a los inocentes. El punto al que quiero llegar es que no deberías hacer menos tu propio anhelo-Concluyó el peliblanco, revolviéndole el cabello a su "Discípulo".

-Quiero... Quiero hacer feliz a Fina. Mantener su sonrisa y que yo sea el responsable de que siempre la muestre... También cuidar a mi familia... Roux, Maria y el resto de quienes vivimos aquí-Esforzándose inhumanamente, comunicó su pensar.

"Nos parecemos más de lo que crees, Rye" Pensó Bell.

-Pues hagamos realidad ese anhelo. Te entrenaré, no obstante, tarde o temprano necesitarás falna. Buscaré a el dios idóneo en otro momento-Él se levantó y ayudó al infante para que igual lo hiciese. Seguido de ello le dio varias palmadas en la espalda.

-Demos inicio. Te prestaría a Kanshou o Bakuya pero el peso sería demasiado. Entrenemos usando esto-El muchacho partió dos ramas del árbol frutal que crecía en medio del patio.

-¡Ten!-Avisó, lanzando le palo de madera.

Rye lo atrapó.

-Ponte en postura de combate. La postura puede dictaminar el resultado de una batalla. Si estás repleto de aperturas te matarán o en el mejor de los casos te incapacitarán. Recomiendo cubrir el flanco de tu mano menos hábil y tener el pie que emplearás como centro de gravedad fijo al suelo. Tantea el terrero e intenta pisar en zonas sólidas. Tierra mojada o lodosa causaría que te resbales. Partes con depresiones podrían atorar tu pie e impedirte reaccionar. Debes asegurarte de que sea fijo y estable-Explicó el conejo. Es exactamente lo que mamá Alfia le dijo el primer día de entrenamiento en conjunto. Porque la primera lección consistió en tirarlo a una cueva repleto de goblins.

"Por lo menos sabrás lo de la postura antes de que recibas la paliza de tu vida. Agradéceme al final, Rye" Dijo mentalmente.

El niño hizo exactamente lo que le indicó su maestro.

-Levanta los brazos por encima de la cintura. Flexiona el codo para que antebrazo y mano sean los que se eleven. En caso de que te golpeen al costado podrás bajar el codo y amortiguarlo. Además, reaccionarás para contraatacar-Comentó Bell, mostrándole el ejemplo.

-¿Así, Bell-Nii?-Preguntó Rye.

-Perfecto, ahora atacaré. No te preocupes, regularé mi fuerza. Trata de bloquear y si se presenta la oportunidad, golpéame-Avisó el peliblanco.

-¡Hai!-Asintió el castaño, apretando la rama lo suficientemente fuerte para evitar que se rompa.

Bell caminó lentamente hacia él. Rye veía a detalle cada movimiento. Si parpadeaba existía la posibilidad de ser golpeado.

-Regla número 1. Fíjate en las extremidades. No en el torso del contrincante-Alertó Bell y...

-¿Uh?-El aprendiz sintió que su frente era tocada.

La punta del "Arma" que Bell sostenía presionaba dicho sitio.

-Te concentraste demasiado en ubicar dónde estaba que te perdiste las señales que mi lenguaje corporal daba antes de cambiar de posición-Retroalimentó.

-Eres increíble, Bell-Nii-La admiración rebosaba de aquellas palabras.

-Cambiemos los roles. Ahora tú serás quien ataque-Sugirió el muchacho.

Volvieron a sus puestos y el sensei permaneció de pie en guardia.

Rye avanzó. Recaudó valor y mantuvo la calma.

"Lo lograré..." Se dijo a sí mismo.

Pasó tras paso tanteaba el terrero al arrastrar superficialmente la punta del pie derecho.

Levantó ambos brazos como le explicaron. El palo de madera yacía fijo en las manos. No se presentó temblor o nerviosismo.

"Está decidido. Aprendió muy rápido lo básico" Bell alabó el conocimiento que su estudiante absorbió en el corto período entre aprendizaje y práctica.

De pronto Rye desapareció.

"¡Veloz!" Comentó.

*¡PAM!*

El ataque fue bloqueado.

*¡PAM!*

El castaño repitió la dosis. Bell desvió la fuerza.

*¡PAM!*

Girando sobre su propio eje. El niño recuperó la posición.

-Me dejas sin palabras-El halago fue ignorado por Rye. Cada gramo de atención se centraba en luchar.

Claro que Bell desvió los estoques fácilmente pero es debido a que se ha acostumbrado a luchar a altas velocidades aunado a los constantes enemigos emergentes del calabozo. Los sentidos altamente refinados se mantenían a pesar de disminuir la fuerza.

La respiración de Rye se agitaba. El cansancio fue más mental que físico.

-Vamos. Finaliza lo que empezaste. Te espero aquí-Bell levantó los humos, avivando la llama del castaño.

-¡AHHHHH!-Gritó, corriendo hacia él y posando al lado derecho el arma.

-¡Ese es el espíritu!-El joven alzó la voz.

*¡PAM!*

*¡PAM!*

*¡PAM!*

Tres impactos bloqueados fueron recibidos por el arma del sensei.

*¡PAM!*

*¡PAM!*

*¡PAM!*

Se limitó a evitar y desviar ataques. No tenía la intención de devolverlos.

*¡PAM!*

*¡PAM!*

El sudor bajaba por la frente de Rye. Se esforzaba al máximo.

Para él, habían sido horas constantes de asedio, sin embargo, nada más alejado de la realidad. Apenas transcurrió media hora de la cual 20 minutos fueron empleados en explicaciones.

*¡PAM!*

*¡PAM!*

*¡PAM!*

"Un golpe. Solo quiero eso" El objetivo del jovencito era ese. La ambición se limitó a él. Era ilógico buscar derrotarlo.

*¡PAM!*

*¡PAM!*

*¡PAM!*

*¡PAM!*

Aumentaba el ritmo y atacaba desde diferentes posiciones.

*¡PAM!*

*¡CRACK!*

Escuchó el crujido de las ramas. Su "Espada" se agrietaba.

"Si la mía está así por atacar, la suya debe estar peor al defender. Si me concentro en un punto concreto se romperá, dándome la oportunidad que esperaba" El cerebro de Rye carburó, planeando los siguientes movimientos.

"Ideó un plan" Bell lo notó.

-¡AHHHHHH!-Rye arribó a la ofensiva.

*¡PAM!*

*¡PAM!*

*¡PAM!*

*¡PAM!*

*¡PAM!*

En sonido seco de la madera chocaba. Las manos vibraban y cayos se formaban en ellas.

*¡PAM!*

*¡PAM!*

*¡PAM!*

A pesar de lo anterior no mostraba ni pizca de titubeo.

*¡PAM!*

*¡PAM!*

Los ojos de Rye se fijaron en la parte media de la rama que empuñaba Bell. Esta se movía irregularmente. Estaba apunto de romperse.

"¿Cuántos se requieren?" Se presentó la duda.

*¡PAM!*

*¡CRACK!*

El ruido alcanzó los oídos del sensei.

"Es lo que intentaba. Se dio cuenta antes que yo" Todo cobraba sentido.

-¡ESTE SERÁ EL ÚLTIMO!-El espíritu rebosante de decisión impulsó los actos del niño.

Antes de que diera el tajo, algo lo hizo perder el control.

*¡Flap!*

El pie delantero se deslizó adelante.

Pisó un charco de lodo.

Bell bajó la cabeza. El rango de ataque ahora era bajo.

"Aprovecha el imprevisto. Transfórmalo en ventaja. Nada le gana al elemento sorpresa" Ese pensamiento provino de Rye.

Su pierna se estiró de más. Sentía los músculos de la misma tensarse al máximo.

Alzó las manos y apuntó al pecho del peliblanco.

O... Al menso esa era la intención.

*¡SKRACH!*

-¿Eh?-Ambas pusieron cara de póker.

*¡PAM!*

*¡CRACK!*

Bell bloqueó el tajo, rompiendo la rama del castaño.

-Este ruido fue del palo. ¿Y el de antes?-Se cuestionó el conejo.

-M-Mi pantalón...-Susurró Rye, poniéndose de pie y tapando el hueco en la tela de su prenda inferior.

-P-Permiso para irme a cambiar-Pidió.

-C-Concedido-Bell lo permitió.

Rojo de cara y orejas, el infante regresó a la habitación compartida.

El muchacho aguantó la risa aunque inconscientemente se fijó en aquel charco.

-Lo bloqueé. No obstante... Ignoró ese accidente y se aventajó de él. Su potencial es tremendo-Opinó.

Horas después.

Bell y Rye caminaban por las calles de Orario. El anochecer se acercaba. Aquel entrenamiento se prolongó por 9 horas.

-Me duele todo...-Se quejaba el niño.

-¿Puedes alzar los brazos?-Preguntó el muchacho.

-No...-La mirada vacía reflejaba el grado de cansancio.

-M-Me excedí. Ahora entiendo lo que pensaba mi madrastra. Tal vez me convierta en ella-Bell se rascó la nuca.

-No te preocupes, Bell-Nii. Es el precio a pagar si quiero convertirme en un héroe-La voluntad no hizo otra cosa más que fortalecerse.

El "Hermano mayor" sonrió y le revolvió el cabello.

-Vamos a "La señora de la abundancia". Te mereces comer hasta satisfacerte. Así que hazlo, yo pago-Dijo el peliblanco. Quería recompensarlo.

-Pero siempre pagas tú. ¿Qué diferencia habría?-Cuestionó Rye.

-Buen punto-Concordaron.

Llegaron al establecimiento. A esta hora era raro que los aventureros llenaran los asientos. Normalmente ocurría a media noche o cerca de esta.

El par cruzó la puerta.

-Buena tarde-Saludaron, despertando la mirada de las camareras.

-¿Cranel-San?-La primera en nombrarlo fue Ryuu.

-¿Bell-Nya?-Anya le siguió.

-¡Bell!-Syr continuó.

-¡Hola chicas!. ¿Cómo están?. Esperen ¿Dónde están Lunoire y Chloe...?-Antes de decir el nombre de la segunda sintió que peligraba su trasero.

-Más cerca-nya de lo que crees-nya-Le dijeron al oído.

"¡Jutsu de sustitución!" Bell cambió de posición rápidamente antes de que lo manoseara como fruta de Mercado.

-¿Are?-La chica gato sintió las redondas pompas de alguien.

-Fiuuuuu. Estuvo cerca-El peliblanco limpio el sudor de su frente.

-¿Nya? Son suavecitas-Opinó Chloe.

-B-Bell-Nii. ¿Por qué ella me toca el trasero?-Rye, apenado, preguntó.

-Un alma por otra alma-Respondió Bell.

-¡Ja! ¡Pues te-nya salió mal-nya!. ¡También me gustan-nya las nalgas-nya de este niños-nya!-El rostro que la pelinegra puso perturbó a propios y extraños.

-¡DEJA ESE RETORCIDO FETICHE, NIÑA IDIOTA!-Mama Mia golpeó a Chloe en la cabeza.

-¡Gah!-Salió de ella.

-Todavía sigo enojada por lo de días atrás. No aumentes más penitencias a tu lista-La enana se enrolló las mangas.

Rye corrió y se escondió detrás del peliblanco.

-Da miedo-Dijo.

-Sí. También a mi-Estuvieron de acuerdo.

"Esperen..." Dijo en el subconsciente.

-Mama Mia. ¿A qué se refiere con lo de "Días atrás"?-Externó su duda.

-C-Cranel-San. Es mala idea...-Ryuu quiso advertirle. Demasiado tarde.

-Estás niñas son las culpables de que no abriéramos todo un día. Desaparecieron al ir de compras. Ya sufrieron su escarmiento-Explicó la enana.

Bell sintió un escalofrío.

"Oh... Demonios..." Sabía perfectamente a qué se debió.

-Parece que sabes la razón-La fría mirada de la jefa penetró en lo profundo del alma de Bell (No literalmente).

-Emmm. N-No. E-Eto...-Mentir estaba fuera de discusión.

*¡PAM!*

*¡PAM!*

Los pesados pasos de Mia se acercaban a él.

Bell se sentía diminuto. Quería llorar.

-¿Me obligarás a preguntar de nuevo?-Amenazó.

-¡FUE POR CULPA MÍA!. ¡NOS ENCONTRAMOS EN LA BIBLIOTECA Y LES HABLÉ SOBRE CUENTOS DE HÉROES SIN MEDIR EL TIEMPO!. ¡PERDÓN!. ¡PERDÓN!. ¡PERDÓN!-Hizo un dogeza casi enterrando la frente al piso.

Ryuu y Anya estrellaron la palma en sus frentes. Chloe hubiese hecho lo mismo de estar consciente.

-Fue un-nya gusto conocerte-nya-Anya lo miraba condescendientemente.

-Tanto que nos esforzamos para ocultarlo-La elfo negaba, decepcionada.

-¿Tuvieron una cita con Bell?. ¿Por qué me acabo de enterar?-Syr les habló de forma aterradora. Ceño y cejas se arrugaron en perfecta coordinación.

"Ugh... Rayos" Ryuu vio para otro lado con tal de desprenderse de responsabilidad y deshacerse de la peliplateada. Esperanzada de que se le olvide.

-¿Sabes lo que pasará?-La jefa le cuestionó.

-¡Haré lo que sea!. Ellas recibieron el castigo sin merecerlo. Sería injusto quedar impune-El peliblanco no cambió de posición.

-Syr-Nee. ¿Por qué da tanto miedo?-Rye jaló ligeramente el delantal de la humana.

-Hay fuerzas en este mundo que no deben despertarse. La furia de Mía es una de ellas-Explicó la peliplateada.

-Hiciste que perdiera dinero. Por lo que es tu responsabilidad devolvérmelo-Expresó la enana.

-¿Eh?. S-Sí. ¿Cuánto sería?-Bell sacó su bolsa de monedas.

-Aproximadamente... Una jornada laboral-Contestó.

-¿Perdón?-El joven no entendió.

Gritos, lloros y jaloneos después.

-Mama Mia. ¿Qué le hizo?-La peliverde quiso saber el destino que sufrió aquel humano.

-¿Hmm?. Venía atrás de mi. ¡VEN AHORA!-Ordenó.

-¡NO LO HARÉ!-Respondió Bell.

-¡SI ME OBLIGAR A IR POR TI LO LAMENTARÁS!-Amenazó.

-¡YA LO LAMENTO!-Le contestaron.

*¡PAAAAAAAM!*

Pisó fuertemente, provocando que la estructura del bar temblara.

Los pasos se escucharon seguido de eso.

Syr, Anya, Ryuu y Chloe miraban fijamente.

Y, desde las escaleras apareció...

Quedaron boquiabiertas.

-¡¿POR QUÉ DEBO USAR UN TRAJE DE MAID?!-Se quejó.

-Porque sólo tengo camareras. ¿Qué esperabas?. Era lo único que conseguí-Contestó Mia.

"S-Siento que tendré una hemorragia nasal" El pensar colectivo se centró en ello.

-Voy a tener pensamientos sexuales sobre eso-Susurró Syr, apuntándolo.

-B-Bell-Nii, no te preocupes. Siempre serás mi héroe y ejemplo a seguir. No importa lo deplorable de tu imagen en este momento-Rye quiso levantarle los ánimos.

-No me ayudes, por favor-Dijo Bell cabizbajo y entre lágrimas.

-¡De acuerdo! ¡La hora pico dará inicio y las necesito listas!-Avisó la enana.

-Esfuérzate... ¿Bell?. ¿Bella?. Lo que sea-Dejó de buscarle nombre.

"¡MI ABUELO DECÍA QUE LAS MAID ERAN UN REGALO DE LOS DIOSES PERO ESTO ES RIDÍCULO!".

Al local entró una pareja de adultos que lucían preocupados seguidos de incontables aventureros a espera de su turno.

La noche será larga.

¿Qué le esperará a "Bella"?.

Una humillación más tarde...

-¡Eres increíble!. Despertaste el amor de todos los hombres que nos visitaron-Syr quiso alabar a Bell pero sin éxito.

-N-No me causa gracia-Comentó el peliblanco.

-Sí-nya. Ese hombre-nya casi te toca el trasero-nya. Si lo hubiese hecho-nya lo mataba-nya-Celos se notaron en Chloe.

-¡NO ME LO RECUERDES!-Pidió.

Flashback.

-Oigan. ¿Ya vieron a la nueva?. Es hermosa-Comentó el aventurero random número 1.

-¡Oye! ¡Hip! ¡Te ves...! ¡Hip! ¡Como una hermosa...! ¡Hip! ¡Conejita! ¡Hip!-Dijo el aventurero random número 2.

"Ignóralos Bell. Ignóralos" Se aconsejó el conejo, yendo a recoger la comida de la barra.

-¡Conejita! ¡Enséñame ese rabo!-Aventurero random numero 3 quiso agarrarle el trasero hasta que...

*¡PLAZ!*

-Este trasero-nya es mío-nya-La chica gato pelinegra golpeó la mano del hombre. La furia que reflejaba era mayúscula. Asustándolo.

Fin del flashback.

-Como agradecimiento-nya deberías dejarme agarrarlo-nya-Pidió Chloe.

"No sé quién era peor. Él o ella" La perversión de la gata no era diferente al del borracho.

-Deja de lloriquear. Terminamos. El niño se durmió, tendrás que cargarlo hasta el orfanato-Aviso Mia.

Ryuu se dirigía a atender a los últimos clientes hasta que la mujer gritó.

-¡¿ACABAS DE DECIR QUE VENDISTE A ANNA?!-

Camareras y Bell voltearon.

-N-No la vendí. Me la quitaron-Respondió el esposo.

-¡Es lo mismo!. ¡Por eso te dije que dejarás de apostar, idiota!-La esposa reclamó enojada.

El hombre agachó la cabeza.

Ryuu quiso hablar pero no se animó.

"Es ajeno a mi. Es irrisorio que me atreva a considerarlo injusto cuando mi mismo concepto de justicia se perdió. He dejado de hacer eso... Ayudar a desconocidos sin esperar nada a cambio" El ánimo decayó en ella... No obstante, existía cierto conejo entrometido que no se quedaría callado.

-Disculpen...-Bell les llamó la atención.

-¿Uh?-Ambos lo vieron.

-Escuché algo grave. ¿Le importaría decirme?. Quisiera ayudar-Dijo.

Se miraron el uno al otro y asintieron.

-Verás...-Habló la mujer.

Resulta que estaban casados y trabajaban en una compañía manufacturera de piedras mágicas y una tienda respectivamente. Sin embargo, debido al hábito apostador del marido, perdieron su hogar e hija.

El marido relató que varios aventureros lo amenazaron para que continuara. A pesar de que quería retirarse.

Hasta que dijeron "Si apuestas a tu hija te daremos otra oportunidad".

-Ese método... ¿Puedo preguntar sobre su hija?-Ryuu intervino.

-Anna era mi orgullo y bendición. Pude ser un poco tímida pero es buena chica. Amable y hermosa. También gozaba de alta popularidad por aquí. Hasta dioses se le proponían-Explicó la madre.

-Si era popular significa que le echaron el ojo y esto fue premeditado-Concluyó Bell.

-¿Por qué no piden ayuda al gremio o a la familia Ganesha?-Interrogó Syr.

-Casos como estos son frecuentes en Orario. Dudo que si quiera le den la importancia requerida-La tristeza se transmitía por las palabras.

-Tal vez pueda encargarme de eso-Bell se sonrojó y rascó su nuca. Las ventajas de ser novio de la capitana de la familia Ganesha estaban ahí.

-¿E-En serio?-Los ojos del matrimonio se iluminaron.

-Jamás jugaría con un asunto tan delicado como ese. Haré lo que esté en mis manos-Comentó.

-Cranel-San...-La elfo se sorprendió/conmovió por la bondad del peliblanco.

-Tú también quieres ayudarlos ¿Verdad?. Pues no te dejaré sola, rescatemos a esa chica y traigámosle justicia a estas pobres personas-Dijo Bell hacia al peliverde, sonriéndole.

El corazón de Ryuu sufrió un sobresalto.

"¿T-Traerles justicia?" Repitió mentalmente.

"-¡Lyon!. No deberías sobrepensar las cosas difíciles. Hay situaciones en las cuales tus propios presentimientos y sentidos bastan para que pongamos manos a la obra-" La voz animada de una mujer pelirroja resonó dentro suyo.

-Fufufu. Usted siempre metiéndose en problemas, Cranel-San-Comentó.

"Igual que yo".


-¿Nya?. ¿Qué pasa-nya?. Esos dos brillan-nya-Anya opinó.

Syr y Chloe inflaron sus mejillas debido a los celos.

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En el orfanato.

La puerta del lugar fue golpeada a esas altas horas de la noche. Se presentó un visitante inesperado.

La hermana María se levantó y caminó a la entrada.

-¿Diga?-Abrió la puerta.

-Buenas noches. Disculpe la hora pero traigo una carta para Bell Cranel. Me enteré de que vive aquí.

-Sí. Pero salió hace horas y no ha regresado. Se la daré cuando lo vea-María tomó el sobre.

-Muchas gracias. Dígale que el remitente comentó que si necesita algo se lo pida con confianza. Es todo por mi parte, adiós-Se despidió el hombre de cabello naranja y sombrero.

La cuidadora del orfanato asintió y cerró la puerta.

-Veamos qué es eso que encontraste en Melen, Zeus-Dijo Hermes al cielo, recordando a su amigo.

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¡COMUNICADO!

Posiblemente me tomé tiempo para escribir los capítulos de los fic y esto es debido a que quiero concentrar más atención a mi novela web. No digo que entrarán en hiatus los fic. Me refiero a que ya no los actualizaré semanal (Probablemente lo haré cada dos semanas). Esto es debido a que abandoné casi 5 meses la novela y deseo retomarla. Además, me sirve para replantear arcos y capítulos. Por lo que me ayudaría a evitar el sobrecargo.

En fin, espero que lo entiendan y evitemos problemas futuros. Tengan lindo día lectores.

PD: Si no se han leído la novela, pueden encontrarla en mi perfil. Se llama "Objetivo frustrado por un amor inesperado". Espero que le den una checada y les guste tanto como yo disfruto el escribirla.

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Bueno, hasta aquí el capítulo de hoy, espero que sea de su agrado y dejen su apoyo como ya es costumbre.

En fin, déjenme sus opiniones.

¿Cómo estuvo el capítulo? ¿Sí les gustó?

Buzón de sugerencias/opiniones/comentarios.

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¡Si gustan leer una novela original escrita por mi, pueden leer la que recién acabo de publicar!

"Objetivo frustrado por un amor inesperado"

Acompáñanos en al historia de Akiro Itō para cumplir su tan anhelado deseo... ¡Vengarse de quien rompió su corazón!.

Aquí les dejo el link para que vayan a leerla o pueden encontrarla en mi perfil. Hasta ahora llevo el prólogo y el primer capítulo del primer volumen.

https://www.wattpad.com/story/295436264?utm_source=ios&utm_medium=link&utm_content=share_writing&wp_page=create_story_details&wp_uname=Aetd556&wp_originator=Updq6%2FIi6BWjWjl9fWmdgFplAGHQxmBh9KtLNUzCXq8Z1hhr2ZdP3Q0Mc6DsZaDAgH2X2xNZeBY6nbXJbf8D2cMC4S4qhJJgbh4mVRLtfVTiVXNZCVonFivgF0HRk7Om

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Si desean leer más de mis fic pueden entrar a mi perfil y ahí encontrarán desde...

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Un One Shot en el que se nos relata lo que hubiera sucedido si Bell era cuidado por Alfia, Zald y Zeus ¿Será un futuro feliz? ¿Bell se convertirá en el último héroe como se lo prometió a su madre? ¡Averigüémoslo!
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Otro One Shot sobre una bella historia de amor entre una diosa y un mortal, que toma como punto de partida la película de "Danmachi: la flecha de Orión". Veamos la aventura en la que se embarca nuestro carismático protagonista después de haber perdido a esa diosa que tocó su corazón en muy poco tiempo, de la cual, se tuvo que despedir prematuramente.
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La hermosa Lefiya nos acompañará en este One Shot junto al conejo en una aventura que tendrá de todo. Amor, drama, todo lo que engloba a esta pareja tan dispareja.
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La historia de amor entra una hermosa hada y un conejo con dudas nacientes en su corazón tras un suceso inesperado.
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Un fic con un cuarteto amoroso muy raro, BellxTionaxFreyaxHelun.
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Una hermosa historia de amor entre una asesora y el aventurero a su cargo, BellxEina.
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¡Una aventura sin Falna nos espera a nosotros y a nuestro protagonista!.
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Y mi primer y ya finalizado Fic, que va de la pareja de BellxSyr o Freya, el cual parte desde el rechazo de esta misma en el volumen 16 de la novela original, aunque claro... en este fic sabremos lo que hubiera pasado si Bell no la rechazaba, como el título indica.
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Sin más que agregar, yo me despido, espero que se echen una pasada a mi perfil y les agraden las demás historias en caso de no haberlas leído, eso es todo, hasta la próxima mis lectores.

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