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Capítulo 12.

-¡Corre!-Gritó Bell a Lefiya mientras la jalaba del brazo para sumergirse al profundo y espeso bosque por el cual habían llegado al risco.

-¡E-Espera! ¡Las violas!-Alertó la elfo cuando de lo profundo del suelo, justo a escasos centímetros de ellos, grandes monstruos con aspecto vegetal emergieron en cantidades altas.

*¡CRACK!*

*¡CRACK!*

*¡CRACK!*

El piso se iba quebrando, disparando rocas de diferentes tamaños hacia varias direcciones.

Esas cosas eran verdaderamente gigantescas.

Las bestias soltaron un ruido aterrador tan pronto se toparon con dos presas a las cuales atacar, dicho rugido heló la sangre de ambos aventureros.

-Lefiya... ¿Qué nivel tienen esos monstruos?-Preguntó Bell, empuñando su espada con la mano temblando y con la otra sujetando a la pelinaranja.

-Debes ser nivel 4 para poderles hacer cara... no... incluso un nivel 4 tendría problemas si no estuviese preparado-Reveló la chica. Esa era la respuesta que el peliblanco temía.

"No puedo pelear... la batalla contra el señor Gareth fue una cosa pero esta es otra completamente diferente... a cualquier error podría morir..." Pensó mientras tragaba saliva e intentaba considerar todas las posibles y finales que pudiesen surgir con una decisión de parte suya.

No solo su vida dependía del camino que tomara. También la de Lefiya.

Miró su mano y ésta seguía temblando.

Él y Lefiya daban pasos atrás, acortando la distancia entre las violas y ellos.

-Escucha... Dudo poder luchar con esas cosas y derrotarlas. Es por eso que necesitaré tu ayuda-Dijo Bell sin apartar la vista de sus contrincantes.

-¿Mi ayuda...? P-Pero...-La elfo no lucía muy segura.

-Yo los detendré, los empujaré lo más lejano de ti. Tú debes acabar con ellos empleando tu magia. Te daré tiempo-Explicó el peliblanco.

-No sé si sea suficiente...-Ella no tenía confianza en sí misma, se notaba con las expresiones, lenguaje corporal y su decaimiento cada vez que el chico posaba esperanza en ella.

-Puedes hacerlo... "Mil elfos"-La nombró con el apodo dado por los dioses, dándole un par de simples pero muy importantes palabras.

-Puedo hacerlo...-Susurró.

-Y... ¡Ahora!-Gritó Bell y en una fracción de segundo la soltó y le dio un ligero empujón hacia atrás, alejándola de él.

Sus pies se enterraron en el suelo, impulsándose con cada fibra muscular de sus piernas para no darles el tiempo de reaccionar a las violas.

*¡PUM!*

Un fuerte golpe fue dado al costado del monstruo que tenía de frente.

*¡PUM!*

*¡PUM!*

*¡PUM!*

El joven se movía rápidamente, al mismo ritmo que en su pelea contra el enano de la familia Loki.

Los monstruos atacaban en distintas direcciones y él simplemente esquivaba con exactitud cada golpe. De no ser así, muy probablemente lo mandarían a volar y todo el plan se iría al caño.

*¡SLASH!*

*¡SLASH!*

*¡SLASH!*

*¡SLASH!*

Cada tajo que daba estaba imbuida la máxima fuerza que conseguía recaudar en sus brazos.

Las violas retrocedían pero no tenían ningún corte o herida aparente.

Las suposiciones de Bell eran correctas. No contaba con el poder suficiente para cortarlas o siquiera causarles otra cosa que no fuese retrasarlas.

"Si puedo ese usar argonauta esto probablemente acabaría en un santiamén pero..." En la mente del muchacho se proyectó un recuerdo respecto a la plática que tuvo con Finn, Riveria y Gareth.

"El calabozo es un cuerpo y si detecta peligros lanzará a su sistema de defensa... actualmente hay un Goliath irregular y decenas de monstruos. Yo no he movido ni un dedo. Debe ser algo más que despertó el terror del calabozo... o alguien. Sin embargo, si también uso mi habilidad... ¿Surgirán monstruos...?" Esa duda lo carcomía y le impedía pensar con claridad.

*¡GRRRRRRRRR!*

-¡DEMONIOS!-Gritó al darse cuenta que una viola casi le perfora el hombro.

*¡SLASH!*

Antes de que se acercara lo suficiente, mediante un tajo ascendente, desvió la trayectoria de la raíz y saltó a un costado.

*¡SLASH!*

*¡PUM!*

"Dependo de Lefiya... vamos... tú puedes..." Desechó cualquier otra idea que no tuviese que ver con la lucha.

Por su lado, la elfo, sostenía su bastón, sus manos temblaban y su corazón latía con intensidad.

Ella tenía miedo.

Miedo de arruinarlo y que aquel chico muera.

"Yo... no arreglaré nada si me quedo aquí quieta...".

Intentaba convencerse.

Abría su boca lentamente, tratando de recitar su cántico.

Las palabras no salían.

Lefiya sabía exactamente y de memoria qué decir y en qué orden hacerlo, no obstante... su voz no comunicaba lo que su mente expresaba.

*¡SLASH!*

*¡PAM!*

-¡AHHHHH!-Un quejido de dolor la sacó de su transe.

Bell cayó de espaldas a unos metros cerca de sus pies.

-¡Bell¡-Ella lo nombró con preocupación.

-¡Estoy bien! ¡Haz tu parte! ¡Confío en ti!-Le respondió con la respiración agitada y poniéndose de pie como si no le hubiese dolido el golpe.

*¡SLASH!*

*¡SLASH!*

-No puede cortarlos... se supone que venció a un minotauro irregular... ¿Por qué no acaba con ellas?-Notó que su compañero estaba en un serio aprieto.

-No... no es culpa suya... no es responsabilidad suya... yo soy nivel 4... él no tiene falna... yo debería ser quien se arme de valor...-Frunció le ceño al mismo tiempo que cierto enojo surgía dentro de sí.

No era producido por Bell... si no por sí misma y su ineptitud.

Se queja de ser débil... aunque no lucha por callar las bocas que la critican.

Se jacta de ser superior a aquel muchacho que recién conoció solamente por tener un nivel superior al de él... pero quien se mantenía de pie enfrentando a los monstruos era Bell.

Cerró sus ojos y sostuvo firmemente su bastón.

-Orgullosos guerreros, arqueros del bosque-

Las palabras fluían al ritmo que le marcaba su mente.

-Tomen sus arcos contra los saqueadores que nos invaden-

Un aura y círculo mágico la rodeó, levantando su cabello y ondeandolo como si de una bandera se tratase.

-Responde al llamado de tus hermanos y prepara tus flechas-

Brillo color rojo la cubrió por completo.

*¡SLASH!*

Bell se apartó del ataque de la viola, el cual rosó su pecho, cortando su camisa y dejando un hilo de sangre escurriendo por el mismo.

-No fue una herida profunda... ¡PUEDO CONTINUAR!-Se lanzó nuevamente al ataque frontal, la misma constante desde que el enfrentamiento dio inicio.

*¡SLASH!*

*¡SLASH!*

Un sonido semejante al de las llamas ardiendo con intensidad despertó su atención y con el rabillo del ojo se percató de dónde se originaba.

"Eres increíble Lefiya..." Sin tiempo para admirarla, continuó con lo suyo

-Tíñelos con la llama, luces del bosque-

El cántico se aproximaba a finalizar.

-Libérenlas, las flechas de fuego de las hadas-

El brillo que la rodeaba se almacenó en la punta del bastón.

-Cayendo como lluvia, quema a los salvajes...-

Abrió sus ojos de repente y esto le dio la señal que Bell necesitaba.

-¡Todo tuyo!-Le comunicó mientras saltaba hacia atrás y de espaldas, elevándose varios metros en el aire.

En una fracción de segundo... todo se detuvo...

El mundo se movía a un ritmo extremadamente lento para la elfo.

Sentía el poder recorriendo por su cuerpo y almacenándose en el bastón.

Nunca se había sentido tan segura de lanzar un ataque...

"Gracias Bell..." Agradeció.

Inhaló aire hasta llenar sus pulmones en su totalidad, preparándose para acabar con los monstruos.

Abrió su boca...

Y...

-¡FUSILLADE FALLARICA!-Gritó de tal forma que sentía sus cuerdas vocales tensarse.

Un mar de llamas provino de su bastón, dirigiéndose a las bestias vegetal quienes quedaron inertes.

Como si de un misil se tratase, tan pronto la magia entró en contacto con un objeto sólido... explotó.

*¡BOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOM!*

De raíz a tallo y flor, las violas se incendiaron al salir volando por los aires mientras se convertían en cenizas.

Bell cayó de pie al costado de Lefiya.

-Lo logré...-Dijo la pelinaranja sin poder creerlo.

-¡Eres increíble! ¡De un solo golpe acabaste con todos!-Bell la alabó con brillos en sus ojos y completamente extasiado.

La elfo lo abrazó sin importarle nada.

-¿Eh?-Bell se quedó estático al sentir el rostro de Lefiya enterrándose en su pecho y sus brazos envolviéndolo por completo.

-¡Lo logré! ¡Lo logré! ¡Gracias! ¡Gracias! Fui de utilidad...-La chica lloraba de felicidad.

Eso era lo que necesitaba... alguien que confiara en ella... alguien quien la adulara cuando hacía las cosas bien y no solo remarcara sus errores.

-Nunca nadie había creído en mi...-Susurró.

El peliblanco acarició el cabello de la chica.

-Lo más importante es siempre creer en uno mismo... pero una pequeña ayuda de los demás es una gran bendición-Le dijo de forma cálida, intentando reconfortarla.

Un lindo momento en el que ambos se acercaron al otro, sin embargo... no se percataron de un pequeño detalle.

*¡CRACK!*

El risco donde yacían se agrietaba.

La estructura se debilitó por el ataque mágico... no, por el surgimiento de las violas exactamente en el punto de separación de dicho sitio con el resto de la montaña.

-¡LEFIYA AGÁRRATE FUERTE!-Dijo Bell mientras sus piernas se hundían.

La chica abrió sus ojos de repente y sintió que flotaba...

Estaba cayendo desde una gran altura.

Su antes serena actitud se perdió por el miedo emergente de los adentros de su ser.

*¡PLAF!*

Su mano fue agarrada con fuerza.

-Bell...-Con los ojos llorosos, vio al chico quien la sostenía.

La otra mando del peliblanco se enterraba en la roca.

-¡UGHHHHHH!-Se quejó Bell al sentir la sangre en sus dedos.

Sus uñas se enterraban profundamente y derramaban dicho liquido rojo... pero eso era lo único que los separaba de la caída.

-¡Sujétate!-Le ordenó con fiereza. El esfuerzo sobrehumano que empleaba con tal de no caer causaba un dolor en las articulaciones y músculos de sus extremidades superiores.

Poco a poco levantó el cuerpo de la pelinaranja, su objetivo era claro, quería que ella regresara a la montaña.

-¡UghhhhhhAHHHHHHHHH!-En un rápido movimiento la elevó por los aires.

-¡Fueeeeeh!-Lefiya agitó sus manos un tanto asustada y...

*pam*

Se hallaba a salvo.

-¡Dame tu mano Bell!-Ni corta ni perezosa se acercó al chico e intentó ayudarlo a subir.

Él pretendió tomarla pero su agarre se perdió.

*¡SCRASHHH!*

La mano enterrada en las rocas que le impedían caer se deslizó algunos centímetros más abajo.

-¡Bell!-Lefiya se acercó al precipicio.

-¡Lefiya! ¡Ve por ayuda! ¡La situación está lejos de terminar! ¡Necesitan tu ayuda!-Gritó Bell desde su posición.

-¡P-Pero...!-Ella no quería abandonarlo.

-¡YO NO IMPORTO AHORA MISMO! ¡VE CON ELLOS! ¡DILES QUE ALGUIEN PROVOCÓ QUE EL GOLIATH NEGRO Y ESAS VIOLAS ESTÉN AQUÍ! ¡RÁPIDO!-Le ordenó, sin darle tiempo de expresar su inconformidad.

-Si muere aquí... tu esfuerzo habrá sido en vano...-Agregó.

-¡Prométeme que estarás bien!-Pidió con lágrimas en sus ojos.

*¡SCRASHHH!*

-¡LO PROMETO!-Gritó mientras caía desde dicha altura.

-¡BELL! ¡BELL!-Desesperación quedaba corto si lo comparábamos con el sentir de la elfo al verlo en caída libre. Pero... ¿Qué podía hacer? ¿Lanzarse? ¿Morir también? Eso es algo que él no querría.

-Tengo que ir con Finn... tengo que avisarles...-Se levantó rápidamente y corrió cuesta abajo hacia el campamento de su familia.

Por otra parte Bell se hallaba a escasos centímetros de romperse la cara contra el suelo.

"Por favor... que mi suposición sea correcta" Rogó, cerrando los ojos y apretando los dientes.

Sentía cómo las ramas y las hojas se quebraban con el paso de su cuerpo. Algunas rasgaban su piel y su ropa, otras cortaban su rostro o se enredaban en su cabello.

Algo le decía que no faltaba mucho para tocar el suelo... se preparó mentalmente y...

*¡SPLASHHHHH!*

El sonido de algo penetrando la capa superficial de un líquido fue lo primero en llegar a sus oídos y de pronto estos se vieron inundados por el agua.

Efectivamente... esa suerte es una maldita perra.

Un lago oculto entre una infinidad de árboles. De todos los sitios en el que este mismo podía hallarse, justamente estuvo donde él cayó.

Sin embargo... eso no evitó que sufriera daño alguno.

*¡PUM!*

Al llegar a lo más profundo del agua, su cabeza golpeó con roca sólida.

Su vista se tiñó de rojo por la sangre que brotaba de su frente al combinarse con el líquido del lago.

Su cuerpo se sentía ligero y su mente se desvanecía.

Los párpados caían, cerrándole los ojos.

*Brrrr*

Soltó aire y este formó burbujas que subieron a la superficie del agua.

Y... se desmayó...

Del lado de Finn y los demás, unos minutos antes.

-¡TODOS A SUS PUESTOS! ¡RESCATEN A LA GENTE EN LA CIUDAD!-Una orden de movilización de tropas provino de un pequeño hombre con cabellera rubia.

-¡Finn! ¡Lefiya y Bell no aparecen en ninguna parte!-Avisó Alicia, miembro de la familia Loki.

-Demonios... ¿Dónde demonios se metieron?-Se quejó el Hobbit mientras fruncía el ceño.

-¡Las violas atacan! ¡Impidan que se acerquen al campamento! ¡Prácticamente esta es nuestra única defensa!-En esta ocasión la voz que resonó en la zona fue la de Gareth, el enano vice capitán de la familia antes mencionada.

*¡BOM!*

El piso tembló con intensidad, asemejándose a un terremoto de alto grado.

Finn salió de su carpa para observar de qué se trataba y lo vió.

-Debe ser una maldita broma...-Dijo con incredulidad.

Un monstruo gigantesco que conocía perfectamente yacía de pie en medio del bosque del piso 18.

El Goliath, solo que en esta ocasión lucía de un tamaño aún mayor a los anteriores y este era de un color negro azabache.

*¡BOM!*

*¡BOM!*

*¡BOM!*

Reiteradas explosiones destruían los alrededores del campamento.

Varios miembros de la familia Loki, al igual que de la familia Hefesto, Hermes y los de la familia Takemikazuchi eran sometidos con velocidad por la infestación de las bestias vegetal.

Los rodeaban a gran velocidad hasta que...

-¡TEMPESTAD! ¡ARIEL!-La voz de Aiz fue oída por Finn.

Y en un abrir y cerrar de ojos, todas las violas fueron despedazadas.

*¡SLASH!*

El corte del estoque de la "Princesa de la espada" fue tan fino, exacto y rápido al ser potenciado por su magia "Ariel".

Los monstruos se desvanecieron dejando humo tras de sí.

-¡Finn! ¡Esperamos tus indicaciones!-Riveria habló mientras congelaba al resto de los monstruos a los alrededores.

-¡Tenemos que acabar con el Goliath rápidamente! ¡Dejarlo a sus anchas causará aún más daño de los ya hechos!-El Hobbit tomó su lanza y corrió hacia la bestia.

Tras de él, tanto Aiz como Riveria lo siguieron.

Gareth los alcanzaría después.

-Tiona, Tione. Encárguense de los monstruos que le cierren el paso a esos tres. Algo me dice que el Goliath será un dolor de trasero y no tenerlos al 100 podría jugar un papel muy importante en esta operación-El enano les apuntó el camino al dúo de chicas.

-¡Así será!-Ellas asintieron si renegar a la instrucción. Se apresuraron a alcanzar a sus compañeros y cumplir su objetivo.

Dejando únicamente como defensa del campamento al vice capitán de la familia junto con el resto de aventureros de otras familias que no sobrepasaban el nivel 5.

-Niño. No sé por qué algo me dice que tú la haz de tener difícil donde sea que estés-Susurró.

*¡SLASH!*

Con un corte de su hacha acabó con un par de violas que lanzaron un líquido verde viscoso antes de fallecer.

-¡Señor Gareth! ¡Vaya con ellos! ¡Sobrevolé la zona y cerca del Goliath habían dos mujeres! ¡Ambas concuerdan con la descripción que me dio sobre el ataque a la refinería!-Asfi, quien volaba por los cielos gracias a sus botas, dio dicha noticia al enano.

-Maldita sea...-Chasqueó al lengua.

-Pero alguien debe...-Antes de decir la razón por la cual no podía ir, fue interrumpido.

-¡FUSILLADE FALLARICA!-

*¡BOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOM!*

Varias plantas explotaron en un mar de llamas.

-Lefiya...-Se sorprendió al ver sana y salva a la elfo.

-¡Bell me dijo que ellos están aquí por culpa de alguien! ¡No es una coincidencia! ¡Debe ser Evilus!-La pelinaranja corrió al campamento, posicionándose al costado de Gareth y dijo aquella información.

-Evilus... esas dos mujeres... el Goliath... el sistema de defensa...-Todo concordaba con lo intuido.

-Hay un Dios aquí...-Concluyó.

-¡Nosotros nos encargamos de este sitio! ¡Tú ve con ellos!-Lefiya, llena de confianza y decisión, no dejó lugar a dudas.

-¡JAJAJAJAJA! ¡Me siento orgulloso de ti!-Declaró el enano con total júbilo después de arrancar a correr lo más rápido posible

*¡GRRRRRRRRAHHHHHHHHHHHHHHH!*

El grito del goliath despertó la atención de los presentes.

-Asfi. ¿Podrías ir a los alrededores de aquella montaña?-Preguntó la elfo a la chica de cabello celeste.

-Sí puedo pero ¿Por qué? Necesitas toda la ayuda posible ahora mismo-Asfi no entendía qué motivaba dicho pedido.

-Es Bell... debe estar ahí-Ella no entró en detalles.

-Entendido-A paso veloz, la chica saltó y se elevó.

Como si de un ave se tratase, se dirigió a dicha ubicación.

Las violas rodearon a Lefiya, quien, contrario a su reacción habitual, no tenía ni una pizca de miedo.

Un círculo mágico la rodeó y apuntó su bastón a los monstruos.

Sonrió llena de decisión.

"Gracias... Bell...".

*¡BOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOM!*

Del lado de Finn, Riveria, Aiz y compañía.

Podemos observar corriendo a gran velocidad a una chica de cabello color dorado, una elfo, la cual comenzaba a recitar un cántico y a un par de Amazonas que cortaba cada viola que se cruzara en su camino.

-¡Aiz! ¡Usa tu magia! ¡Trata de acabar con ese monstruo lo más rápido posible!-Ordenó Finn un tanto más atrás de ellos tres aunque el mensaje fue recibido de buena manera por la princesa de la espada.

-¡TEMPESTAD! ¡ARIEL!-Dijo Aiz, invocando un viento color esmeralda alrededor suyo y de ese modo aumentando su velocidad y fuerza.

Cuando estuvo apunto de acercarse lo suficiente como para contactar a su objetivo, algo despertó su atención y reflejos, esquivando a duras penas el ataque hacia su dirección.

*¡BOOOOM!*

Una pequeña explosión se escuchó detrás de ella, cuando se fijó nuevamente, vio a una persona amenazadora.

Se trataba de una mujer con rostro serio y estoico, con cabello rojo color carmesí.

-¡ARIA! ¡TÚ PELEARÁS CONTRA MI!-Gritó aquel ¿Monstruo? Cada fibra del cuerpo de Aiz le decía que esa cosa no era humana.

El rostro de la aventurera de la familia se tensó cuando el nombre de su madre fue dicho.

-No te llevarás toda la diversión, Revis, yo también quiero luchar un poco-Agregó otra mujer de cabello rosado y corto.

-Tendrás tu oportunidad con cualquiera de los que vienen en camino, Valleta, pero Aria... Aria es mía-Dijo con una mirada aterradora quien al parecer se llama Revis.

-¡AIZ!-Gritaron Riveria, Gareth y Finn cuando por fin la alcanzaron.

-¡Ohhhh! ¡Me saqué la lotería! ¡3 aventureros de primera clase!-Celebró quien tenía el nombre Valleta.

Los ejecutivos de la familia Loki sabían que enfrente de ellos no había cualquier amenaza, era suficiente sentir su aura como para saberlo.

-¡BIEN ARIA, BAILEMOS JUNTOS HASTA TU MUERTE!-Gritó Revis, yendo a atacar a la princesa de la espada.

-¡TEMPESTAD! ¡AVENGER!-Dijo Aiz, cambiando el viento verde de su cuerpo por uno color azabache.

Riveria no se quedó atrás y lanzó uno de sus cánticos.

-Más otros-

-Responde al contrato, llama de la tierra-

-Sigue mi orden y quema la violencia-

-Más otros-

-¡FLARE BURN!-

Al finalizar, un mar de llamas se dirigió a la pelirosada pero... una barrera de tonalidades violetas se extendió alrededor de ellos.

-¡Buen intento! Sin embargo, tu estado se ve reducido en esa barrera, al igual que el de esa mocosa, tus llamas no son más que una pequeña brisa caliente recorriendo mi cuerpo-Dijo Valleta con una risa burlona.

La cara de los cuatro miembros de la familia Loki se tensaron, sentían su fuerza disminuir.

-¡AHORA ES MI TURNO!-Gritó.

*¡PUUUUUM!*

Un fuerte golpe fue dado en el rostro de ella antes de poder dirigirse a la elfo.

-¡Estamos aquí capitán!-Gritaron ambas gemelas amazonas, entrando a escena.

-¡Tenemos que salir del rango de la habilidad!-Gritó Finn, tras un rápido análisis de cómo funcionaba la magia de esa mujer.

Los miembros de la familia Loki salieron del mismo y la fuerza volvió a ellos.

-Uhhh, eso no me lo esperaba, tanto el corte en la cara de por esas amazonas y el veloz criterio y análisis del mejor estratega de Orario, he de admitir que mi interés por ustedes está empezando a crecer, lamentablemente... debo acabar con ustedes-Dijo nuevamente la mujer, haciendo crecer su sed de sangre.

Fue a atacarlos con gran fiereza, tanta así que de no ser por Gareth y su gran defensa, muy probablemente Finn hubiera sido golpeado a quemarropa.

*¡PUUUUUUM!*

Una gran corriente de aire se extendió desde donde fue recibido el impacto.

-¡OHHHH! ¡Para ser un barril con pies te mueves bien!-Dijo con alegría aquella mujer.

-Para ser un cadáver tienes la lengua muy larga-Gritó el enano mientras bloqueaba los golpes de la mujer.

*¡PUM!*

*¡PUM!*

-¡Ustedes comenzaron a correr antes! ¡¿Cómo es que llegué al mismo tiempo?!-Preguntó el enano.

-¡Magia del guión!-Le respondieron a la lejanía aunque no era nadie en realidad.

-¡¿Solo sirves de escudo?! ¡VAMOS! ¡DEMUÉSTRENME EL PODER DE LA FAMILIA LOKI! ¡ATAQUEN!-Valleta golpeaba en reiteradas ocasiones y a mayor velocidad que antes. Las piernas de Gareth derrapaban con el suelo al ser empujado por los impactos.

-¡GRRRRRRRRRRRR AHHHHHH!-Gritó y, soltando su hacha por un instante, centró un puñetazo en el rostro de la pelirrosada.

*¡PUMMMMMMM!*

*¡CRASH!*

Su cuerpo salió volando y se estrelló con múltiples troncos y ramas de los árboles aledaños a su posición.

-¡Riveria! ¡Finn! ¡Ustedes encárguense del Goliath! ¡Tiona, ayuda a Aiz! ¡Tione, conmigo!-Ordenó el enano al ver que aún tenían un enorme problema que atender.

-¿Creen ser lo suficientemente fuertes para derrotarme? Me subestimas-Valleta se levantó entre los escombros con los ojos inyectados en furia.

-Con un golpe mío te mandé a contar flores. Creo que quien se sobreestima eres tú-Gareth la provocó mientras le apuntaba con su hacha.

-Además... Olvidaste un pequeño detalle... no somos dos...-Tione la apuntó con su arma.

*¡PUUUUUM!*

*¡CRASH!*

Otro fuerte impacto fue dado en Valleta, en esta ocasión, directamente a su estómago, mandándola a volar hasta estrellarse con varios árboles nuevamente.

-Llegas a tiempo-Comentó la amazona.

-Escuché y sentí ese temblor desde 10 pisos arriba, sabía que algo malo estaría pasando y ustedes malditos débiles no podrían frenarlo, grata fue mi sorpresa cuando vi que les estaban pateando el culo unas plantas y esta marimacho-Dijo Bete, mofándose de la situación.

-¡UNA MÁS NO HARÁ LA DIFERENCIA!-La furia era clara en la mujer.

-¡Conmigo basta y sobra para patearte el culo maldita mujer!-Gritó el hombre lobo, apuntándose con su dedo pulgar.

-Un voluntario...-Susurró ella y en un abrir y cerrar de ojos, se posó cara a cara con el lobo y le golpeó en el rostro, mandándolo a volar de la misma manera que él a ella.

Luego centró su atención al enano y a la amazona, queriendo atacar a esta última.

*¡CLANK!*

Su puño chocó con el frío metal de la hacha del enano.

-¡ESTE BARRIL CON PIES SE MUEVE MÁS RÁPIDO QUE TÚ!-Gritó Gareth con regocijo mientras lanzaba otro corte en dirección a ella.

-¡TOMA ESTO!-Gritó la pelirrosada, aporreando su puño repetidamente.

El enano había usado la parte lateral de su hacha para bloquear el impacto.

-¡AAHHHHHHHHHH!-Fue el grito que Bete empleó al acercarse a gran velocidad después de ser separado de la batalla.

*¡PUM!*

*¡PUM!*

*¡PUM!*

*¡PUM!*

*¡PUM!*

Golpeó a la mujer tan rápido que ella no podía reaccionar de buena forma, cada vez que intentaba devolver el ataque, Gareth lo bloqueaba y Tione usaba sus Zolas para rebañar la carne de Valleta.

En menos de un segundo toda esa confianza y arrogancia se vio cambiada por miedo y desesperación.

Trató de emplear la barrera para bajarlos de nivel pero en cualquier descuido que ella cometía, su vida se veía en peligro.

-¡YA BASTA!-Gritó y agarró el puño del lobo.

*¡CRACK!*

Lo torció y antes de que este gritase lo lanzó a Gareth y los dos callaron de espaldas ante esto.

Luego se acercó a Tione y le dio un puñetazo en el rostro.

*¡PUM!*

-¡Puah!-Fue lo único que salió de la amazona al salir volando varios metros lejos de ahí.

Bete y Gareth se reintegraron a la lucha y atacaron de frente.

Tal parece que no sería una batalla fácil.

Mientras tanto... con Aiz.

Cambiando de escena, Aiz y Tiona estaban luchando en conjunto para frenar a esa mujer llamada Revis, quien era monstruosamente fuerte.

Cada vez que Aiz intentaba cortarla con su espada, esta lo esquivaba y regresaba el golpe, el cual era bloqueado con suma dificultad por parte de la princesa de la espada.

Tiona buscaba aprovechar alguna apertura, pero cuando se presentaban, Revis se encargaba de cerrarla nuevamente y golpearla tan fuerte que sus brazos retumbaban y temblaban por impedir recibir el ataque directamente en su cuerpo.

La falta de aire no se hacia esperar, el cansancio es algo común en los seres humanos, no obstante, su rival no era humano...

-¡¿QUÉ PASA ARIA?! ¡¿ES TODO LO QUE TIENES...?!-Decia la pelirroja hasta que un corte rebanó parte de sus dedos y brazo.

*¡SLASH!*

-Dejaste una apertura... cuando más seguro estás de ganar... más débil eres-Le dijo Aiz, apuntando su estoque con confianza.

Esto irritó a la "Extraña criatura", quien intentó atacar nuevamente a la rubia, sin embargo, se olvidó de cierta amazona.

*¡SLAHHHHH!*

Su espalda fue cortada.

Dándose la vuelta rápidamente, la pateó y mandó a una sección de escombros y ramas.

Revis tocó su espalda y vio su sangre.

-Son más fuertes de lo que pensaba, pero esto acaba aquí-Una gran y pesada atmósfera rodeó el campo de batalla, sembrando el miedo en el corazón de Aiz, quien notó como su mano temblaba.

*¡PUM!*

*¡PUM!*

*¡PUM!*

*¡PUM!*

*¡PUM!*

La pelidorada bloqueaba y esquivaba en reiteradas ocasiones los ataques modo Berserker de la criatura.

Cada uno de ellos era más fuerte y veloz que el anterior.

Su estoque no estaba hecho para bloquear, por lo que los roces se dibujaban en su ropa y piel, con cortes, rasgaduras y chorros de sangre cubriéndola a un ritmo alarmante.

Tiona fue a su auxilio pero amabas fueron acorraladas sin lograr poner la balanza a su favor.

Dos aventureras nivel 6 siendo llevadas a tal extremo por un monstruo/humano que hace un par días no representó tanto peligro.

¿Qué era esa cosa? ¿Qué demonios hacer?.

-¡AHHHHHHHH!-Alguien se unió a la batalla.

*¡SLASH!*

Una lanza se enterró en el costado izquierdo de Revis, haciendo que retrocediera.

-¿Capitán?-Tiona lo nombró.

-Riveria me dijo que les echara una mano. Parece que quiere encargarse sola del Goliath o está siendo una madre sobreprotectora. En cualquiera de los dos casos es indiferente-Finn se plantó entre ellas y Revis.

-Tres contra 1, al igual que contra tu compañera. He de admitir que han superado mis expectativas-Declaró el Hobbit.

La pelirroja tosió un poco de sangre y frunció el ceño.

-Esto no cambia nada...-Susurró, apretando sus puños.

Y así... la pelea entraba en un nuevo Round.

Mientras tanto, con Riveria.

Ella se plantó frente al monstruo quien no notó su presencia por estar ocupado en la destrucción de las edificaciones en Rivira.

Muchos de los presentes en dicha ciudad evacuaron rápidamente por lo que no tenía que preocuparse de hacerle daño a alguien inocente.

-Las llamas se liberarán pronto-

-Guerra progresiva, destrucción inevitable-

-El cuerno de la batalla suena en voz alta, la crueldad del conflicto envolverá a todos-

-Acudan a mí, llamas carmesíes, infierno despiadado-

-Eres la encarnación del fuego del infierno-

-De un solo golpe, pon fin a la gran guerra-

-Incinéralos, Espada de Surtr-

-Mi nombre es Alf-

-¡Rea Laevateinn!-

El fuego se extendió en todo el terrero, dejando cenizas, madera carbonizada y piedras derretidas a forma de lava tras de sí.

Esta pantalla de llamas se dirigía al Goliath que volteó instintivamente a dicha dirección tan pronto su piel y carne comenzó a chamuscarse y derretirse.

*¡AHHHHHHHHHHHHHHHHH*

El gigante gritó de dolor mientras corría a donde dicha magia surgió. A la posición de Riveria.

Con el cuerpo incendiándose y con los huesos asomándose entre las zonas carbonizadas de su cuerpo, corrió a ella.

-Tch... ¿Cómo puede seguir de pie?-Se preguntó la elfo. Quien sea que entre en el rango de impacto del ataque no podría durar ni dos segundos en morir.

-¡Rea Laevateinn!-Gritó de nuevo, aumentando la potencia.

*¡BOOOOOOOOOOOOOOOOM!*

Un calor infernal afectaba los alrededores.

Lagos cercanos evaporados.

Árboles que, sin entrar en contacto directo con el fuego, se encendían.

Rocas derritiéndose nuevamente.

El suelo volviéndose lava.

Pero aún así... el goliath no moría... solo era empujado lejos de ella.

-Tch-Chasqueó la lengua y frunció el ceño.

-¡REA LAEVATEINN!-Repitió una tercera vez.

Sangre se deslizaba por su nariz, era claro el cansancio de mente que representaba emplear seguidamente una magia de tal calibre.

-¡Esa vieja nos matará!-Gritó Bete con un calor indescriptible.

El aire se hacía cada vez más pesado.

Respirar provocaba un ardor en la nariz y la garganta.

El sudor bajaba de sus cuerpos.

Sus pieles ardían, como si estuviesen siendo freídos vivos.

Incluso Revis y Valleta se vieron afectadas por dichas condiciones.

La armadura de Aiz comenzó a derretirse al igual que la de Gareth.

-¡YA BASTA RIVERIA! ¡SI NO LO DETIENES MORIREMOS INCINERADOS!-Finn le ordenó detenerse, no obstante, ella mantenía cada pieza de su atención en detener al monstruo, si darse cuenta que sus prendas se deshacían como cenizas.

Se sentía mareada.

Todo le daba vueltas.

Sus ojos veían siluetas rojas y manchas negras.

Oh no... Mind Cero.

-Debo... Detenerlo...-La intensidad de fuego bajó por su estado deplorable, ahí percibió la razón por la cual el monstruo no moría.

-Se... Regenera...-Abrió los ojos totalmente con terror inyectado en ellos.

El cuerpo del Golitah regeneró los tejidos quemados a una velocidad alarmante.

Hueso...

Músculo...

Articulaciones...

Piel...

Cada maldita parte se curaba en un santiamén.

Eso no era lo peor...

La bestia color Azabache ya no frenaba su andar.

Se preparaba para aplastara de ser necesario.

Las piernas de Riveria temblaron y cayó de rodillas al suelo, sosteniéndose con su bastón.

-Esto es malo...-Dijeron los miembros de la familia Loki al verla de reojo.

-¡No podemos ayudarla!-Dijo Bete mientras golpeaba a Valleta.

-¡Riveria!-Gritaba Finn al intentar hacer mayor la distancia entre Revis, él, Aiz y Tiona.

-¡JAJAJAJAJAJAJA! ¡¿ASÍ QUE ELLA SERÁ LA PRIMERA?! ¡ESE MONSTRUO QUE INVOCÓ ENYO ES UNA MARAVILLA!-Se mofó Valleta con sangre escurriendo de su boca.

-¡RIVERIA!-

En otra parte...

*¡SLASH!*

-¡NO PUEDO MATARLOS! ¡NO SIN ARGONAUTA!-Se quejó cierto peliblanco con una espada astillada y desgastada.

Él lanzaba cortes en repetidas ocasiones a la violas a su alrededor pero sin éxito alguno.

De no ser por su gran velocidad, muy probablemente habría muerto empalado por las raíces de los monstruos.

*¡PUM!*

Impactos de pisadas retumbaban en el suelo.

-Tengo que llegar... ese extraño me explicó cómo derrotarlo pero es más fácil decirlo que hacerlo...-Dijo Bell con desesperación mientras recordaba lo sucedido en el lago luego de desvanecerse.

Cierto extraño encapuchado totalmente lo curó sin dar motivos ni razones, sin embargo, no se quejaría de la ayuda.

Luego Asfi lo encontró corriendo al Goliath y él le explicó la situación, por lo que ella voló de nuevo al campamento para ayudar a Lefiya y al resto.

Sus pisadas se escuchaban al pisar varias hojas secas y ramas en el suelo.

Ante sus ojos, una barrera de fuego nació.

Era enorme.

Su cuerpo sintió un calor infernal, como ningún otro.

De pronto un grito llamó su atención.

-¡REA LAEVATEINN!-

Él reconocía esa voz.

-Riveria...-Era ni más ni menos que la de cierta princesa elfo de cabellos color jade.

Algo, una corazonada o presentimiento, le imploró que se apurara.

Sin darse cuenta, aceleró el paso y su cuerpo emanaba un tenue brillo blanco.

Su deseo era salvar a quienes tuviera enfrente pero si usaba Argonauta existía la posibilidad de causar más problemas que soluciones.

-¡RIVERIA!-

El grito múltiple creó un hueco en su estómago.

En él (El grito) había terror.

Riveria estaba en peligro.

Como una bala cruzó el bosque en su totalidad y la vió.

Ella estaba de rodillas apunto de desmayarse.

Sus ojos se apagaban y el Goliath apretó el puño queriendo aplastarla con sus propias manos.

"¡MALDITA SEA!" Pensó mientras corría más rápido.

"Si uso argonauta el calabozo puede mandar otro de esos... pero si no lo uso..." Analizó sus opciones y ninguna de las dos le causaba tranquilidad.

"Salvarla... causar un mal peor... evitar un mal peor... no salvarla..." Su velocidad aumentaba exponencialmente.

-Salvarla...-

-Salvarla...-

Susurraba varias veces.

Él no quería que ella muriera.

¿Qué iban hacer una vez que la salvara y otra de esas cosas cayera del cielo? ¿Quién sabe? Ahora mismo quería una única cosa.

-Salvarla...-

-Sálvala Bell...-

-Sálvala Bell...-

Su cuerpo brilló con tal intensidad que los combatientes le prestaron atención.

-Sálvala Bell...-

-Sálvala Bell...-

-Sálvala Bell...-

-¡SÁLVALA BELL!-Gritó con la fuerza de su voz y...

*¡PUM!*

Abandonó su posición, dejando tras de sí un gran hueco.

Su alrededor se movía lentamente.

Él estiró el brazo intentando alcanzarla.

"Tú puedes..." Se dijo a sí mismo.

Las miradas atónitas de ambas mujeres de Evilus reflejaban el sentir popular

Cada pisada dejaba un terreno rocoso e irregular.

El único sonido en los oídos de Bell era el latir de su corazón.

Se acercaba más...

Y más...

Y más...

Pero también el Goliath...

Justo cuando el pesado puño oscuro se acercó al cuerpo de Riveria... él la empujó, quitándola de la trayectoria

"Todo a un solo lado..." Pensó.

De pronto... el brillo de su cuerpo se concentró en un solo punto... su brazo derecho.

-Bell...-Riveria recobró la consciencia por unos segundos al ver a Bell lanzando un puñetazo al mismo tiempo que el goliath.

Su brazo, totalmente blanco, se acercó al de su rival, totalmente negro.

Y...

Tan pronto entraron en contacto...

Una corriente eléctrica recorrió la gruesa piel del monstruo.

Una onda expansiva sacudió ambas extremidades y...

*¡BOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOM!*

Polvo, cenizas y fuego rodeó al par.

Hasta que...

*¡PUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUM!*

¡El cuerpo del goliath salió disparado a varios kilómetros lejos de ellos y estrellándose con las paredes del piso 18!.

Bell... quien yacía de pie aún con el puño extendido... sonrió.

*¡CRACK!*

Este tronó.

Efecto retardado o algo por ese estilo pero el chiste era que no salió ileso del ataque.

Su brazo tomó una posición irregular al doblarse...

Sí... tras el impacto los músculos y huesos no lo soportaron y tanto cúbito como radio se partieron en dos, desgarrando los tejidos que los unían y la piel que recubría la zona, permitiendo que fueran visibles a simple vista.

-¡AHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHH!-El dolor no se hizo esperar.

De pronto... se desplomó en el suelo.

Sin embargo...

-¡Bell! ¡Bell! ¡Respóndeme!-Pidió la alta elfo con lágrimas en sus ojos mientras sostenía el cuerpo del joven. Tal parece que sacó fuerza de alguna parte para ir a su auxilio. Poder del amor... ¿No?.

-Jejeje... Creo que tenían razón... Si el calabozo manda un monstruo así de poderoso... probablemente no haya segunda oleada...-Susurró con cansancio y cubierto de su propia sangre.

-¡No es momento para eso! ¡Debo curarte!-Dijo Riveria mientras un brillo verde emergía de su palma originado por su magia curativa Van Alheim.

El Goliath, que perdió todo su brazo derecho, se puso de pie pero... sorpresa... no se regeneró.

-¿P-Por qué ese niño...? ¿C-Cómo es que...? D-De un golpe...-Valleta estaba sin habla.

-¡ARGONAUTA-KUN! ¡BELL!-Gritaron Tiona y Aiz.

La pelirroja, quien quiso interponerse... no midió las consecuencias de su decisión.

-¡QUITATE!-Ambas chicas hicieron a un lado a Revis, no obstante... cierta espadachín no se conformó con eso.

-¡TEMPESTAD! ¡ARIEL! ¡LIL RÁFAGA!-Gritó la princesa de la espada y en un rápido movimiento rebanó el brazo derecho de la criatura en su totalidad.

-¡REVIS! ¡DEBEMOS IRNOS!-Ordenó la pelirrosada, cada fibra de su cuerpo le decía que algo peligroso estaba por ocurrir.

La pelirroja negó con la cabeza, no obstante, un hombre cubierto de tela y una máscara le dio la misma indicación desde una distancia lejana. Aquel extraño lucía... realmente enojado.

Si en el calabozo no había destrucción, no surgirían más monstruos y mucho menos... eso.

Revis, con furia se alejó, aprovechando el momento de impresión.

-La próximo vez... Aria... no correrás con tanta suerte...-Susurró mientras se desangraba.

-¡NO HUYAN!-Reclamó Bete queriendo ir tras ellas pero Gareth y Finn lo detuvieron.

-Se acabo... No vayas solo para que te maten-El Hobbit lo miró con total seriedad.

Con el peliblanco.

-¡Bell! ¡Bell! ¡Reacciona!-Riveria lloraba con tal desesperación que nadie podría creer que conoció al Niño en sus brazos hace tan solo unos días.

Si bien su cuerpo fue curado... no despertaba y su corazón latía débilmente.

"Bell...".

Una voz lo llamaba.

"Bell...".

No se trataba de Riveria u otra persona a su alrededor... era alguien más.

"Al parecer me toca... Ese argonauta, llevándose la entrada épica que planeaba" Dijo el extraño con una risa cansada y algo sarcástica.

-Su cuerpo... ¿Qué le pasa?-Gareth se sorprendió cuando un brillo amarillo emergió del pecho del peliblanco y se extendió por su cuerpo.

Bell, aún confundido vió con total claridad una alerta dentro de su mente.

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Héroe: David.
Prueba: Goliath.
Alma: Amarilla (Confianza en ti mismo y en tu valentía)
Habilidad desbloqueada: Throwing weapon (Proyectil con puntería perfecta. Cualquier objeto lanzado por el portador será cargado con energía eléctrica hasta aumentar su potencia y durabilidad. Siempre dará en el blanco).
_________________________________________________

De pronto... abrió sus ojos...

-¡Ahhhhh!-Un grito ahogado asustó a las chicas que lo rodeaban.

-Bell...-Las tres lloraron de felicidad al verlo.

-¡Señor Finn!-Las ignoró y se dirigió al Hobbit.

*¡AHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHH!*

El grito del goliath los interrumpió.

Esa cosa seguía viva.

-¡Tenemos que acabar con él!-Gareth alistó su hacha.

-¡Pero no podemos! Lo reduje a cenizas y se regeneró. El único que le hizo un daño permanente fue...-Riveria miró al peliblanco que cojeaba hacia Finn.

-Necesito su lanza...-Dijo Bell, extendiendo su mano izquierda, la cual era la única que no sufrió daño.

-¿Mi lanza...? De acuerdo, no preguntaré la razón. Tú eres una caja de misterios así que... sorpréndeme-El Hobbit sonrió y le entregó el arma.

-Gracias...-

Bell se posó enfrente el monstruo color azabache que se acercaba a gran velocidad hacia donde él y los 6 aventureros más se hallaban.

Cerró sus ojos y concentró su poder en el arma.

De ella, un brillo amarillo, semejante al producido por su cuerpo hace tan solo unos segundos.

-Una más...-

-Solo una vez más...-

-No voy a perder...-

Bell sostenía la lanza mientras su brazo temblaba.

-No protegeré solo a los habitantes de Rivira...-

-Tampoco me limitaré a mis amigos...-

-Mi deseo...-

-Mi valentía...-

-Mi más grande meta...-

Rayos emergían del mango se la lanza.

-¡ES SOLO PROTEGER LO QUE AMO!-

El goliath frenó de golpe, como sabiendo lo que se avecinaba.

-¡UGHHHHHHHH!-Gritó Bell. Sus ojos cambiaron de rojo a amarillo.

-No pude proteger a mi abuelo...-

-No pude proteger a mi tía...-

-Ni a mi tío...-

-Tampoco a mi madre... pero... ¡NO PERMITIRÉ QUE ME QUITEN A NADIE MÁS!-

La lanza de Finn cambió radicalmente, el color... parecía como si fuese bañada en Oro.

(Algo así, he de admitir que me encanta King en Nanatsu)

-¡AHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHH!-

Y... al impulsarse... sus dedos soltaron uno a uno el mango de la misma...

El aire se cortó...

Incluso los pocos árboles alrededor se quedaron sin hojas ya que la lanza empujaba el viento.

El monstruo cerró los ojos... aceptando su destino y...

*¡SLAAAAAAAAAAAAAAAASH!*

Se enterró en la piedra mágica del monstruo...

*¡BOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOM!*

Su cuerpo se cargó con una corriente eléctrica que recorrió cada resquicio del mismo.

Se infló y... explotó al mismo tiempo que la piedra mágica...

Tras de sí... solo cayó la lanza al suelo y el Goliath desapareció.

-Lo logró...-Dijeron los presentes.

Bell volteó a ellos y sonrió antes de desvanecerse en el suelo.


-¡Hay que llevarlo al campamento!-Dijo Aiz, cargándolo.

-¡Yo seré quien lo lleve!-Dijo Tiona, intentando quitárselo a la pelidorada.

-¡No! ¡Yo lo llevaré!-Riveria quiso meterse a la pelea pero estaba muy débil.

-Tú quédate quieta, no puedes ni llevarte a ti misma de regreso-Se burló Finn.

Gareth cargó a la elfo, Aiz se llevó a Bell. La peliverde no podía dejar de mirarlo mientras este yacía desmayado.

Él... fue su héroe...

A la distancia, muy a lo lejos, aquel extraño que ayudó a Bell observaba.

-Cumplí lo que me pidió... Urano-Sama-Dijo a una esfera color jade para perderse en las sombras.

Mente de Bell.

-Al fin despiertas-Dijo un hombre en su subconsciente.

Bell, poco a poco, comenzó a abrir sus ojos y pudo verlo.

-David...-Susurró.

-Sí, ese soy yo. No esperes una presentación tan elocuente de mi parte. Soy alguien menos presumido que ese tonto.

-Y creo que es mi turno de relatarte cómo funciona tu poder-Agregó, sonriéndole.

-¿Mi poder?-Bell ladeó la cabeza.

-Claro, de pura suerte supiste usar el mío, si no, hubieses explotado por toda la energía producida en tu cuerpo.

-¡¿EXPLOTAR?!-Bell casi muere y no sabía.

-Sí, explotar, preguntas para después-Respondió David.

-En teoría es simple. Debes cargar el arma, no tu cuerpo. Contrario al caso de tu habilidad anterior. Además, debes estar concentrado en tu objetivo y tus deseos, sobra decir que esta habilidad no funciona con aliados ya que... no hay valentía en atacar a un ser querido-Explicó David.

-Entonces... ¿Por qué tu habilidad no me da una honda o algo parecido?-Preguntó el chico.

-¡Hey! Yo soy yo y tú eres tú. Naciste y estás aquí para escribir tu propia historia, no para robar la de otros. La honda es lo mío. Busca lo tuyo-Dijo David mientras le daba un golpe en el hombro.

-Entiendo... wow... esta conversación fue más corta que la de Argo-Opinó el peliblanco.

-No me gustan los rodeos, ademas a él le correspondía explicarte tu origen, así que no esperes mucha plática del resto de nosotros-Explicó el héroe.

-Ya veo-Contestó Bell.

De pronto, el cuerpo de David se deshacía.

-Este es el adiós... por ahora...-Dijo David.

-Sí... muchas gracias por la habilidad. Espero volver a verte-Bell se despidió con una sonrisa de oreja a oreja.

-Cierto... Argo no te dijo que... ¡N-No, nada! ¡Nos vemos!-Se despidió el héroe agitando su mano en reiteradas ocasiones.

-Por cierto... ten cuidado con esa chica de cabello gris...-La mirada de David se agudizó al dar la advertencia.

-¿Cabello gris...?-Bell no supo a quién se refería.

-Tú sabrás de quién hablo... de no ser por él... tú...-David lucía preocupado.

-Cuidado-Agregó y... desapareció...

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Bueno, hasta aquí el capítulo de hoy, espero que sea de su agrado y dejen su apoyo como ya es costumbre.

En fin, déjenme sus opiniones.

¿Cómo estuvo el capítulo? ¿Sí les gustó?

Buzón de sugerencias/opiniones/comentarios.

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¡Si gustan leer una novela original escrita por mi, pueden leer la que recién acabo de publicar!

"Objetivo frustrado por un amor inesperado"

Acompáñanos en al historia de Akiro Itō para cumplir su tan anhelado deseo... ¡Vengarse de quien rompió su corazón!.

Aquí les dejo el link para que vayan a leerla o pueden encontrarla en mi perfil. Hasta ahora llevo el prólogo y el primer capítulo del primer volumen.

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Si desean leer más de mis fic pueden entrar a mi perfil y ahí encontrarán desde...

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Un One Shot en el que se nos relata lo que hubiera sucedido si Bell era cuidado por Alfia, Zald y Zeus ¿Será un futuro feliz? ¿Bell se convertirá en el último héroe como se lo prometió a su madre? ¡Averigüémoslo!
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Otro One Shot sobre una bella historia de amor entre una diosa y un mortal, que toma como punto de partida la película de "Danmachi: la flecha de Orión". Veamos la aventura en la que se embarca nuestro carismático protagonista después de haber perdido a esa diosa que tocó su corazón en muy poco tiempo, de la cual, se tuvo que despedir prematuramente.
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La hermosa Lefiya nos acompañará en este One Shot junto al conejo en una aventura que tendrá de todo. Amor, drama, todo lo que engloba a esta pareja tan dispareja.
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La historia de amor entra una hermosa hada y un conejo con dudas nacientes en su corazón tras un suceso inesperado.
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Un fic con un cuarteto amoroso muy raro, BellxTionaxFreyaxHelun.
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Una hermosa historia de amor entre una asesora y el aventurero a su cargo, BellxEina.
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¡Una aventura sin Falna nos espera a nosotros y a nuestro protagonista!.
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Y mi primer y ya finalizado Fic, que va de la pareja de BellxSyr o Freya, el cual parte desde el rechazo de esta misma en el volumen 16 de la novela original, aunque claro... en este fic sabremos lo que hubiera pasado si Bell no la rechazaba, como el título indica.
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Sin más que agregar, yo me despido, espero que se echen una pasada a mi perfil y les agraden las demás historias en caso de no haberlas leído, eso es todo, hasta la próxima mis lectores.

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