Capítulo 11.
En el capítulo anterior.
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En alguna parte del calabozo.
-El muchacho frustró el ataque a Babel... ¿Cómo es eso posible? ¿Saben quién es?-Preguntó un hombre cubierto por una larga túnica.
-¿Tienen alguna información de ese aventurero?-Un extraño de cabello púrpura lanzó sus propias interrogantes.
-Absolutamente nada, Enyo, Thanatos-Respondió una mujer de cabello color rojo.
-Es como si antes de ese día no existiera. Una presencia que surgió de la tierra específicamente para detenernos-Cierta chica de cabello corto y rosado agregó a la respuesta de quien tal parece ser su compañera.
-Debió ser casualidad. De todas formas, me encargaré de saber más sobre aquel chico. Cabello blanco... ojos rojos... no existe nadie así en todo Orario. Ha de ser alguien recién llegado...-Thanatos frunció el ceño.
-Dejando eso de lado. Pongámonos manos a la obra. Tenemos que aprovechar que las familias Loki, Hefesto y Hermes están en Rivira... es una oportunidad inigualable-Una podrida y loca sonrisa se dibujó en el dios.
-Aria es mía...-Respondió la pelirroja.
-Sí. Ya lo sabemos Revis-La pelirrosa Contestó.
-¡JAJAJAJAJAJA! ¡VEAMOS QUÉ HARÁN CUANDO SEAN SUMERGIDOS EN LA DESESPERACIÓN!-Enyo se sintió extasiado al imaginarse tal escenario.
Evilus tenía un plan que pondría en marcha esa misma noche...
Todos estaban en peligro...
El infierno estaba apunto de ser desatado en Rivira sin que nadie se lo esperara...
Aunque...
No contaban con la presencia de un chico sin falna que sería una piedra en el zapato más de una vez.
"Cabello blanco... ojos rojos... aparte joven... una parte de mi sospecha de algo pero no logro recordarlo..." Los pensamientos de Thanatos lo carcomían sin llegar a una respuesta en concreto.
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En el capítulo actual.
-Oye Lefiya ¿Quién será ese chico del que Finn y Riveria-Sama han hablado en los últimos días?-Preguntó cierta elfo de cabello castaño.
-¿Uh? Ahora que lo mencionas Alicia, es cierto. A Riveria-Sama se le notaba un tanto extraña cuando Finn comentaba algo sobre aquel humano-Dijo la elfo llamada Lefiya, recordando como su maestra se sonrojaba cada vez que su capitán decía aquel nombre.
-¿Cómo se llamaba? ¿Ren? ¿Ben?-Alicia intentaba que aquel nombre regresara a su mente.
-No, no. Era algo así como...-Antes de que Lefiya diera la identidad del chico, un grito las interrumpió.
-¡E-Esperen! ¡Bell! ¡Tiona!-
-¡Eso! ¡El nombre era Bell! ¿Eh?-Alicia se sorprendió al notar a dos de sus compañeras muy pegadas a cierto extraño de cabellera blanca.
-¿Q-Quién es él...?-Se preguntó Lefiya, frunciendo el ceño con desconcierto por ver a la "Princesa de la espada" muy cerca de aquel muchacho.
-Espera. Dijo "Bell" !Entonces él es...!-La elfo castaña abrió su boca con sorpresa.
-Quien derrotó a ese minotauro catalogado nivel 3...-La pelinaranja contestó. Sorprendida ya que no tenía la pinta de un guerrero. Aunque claro, era difícil compararlo con los miembros masculinos de su familia.
-Se dirigen a la carpa de Finn... ¿Qué? ¡Oye Lefiya eso duele! ¡Duele! ¡Suéltame!-Alicia se quejaba con pequeñas lágrimas saliendo de ella.
¿A qué se debía esto? Simple. Su compañera le estaba aplastando el brazo sin apartar la mirada del lugar en el que compañeras y aquel chico se hallaban.
-Vamos a seguirlos...-Susurró Lefiya. Llevándose a rastras a Alicia.
-¡Ehhhhh! ¡Pero primero suéltame!-Gritaba la pobre elfo sin ser escuchada.
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Del lado de Bell, Aiz y Tiona.
-¡Llegamos!-Celebró Tiona. Sin soltar el libro que arrebató del peliblanco.
-Tiene mucha energía, señorita Tiona-Opinó Bell mientras tomaba aire.
-Hehe-Se rió bobamente la amazona.
-¿Por qué hay tanto alboroto aquí afuera...? ¿Bell?-Riveria salió de la carpa donde residía junto a Gareth y Finn. En sus facciones se percibió cierto enojo causado por el ruido exterior. Sin embargo, todo rastro del mismo se desvaneció, al igual que la luz cuando una lámpara es apagada, tan pronto se percató de una presencia a cercanías de ella.
-¿Señorita Riveria? ¡Hola! ¿Cómo ha estado?-Bell respondió con una naturalidad impropia de una persona normal que es consciente del tipo de mujer/elfo y posición que la pelijade ocupa.
Él extendió su mano para saludarla hasta que...
*Plaf*
-¿Are?-El chico ladeó la cabeza cuando sintió un golpe en su extremidad y ésta se alejó unos centímetros de su posición original.
-¡¿Cómo te atreves a ser tan irrespetuoso con Riveria-Sama?! ¡Solo eres un simple humano!-Le reclamó cierta elfo pelinaranja. Lefiya era su nombre.
-¿R-Riveria-Sama?-Se preguntó. Levantando su cara y así hacer contacto visual con quien le propinó el manotazo.
De pronto... su respiración se agitó.
Sus ojos se abrieron totalmente.
Su audición se perdió, dejándolo en un silencio absoluto.
-F-Feena...-Susurró, con una chispa color esmeralda en la pupila de sus ojos.
La imagen de una bella elfo, con las mismas características de la que se encontraba enfrente suyo, apareció en su mente.
Por un momento tuvo cierto sentimiento de familiaridad dirigido a la pelinaranja. No obstante, fue cortado abruptamente.
*¡PAM!*
-¿Cuántas veces te he dicho que esa vida quedó atrás desde el momento que decidí huir, Lefiya? Hoy por hoy soy una aventurera. Ya no una princesa élfica-Declaró Riveria luego de haberle soltado un fuerte golpe con su bastón a la pobre aprendiz.
-Eso dolió Riveria-Sama...-Una pequeña lágrima borraba de sus lagrimales.
La visión de Bell se cortó tras esto, mareándose y tambaleándose tan pronto acabó.
-¿Argonauta-Kun? ¿Te encuentras bien?-Le preguntó Tiona al notar lo raro que se comportaba después de ver fijamente a Lefiya.
-¿Qué? ¿Cómo? S-Sí. Lo lamento. Tuve un ligero mareo pero ya pasó-Respondió. Frotó sus ojos y sacudió su cabeza para deshacerse del malestar.
-Lamento lo sucedido. Estas chicas creen que el título de "Princesa" se mantiene aunque hayas abandonado tu reino-La pelijade dijo esto con un tono lleno de ironía.
-No. Yo lo lamento. No sabía su posición señorita Rive... no. No sabía su posición, Riveria-Sama-Bell se inclinó a forma de reverencia.
Riveria suspiró y susurró algo.
-¿Tú también lo harás?-Preguntó con clara inconformidad.
-¿Sucede algo?-Lanzó la interrogante el joven confundido.
-Solo somos aventureros. Trátame como tu igual-Riveria sonrió y le extendió la mano para cerrar el apretón.
Bell dudaba si aceptar su amabilidad o no ya que la anterior elfo, Lefiya, lo miraba con desdén. Por otra parte, Alicia, Tiona y Aiz se sorprendieron, sea cual sea la razón.
-Riveria-Sama extendiéndole la mano a un humano...-
-Mamá Riveria nunca a saludado así a un humano... Ni siquiera a mí y eso que estoy en su familia-Lloró internamente la pobre amazona.
Aiz hizo un puchero por algún extraño motivo.
-Entiendo. Prometo tratarla como trato a mis compañeros. Riveria-Respondió el peliblanco, juntando su mano con la de ella y sonriéndole dulcemente aunque se le notaba incómodo.
Un extraño sentimiento surgió en la vice capitana de la familia Loki cuando esto sucedió.
"Vaya... no esperaba que lo hiciera..." Pensó.
"Es el primer humano a quien le extiendo una mano, además de ser..." Una imagen abordó sus ideas. Una que no dejaba de recordar desde que sucedió.
"-Mi abuelo me dijo que una mujer saca a relucir su belleza al sonreír, ustedes son un claro ejemplo de ello, si no les molesta... pienso que deberían hacerlo más-".
Efectivamente. Aquel cumplido que recibió, ni más ni menos, del chico que ahora la sujetaba, fue lo que transcurrió en su mente por vigésima ocasión en la semana.
"¿Eh? ¿Qué pasa? ¿Por qué siento que me arde el rostro?" Se preguntó con desesperación. Usando su brazo libre para tocar reiteradas ocasiones dicha zona.
-¿Te encuentras bien, Riveria?-Le preguntó Bell. Llamándola por su nombre de pila y sin honoríficos.
*Puf*
"A pesar de que yo le dije que lo hiciera... ¿Por qué se siente tan vergonzoso?" Dentro de la inalcanzable elfo había una calidez en su pecho que se extendía sin freno alguno por todo su cuerpo cada vez que ese muchacho le decía por su nombre.
-¡¿Qué le haces a Riveria-Sama?! ¡Está completamente roja!-Reclamaron Alicia y Lefiya. Apartándolo de la pelijade que no mostraba señales de reacción.
-Solo la saludé...-Respondió Bell.
-S-Será mejor que entremos. Finn debe estarte esperando B-Bell...-Riveria por fin habló y salió de su shock. Luego de eso entró de prisa al lugar antes mencionado.
Aiz.
Tiona.
Lefiya.
Alicia.
Las cuatro chicas de la familia Loki no daban crédito a lo que presenciaron segundos atrás.
La siempre seria, serena y profesional "Riveria" se comportó como una simple niña al lado de un chico semejante a un conejo muy grande.
"Siento que alguna de ellas pensó que soy un conejo... las apariencias siempre dictaminan la opinión que los demás tendrán de ti..." Bell lloró por dentro. Que tu madrastra te apode así es tierno de cierta forma. Pero que lo hagan mujeres cercanas a tu edad, o mayores, sí es un tanto incómodo.
Suspiró y se rindió con el tema. Siempre sería considerado un conejo, no tenía sentido quejarse y gastar aliento a lo tonto. Es algo con lo que tendrá que vivir toda su vida.
-Amm... creo que la seguiré allá adentro... adiós...-El chico se despidió de las cuatro mujeres y por fin se reunió con el hobbit, dejando afuera a las bellas chicas.
-¿Qué demonios acaba de pasar?-Preguntaron al unísono.
-Riveria se veía como tú. Aiz-Opinó Tiona.
-¿C-Cómo yo...?-La pelidorada se sorprendió.
-¡Sí! Cuando entré a verlos noté que tú cara era un tomate por lo roja que estabas-Declaró la amazona. Causando dicha reacción en su amiga.
-¡Ves! ¡Incluso ahora lo estás!-Tiona tocó el tema nuevamente sin miramiento alguno.
Experta en hablar sin pensar en lo que dice.
Aiz agachó la cabeza totalmente avergonzada.
Lefiya apretó los dientes y su bastón.
-Ese maldito humano...-Se quejó.
-¡NO LO PERDONARÉ!-Gritó con toda su ira saliendo dentro de sí.
Alicia no le prestaba atención a su compañera ya que su atención acaparaba algo en concreto.
"Era... era lindo..." Pensó como una opinión con aquel peliblanco que recién conocía.
"Y no sé por qué... luce como alguien muy puro... o al menos así lo sentí..." Agregó.
La amazona volteaba a ver a sus compañeras en reiteradas ocasiones.
"¡¿Fuehh?! ¡No me digan que ellas igual se enamoraron de él!" Se quejó ya que tal parece que ese es el caso. O al menos en dos de las tres.
A diferencia de las demás, Tiona no dudaba de sus sentimientos. Vio a un hombre, le gustó y sabe que lo quiere para sí misma. Así de simple es el romance para una amazona.
Aunque sobra decir que a quien no pudo descifrar fue a Lefiya. Se veía que desbordaba enojo. No obstante, no parecía ser lo único dentro de ella.
"¡¿Por qué es tan cercano a la señorita Aiz?! ¡¿Por qué es tan irrespetuoso con Riveria-Sama?! Y sobre todas las cosas... ¡¿POR QUÉ ME SIENTO FELIZ DE VERLO?! ¡ES COMO SI LA NOSTALGIA ME DOMINARA POR ALGUIEN A QUIEN NUNCA EN MI VIDA HE VISTO! ¡ES FRUSTRANTE!" La cabeza de Lefiya era un lío con lo que respecta a su opinión sobre Bell.
La pelidorada continuaba en su acto de doncella apenada.
Y así es como cuatro personas quedaron en silencio absoluto que traía consigo una incomodidad en el ambiente.
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Mientras tanto, del lado de Bell.
-Buen día, señor Finn-Saludó el chico al estar cara a cara con el capitán de la familia Loki.
-Buen día Bell. Veo que ya te sientes mejor, me alegro-Comentó el hobbit con una sonrisa en su rostro.
-Sí. Gracias a todos los dioses logré escapar del Goliath junto con mi grupo. No quiero ni imaginarme lo que hubiese pasado si éramos alcanzados por él. También debo agradecerles por su hospitalidad y ayuda. Sin ustedes muy probablemente no estaríamos vivos-El bombardeo de "Gracias" se generó tan pronto Bell abrió la boca.
-No es nada. En serio. Debemos ayudarnos entre aventureros, ¿No es así Gareth?-Le preguntó a su compañero el enano.
-Sí. Además, es imposible dejar morir a alguien tan interesante como tú. Si supieras la infinidad de veces que Loki se a quejado y lamentado desde que rechazaste unirte a nuestra familia. Aunque te agradezco, de cierto modo me divierte-El enano comentó con una ligera carcajada al mismo tiempo que rascaba su larga barba.
-Eso es cierto. Quien lo ha sufrido más es Riveria ¿Verdad Riveria?-Un divertido Finn lanzó la interrogante a la elfo.
Para su sorpresa, no recibió respuesta.
Ella yacía sentada con su bastón encima de sus muslos y con un rostro complicado.
-¡JAJAJAJAJA! ¿Otra vez en las nubes? ¡Llevas así toda la semana!-Le dijo Gareth con una risa escandalosa que consiguió sacarla abruptamente de sus pensamientos.
-¡¿Eh?! ¿Qué pasó Finn?-Preguntó Riveria.
-Nada, nada. Por cierto Bell ¿Qué dijiste ese día en el hospital?-Ahora fue Bell al que se le tomaría la palabra.
Riveria se puso de pie con el cuerpo temblando.
-No lo hagas Finn-Advirtió aunque era difícil tomarla en serio con la actitud que adoptó en los últimos días.
-¿Lo que dije en el hospital? ¿Sobre qué?-Él ladeó la cabeza al no saber cual parte de su conversación anterior deseaba que repitiera.
-F-Finn. Última advertencia-La elfo insistía en frenar al temerario hobbit.
Y no es para menos. Él la ha estado molestando con eso desde aquel momento.
Cuando la imponente y respetable "Riveria, princesa de los elfos" se comportó como una mera niña enamorada.
El joven seguía sin comprender por qué el enano, el Hobbit y la elfo tenían expresiones contrarias.
-Jeje. Ya sabes Bell. Me refiero a lo que tu abuelo dijo sobre las mujeres-Con una mirada retadora expresó su duda. No obstante, claramente actuaba con interés con la simple intención de molestar a su amiga.
-¡Ah eso! Si bien mi abuelo me lo dijo, yo también lo pienso. Una mujer saca a relucir su belleza al sonreír. Así que, si es por eso que te sientes incomoda Riveria, lo siento. Además, no es como si lo dijera solo por ser un consejo de mi abuelo. Yo genuinamente pienso que eres muy hermosa y tu sonrisa magnifica esa belleza-Las palabras del peliblanco salieron como un dardo directo al corazón de la vice capitana de la familia Loki, quien cayó sentada donde antes reposaba.
Su piel se pigmentó de un color rojo intenso. Todo debido a la pena causada por la extrema sinceridad del muchacho enfrente suyo.
-¡A-Ahh!-Las palabras no salían. Aún con toda su fuerza infundida en hacer algo tan simple como hablar. No salían.
-¿De eso quería hablar conmigo, señor Finn?-Preguntó Bell.
-Jaja. En lo absoluto. Esto fue una divertida experiencia antes de la plática verdadera-Contestó el hobbit.
-Ya veo...-Respondió el muchacho.
A lo lejos Riveria miró a su capitán.
"¡M-Me las vas a pagar Finn!" Juró venganza la humillada elfo.
"¿C-Cómo puede decir esas cosas sin miramiento alguno...? ¡Además sin que sea mentira!" Otra duda abordó a la pobre Riveria, quien veía con brillos al peliblanco, el cual, al sentirlo, le devolvió la mirada y le sonrió.
*¡Bum bum bum!*
Los latidos de su corazón se intensificaron.
Gareth se limitó a aguantarse las ganas de burlarse. Este no era el momento... todavía.
-En fin. Lo que en verdad deseaba preguntarte es si sabes de algún indicio que nos conduzca a la respuesta sobre por qué demonios el calabozo se volvió loco-La seriedad azotó de golpe en el ambiente.
-El calabozo se volvió loco... Sí, es algo que no puedo negar. Mientras recorriéramos el piso 15 el suelo comenzó a temblar y un chillido agudo con una muy alta frecuencia provocó que mai compañeros se desmayaran... Y si no fuese suficiente... esa cosa salió-Reveló el chico al mismo tiempo que sujetaba su barbilla tratando de indagar más en el pasado con la finalidad de hallar información extra de aquel suceso.
"Todo esto inició cuando... cuando activé "Argonauta" al luchas contra los Hellhound..." Su postura cambió al tener ese breve diálogo dentro de sí mismo.
-Logró percibir que sabes algo ¿Me equívoco?-Finn lo miraba fijamente con los brazos cruzados.
Bell suspiró. Si bien no deseaba revelar muchos detalles sobre su persona, era incorrecto ocultar dicha información ya que podría traer problemas venideros a quienes se relacionan con él.
Los tres miembros de la familia Loki esperaban la revelación.
-Desde el primer día... A partir del instante en el que por fin me decidí luchar y seguir mi sueño al entrar al calabozo... los monstruos me atacaban solo a mí y la cantidad de ellos era realmente absurda... Así ha sido desde el principio. Sin embargo, esto se salía de control cuando mis heridas sanaban de la nada. Como mencioné en la sede de la familia Dian Cecht-Contestó el peliblanco, intentando darle sentido a su hipótesis al explicarse lo mejor posible.
-No puede ser posible...-Gareth pensó en algo.
-¿A qué te refieres?-Le preguntó el Hobbit al enano.
-El calabozo... lo considera una amenaza tan grande como para centrarse únicamente en él...-Comentó Gareth.
Esto desconcertó a Finn, Riveria y al propio Bell.
-¿E-Estás seguro de eso...?-La elfo le cuestionó.
-Este maldito lugar no hace las cosas nada más porque sí. Está viva y los monstruos que nacen de sus paredes no son más que su sistema de defensa combatiendo contra los parásitos. Los parásitos somos nosotros. Y si su "Cuerpo" intenta todo lo que está en sus manos para exterminar a Bell... significa que lo ve como un peligroso cuerpo extraño dentro del suyo-Explicó Gareth sin apartar la atención del objeto de la conversación.
-¿Cómo es posible...? No lleva más de un mes en Orario... ¿Qué reto podría significarle?-Finn explotó en dudas tras la inmensa cantidad de información que impactaba en su cerebro.
-No. Tiene sentido lo que el señor Gareth dice, señor Finn. Todos sabemos que no soy alguien normal-Bell por fin habló. Interrumpiendo el debate interno del pequeño capitán de la familia Loki.
-Tch. Ciertamente tienes un punto. Alguien común no estaría de pie aquí conmigo después de tan solo semanas de haber llegado a Orario. Ciertamente eres alguien especial. No obstante... ¿Tanto como para intimidar al calabozo?-Se cuestionó el hobbit.
"Hay 7 héroes dentro de mi cuerpo... si el argonauta fue el primero y obtuve sus poderes gracias a la absorción del espíritu Júpiter en su cuerpo... ¿Quiénes serán los demás? ¿Son lo suficientemente fuertes como para que el calabozo les tema?" Las dudas azotaban al pobre joven. Quien únicamente tenía la información de la cantidad de héroes más no sus identidades y mucho menos sus habilidades.
-No tiene sentido continuar pensando en ello. Una pregunta Bell. Sin usar tu "Poder" ¿Eres capaz de luchar?-Le preguntó Riveria luego de tocarle el hombro.
-Ammm creo que sí. No lo necesité cuando peleé la primera vez. Solo debería evitar curarme aunque solo puedo detenerlo si no recibo daño alguno. Además... algo que no me cuadra es... ¿Hay algún límite en lo que el calabozo puede o no hacer?-Respondió Bell y mandó al aire su propia interrogante.
-Muy probablemente sí. No veo factible que saque muchos monstruos fuertes para apaciguarte. Es un ser vivo y nuestros anticuerpos también tienen un límite. Mi hipótesis es que su método ha sido mandar la mayor cantidad posible de monstruos en vez de muchos con gran fuerza ya que eso traería repercusiones-Como siempre. El capitán de la familia Loki daba un comentario muy acertado y lógico respecto a las situaciones que analizaba.
-Entiendo. Evitaré traer problemas de no ser necesario. Pero si veo a alguien en peligro... lo salvaré...-Declaró el joven con total confianza.
-Fufufu-Riveria se rió tiernamente ante esto. ¿De dónde salía tanto valor de tan joven persona?.
-Bien. Al fin y al cabo no soy nadie para obligarte a decidir qué hacer y qué no hacer. Tómalo como el consejo de un amigo-Aligeró el ambiente aquel comentario final de Finn.
*¡PLAZ!*
-Sí chico. Haz tu mejor esfuerzo-Gareth le dio una palmada en la espalda que casi saca volando al chico de no ser porque puso fuerza en sus piernas y espalda.
-Entendido. Por cierto, muchas gracias por la ayuda. De no ser por ustedes no la hubiésemos contado. Si necesitan ayuda en algún momento, no duden en llamarme-Expresó el chico. Levantando su pulgar y guiñando el ojo.
-¡JAJAJAJA! ¡Oye Finn! ¡Dile que lo compense visitando a Riveria de vez en cuando!-Gareth dio su sugerencia al capitán de la familia.
Cuando el enano finalizó lo que a simple vista era una broma. Una pequeña ola de aire helado se presentó en el sitio.
Se trataba de Riveria. Sostenía su bastón con ambas manos, apuntando a Gareth.
-Bell... es mejor que te retires ahora-Le aconsejó la elfo.
-¡Sí! ¡Muchas gracias por su amabilidad! ¡Nos vemos Riveria! ¡Señor Finn! ¡Señor Gareth!-Gritó mientras salía lo más rápido posible de ahí.
Tan pronto abandonó la carpa, toda la furia de la pelijade explotó.
-¿Algunas últimas palabras? Soporté sus burlas toda la semana pero esto es demasiado-El viento gélido intensificaba su pasar.
Pequeños trozos de hielo se lograban ver en el aire.
-E-Eres un idiota Gareth...-Le reclamó Finn a su compañero.
-Tú también fuiste parte de esto. Finn-Respondió el enano.
-Heraldo del fin, nieve blanca-
El cántico de la maga daba inicio.
-¡E-Espera Riveria! ¡Lo hemos hecho por ti!-Finn cerraba sus ojos y posaba sus manos delante suyo.
-¡Sí! En parte ha sido con el fin de molestare. Sin embargo ¡No solo fue por eso!-Gareth le siguió el juego al capitán.
-Forma torbellinos antes del crepúsculo-
-¡Es que te veías tan feliz cuando lo visitamos que simplemente quise darte una ayudita!-La voz no conseguía alcanzar a la furiosa elfo.
-Luz que declina, tierra congelada-
-¡Finn no miente! ¡Sonreías como boba cuando estabas sola. Pérdida en tus pensamientos!-Concordó Gareth.
-Ventisca, tres inviernos rigurosos-
-Ya la perdimos...-Susurraron. Preparándose para recibir el impacto.
-Mi nombre es Alf...-
-¡Es obvio que te interesa!-Gritó Finn. Aceptando su destino.
Los segundos pasaron y no los congelaron. Tampoco la pelijade finalizó su cántico.
Al apartar de poco en poco sus antebrazos que reposaban enfrente de sus ojos, se dieron cuenta de que rompieron a su amiga.
-¿Interesar? ¿Eh? ¿Qué?-Preguntaba Riveria con una expresión un tanto extraña. Impropia de ella.
-Vayámonos antes de que reaccione...-Avisó el enano en voz baja.
-Sí... es nuestra oportunidad-Sobra decir que el pequeño rubio estuvo de acuerdo.
Y, al igual que Bell, dejaron tras de sí la carpa y a una Riveria disfuncional.
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Mientras tanto, del lado de nuestro protagonista.
-Me alegra saber que están bien-Bell suspiró con alivio, sentándose en el suelo.
-Sí. Solo escucho un chirrido fuerte cada vez que alguien grita pero fuera de eso estamos bien-Comentó Ouka. Masajeando su frente.
-Perdón. Finn y yo hablamos sobre eso. Llegamos a la conclusión de que muy probablemente haya sido culpa mía...-Apenado, Bell se disculpó.
-¿Cómo pudo ser tu culpa? El calabozo es una fosa donde cualquier cosa puede pasar y que cualquier ser vivo tiene la capacidad de matarte. Simplemente fue mala suerte-Welf intentó despreocupar a su amigo aunque sin éxito alguno.
-No. Es en serio. Existe la posibilidad de que el el calabozo enloqueciera gracias a mi-La seriedad con la que lo decía impedía a los demás tacharlo de loco.
-Ya veo. Explícanos entonces-El herrero se sentó al lado suyo. Esperando que justifique su teoría.
Tras darle entrada libre, Bell relató lo más resumido posible la plática que tuvo unos instantes antes de su visita.
En ella recalcó sus experiencias al principio de su aventura dentro del calabozo y como este soltaba cada vez más monstruos con el uso de su curación. Por lo que intuyeron, gracias al pensamiento de Gareth, que ese fue el desencadenante de aquella situación con el Goliath, la cual, de no ser por Aiz y Tiona, hubiese tenido un resultado fatal.
-¡Es por eso que me disculpo! ¡Por mi culpa pudieron perder la vida! ¡Todo es culpa de mi arrogancia y mi ego!-Inclinandose a manera de disculpa, Bell se lamentó desde lo más profundo de su ser.
-Los sacaré de aquí y, después de eso, entenderé si ya no desean que volvamos a formar un equipo-Agregó. Un tanto desanimado ya que por primera vez tenía compañeros con quienes tener aventuras. Estuvo emocionado toda la noche por esa idea y en menos de un día corría peligro.
-Bell-Sama...-Lili lo vio con cierta tristeza.
-Chico, levanta la cabeza-Pidió Ouka.
-Sí. Bell-Dono. Nosotros nos convertimos en aventureros estando consciente de los riesgos que conllevaba. No te disculpes por algo que elegimos-Mikoto le sonrió. Intentando calmarlo.
-E-Es cierto. Además, tú no sabías que eso ocurriría. No te culpes-Chigusa también dio palabras de apoyo.
-Chicos...-La ilusión regresaba a los ojos escarlatas del peliblanco mientras se tornaban cristalinos.
-¿Ves? Nadie te odia ni nada parecido. Será un gusto seguir a tu lado como un equipo-Welf levantó su pulgar mientras le revolvía el cabello con su mano libre.
Las lágrimas de alivio se formaron en el joven.
Por primera vez podía decir que consiguió amigos. Y unos muy buenos amigos.
-¡Tengamos muchas aventuras juntos!-Dijo mientras contenía su alegría.
Pasaron los segundos hasta que irrumpieron en la carpa.
-Oye Bell ¿Estás libre?-Preguntó Finn al saber que dicho muchacho aún no finalizaba con la visita a sus compañeros.
-¿Finn? Sí. Estoy libre. ¿Qué necesitas?-El muchacho se puso de pie y se dirigió al hobbit.
-De hecho no soy yo el que te busca...-Respondió al mismo tiempo que era empujado.
-Niño, quiero enfrentarme a ti en un duelo-El reto provino de Gareth.
Bell quedó en shock.
-¿Perdón?-Creyó oír mal.
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En alguna parte de Rivira.
-Señor Gareth... no estoy seguro de poder proporcionarle el combate que espera-Bell yacía cara a cara con el enano en medio de una pequeña llanura en el espeso bosque de la zona segura.
-Tranquilo, moderaré mi fuerza. Además, es sin armas. No tienes por qué asustarte-Expresaba mientras estiraba sus brazos y piernas.
-No le creas. Ve con todo desde el principio. Él no conoce algo como "Nivel 0" cuando se trata de entrenar a alguien-Aconsejó el capitán de la familia Loki.
-Ayúdenme...-Pidió el peliblanco sin que alguien escuchara su plegaria.
-No seré muy rápido pero te aseguro que tus golpes no serán más que un cosquilleo en mi cuerpo-Dijo con un tono amenazante el rival de turno.
Bell inhaló aire. Preparándose mentalmente.
-¡Bien! ¡Daré mi mayor esfuerzo!-Expresó. Apretando sus puños y preparándose para su "Lucha amistosa".
-¡Ese es el espíritu! No obstante, necesitas más que eso-Opinó el enano.
-¡El combate inicia en 3...!-Finn sería el árbitro.
-Oigan ¿A dónde fueron las chicas?-Preguntó Ouka.
-Se supone que acompañaron a las chicas de Loki, a Tsubaki y a esa chica de la familia Hermes. Mencionaron "Baño" y salieron disparadas a un lago que encontraron-Contestó Welf. Pendiente del espectáculo venidero.
-Ya veo-Le restó importancia el miembro de la familia Takemikazuchi.
-¡2...!-La cuenta regresiva seguía.
"Ir con todo desde el principio sin usar Argonauta contra un nivel 6... ¡ME PIDEN DEMASIADO!" Se quejó internamente.
"No noto aperturas en su guardia... ¿De casualidad ya ha luchado contra alguien tan fuerte como yo?" Gareth se cuestionó ya que no hallaba una forma de atacarlo.
-¡1...!-
Los latidos de Bell se intensificaron al estar cerca de tener una lucha verdadera contra un contrincante de tal envergadura.
-¡AHORA!-
*¡ZOOOOOOM!*
Tan pronto los labios del hobbit se cerraron, el cuerpo de Bell se perdió de la vista de los presentes.
-¡Aquí estás!-Gritó Gareth. Quien parecía ser el único en notar la presencia.
*¡PUM!*
El peliblanco lanzó un puñetazo con todas sus fuerzas directamente al rostro del enano. Sin embargo, este lo bloqueó con su antebrazo sin difícil alguna. Ni siquiera consiguió moverlo.
-Eres rápido. Pero como te dije... ¡Necesitas más!-Repitió el contrincante. Siendo ahora su turno de atacar.
*¡PUM!*
Un pesado puño se dirigió al estómago de Bell.
*¡CRACK!*
El suelo se partió tan pronto los nudillos impactaron con una superficie sólida.
-¿Qué demonios...? Lo tenía a escasos centímetros de mi...-Gareth se sorprendió al no dar con su objetivo. En cambio golpeó el suelo.
Sumergido en sus pensamientos percibió el sonido del aire siendo atravesado de su lado izquierdo.
*¡PAM!*
Otro golpe bloqueado.
-Es demasiado rápido-
Esa impresión era la que dejaba el joven.
Un borrón blanco es lo único observable en el campo de batallo. Sin contar al enano.
*¡PUM!*
-¡Ugh!-Un gancho al hígado fue recibido y este dejó cierta incomodidad en él.
-¡JAJAJAJAJA! Pensé que sería suficiente usar 1/8 de mi fuerza... ¡Haz superado mis expectativas niño!-El aura y ceño de Gareth cambió.
Bell seguía corriendo. Buscando aperturas en la casi infranqueable defensa.
-¿Un octavo de su poder...? Yo estoy usando toda mi fuerza y no consigo moverlo...-El miedo se apoderó de Bell.
El cuerpo de Gareth se infló al igual que sus músculos.
*¡CRACK!*
-¡Demonios!-Se quejó el chico. Viendo un gran puño acercándose peligrosamente.
*¡BOOOOOM!*
Varios árboles detrás suyo se despedazaron.
A duras penas consiguió esquivarlo.
-Solo con el aire empujado por su puñetazo hizo añicos esa parte...-Los ojos de Bell se abrieron en su totalidad. No obstante... no es recomendable distraerse teniendo enfrente a una fuerza imparable.
-¡CONCÉNTRATE BELL!-Finn lo alertó.
Saliendo de su impresión buscó al enano y se sorprendió de la cercanía entre ambos.
-¡¿No se supone que es lento?!-Reclamó por el poco tiempo en el que la distancia se acortó.
-¡ATACA MALDITO NIÑO! ¡JAJAJAJAJAJA!-Al menos uno de ellos se divertía.
-¡Maldita sea!-Reaccionó a duras penas. Quitándose de la trayectoria.
*¡CRASH!*
Una gran roca se despedazó en muchas piedras residuales.
*¡CRASH!*
*¡CRASH!*
*¡CRASH!*
-¡Deja de correr! ¡¿Acaso no puedes contra este viejo?!-Le preguntó con la energía al 100.
-¡POR SUPUESTO QUE NO! ¡ES LA RAZÓN POR LA QUE NO QUERÍA LUCHAR!-El espíritu del chico temblaba.
-¡¿HUIRÁS SOLO PORQUE UN RIVAL MÁS FUERTE ESTÁ EN TU CAMINO?! ¡¿DÓNDE ESTÁ ESE MOCOSO CON DESEOS DE SER HÉROE?!-Gareth lo provocaba.
Bell apretó sus dientes con furia.
-¡UN HÉROE NO ESCAPARÍA! ¡LUCHARÍA DE FRENTE!-La provocación continuaba.
"Eso piensas..." Al parecer surtía efecto en el chico.
Apretó sus puños.
"Cuando un rival piensa que ganó... es el instante en el que más vulnerable se halla... No lo olvides" Un consejo volvió a él.
Dejó de correr y le plantó frente.
-Oh... inesperado...-La sonrisa no se hizo esperar por parte del rival.
-Un héroe afronta las cosas cara a cara... ¿No es así?-La arrogancia de Bell incómodo al enano.
La tensión era tal que incluso los espectadores tenían los pelos de punta.
Una expresión interesante proveniente de Bell les dio a entender a propio y extraños que iría en serio.
-Ven por mi-Gareth lo retó.
Los músculos de todo su cuerpo se tensaron.
Daba pequeños pasos adelante.
Lento...
Esperando...
Hasta que...
*¡PUM!*
Se impulsó con ambas piernas. Destruyendo el suelo que pisaba con anterioridad.
Observaba todo en cámara lenta.
"Te tengo..." El contrincante lo único sin dificultad alguna.
"Muy valeroso o estúpido atacar dese enfrente a un escudo..." Se mofó.
La duda no cabía en este golpe.
-¡AHORA!-Gritó el enano. Moviendo su puño para que Bell lo recibiese.
La distancia se cortaba.
El aire, gracias a la fricción de sus cuerpos, aumentaba su temperatura.
"Batalla de un solo golpe...".
El puño izquierdo de Bell se levantó a la par del derecho del enano.
Dos fuerzas chocarían.
Una vencería.
"¿Piensas medir fuerzas conmigo? Tonto..." Pensó Gareth.
Los centímetros se redujeron estrepitosamente.
El calor de ambas extremidades ya podía sentirse en el contrario.
Si todo va como se planeaba.
Bell sería disparado de espaldas al no resistir el impacto.
-¡AHHHHHHHHHHHHH!-Un gritó liberó toda la energía y fuerza de Bell y...
-¿Que carajos...?-Gareth vio cómo el cuerpo de Bell se agachó antes de golpearlo.
*¡BOOOOOOOOM!*
Todo lo que tuviera enfrente la bomba de aire comprimido estalló.
Agachó la cabeza en busca del chico y unos nudillos les acercaron a su rostro.
-Gospel...-Susurró el muchacho. Un escalofrío recorrió las espaldas de ambos.
"¿Cómo conoce esa palabra...?" Pensó.
Su pesado cuerpo no le permitía reaccionar.
*¡PUM!*
Un uppercut directo al mentón.
*¡PUM!*
*¡PUM!*
*¡PUM!*
El eco resonaba.
La cara del atacado fue empujada atrás.
El cuerpo de Bell se alzaba. Tanto así que sus piernas perdieron el piso.
Una onda expansiva alborotó las hojas, piedras y cabellos de los que solamente observaban el combate.
El hobbit se impresionó en demasía.
-Un golpe directo... cambio de dirección en una fracción de segundo...-Susurraba.
-Un nivel 6... un aventurero sin falna...-
"Logré darle... no creí que funcionaria..." Se dijo a sí mismo. Jalando aire por el cansancio.
Tomó distancia del inmóvil cuerpo de Gareth.
-Bell es tu nombre ¿Verdad?...-Preguntó.
La cabeza regresaba a su posición original.
Un chorro de sangre salía de su labio.
-Esto tiene mala pinta-Opinó Finn.
-¿Eso es una bandera roja?-Ouka preguntó.
-Carmesí...-Le respondió Welf.
-¡No hagas una tontería Gareth!-Alertó el hobbit, corriendo a detenerlo.
-Eres impresionante niño... aunque debes saber que a los enanos no se les debe hacer enojar...-Susurró y en menos de un microsegundo.
*¡PUMMMMMM!*
-¡PUAHHHHHHHH!-Recibió un ataque.
Sus piernas se despegaron del suelo y...
Salió volando lejos de ahí.
-Eres muy impulsivo-Le recriminó el hobbit.
Con su enojo apaciguado, reaccionó.
-¿Eh? ¿A dónde se fue el mocoso?-Preguntó. Volteando a todos lados en su búsqueda.
-Con suerte no muy lejos de aquí-Contestó el capitán.
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Cambio de escena. Con las chicas en el lago.
-¡Es hermoso!-Dijo Mikoto con estrellas en sus ojos.
-Claro. No son aguas termales pero funciona para mi-Agregó.
-Realmente cómodo...-Lili se dejó llevar por la sensación placentera.
-Que suerte que encontraras este lugar Tiona. No quería oler mal al lado del capitán-Expresó Tione. Quitándose la ropa.
-¿Está segura de querer acompañarnos en este baño Riveria-Sama?-Preguntó Lefiya a su maestra.
-Sí. Necesito un baño. Quiero relajarme. No he descansado bien en los últimos días y tanto Finn como Gareth no ayudan en eso-El estrés era emanado de su ser al mismo tiempo que fruncía el ceño.
Lefiya no supo a qué se debía eso y tampoco quiso indagar.
-Oye Tsubaki ¿Están listos? Cuando Bete y Raúl vuelvan con los antídotos continuaremos con la expedición-Tiona le preguntó a la capitana de la familia Hefesto.
-Sí. Ustedes dicen cuándo partimos-Respondió. Remojando sus piernas y lentamente el resto de su cuerpo.
-Ahh~ Se siente genial el agua...-Declaró con sus mejillas sonrojadas y un rostro de deleite la oriental.
-Sí~-A su lado, Chigusa concordó.
-Alicia ¿Por qué estás tan callada?-Preguntó Lefiya a su compañera elfo.
-¿Eh? N-No es nada...-Respondió. Desviando la mirada.
"No puedo decirle que ese chico me pareció lindo... Me gritará y no sé por qué" Se dijo a sí misma.
-Sospechoso-Dijo la elfo de cabellos naranjas.
-Asfi ¿No nos acompañarás en la expedición?-Preguntó Riveria.
-Lo siento Riveria-Sama. Mi dios solo me mandó a darles un aviso sobre un tema sensible respecto a lo sucedido en la refinería de piedras mágicas-Respondió la chica de cabello celeste. Quien se encontraba al lado de la elfo pelijade mientras remojaba su cabello con un pequeño desnivel en el agua.
-Sigues luchando con él porque te pide cosas imposibles ¿No es verdad?-Riveria notó el cansancio en su cuerpo.
-Sí... es desesperante pero buen Dios a su manera-Respondió no tan convencida.
-¡Aiz! ¿Me prestarías el libro que Argonauta-Kun te regaló cuando lo termines de leer? Estuve viendo el del Argonauta y es una historia muy diferente. Creo que es una versión más antigua que la que yo leí. ¡Debe tener más cosas por contar!-La emoción no se hizo esperar por parte de la menor de las hermanas amazonas.
-S-Sí. Solo cuídalo bien... s-se lo prometí a Bell...-Respondió la rubia. Su rubor al llamarlo por su nombre de pila, aún si no estaba presente, no fue para menos.
-¡¿Le regaló un libro ese humano, señorita Aiz?!-Reclamó Lefiya.
-¡También a mi!-Tiona se levantó del agua con la energía que la caracteriza.
-¡Se acaban de conocer! ¡¿No estará coqueteando con ustedes?!-Las interrogó.
Curiosamente más de una se quedó pensando en esa posibilidad.
Riveria.
Alicia.
Y Aiz.
Se preguntarán ¿Por qué Tiona no pensaba sobre ello? Simple...
-Heehee~ A mi no me molestaría que ese fuera el caso-Una risita tonta provino de ella tan pronto finalizó su confesión.
-D-Dudo que ese sea el caso. No luce como alguien que coquetee con cualquier chica que se le cruce-Habló Riveria.
-¿Por qué lo defiende Riveria-Sama?-Le preguntó Lefiya.
-P-Porque es grosero levantarle falsos a alguien-Se justificó la elfo.
-Y-Yo pienso que es lindo-Declaró Alicia.
-¡¿EHHHHHH?! ¡¿TÚ TAMBIÉN ALICIA?!-La elfo pelinaranja camino hacia su amiga.
-¡SÓLO DOY MI OPINIÓN!-Gritó la elfo que mencionó lo anterior mientras corría y se alejaba de su amiga.
"¿Acaso no soy la única que se siente así?" Pensaron al mismo tiempo Riveria y Aiz.
-¿De quién hablan? Me siento sin contexto-Susurró Tsubaki a Tione.
-Del chico que luchó en Babel contra el minotauro. Lo encontramos a cercanías de aquí. Un goliath los atacó-Respondió la amazona.
-¿Un goliath? ¿No se supone que ya lo derrotaron?-Asfi se sorprendió ya que debería tomarle al menos unas semanas regenerarse.
-Pues ya ves-Tione le restó importancia.
-Espera ¿Es el chico que rechazó unirse a su familia? ¿Llegó al piso 18? ¿Qué nivel es?-La Herrera continuaba con sus dudas.
-De hecho no tiene nivel. Escuché que no posee falna alguno por decisión propia-Asfi contestó la duda de la enana.
-Me lo topé en una ocasión. A simple vista no luce intimidante pero Hermes-Sama me comentó que no le quite el ojo. Que puede sorprenderme aunque no entiendo de qué forma-Agregó la chica de cabello celeste.
La plática de hoy se centró en una sola persona. Bell.
Relataron lo que sabían de él.
-Yo escuché que llevó a unos niños a "La señora de la abundancia"-Tiona reveló.
-¿Niños?-La vice capitana de la familia Loki y la "Princesa de la espada" sintieron un frío recorrer sus cuerpos.
-No creo que sean sus hijos, tontas. Según entendí son huérfanos de un orfanato dentro de la calle dédalo. Les invitó la cena y ha comprado mucha comida a diario. Supongo que se las da a los pequeños-La amazona agregó su opinión personas respecto a eso.
Un alivio no visible a los demás se reflejó en Tiona, Aiz y Riveria.
Lefiya y Alicia escuchaban atentamente.
"Ayuda a los niños y los cuida... es alguien muy bondadoso" Alicia se conmovió.
"Tal vez no sea tan malo como pienso" Comentó para sí misma la pelinaranja.
-Bell-Dono es alguien amable. Se los aseguro-Mikoto habló.
-Nos ayudó en el calabozo a pesar de conocernos poco tiempo. De no ser por él hubiésemos muerto-Chigusa adicionó al comentario anterior. (De no ser por él no se metían en ese pedo pero detalles).
"Jeje. Aunque fue culpa suya" Pensó la hobbit mientras reía incómodamente.
-Suena irreal un sujeto así-Expresó Tsubaki.
-No se parece a cualquier aventurero. Normalmente son egoístas o tienen una meta de esa índole. Bell... es diferente-Riveria sonrió al decirlo y sus mejillas se ruborizaron.
-Sí. Él no es igual a todos... quiere ser un héroe...-La pelidorada tuvo la misma reacción al hablar de él.
-Argonauta-Kun es genial...-Incluso Tiona se perdió dentro de sí con tan solo recordarlo.
-Oigan ¿No escuchan un grito?-Tsubaki les llamó la atención.
-Sí. Viene de arriba-Todas levantaron la cabeza en busca de lo que provocaba dicho sonido y vieron una mancha blanca cayendo a una alta velocidad.
-¿Qué es es...?-Preguntaron al mismo tiempo hasta que...
-¡AYUDAAAAA!-
*¡SPLASH!*
Algo cayó en las profundidades del lagoy levantó mucha agua.
-Ay... siento a mi desayuno siendo empujado arriba...-Dijo el chico con los ojos cerrados y ambas manos agarrando su abdomen.
-Dijo que no iría en serio y aún así lo hizo...-Agregó.
-¿Uh? ¿Argonauta-Kun?-Tiona habló.
-¿Qué?-Bell volteó cuando pronunciaron aquel apodo.
Las gotas de agua caían a manera de lluvia. Cuando dejaron de hacerlo. Vio en la comprometedora situación en la que se metió.
-¡!-Bell se impactó.
-¿También quieres tomar un baño con nosotras, Argonauta-Kun?-Preguntó la amazona.
-¿Es él? Luce muy tierno-Opinó Tione.
Asfi se cubrió con una roca.
Lefiya se sumergió en el agua al igual que Alicia.
Aiz y Riveria se taparon con sus manos.
Chigusa, Mikoto y Lili se escondieron detrás de un árbol.
Tsubaki... a Tsubaki le daba igual. No desperdiciaría sus minutos de relajación solo por ser vista desnuda.
(Por favor ignoren a Hermes en el árbol. Espero que Wattpad no me censure el capítulo por la imagen).
-P-Per...-Con la cara completamente roja Bell balbuceaba algo.
-¿Bell...?-La rubia y su "Madre" lo nombraron.
Él volteó y se encontró con la figura de ambas bellezas a escasos metros de donde cayó.
En ese preciso instante su ritmo cardiaco coincidía con el apodo que tanto le molestaba.
Ellas se sonrojaron porque eran vistas fijamente como fueron traídas al mundo. No obstante, algo fue determinante para que no reaccionaran de mala manera.
Él no las miraba con ninguna clase de intención peligrosa.
No con lujuria.
No con deseo de índole sexual.
Lo hacía con admiración.
Como si se les considerara una hermosura fuera de este mundo.
El peliblanco tragó saliva al recuperar la cordura.
Si quisiera se quedaría todo el tiempo del mundo dentro del lago con tan espectacular vista.
No obstante. Su instinto de supervivencia le alertaba que debía huir.
-P-Per...-Sus palabras no salían.
-¿Per?-Tiona ladeó la cabeza. Sin importarle ser vista desnuda.
-¡PERDÓN!-Gritó y, sorprendentemente, caminó sobre el agua y se impulsó con la misma. Dirigiéndose a lo más profundo del bosque. (Concentró su chakra en la planta de sus pies).
-¡NO DEJARÉ QUE HUYAS MALDITO HUMANO!-Lefiya, quien se vistió rápidamente. Lo acorreteó con su bastón mientras recitaba docenas de hechizos.
-Bell es un pervertido...-Aiz se sintió decepcionada.
-No. debe haber una explicación-Riveria negó esa posibilidad.
-Riveria-Sama tiene razón. Dudo que alguien cayera del cielo solo por vernos desnudas. Debió ser mala suerte-Alicia concordó con su maestra.
-Por lo pronto ¿Quién irá por Lefiya? Tiene muchas ganas de matarlo por esto-Preguntó Tiona. Viendo a la distancia muchos árboles siendo derribados.
-Ya no me podré casar...-Se lamentó Asfi. Su cuerpo desnudó fue visto por un hombre. Según la leyenda solo debes mostrárselo a tu alma gemela. De ahí su tristeza. (Ni pedo, toca casarse con el conejo, no hay de otra).
Mientras se vestían. Escucharon dos voces familiares a la distancia.
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Unas horas después.
-Y eso pasó. Estos dos lucharon. Gareth se enojó por recibir daño y lo mandó a volar varios metros. Ya que cayera donde ustedes se bañaban es mera coincidencia-Finalizó Finn. Señalando al enano y al peliblanco que yacía amarrado y amordazado de cabeza en un árbol. Cortesía de Lefiya.
-Te dije que había una explicación-Le recriminó Riveria a su aprendiz. Acercándose a auxiliar al peliblanco que lloraba de impotencia.
-Le deben una disculpa. Tanto tú como Gareth-Sembró terror en los corazones de ambos acusados con tan solo el tono de su voz.
-No se preocupe señorita Riveria. Yo acepté el reto. Además. Pienso que es una reacción normal lo que la señorita Lefiya hizo. Aún si no estuviese planeado caer en donde ustedes se bañaban. No puedo negar que... l-las v-ví-Interrumpió el peliblanco. Defendiendo al enano y a la elfo.
-Eres demasiado bondadoso-Se quejó la pelijade.
-S-Solo soy sincero. Perdón si la incomodo-Contestó Bell.
-No lo haces. En parte me gusta eso de ti-Dijo sin percatarse de lo comprometedor que era.
Fue blanco de miradas lo sintió.
-¡E-Es solo un cumplido! ¡¿Por qué me ven así?!-Les reclamó.
-No. Por nada-Desviaron su atención.
La elfo se retiró a su carpa con las mejillas sonrojadas. Dejando a un confundido muchacho.
-En fin. Vayamos a cenar. La comida está lista-Avisaron al resto.
-¡Sí! ¡Me muero de hambre! ¡Vamos Argonauta-Kun!-Tiona corrió y tomó a Bell de la mano. Arrastrándolo a donde comerían.
-Espera Tiona-Aiz también quería comer junto a él. Solamente se quedó de pie observando a ambos alejarse.
Hizo un puchero por ello.
Al estar todos alrededor de la fogata disfrutaron de su comida. Tiona y Bell hablaban plácidamente sobre muchos cuentos de héroes.
Mientras tanto. Riveria y Aiz tenían ciertos celos de no estar así con aquel chico. Aunque claro. Ninguna de las dos lo admitiría. La primera porque reniega de su sentir y la segunda no sabe nada sobre el amor.
Las horas pasaban con total tranquilidad hasta que llegó la hora de descansar.
Bell, por su parte, decidió tomarse un tiempo para explorar el bosque y conocer mejor la zona segura del piso 18.
Durante caminata nocturna llegó a una montaña donde la vista era simplemente maravillosa.
-No puedo creer que este sea un calabozo. Hay tantos cristales cubriendo el techo que, si me dicen que es el cielo estrellado, lo creería-Opinó.
Se acostó en el césped y disfrutó el silencio.
-¿Creíste que llegaría así de lejos, abuelo?-Preguntó al aire. Recordando los momentos que vivió con él.
Se presentó tristeza dentro suyo.
-Madrastra... Tío... En verdad espero, de todo corazón, lograr que se sientan orgullosos de mi...-Susurró con la voz entrecortada.
-Aún no supero lo que el argonauta me enseñó... sus vidas se vieron alteradas por mi sola existencia... incluso tú perdiste tu inmortalidad con tal de que yo viviera, abuelo-Las lágrimas brotaban lentamente.
-Sé que dije que cumpliré mi destino... mi sueño... pero lo abandonaría si eso significara poderlos tener conmigo nuevamente...-Agregó. Limpiando sus ojos con la manga de su camisa.
-En verdad los extraño-
-La comida del tío Zald-
-Los cuentos del abuelo-
-Los entrenamientos y mimos de mi madrastra Alfia-
-Mis felices cumpleaños al lado de ustedes-
-Cuando éramos una familia feliz...-
Se tomó una breve pausa.
-¿Podré cumplir sus expectativas?-Esa pregunta final no solo iba a sus difuntos familiares. También a los héroes dentro de su alma.
-Aunque he de admitir que me alegró ver por primera vez a mi mamá. Es tal y como la imaginé. Pero es un poco cruel que el único momento en el que la vi fuera el día de su muerte... al menos... en mis sueños... podré estar con ella y con ustedes...-Una memoria hizo acto de presencia cuando cerró sus ojos.
Una mentira... o tal vez... una vida feliz...
*crack*
Un sonido semejante al de una rama siendo rota se escuchó a escasos metros de él.
Se puso en alerta.
-¿Quién anda ahí?-Preguntó. Tomando su espada corta.
Se puso de pie y el revoloteó de las hojas le daba a entender que dicha cosa se acercaba.
Bell apuntó su arma, listo para atacar de ser necesario.
-¡Ahhhhhh! ¡Solo buscaba un lugar donde ver los cristales!-Se quejó una voz conocida.
-¿Uh? ¿Lefiya?-Reconoció el peliblanco a la elfo de cabellos naranjas.
Al salir salir del bosque, también la elfo se percató de la presencia del chico.
-¡¿EHHHH?! ¡¿Por qué de todas las personas me encuentro contigo?!-Se quejó con furia.
-Amm... ¿Lo siento?-Bell se disculpó instintivamente.
-¡Que quede claro! Tal vez no fuera tu culpa lo del lago... ¡Pero no sé por qué algo me dice que eres un pervertido!-Lefiya lo tomó del cuello de la camisa.
-N-No sé qué responder a eso-El peliblanco decidió no provocarla.
-Tch-Chasqueó la lengua y lo soltó.
Un silencio incómodo se presentó.
-Señorita Lefiya. Si le incomoda mi presencia, no tengo problema en retirarme-Le dijo a la elfo.
Ella volteó a verlo.
Pudo ver en él ciertos restos de lágrimas secas y una expresión llena de tristeza y melancolía.
Digamos que esto ablandó su corazón.
-No puedo apropiarme de toda la montaña. Además tú llegaste primero-Le respondió.
-¿Entonces...?-No sabía sí quedarse al lado de ella o si se iría.
-Siéntate y ya. Me desespera lo lento que eres-Contestó. Jalándolo del brazo hacia abajo.
Él se sentó.
Ambos miraban el "Cielo" con admiración. Con tranquilidad.
Una parte dentro de Lefiya quería preguntarle qué le sucedió para ponerse a llorar. La otra luchaba con la anterior diciéndole que no es de su incumbencia y no le importa.
Al final ganó la primera.
-N-No es que quiera indagar en tu vida... tampoco estás obligado a contestarme pero... ¿Por qué estás aquí?-Comenzó con esa pregunta. Si le daba entrada, subía el grado de las mismas.
-Ammm... No lo sé. En realidad simplemente encontré esta hermosa vista-Respondió. Volteando a su costado derecho.
Sus miradas se encontraron.
-Yo... quería estar sola...-La elfo de cabellos naranjas dio su motivo. Algo tenía el chico que le inspiraba a contarle. Tal vez sea por el simple hecho de que no parece alguien que se burlaría del pesar de alguien más. (Es un solecito).
Si le haces una pregunta a alguien con el objetivo de conocerlo mejor, lo mínimo que debes hacer es proporcionarle una información similar.
-¿A qué se debe eso, señorita Lefiya?-Ahora Bell realizó la pregunta.
Ella suspiró y sus orejas se bajaron.
-Me siento débil... como si no perteneciera a mi familia... no logro ser de utilidad y les traigo muchos problemas...-Expresó sus inquietudes.
-¿Débil? ¿Usted? He escuchado de ti. Eres una aventurera de nivel 4. Además una de las magas más prometedoras de Orario. Si usted cree que es débil, no me imagino a los que se encuentran debajo suyo-Bell dio su respuesta. No daba crédito a lo que oyó.
-Y aún siendo todo eso que la gente dice... me siento una inútil... quiero ayudar a mi familia... tener un poco de reconocimiento...-Abrazó sus piernas y asentó su frente en las rodillas. Pequeñas lágrimas se deslizaban por sus pómulos.
-Yo no creo eso de usted-Dijo el chico.
-¿Eh?-Ella lo miró.
-Si alguien se esfuerza tanto para proteger a su familia. Para buscar reconocimiento. En definitiva no se le puede catalogar como alguien inútil-Agregó.
-Bell...-Sus mejillas se sonrojaron.
-Usted siga esforzándose. Luche por su meta y lo demás llegará por sí solo. Sin embargo. No dudo que, con tan solo ver el empeño que pone en su sueño, sus seres queridos se sentirán orgullosos. En ocasiones es más importante el camino que el destino-Las palabras de apoyo fueron dadas. Finalizando con una dulce sonrisa que desvanecía las dudas de la elfo.
-¡Sí! ¡Tienes razón!-La emoción regresó a su cuerpo y le devolvió la sonrisa.
-Linda...-Ante el gesto de la elfo, Bell únicamente pudo expresar esa palabra.
-¿Uh? ¿Dijiste algo Bell?-Ella ladeó la cabeza.
-N-No es nada. Me alegro que ya estemos caminando con el pie derecho, señorita Lefiya-Él le respondió mientras rascaba su nuca y reía.
-Cierto... ¡Pero aún no confío en ti!-Y la atmósfera se desvaneció.
-¡Haré mi mayor esfuerzo para que confíe en mi, señorita Lefiya!-Bell le siguió el juego.
-¡Eso espero!-Contestó al elfo.
Ambos se miraron y se rieron.
-Opino que debemos volver. Preocuparemos a los demás si desaparecemos mucho tiempo-Comentó Bell. Poniéndose de pie y extendiéndole la mano.
Imaginen que Lefiya está sentada en césped.
Lefiya lo vio con extrañeza.
Bell se dio cuenta y retrajo la mano.
-Perdón... olvidé que no les gusta ser tocadas...-Susurró.
La chica simplemente ignoró esa regla y tomó la palma del chico.
-No todos los elfos tenemos esa regla. Me demostraste que al menos no eres un depravado y un pervertido. Te daré ese privilegio-Comentó mientras era levantada.
-Vamos, Lefiya-Dijo el peliblanco, adelantándose
-Sí, Bell-Respondió la elfo.
"Tal vez sea solo imaginación mía... no es una mala persona" Ese fue su pensamiento mientras veía que se alejaba.
-Me alegro-Dijo en voz baja con sus mejillas sonrojadas.
Mientras estaban apunto de entrar al bosque, algo los frenó en seco.
Una explosión.
*¡BOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOM!*
Vieron de donde provino.
Del cielo de cristales.
Grandes trozos del mismo cayeron al suelo y...
-No puede ser...-Dijo Bell.
-¿Qué? ¿Qué no puede ser?-Le preguntó Lefiya.
Sin esperárselo, un cuerpo gigantesco cayó desde las alturas.
*¡PUUUUUUUUUUUUUM!*
El suelo tembló. Incluso algunos gritos se escucharon.
-Es el goliath... no... este es diferente...-El miedo abordó sus cuerpos al reconocer al monstruo.
-¡Tenemos que avisarle a los demás!-Lefiya lo jaló al campamento.
*¡GRRRRRRRRRRAHHHHHHHHHHHHHHHHHH!*
La bestia soltó un grito que se extendió hasta los oídos de los aventureros que se encontraban a pisos de distancia del 18.
El lugar se tornó rojo.
Y si no fuese suficiente. Del suelo empezaron a emerger unas plantas gigantescas. Violas son sus nombres.
Cerca de donde el Goliath cayó. Dos mujeres esperaban.
-Acabare contigo... Aria-Una mirada penetrante provino de la primera de ellas.
La otra se limitaba a matar a los pobres aventureros que contaran con la mala suerte de hallarse a cercanías de la ciudad.
*¡CRACK!*
Un cráneo fue aplastado de un pisotón.
-¿Cuánto más tardarán los verdaderos rivales? Estas cosas no sirven ni para calentar-Valleta se desesperaba.
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Mientras tanto, a lejanías del piso 18.
-¡JAJAJAJAJAJA! ¡SABÍA QUE EL CALABOZO NO SE QUEDARÍA DE BRAZOS CRUZADOS SI UN DIOS LIBERABA SU ARCANUM DENTRO DE ÉL!-Thanatos se mofaba.
-Veamos que hacen tus niños contra esas dos, las violas y ese Goliath irregular, Loki-Enyo se divertía.
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Bueno, hasta aquí el capítulo de hoy, espero que sea de su agrado y dejen su apoyo como ya es costumbre.
Tenía la intención de agregar la batalla en este capítulo pero prefiero que se concentre toda en un solo capítulo, el cual será el siguiente ya que pienso que este se alargaría demasiado y tantos escenarios diferentes en un mismo capítulo, al igual que diferentes situaciones, se sentiría saturado.
Como pueden ver, me concentré en formar el harem con las que están presentes por ahora.
En fin, déjenme sus opiniones.
¿Cómo estuvo el capítulo? ¿Sí les gustó?
Buzón de sugerencias/opiniones/comentarios.
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¡Si gustan leer una novela original escrita por mi, pueden leer la que recién acabo de publicar!
"Objetivo frustrado por un amor inesperado"
Acompáñanos en al historia de Akiro Itō para cumplir su tan anhelado deseo... ¡Vengarse de quien rompió su corazón!.
Aquí les dejo el link para que vayan a leerla o pueden encontrarla en mi perfil. Hasta ahora llevo el prólogo y el primer capítulo del primer volumen.
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Si desean leer más de mis fic pueden entrar a mi perfil y ahí encontrarán desde...
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Un One Shot en el que se nos relata lo que hubiera sucedido si Bell era cuidado por Alfia, Zald y Zeus ¿Será un futuro feliz? ¿Bell se convertirá en el último héroe como se lo prometió a su madre? ¡Averigüémoslo!
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Otro One Shot sobre una bella historia de amor entre una diosa y un mortal, que toma como punto de partida la película de "Danmachi: la flecha de Orión". Veamos la aventura en la que se embarca nuestro carismático protagonista después de haber perdido a esa diosa que tocó su corazón en muy poco tiempo, de la cual, se tuvo que despedir prematuramente.
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La hermosa Lefiya nos acompañará en este One Shot junto al conejo en una aventura que tendrá de todo. Amor, drama, todo lo que engloba a esta pareja tan dispareja.
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La historia de amor entra una hermosa hada y un conejo con dudas nacientes en su corazón tras un suceso inesperado.
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Un fic con un cuarteto amoroso muy raro, BellxTionaxFreyaxHelun.
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Una hermosa historia de amor entre una asesora y el aventurero a su cargo, BellxEina.
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¡Una aventura sin Falna nos espera a nosotros y a nuestro protagonista!.
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Y mi primer y ya finalizado Fic, que va de la pareja de BellxSyr o Freya, el cual parte desde el rechazo de esta misma en el volumen 16 de la novela original, aunque claro... en este fic sabremos lo que hubiera pasado si Bell no la rechazaba, como el título indica.
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Sin más que agregar, yo me despido, espero que se echen una pasada a mi perfil y les agraden las demás historias en caso de no haberlas leído, eso es todo, hasta la próxima mis lectores.
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