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Capítulo 10.

En el orfanato de María.

-Oye Rye ¿Qué le pasa a Bell?-Preguntó la pequeña Chienthrope, jalando delicadamente la camiseta del niño.

-¿Tú también te diste cuenta? Está muy extraño. Llegó. Se acostó. Tapó su rostro con la almohada y gritó. ¿Qué mosco le picó?-Roux fue quien le respondió a su compañera, sin apartar la vista del susodicho.

-Bell me dijo que hoy tendría una cita. Supongo que tiene que ver con eso-Reveló Rye, sin apartarse del costado de la puerta que daba con la habitación de Bell.

-¿Una cita? ¿Con quién?-Roux ladeó la cabeza.

-¿Por qué luces sorprendida? Bell ganó mucha fama entre las mujeres tras su proeza contra el minotauro, aparte é-él es lindo...-Fina se sonrojó y comenzó a jugar con sus dedos.

Rye agudizó su mirada un tanto incómodo por el comentario de la Chienthrope.

-No sé con quién salió. Solo me mencionó que su cita sería con una hermosa chica. Roux lo sabría si no durmiera en el cuarto de las chicas, por cierto ¿Por qué duermes allá?-El humano le preguntó a él/la elfo.

-Porque...-Antes de contestar los tres niños recibieron un golpe en la cabeza. No tan fuerte para que les doliera pero tampoco tan suave como para no sentirlo.

-¿H-Hermana María?-Los tres se asustaron por la presencia de dicha mejor a escasos centímetros de ellos con una expresión de enojo.

-¿Qué hacen despiertos a esta hora? No deberían molestar a Bell-Los reprendió.

-E-Es que... B-Bell está actuando extraño-La voz de Fina se apagaba poco a poco con el transcurrir de su contestación.

La mujer suspiró.

-No lo molesten. Muy seguramente desea descansar, cosa que ustedes también deberían hacer. Vamos-María los tomó de la mano amablemente y los alejó del sitio.

Mientras tanto, nuestro joven aventurero yacía aún con el rostro aplastado por su almohada, razón por la cual su respiración se hacía más pesada.

"¡¿UNA SOLA CITA?! ¡ME BESÓ EN LA PRIMERA CITA! ¡¿QUÉ ES ESTO?! ¡APENAS ESTAMOS EN EL CAPÍTULO 10 Y YA ME BESÓ! ¡ME SIENTO PODEROSO!" Pensó con fiereza, luchando por contenerse y no gritar a los cuatro vientos lo que decía en su mente ya que a esa hora los niños del orfanato dormían.

"¡ESTO SUPERA LAS HISTORIAS QUE ME CONTABA MI ABUELO!" Declaró para sí mismo, recordando todos los relatos fantasiosos en los que el protagonista armaba un Harem de hermosas chicas luego de salvarlas o siquiera ayudarlas en algún momento de sus vidas.

Ya habiéndose tranquilizado se posó boca arriba de la cama.

-¿Qué debería hacer...? Claramente le gusto a Airmid, dudo que ella besara a cualquier hombre sin tener esa clase de sentimientos residiendo en su corazón. Sin embargo...-Susurró mientras su cabeza divagaba.

"¡EL HAREM BELL! ¡YA TIENES A UNA! ¡VE POR MÁS!" La voz de su abuelo repetía en reiteradas ocasiones esas 10 palabras. Bell podía jurar que la imagen de aquel viejo le levantaba los pulgares al mismo tiempo que lágrimas se deslizaban por sus pómulos. Lágrimas de... ¿Orgullo?.

-M-Mi mamá... mi madrastra... ambas me matarían sí estuvieran aún conmigo y se enteraran de que estoy considerando seriamente algo dicho por mi abuelo...-A su cuerpo lo recorrió un escalofrío y una brisa entró por su ventana susurrando una palabra.

-Gospel...-

-¡Ah!-Gritó el peliblanco y se cubrió instintivamente.

Volteó a todas partes sin bajar la guardia.

-D-Debió ser mi imaginación... malditos traumas de la niñez... jeje...-Se rió nerviosamente.

Frotó sus ojos y se recostó otra vez.

-Por el momento... es mejor no pensar en eso... bien dicen que lo mejor llega cuando menos te lo esperas. Aunque para mi... no tendría problema en quedarme al lado de Airmid solamente...-Dijo mientras la escena del beso se repetía.

"¡HAREM! ¡HAREM! ¡HAREM! ¡HAREM!" La voz de su abuelo hacía eco dentro de su cabeza.

-Creo que no podré dormir bien hoy...-Se quejó.

A la mañana siguiente.

-Creo que tengo todo... Espada que me regaló Welf. La bufanda que mi madrastra Alfia me regaló con el olor a amor de madre. Mi armadura que el tío Zald me regaló en mi doceavo cumpleaños y, por si me aburro dentro del calabozo, el cuento del Héroe mercenario y del Argonatura, los cuales he leído al menos 500 veces-Bell se encontraba haciendo un recuento de su equipo antes de partir al calabozo donde se reuniría con Welf y compañía. Los cuales, amablemente, le ofrecieron unirse a su grupo.

-¡Todo listo!-Celebró el chico. Poniéndose de pie lleno de energía y revitalizado a pesar de dormir menos de 4 horas.

-¡¿Irás de aventuras Bell?!-Rye, Roux y Fina le preguntaron con estrellas en los ojos al oír la voz del peliblanco a unos cuartos de distancia.

-Si. Una de las personas a las que salvé me invitó y la idea me emociona por lo que me fue imposible rechazar la propuesta-Respondió.

-Ten cuidado Bell Nii-Chan. No queremos que te suceda algo malo-Le rogó Fina con preocupación en sus palabras y expresiones.

Bell le revolvió el cabello y contestó.

-Tranquilos. Volveré lo más pronto posible y traeré mucha comida cuando lo haga-El joven les sonrió a los niños y les levantó el pulgar con rebosante confianza.

-¡Si Bell Nii-Chan lo dice, confiaremos en él!-Rye, Roux y Fina lo abrazaron antes de que se fuera.

Tras algunos segundos, se retiró del lugar aunque un pensamiento abordaba su mente y no lo dejaba en paz.

-¿D-Debería ir a visitar a Airmid? N-No sé si podré verla a la cara después de que me besó...-Su cara se tornó a un color rojo intenso.

Suspiró tendidamente antes de tomar una decisión.

-No puedo dejar esto a la intemperie. Actuaré como un hombre, no es fácil que una chica te exprese sus sentimientos. Mínimo merece una respuesta sincera-Declaró, acelerando el paso y dirigiéndose a la sede de la familia Dian Cecht, lugar donde la bella médico residía.

Sede de la familia Dian Cecht, en la recepción.

-Oigan ¿Qué le sucede a Dea Saint? Actúa raro desde esta mañana-Uno de los miembros de su familia se cuestionó.

-No es de ahora. Desde anoche está así. Hubieses visto lo fuerte que cerró la puerta de la sede al entrar corriendo de la nada después de volver de su día libre-Otro integrante de la familia del Dios antes mencionado le comentó a su compañero.

-¿A qué se debe? Escuché que el Héroe de Babel y ella fueron vistos juntos en los baños de aguas termales-Más gente se unía al chisme del momento sin que la bella peliplateada los escuchara por estar concentrada en lo que sea que su atención se centrara.

Ella estaba de pie mientras se retorcía cada cierto tiempo y cubría su cara con ambas manos, ahogando un grito que de todas formas era escuchado tanto por médicos como por los mismos pacientes.

"¡¿P-POR QUÉ FUI TAN ATREVIDA?!" Gritó internamente como un reclamo para sí misma.

PUM

Golpeó la mesa en la que se hallaba con los puños cerrados, asustando a los presentes.

-M-Mis mejillas se sienten muy calientes, casi hirviendo...-Ella, por el contacto de sus dedos con dicha zona, pudo sentir su temperatura.

-N-No pude dormir en toda la noche por recordar nuestra cita... ¿P-Por qué lo besé...? Unos días... tan solo unos días de conocerlo y ya estoy actuando como una niña enamorada... ¿Qué me sucede?-Sus latidos aumentaban su ritmo entre más pensaba las cosas.

-¿Esto es amor...? ¿Por qué se siente tan bien y a la vez da miedo...?-Se preguntó, volviendo a su memoria la sonrisa que aquel joven le regaló y la que se convirtió en el parteaguas de esta serie de eventos que hasta ahora la tienen confundida.

-¿S-Sentirá lo mismo? ¿N-No pensará mal de mi...? ¡AHHHHHH LA DUDA ME CARCOME!-Gritó, tomando su cabeza con histeria.

-Airmid...-Un llamado la sacó de su burbuja.

-¿Eh...?-Ella volteó a donde aquel sonido provino.

Su piel adoptó un rojo intenso cuando estuvo cara a cara con el responsable de su inquietud.

-¿B-B-Bell...?-A duras penas consiguió decirle por su nombre. Tartamudeando en el proceso como fácilmente se pudo notar.

-H-Hola... Airmid...-Él saludó lo más natural posible. Sin embargo, no pudo hacer contacto visual con ella.

Aventureros, ciudadanos, incluso personal médico. Todos veían con asombro y total atención a ambos jóvenes. La más famosa sanadora de Orario y el héroe del momento.

"Me siento incómodo... no hay forma de que toque el tema de lo que sea que Airmid y yo tengamos enfrente de esta multitud" Se dijo a sí mismo el muchacho, intentando ignorar las miradas de enojo y envidia que lo juzgaban y condenaban a lo peor.

"Jeje... el abuelo tenía razón. El orgullo de hombre se ve manchado cuando alguien logra lo que ellos no pudieron... aunque... ¡NO ME SIENTO FELIZ EN LO ABSOLUTO POR ESO!".

-A-Airmid yo...-Bell se acercó a paso lento.

La peliplateada se quedó estática sin mediar palabra.

-Amm... q-quisiera hablar contigo e-en privado... p-prometo no quitarte mucho tiempo...-El peliblanco lanzó su pedido.

-E-Está bien...-Ante la seriedad que Bell adoptó, no le quedó más opción que aceptar y esperar lo peor.

"De seguro... él no siente lo mismo..." Una punzada asaltó su corazón. Provocando unas fuertes ganas de llorar en una de las más bellas mujeres de toda la ciudad.

Ella lo guió a un cuarto vacío donde no serían molestados por nadie. Ahí discutirían lo que fuera.

Bell la siguió desde detrás, en donde logró percibir que Airmid apretaba el puño mientras su brazo temblaba y sus labios igual.

La puerta se abrió y ambos se introdujeron en la habitación.

Tan pronto al puerta se cerró, la sanadora fue la primera en romper el silencio.

-¡N-No creas que por besarte quiero darte a entender que me gustas! ¡E-Eso no significa nada!-Le gritó, apuntándolo y adoptando una confianza efímera.

-S-Sé que fue inesperado y no tiene explicación, sin embargo... ¡Se debió al calor del momento! ¡Sí! ¡De no ser por la atmósfera nunca te hubiese besado!-Ella comenzó a reírse nerviosamente y a mirar a todos lados.

Bell permanecía en silencio aunque caminando a su posición.

-¿Eh? ¡¿N-No vas a decir nada?! E-Espera... m-me asustas. H-Habla... e-enójate... ¡D-Di algo!-Entre más se acercaba el muchacho, la peliplateada retrocedía un paso atrás.

Cerró sus ojos tan pronto lo tuvo de frente, esperando lo peor hasta que...

-¿Q-Qué...?-Su mano fue tomada por la de su acompañante.

-Eso no es lo que quieres decir... ¿Verdad...? Airmid... sé sincera conmigo...-Esa frase salió de los labios del chico con total tranquilidad que era aterrador.

-¿Quién te crees? Estoy siendo sincera. No significó nada para mi-Le respondió la mujer.

-Entonces, si es así... ¿Por qué estás llorando?-Preguntó Bell.

-¿L-Llorando...? ¿Qué? ¿Cómo?-Esto la inquietó e instintivamente sus dedos se dirigieron a donde ciertas gotas se deslizaban.

Ahí sintió las lágrimas entrando en contacto son la yema de sus finos y temblorosos dedos.

Sniff

Sniff

Su respiración se tornó irregular.

-M-Me vas a rechazar ¿No...?-Susurró.

-¡Estás aquí para recházame! ¡No me engañas!-Levantó la voz, quebrándose ante el responsable de su sufrimiento emocional.

-E-Espera Airmid-El joven intentaba tranquilizarla sin éxito alguno.

-¡S-Sé que estoy actuando raro! ¡No es normal en mi hacerlo que hice en nuestra cita! ¡Nunca me he sentido de esta forma y no sé cómo reaccionar! ¡Tampoco estás obligado a aceptar mi amor! pero...-En un rápido movimiento lo abrazó.

-¿N-No puedo ser yo...? ¿N-No es posible que en tu corazón tengas amor para mi...?-Su voz quebradiza complicó comunicar su mensaje, no obstante, por la cercanía entre ambos, fue recibido fuerte y claro a su destinatario.

Bell, con los brazos a cada lado, no sabía cómo reaccionar.

"E-Esto se tornó más difícil de lo que preveía...".

-Airmid...-Habló.

-Sé que a ridícula lo que pido...-Las lágrimas caían al hombro de Bell.

-E-En primer lugar... y-yo no tenía la intención de rechazarte cuando llegué...-Él la Interrumpió.

-¿Eh?-Esto la tomó desprevenida.

-N-No sé si es amor... u otro sentimiento que se relacione a este...-

-Soy un inexperto en temas como esos...-

-Todo a raíz de mi nula interacción con mujeres en mi niñez... sin contar a mi madrastra, claro está...-

Airmid oía atentamente sin perderse detalle alguno de la resolución a la que su amado llegaría.

-Solo sé que... me siento feliz a tu lado... en el poco tiempo de conocernos tu presencia es grata en mi vida y... quisiera seguir contando con ella... de ser posible...-

Un tomate antes llamado Bell finalizaba su declaración no sin antes...

-¿Ah?-Ese sonido salió de la peliplateada al sentir los fuertes brazos del aventurero rodeando su cuerpo.

-Yo... acepto tus sentimientos gustosamente... Airmid-Agregó.

Ella, realmente feliz, una felicidad que no podía ser expresada con palabras, se dejó abrazar y así el calor de ambos se transmitió a sus cuerpos... a sus corazones.

Después de algunos segundos, habló.

-Ahora me siento tonta por precipitarme-Se burló de sí misma la chica, limpiando sus lágrimas y separándose de él.

-¿Quién rechazaría a una chica linda?-Le preguntó, con cierta ironía.

La atmósfera del cuarto cambió de repente.

-¿Qué quieres decir con eso...? ¿Acaso aceptarías a cualquiera solo por ser linda...?-Los celos se presentaban en la recién formada pareja.

-A-Airmid... me estas asustando...-Bell cayó de espaldas y se arrastró en el suelo ante la imponente presencia de la peliplateada.

-Responde...-Insistió.

-N-No lo tomes tan literal... e-era algo que mi abuelo decía...-Bell desvío la mirada en busca de ayuda en aquel solitario lugar.

Airmid se agachó e intensificó el miedo del chico.

-No me molestaría... compartirte...-Declaró.

-¿Eh?-Bell tuvo que limpiar sus oídos repetidamente antes de decir algo.

-Airmid, repíteme lo que dijiste con detenimiento. Creo que estoy quedando sordo-Pidió amablemente.

-¡Dije que no me molestaría compartirte! ¡No me hagas repetirlo!-Gritó la sanadora.

-¡¿QUÉ?! Espera... ¿Hablas en serio?-Respondió.

-Sí... m-mientras no te olvides de mi... y me demuestres día con día que me quieres... no me molesta aceptar a una o dos parejas más...-Contestó la mujer. (¿Y qué tal 14 mi hermosa Santa?).

-¿E-Estás segura? N-No es como si fuera a tomarte la palabra pero...-Bell se rascaba la nuca y se reía.

-Estoy segura, no obstante...-La peliplateada se acercó y... ¡LO BESÓ!.

Mua

-¡¿MMMMMMMMMHHHH?!-Bell sintió los labios suaves y delicados de Airmid uniéndose con los suyos por segunda ocasión. Los brazos de la bella muchacha se posaron encima de sus hombros, casi envolviéndolo.

Pasaron unos cuantos segundos y la chica se separó.

-Yo seré la primera en todo lo que tenga que ver contigo... ¿De acuerdo?-Le susurró al oído con un tono pícaro.

El peliblanco, con sus ojos como remolinos, pensó...

"Jeje... Mi abuelo debe estar gritando de alegría y mi madrastra golpeándolo, pensando en mil formas de castigarme por la decisión que tomé...".

En la entrada del calabozo.

-Ya tardó ¿No creen?-Opino Ouka.

-Exageras, solo han pasado media hora de la hora acordada. Seguramente tuvo un asunto de suma importancia del cual encargarse-Lo justificó Welf, con los brazos cruzados.

-Lili piensa que está mal que un aventurero no sea puntal. Entre más tarde peliblanco-Sama, menos dinero obtendremos-Se quejó la hobbit con un signo de valis en los ojos.

-Siempre pensando en dinero, Lili-Dono-Opinó Mikoto.

-Mejor que sobre a que falte, Mikoto-Sama-Respondió Lili.

-O-Oigan, ¿No es él?-Chigusa apuntó adelante, cerca de la fuente a cercanías de su posición.

Su vista no le falló. Efectivamente, se trataba del conejo, el cual caminaba y se tambaleaba como si de una gelatina se tratase.

-¿Se encontrará bien?-Se cuestionaron.

-¡Hey Bell! ¡Por aquí!-Welf levantó el brazo y lo llamó.

Él miró en todas partes hasta que se topó con la presencia de su conocido.

Se aproximó a trote ligero a dicha ubicación y saludó.

-¡Hola Welf! Lamento la demora-Ni corto ni perezoso se disculpó por no llegar a la hora acordada.

-No te preocupes, muchos compromisos, supongo ¿Verdad?-El herrero le restó importancia.

-B-Bueno... podría decirse que sí...-Bell rascó su mejilla y evitó el contacto visual.

-Sospechoso...-Lili agudizó sus ojos.

-En fin. Mucho gusto, mi nombre es Ouka, puedes llamarme de esa forma. Tal vez no me recuerdes pero estuve en la batalla contra el minotauro-El primero en extenderle la mano y presentarse fue el hombre de la familia Takemikazuchi.

-Claro que lo recuerdo señor Ouka, admiro lo valeroso que fue al defender a sus compañeras-El peliblanco estrechó la mano.

-Un gusto Bell-Dono, mi nombre es Mikoto, espero que podamos llevarnos bien-La oriental lo saludó.

-Y-Yo soy Chigusa, mucho gusto-Una muchacha hizo lo mismo desde detrás de Mikoto.

-Lili es Lili, espero que nos ayude Bell-Sama-La Hobbit habló.

-Mikoto, Chigusa y Lili. Es un gusto, espero que podamos ser buenos compañeros y amigos-Bell les sonrió como ya era costumbre en él.

-Bien, comencemos. Tenemos que evitar regresar muy tarde a la superficie, sería algo peligroso-Ordenó le pequeña soporte mientras cargaba sin dificultad su enorme mochila.

-Ella es algo así como nuestra estratega. Te recomiendo hacerle caso, es muy buena en lo que hace-Informó el pelirrojo.

-¡D-De acuerdo!-Contestó el chico.

Y así el grupo compuesto por la familia Takemikazuchi y la familia Hefesto se introdujo en el calabozo para afrontar los peligros que este le traería.

Sin esperarse que...

Dicho sitio...

Usaría toda su influencia para evitar que cierto ser extraño se sumerja en las profundidades del mismo.

Aquella presencia intimidante que atemorizaba sus adentros con su sola irregular existencia...

Dentro del calabozo. Piso 7.

-¡KILLER ANT A LAS 12!-Alertó Ouka.

-¡Yo me encargo!-Dijo Bell, corriendo a donde el monstruo atacaba y...

*¡SLASH!*

Con un solo corte logró acabar con ella.

-¡Ayuda aquí! ¡Nos rodeó una manada de Needle Rabbit!-Avisó Mikoto desde su lugar mientras ella y Chigusa se defendían de la infinidad conejuna que las atacaba desde muchos ángulos.

-¡Llego en un momento!-El peliblanco tomó la espada hecha por el herrero y fue derrotándolos uno a uno con un ritmo vertiginoso.

*¡SLASH!*

La sangre se esparció por el suelo en grandes cantidades.

-Oigan... ¿Qué son esos?-Preguntó el peliblanco, ladeando la cabeza mientras apuntaba delante suyo con su espada.

-¡PURPLE MOTH! ¡QUE NO LES LANCE SU VENENO!-Todos se cubrieron con un pedazo de tela rojo.

-¡Ohhhhhhh! ¡Es como mi bufanda!-El chico se sorprendió al notar el parecido de dichas con la bufanda que su madre le regaló hace ya unos cuantos años.

-¡Cúbrete idiota!-Le gritó Lili a la distancia mientras recogía las piedras mágicas. Evitando ser alcanzada por el ataque de un monstruo o por el veneno de la polilla gigante.

*¡SSHHHHHHH!*

Un líquido morado fue escupido por la bestia voladora.

-¡No me darás!-Dijo Bell rebosante de confianza, esquivando el veneno al saltar por el aire con gracia y, antes de tocar el suelo...

*¡PUM!*

Le propinó un puñetazo al monstruo en el centro del abdomen.

*¡SPLASH!*

Un sonido semejante a algo golpeando la superficie del agua llegó a los oídos del grupo.

-¿C-Cómo es eso posible...? Atravesó el cuerpo de ese Purple Moth como si de un pedazo de papel se tratase...-Ouka no salía de su impresión al darse cuenta de que el brazo de Bell se asomaba por el plano anterior del cuerpo de la polilla.

-¡Iughhhhhh! ¡Sabía que era mala idea!-Se quejó el aventurero primerizo, sacando su puño, quitándose la baba y veneno del brazo.

-¿Qué es él...? Su velocidad, reflejos, fuerza. Si me dijeran que es nivel 3 lo creería sin dudarlo-Mikoto estuvo de acuerdo con Ouka.

-Se los dije. No por nada la familia Loki está interesado en él-Welf se separó del grupo y se dirigió al "Novato".

-¿Todo bien?-Le preguntó.

-¿Ah? Sí claro. Solo deja que me deshaga de esta cosa y continuamos pisos más abajo-Respondió mientras se deshacía del resto de aquellos fluidos.

-Dime ¿Es cierto que no tienes falna? Me sorprende que sin ella te las arregles mejor que nosotros que sí la tenemos-Preguntó el herrero.

-No. Ningún falna-Contestó con el mismo humor de antes.

-De acuerdo, no indagaré más en eso. Creo que debe ser molesto que siempre te pregunten lo mismo a donde quiera que vayas ¿Estoy en lo correcto?-Welf decidió dejar las preguntas de lado.

-Es algo hostigante pero si despierto tanto interés es porque estoy haciendo bien las cosas. En cierto modo es algo gratificante-Fue su contestación.

-¿Y de donde proviene tanta fuerza?-Último cuestionamiento.

-Aprieto todos los botones-Respondió el conejo con cara de póker.

-¿Qué?-El herrero no entendió.

-¿Qué?-Bell fingió que no dijo nada.

Se quedaron en silencio...

-¡JAJAJAJAJA! ¡En verdad eres único!-Celebró el pelirrojo, revolviéndole el cabello.

Él se rascó la nuca y se rió. Claramente su secreto no es algo que confesarías a los cuatro vientos. Mucho menos con personas a las que acabas de conocer, aunque... Bell mentiría si dijera que no piensa que son personas de fiar.

-¡Oigan! ¡Lili ya terminó de recoger las piedras mágicas! ¡Sigamos!-Comunicó la pequeña soporte, cerrando su mochila.

Como si de un niño en juguetería se tratara, Bell salió corriendo, emocionado por continuar con su aventura acompañado de sus compañeros.

Piso 14.

-Wow... con que así son los pisos intermedios... lucen totalmente diferentes a los de más arriba-Observaba el peliblanco, maravillado a pesar de que ahí solo habían rocas gigantes.

-Se distrae con mucha fácil...-Opinaron.

-¿No se les hace raro que entre el piso 10 y el 13 solamente nos hayamos topado con algunos Orc?-Mikoto les pidió su opinión ya que era algo cuando menos inusual.

-Suerte tal vez. No me voy a quejar por no encontrarme a un Silverback o a esos molestos Imp-Contestó Ouka casi inmediato.

-Créeme. Cuando el calabozo está tranquilo significa muchas cosas, menos una buena señal. Estén alertas-Sugirió Lili, buscando algún enemigo a las cercanías.

-¿Oh? ¿Un perro?-Bell habló y el comunicado alcanzó a su grupo.

*Grrrrrrrrrrrr*

Un gruñido resonó desde las sombras. Desde de un espacio hueco de las paredes del calabozo emergieron una gran cantidad de "Perros" con piel negra con ciertos tintes de rojo cenizo.

-Son Hellhound...-Chigusa preparó su arma.

-¿Are? Tiene fuego en la boca-Sin una pizca de temor, Bell se acercó.

*Grrrrrrrrrrrrrrrrr*

Los gruñidos se intensificaron por parte de la jauría.

De pronto, los hocicos de aquellos monstruos se abrieron y de ellos emergió un mar de llamas que justamente fue apuntado a la posición de Bell.

-¡Hay que ayudarlo! ¡Quítate de allá!-Le gritaron al peliblanco quien no articulaba ninguna clase de movimiento.

-¡¿Por qué demonios casi todos los monstruos lo están atacando a él?! ¡¿Tiene un imán o qué demonios?!-La molestia, y preocupación, se percibía en esa simple expresión.

*¡BOOOOOOOOOOOOOM!*

El fuego impactó al suelo, explotando el mismo y proyectando muchas rocas por inercia.

-¡Bell!-Lo nombraron con preocupación.

-¡Estoy bien! ¡Déjenmelos a mi!-El muchacho salió del denso humo y polvo de los escombros.

*¡ZOOOOOM!*

Algo semejante al aire siendo cortado por un corte a máxima velocidad produjo dicho sonido.

*¡SLASH!*

El cuello de uno de los Hellhound se rebanó limpiamente sin que alguno de ellos se diera cuenta, ni siquiera por el rabillo del ojo.

-¿Qué acaba de pasar... no lo pude ver...?-Lili miraba atónita al peliblanco sosteniendo la espada y limpiando la sangre con la yema de sus dedos.

-Él mató a ese monstruo antes de siquiera darnos cuenta de que estaba bien-Incluso ese sentimiento se le contagió a Mikoto.

-¡Bien!-Bell chocó su puño con la palma de su mano izquierda.

-¿Quién sigue?-Un brillo verde emanaba de sus ojos.

*¡ZOOOOOOOOOOOOM!*

-¡Otra vez!-Dijeron los presentes.

Uno a uno los hellhound se convertían en simples charcos de sangre antes de desaparecer y dejar tras de sí una única piedra mágica como prueba de que alguna vez existieron.

*¡SLASH!*

Todo se movía en cámara lenta para el Héroe de Babel.

Con la concentración a tope y una gracia impropia de un inexperto en el asesinato de monstruos, blandió su espada a pesar de que esta tenía un peso considerable.

Era como luchar con un palo de madera, solo que este rebanaba cualquier tejido con el que entrara en contacto.

*¡SLASH!*

*¡SLASH!*

*¡SLASH!*

*¡SLASH!*

El constante sonido del viento y carne siendo cortados por el metal impregnado con líquido rojo se repetía sin cesar en los oídos de los monstruos y de los propios aventureros, incluido Bell.

-¡AHHHHHHHHHHH!-Gritó el muchacho y, en un rápido movimiento, empaló a 5 de los Hellhound.

*¡PUUUUUUUM!*

Su espada se enterró en la dura roca de las paredes del calabozo.

Tras esto, el humo grisáceo residual de los perros se presentó y sus piedras mágicas cayeron a los pies de Bell.

-Son todos-Su respiración se agitó por un instante hasta que inhaló aire y se tranquilizó.

*Habilidad "Argonauta" desactivada*

Un aviso apareció en el subconsciente del aventurero.

Sacó la punta de su arma de donde yacía enterrada y se encaminó a los pisos más abajo.

-¡Vamos! ¡Aún hay mucho tiempo!-Lo decía con tanta calma y naturalidad que asustaba.

Parecía estar acostumbrado a cualquier reto que se le presentase.

-Yo lo seguiré...-Opinó Welf, acelerando el paso.

-Los rumores no exageraban. Es aterrador el poder con el que cuenta... tanto que puede inclinar la balanza de un combate con su sola presencia-Lili por fin dejó de poner en duda lo que sus compañeros le relataron respecto a lo sucedido en Babel.

-Y eso no es nada si lo comparamos con la pelea contra el minotauro. Su ferocidad y brutalidad infundiría miedo en el corazón de cualquier contrincante-Agregó el humano de la familia Takemikazuchi.

-Dejemos de lado eso. Ya han pasado 3 horas. Si tenemos suerte podemos llegar a Rivira antes de que el calabozo siga intentando matar a Bell-Dono-Comentó la oriental, alejándose y yendo a donde el resto del grupo se metió.

Los demás hicieron lo mismo, exceptuando Lili, a quien se le notaba pensativa.

"El calabozo intentando matar a Bell-Sama" Dijo para sí misma.

Un temblor casi imperceptible causó movimiento en las pequeñas piedras resultantes de la explosión anterior provocada por los Hellhound. Eso n9 le dio buena espina a la hobbit por lo que, a toda velocidad, volvió con los demás.

-¡Esperen! ¡Algo muy raro está pasando! ¡El calabozo! ¡El calabozo está...!-Gritaba Lili varios metros separada de su grupo hasta que un fuerte estruendo impidió que algo más fuese escuchado.

*¡BOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOM!*

El suelo tembló.

Se revoloteaba con fuerza.

Se formaban varias grietas en las paredes y en el piso bajo sus pies.

-¡¿OIGAN ES NORMAL QUE EL CALABOZO HAGA ESE RUIDO?!-Preguntó Bell, tapándose sus oídos.

Deben comprenderlo, tiene nulo conocimiento del calabozo.

-¡POR SUPUESTO QUE NO LO ÉS! ¡SE ESTÁ VOLVIENDO LOCO!-Ouka también se tapaba los oídos por él ensordecedor chillido que le originaba un terrible dolor de cabeza.

-¡APRESUREMONOS Y HUYAMOS¡ ¡LILI NO QUIERE ESTAR PRESENTE CUANDO POR FIN SE CALLE!-Ordenó Lili.

-¡¿A DÓNDE?!-Preguntó el peliblanco.

-¡A RIVIRA! ¡NO HAY OTRA OPCIÓN! ¡TODOS A RIVIRA!-El dedo de la Hobbit apuntó a la sección del siguiente piso.

Sin una pizca de duda corrieron a gran velocidad lo más lejos posible del ruido, sin embargo, entre más bajaban, más intenso era.

-M-Me siento mareada...-De la nariz de Lili se derramaba sangre.

-Y-Yo también...-Ouka escuchaba ruido blanco mientras sus ojos se cerraban.

-Bell...-A Welf le costaba mantenerse en pie por alguna razón.

-¿Eh? ¡E-Esperen! ¡Resistan!-El joven frenó de golpe y dio media vuelta a donde sus amigos caían uno a uno.

-¿Qué les pasa? ¿E-Están bien?-Preguntaba con desesperación el conejo sin saber qué hacer.

-Jaja... tú no te ves afectado... en verdad eres alguien in... cre... i...-

Uno a uno se desmayaban.

Welf.

Lili.

Mikoto.

Ouka.

Chigusa.

Presentaban los mismos síntomas pero Bell no tenía absolutamente nada.

Ni sangre en su nariz.

Ni la jaqueca.

"Tengo que llevarlos a la zona segura, si voy por ayuda nada me asegura que se calle de repente y los monstruos renazcan" Esa era la única idea que se le ocurrió.

Tomó los cuerpos inconscientes y los encimó.

Dese el primero, usó la fuerza de sus brazos y los levantó.

Luego los colocó en su espalda y tensó todos los músculos de su cuerpo.

-1...-

-2...-

Cerró los ojos y su cuerpo emanó un brillo verde.

-Y 3...-Los abrió de golpe y...

*¡ZOOOOOOOOOOOOOM!*

Es suelo se quebró por el impulso de las piernas de Bell al empujarse hacia adelante.

*¡CRACK!*

*¡CRACK!*

*¡CRACK!*

*¡CRACK!*

Por cada paso que el aventurero daba, el piso se despedazaba cada vez más.

"Vamos, vamos, vamos. Son solo 3 malditos pisos, puedo hacerlo... no... ¡TENGO QUE HACERLO!" Se echaba alientos, ignorando el cansancio de sus músculos ya que su habilidad "Argonauta" lo iba desgastando entre más tiempo ininterrumpido era empleada.

Piso 15...

Piso 16...

Piso 17...

Un rayo escarlata avanzaba sin dejar más que destrucción tras de sí.

Al miraj regados a los alrededores y sin vida...

Minotauros desmayados...

Todo monstruo era presa de la furia del calabozo.

*¡Cof!*

*¡Cof!*

*¡Cof!*

Bell comenzó a toser.

"Ughhh... me estoy quedando sin mente..." Esa fue su hipótesis.

El chico nunca empleó dicha aptitud hasta hace unos días en su batalla contra el minotauro o incluso antes, indirectamente mediante su curación.

El tiempo pasaba y el calabozo se silenciaba poco a poco.

-Lili mencionó que el silencio en el calabozo no es buena señal... me imagino que mucho menos si antes de ello gritó de dolor o enojo...-

A escasos centímetros de su posición encontró la entrada del piso 18.

-Un poco más... solo unos pasos... unos pasos... resiste cuerpo mío...-Su confianza se elevaba al ver cercano su objetivo.

Sin embargo... no contaba con el resultado de dichos actos provenientes de la madre de los monstruos.

*¡CRACK!*

La pared lateral derecha se agrietó desde la base hasta el techo.

*¡CRACK!*

Otra grieta se formó.

-Tengo un muy mal presentimiento de esto...-Susurró Bell.

*¡CRACK!*

Un gran brazo emergió de las profundidades de la sólida roca.

-¡NO TENGO PENSADO QUEDARME A AVERIGUAR QUÉ ES ESO!-Gritó con terror, apurándose a llegar.

*¡CRACK!*

*¡CRACK!*

*¡CRACK!*

*¡CRACK!*

Toda la roca se despedazó en un parpadeo y un gigantesco cuerpo dio un paso que retumbó en todo el piso 18.

-¡CORRE! ¡CORRE! ¡CORRE! ¡CORRE!-Repetía el peliblanco cuando los ojos del enorme monstruo se fijaron en él.

*¡PAM!*

*¡PAM!*

*¡PAM!*

Los pesados pasos de Goliath daban a entender que perseguiría a su prensa.

Se acercaba peligrosamente y la distancia entre ambos se reducía por cada segundo que transcurría.

-¡UN POCO MÁS!-Gritó y, con el goliath estirando su brazo para atraparlo, se lanzó adelante y cruzó la entrada antes de que eso pudiese suceder.

*¡GRRRRRRRRRRRRRRAAHHHHHHHHH!*

Un grito de enojo y frustración provino del Goliath.

-Lo logramos...-Susurró Bell para sí mismo, porque Welf igual había caído desmayado.

-Bien, debo seguir caminan...-

*PUUUUUUUUUUM*

Un gran golpe hizo temblar el suelo y la pared que separaba el piso 18 con el piso 17.

-No puede ser... esa cosa no puede traspasar la pared... ¿O si?-

*PUUUUUUUUUUUUUM*

Otro golpe fue dado por los grandes y pesados brazos del goliath.

-Maldita sea calabozo, dame un respiro...-

*PUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUM*

Las paredes comenzaban a fisurarse, grietas se formaban en la superficie de la misma.

-Necesito pedir ayuda... pero no puedo dejarlos aquí...-

-¿Qué hago?-

Decía Bell para sí mismo, sudando frío y paralizado por el miedo.

-No tengo opción... debo detenerlo hasta que alguien se de cuenta de que viene ¿Pero cómo?-

*PUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUM*

Un gran pedazo de la pared fue rota y ahí se pudo ver parte del brazo del monstruo.

-¿Qué hago?... yo también estoy apunto de caer desmayado... ¿Uh? ¿Qué eso?-Preguntó Bell.

Para su sorpresa, un remolino de color esmeralda cruzó al lado suyo a una velocidad imperceptible para su cansado cuerpo.

-¡Tempestad! ¡Ariel!-Gritó aquella extraña.

*¡SLASHHHHHHHH!*

De un ataque rebanó los brazos del Goliath y se encaminó al piso 17.

-T-Tengo que ayudarla... no sé si podrá sola...-Se puso de pie, dejando a sus compañeros en el suelo.

-¡Oye! No lo hagas, ella se encargará-Otra voz femenina le habló.

-Perdón pero no puedo dejar que se enfrente sola a...-Antes de contestar, volteó a quien le proporcionó la recomendación y se quedó helado.

Sus ojos se abrieron completamente.

Soltó su espada.

Sudor frío bajaba por su frente.

Su estómago se revolvía.

Pero sobre todo... su corazón latió tan fuerte que podría salirse de su lugar.

El color de su iris cambió a color verde.

-¿Estás bien?-La chica le preguntó cuando notó el extraño actuar del muchacho.

Bell tragó saliva con nerviosismo.

-¿O-Olna...?-Ese nombre salió de sus labios, al igual que algunas lágrimas.

-¿Ah? ¿Olna? ¿Cómo la princesa del cuento del "Argonauta"?-La chica ladeó la cabeza sin entender a qué se debía ese nombramiento.

-Yo me llamó Tiona... ¿Ahhhhhhh?-Algo la tomó de imprevisto.

El peliblanco... la estaba abrazando.

-¡¿Quuuuuuué?! O-Oye...-Ella intentó preguntarle qué le sucedía.

-E-Estás viva...-Susurró el chico.

-¿Cómo dices...?-Tiona cada vez entendía menos lo que ocurría.

-Creí... creí que nunca te volvería a ver... Olna...-Continuó.

-Ya te dije que soy Tiona, no Olna...-La amazona se sonrojaba, sin embargo, guardó silencio cuando lo escuchó reteniendo sus lágrimas.

*Sniff*

-L-Luces tan hermosa como el día en que te perdí... tan bella que mi corazón se llena de felicidad al reencontrarme contigo...-El dolor se transmitía palabra a palabra.

-Perdón... Perdón por no haberte acompañado al más allá... pero sabía que... Aún si la posibilidad era minúscula... Nos volveríamos a reencontrar... y por fin te tengo conmigo nuevamente... Mi princesa...-

El corazón de Tiona se conmovía con el transcurrir de la oración.

Ella seguía sin una mínima idea de qué clase de mosco picó a ese aventurero. No obstante... un sentimiento familiar surgió dentro suyo, el cual le impedía alejarlo.

-Ya... ya... tranquilo... todo estará bien...-Acarició el cabello del joven con delicadeza.

La calma que a Bell le proporcionaba esas simples palabras fue suficiente para que su corazón abandonara su estado de alteración.

El brillo esmeralda se desvanecía, regresando al rojo habitual en los ojos del humano.

Su cuerpo se sentía pesado, contrario a hace unos segundos.

Su consciencia se apagó.

-¿Qué hacen...?-Una voz llena de curiosidad habló desde detrás de Bell.

-No lo sé. Me abrazó de la nada y lloró, diciendo cosas que no comprendía-Contestó Tiona, recostando en el suelo al peliblanco.

Ya de frente, Aiz lo reconoció.

-Es él...-Dijo.

-¿Lo conoces?-La amazona demostró interés.

-S-Sí-Respondió la "Princesa de la espada".

-Por el momento lo mejor sería llevarlos al campamento de nuestra familia, vamos-Tiona cargó en brazos a Bell. Parecía un muñeco de trapo.

-Tienes razón... vamos-Aiz cargó al resto de los inconscientes.

Ambas se retiraron de allá en silencio, contrario a lo que ocurría en sus cabezas.

"¿Olna? ¿Reencontrarnos? ¿Qué significa eso? Debo preguntarle cuando despierte..." El sonrojo de la amazona regresó a sus mejillas al recordar las palabras del extraño muchacho. Extraño hasta ese momento.

"¡Cualquiera que conozca y disfrute los cuentos de héroes es mi amigo! ¡Tú también lo serás!" Ella sonrió ante el rostro inexpresivo de quien yacía en sus brazos.

"¿Por qué está aquí...? Sin falna y llegó al piso 18... él es sorprendente" Dijo Aiz con admiración. Recordándole a su padre al verlo descansar.

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-Es inesperado... residuos del alma de argonauta siguen dentro suyo...-

-El amor por su princesa nunca desapareció... Tal vez esa sea la razón por la que, incluso si ella no es Olna tal cual, se reencontraron en esta vida. Reencarnó y tuvo la dicha de volverlo a ver... Un evento con probabilidad de 1 en 1 trillón ya que es raro que dos almas unidas en el pasado vuelvan a estar juntas...-

-A Bell le espera una vida llena de sorpresas...-

Y la breve discusión dentro de la llama multicolor del alma finalizó. Dejando tras de sí un bello recuerdo.

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Unas horas después.

Bell abría sus ojos lentamente, con un dolor intenso en la cabeza y piernas.

-¿D-Dónde estoy...?-Se preguntó, sin que su vista se enfocara, por lo que casi todo lo que lo rodeaba no era más que manchas borrosas.

Con su dedos frotó sus párpados intentando regresar a sus 5 sentidos.

"Lo último que recuerdo fue haberme encontrado con una chica y... un resplandor verde me deslumbró, impidiéndome ver..." Pensó con cierta frustración por no recordar nada.

Posó lateralmente sus brazos y sintió una suave colcha.

-¿Uh? ¿Una cama...? ¿Qué hago acostado?-Susurró sus dudas.

Tras esto, se levantó con lentitud ya que le dolía cualquier pequeño movimiento que realizaba.

-¿Estás bien...?-Una chica entrando a la carpa le preguntó.

Bell giró a la entrada de la misma, encontrándose con la remitente de dicha interrogante.

Frotó sus ojos nuevamente ya que los rayos del "Sol" se colaban detrás de la visitante, provocando cierta dificultad a la hora de intentar identificarla.

Una cabellera dorada, la cual brillaba cuando la luz chocaba con ella es lo primero que observó.

La carpa se cerró detrás de la pelidorada, permitiéndole por fin percatarse de quién era.

-¿No estás herido...?-Una joven con la característica antes mencionada, ojos color amarillo y un estoque en su cintura, le preguntó.

Tal apariencia causó un shock en todo su cuerpo.

Una pequeña chispa azul, imperceptible para cualquiera, se presentó en los ojos rojos de Bell.

-Aria...-Instintivamente salió de su boca ese nombre.

La actitud tímida de la espadachín cambió radicalmente.

Su rostro demostró una expresión incomprensible.

¿Impresión?.

¿Dudas?.

¿Tristeza?.

¿Enojo?.

No había forma de saber cuál era o si en realidad todas se fusionaron.

-¿Cómo es que conoces ese nombre?-Lanzó la interrogante, con sus piernas temblando.

Aquella mancha azul desapareció, abandonando al peliblanco.

"¿Eh...? ¿Por qué le dije Aria?" Se cuestionó.

Ella se acercó a donde reposaba.

-¿Por qué conoces ese nombre?-Insistió.

Parecía estarlo preguntando con complicaciones. Su tono se apagaba entre más lo repetía.

-¿Ah? E-Esto... es que... te vez idéntica a la ilustración de mi libro...-Respondió Bell. Causando el frenado en seco de la chica.

-¿Ilustración? ¿Libro?-Sus sorpresa era mayúscula.

"Ah... solo porque leí "El héroe mercenario" en la noche es que no estoy empalado con esa espada" La vida del conejo fue salvada por una lectura nocturna.

-S-Sí... Permíteme mostrarte, amm... ¿Y mi mochila?-Se cuestionó al no encontrarla en ninguna parte.

Se cateó todo el cuerpo hasta que la pelidorada se aproximó a él.

-¿Es tu mochila...? La encontré tirada en el piso 17...-Comentó, extendiendo desde su mano una bolsa color marrón.

-Sí es esa, muchas gracias. No noté en qué momento se me cayó. Aunque tiene sentido, estaba concentrado en no ser atrapado por ese monstruo-Dijo a sí mismo, agarrando su propiedad.

Aiz lucía inquieta. Expectante a lo que el chico semejante a un conejo le enseñaría.

-Este no es... y... ¡Aquí está!-Tras rebuscar unos segundos, sacó un libro con las hojas amarillentas y la pasta de la portada un tanto desgastada.

-¿Héroe mercenario...?-La princesa de la espada leyó el título al tomarlo.

-¿No lo ha leído señorita? Relata la historia del héroe Albert Waldstein y la espíritu Aria, es de mis historias favoritas-Dijo Bell ante el claro desconocimiento de quien lo acompañaba.

Ella lo abrió y pasó las hojas con desesperación aunque sin maltratarlo.

-¿Busca la ilustración? Está en las primeras páginas, permítame-El muchacho se puse de pie y agarró el libro.

Sus dedos pasaban de página hasta que se detuvo en una en específico.

Lo giró de frente, dejando a la vista la ilustración.

Ahí yacía dibujada a mano una hermosa mujer con un vestido largo, detalles mínimos en el mismo y, lo más importante, una larga cabellera dorada que llegaba hasta su cintura. También tenía como rasgo distintivo aquellos ojos dorados.

Al lado de la figura de la fémina se hallaba un hombre con armadura y espada, el cual tenía cabello oscuro que cubría sus ojos.

Entre ambos, una pequeña niña sosteniendo una espada.

Los brazos de Aiz temblaban al acercarlos a dicha imagen.

Con la yema de sus dedos acarició ambas figuras.

-Yo admiro la relación que tuvieron... un humano y una espíritu unidos por el amor... el sentimiento más puro que alguien puede tener... E-Es algo vergonzoso que un hombre lo diga, sin embargo es lo que pien...-Antes de finalizar su oración, se percató de algo.

Aiz soltaba sus lágrimas.

Su respiración se agitaba.

-¿Señorita...?-Se refirió a ella de esa forma, intentando llamar su atención.

-Mamá... papá...-Susurró, sin ser escuchada por el peliblanco.

"Vaya... creo que de alguna forma esa ilustración significa mucho para ella..." Dijo Bell en su subconsciente, sintiendo cierta tristeza proveniente de su contraparte.

-Señorita...-Volvió a hablarle.

Esto sacó a la rubia de su shock.

-L-Lo siento. Es que...-Intentaba justificarse sin éxito alguno.

Bell rascó su nuca. Pensando en algo.

-Disculpe... ¿Cuál es su nombre?-Le preguntó.

-S-Soy Aiz... Aiz Wallenstein-Respondió mientras limpiaba sus lágrimas.

-Okey. Señorita Aiz, este libro significa mucho para mi ya que es de los pocos recuerdos que tengo de mi abuelo. Mi familia se redujo a una persona... Y esa soy yo-Explicó con decaimiento.

"Él... él perdió a su familia... al igual que yo" Aiz no lo dijo aunque en el fondo sentía que él podría comprender su dolor.

-Sin embargo... está claro que, sea por el motivo que sea, usted tiene alguna clase de apego por el libro ¿Me equívoco?-Continuó.

La princesa de la espada asintió con una sonrisa melancólica sin dejar de prestarle atención a la ilustración de aquella pequeña familia feliz.

-¿Puede prometerme cuidarlo?-Preguntó el chico, cerrándolo y acercándolo a ella.

Aiz no esperaba eso.

-¿Cómo...?-Contestó.

-Si me promete cuidarlo bien, permitiré que lo tenga. Mi abuelo decía que nunca hay que permitir que una hermosa mujer llore. Si tenemos la posibilidad de apaciguar su dolor, es nuestra responsabilidad hacerlo-Respondió ante la duda de la rubia.

-¿H-Hermosa mujer?-Las mejillas de Aiz se sonrojaron.

Bell posó ambas manos en los costados del rostro de la bella joven.

Con la yema de sus pulgares limpió el resto de las lágrimas que aún permanecían en los pómulos.

-¿Sería feliz si poseyera el cuento?-Persistió con ello. Esperando la respuesta de Aiz y cerrar el trato.

Ella, quien continuaba impactada, únicamente asintió.

-Perfecto, entonces... tome, es todo suyo-Se lo entregó.

La princesa de la espada lo agarró y lo pegó a su pecho.

-Muchas gracias, en serio. No sabes lo mucho que significa para mí-Respondió, agachando la cabeza y sonriendo.

Bell se sonrojó por la expresión de la pelidorada.

-N-No es nada... se nota que estará en buenas manos-Desvió la atención y frotó con su dedo índice el costado izquierdo de su cabeza.

"¿Uh? ¿Por qué está apenado?" Aiz, gracias a su nula experiencia con los sentimientos, no se dio cuenta del motivo que llevó al conejo a hacer lo que hizo.

Después de algunos segundos, Bell rompió el hielo.

-P-Por cierto... ¿Cómo están mis compañeros?-Preguntó.

Aiz apuntó a un lado.

-Están bien. Siguen dormidos en la carpa de junto-Respondió.

El chico suspiró.

-Es un alivio. Cuando ese Goliath nos persiguió y golpeó la pared me asustó. No podía pelear contra él ya que significaría dejar a mis compañeros a la intemperie-Comentó, incómodo por lo inútil que se sintió.

-Eres fuerte... salvaste a tus amigos y eso es lo más importante...-La rubia le dijo como consuelo. Sujetándole el hombro con su extremidad libre.

-Agradezco las palabras. De cierto modo tienes razón. Me alegra que estén bien pero... Si deseo convertirme en un héroe debo afrontar las adversidades y salir victorioso-Expresó. En su mente aún permanecía su objetivo. La razón por la que sigue vivo.

-Un héroe...-Aiz, por unos instantes, vio reflejado a su padre en quien recién conocía.

Ella sonrió.

-Confío en que lo serás, Bell-Respondió.

-Jeje... me falta un largo camino. Espera... ¿Cómo sabe mi nombre, señorita Aiz?-Cuestionó.

-En el gremio... yo estuve ahí... cuando rechazaste unirte a mi familia-Contestó con cara de póker.

-Cierto... fuiste la que me dijo conejo al igual que tu diosa... así que, creo que les debo una, familia Loki-Dijo Bell, sujetando su barbilla.

Ambos charlaron un rato, incluso de lo que Bell no recordaba.

Él totalmente rojo como un tomate preguntó en reiteradas ocasiones si en verdad abrazó a la amazona y Aiz asentía una y otra vez.

Así continuaron hasta que los interrumpieron.

-¡Oye Aiz! ¡¿Ya despertó Argonauta-Kun?!-Sin previo aviso, cierta amazona irrumpió en la carpa.

-H-Hola...-Saludó el peliblanco.

-Ya despertó... Tiona-Respondió la "Princesa de la espada".

-Ya lo noté Aiz-Tiona rió por la contestación de su amiga.

-D-Disculpe señorita Tiona... me comentaron que actué un tanto raro... m-me quiera disculpar por...-Decía.

-¡No hay problema, Argonauta-Kun!-Gritó Tiona, abrazándolo.

-¡¿EHHHHHHH?!-Se sorprendió Bell.

Aiz, por alguna razón permaneció estática, queriendo quejarse.

Bell la vio y un puchero se formó en su boca.

"¡¿POR QUÉ ESTÁ MOLESTA?!" Una pregunta que nunca tendría respuesta. O no proveniente de la mujer con dicho sentimiento.

"Jeje... no me puedo quejar de un abrazo..." En lo más profundo de su ser se alegraba.

En un solo día, 3 bellezas convivieron con él cercanamente.

Una de ellas incluso ya es su pareja.

-P-Por cierto... ¿Por qué me llama Argonauta-Kun?-Le cuestionó.

-¡Porque me contaron de tu proeza contra el minotauro en Babel! ¡Me dijeron que peleaste con fiereza y sin miedo! ¡Como el argonauta! Así que se me ocurrió darte ese apodo ¿No te gusta?-La animada chica dio su respuesta sin limitaciones y poniendo una tierna casa al preguntarle eso último.

-N-No me molesta... ser apodado como un gran héroe es un honor... p-pero solo hazlo tú, por favor-Rogó.

-¡Es un trato!-Tiona estuvo de acuerdo, abrazándolo aún más.

La amazona desvió su atención a un objeto aunque claro, sin soltar al chico.

-Aiz ¿Qué es ese libro?-Dijo mientras lo apuntaba.

La princesa de la espada lo levantó y lo enseñó.

Los ojos de Tiona soltaron brillos y dejó de abrazar al peliblanco.

-¡ES EL CUENTO DEL HÉROE MERCENARIO! ¡¿ES UNA NUEVA EDICIÓN?! ¡WOOOOOW! ¡LUCE TAN ANTIGUO!-Lo arrebató de las manos de su compañera de familia y prácticamente sus ojos estaban a escasos metros del libro.

-¡E-Espera Tiona!-Aiz quiso tomarlo de nuevo pero Tiona no dejaba de verlo.

Ella lo abrió y lo leyó a una velocidad monstruosa.

-¡OHHHH! ¡¿CÓMO ES QUE TIENE ILUSTRACIONES?! ¡NUNCA LO HABÍA VISTO!-Su euforia aumentaba exponencialmente.

Se lo regresó a Aiz y las múltiples interrogantes de la amazona no se hicieron esperar.

-¡¿DE DÓNDE LO SACASTE?! ¡¿SABES DÓNDE HAY MÁS?! ¡QUIERO UNO!-

"T-Tiene demasiada energía..." Opinó Bell.

-Amm... Bell...-Aiz lo miró, pidiendo ayuda.

-De hecho señorita Tiona. Yo fui quien le entreguó el libro a la señorita Aiz. Mi abuelo lo escribió y dibujó las ilustraciones a mano. Esos eran sus regalos cuando cumplía años-Resolvió la duda de la chica.

-Aunque... por alguna razón... casi todas son de los personajes femeninos de los cuentos...-Agregó con una gota de sudor bajando por su frente.

"En definitiva era un pervertido mi abuelo".

-¿Tu abuelo? ¡Eso significa que tienes más!-Celebró.

-De hecho sí. Traje conmigo el del "Héroe mercenario" y...-Mientras sacaba el segundo libro, Tiona se lo arrebató.

-¡ES EL DEL ARGONAUTA!-Su éxtasis aumentó tras tenerlo en sus manos.

-¡Es mi cuento favorito! No puede ser... ¡TAMBIÉN TIENE ILUSTRACIONES!-Por alguna razón comenzó a saltar.

-¿Uh...? La princesa Olna se parece a mi...-Susurró cuando llegó al dibujo de aquel personaje.

-D-De cierta forma sí-Contestó Bell.

-¿Es por eso que me llamaste así?-Preguntó.

"Genial... es mi escapatoria. Momentánea al menos. Lo que le dije no se puede justificar con nada" Se dijo a sí mismo.

-S-Sí. Usted es increíblemente hermosa. I-Idéntica a la princesa Olna-Respondió.

Se quedaron en silencio unos segundos hasta que Tiona volvió a abrazarlo.

-Jeje... me dijiste hermosa...-Con una cara que demostraba felicidad, balbuceó aquellas palabras.

Bell tragó saliva.

Sus latidos eran cada vez más rápidos y su cuerpo sintió un calor agradable recorriendo cada fibra del mismo.

Aiz aún se sentía celosa, inflando sus cachetes e ignorándolos.

"¡¿NO HE HECHO NADA?! ¡¿POR QUÉ ESTÁS MOLESTA CONMIGO?!" Se quejó el chico. (Bienvenido al mundo de los hombres Bell).

-¡Oh! ¡Casi lo olvido! Finn dijo que quería que nos reuniéramos con él. También desea verte Argonauta-Kun-Tiona fue mandada con ese objetivo pero se le pasó de largo por completo.

-¡Vamos! ¡Vamos!-Dijo, jalándolo del brazo.

-¡E-Espere señorita Tiona!-Rogaba el peliblanco, siendo arrastrado.

La "Princesa de la espada" los veía desde atrás con su palma encima de su pecho.

-¿Q-Qué es esto...? ¿P-Por qué mi cara arde y mi corazón se alborota?-Se preguntó.

"Algún día encontrarás a tu héroe... Aiz..." La frase de su padre y de su madre regresó a ella.

-¿Mi héroe...?-No pudo evitar mirar a Bell al rostro y todos los síntomas anteriores se intensificaron. (Airmid y el harem: Nuestro🤝).

Sacudió la cabeza y golpeó sus cachetes.

-¡Espérenme!-Dijo a la distancia ya que Tiona y el conejo se alejaron.

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En alguna parte del calabozo.

-El muchacho frustró el ataque a Babel... ¿Cómo es eso posible? ¿Saben quién es?-Preguntó un hombre cubierto por una larga túnica.

-¿Tienen alguna información de ese aventurero?-Un extraño de cabello púrpura lanzó sus propias interrogantes.

-Absolutamente nada, Enyo, Thanatos-Respondió una mujer de cabello color rojo.

-Es como si antes de ese día no existiera. Una presencia que surgió de la tierra específicamente para detenernos-Cierta chica de cabello corto y rosado agregó a la respuesta de quien tal parece ser su compañera.

-Debió ser casualidad. De todas formas, me encargaré de saber más sobre aquel chico. Cabello blanco... ojos rojos... no existe nadie así en todo Orario. Ha de ser alguien recién llegado...-Thanatos frunció el ceño.

-Dejando eso de lado. Pongámonos manos a la obra. Tenemos que aprovechar que las familias Loki, Hefesto y Hermes están en Rivira... es una oportunidad inigualable-Una podrida y loca sonrisa se dibujó en el dios.

-Aria es mía...-Respondió la pelirroja.

-Sí. Ya lo sabemos Revis-La pelirrosa Contestó.

-¡JAJAJAJAJAJA! ¡VEAMOS QUÉ HARÁN CUANDO SEAN SUMERGIDOS EN LA DESESPERACIÓN!-Enyo se sintió extasiado al imaginarse tal escenario.

Evilus tenía un plan que pondría en marcha esa misma noche...

Todos estaban en peligro...

El infierno estaba apunto de ser desatado en Rivira sin que nadie se lo esperara...

Aunque...

No contaban con la presencia de un chico sin falna que sería una piedra en el zapato más de una vez.

"Cabello blanco... ojos rojos... aparte joven... una parte de mi sospecha de algo pero no logro recordarlo..." Los pensamientos de Thanatos lo carcomían sin llegar a una respuesta en concreto.

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¡Y REGRESAMOS CON TODO AL FIC! Lamento haberlos hecho esperar demasiado pero ya saben, tengo otros 3 fics en emisión y necesitaba acomodar mis ideas respecto a este. Trataré de ser regular con las fechas. Actualizaré un fic por semana, exceptuando Semana Santa, en las dos semanas de la festividad subiré dos capitulos por semana (Esa es la intención).

Bueno, hasta aquí el capítulo de hoy, espero que sea de su agrado y dejen su apoyo como ya es costumbre.

En fin, déjenme sus opiniones.

¿Cómo estuvo el capítulo? ¿Sí les gustó?

Buzón de sugerencias/opiniones/comentarios.

PD: ¿Qué les pareció la nueva portada? ¿Les gustó? A mi en lo personal sí pero ¡Hey! No soy un gran editor ni dibujante, solo recorté una foto y algunos PNG para formarla, espero que sea suficiente. Trabajo simple pero honesto.


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¡Si gustan leer una novela original escrita por mi, pueden leer la que recién acabo de publicar!

"Objetivo frustrado por un amor inesperado"

Acompáñanos en al historia de Akiro Itō para cumplir su tan anhelado deseo... ¡Vengarse de quien rompió su corazón!.

Aquí les dejo el link para que vayan a leerla o pueden encontrarla en mi perfil. Hasta ahora llevo el prólogo y el primer capítulo del primer volumen.

https://www.wattpad.com/story/295436264?utm_source=ios&utm_medium=link&utm_content=share_writing&wp_page=create_story_details&wp_uname=Aetd556&wp_originator=Updq6%2FIi6BWjWjl9fWmdgFplAGHQxmBh9KtLNUzCXq8Z1hhr2ZdP3Q0Mc6DsZaDAgH2X2xNZeBY6nbXJbf8D2cMC4S4qhJJgbh4mVRLtfVTiVXNZCVonFivgF0HRk7Om

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Si desean leer más de mis fic pueden entrar a mi perfil y ahí encontrarán desde...

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Un One Shot en el que se nos relata lo que hubiera sucedido si Bell era cuidado por Alfia, Zald y Zeus ¿Será un futuro feliz? ¿Bell se convertirá en el último héroe como se lo prometió a su madre? ¡Averigüémoslo!
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Otro One Shot sobre una bella historia de amor entre una diosa y un mortal, que toma como punto de partida la película de "Danmachi: la flecha de Orión". Veamos la aventura en la que se embarca nuestro carismático protagonista después de haber perdido a esa diosa que tocó su corazón en muy poco tiempo, de la cual, se tuvo que despedir prematuramente.
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La hermosa Lefiya nos acompañará en este One Shot junto al conejo en una aventura que tendrá de todo. Amor, drama, todo lo que engloba a esta pareja tan dispareja.
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La historia de amor entra una hermosa hada y un conejo con dudas nacientes en su corazón tras un suceso inesperado.
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Un fic con un cuarteto amoroso muy raro, BellxTionaxFreyaxHelun.
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Una hermosa historia de amor entre una asesora y el aventurero a su cargo, BellxEina.
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¡Una aventura sin Falna nos espera a nosotros y a nuestro protagonista!.
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Y mi primer y ya finalizado Fic, que va de la pareja de BellxSyr o Freya, el cual parte desde el rechazo de esta misma en el volumen 16 de la novela original, aunque claro... en este fic sabremos lo que hubiera pasado si Bell no la rechazaba, como el título indica.
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Sin más que agregar, yo me despido, espero que se echen una pasada a mi perfil y les agraden las demás historias en caso de no haberlas leído, eso es todo, hasta la próxima mis lectores.

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