"Ya han pasado varios días desde que llegué a Orario pero no he conseguido ninguna familia para mi desgracia" pensó un joven peliblanco de nombre Bell Cranel, mientras se encontraba recostado en un callejón.

"Todos me rechazaron diciendo que me veía muy débil o que no querían tener otra boca que alimentar, en parte entiendo la situación, siempre he sido una persona muy delgada a pesar de que entrenaba diariamente, además, mi apariencia no es la de alguien que podrías catalogar como "Intimidante", por eso mismo no los puedo culpar pero... ¿cómo podré cumplir mi sueño sin el falna de un dios?" Dijo Bell en su mente, sintiéndose triste y pegando su rostro en sus rodillas.

Flashback.

En la entrada de Orario, cierto niño se encontraba admirando las grandes puertas de la ciudad, maravillado por la cantidad de razas y de personas que subsistían en aquel lugar, para alguien que siempre vivió únicamente con tres personas y nunca tuvo contacto con otras es algo realmente sorprendente.

-Es tal como dijo mi abuelo... elfos, enanos, hobbit, hombres bestia, todos reunidos en un mismo lugar, es una vista maravillosa, además... ¡LA CIUDAD ES GIGANTE! ¡ES COMO 1000 VECES MÁS GRANDE QUE MI PUEBLO!-Expresó Bell con incredulidad y emoción.

-¡Hey niño!-Dijo una voz a la distancia de él, sacándolo de su impresión.

-¿Uh? ¿Yo?-Preguntó Bell, señalándose para confirmar si se era él de quién hablaban.

-Sí, ven aquí, no puedes entrar a Orario sin antes contestar unas preguntas-Respondió aquella persona, al parecer era un guardia que custodiaba la entrada de la ciudad.

-Está bien, perdón por mi reacción, es que es la primera vez que vengo y me emocioné-Contestó Bell, rascando su nuca y riendo nerviosamente.

-No hay problema, es lo normal para quienes llegan por primera vez, pero dejando eso de lado, tienes que contestar estas preguntas-Dijo aquella persona.

Bell, al escuchar eso, tragó saliva, él no tenía nada malo que ocultar pero el tono con el que lo dijo esa persona fue realmente amenazante.

-Primero ¿Cuál es tu nombre?-Lanzó la pregunta.

-B-Bell, Bell Cranel-Respondió el peliblanco.

-¿Ocupación anterior y de dónde viene?-Continuó con la entrevista la guardia.

-Era agricultor junto con mi abuelo y tío, vengo de un pequeño pueblo a lejanías de aquí, nunca supe el nombre del mismo o si tenía alguno, lo lamento-Contestó Bell, recordando parte de su infancia.

-No mientes... bien, eso es algo bueno, continuemos, la pregunta más importante es ¿Tienes algún falna o tuviste alguna?-Preguntó la guardia con una expresión aún más seria.

-No, ninguna, tampoco tuve una antes-Dijo el peliblanco, sin pizca de nerviosismo.

-Bien, última pregunta ¿Qué es lo que buscas al venir a Orario? Todos llegan a esta ciudad por alguna meta-Dijo la guardia, ya finalizando la entrevista.

-Vine para ser un héroe y... tener un encuentro predestinado...-Respondió Bell de manera normal pero al oír lo que estaba diciendo, su voz se fue apagando.

-¿Eh? ¡JAJAJAJAJAJAJA! ¡Es la primera vez que escuchó una respuesta así!-Decía la guardia mientras se reía a carcajadas, Bell sólo pudo sonrojarse un agachar la mirada.

-No te sientas mal chico, lo lamento, pero, como dije, es la primera vez que escuchó una respuesta así  y me sorprendió, de acuerdo, no hay mentira en tus palabras, de ser así, mi dios Ganesha ya la abría detectado-Expresó la chica, señalando a sus espaldas a una persona con máscara de elefante.

"¿Dios? Pensé que era un loco haciendo show, lleva gritando "¡Yo soy Ganesha!" Desde que llegué" pensó Bell, sin creer que aquella persona fuera una deidad.

-Puedes pasar, mucha suerte Bell Cranel, espero que consigas lo que buscas, mi nombre es Shakti de la familia Ganesha, supongo que querrás ir al gremio, ahí debes registrarte como aventurero, espero escuchar cosas de ti, pero que sean buenas ¿De acuerdo?-Comentó Shakti, señalándole la dirección del gremio, esa personalidad amenazante era solamente cuando no se sabía las intenciones de los visitantes, pero después de eso era una chica muy agradable.

-¡Sí! ¡Así será! ¡Muchas Gracias señorita Shakti!-Respondió el joven, sonriendo ante aquellas palabras.

Después de ello, Bell salió corriendo hacia dentro de Orario, había mucha energía dentro suyo y quería empezar lo más pronto posible su aventura.

"Aquí empieza mi camino como héroe..." pensó mientras se dirigía al gremio.

Mientras tanto, en la mente de aquella chica, pasaba un pensamiento.

"Se ve demasiado inocente, también parece alguien noble, eso es algo bueno pero... Orario no siempre favorece a ese tipo de personas, menos cuando se aventureros se trata... espero que no muera"

Fin del flashback.

"Aquí empieza mi camino como héroe... creo que estuve muy equivocado..." dijo en su mente el joven, comenzando a llorar amargamente.

-Ni siquiera tengo un lugar para caerme muerto, perdí todo mi dinero en una posada y en comida, no puedo hacer nada más, en el gremio no me dejaron entrar por mi apariencia, me dijeron que si fuera alguien más fuerte, aún sin falna, me dejarían ir al piso 1 por lo menos para conseguir ganancias-Dijo Bell mientras las lágrimas seguían cayendo por sus ojos, deslizándose por sus mejillas y cayendo a sus rodillas, donde aún tenía su rostro pegado.

-Al parecer... mi sueño de ser héroe no se cumplirá... mucho menos el de tener un encuentro predestinado-Expresó el joven, mientras las lágrimas seguían fluyendo.

-Sin falna no puedo ser un héroe...-Susurró para sí mismo, antes de caer dormido después de varios minutos llorando.

En la mente de Bell.

-¿Dónde estoy?-Preguntó Bell al ver una gran extensión de terreno, todo era blanco exceptuando el piso que pisaba, el cual era césped.

-Hummm ¿Habré muerto?-Dijo nuevamente para sí mismo el muchacho.

-No, no estás muerto Bell-Respondió alguien, sorprendiendo a Bell y haciendo que gire por instinto hacia el lugar donde provino esa voz.

-¿Uh? ¿A-Abuelo? ¿E-Eres mi abuelo?-Preguntó Bell, comenzando a acercarse y temblando mientras lo señalaba.

-Se podría decir que si...-Respondió el viejo pero fue interrumpido por un gran abrazo.

-¡Abuelo! *snif* ¡No sabes *snif* cuanto te extrañé!-Dijo el peliblanco, abrazando fuertemente a su abuelo y llorando a mares.

-Me imagino que ha sido duro vivir sin mi, sin tu tío ni tu madre, pero... lamento decir que no soy más que un producto de tu imaginación-Contestó el anciano, separándose del abrazo y mirándolo a los ojos.

-¿Eh?-Contestó Bell, limpiando sus lágrimas.

-Solo estoy aquí porque tu mente quería que lo estuviera... hay algo que deseo decirte-Expresó el abuelo, sin apartar su mirada de él.

-¿Algo que deseas decirme?...-Preguntó el peliblanco, abriendo sus ojos todo lo posible.

-Bell... dices que sin falna no puedes ser un héroe pero estás olvidando algo importante... antes de que los dioses bajaran y dieran falna a los mortales para poder pelear contra monstruos ¿Existían héroes?-Preguntó el viejo, aunque claro, él sabía la respuesta.

-Sí, el argonauta o el héroe mercenario, solo por nombrar algunos...-Respondió Bell, pero su voz se fue apagando con el paso de sus palabras, al parecer comprendía a lo que se refería su abuelo.

-Veo que te estás dando cuenta, pero quiero que lo digas para despejar las dudas, bien, un héroe...-Dijo zeus(Si, Bell sabe que su abuelo es zeus), tratando de que su nieto completara la frase.

-No necesita falna...-Respondió Bell, comenzando a recuperar el ánimo.

-Solo necesita la voluntad de crecer, el deseo de proteger a quienes quiere, la fuerza no lo es todo, todos los héroes empezaron por algo, escribe tu propia historia, no necesitas a un dios para ser el héroe más grande que haya visto el mundo-Dijo Zeus, inspirando al chico, quien dejó de llorar y ponía un rostro que demostraba esperanza.

-Pero hay algo que no debes olvidar, lo más importante que debe de tener un héroe-Agregó el dios a sus palabras anteriores.

-¿Algo que no debo olvidar? ¿Lo más importante? ¿Qué es abuelo?-Preguntó el peliblanco, no tenía la respuesta a aquella declaración.

-¡EL HAREM BELL! ¡LO MÁS IMPORTANTE DE UN HÉROE ES EL HAREM!-Gritó con euforia Zeus, despertando el sonrojo de su nieto.

-¡ABUELO! ¡NO ES MOMENTO PARA ESO!-Respondió Bell con un tono de voz alto, estaba realmente avergonzado por ese comentario.

De vuelta a la realidad.

Bell abrió de repente sus ojos, saliendo de su subconsciente.

-¿Fue un sueño?-Preguntó para sí mismo.

-No... fue una revelación-Se respondió a sí mismo, poniéndose de pie, con un rostro serio.

-No necesito a un dios para ser un héroe, lo haré por mi mismo-Dijo para sí mismo, con gran decisión y apretando sus puños.

-Al demonio con las advertencias... iré al calabozo ahora, si no muero dentro de él, moriré de hambre aquí-Expresó Bell, tomando su espada, aquella arma con la que llegó.

-Ahora sí ¡AQUÍ COMIENZA MI AVENTURA PARA SER UN HÉROE!-Gritó a los cuatro vientos, corriendo a gran velocidad en dirección al calabozo.

En el calabozo.

Nos encontramos en el piso 1, lleno de Kobolds y goblins.

Bell entró de noche para evitar muchas miradas indeseadas, al entrar al calabozo, se sorprendió de la cantidad de monstruos que había en el primer piso.

Un goblin lo atacó con fiereza pero Bell sólo blandió su espada en un rápido movimiento, acabando de un golpe a el monstruo, despertando la sorpresa de Bell.

-¿Eh? Eso fue extremadamente fácil...-Susurró para sí mismo, impresionado por el poco esfuerzo que le tomó el matar a ese monstruo.

Luego llegaron varios más, pero el resultado no fue diferente.

*SLAAAAASH*

De un tajo horizontal fueron rebanados en fila con nulo esfuerzo por parte de Bell.

-¿Qué pasa? Sé que no son los monstruos más fuertes de calabozo y que estoy apenas en el piso 1 pero no tiene sentido lo fácil que está siendo esto...-Decía Bell hasta que, un goblin con una espada corta lo atacó cuando estaba desprevenido, clavando el arma en su brazo.

Al notar esto, acabó con el monstruo y sacó la pequeña espada de su antebrazo.

Pero algo extraño pasó.

-¿Qué demonios...? Está sanando...-Susurró Bell, abriendo los ojos, atónito por ver cómo la herida comenzaba a cerrarse a una velocidad monstruosa, dejando solo sangre que había perdido.

Sin embargo, Bell no tenía tiempo para concentrarse en eso, ver que el primer piso no le representó ningún problema, levantó más su ánimo y le dió la inspiración, junto con las ganas, de seguir bajando.

A la mañana siguiente.

Nos encontramos en el gremio de aventureros, apenas se encontraban las asesoras del lugar y unos cuantos aventureros, era demasiado temprano, sólo los aventureros más dedicados estarían en ese lugar a esa hora.

Todo era tranquilo y las actividades dentro del mismo eran las comunes, pero algo despertó la atención de todos.

Sonidos de pisadas resonaban en el sitio, pesadas pisadas ¿De quién eran? Se preguntarán, bien, pues se trataba de aquel niño que ninguna asesora quiso tomar en su tutela por no tener un dios.

Bell estaba algo sucio pero no había señal de alguna herida, sin embargo, en su espalda, había una mochila de tamaño considerable, de la cual provenía un sonido de cristal chocando.

Él se acercó a cambiar sus piedras mágicas sin parar ni un momento para ver o reclamarle a las personas que lo veían sin parpadear.

-¿Uh? ¡Oh! Eres aquel niño de hace unos días ¿qué necesitas? ¿Conseguiste familia al fin?-Preguntó cierta chica bestia, una mujer lobo para ser precisos.

-No, no la he conseguido aunque tampoco vine por eso-Respondió Bell, quitándose la mochila.

-¿No es eso? ¿Entonces qué haces aquí? Se te dijo que no era posible registrarte como aventurero sin tener falna-Contestó Rose, nombre de la chica, extrañada por la respuesta del peliblanco.

-Vine para cambiar esto...-Dijo Bell, dejando caer una gran cantidad de piedras mágicas desde su mochila, los ojos de todos se abrieron de par en par.

-¿E-En dónde conseguiste eso?-Preguntaron las asesoras, Rose, una asesora pelirosa y una elfo.

-En el calabozo ¿Dónde más?-Expresó el joven, sonriendo como si nada.

-¿En el calabozo? P-Pero no tienes falna... ¿H-Hasta qué piso fuiste? Aquí no sólo hay piedras mágicas de goblin y kobold, también hay de War Shadow...-Preguntó una semi elfo, incrédula por la naturalidad de la respuesta de Bell.

-Ummm no lo sé... ¿Piso 9 tal vez? Hubiera bajado más pero estuve toda la noche y tengo hambre jeje-Respondió Bell, riendo ligeramente mientras tocaba su estómago.

El silencio abundó en todos.

-¡¿PISO 9 Y SIN FALNA?!-Gritaron todos, no sólo las asesoras, incluso los aventureros.

-¿Eh? ¿Es extraño?-Preguntó Bell mirando a todos en el sitio de manera rápida.

Bueno amigos, así empieza este fic, espero que sea de su agrado, como dije, va ser un fic que será actualizado muy esporádicamente, así que lamento eso jajaja.

Pd: Respecto al shipp, esperaré a que den sus sugerencias, en mi buzón de conversaciones hasta ahora va ganando Airmid, pero espero sus opiniones, decidiré quién será cuando suba el siguiente capítulo.

¡PONGAN AQUÍ A LA WAIFU QUE DESEAN QUE SEA EL SHIPP DE NUESTRO CONEJO!