Estaba quieto en su lugar y con la cara pálida como si le hubiera sorprendido mis palabras.

-Có-cómo?...-Dijo en un susurro, se aclaró la garganta, volvió a tensarse y puso la cara seria.-No te engañes corderito, ahora dame las pastillas.

-Ya te he dicho que no te las voy a dar, son para la cabeza gilipollas.-Dije poniendo los ojos en blanco.

-Tu nunca me mentirías verdad corderito?-Negué con la cabeza. -Sabes que eso no sería bueno...

-Bueno Alex, a que has venido?-Dije cansada.

-Quería pedirte perdón.

Abrí mis ojos de par en par.

-Qué?...

Dije en un susurro.

-Sí, ya sabes... por lo de esta tarde.

Dijo mientras se pasaba las manos por la cabeza.

-E-está bien, pero ya ha venido Dylan a decírmelo. Ahora si no te importa tengo que ir a dormir.

Dije cogiéndolo por el brazo y llevándolo a la entrada.

-Vas a dormir ya?

-Sí y ahora fuera.

Una vez cerrada la puerta me dispuse a coger el teléfono y a enviarle un mensaje a Dylan.

De: Ariadna.

Acaba de venir Alex a casa pidiéndome perdón.

No pasaron ni dos segundos cuando su respuesta llegó.

De: Dylan

Enserio? Wow es la primera vez que le pide perdón a alguien... que extraño.

Me fui a la habitación sin responderle me metí en el lavabo y comencé a llenar la bañera de agua caliente, le puse un par de bolitas de sal de baño con olor a vainilla y me metí dentro después de haberme sacado la ropa.

Después de eso solo me metí en la cama con una trenza de espiga en el lado derecho de mi cara y me dejé llevar por Morfeo.

(...)

Me desperté a las siete en punto por culpa del puñetero móvil y la maldita alarma. 

Me levanté y me vestí con lo primero que vi, una camiseta blanca un poco corta, unas mayas negras, un cárdigan granate, mi bufanda de cuadros y mis preciosas Vans blancas. 

Me hice la trenza de espiga otra vez y me maquille muy sutil, baje a desayunar una manzana y me hice un zumo de naranja.

Cogí mis cascos y mi móvil y me fui caminando con Artic Monkeys sonando en mis oídos, una vez que llegué, agarré mis libros y me fui a la primera clase.

 (...)

Al fin acabaron mis primeras clases y ya podía ir a comer, mi parte favorita del día por supuesto. 

Cuando entré en el comedor y cogí toda la comida que vi, me senté en la mesa con la rubia llamada Lucia o mejor conocida como (L), a secas. 

Vi a Paula venir con su comida en la bandeja y sentarse al lado de mí.

-Ari!- Me gritó en el oído alargando la i.

-Dios! No me grites, es muy temprano.

Respondí mientras ella se reía y yo la miraba mal.

-Preciosa!-Me dijo esta vez Aiden, vi que llevaba gafas y me picó la curiosidad.

-Oye, que te pasa en el ojo?-Dije mientras arrugaba el ceño.

-Se ve que ayer por la noche le dieron fuertemente en la cara.

Me responde L susurrándome pero un poco alto para que los de la mesa escuchen mientras una sonrisa ladeada se le plantaba en la cara.

-Eso es mentira, yo iba ganando la pelea hasta que el imbécil de...-Se calló de golpe y me miró a los ojos. -Bueno, no tengo nada grave, solo un pequeño rasguño.

-Ya... 

Dije esta vez yo.

-Bueno dejando de lado el tema de tu ojo, que vais a hacer esta noche?- Preguntó Paula.

-Tenía pensado en ir a un parque y hacer un botellón, yo sola, por supuesto.-Le respondió L.

Paula abrió los ojos como si lo que hubiera dicho le hubiera dado justo en el corazón.

-Ni se te ocurra ir borracha tu sola por un parque el cual está lleno de borrachos.

-Mejor, así les digo que se unan a mí- Responde L mientras levanta una ceja divertida por la situación.

-No te lo crees ni tú...

-Bueno si no queréis que vaya sola al parque a emborracharme, decirme donde iremos esta noche y si me parece bien la idea me uno a vosotros. Que os parece?- Preguntó L.

-Claro! El problema va a ser el sitio, yo no conozco nada de este pueblucho así que no sé dónde podríamos ir.-Respondí yo.

-Eh! Sin faltar...-Dijo Paula con el semblante serio y me asustó por ello, a veces tengo que cuidar de mis palabras.-No es un pueblucho cualquiera.- Levantó una ceja divertida y yo solté todo el aire que tenía acumulado en los pulmones.-Deberías de haberte visto la cara.-Empezó a reírse a carcajadas.

-Dios, me he asustado enserio, pensaba que había dicho algo malo.

Ella se dedicó a reírse más y me lo acabó pegando.

-Yo sé un sitio...-Dijo Aiden de la nada.

-Podrías llevarnos.- Dije yo.

-No sé si os gustará, es un poco...-No terminó la frase y por supuesto Paula la acabó por él.

-Diferente?

-Estoy segura de que esa no es la palabra.-Le respondió L.-Es más como si fuera un poco... enigmática? No sé.

-Da igual, iremos.-Dije yo.

-Estoy seguro de que te lo pasarás genial.-Dijo una voz detrás de mí.

Me giro de golpe y veo como Alex se está riendo sarcásticamente.

-Sí, estoy segura de que me lo voy a pasar genial y sobre todo si me llevo a mi viejo amigo J,-Dije mirando a todos los de la mesa.-Por cierto Alex, es el tío que viste salir de mi casa. Te acuerdas de él?-Le respondí con una sonrisa igual de sarcástica que la que tenía antes el en su cara. 

Veo como aprieta los puños pero no dice nada.

-Ya veremos...

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Ya he vuelto, lo siento por no subir antes pero es que como ya he dicho, esto no es una historia planeada si no que es una historia que voy escribiendo cuando me viene la inspiración.

-Tali