Me desperté gracias a la puñetera musiquita que salía de mi teléfono al desactivar la alarma me levanté echando humos, lo primero que hice fue ir al baño con los ojos entrecerrados y encender la luz, joder como me molestaba, me mire en el espejo y... efectivamente mi cara de muerta se hacía notar. 

Después de ducharme y vestirme con mis converse blancas, unos pantalones tejanos y mi sudadera gris favorita la cuál era de nirvana, me puse un poco de rímel y baje a desayunar, después de comerme mis tortitas con deliciosa nutella y un zumo de naranja, me prepare para ir al instituto.

 Al llegar noté que Aiden me estaba esperando junto a Paula, me acerque a ellos.

-Hey, buenos días.- Les di dos besos a cada uno.

-Buenos días guapa.-Dijo Aiden.

-Epaa, que bien te veo hoy Ari.- Dijo con un tono sarcástico Paula.

-Si verdad? Ahora que lo pienso creo que son las cremas...- Sonreí mientras ella reía.

-En fin vamos dentro que llegamos tarde.

Cuando entramos no teníamos tantas miradas encima como de costumbre, repito he dicho TANTAS ya que había gente que aún nos miraba disimuladamente pero...

Primera clase trigonometría, dios me encanta esta clase enserio sobre todo cuando cojo los cascos y me pongo a escuchar música, de verdad son clases muy productivas, VIVAAN LAS CLASES PRODUCTIVAS.

Terminando con esa clase, tocaba ciencias y como un niño la lío un poquito mezclando unos productos, me hicieron ir a por las cosas de la limpieza.

 Yo iba tan campante por los pasillos con mis cascos puestos y mi preciosa música de Melanie Martinez resonando en mis oídos, llegué al armario donde estaban los productos y madre mía que profunda era esta habitación, cabían como cinco personas sin exagerar. 

Como no había luces tuve que encender la linterna de mi móvil, me metí dentro intentando buscar la fregona o cualquier cosa que pillara primero, hasta que PUM la puerta se cerró de golpe. 

Pegue tremendo salto, me iba a girar pero de golpe una mano me lo prohibió tapándome la boca y joder, mierda, que puñetero susto me había metido.

 Poco a poco la mano fue soltándome al ver que no paraba de forcejear, juro que cuando sepa quién es pienso mat...

-Joder.- Grité al ver quien era.

-Shh... Como grites pienso arrancarte la lengua, tú misma guapa.- Dijo en un tono amenazante.

-Oye Alex quien eres tú para amenazarme a mi pequeño imbécil?- Pregunté enfurecida.

-Alguien con el cuál no tendrías que hablar, me extraña que tus amiguitas no te hayan advertido que no puedes hablar conmigo...-Dijo con una sonrisa ladeada el muy capullo.

-Mira imbécil te voy a decir dos cosas y espero que las tengas muy presentes, lo primero es que a mí nadie me da órdenes está claro? Y segundo es que puedo hacer con mi vida lo que quiera y si quiero interesarme por tu vida lo cual no pienso hacer ya que me da absolutamente igual lo que hagas pues lo hago así de claro, entendido?- Dije con veneno en cada una de mis palabras.

-Hey bonita, a mí nadie me dice lo que tengo que hacer así que cuida esa boca, además repito que como te pases te corto la lengua.- Dijo ahora él con su lengua viperina.

-Bueno ahora con permiso... tengo que coger unas cosas así que si no te importa suéltame el puñetero brazo Alex.-Dije seca.

Él no contestó tan solo gruño por lo bajo y me soltó el brazo, cuando pude coger las cosas de la limpieza y poder salir, le apunté sin querer a la cara con la linterna del móvil y vi que hacia un movimiento un tanto extraño, como si le doliera incluso puedo llegar a decir que efectivamente le dolió cuando le apunté.

 Pude ver su rostro, tan pálido como siempre, con esos ojos que me mataban cada vez que me miraba intensamente con un brillo en los ojos, sus fracciones eran duras pero no tanto como para salir corriendo del miedo cada vez que lo veías. 

Iba vestido como siempre, sus pantalones negros ajustados por los tobillos con roturas en sus rodillas, camiseta gris y su cómo no, chupa de cuero negra.

Salí del armario y volví a ponerme los cascos, cuando llegue a clases me preguntaron porque había tardado tanto y las primera excusa que se me vino a la mente fue que no encontraba el armario.

 Sí, soy perfecta para inventar excusas pff... (Nótese mi sarcasmo).

Volviendo a lo que estábamos, por fin habían acabado las clases y pude ir a comer algo al fin, me rugía la barriga como si me pidiera a gritos un poco de sustancia para seguir viviendo, ahora que lo pienso soy un poquito exagerada. 

Iba tan sumida en mis pensamientos mientras pensaba en mis cosas y me quejaba de la gente que iba gesticulando demasiado por los pasillo y eso provoco que la gente me mirara como si estuviera loca, les gruñí un poquito como si fuera un adorable chucho y seguí con mi camino hasta que al fin llegue al adorado comedor el cual me iba a dar de comer, podía oler la comida desde la otra punta del instituto.

 Cuando abrí la puerta cerré los ojos inspirando ese riquísimo olor, me puse en la cola con la bandeja en las manos y cuando fue mi turno escogí una hamburguesa y unos espaguetis, claro que si joder ayer pensé en la dieta ya que la nutella me está afectando pero pensándolo mejor... la empiezo mañana (esta soy yo todos los días de mi vida).

 Además para compensar un poco cogí un trozo de pan más una botella de agua ala que se note lo sano eh, con todo eso me fui a la mesa pero esta vez quise sentarme sola para ir refunfuñando un poco y marginarme por hoy, siento que todo esto me pesa así que volví a coger mis casco y conectarlos al móvil, pensándolo un poco... que haría yo sin música? 

Me hacía preguntas así de tontas en mi cabeza mientras comía, por ejemplo una gran pregunta que siempre me viene a la cabeza pero que nunca he visto respuesta, incluso por yahoo ni se encuentran y la pregunta que me ronda siempre es esta: que vino primero, el huevo o la gallina?

Me estoy volviendo loca.

Terminé de comer con una mueca en mi cara y mirando como Alex y la rubia se absorbían la boca, de pronto Alex abrió los ojos y me miró levantando una ceja, y yo le reté con la mirada, soy demasiado competitiva las cosas claras. 

La rubia se giró para seguir la mirada de Alex para saber hacia dónde miraba y cuando me vio mirándolo entrecerró los ojos con el ceño fruncido, se giró y miro a su acompañante con la misma cara que a mí, me reí por dentro ya que tenía un poco de ira en sus ojos. 

Celosa rubia?

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Olé al fin el capítulo, este es un tanto diferente a los otros ya que tiene un poco de cambio radical para mi gusto pero me gusta bastante como ha quedado, la cosa es que hago capítulos un poco cortos y es que me gusta que las cosas buenas, se hagan esperar ;)