Ya llevaba más de un mes en el club de lectura, tenia la costumbre de leer en el autobús de camino al instituto, y de vuelta hacia mi casa en el caso de que no tuviera entrenamiento con el club de fútbol, me tranquilizaba leer, era capaz de olvidarme del mundo y mis problemas, mi mente era capaz de sumergirse en la historia que narraba el libro e imaginármelo absolutamente todo, aun si tan solo fuera un libro con minicuentos o poemas. Me gustaba escuchar música mientras leía, hay quien dice que eso te quita concentración, más no era mi caso. De vez en cuando sencillamente escuchaba música e imaginaba historias que mi imaginación creaba, mayormente con mis amigos como protagonistas de dichas historias. En otras situaciones, como cuando conocí a Kariya, tan solo era capaz de pensar y reflexionar en mi situación, desearía haber escrito realmente todo lo que pensé en ese momento, si hoy Kariya lo leyera, estoy seguro de que se reiría bastante. Mi gusto por leer y muy recientemente mi interés por escribir solo lo conocía una persona: Mi mejor amigo Shindou Takuto; El es mi confidente, la única persona a la que le tengo una gran confianza, y hasta el día de hoy, jamás me había fallado. Realmente lo admiraba, ¿Como es posible que puedas mantener las responsabilidades del instituto, ser capitán de un equipo, ser un talentoso pianista y el heredero de una familia así de rica?. Quizá jamás encuentre las respuestas a esa pregunta, aún a pesar de conocerlo hace muchos años.

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Me encontraba en la sala de clases, me sentaba al lado de Shindou, quien prestaba atención a las palabras de la profesora de matemáticas; odiaba esa materia, habían tantas cosas que se me hacían incomprensibles, solo he podido sobrevivir gracias a la ayuda del castaño, sin embargo, sabia que esta clase no sería como las demás. Tome mis audífonos desenrollando sus cables, los conecté a mi celular y puse música para concentrarme. Era una simple instrumental, compuesta por una pieza musical de piano, la cual se repetía sin cesar cada 4/4, acompañada de una batería que marcaba el compás de dicha pieza, dicha música me transmitía tranquilidad, y al mismo tiempo optimismo, en ese momento deje que mi imaginación volara. Cambie mi cuaderno a la ultima pagina, tome mi bolígrafo y comencé a escribir lo primero que se me viniera a la cabeza...

"sueños, realidad alguien por ti ya decidió

has todo lo que hizo aquel que vivió sin pensar

y muere por que el deber se te impide, arriésgate a volar,

déjate llevar, eres dueño de todo lo que puedas imaginar..."

Mis primeros 4 versos, hice lo posible por que rimaran y tuvieran coherencia, de todas maneras, fue lo primero que mi cabeza creó al entrar en contacto con la música. Me sentía bastante bien, re-leí varias veces lo que había escrito, vigilando mi letra e intentando recitarla con ritmo, a la par que susurraba. 

La hora había pasado, y era el momento de ir a almorzar antes de ir de lleno al entrenamiento del club, me sentía muy motivado, inspirado, finalmente había escrito mis primeras 8 estrofas, quería considerar lo que escribía como un "poema con ritmo". Siempre que leía un poema, en mi cabeza intentaba darle métrica y soltura para que no se escuchara como si un viejo aburrido lo estuviese recitando. En el fondo, quizás lo que escribí era un reflejo de eso, me parecía  curioso.

Ambos estábamos sentados en la mesa del casino donde habitualmente almorzábamos, Shindou traía su almuerzo preparado desde su casa, yo en cambio, almorzaba lo que el instituto le daba a los alumnos a la hora del almuerzo. Tenia puesto un audífono, en el cual seguía sonando la tonada que se repetía desde la clase de matemáticas, no les voy a mentir, eso me relajaba, podría buscar la partitura y pedirle a Shindou que la toque para mi, si, eso estaría bien...

-¡Oye! Escúchame, ¡Aló!-

Esos gritos provenían de mi compañero, intentaba llamar mi atención y parecía estar desesperado, quizás cuanto tiempo estuvo hablándome sin que yo lo notara.

-Al fin, estabas con la cabeza en las nubes-

Comentó bastante fastidiado

-Perdón, jaja, si creo que estaba algo distraído-

Me excusé como pude, pero antes de decir otra palabra, la curiosidad de Shindou atacó.

-¿Que estabas recitando hace unos minutos en clase? te estaba observando, estabas susurrando algo que no entendí ¿No estarás haciendo un conjuro para matar a la profesora cierto?-

No sabia si reírme o sentirme avergonzado de que Shindou lo hubiera notado, pero quizás si se lo contara, el podría ayudarme a hacer algo con todo lo que estaba escribiendo. Inmediatamente abrí mi mochila, saqué mi cuaderno de matemáticas y lo ubiqué en la ultima hoja, donde se encontraban mis escritos, el virtuoso me miraba con incertidumbre, le entregue dicho cuaderno y le hice un ademan para que leyera lo que había escrito.

Le miraba con ligeras ansias de saber su opinión, esperaba que no echara a volar mis ilusiones, aun si intentaba mentirme, lo notaría, conozco a Takutou demasiado bien.

-Vaya...-

No sabia que responder a eso, ¿Le había gustado?, es posible, o tal vez lo que escribí no tenia sentido y para el era algo horrible, la curiosidad me mataba, ¿Por qué diablos tenia que demorarse tanto en decir algo?.

-Kirino, esto está bastante bien-

Una tierna sonrisa se posó en sus labios mientras cerraba los ojos, estaba siendo sincero y eso me tranquilizo, es más, me sentía el rey del mundo, sobretodo al tener la aprobación de una persona tan talentosa como la que delante de mi se encontraba.

-Pero... ¿Por qué?-

Me preguntó, e inmediatamente supe que responder.

-Bueno, tenía música, un cuaderno y un bolígrafo, simplemente escribí todo lo que mi mente imaginaba-

-¿Qué música era?-

Me preguntó mientras me devolvía mi cuaderno, deseoso de saber que pieza me había inspirado a escribir, inmediatamente saque mi celular y le entregue uno de los audífonos, quería oír la instrumental con el, ansiaba saber que opinaría al escucharla. pasaron 3 minutos y la música cesó.

-¿Y?-

le pregunté, se veía feliz.

-Necesito sacarla en el piano, ¿puedes buscar la partitura?, no, mejor aún, luego del entrenamiento vamos a mi casa, ahí mismo la sacaré, estoy seguro de que puedo-

Le oía con una sonrisa, si algo no le faltaba a mi amigo era confianza en si mismo, al menos en lo que a la música se trataba, simplemente asentí con la cabeza, con una sonrisa de oreja a oreja. No me esperaba que el timbre sonara tan de repente, el tiempo pasa rápido cuando haces algo que te gusta, o ¿Quizás sea porque estaba con Shindou?, no lo se, solo se que debo apresurarme, el entrenamiento esta a punto de comenzar y si llegamos tarde, el entrenador Kidou nos mandara a hacer 30 minutos más de entrenamiento tortuoso, solo de pensarlo me daba miedo... 

El entrenamiento fue divertido, veía a Shindou incluso más animado que de costumbre, y ese animo se contagio a todo el equipo, incluso pude ver a Tsurugi esbozar una sonrisa de vez en cuando, en los momentos en los que pateaba el balón o practicaba junto con Tenma; Creo que puedo sentirme conforme con todo, las cosas están yendo bien, y todo gracias a mi mejor amigo, y ¿Por Qué no?, También a que descubrí mi nueva vocación. Defendí la portería como nunca y realmente estaba suelto, me sentía ligero, puedo correr, saltar, driblar y hasta tirar como nunca antes, puede que los ánimos en realidad influyan en tu rendimiento general.

Pasaron las horas de entrenamiento y era hora de irnos a casa, el entrenador Kidou nos felicito por nuestro rendimiento el día de hoy, esperando que se mantuviera de aquí en adelante, pues teníamos un partido contra Teikoku en una semana; Shinsuke tan animado como siempre, dió por hecho que los golearíamos 5-0 y que no permitiría entrar ni un solo balón a la portería, y Kariya lo molestó intentando bajarlo de la nube mientras el resto solo reía.

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Ya estábamos en la casa de Takutou, era bastante grande, pero he pasado tanto tiempo dentro que ya me la se de memoria, subimos a su habitación y me pidió mi celular junto a los audífonos, para finalmente sentarse delante de su piano y comenzar a identificar nota por nota, en tanto y mientras yo lo escuchaba, saque mi cuaderno y bolígrafo de mi mochila, y me senté en el escritorio de mi amigo para inmediatamente seguir escribiendo, solo inspirado por la habilidad y el talento del virtuoso castaño; Cada vez que daba en el clavo con una nota o un acorde, me sentía aún más fuerte, hasta que finalmente, Shindou logró sacar los 4/4 de la canción, y al mismo tiempo, creó más, complementándolo para dotar de riqueza a la pieza musical. En tanto, yo aún bajo bastante esfuerzo, logre terminar mi escrito.

-Eso fue genial Shindou-

Me levante y fui a su lado, junto con mi cuaderno, entregándoselo y esperando a que lo leyera, pero inmediatamente, me lo devolvió.

-No lo leeré, quiero que lo cantes tú-

-¿Qué? ¿Como quieres que haga eso? yo no puedo-

-Claro que si, si fuiste capaz de escribir todo esto, serás capaz de cantarlo-

-Pero... Shindou, yo no se como...-

-Kirino, ¿Confías en mi?-

Esa pregunta me confundió, por supuesto que confiaba en el.

-Claro que si, eres la unica persona en la cual confio tanto-

-Entonces créeme cuando te digo que serás capaz de hacer esto, quizás no te salga a la primera, pero solo será cuestión de tiempo-

Me miró con esa sonrisa tranquila, y me entregó el cuaderno, se levantó de su asiento y fue a su armario, de el sacó un metrónomo y lo puso arriba del piano, lo cronometró en 4/4  y se volvió a sentar.

-Ahora ve y recítame esos versos-

Su mirada me transmitía un valor que me faltaba, siempre lo había hecho, siempre fue así, y es posible que eso nunca cambie, tome mi cuaderno, me paré y luego de que la melodía diera una vuelta en los primeros compases, comencé a cantar siguiendo el metrónomo.

"Es curioso, que el que realmente busca

cuando encuentra se disgusta

es peligroso caminar pero es llegar lo que me asusta,

imborroso, por venir de esa justa,

mi presente en forma brusca,

haciendo que el pasado luzca mas glorioso que nunca

es curioso, pero justa-mente cuando te frustras,

aparece en forma abrupta un ángel que oculta tu angustia

siento que hay una ración y una razón,

¿sera que tu hoy nos buscas con esta interrogación?

¿debo destrozar tus oídos para que oigas con el corazón?

curioso es que esta educación pretenda que alguien aprenda si aun tiene la convicción, de que en verdad el saber vendrá

de la cantidad de fechas y contiendas que retengas

es curioso que tenga tanta importancia el barrio del que provengas

y que el bienestar dependa de las prendas que puedas comprar en tiendas

son muchos los teléfonos que albergas en tu agenda, cuando solo te sientas serán pocos los que atiendan,

es curioso que no entiendas que mi cien da,

siempre que lo ofendas, 100 palabras como ofrenda,

nada mas, escribiendo me despojo de mi ego

cantando lo arrojo al fuego,

ante tu desprecio escojo el respeto, pues me niego,

a cobrar ojo por ojo y que acabemos ambos ciego...
si, me niego"

Nuestras miradas se cruzaron, mientras el seguía tocando, espere a que diera una vuelta más con su piano y concluí con mis primeros versos...

"sueños, realidad alguien por ti ya decidió

has todo lo que hizo aquel que vivió sin pensar

y muere por que el deber se te impide, arriésgate a volar,

déjate llevar, eres dueño de todo lo que puedas imaginar.."

El silenció invadió la habitación, solo estaba el molesto sonido del metrónomo que me ayudo a acoplar la métrica entre las notas de mi querido amigo, lo mire a los ojos, mire su sonrisa, una llena de orgullo y felicidad, se levanto de su asiento, se acercó a mi y me abrazo.

-Kirino, eso fue hermoso...-

Me susurró, nunca antes había sido tan feliz...

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Bueno gente, esta es la primera vez que escribo un fanfic completo, ya lo había intentado antes pero no tengo la suficiente constancia como para subir capítulos y capítulos de una historia larga, pero me gustaría saber su opinión, cualquier retro alimentación sera bien recibida, me siento muy feliz de subir esto.

Por cierto, todo lo que cantó Kirino pertenece a la canción "Es curioso" del Rapero y poeta chileno Mantoi, si gustan entender lo que Kirino escribió, la canción se encuentra al principio de este fanfic.

Dicho esto, me despido ¡Un fuerte abrazo a todos!