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↬Cᴀᴘɪ́ᴛᴜʟᴏ 13↫


Ida al
consultorio.

|↬↫|

Y. Han Soora

     Leer. Leer era mi nueva adicción y Jung Kook tenía una biblioteca entera en la casa, pero no era lo peor, lo peor era que él no me había dicho y solo me recomendó que descargara una aplicación llamada "Wattpad", lo que encontré en ella no fue para nada de mi agrado. Sus mayores fans habían escrito historias utilizándolo a él como personaje principal, junto a una tal Lisa, ni siquiera sabía quien era ella... ¿Debería preocuparme? Aunque, él me había escogido a mí, no creo que sea relevante esas historias.

     —¿Cielo? —su voz hizo sobresaltarme y tiré la guía médica que estaba hojeando desde hace un rato.

     Quería encontrar al mejor fisioterapeuta del mundo para Jung Kook, quería ayudarlo.

     —¡Jesús, Kook! —grité sobresaltada y él sólo rió acercándose a mí en su nueva silla de ruedas.

     Había comprado la nueva del mercado y según él, le encantaba y a mí no tanto, porque siendo sincera era muy silenciosa.

     —¿Te asusté?

     Le lancé una mirada seria, como diciendo: ¿En serio vas a preguntar?, Sabía que era una buena actriz y que deberían darme el Oscar de Dicaprio, pero no era para exagerar.

     —No, claro que no —dije con sarcasmo.

     Me agaché con cuidado, no quería que el vestido revelara más de la cuenta y tomé la guía médica, poniéndola atrás de mi espalda, tampoco quería que viera mis intenciones.

     —Muy graciosa, cielo —se acercó un poco más y levantó uno de sus brazos, para intentar tomar con una de sus manos la guía médica que tenía detrás de mí—. Para ver que tienes allí, Soora.

     Me alejé un poco de él

     —No es nada —le aseguré y él negó con su cabeza.

     Ya sabía que no iba a creerme.

    —Si fuera cierto, no la esconderías de mí.

     Sentí que el aire me faltaba, ¿Así se sentía mentir? Porque era horrible.

     —No lo hago —mentí. Él alzó una ceja no muy convencido—. Está bien, solo es una guía médica y estaba hojeando las páginas de ginecología, quisiera empezar a tomar pastillas anticonceptivas...

     Me miró sin expresión alguna y los colores subieron a mi rostro.

     —¿Eso que quiere decir? —una pequeña sonrisa se estaba formando en sus lindos labios.

     Él sabía perfectamente lo que significaba.

     —Eso quiere decir que tendremos relaciones como una pareja casada normal —y quisiera creer que eso iba a pasar.

     —¿Hablas en serio? —preguntó con cierta emoción. Asentí—. Pediré que reserven el mejor restaurante, hay  que celebrarlo con una increíble cena —tragué saliva sin ser tan evidente y fingí emoción—. Nos vemos en la noche, preciosa —pidió mi mano, claramente, no me negué y la acerqué a la suya, la tomó con su suave palma y depositó un casto beso en ella, sonreí por su emoción tan evidente.

     Segundos después, Jeon había desaparecido de la gran biblioteca y sabía que era mi hora de actuar. Volví a la página en la que estaba y tomé mi teléfono de la mesita que había a un lado del sillón, lo desbloqueé y marqué el número sin pensarlo.

     —Buenos días, consultorio del Doctor Kang YungHo, ¿En qué puedo ayudarle? —una chica habló a través del teléfono

     —Hola, me encantaría una cita con el doctor Kang, lo antes posible —con voz algo temblorosa hablé.

     Se me había olvidado hasta como formular una oración.

     —¿Cuál es su nombre y apellido? —pidió la chica de nuevo a través del teléfono y el bloqueo mental empezó, ¿Debía decir que era Jeon Han Soora o Young Han Soora?

     —Mi nombre es Jeon Han Soora, pero la consulta es para mi esposo, Jeon Jung Kook —mi corazón palpitaba muy rápido y era por los nervios, no quería que algo saliera mal.

     —¿Jeon Jung Kook dijo? —preguntó dudosa, cosa que me transmitió.

     ¿Ella conocía a mi esposo porque era su fan o se acostaba con él?, Joder, Jeon, ¿No hay alguien que no conozcas?, Porque comenzaba a preocuparme.

     —Sí, ¿Hay algún problema con eso? —la voz me salió más gruesa y en tono de molestia.

     —No, no, señora Jeon —hizo una pausa para dialogar con alguien que estaba junto a ella— ¿Mañana es muy tarde?

     Sonreí sin quererlo de esa forma y asentí como si alguien me estuviese viendo.

     —No, está perfecto.

     —La consulta es a las 8 de la mañana y procuren no llegar tarde. Que tenga un buen día —se despidió la chica y la llamada culminó.

     Sonreí victoriosa, ahora faltaba la fase dos: convencer a Jung Kook. Busqué en la parte de ginecología en la guía médica y marqué el número del consultorio de una doctora, no quería que un hombre me viera allí abajo y también quería tener alguna constancia para reforzar la confianza con Jung Kook.

     Bianca iría conmigo.

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     —Vamos, Kook, iremos con el fisioterapeuta —insistí por quinta vez, eran las siete de la mañana y el viaje a esa clínica nos tomaría al menos 45 minutos para llegar a ella.

     —Te dije que no —me dió la espalda, girando su silla de ruedas, justo cuando lograba estar frente a él, simplemente se giraba.

     —Pero mejorará tu vida, podrías volver a caminar —le aseguré, esperando que pudiera convencerlo.

     —No. Ya te dije que no, no insistas más, Soora, debo ir a trabajar —puso a a dar su silla de ruedas.

     Me quedé inmóvil y solo saqué lo que sentía adentro, podría funcionar, en el peor de los casos, era que dijera su famoso "No".

     —¿Lo harías si mi vida dependiera de ello?

     —Claro, cielo, lo haría —giró su silla de ruedas para estar frente a mí y tomó mi mano, sobando la misma con cariño, con la yema de sus dedos.

     —¿Y por qué mi vida vale más que la tuya? No quiero que sigas siendo infeliz con tu vida, Kook.

     No dijo nada y me vió a los ojos, su rostro había cambiado de expresión y eso solo se debía a una cosa... lo había logrado.

     Iríamos a la consulta.

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     —Deberás arreglártelas sin mí, Taehyung, estoy por entrar a una consulta —Jeon no dejaba de hablar por teléfono, al parecer necesitaban de él en la empresa todo el tiempo—. Deja las bromas y sí, le diré que le mandas saludos —el tan querido Taehyung hizo callar a Jung Kook, para luego hacerlo hablar—. No, aleja tu vista del cuerpo de mi esposa. Adiós —se despidió trancando la llamada, sin dejar que Taehyung se despidiera.

     —¿Te extraña? —pregunté arrebatandole el teléfono de la mano.

     —Algo, no sabe que decisión tomar —solté una pequeña risita nasal—. No te rías. Por cierto, te mandó saludos —guardé su teléfono en el bolso que traía conmigo y tomé su mano para tranquilizarlo.

     Taehyung siempre lo molestaba con que me conquistaría, pero creo que jamás tendría ojos para él.

     —¿Señores Jeon? —asentimos al estar frente de la secretaria— Por favor, pasen, el doctor Kang los está esperando.

     —Gracias —le dediqué una sonrisa y noté que veía a mi esposo.

     La chica miraba de forma extraña a Jung Kook, pero no le tomé importancia, porque él tampoco se la dio al momento y no ameritaba un drama.

     Celos, abandonen mi cuerpo. Gracias.

     —¡Por fin están aquí! —el doctor Kang se levantó de su silla para recibirnos.

     —Disculpe la demora, doctor Kang. Me costó mucho convencerlo —expliqué de forma sencilla y miró hacia la persona que estaba detrás de mí—. Es nuestro chófer y ayudante —expliqué de nuevo y él sólo asintió con tranquilidad.

     —No se preocupe, por sus traumas llegan a rehusarse a creer en cualquier nuevo tratamiento —me indicó que me sentara en un sillón del consultorio y solté la mano de mi esposo, para sentarme casi a su lado—. Entonces, cuénteme, ¿Desde cuando tiene paraplejia?

     —Más de seis meses —Jeon no estaba contento de estar aquí y se notaba.

     —Sus huesos ya sanaron por completo —Aseguró. Asentimos, aunque sabíamos que no era una pregunta—. Luego quisiera comunicarme con el doctor que lo intervino.

     —Con gusto yo le pasaré esa información —Jeon me miraba algo incómodo, como si yo fuese su mamá y él, el chico tímido que no podía hablar por el miedo—. Él ha estado en fisioterapias antes —comenté al doctor y anotó algo en una hoja.

     —Perfecto —alejó esa hoja y se acercó más a Jeon—. Por favor, ¿Podría subirlo a la camilla?

     Ian asintió y cargó a Jung Kook para sentarlo en la camilla especial.

     El doctor se acercó y lo aseguró a unas partes que claramente desconocía, debía suponer que era para que no se cayera mi esposo o tenía una manera muy extraña de revisar a sus pacientes

     —Es para que el señor Jeon no se haga daño —me explicó el doctor.

     Asentí. De seguro notó mi cara de confusión.

     Buscó algo en la gaveta de su escritorio y se acercó de nuevo a mi esposo, con una sonrisa en su rostro, el doctor tenía esperanzas y eso me ponía feliz, pero mi esposo tenía cara de pocos amigos y estaba segura de que me odiaba en estos momentos.

     No debía sentirse avergonzado.

     —¿Siente esto, señor Jeon? —le dió con el martillo neurológico en las rodillas y Jeon bufó molesto—. Volveré a intentarlo, Señor Jeon, no se desespere —el doctor parecía paciente, pero Jeon quería mandar todo por un precipicio y él sé tiraría luego por el también.

     Estaba frustrado y molesto. Respiré profundo viendo a mi esposo sentado en aquella camilla, mientras era revisado por el doctor, el mejor fisioterapeuta de Seúl. Yo estaba sentada en el cómodo sillón comiéndome las uñas, mirando la escena nerviosa por sus reacciones, malos comentarios hacia el especialista y su negatividad.

     Tragué saliva con los nervios aún más a flor de piel, justo al ver su expresión de desconcierto y miró al doctor sorprendido.

     —¿Sintió eso? —preguntó el doctor y él asintió sin rodeos—. Las terapias anteriores estaban dando unos excelentes resultados, pero al dejarlas, solo atrofió lo que había avanzado y... —Jung Kook impaciente interrumpió al doctor.

     —Esas terapias no me hacían nada, solo perdía el tiempo y nunca ví ningún cambio, ni progreso.

     Rodé los ojos, ¿Por qué no lo dejaba terminar?

     —Por lo mismo, su cuerpo necesitaba sanar por completo y estaba logrando lo imposible. A veces debe dejar de pensar que los milagros no existen y que podría volver a caminar, solo si piensa positivo y se esfuerza al máximo tendrá nuevamente el control de sus extremidades inferiores —Jeon miró al doctor y luego miró mi rostro emocionado.

     —No quiero someterme a un plan que al final no funcionará.

     Rodé los ojos de nuevo y me crucé de brazos en mi asiento.

     —Disculpe, Doctor, pero no estoy de acuerdo con mi esposo y si lo tengo que traer anestesiado, lo haré —dije poniéndome de pie, dedicándole una mirada asesina a Jung Kook.

     —Confíe en su esposa, ella piensa que usted puede lograrlo. Tiene esperanza y yo también la tengo. Su cerebro responderá y ayudará a su capacidad motora, —hizo una pausa alejándose de Jung Kook para ir a su escritorio en busca de un bolígrafo—, pero ¿Cree usted que puede lograrlo?

     Lo ví tragar saliva. El doctor acababa de darle un gran reto y sabía que Jeon iba a conseguirlo.

     —Sí.

     Sonreí al igual que el doctor, nada se podía hacer sin su consentimiento y saber que al menos lo intentaría, me ponía feliz.

     El doctor escribió en unas hojas los días que lo atendería junto a las horas que trabajarían en un área de recuperación y rehabilitación. Me extendió el papel firmado por él y leí detenidamente:

     Lunes, miércoles y viernes, de 07:00 AM hasta las 12:00 PM, sin descanso.

     —Si usted quiere, señora Jeon, puede venir a cada una de sus terapias —lo miré y él negó disimuladamente, intentando que el doctor no lo viera.

     —Con gusto vendré a cada una de ellas.

     Jung Kook llevó sus manos al rostro y lo tapo avergonzado.

     Lo miré victoriosa y estreché mi mano con la del doctor Kang, le sonreí agradecida y fui en busca de Ian para que sentara a Jung Kook de nuevo en su silla de ruedas, hizo lo que le había pedido y nos despedimos del doctor para salir de su consultorio.

     —No estoy muy feliz con todo esto —bufó molesto y no sabía el porque.

     —Cuando vuelvas a caminar, le agradecerás, tranquilo —estaba contenta y no me arrebataría mi esperanza.

     —Sí, lo que tu digas.

     Tomé su mano y lo seguí junto a su sillas de ruedas hacia el ascensor, para llamarlo y bajar al nivel del estacionamiento.

     Todo había sido un éxito.

¡Holaaa!

Claramente en ésta vida no todo es lo que parece, ¿O si? Tengan linda tarde😍

Publiqué una nueva historia llamada “Inquebrantable”, vayan a leerla, comentar y votar.

Gracias por leer😘

Corregido: 21/09/2023.

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