Con el fuego controlado, el grupo de rescate yanti-bombas entró en la escena. Para el atardecer el Pueblo Gaumel entró ensituación de emergencia y se decretó el toque de queda. Todos los habitantesdeberían quedarse en sus casas, y los viajeros tuvieron que hospedarse en unhostel hasta que pudieran retomar su viaje al otro día.

Esa noche, con la tensión en el aire invadiendo el pueblo y los rumores volando como el viento de un huracán, se supieron muchas cosas. En la habitación donde se hospedaban los anfeliem, a un tercer piso de altura Noe miraba por la ventana la noche solitaria, aun con el humo de la explosión unos árboles más allá. Los senderos vacíos pero bien iluminados lograban un contraste entre la noche violeta oscura y las copas verdes proyectadas por las luces, produciendo gran cantidad de sombras, únicas habitantes en aquella noche de misterio. Donil se encontraba concentrado en su Sinnar, escribiendo y escribiendo con sus dedos apretando velozmente la pantalla táctil, y Mac entraba a la habitación con una bandeja llena de comida. La sonrisa en su rostro lo decía todo.

—¡Miren qué cena!

—¿Compráste todo eso? —comenta Ron sorprendido.

—Solo la mitad, la otra es la cena que te da el hostel. Ah, y estas frutas me las robé.

—¡Ay, Mac! —Noe lo regaña, acercándose a la bandeja.

—Se veían ricas y bueno.

—Yo quiero probar eso.

Mac apoya la bandeja en una mesita al lado de la cama, se sientan y comienzan a agarrar la comida.

—Donil, ¿vas a comer? —le pregunta Ron.

—¡Denme un minuto! Esto está muy interesante.

—¿Qué sucede? —pregunta Noe con curiosidad.

—Pues, parece que la explosión no es un hecho aislado. Ya todos sabemos que están ocurriendo actos de violencia por esta región y algunas partes vecinas, como los billers asesinados, el asalto a la caravana en el pueblo vecino, el asesinato de dos viajeros en distintos puntos, el incendio de la Casa de Tesoro de un reino cercano, y ahora la explosión.

—¿Y por qué dices que no son aislados? —pregunta Mac.

—La casa que explotó le pertenecía a un tal Belt, licenciado en Etnología, muy querido por los habitantes del pueblo. Una persona sin problemas, amable, y tenía influencia en políticos de la región. Lo interesante es que era de público conocimiento que estaba en contra del sistema separatista, y sus contactos políticos representaban a la ideología de la Unión, ¿y saben que tienen todos los acontecimientos anteriores en común con la explosión?

Los anfeliem se quedan callados, con la comida en la boca y los cachetes inflados.

—Exacto —continúa Donil—, los asesinados militaban en contra del separatismo. Los billers, los viajeros, la caravana que llevaba productos de empresas afines a la Unión, la Casa de Tesoro del reino donde su monarca proclama la abolición del separatismo, y ahora el licenciado influyente. Hace horas encontraron su cuerpo calcinado entre los escombros, junto al de su pareja y un amigo que estaba en su casa en el momento de la explosión. Aunque el amigo sufrió menos.

—¿Por qué?

—Encontraron un brazo suyo en el césped, así que parece que estuvo cerca de la bomba cuando explotó y voló en pedazos.

—¡Ay, Donil! Estamos comiendo —reprocha Noe.

—¿Quién estará detrás de todos estos actos? —pregunta Ron.

—Pues, hay varios rumores, ¡justo estoyescribiendo de eso en mis redes! Pero la más aceptada es que la organizaciónparamilitar Z-Forg está detrás detodo. Desde que volvieron a aparecer ganaron popularidad entre lossimpatizantes de la Unión, y Z-Forg está decidida a acabar con el sistemaseparatista. Ahora intentan que los reinos del norte de Nudarien se unan a sucausa.

—Y si eso llega a pasar —sigue Ron— puede generarse unaguerra de guerrillas en el norte del país. Mal momento para...

Ron se interrumpe en seco, concentrando su mirada hacia la nada, sintiendo. Noe lo observa con atención. Sin embargo, Donil continúa hablando.

—No creo que el Gobierno de Nudarien reprima a los reinos del norte con el ejército. Mandarán a la EPS para detener a Z-Forg e intervenir en cualquier reino que se les alíe.

—Ojo que se puede cumplir —agrega Mac, y se mete más comida en la boca—. A Donil lo empecé a admirar desde hoy a la tarde.

—Ron, ¿qué sucede?

Noe observa preocupada a Ron que se quedó mudo y serio mirando la nada.

—Noe, ¿lo sientes? —le pregunta.

La joven trata de sentir aquello que le dice Ron y se concentra cerrando sus ojos. Ni Donil ni Mac prestaban atención a su alrededor. De repente, Noe abre los ojos y junto con Ron se miran con espanto.

—Otra vez —habla Ron asustado—. Se acerca otra vez.

Mac, que tragaba sin parar, nota que el rostro de sus amigos refleja una seria preocupación. Sin entender, y mira a su alrededor un leve oscurecimiento de la habitación. Donil escribía en su Sinnar, y se da cuenta que las lámparas de la habitación comienzan a apagarse despacio.

Mientras la oscuridad se hacía cada vez máspresente, Noe, entrando casi en pánico, le pregunta a Ron.

—¿Qué es lo que sintieron anoche en la posada con el anciano Tionkel? Él dijo que pudieron sentir algo que nosotros, los que tenemos mayor Energía Negra dentro, no podemos sentir.

Ron se queda callado unos instantes, y comienzan a escucharse gritos de espanto en todo el hostel seguido de corridas por los pasillos de gente huyendo de las sombras.

—Es que... es extraño —habla al fin, mientras los rincones de la habitación entran en la penumbra—. La Energía Oscura está ahí, la sentimos, la podemos ver incluso, pero su centro se siente vacío. Es como si... como si se expulsara de un contenedor vacío, es decir, que el origen de toda esa energía no está donde tendría que estar.

—¿Cómo? —dice Noe sorprendida— Entonces, ¿esaentidad que expulsa toda esta Energía Oscura es...?

—¿Una ilusión, tal vez?

Cuando Ron terminó de hablar ya las lámparas no emitían casi nada de luz y la oscuridad se apoderaba de la habitación. La puerta se abre de golpe y un empleado del hostel, de especie milfor como el oficial Farch, grita con desesperación:

—¡Estamos desalojando el hotel por la Energía Oscura que apareció de repente otra vez! ¡Rápido! ¡Algo terrible va a ocurrir y no quieren morir en una explosión!

Dejando la puerta abierta el empleado sale corriendo por el pasillo. Y la oscuridad ya había apagado las luces lenta y completamente. Luego las lámparas se volvieron a prender despacio en las tinieblas, esta vez de un color azul intenso e ineficaz ya que alumbraba a duras penas parte de la pared a su alrededor y poco más.

—Estaría bueno, no sé, digo, hacerle caso, ¿no? —comenta Noe despacioe irónica.

—¡Ay, sí! ¡Salgamos de aquí! —replica Donil contemor— Voy a prender la linterna de mi Sinnar.

—No va a funcionar —explica Ron—. Todas las lucespierden su brillo en la Energía Oscura. Solo tenemos nuestra vista en lastinieblas.

Los jóvenes anfeliem y el emer salen de lahabitación y corren por los pasillos oscuros de madera entre las luces azulesde las lámparas. Llegan a la escalera principal para bajar al hall de entrada yal llegar notan la gran puerta principal del hostel abierta de par en par, conmás oscuridad afuera de éste. 

Noe, Ron y Donil cruzan la puerta corriendo ysin mirar atrás, pero Mac que iba al final se detiene despacio y se quedaparado bajo el marco de la entrada. Tal vez nunca vuelva a tener unaoportunidad así de enfrentarse a aquella misteriosa criatura.

Ron y Donil tratan de seguir el senderoescuchando que sus pies pisan sobre el pavimento ya que las farolas con luzazul solo alumbraban las hojas de algún árbol muy cercano. Noe se da vuelta yse detiene al notar que Mac no los estaba siguiendo por ese océano negro quelos rodeaba.

—¡Esperen! ¡Falta Mac!

Ron y Donil se detienen.

—¿Nos perdió el rastro? —pregunta Ron, agitado.

—No lo sé.

Noe se queda observando la oscuridad unos momentos, esperando ver alguna silueta. Y cuando algo se vio que venía por el sendero, solo era otra persona corriendo asustada que paso por al lado de ellos como un rayo. Todos los sonidos parecían lejanos como ecos abismales en lo profundo de una enorme cueva.

—Voy a buscarlo, ¡ustedes salgan de la niebla negra!

Noe vuelve corriendo y Ron da unos pasos para ir tras ella pero se detiene al perderla de vista.

—Ron, ¡hay que irnos! —le dice Donil— Si todos nos separamos nos perderemos.

—Lo sé, pero...

Ron no quería dejar solos a Mac y a Noe y nopodía decidir qué hacer. Entre la duda, unos destellos brillaron detrás deellos y ambos se dieron vuelta cubriéndose un poco la vista para saber qué eralo que estaba brillando: eran magos. Con sombreros de punta, vestidos contrajes de igual color que los oficiales del pueblo, caminando con sus largosbastones bien pulidos que de cuya punta salía la luz brillante. Al generartanta luz en medio de la oscuridad, hasta casi cegar a Ron y a Donil, eradifícil saber de qué especies eran, pero parecían ser variadas.

—¡Acá hay más civiles! —grita uno al ver a Ron y a Donil.

—¿Qué sucede? —pregunta Donil.

—Tranquilos, somos el Cuerpo Mago de la Lorugan de Gaumel. Por favor, acompañen al oficial hasta la zona segura. ¡Los demás sigan, manden a los Magoides adelante! ¡Si ven más civiles acompáñenlos hasta fuera de la Energía Oscura! ¡Esta vez atraparemos a esa cosa!

Ron y Donil siguen a otro mago, más alto que ellos, que los guiará con su luz hasta fuera de la oscuridad.

—¿Magoides? —exclama Ron para sí mismo mientras camina— ¿Los magos androides van a entrar en acción? ¡Genial! Qué lástima que no voy a poder verlos.

*  *  *

Noe llega corriendo otra vez hasta el abandonado hostel sumergido en la oscuridad total. Con miedo de gritar, trata de observar más allá de lo que puede pero no ve logra ver un alma en medio de ese infierno negro. En silencio total, haciendo eco sus pasos rechinantes sobre la madera, avanza por un pasillo del hotel. Siente que está alfombrado, puede ver partes de la pared alumbradas por las luces azules, y camina despacio tratando de no chocarse con nada.

—¿Mac?

Lo llama con vozbaja, tratando de que las sombras no la oigan.

En lo que era una plena noche cálida, el fríoque se siente por la ausencia de luz y calor provocan que las delgadas piernasde Noe tiemblen. El terror se apodera de sus rodillas, y un sonido se escuchadetrás de ella. Gira su cabeza instantáneamente en alerta y nota que algo en elhall principal se mueve. Una bruma más oscura que la oscuridad misma, apagandoincluso las luces azules, se expande como una nube de horror por todo el hall yel pasillo donde Noe se encontraba. De pronto, dos pequeños puntos azules a loaparecen haciéndose cada vez más grandes.

Ahí estaba esa entidad oscura, y miraba fijo a Noe desde el hall principal.

La anfeli, con un nudo en la garganta y sin despegarse de la pared del pasillo miraba con tormento esos dos ojos sin alma que parecían venir de las mismísimas cuevas más profundas del planeta donde habitan los infiernos más oscuros.

Tratando de mover sucuerpo, paralizado por el miedo intenso, se despega de la pared de un salto ycomienza a correr por el pasillo sin detenerse, chocándose con una mesita ytirando un jarrón que había en ella, luego con una silla que la hizo a un ladocomo pudo y siguió corriendo. 

Sin importar nada, siguió corriendo propulsadapor el horror que la seguía detrás.

Dobló por el pasillo y trató de abrir algunapuerta como pudo. La primera que intentó estaba cerrada, la segunda también, yluego notó una luz azul en la esquina del pasillo por donde dobló que se hacíacada vez más fuerte. La criatura se estaba acercando.

Siguió intentando abrir las puertas, hasta que chocó con una puerta abierta. Entró a la habitación y la cerró con fuerza, apoyándose sobre la misma. Agitada y tratando de calmar sus nervios, trató de respirar despacio. Era tanto el silencio que su agitada respiración parecía escucharse como vientos arrasadores. Agachó la vista mientras sostenía la puerta para que nada pueda abrirla, y vio por debajo de la rendija como aparecía de a poco la luz azul que ingresaba a la oscura habitación. La criatura estaba cada vez más cerca. La buscaba en medio de la eterna noche abismal que la ella misma había creado.

Traspasaba más luz por debajo de la puerta, y cuando llegó a su máxima iluminación, Noe se dio cuenta que aquella entidad estaba detrás de la puerta, y no se movía de allí.

Al borde del llano ydel pánico, sostuvo con más fuerza la puerta aferrándose a la madera como siquisiera triturarlas. Su cabeza y su pecho iban a explotar de los nervios. Ypara cuando no pudo aguantar más tanta presión del suspenso y estaba a punto degritar como nunca antes lo había hecho, nota que la luz azul se apaga de apoco, como si la criatura se alejara por el pasillo.

Pasaron unos minutos y Noe no se movió. Laoscuridad fue total. Luego, abrió despacio la puerta, observó para ambos ladosdel pasillo y nada ya lo habitaba. Era su oportunidad.

Comenzó a caminar despacio volviendo para el hall principal, y a medida que se acercaba iba aumentando su velocidad de a poco. El miedo no la dejaba gritar ni correr. La ató de manos y pies, le invadió los pensamientos, y corrompió su imaginación. Esa cosa seguía allí, oculta en la más negra sombra que jamás la haya envuelto. Y la oscuridad tenía miles de ojos por todas partes. La misma tiniebla era la criatura, y se creía a salvo de la entidad casi omnipresente que la perseguía.

La Energía Oscura se fue metiendo dentro de Noe,afectando sus pensamientos y emociones. Derrotada y a punto de llegar al hall,quebró en llanto y se arrodilló con todo el peso encima de la oscuridad misma.

Mientras se desahogaba casi a los gritos, a su espalda doblaba una figura alta y humanoide por el fondo del pasillo, rodeada por un aura de color azul. La había encontrado, y Noe no podía verla ni notar su luz, concentrada en sacarse toda la oscuridad que había absorbido.

Cuando notó entrellantos que las paredes se iluminaban levemente de un color azul, no dudó uninstante en pararse y salir corriendo como un atleta profesional. Sin darsevuelta y sabiendo que allí estaba la criatura, corrió y llegó al hall central,pero cuando puso un pie en el salón una mano le agarró el brazo y la tiró a uncostado: Mac la colocó atrás de él.

Sin decir una palabra, y Noe secándose laslágrimas, Mac esperaba a que la criatura esté cerca para interponerse en sucamino y confrontarla. La luz azul se acercaba iluminando el suelo. Y cuandofue lo suficientemente brillante, Mac, decidido y con su arma en la mano, quebrósu temor y se preparó para enfrentar a la entidad. Noe, al notar lo que Macquiere hacer, trata de agarrar su brazo para que no lleve a cabo su emboscada.

En vano fueron las fuerzas de Noe, que ya pocasles quedaban por el desgaste emocional, y Mac dio un salto brusco hacia laentrada del pasillo apuntando alto con su pistola hacia la bestia infernal quelo observó y se quedó delante de él, de frente, a tan solo unos centímetros.

La criatura, de unos tres metros de altura, posaba sus delgados y largos brazos a los costados del cuerpo sin levantarlos, y sus ojos azules, dos círculos perfectos, no le quitaron la vista de encima al anfeli. Mac, por su parte, se quedó paralizado al ver a la entidad de cerca, y aunque quería apretar el gatillo, sus manos no reaccionaban.

De a poco, una línea horizontal también de color azul se fue dibujando debajo de los ojos de la entidad, y se formó una especie de sonrisa casi macabra en medio de tanta oscuridad.

—¿¡Qué es lo que eres!?

Le grita Mac con todas sus fuerzas, tratando de romper su parálisis de terror.

La criatura no emitía sonido alguno, pero susonrisa seguía allí. Agachó su cabeza para acercarse a Mac. Éste retrocedió dospasos. Uno de los brazo de la entidad se levantó y trató de tocar a Mac con unode sus largos y finos dedos, como si de algo extraño se tratara. Lenta perosegura, la criatura oscura acercaba su mano a la cabeza de Mac, y mientrastanto el joven pudo notar algo dentro del interior de la misteriosa bestia.Parecía tener una especie de esfera del tamaño de una pequeña pelota dentro desu cuerpo, a la altura del pecho. Una esfera de vidrio, de cristal, quereflejaba la luz azul, y podía verse el rostro de alguien dentro. Un rostromoviéndose, imposible de identificar por la oscuridad en la que estabasumergida, como si se mirara a un espejo en medio de la noche.

En ese momento en que Mac se quedó observandodicha esfera, la mano de la entidad se posa justo arriba de la cabeza de Mac,cierra su puño y, para sorpresa del anfeli, le da un pequeño coscorrón.

Estupefacto. La mirada de Mac oscilaba entre elasombro, el miedo y la confusión.

En un segundo, destellos de luz brillaron por todo el salón principal, y un grito se escuchó en medio del abismo.

—¡Joven anfeli! ¡A un lado!

Mac no dudó en tirarse para un costado, dondeestaba Noe, y juntos se agacharon mientras los oficiales magos se acercaban consus bastones expulsando destellos de luz por todo el salón.

Los magoides, droides y drones con cristalesbrillantes incrustados en sus metales, avanzaron alineándose en un semicírculoalrededor de la entrada del pasillo. La entidad oscura hizo desaparecer su bocay sus ojos azules comenzaron a agrandarse. En un instante, la criatura expulsóuna bruma negra aún más intensa que la que invadía el ambiente, y tapó lasluces azules a su alrededor y su silueta, dejando solo ver sus dos grandescírculos azules que crecían. Los magoides crearon un escudo energético, unplasma fino de color verde y blanco, que contuvo la expulsión de aquella nieblanegra, pero pequeños hilos de dicho humo que presionaba y se filtraba entre elcampo energético, logrando que éste se estirase amenazando con desarmarse. Losmagos movían sus báculos y bastones, haciendo caer luces y brillos sobre losmagoides, aumentando su poder. Lanzaban rayos y esferas de luz al campoenergético, y todo el oscuro ambiente se llenó de luces, destellos, rayos,sonidos brillantes, agudos, y el rugido de una bestia enfurecida contenida ensu propia oscuridad.

Un mago apareció entre tantos destellos y lucesvolando. Diferente a los demás, de especie Bagum–de un metro y medio de estatura, humanoide, color rosa clarito, el rostroarrugado parecido a un gato siamés pero con una larga cabeza y sin orejas–.Llevaba una vara en su mano izquierda y un arma de fuego en la otra, parecida auna carabina, con inscripciones en su madera y brillos a su alrededor. Nollevaba sombrero, vestido con un traje mucho más grueso y elegante que losdemás magos que le tapaba casi la mitad del rostro hasta su pequeña nariz, yuna mirada felina furiosa. El bagum se acerca lentamente hasta la barreraenergética que los magos intentan contener. Agarra su vara por el medio y conésta toca su arma, haciendo que la misma comience expulsar un brillo blanco portodos sus orificios y pequeños rayos salgan de su cañón. Luego lanza con fuerzasu vara y se queda clavada en el campo energético con la mitad dentro de labruma. La vara empieza a brillar tan fuerte que la bruma se deshace a sualrededor, y logra notar un pedazo de silueta del cuerpo de la entidad. En esemomento, grita:

—¡Oficiales, dejen de contener la barrera!

Levanta el cañón brillante de su arma envueltoen pequeños rayos, detiene su lenta caminata y apunta. La barrera verde yblanca colapsa en pedazos, y la bruma negra, de tanta presión que ejercía, seexpande con brutalidad a todo el salón, volviendo todo una oscuridad eterna. Enmedio de esa oscuridad, los grandes ojos azules de la criatura estaban firmes,y un haz de luz blanco fue disparado hacia la entidad, empujando con violenciala niebla a su alrededor.

El disparo que hizo el mago bagum duró uninstante, pero fue tan intenso y tan fuerte que expulsó a la bruma hacia lasparedes y los rincones del salón, dejando ver a los magos y los droides con susluces.

La criatura oscura, en la entrada del pasillo,quieta, y sin emitir sonido alguno, comenzó a desaparecer su aura azul a sualrededor y luego sus ojos se fueron achicando hasta que fueron solo dospequeños puntos azules. La oscuridad del ambiente se fue disolviendo a unavelocidad muy alta, devolviendo la luz de las lámparas e iluminando todo elsalón dejando manchas de oscuridad que desaparecían al instante. Sin embargo,la entidad oscura seguía ahí, no desapareció incluso con el salón ya iluminado.No tenía aura, sus ojos desaparecieron, y ahora un agujero en su pechocomenzaba a agrandarse hasta que la misma entidad fue deshaciéndose desde susextremidades, desapareciendo su cuerpo como humo que se eleva hacia ningúnlugar.

Cuando ya el cuerpo era un gas amorfo que se ibaconsumiendo solo, una pequeña esfera de cristal rota cae del gas negro, ytambién varios huesos y una calavera deforme.

Mac y Noe estuvieron agachados todo el tiempo y Mac pudo ver partes de la batalla, sin embargo Noe se cubrió la cabeza en todo momento y con sus ojos cerrados no supo lo que sucedió.

—¡Noe! ¡Lo vencieron! —le dice Mac.

La joven abre los ojos y ve el iluminadoambiente lleno de magos, magoides, y una esfera pequeña largando pequeñospuntos negros desde su abertura.

El mago bagum se acerca a la esfera y la ve desde cerca sin tocarla.

—Señor Maestro Brujo —le dice un mago que se acerca al bagum—, ¿qué es eso?

—Es un Orbe, oficial mago. Se puede pasar Energías Puras, es decir, Energía Negra o Blanca, a través de orbes. Por lo tanto, parece ser que alguien controlaba la energía de esta entidad con otro orbe cerca. Avísele al comisario que envíe a los oficiales a rastrear la zona.

—¡Sí señor!

—Qué alguien se encargue de estos dos anfeliem —el bagum mira a Mac y a Noe—. Tómenle declaración y háganle firmar las actas.

—Mire, señor Maestro Brujo —se acerca un mago a la calavera que dejó la criatura—, ¿De qué serán esos restos?

—No toquen nada hasta que no llegue el equipocientífico y el Ingeniero Energético —el Maestro Brujo seacerca a los restos y deduce—. Creo que ya habíavisto antes esa forma de calavera. No estoy seguro. Los arqueólogos saben deeso pero, pareciera ser que quién estaba detrás de este orbe encontró restos deun antiguo gaumeli, muy poderosos en la antigüedad, y sus huesos conservabanmucha Energía Negra al parecer.

—Puede sentirse todavía.

—Sí, esos huesos aún contienen mucha energía. Asíque quién los haya encontrado puso un orbe en el medio para traspasar EnergíaOscura fusionando la energía de los restos, tratando de que la energía delmismísimo gaumeli pueda tomar una forma similar a lo que sería su espíritu,pero hecho completamente de Energía Oscura —el Maestro Brujo se quedaen silencio unos instantes—. Quién haya hechoesto poco respeto tiene por los muertos, que su admiración yace en el legado yel mito que dejan, y menos aún por los vivos, que todavía no han definido sudestino. ¡Limpien inmediatamente todos los objetos de la sala, de seguroabsorbieron mucha Energía Oscura! Ah, y depuren a esos anfeliem, tambiéndebieron absorber bastante.

*  *  *

—¿Así que un orbe? —pregunta Ron— ¡Increíble! ¡Alguien estaba controlando a esa entidad con otro orbe en alguna parte! Perdón, a la energía de lo que quedó de esa entidad traspasándole Energía Oscura.

—Eso es lo que escuché, o algo así —le responde Mac.

Los jóvenes anfeliem caminaban en medio del bosque otra vez. Habían dejado al Pueblo Gaumel al mediodía y se despidieron de Donil, que había quedado en el pueblo y también pensaba marcharse ese mismo día para su reino al sur. Bajo el sol de la tarde caminaban ya en medio de la maleza rumbo a las colinas del este para cruzarlas y llegar así a Lorue Nudarien. Sin embargo, las conversaciones rondaban acerca de lo que había ocurrido la noche anterior.

—Y cuando el mago rompió el orbe la energía se materializó en los restos de la entidad, que era lo que movía a dicho orbe —seguía comentando Ron.

—Bueno, ya no sé tanto.

—Pero tenías razón —agrega Noe—. El centro de toda esa Energía Oscura estaba en otro lado. Y aquí el idiota en jefe quiso averiguar si era una ilusión o no.

Noe mira a Mac con molestia.

—Yo no te pedí que vengas atrás mío —le contesta arrogante—. Tuve una oportunidad de saber qué era y la tomé. Si era una ilusión no iba a poder hacerme daño, y si no lo era iba a enfrentarlo, ¡porque no le temía!

Noe se ríe y dice.

—Y luego llegaron los magos a salvarte de que note llenen de oscuridad el culo tembloroso también.

—Lo tenía controlado —agrega orgulloso—. Pero...

Mac se queda pensativo un instante, recordando el pequeño coscorrón que la criatura le dio.

—¿Pero? —le pregunta Ron.

—Nada. Nada. Mepregunto por qué alguien querría controlar esa energía así.

—Yo me pregunto lo mismo —dice Noe—, ¿alguien se estabadivirtiendo, tal vez?

—Creo que...—contesta Ron haciendo una pausa—. ¿No se acuerdan lo que dijo Tionkel?, desde que esa criatura apareció ocurrieron hechos muy extraños en la región. Ayer explotó la casa del licenciado Belt y a la noche apareció la entidad. Es decir, que quién controlaba a la criatura debía estar cerca y, por lo tanto, es muy probable que también haya puesto la bomba en la casa de Belt.

—¿Quieres decir que usaba a la energía de ese gaumeli como distracción?

—En parte. Como distracción le funcionó bien. Gente como Tionkel relacionaba la aparición de la criatura con los hechos de violencia, y después el empleado del hotel lo dijo muy claro: otra vez aparecía la Energía Oscura y corrió para no morir en una explosión, ahí hay otra relación. Pero creo que el principal uso que se le daba a esa energía del gaumeli era para planear sus atentados y buscar a potenciales objetivos. Preparar el terreno, observar, intimidar al objetivo, envolverlo en la oscuridad, desorientarlo, incluso alejarlo, dañar su Sistema Energético con tanta Energía Oscura, debilitarlo, y luego atacar. De paso, lograr que la gente culpe a una criatura que no era más que una sombra. ¿Acaso creen que es casualidad que lo hayamos visto en el bosque y luego la siguiente noche en el hostel? Si el que controlaba a la criatura atentaba contra personas y objetivos antiseparatistas, ¿quién estuvo en el bosque y en el hostel que sepamos y que estaba en contra del sistema separatista abiertamente?

Mac y Noe se quedan estupefactos al tener el nombre en sus pensamientos.

—¡¡Donil!! —gritan ambos.

—Y ahora que los habitantes locales descubrieronque la criatura estaba siendo controlada, ¿creen que otros rumores pueden tomarfuerza? Es decir, ¿la organización paramilitar Z-Forg puede estar detrás de losatentados? Y lo que me inquieta todavía más —Ron hace una pausapreocupado—, es que los rumores de que unos anfeliem estándetrás de todo esto también pueden cobrar fuerza, como dijo el lexin con el quete peleaste en la posada, Mac.

Los jóvenes hicieron silencio y la preocupaciónaumentó en el aire.

—¿Crees que fueron...? —habla Noe.

—Si es así, y están cerca —dice Mac con firmeza—, entonces hay que llegar rápido a Lorue Nudarien.

En medio de las tensas conclusiones y el ambiente de incertidumbre, los rostros de los jóvenes gritaban una muda desesperación y desmotivación. En medio del silencio, Noe pregunta con tristeza.

—¿Los encontraremos?

*  *  *

Por otro sendero, oficiales de la lorugan y algunos periodistas de varias especies se encontraban en lo que parecía ser una escena del crimen. Una fogata apagada de la noche anterior, un par de tazas tiradas, y una lona blanca tapando un cadáver en medio de un charco de sangre seca se posicionaban al lado del camino. Los arbustos y troncos cercanos tenían manchas negras de la sangre que se derramó, y los oficiales trabajaban en el lugar.

El oficial Farch llegó junto a un oficial mago al lugar.

El oficial Klinan lo esperaba con una tableta en la mano llena de datos e información.

—Alguien anda sediento de sangre —le dice Klinan a Farch en modo de broma.

—¿Fue una bestia del bosque?

—No. Las bestias no se acercan tanto al sendero ni dejan restos mutilados para que los encontremos.

—Mmm —observa Farch laescena y todo el lugar—. Al parecer nos toca también a nosotros estecaso, ya que el cadáver está a menos de cinco metros del camino.

—Bendita Ley de Caminos Seguros —Klinan habla con sarcasmo—. Si estaba a más de cinco metros de distancia ya no se correspondía con las jurisdicciones penales del Gobierno de Nudarien.

—Pero lo está, ¿puedo ver? —pregunta Farch al ver la lona blanca.

—Claro, ¿almorzaste? —le dice entre risas.

Ambos se acercan al cadáver tapado, y otrooficial levanta la lona dejando ver el desastre.

El cuerpo irreconocible y mutilado de la víctimade especie emer, apoyado sobre el tronco de un árbol, tenía las tripas y varioshuesos que se le salían de la carne. Una pierna mutilada por allí, un brazo porallá, viseras desparramadas por el torso como si hubieran pintado el cadávercon ellas. Y la mitad de la cabeza era una pasta roja con una boca abierta quedio el último grito de dolor antes de morir.

Con un poco de asco, el oficial Farch dice.

—Creo haber visto a este emer en el pueblo hace dos días.

—¿Estás pensando lo mismo que yo, Farch? —le pregunta Klinan.

—Sí. Iba acompañado por tres anfeliem extranjeros.

—También los encontraron en el hostel donde el Cuerpo de Magos combatió contra la Energía Oscura, ¿coincidencia?

Farch se queda pensativo unos instantes. Los oficiales tapan otra vez el cuerpo destrozado de Donil y el oficial Klinan sigue diciendo.

—Revisamos archivos y contactos de su Sinnar. Lointeresante es que pertenecía al mismo grupo al que también integraban losbillers asesinados hace días. Idealistas simpatizantes de la Unión.

—Así que están haciendo trabajos sucios —Farch hace una pausa y mira la lona blanca—. Es increíble lo que pueden hacerte por solo pensar diferente. Qué poco respeto por los vivos que aun tratan de vivir.

—¿Respetar a quién desafía a la autoridad separatista? —contesta Klinan con ironía— Pues, para mí se lo merecía. Y ahora vamos tras los héroes.

—¿Klinan hablándome de respeto? —le contesta Farch— Hasta hace cinco minutos te estabas riendo de este pobre muerto desgraciado que ni conocías ni comprendías. Ni me imagino lo que te habrás reído cuando el señor Belt falleció, que si lo conocías y era muy respetado no por sus ideas sino por su persona. Dime, ¿cuál risa es mejor? ¿La que sale de la desgracia de un desconocido o la de un conocido? Por favor, no vengas a hablarme de algo que no tienes —luego habla a sus compañeros cerca—. ¡Escuchen! Tú, el oficial mago, quiero que hables con tu superior y me que pase la declaración de los anfeliem en el hostel.

—Sí señor.

—Tú, comunícame con el comisario para una reunión,que unan el caso de la explosión en la casa del licenciado Belt con este. YKlinan, trata de comunicarte con el Departamento de Investigaciones de la EPS.

—Ash, claro.

—Creo que estamos antealgo muy grande.