Veintiuno🍃
- Vas a tener que presentarte ante el Consejo, YoonGi...- le dijo el señor Park. Claramente incómodo por lo que había sucedido.- Quieren verte mañana, traté de evitar que busquen una manera de atacarlos pero el líder BaekHo al parecer exageró o dijo cosas que no debía...
- Ellos saben que soy Alfa, ¿cierto?- preguntó YoonGi abrazando a JiMin por los hombros. El Omega tenía a su cachorrita en brazos, y Hyangie se aferraba a su padre Omega como queriendo protegerlo.
Era muy tarde, el señor Park había llegado a verlos ese día, YoonGi y JiMin habían pasado despiertos la mayor parte de la madrugada, el Alfa cuidando de su Omega embarazado. Y luego de un día en donde YoonGi trabajó solo en la mañana para poder pasar la tarde junto a JiMin y SoHyang, y cuidar de ambos, sobre todo porque JiMin parecía estar muy cansado aunque trataba de decirle que no se preocupara, para YoonGi era muy dificil hacer caso omiso a la palidez y cansancio de su Omega.
- Lo saben...- le dijo el señor Park con un suspiro pesado. Y luego le sonrió a la pareja. Su hijo notó el cambio en el rostro de su padre.
- Algo pasó, ¿verdad, papá?- le preguntó JiMin y YoonGi le miró curioso.
- Verán... cuando el Consejo me citó, y me presenté, iban a reclamarme por la acción de YoonGi y yo alegué que era normal que un Alfa hiciera todo lo posible para proteger a su pareja, BaekHo estuvo presente mientras me cuestionaban...- el señor Park sonrió- Al parecer no les había dicho que YoonGi era un Alfa... entonces la cara del Consejo fue de estupefacción, y como el Líder estaba presente, fue una discusión entre ellos dejandome fuera, pero luego el Consejo pidió que te presentaras...- terminó explicado a ambos jóvenes.
- ¿A qué horas debo presentarme?- preguntó YoonGi tranquilo.
- Mañana por la mañana...- respondió el señor Park, el Alfa menor asintió- No dije que eres hijo de los Líderes de la manada de Daegu, pero me gustaría que omitas eso, sobre todo por JiMin, ademas que tu relación con la manada no es muy buena...
- Papá...- JiMin miró a su padre, cn claro gesto de desconcierto.
- No- YoonGi tomó la mano de su Omega- JiMin...- le llamó- Tu padre tiene razón, quiero evitar en la medida de lo posible que te dañen o busquen lastimar a Hyangie, y esa es información que debe guardarse, para protegerte a ti y a nuestros cachorros...
JiMin suspiró, no le agradaba mucho eso. Pero debía aceptarlo. YoonGi tenía razón, ya era demasiado con el hecho de que él había ocultado ser un Alfa, si decía que es hijo de los Líderes de Daegu podrían echarlo de la manada. De ser así, podrían obligar a su padre que deshiciera el matrimonio. JiMin no soportaría eso, y al pensar en sus cachorros, su pequeña y el bebé que venía en camino corrían el riesgo de que los separaran de ellos. No soportaría eso...
- Esta bien...- suspiró JiMin. Su padre asintió.
Terminó de narrarles lo que el Consejo había dicho al respecto, y que era probable que llegaran a hacerle alguna visita de sorpresa. Por el momento, sugirió, que sería mejor que JiMin ocultara su aroma, era quizás una medida exagerada pero que no quería que el Consejo metiera sus manos e hiciera desastres con la vida de ellos. La situación se ponía tensa, ya que el Consejo intentaría que se separaran de cualquier forma. YoonGi debía ser muy precavido con lo que dijera y quizás el Líder de la manada de Anju podría retarlo y él debía hacer los esfuerzos inhumanos para controlarse.
YoonGi aseguró que haría eso, y su lobo estaba de acuerdo.
Mientras no quieran retarme por mi Omega, todo tranquilo...
Su lobo estaría a la defensiva pero tranquilo. Por el momento trataría de no atacar y no perder su auto control.
JiMin escucha atento a cada cosa que decían, aunque afirmaba que su Alfa no se encontraba preocupado en absoluto. Hyangie solo quería llamar la atención de su abuelo. Lograndolo cuando el adulto la tomó en brazos y comenzó a hacerle caretas que hacían chillar a la pequeña emocionada.
El señor Park se retiró dejando a ambos solos y para que pudieran platicar. Ya que era seguro que podrían llamar a JiMin. Y a los involucrados.
Luego de cenar algo ligero, pues el Omega aún sentía un poco de asco por la comida. Ambos fueron a tomar una ducha rápida y YoonGi se encargó de bañar a Hyangie. Riendo, pues su hija, tenía algo con mojarle la cara mientras le repetía "Min" con mucha emoción.
JiMin ya se encontraba cambiado y listo para darle de comer a su cachorra quien se mordía los deditos de su manita, muy entretenida. JiMin le dió su biberón y dejó que su pequeña dormitara mientras la arrullaba.
Le sacó el aire y la acomodó en la cama, se acostó a su lado y colocó su mano sobre el estomaguito de su bebé. Sin dejar de cantarle.
YoonGi lo observaba desde la puerta de la habitación, ya cambiado. Solo admirandolos, feliz de tenerlos a salvo, feliz porque podía cuidarlos, de tenerlos a ambos en sus vidas. YoonGi repasó por su cabeza todo de lo que tenía que encargarse en esos días. Serían semanas muy movidas para él, y no sabía si su Omega se encontraba en la capacidad de viajar. No quería exponerlo a ningun riesgo, ni a su cachorrita ni a su cachorro.
🍃
Por la mañana se despidió de su Omega e hija, acarició el vientre de su pareja y se encaminó hacia el recinto donde se encontraría el Consejo de la manada esperandolo.
Dejó a su familia al cuidado del padre de su Omega.
- Hey...- le llamó alguien a su lado. Al ver NamJoon estaba en su auto y le sonrió, le hizo señas para que subiera.
- Supongo que SeokJin te lo dijo...- le respondió en cuanto abrochó el cinturón y el auto se puso en marcha.
- La verdad, la manada lo sabe, aunque todavía no conocen al Alfa que se atrevió a amenazar a un Líder...- le dijo en tono bromista.
- Bueno, ya soporté algunos golpes, antes no tenía razón o motivo para atacar, pero en esta ocasión JiMin, Hyangie y nuestro pequeño cachorro me necesitan y debo defenderlos...- se encogió de hombros.
- Realmente te admiro, YoonGi- le dijo NamJoon- Aunque estas pasando por momentos complicados no solo aquí sino que todo lo que pasa en tu manada, no dejas que JiMin se vea afectado por ello, siempre muestra una sonrisa...- NamJoon miró a su amigo por un momento.
- Soy un Alfa Líder, NamJoon- YoonGi le sonrió- Debo saber tener el control de mis emociones y acciones, aunque eso no cambia que yo también necesito que alguien me anime... JiMin me anima, ver a Hyangie con una sonrisa mientras llama mi atención o pide ser cargada... todo eso me hace fuerte...
Soy el Alfa valiente de mi Omega...
- Bien dicho- NamJoon golpeó su hombro de manera amistosa y ambos rieron. Condujó por unos minutos mas y se estacionó frente a una gran casa.- Aquí es... no te pongas nervioso...
- Trataré de que no, eso puede afectar a JiMin y a nuestro cachorro, además Hyangie lo protege tanto que una vez me gruñó...- dijo recordando a su pequeña niña, su cachorrita de ojitos bonitos le gruñó cuando quiso acercarse a su Omega, JiMin le dijo que debían estar todos juntos y la niña solo hizo soniditos como explicando por qué le había gruñido.- Si mi hija vuelve a gruñirme... no sé que voy a hacer- terminó diciendo con gracia.
Se despidieron y NamJoon se retiró.
Con un suspiro entró al lugar, era una gran sala y un sirviente le dió espacio. Pasó por un pasillo donde habían muchos soldados ordenados y algunos sirvientes iban se un lado a otro. La persona que lo recibió le guió hasta una puerta bastante amplia. Supo que era la sala del Consejo. Por un momento recordó su estancia en Daegu, las veces que tenía que recorrer esos pasillos por algunos mensajes que su abuela le daba.
- Señor YoonGi, pase, el Consejo le espera- la Beta que lo guiaba le dejó entrar a la amplia sala.
Al pasar, YoonGi notó la presencia de algunos soldados, los miembros del Consejo, el Líder de la Manada y el Líder BaekHo.
- Buenos días- saludó. Y se sentó donde se le indicó, sin embargo haciendo uso de todas las lecciones que tuvo que aprender para poder convertirse en Líder. Aunque no le gustaba, su lobo le dijo que debía presentarse como el Sangre Pura que es. No entendió eso, pero obedeció.
- Buenos días, joven YoonGi- le saludó el Líder de la Manada con rostro neutro. Los demás presentes lo miraban con odio o resentimiento.
- Debe saber la razón por la cual esta aquí- le dijo uno de los miembros del Consejo.
- Lo sé- declaró con voz clara y fuerte- Pero me gustaría saber de qué se me acusa, a tal punto de que deba presentarme frente al Consejo de la Manada de Busan.
El Consejo se miró entre sí, YoonGi no se veía intimidado o abatido. Sin embargo mostraba una personalidad impenetrable, BaekHo solo observaba con burla. Su objetivo era el Omega que estaba con YoonGi. Lo quería a cualquier precio.
- El Líder BaekHo durante su visita dijo que fue agredido por usted cuando se acercó a saludarles, a usted y a su pareja- declaró un Alfa viendolo con desprecio.
- Líder BaekHo- le habló YoonGi directamente, y el mencionado sintió a su animal removerse inquieto- ¿Fue así?- preguntó enderezandose y cruzando sus manos sobre la mesa, dirigiendo su oscura mirada a cada uno de los presentes a excepción del Líder de la Manada- Como Consejo su deber es escuchar las dos versiones de la historia, ahora escuchen la mía... esa mañana llevaba a pasear a Mi pareja, el Líder BaekHo se acercó sin buenas intenciones, y antes de que refuten, su tono de voz y la mirada de prepotencia y altanería son la causa, ahora bien, mi deber es defender a mi pareja de cualquiera que quisiera dañarla, no puedo permitir que alguien le ponga una mano encima y le lastime, le advertí de manera amable una segunda vez ya que el festival de Luna nueva, no solo fue mi pareja la involucrada sino que también un amigo que esta esperando un cachorro, mi advertencia fue que si llega a una tercera ocasión voy a matarlo...- dijo con honestidad. Su lobo gruñó al ver de nuevo a BaekHo.
- Ah, ese es otro asunto a tratar- dijo otro miembro del Consejo, que se había animado a hablar, luego de tal declaración toda la sala estaba en silencio. El Líder de la manada de Busan solo observaba.- Engañó a todos haciendose pasar por Beta, puede recibir un castigo por ello- le declaró arrepintiendose en cuanto recibió la mirada de YoonGi.
- No engañé a nadie, mi pareja y mi suegro lo sabían- dijo son simpleza- Sabían que era un Alfa, pero debido a mi aroma, prefiero usar neutralizadores- y en efecto estaba haciendo uso de ellos, porque sabía que el aroma a leche y miel estaría en su cuerpo y no debía exponer a su Omega en ningún momento.
- Debió informarlo a la Manada, además de su nombre y su jerarquía no conocemos nada de usted, podría ser un espía de las manadas de China, ya que tenemos algunos problemas con ellos- exageró uno de los miembros del Consejo.
- YoonGi, veinte años, Alfa, manada del Este- dijo sin mas- Vine acá ya que tenía unos asuntos con mi primo, no iba a quedarme pero MI Omega esta aquí, y decidí quedarme.- miró a todos de nuevo, su lobo estaba algo alterado y podía sentir la preocupación de su Omega mezclado con un poco de temor.
- Se decidirá luego cual será su castigo o reprensión- dijo otro Alfa.
YoonGi se levantó.
- Miembros del Consejo, también les tengo una advertencia, no quiero cerca a sus hijos de MI Omega- declaró firme y se retiró dejando a mas de un Alfa con un sentimiento amargo.
YoonGi no lo sabía, pero debía llegar pronto con su Omega. El padre de JiMin estaría en casa, pero él sentía un vacío extraño, corrió varias calles. Y al estar cerca observó a algunos Alfas fuera de la casa del padre de su pareja.
- Es mejor que se retiren- escuchó la voz de su suegro.
Los jóvenes solo lo miraron con indiferencia.
- Su hijo debe estar con un verdadero Alfa, no con alguien que lo venda a cualquiera- YoonGi gruñó y sus ojos se volvieron grises con una gota de rojo en ellos, mostrando su ira. Los jóvenes tuvieron que bajar la cabeza.
- Largo, una mas, y no voy a ser tan blando...- ninguno se movía, estaban atemorizados- ¡Fuera!- bramó con ira. Llevando a su suegro dentro de la casa.
JiMin llegó hasta él con una pequeña sonrisa. Pero con Hyangie llorando. TaeHyung estaba allí nervioso, vió como el señor Park llegó y le abrazó.
- Lo siento...- le susurró a JiMin envolviendolo en sus brazos junto a su hija- Calma cielo...- le dijo a la pequeña y besó su frente- Papá no permitirá que los vuelvan a dañar, además cuidaste a papá JiMin muy bien, estoy orgulloso hija...
La pequeña comenzó a calmarse y se quedó dormida sobre el pecho de su padre Alfa. JiMin se aferró a YoonGi, se había sentido asustado.
Luego de que YoonGi se fue, TaeHyung llegó junto a HoSeok, desayunaron y HoSeok se despidió ya que debía ir a trabajar.
Pero al cabo de un rato, escucharon algunos golpes en la puerta, esos Alfas habían querido entrar, el señor Park les abrió impidiendoles el paso, sin embargo lo habían empujado. A JiMin no le gustó la manera en la cual lo veían a él y a TaeHyung. Habían gruñido y tratado de usar su voz de mando con ellos. Pero ya que ambos estaban marcados eso no era posible aunque si hacían incomodar a sus Omegas.
Tenían miedo de que entraran y los secuestraran. Sucedía en otras manadas, y prefería evitar esos pensamientos torturadores.
- ¿Estas bien?- le preguntó YoonGi a JiMin examinandolo con la mirada.
- Lo estoy...- susurró.
Ambos fueron hasta la sala y se sentaron. Con JiMin sobre el regazo de YoonGi y su cachorrita dormida entre ellos.
- Lo siento, TaeHyung, quizas pude haber afectado a tu cachorro- le dijo YoonGi con pena. Binnie solo se escondió entre los brazos de su padre.
- Tranquilo, no te preocupes por eso, estoy muy bien- le dijo con una sonrisa el Omega- HoSeok no tardará en llegar, y con tu voz de mando sabía que nos defendías, así que gracias...
YoonGi asintió no muy convencido pero su Omega le dió una pequeña sonrisa. La razón era que su Alfa estaba educado para respetar y proteger a todos los Omegas de su familia, su abuela le enseñó que un Omega debe ser cuidado y respetado, no debe ser un objeto el cual se crea que puede desecharse. Siempre supo que como Alfa tenía una responsabilidad de cuidar a los Omegas, sobre todo de su familia.
A los minutos HoSeok llegó, preocupado por su pareja y cachorro. Le abrazó y le agradeció a YoonGi por defenderlos. TaeHyung y HoSeok se quedaron allí junto al señor Park. YoonGi optó por quedarse también. Ademas que debía hablar con su suegro sobre la situación con el Consejo. Aunque no le habían preguntado nada sobre JiMin.
Sin embargo, algo que no había pasado con anterioridad, era que su lobo estaba despierto a toda hora. Lo sentía claramente en su interior.
Debía descubrir lo que había pasado, y la verdad detrás de lo que sus padres le habían dicho.
Él sabía que había algo mas...
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