Veinticinco🍁
La abuela Min estaba sorprendida y preocupada a partes iguales. YoonGi, su querido nieto estaba allí, y no estaba solo, tenía un Omega y una cachorra. Que para su mayor sorpresa, la pequeña llevaba el aroma a jengibre de su nieto y el Omega en efecto también, clara muestra de que estaba en la espera de un cachorro. Jengibre era el aroma de YoonGi.
Su olfato no le fallaba, de eso estaba segura.
Esa mañana no esperaba encontrarse con su nieto de esa manera, ni siquiera que le dijera que tenía pareja y dos cachorros. Por un momento pensó que YoonGi se había escapado y se había estado viendo con el Omega, además que no pasó desapercibidos los anillos que ambos portaban. Su nieto se había casado y con algo de tristeza no pudo estar en un día tan importante para él.
- Abuela...- YoonGi le llamó de nuevo. La Alfa estaba muy concentrada en sus pensamientos, quiso recordar si YoonGi se escapaba, la cachorrita que cargaba tenía por lo menos un año, y tenía un parecido a ambos jóvenes.
- Tienes mucho que explicar jovencito- le dijo cruzandose de brazos. Miró a ambos pero notó de inmediato la forma en que ambos tomaban sus manos, las miradas que se daban.
YoonGi comenzó a explicarle cómo pasó todo. Desde sus primeros días en la manada de Busan, le dijo que NamJoon supo las razones por las cuales estaba allí, además de relatarle cómo conoció a JiMin, y con algunos sonrojos de parte del Omega, el Alfa le explicó a la mujer mayor cómo comenzaron a salir, JiMin sabía que YoonGi era un Alfa a pesar que usaba neutralizadores que lo hicieron pasar por Beta durante dos meses. Le contó sobre su boda con el mayor detalle posible, y los problemas que tuvieron con el Líder de la manada de Anju. Aclarando que en ningun momento iba a permitir que agredieran a su pareja o a sus hijos.
- Hyangie es nuestra cachorrita, a pesar que en ese momento JiMin no tenía ningun malestar, decidimos adoptar a nuestra pequeña lobita- dijo YoonGi con una sonrisa y la bebé le respondió "Min" con emoción, le encantaba cuando sus padres la miraban- Dos semanas mas tarde, mi suegro notó el aroma en JiMin, jengibre con leche y miel y su aroma de manzanilla y moras se desvanecía poco a poco, hicimos un chequeo médico y es verdad, JiMin tendrá un cachorrito y antes de que digas algo, es mío, abuela...
JiMin se sonrojó. La presencia de una mujer Alfa adulta era muy fuerte.
- JiMin- le llamó la mujer y le miró de inmediato, su Alfa le transmitió confianza y tranquilidad.
- ¿Sí?- preguntó con una pequeña sonrisa.
- ¿Amas a mi nieto?- le preguntó con seriedad. JiMin se sonrojó de inmediato. Pero asintió y miró a YoonGi.
- Claro que amo a YoonGi...-dijo sonriendo. YoonGi le devolvió la sonrisa. Y la cachorrita solo balbuceó quedita y se apoyó en el pecho de su papá Alfa- Es dedicado, amable, respetuoso, cariñoso y muy valiente...
También soy un Alfa sensible... todo por mi Omega, me hace un Alfa sensible, pero si alguien lo quiere lastimar, lo mato, y sabrá la ira de un Alfa como yo...
La abuela Min solo miró a ambos y sonrió. YoonGi era feliz, después de todo había encontrado a su pareja. Pero algo no cuadraba. YoonGi era esteril, pero JiMin estaba esperando un cachorro de su nieto, había algo extraño.
- Aún no entiendo cómo es que tendrán un cachorro cuando mi nieto es esteril- dijo un poco confundida.
- Abuela, sé que todo es extraño pero confía en mí- dijo y tomó la mano de JiMin con firmeza pero sin llegar a lastimar a su Omega- JiMin y yo tendremos un cachorro, pero necesito que me aclares algunos puntos...
- ¿Qué necesitas?- le preguntó curiosa.
- Los Min tienen una historia familiar, ¿es cierto?- preguntó. La Alfa asintió- Necesito conocerla, puedes ayudarme a conseguirla, yo sé que tu situación en la manada no es la mejor y que esto puede provocarte problemas pero por favor...
- YoonGi...- la mujer estaba extrañada de la petición de su nieto- Yo cuento con los relatos de la familia, pero dos generaciones atrás hubo un incendio en la mansión de los Líderes de ese tiempo...
YoonGi solo le miró, con esperanzas que no fuera lo que estaba pensando. De ser así, iba a tener que investigar de otra manera, pero debía hallar la forma de saber.
- Se rescataron la mayor cantidad y algunos libros trataron de reescribirse con lo que los Líderes de ese momento sabían y recordaban, mis abuelos, trataron de ordenar las historias que pudieron rescatar y eso es lo único que tengo a mi disposición...- explicó.
- ¿Puedes prestarmelos?- preguntó.
- Iré por ellos, pero YoonGi esos libros no pueden salir del territorio de Daegu- le dijo como advertencia.
- No importa abuela, pero quiero leerlos- le restó importancia. Y supo que había tomado una buena decisión al ir hasta ahí, JiMin solo le miró con una sonrisa.
La Alfa les dejó solos y YoonGi suspiró.
- Esta bien...- le dijo JiMin- Lo que tengas que saber lo sabrás de una manera u otra, no te desesperes...
YoonGi sonrió, su Omega siempre lo calmaba. Agradecía a la Luna por tal compañero. JiMin no lo dejaba solo, no le reprochó nada y aún iban a tener un cachorrito. Todo era demasiado bueno, además esos Alfas no iban a quitarle a su Omega, y él no iba a permitir que lo dañaran. YoonGi siempre cuidaría de JiMin, aunque su Omega era alguien independiente y que con una sonrisa le daba fuerzas.
- Hyangie debe estar cansada, el viaje fue largo...- susurró YoonGi al ver a su pequeña dormitar sobre su pecho.
- Sí...- dijo JiMin descansando su cabeza sobre el hombro de YoonGi viendo a su pequeña.
- Mi Omega también parece que esta cansado- dijo con una sonrisa- Puedes dormir lo que necesites...
- Verla dormir me dan ganas de dormir con ella- susurró JiMin dejandose llevar por el sueño. El viaje había sido agotador y cansado. Además que su cachorro tomaba todas sus energías. No se quejaba pero dormir todo el tiempo no era bueno.
YoonGi se acomodó sobre el sofá, dejando que su pareja e hija usaron su cuerpo para descansar.
Cuando la abuela Min regresó notó a los tres, YoonGi mirando a su familia con una sonrisa que hacía mucho tiempo no veía. Sonrió. La Luna sabía lo que hacía.
De señas le dijo que los libros estaban en su habitación y solo dejó un escrito sobre la mesa de centro, y le mencionó que prepararía algo de comer. Después de todo la hora de la cena se acercaba.
- YoonGi...- le llamó en voz baja- No puedo quedarme, los guardias pueden venir y si te ven aquí, te llevaran prisionero y tu Omega... tu sabes lo que pasa...
YoonGi asintió.
En las diferentes manadas había una ley que él odiaba. La odiaba desde que la conoció.
Cuando un Alfa exiliado, regresaba a la manada de la cual fue expulsado, era retado, pero no importaba si ganaba o perdía, su Omega, era dado al Consejo para que fuera utilizado y contribuir a la humillación del Alfa. El Omega era abusado de todas las maneras posibles, bien podían golpearlo o violarlo hasta que el Omega muriera al sentir que traicionó a su Alfa... y Hyangie, su cachorrita sería llevada y la utilizarían como concubina para satisfacer los celos de los Alfas mas importantes. Miró a JiMin dormir tranquilo...
- Yo los cuido, nadie va a tocarlos...- dijo el Alfa con voz suave. Besó la frente de su Omega y de su hija con cariño.
Le daba escalofríos pensar que alguien los lastimaría. No iba a permitirlo. Y su lobo estaba de acuerdo, su deber como Alfa era procurar el bienestar de su Omega y cachorros, y eso haría. Los cuidaría con su vida.
🍁
Leía y leía, ya llevaba tres días leyendo las diferentes historias.
Los Min habían sido lobos de invierno, podían manejar el agua y el clima a su antojo. Era la manada Líder, por eso estaban en la parte centro del territorio de la nación.
Eran los lobos mas grandes y sus uniones eran realizadas con los Jung y los Park, eran sus manadas predilectas para unificar y crear una nueva generación. YoonGi estaba sentado frente al escritorio, donde estaban los relatos y libros apilados en distintas columnas.
- ¿Aún es dificil?- preguntó JiMin acercandose a su Alfa y abrazandolo por los hombros, Hyangie jugaba a los pies de sus padres, gateaba sobre la alfombra de la habitación de YoonGi, que era el lugar donde se encontraban.
- Hay muchas cosas por saber... pero hay algo que aún no me queda claro...- suspiró y se levantó con cuidado, sentandose en el suelo junto con JiMin y su hija.- Los Min eran la manada Líder por así decirlo, antes solo había un Consejo que regía a todas las manadas, con dos integrantes de cada una, un total de doce lobos, entre Alfas, Omegas, Betas, Gammas, incluyendo a los Deltas...- explicó- Pero los últimos dos ahora son vistos como un error, la historia no registra ningun lobo infértil... al menos hasta donde he leído...
- ¿Qué mas dice?- le pregunta JiMin a la vez que toma su mano, para mostrarle apoyo, lo cual agradece. Se ha enterado de tantas cosas que le hace imposible concebir como es que la vida cambió tanto.
- También hay registros sobre las diferentes parejas, en los inicios de las manadas, todos se enlazaban según su predestinado, no importando la diferencia de edad, hay un líder Min que su Omega era mayor que él, sin embargo la loba era una belleza a lo que dicen los escritos, era de la manada Park...- JiMin le miró sorprendido. Pero asintió comprendiendo- No hay muestra de algo que vaya en contra de los designios de la Luna, pero pasando hasta donde he leído, la misma Luna, comenzó a ser olvidada por algunos ambiciosos y egoístas, que por sus caprichos comenzaron a crear guerras y rencillas entre las manadas, el Consejo quiso evitarlo pero no pudieron y todo el territorio se separó por regiones, que es lo que hoy en día conocemos...
- Tal vez podríamos hablar con mi tía SuRan, ya que hay un Park en la historia Min, debe haber un Min en la historia Park...- dijo JiMin pensativo. YoonGi lo mira admirado de la lógica, claramente él lo había pensado pero su Omega, razonaba de una manera formidable.
- De verdad, que soy un Alfa afortunado- le dice Min mirandolo dijo, JiMin se siente avergonzado de recibir tal halago. Su Omega esta embelesado con su Alfa. Hyangie gatea hasta sus padres e intenta ponerse de pie.- Y mi cachorrita también es muy linda...
La bebé ríe y aplaude para luego ver a sus papás, YoonGi la carga y la levanta solo para juntar su nariz con la de la pequeña. Quien patalea de la emoción.
La Alfa estaba en la puerta, mirando a su nieto y al Omega del mismo, la cachorrita era consentida por ambos.
Ella esperaba ver esa escena, teniendo a YoonGi como el sucesor del Líderazgo de la manada de Daegu, que su Omega estuviera allí y ver correr patitas traviesas por las tardes. Se lo imaginó muchas veces, cuando su nieto era un cachorro pequeño y lo veía correr por los jardines.
Pero sus sueños se habían derrumbado el día en que YoonGi se presentó como Alfa. Lo mas lógico era que él sería el Alfa Líder, y aunque ella supo que su nieto sería infértil, el Omega que tocaba su vientre con cariño y YoonGi besaba su mejilla con amor, contradecía eso.
Ella tampoco lo entendía.
El Omega llevaba el aroma a jengibre de YoonGi. Un Omega toma el aroma de su Alfa para sentirse protegido, y crear una advertencia hacía los demás. El Alfa marcaba su territorio de esa manera. Cuidando de su cachorro y Omega.
Verlos le hizo saber que ellos eran quizás, de las pocas parejas predestinadas. Cuando en un pasado los lobos no encontraban a su destino, morían, y si marcaban a alguien mas su destinado tenía que fallecer... era algo triste, pero la falta de paciencia a veces era la responsable de tal crueldad. La mayoría se dejaba morir... como esperando que en su proxima vida pudieran encontrarse.
La Alfa les dió su espacio, salió de la cabaña y suspiró, miró la noche estrellada, y la Luna brillando, dejandose ver mas iluminada que en otras noches.
Su lobo aulló al saber las cosas a las que trataban de obligarla.
Pero ella sabía que morir, por el momento, complicaría la vida de YoonGi y la de su familia.
- Solo un poco mas... un espacio de tiempo mas...
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