Capítulo 3
Me detuve justo antes de llegar a la zona "poblada" de nuestro refugio, aún nadie nos había visto pero no quería que se hiciera un mayor escándalo cuando vieran a Leo detrás de mí, si eso ocurría no podría explicarme antes de que comenzara.
—¿Sabes Hyuk? quizá lo mejor sea que los espere en la sala de reuniones, mientras vas por N, no quiero comenzar un alboroto.
El menor pareció pensarlo un poco antes de asentir y salir corriendo. Leo tiró un poco de mi camisa y al voltear me miró con ojos interrogantes.
—Tranquilo, nosotros iremos por otro lado, nos encontraremos con ellos un poco después. —Pero Leo no se movió—. ¿Qué ocurre?
Como única respuesta Leo señaló por donde Hyuk había desaparecido. Tuve que pensarlo varios minutos intentando comprender lo que quería.
—¿Quieres... que él te arregle? —afirmó enérgicamente con la cabeza—. Ya, prometió que lo haría y así será, pero debo entregar esto primero y explicar tu presencia aquí. Ya viste cómo reaccionó Hyuk cuando te vio, los otros podrían hacerlo peor, debemos evitarlo explicando todo con cuidado.
Lo tomé de la mano para guiarlo, dando un rodeo. Las pequeñas casas donde vivíamos estaban hechas con la misma roca de las montañas justo en el medio del claro, de manera que teníamos mayores posibilidades de escape en caso de que nos encontraran. Por esa misma zona deshabitada fue que pude moverme junto con Leo hasta llegar a las habitaciones que utilizabamos para la logística y planificación.
Una vez dentro y con la puerta cerrada me dejé caer, agotado, en uno de los asientos del lugar. Por primera vez desde que habíamos llegado Leo observaba asombrado todo a su alrededor. Hasta cierto punto no lo culpaba, mientras por fuera todo parecía natural, aquí adentro teníamos toda la tecnología que habíamos logrado robar y que no nos exponía a ningún peligro, de manera que vivíamos cómodamente.
—¿Te sorprende? —Le pregunté.
Leo asintió, señaló una de las grandes computadoras que para ese momento estaba apagada, luego hizo lo mismo hacia una de las paredes de roca, indicando quizá la diferencia entre una y otra.
—Bueno, no podemos dejar que se vea desde fuera, aún con la protección de las montañas lo mejor es no correr riesgos.
Leo asintió con solemnidad antes de acercarse y acuclillarse frente a mí, poniendo sus manos en mis muslos; de nuevo me miró con aquellos enormes y lánguidos ojos oscuros, las palabras de Hyuk volvieron a mi mente entonces , «Es como un cachorro.»
Estiré una mano para acariciar su cabello castaño, el cual evitaba que se me pasara la electricidad que su piel solía transmitir. Leo cerró los ojos y se inclinó contra mi mano, tal cual haría un pequeño cachorro.
Estaba tan concentrado en esta comparación que cuando sus manos pasaron de la ropa para acariciar suavemente mi abdomen brinqué, él se había ido incorporando hasta quedar casi sobre mí.
Temblé a causa tanto de la sorpresa como de la electricidad que me transmitía su contacto, a mi mente volvían los recuerdos de cuando lo había encontrado y lo que había ocurrido entonces.
—Es... espera un momento... Leo, —Mi voz temblaba mientras intentaba empujarlo por los hombros, con los mismo resultados que en la ocasión anterior.
Me miró por algunos instantes, su mirada inocente como si no supiera lo que le estaba diciendo, como si no se diera cuenta de lo que su tacto me ocasionaba. Por fin cerró los ojos pero fue solo para destruir la poca distancia que quedaba entre nosotros.
Sus labios transmitían la misma energía que el resto de su cuerpo pero comenzaba a acostumbrarme ya a ella; así que no me costó nada responder al movimiento de sus labios, cosa que mi cuerpo hizo casi por decisión propia.
—Muy bien, qué es eso tan urgente de lo que Hyuk no puede darme detalles. —sonó de pronto la voz de HakYeon mientras entraba.
Tanto Leo como yo nos sorprendimos bastante, él de inmediato se levantó para colocarse detrás de mí mientras N lo observaba atónito.
—Hola N, yo bueno, necesitaba explicarte primero, antes de que los demás lo vieran.
Me costaba trabajo encontrar las palabras, necesitaba primero recuperarme de la impresión de ser besado por un cyborg y de la sorpresa por haber sido descubierto tan de pronto. Como buen líder N no explotó, no me hostigó con preguntas ni nada, en cambio se cruzó de brazos y esperó hasta que pude narrarle lo que había ocurrido.
Desde mi infiltración a la central de las máquinas para obtener la memoria con la información, mi escape algo atropellado y, por último, mi encuentro con Leo y cómo me había salvado de los rastreadores. Confiaba en N así que le conté todo, incluido el contacto que había tenido con Leo justo cuando lo encontré, en esa parte él sonrió burlonamente pero de nuevo no me interrumpió hasta que concluí mi relato.
—... y ya, lo traje aquí pues no quería quedarse sólo. Creo que estuvo dormido o apagado hasta que lo desperté, no podía simplemente dejarlo ahí, te aseguro que no es como el resto N.
Guardé silencio por fin, mientras hablaba N se había sentado en otro de las sillas, Leo se mantenía detrás de mí, inmóvil.
—¿Puedes asegurar que no planea revelar nuestra ubicación al resto de sus congéneres?
—Creo que, no los considera así.
Por el rabillo del ojo percibí su movimiento así que volteé a ver a Leo, estaba negando con la cabeza con insistencia aunque no sabía si lo hacía para contestar la pregunta de N o para apoyar lo que yo acababa de decir.
—De acuerdo, —N se levantó para pararse cerca de Leo, acercó con cuidado su mano para tocar su rostro mientras el cyborg se mantenía inmóvil—. ¿Puedo hacerte unas cuantas preguntas? ¿Me contestaras si las hago?
Leo asintió.
—Muy bien, dime entonces ¿Estuviste apagado todo este tiempo?
La única respuesta de Leo fue inclinar la cabeza hacia un lado con su mirada interrogante, no sabía a qué se refería.
—¿Puedes decirme entonces qué es lo último que recuerdas?
El cyborg me señaló entonces, N se sobó el brazo con cierta frustración.
—Ah, esto es difícil. Quizá lo mejor sea esperar para ver si Hyuk puede hacerlo hablar. Mientras tanto, es tu culpa el haberlo traído aquí así que serás responsable por él. Además, por lo que me cuentas, parece que le agradas especialmente.
Me sonrojé un poco al pensar en el significado de sus palabras, afortunadamente Hyuk me salvó de contestar pues en ese momento entró cargado con varias prendas de ropa.
—Lo siento, no podía encontrarla, pero ya estoy aquí... —se quedó inmóvil al vernos en silencio y yo enrojecido—. ¿Qué ocurre? No habrás decidido correrlos ¿Verdad N? Ese robot es inofensivo, solo ve su cara, y Ravi es nuestro mejor excursionista...
N no pudo evitar reír ante la perorata que había comenzado a soltar Hyuk.
—Hey, te he dicho varias veces que respires mientras hablas, —bromeó.
—¿No vas a desterrarlos?
—Hablas tan rápido como malinterpretas Hyuk, aún no he dicho nada al respecto. Solo dije que Ravi se hará cargo de él. Y que si algo malo pasa será por completo su responsabilidad.
A todo esto Leo se había acercado de nuevo a mí, poniendo una de sus manos sobre mi hombro, gracias a mi playera no sentí la típica electricidad de su contacto pero sí el ligero apretón que me dio. Volteé a verlo mientras recordaba las palabras de Hakyeon: "Parece que le agradas especialmente".
De pronto Hyuk lo tomó por el brazo e intentó jalarlo sin mayor resultado que Leo volteara la vista hacia él; hizo dos intentos más que terminaron igual.
—Anda, ven conmigo, encontré ropa con la que podemos ocultar tus partes robóticas, de lo contrario no podremos ir hasta mi laboratorio, —dijo haciendo puchero.
No fue hasta que volteó a verme y yo asentí, que Leo siguió dócilmente a Hyuk hasta dónde había soltado las prendas de ropa y no sé qué más que traía.
—Es fuerte, —me comentó N mientras ambos veíamos a los otros dos peleando con la tela.
—Sí, lo es. Aún no sé qué otras características tenga pero al menos en cuanto a fuerza física está sobrado. —Observé mi brazo derecho, donde ya se estaba formando un pequeño moretón tal como me había temido.
—Eso podría ser tanto bueno como malo, si de verdad está de nuestra parte podría ayudarnos a enfrentarnos contra los robots, pero si no, será muy difícil vencerlo.
—No creo que tengamos que llegar a eso, parece tan... infantil, no sé cómo definirlo pero no aparenta ser malvado.
—De acuerdo, confío en tu buen juicio, estoy seguro que si lo creyeras un peligro no te hubieras arriesgado a traerlo, así que estoy dispuesto a darle el beneficio de la duda. Sin embargo Ravi, tenlo bien vigilado y no permitas que se salga de control.
Asentí mientras lo veía ponerse una gruesa sudadera color azul marino, era lo bastante holgada y junto al gorro que la acompañaba lograba ocultar la mayoría de metal que sobresalía de su cuerpo, Hyuk añadió también un par de anteojos de tinte amarillo para ocultar el brillo azul eléctrico de sus ojos.
—Bueno y, a todo esto ¿planeas darme la información?
—¡Cierto! Lo siento, entre todo lo demás me había olvidado. —Le entregué la pequeña memoria negra que había iniciado todo.
—Muy bien, iré a que los técnicos la revisen a profundidad, mientras pueden ir con Hyuk para ver qué es lo que logran descubrir; tenemos dos acertijos pendientes de esta misión.
Se acercaron de nuevo Hyuk y Leo, éste último parecía en efecto un humano más ahora que sus partes mecánicas se hallaban ocultas. Recordé la foto que me había mostrado y, si para ese entonces él ya era bastante guapo, el que lo convirtieran en cyborg no había minado aquellos atributos.
—Es hora de irnos, volveremos en cuanto sepamos algo más, —dijo entonces Hyuk, quien a cada momento parecía más entusiasmado.
Hasta cierto punto lo entendía, de por sí él era un friki de la tecnología, ahora al encontrarnos a un antiguo cyborg creado al parecer por uno de los mayores investigadores en cuando a tecnología se refiere, su curiosidad había sido llevada al límite.
—De acuerdo, mientras nosotros revisaremos esto, vengan cuando terminen para ver qué encontramos.
Luego de afirmar que lo haríamos me dirigí a la salida, de pronto un pequeño tirón en mi ropa me indicó que Leo se había vuelto a sujetar de mi playera. Sonreí de pronto ante la ternura de su gesto pero no dije nada, no quería avergonzarme más enfrente de N así que solo salí del lugar.
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No podía con la tentación de dejarles más capítulos... Los dejaré hasta aquí para tener tiempo se seguir escribiendo.
Si están leyendo esto y les está gustando no duden en dejarme sus comentarios, será un buen aliciente para terminar. Al momento de publicar este capítulo llevo 7 escritos, siento que es como la mitad de la historia, aunque aún no sé cómo va a acabar, veremos cómo se desarrollan los personajes.
Sean felices, nos leemos más adelante.
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