—De acuerdo, —dijo de pronto Hyuk.

N y yo lo miramos estupefacto mientras el androide sobreviviente intentaba incorporarse aún con movimientos pausados e inestables.

—¡SangHyuk! ¿De qué estás hablando? —Preguntó N asombrado.

—Vamos hyungs, no podemos sólo dejarlos aquí. Además él dijo que puede arreglar a Leo ¿qué mejor oportunidad que ésta?

—Podría ser una trampa... —tanteé.

—¿Para qué? ¿Qué tienen más que perder como para tendernos una trampa? —los defendió el menor.

Con un suspiro volteé hacia Leo, él era quien mejor conocía a JaeHwan de nosotros. Leo lo miró unos momentos a los ojos, no sé si analizándolo o recordando su historia, el punto es que luego de algunos instantes así se volteó hacia mí y asintió varias veces.

Me soltó, de manera que quede más recargado en N que de pie, y fue a por el cuerpo inactivo de Hongbin, cargándolo sin mayor dificultad. Por su parte Hyuk ayudó a JaehWan a ponerse de pie y lo detuvo para que pudiera moverse.

Así salimos los seis del lugar, vaya equipo íbamos formando con tres fiambres y otros tres relativamente estables, y me lamentaba estar en el bando de los pesos muertos.

Cuando logramos llegar a la calle apareció una ronda de los robots centinela, sin embargo nada más acercarse JaeHwan levantó la mano hacia ellos y dieron media vuelta sin importunarnos.

—¿Lo ven? Les dije que no planeaba nada malo.

—Aún es muy pronto para decir algo así Hyuk, —le regañó N.

—Tienen lo más preciado para mí en sus manos, —aseguró JaeHwan entonces, señalando hacia Leo, en cuyos brazos Hongbin parecía simplemente dormir—. Haré lo que quieran, no necesito que confíen en mí tal cual, sólo necesito que lo salven.

—Como sea, solo guíanos y no hagas movimientos sospechosos, —bufó N.

JaeHwan nos fue indicando la dirección conforme avanzabamos, Leo volteaba cada cierto tiempo hacia mí como asegurándose de que siguiera con ellos o quizá que estuviera bien, en realidad no sabía qué aspecto presentaba pero si me veía como me sentía, entonces comprendía su preocupación.

Continuamos así durante alrededor de 15 minutos, y podía notar que conforme pasaba el tiempo N se iba poniendo más nervioso a mi lado.

Al final llegamos a un enorme edificio que aún se mantenía en pié, A diferencia de todo el caos a su alrededor, mantenía las paredes de espejo intactas.

Primero entró Leo con Hongbin, luego JaeHwan con Hyuk, en cuanto lo hicieron las luces del enorme complejo se encendieron. de manera que cuando fue nuestro turno N y yo pudimos apreciar el enorme lugar, todo blanco y metálico. Tuvimos que atravesar un par de puertas de vidrio transparente que a abrían solas en cuanto nos acercábamos.

Nuestro destino final fue un gran cuarto todo cubierto de máquinas y monitores, hasta cierto punto me recordaba al cuarto de Hyuk pero mucho más ordenado y moderno. Leo recostó con cuidado a Hongbin en la camilla que JaeHwan le indicó, en cuanto quedó libre se apresuró a mi lado para sujetarme en lugar de N.

—Tranquilo, estoy bien. Ahora lo importante es que te reparen para que puedas hablar... aunque lamentaré un poco que ya no transfieras esa electricidad, —bromeé.

Hyuk parecía un niño en una juguetería, observando todo alrededor con evidente fascinación. Había dejado a JaeHwan sentado en una silla cercana a varios teclados y aparatos.

—Usa todo lo que necesites, haz lo que debas pero salva a mi Hongbin, no permitas que desaparezca, —volvió a rogar el androide.

—No te preocupes, ya te dije que lo haría, solo estaba un poco asombrado por todo tu equipo. Bueno ya, ¿Cuánto tenemos antes del reinicio del sistema operativo?

—Alrededor de 20 minutos,

—Ok, debo prenderlo entonces de inmediato, manos a la obra. N, ayúdame, Ken, ve pasándome las cosas que te vaya pidiendo.

—¿Ken? —pregunté sorprendido, pero recordé que Hongbin había llamado así a JaeHwan, en efecto él se levantó.

Con cuidado me senté en una silla no muy lejana, por el dolor en mi costado supuse que se me había roto alguna costilla del lado derecho, igual mi cabeza no había dejado de palpitar desde que saliéramos del edificio.

Leo se mantuvo a mi lado pero tenía la vista fija en los otros, su mano sobre mi hombro era reconfortante.

Pasaron algunos minutos antes de que por fin Hongbin abriera los ojos y comenzara a forcejear.

—Manténgalo inmóvil, —ordenó Hyuk haciendo fuerza.

N poco podía hacer contra la fuerza de androide y Ken tampoco estaba en las mejores condiciones, por lo que Leo se acercó para sujetarlo con fuerza por los hombros, de manera que no moviera la parte del cuello en la que Hyuk estaba trabajando.

Me di cuenta que Ken había sujetado su rostro con una mano, en un inicio para evitar que moviera la cabeza pero para entonces solo lo acariciaba suavemente.

—Tranquilo mi amor, no te muevas, estarás bien, todo estará bien, tranquilo, —le susurraba el androide con suma dulzura, pronto Hongbin dejó de hacer fuerza y se dedicó a mirar a Ken.

Suspiré ante sus palabras, al inicio había pensado que eran simples máquinas sin emociones, más luego de lo que le habían dicho a Leo, pero ahora no lo parecían en lo más mínimo. Cerré los ojos por un momento pensando en eso.

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Hola bonitos lectores, sé que dije que éste sería el último capítulo pero se estaba extendiendo mucho, así que he decidido separarlo en dos, así tenemos Error por más tiempo.

jejeje para que no se enojen, mi promesa del extra sigue en pie.