║FINAL 2°║
-¡Debemos llevarla rápido con Yumiko para que la atienda rápido! -exclamó la pelimorada completamente preocupada por el estado en el que se encontraba su mejor amiga.
Orion no se hizo esperar y tomó en brazos a Artemis y voló rápidamente hacia la ubicación de la albina, los demás no se hicieron esperar y lo siguieron claro que con unos pasos de desventaja.
En un rato Orion llegó con la albina la cual estaba practicando con su arco, está al ver que el amarillento venía con Artemis en muy mal estado dejo de hacer lo que estaba haciendo y se dispuso a acercarse rápidamente a ambos.
-¿¡Orion qué fue lo que le paso!? -preguntó asustada al ver en las condiciones que se encontraba la diosa del espacio.
-F-Fue Xull, no pude salvarla ni protegerla... Debes ayudarla Yumiko por favor, eres la única que conozco que se que puede salvarla, te lo suplicó por favor -en su voz se podía notar la desesperación y el miedo, realmente estaba asustado y preocupado.
-Ve y dejala dentro de mi casa en mi recámara, iré por unas cosas y haré todos lo posible.
No se hizo esperar y rápidamente corrió hacia adentro dejando a Artemis en la cama de la albina. Ésta muy apenas y podía respirar, aún mantenía sus ojos cerrados.
Aún estaba débil.
-Por favor Artemis, no me dejes... No quiero estar solo de nuevo...
Luego de unos minutos llegó Yumiko a la habitación y detrás de ella venían los demás. Se posicionó al otro extremo de la cama y estiró ambos brazos pero luego se dio cuenta de que los demás estaban ahí.
-Necesito que me dejen sola con ella, pueden esperar abajo en la sala.
-Ni de chiste me iré, no pienso apartarme de su lado -pronunció autoritario.
-Orion por favor necesito estar sola con ella para poder revisarla y no podré hacerlo con más de dos presencias aquí. Te prometo que en cuanto terminé podrás estar con ella pero mientras no.
Al amarillento no le quedo de otra que abandonar la habitación junto a los demás.
Después de que todos salieran Yumiko tomó ambos extremos del casco de Artemis y se lo quitó dejando ver el rostro de la diosa.
Ésta estaba con mucha fiebre y sus ojos estaban entrecerrados, colocó una mano en su frente tratando de medir su temperatura la cual retiró de inmediato asustada.
-Es más grave de lo que pensé.
Pasaron varias horas desde que habían llegado a la casa de la albina, todos se habían retirado excepto el amarillento el cual estaba muy preocupado Yumiko no había bajado para nada y eso lo estaba matando.
Luego de una hora más la albina por fin bajo, Orion al verla rápidamente se levantó y se dirigió hacia donde estaba.
-¿Cómo esta? Dime que la salvaste por favor -preguntó preocupado juntando ambas manos en son de súplica.
—Orion, lo que te voy a decir va a ser muy fuerte para y necesito que seas fuerte.
El amarillento ya se estaba imaginando lo peor y no quería que fuese lo que fuese a escuchar fuera lo que estaba pensando.
—Dime Yumiko, me estas asustando —dijo con una notable preocupación en su voz.
—No logre salvarla... murió en mis brazos y lo último que salió de sus labios fue: Dile a Orion que lo amo mucho y que me hubiera encantado haber pasado mis últimos días a su lado.
Lagrima tras lagrima fueron rodando por las mejillas de Orion, no quería derrumbarse pero aquellas palabras fueron lo suficientemente fuerte para que su corazón se rompiera.
Ignoro por completo a la albina y subió corriendo a la habitación donde estaba Artemis, entro dando un portazo sin importar el ruido o daño que ocasionara. Se acercó al cuerpo de su pareja y confirmo por el mismo que ya no tenía vida aquel cuerpo, lo acurruco en su cuerpo y comenzó a llorar.
Estuvo así por un rato desahogándose en el cuerpo de su pequeña, lamentándose por no haber estado con ella para salvarla y protegerla como juro haberlo hecho antes.
—Perdóname por favor... si hubiera una manera de poder salvarte créeme que lo haría para tenerte aquí conmigo, para abrazarte, besarte y acariciarte. Te quiero aquí conmigo y no lejos de mi, no podría vivir sin ti.
Yumiko, quien estaba escuchando todo detrás de la puerta, se acercó a el y puso una de sus manos en uno de sus hombros.
—Hay una manera de traerla a la vida de vuelta pero hay un riesgo.
—No me importa cual sea el riesgo, solo la quiero devuelta...
—Bien, trae su cuerpo y sígueme.
Orion tomo en brazos el cuerpo de Artemis y siguió a Yumiko. Estuvieron caminando por un rato hasta que llegaron a una parte oscura del bosque, Orion por instinto abrazo más a Artemis.
—¿Cuánto falta y a donde vamos?
—Ya falta poco, solo espera unos minutos.
Unos minutos después llegaron a una tipo estructura que estaba en la parte mas oscura del bosque, ambos entraron y pronto se escucho una voz que llamo la atención de ambas leyendas.
—¿Qué están haciendo aquí? —preguntaron de una manera muy seria.
—Necesitamos tu ayuda para salvar a nuestra amiga.
—¿Por qué debería ayudarlos? Si la perdieron es su problema no el mío.
—Por favor, seas quien seas, te lo pido de rodillas si quieres pero por favor sálvala. Es alguien muy importante en mi vida y no quiero que se vaya de mi vida, la necesito. La amo con todo mi corazón y la necesito, daría todo lo que fuera por ella —pidió con una voz suplicante.
—Puedo sentir que tu corazón habla con sinceridad pero es algo que tu no debas de dar sino que ella me tiene que dar algo de ella.
—¿A qué te refieres?
—Debe darme la mayor parte de sus recuerdos para poder alimentar mis poderes.
—¡Nunca!
—Es eso o despídete de ella para siempre.
Orion miro el rostro de su pequeña y suspiro, si la quería devuelta tendría que afrontar las consecuencias y tal vez, esperar un largo tiempo.
—Está bien, haz lo que tengas que hacer.
La desconocida le pidió que la recostara en el suelo y eso hizo y les pidió que se hicieran hacia atrás.
—Disculpa, ¿cuál es tu nombre? —pregunto con duda.
—Me llamo Petra.
La rubia se acercó al cuerpo de Artemis y comenzó a crear una bola rosada que cada vez se hacía grande.
—Perderá sus recuerdos, pero permanecerá esa llama que los une, vuelve a acercarte a ella y te recordará.
Al decir esto se alzó un poco en el aire y lanzo aquella bola hacia el cuerpo de la diosa, aquella sustancia se adentró en el cuerpo de Artemis y después de eso se escuchó una respiración por parte de ella pero permanecía inconsciente.
Orion tomo en brazos a Artemis y se volteo hacia Petra.
—Gracias por salvarla.
—No hay de que, ahora solo necesita descansar y con tu ayuda podrá recuperar sus recuerdos y tu podrás recuperarla a ella.
Este asintió y se dirigieron hacia un lugar más iluminado del bosque, Yumiko y Orion se despidieron y el amarillento se dirigió a la ya tan famosa cueva donde él y Artemis se habían convertido en uno solo.
Recostó en las mantas a Artemis y la arropo para que estuviera cómoda, luego de un rato esta comenzó a reaccionar desorientada por no saber en donde estaba.
—¿Quién eres tú? —pregunto preocupada y asustada al ver todo su alrededor.
—Tranquila, tuviste un accidente, pero ya estas a salvo.
—¿Tú me salvaste?
—Sí, me llamo Orion.
—Y yo Artemis, espero y seamos buenos amigos.
Orion solo asintió feliz pero en su mente pensó otra cosa.
"Te recuperare, lo prometo con mi corazón en mano"
FIN
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